Kiosko: Una mordida rapidita (MM B: 95066)

[Dark Dragona]

Vio como Irony se iba pero extrañamente había vuelto y... ¿se había sentado a su lado? No pudo evitar extrañarse pero en parte se alegraba por querer empezar desde cero.

 

Vio a la otra chica que acababa de entrar y que había tropezado con un chico. Parecía un poco alterada pero no parecía que pasara nada fuera. Nunca hubiera imaginado que en un lugar así vendrían tantas personas.

 

Se quedó con el nombre del chico, parecía fácil de acordarse porque a ella le costaba memorizar algunos nombres. Pidió un zumo de melocotón para tomar mientras hablaran, no sabía si el dueño del restaurante debía de estar sorprendido por tanta gente que había entrado tan de repente.

 

No comprendió del todo lo que le quería decir Irony con su respuesta, ya que ella no había visto esa parte de ella, pero si no se habían conocido del todo entonces debían hacerlo ahora que era el mejor momento.

 

No sabía muy bien como empezar una conversa así que miró a la chica que Radamantys había invitado para se uniera al grupo.

 

- Hola, soy Dark Dragona -se dirigió a Mia una vez la chica se acercó.

[Mia Torres]

Rápidamente se quitó su saco y lo colgó al respaldo de la silla dejando su castaño cabello al descubierto, dirigió una curiosa mirada con sus celestes ojos por el mar de personas en el local, nada parecía muy extravagante, ahí fue cuando una voz se escucho por encima de la música.

 

-Eso depende ... ¿Que tipo de trago tienes en mente? -respondió lentamente sin siquiera levantar la mirada, lo cierto era que en esos momentos quería algo tan fuerte como para hacerle recordar algo .. O siquiera olvidar ese día. Esperaba poder dormir hasta la eternidad en aquella silla y despertar en su habitación en el edificio Loveless como cuando era pequeña, pero sabía que si era lo suficientemente torpe como para siquiera cerrar los ojos en aquel sitio cosas malas pasarían.

Otra voz llamo su atención, esta era una chica, a regañadientes levanto la mirada para ver a la pelinegra y estirar su mano - Mia Loveless Haughton -se presentó en voz neutral mientras dejaba que su penetrante mirada recorriera a Dark Dragona. Rápidamente perdió interés y volvió su vista al gentío en si, esperando una respuesta.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra Myrddin

Veía como Lucie, Meri y Tadeo se ponían a charlar de una manera muy animada, Alessandra tomo uno de los trapos que había debajo de la barra y comenzó a secar los vasos esperando si les apetecía algo mas y así fue el Stark le pidió un café sin leche, Alessandra se giro y le pidió a los elfos que estaban en la cocina un café.

La campanita que anunciaba la llegada de los clientes sonó varias veces, la primera que llego la Myrddin la reconoció al instante Dark que fue a tomar asiento en la barra al igual que otra bruja que estaba encapuchada, me les acerque a ambas brujas para tomar su pedido.

-Hola, buenas tardes- les salude -bienvenidas a Kiosco una Mordida Rapidita, ¿desean algo para tomar?-les pregunto, la bruja que estaba encapuchada fue la primera en responder pidiendo un café puro justo en ese momento uno de los elfos ponía dos cafés para que ella los tomara y se los diera a los clientes que habían pedido, tomo el café de la chica encapuchada y se lo entregue para después tomar el de Tadeo y darle al Stark su pedido, cuando acabe de darle sus pedidos me acerque otra vez donde estaba Dark para que me dijera que era lo que quería saque mi libreta para anotar los pedidos.

La campanita volvió anuncia la llegada de alguien mas al local por lo que la Myrddin se giro para atender a los nuevos clientes que avanzaron hasta donde estaba la chica de cabellos rosas que antes estaba encapuchada y de Dark hasta que esta decidió pedir un jugo de melocotón, se giro y le pidió a los elfos el jugo y se acerco a ambos magos que faltaban pedir.

-Bienvenidos- salude a ambos magos -¿desean algo que tomar?- solo faltaban la chica castaña y el único hombre que estaba entre las mujeres.

[Valeskya Granger]

Los pasos de la Granger eran pausados, no tenía ninguna prisa en llegar a algún lugar, simplemente había decidido dar un paseo durante su breve estadía por esos lugares… o por lo menos eso era lo que ella esperaba, no tener que quedarse mucho tiempo, aunque los acontecimientos indicaban todo lo contrario. Lo que había pensado que sería una fugaz visita, se estaba alargando más de lo que se había imaginado; solo de especular acerca de lo que estaba por venir, hizo que la joven resoplara molesta, ya que no le gustaba que las cosas no salieran como a ella le gustaban. ”Calma, solo serán unos días”, era la frase que su mente repetía mucho últimamente.

 

Había salido de la mansión, justamente para tomar un poco de aire y de paso, ver si realizaba algunas compras. Al llegar al callejón Diagon, la joven ojivioleta no pudo evitar tener esa sensación de nostalgia, aunque rápidamente quedó opacada por la sorpresa que le ocasionaba darse cuenta que todo lo que había visto la última vez que estuvo allí , era totalmente diferente: los locales, el ambiente y hasta las personas; casi podía hacerse pasar por alguna extranjera y nadie podría darse cuenta; avanzaba entre los negocios, aunque a medida que pasaba el tiempo, el sol parecía ponerse más intenso cada vez.

 

La joven recogió su negro cabello en una trenza y la hizo a un lado, dejando que parte de su fleco cayera frente a su rostro. Su túnica era color verde esmeralda, de una tela de seda fina y tan fresca que cuando la había visto por primera vez, no había dudado en comprársela. Después de algún tiempo de haber caminado, decidió que lo mejor sería visitar alguna cafetería que se encontraba cerca; recorrió con la mirada el callejón, en busca de algún negocio en el cual pudiera pasar un rato agradable, en lo que se hacía más tarde. Finalmente vio un llamativo kiosko, el cual evidentemente no había visto antes y sin dudarlo dos veces, decidió entrar.

 

- Vaya, cada vez los hacen más pintorescos…- Dijo la Granger, viendo con bastante interés el lugar. ”Espero que aquí no tengan visitas indeseables…” Pensó, mientras recordaba sus tiempos como propietaria de uno de los negocios de aquel callejón y como había sido destrozado un par de veces por los mortífagos.

 

Optó por elegir una de las mesitas que estaban cerca de la ventana, mientras más alejada se encontrara de la gente, sería mejor para ella. De reojo observó un tablero de ajedrez mágico que se encontraba cerca de ahí y sonrió levemente, pues la ojivioleta no era muy hábil en ese tipo de juegos; se sentó y vio a una chica que parecía ser la persona que atendía el kiosko. Sin embargo, no le dijo nada y dejó que atendiera a otra mesa; finalmente se sentó y recargó su rostro en su pálida mano, mientras observaba distraídamente a las personas que pasaban por allí cerca.

[Seba Granger]

Aquel día no había sido lo que esperaba, el ambiente de la oficina estaba un poco raro desde el día de la rueda de prensa de la orden, todo lo que había pasado aquella mañana había sido mas que estresante, además que el nombre del departamento no había quedado muy bien, lastima que no era culpa de los empleados.

Decidí dar un paseo por el callejón, intentando cambiar un poco el ambiente, las caras de la gente, aunque uno sabía que no era tan fácil, la mayor parte de las veces unos terminaba encontrado a los mismos solo que con distinto traje.

Mientras miraba los aparadores de algunas tiendas me había parecido ver pasar a un rostro conocido por la acera del frente, pero no estaba del todo seguro, sabía que aquella bruja se había ido por un tiempo, no sabía si de aquel mundo mágico o solo de Londres.

Seguí con la mirada por unos segundos a la Granger, a esta la conocía por medio de la familia Gryffindor y por que algún tiempo nos había tocado toparnos mucho por el trabajo, y ahora que lo recordaba también en algún momento habíamos compartido ideales de bando.

No pensaba quedarme con la duda, así que decidí ver hacía donde iba, para luego alcanzar y por que no conversar con ella un rato, desde el frente observe que entraba a uno de los locales cercanos, decidido cruce la vereda hacía este, empujando una de sus puertas para ingresar, miré a ambos lados al darme cuenta que la había perdido.

Pero para mi suerte no había sido así, me cerciore que fuera ella antes de atreverme a abordarla, -Hola, ¿como estas?, ¿Te acuerdas de mi?- dije a la bruja, esperando está se acordara, no estaba preparado del todo para que dijera que no.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra Myrddin.

 

Al parecer aquellas personas no querian nada de tomar porque no contestaron a la pregunta formulada hace unos minutos, asi que mejor volvia a mi trabajo de seguir atendiendo a los demas clientes hasta que se les ocurriera pedir algo.

 

La bebida de Dark ya habia sido entregada asi que estaba safistecha por la rapidez de los elfo en los pedidos, la campanita de entrada del local volvio a sonar para que una joven de cabellos negros entrelazados en una trenza entrara al lugar, pense que se sentaria en la barra como la mayoria pero solo se camino a uno de los rincones que daban a la ventana.

 

Tome el anotador que habia dejado sobre la barra y camine a la joven pero la campanita del local volvio a sonar para que un mago entrara y caminara hasta donde estaba aquella muchacha, suspire antes de decirme que tenia que hacer mi trabajo, asi que camine hasta donde estaban los dos -Buenas tardes, bienvenidos al Kiosco Una Mordida Rapidita...desean algo?- pregunte a ambos jovenes.

[Kutsy Stroud Lenteric]

Resultaba un buen día para andar caminando a solas por el tan conocido callejón Diagon, al que me había habituado desde mis primeras andanzas en el mundo mágico, llevaba conmigo un par de pergaminos donde había estado dibujando la forma de una libélula y un pequeño pastelillo, causante de que anduviera buscando donde tomar algún refrigerio, cosa muy extraña porque yo no solía comer cosas muy dulces, así que mirando los diferentes escaparates seguí mi camino mientras guardaba con cuidado mis dibujos en la mochila , la cual hacía juego con el pantalón de mezclilla azul marino y la blusa verde que traía puesta.

 

Era divertido el ver la algarabía de ese sitio, tenía que admitir que era uno de mis lugares favoritos, había vivido ya varías aventuras ahí y ciertamente conocer gente se había convertido en uno de mis objetivos a últimas fechas por lo que caía como anillo al dedo que vagara sin rumbo fijo, sonreí al meditar sobre las distintas posibilidades que la vida ponía frente a nosotros.

 

Mas todo pensamiento quedo reducido a la nada cuando el atrayente olor a café llamo mi atención así que volteé a mi derecha para toparme con el –Kiosko… Una mordida rapidita. -Reí al terminar de leer el nombre de aquel sitio, algunos de los magos que pasaban a mí alrededor me vieron extraño pero poco me importo, haciéndome recordar algo que me hizo sonrojar.

 

-Creo que será el lugar idóneo para comer algo –dije andando hacía el local donde se podía apreciar varias personas sentadas comiendo o sencillamente conversando, me acerque hasta una de las ventanas y me quede quieta mirando su interior, sabía que eso tal vez era maleducado, sin embargo de algún modo inusual eso me resultaba entretenido, -en definitiva Dunkel, tenía razón que al decir que no era recomendable que anduviera sola aún –, mas yo no podía encerrarme sólo porque estaba aprendiendo a sentir y controlar mis emociones nuevamente.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra

 

La Myrddin habia abierto el local temprano, ultimamente no estaba quieta visitaba a sus padres adoptivos con bastante frecuencia, ademas de que el trabajo de sanadora la tenia ocupada bastante mas mantener a flote un kiosco y un hotel.

 

Los elfos habia llegado antes que la rubia por lo que ya estaban las mayoria de las sillas bajas y las mesas puesta, mientras caminaba para ponerse detras de la barra miraba que todo estuviera en orden, satisfecha tomo uno de los trapos para secar los vasos y esperar a que los clientes vinivera.

 

Apenas habian pasado unos minutos cuando la campanita del local sono anunciando la llegada del primer cliente del dia, Alessandra dejo las cosas sobre la mesada, tomo su libreta y camino donde estaba la bruja recien llegada.

 

Cuando se acerco observo bien a la recien llegada y vio que era su hermana Kutsi -Lo que trae el viento-le dijo en broma a la Myrddin, la abrazo antes de depositar un beso en cada mejilla -¿Que te trae por aca?- le pregunto la demonio a su hermana mientras que tomaba asiento a su lado.

[Kutsy Stroud Lenteric]

Grandiosa y grata sorpresa fue encontrarme a mi hermana la cual me abrazo, llenando de calidez mi cuerpo con el beso que deposito sobre mi mejilla, sonreí ante tan simple acto de amor que agradecí inmensamente –ya vez, el viento puede dar grandes sorpresas –declare mirándola atentamente mientras nos sentábamos y escuchaba su pregunta –a decir verdad me ha dado hambre –dije sin más, aunque sabía que para mi hermana eso sería normal porque no estaba al tanto que mi condición no me permitía comer más que un par de veces a la semana… En realidad nadie estaba al tanto.

 

Al ver la libreta que traía consigo supuse sólo una cosa –no sabía que laboraras aquí y realmente es agradable el verte ¿cómo has estado? –Añadí mirando a los elfos que se movían con casi sincronía que me parecía estar observando un pequeño baile, el lugar resultaba un sitio bastante agradable para comer y conversar amenamente con alguien, algo que sin lugar a duda yo valoraría mucho, hacía mucho que no salía del edificio y a momentos sentía que ya sólo hablaba con mi sombra.

 

-Cuéntame ¿cómo está la pequeña? –Inquirí recordando lo hermosa que se veía en la boda de su padre –hace tiempo que no la veo y la extraño a decir verdad –fue ahí cuando se me ocurrió darle uno de mis dibujos por lo que abría la mochila y saqué los pergaminos –escoge el que gustes y dáselo por favor a tu hija es un presente de mi parte.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra.

 

La Myrddin le sonrio a su hermana, era la primera vez que ambas estaban solas y que podian hablar tranquilamente, Alessandra le hizo una señal a uno de los elfos para que se acercara y tomara los pedidos.

 

-Soy una de las dueñas- le comento la rubia, tenia varios socios pero hace meses o años que ninguno se pasaba y eso le frustraba a la rubia.

Ante la pregunta de Kutsy Alessandra apreto los labios y apreto los puños bajo la mesa sin que su hermana la viera, hace dias que habian terminado y este la dejo con dos bebes en su vientre, tenia cuatro meses de gestacion y aun no le habia dicho a su hija -ando bien ya sabes la sanacion toma su tiempo- le dijo -y en cuanto a ti, ¿se puede saber

donde has estado?- le recrimino a su hermana, tenia meses que no la veia y estaba preocupada por la bruja.

 

No pudo seguir hablando ante la nueva pregunta de la pelinegra -Jayden esta en casa, hace pocos dias volvio a casa conmigo- le comento, despues de todo se habia ido a la boda de su padre -estoy segura que a ella le encantara de verte-le dijo con una sonrisa mientras tendia sus

manos para ver el dibujo que mas le gustaria a su hija, encontro uno de unas alibelulas muy hermosas -este le encantara- aseguro la demonio a su hermana.

 

Justo en ese momento uno de los elfos del lugar llego a donde estaban -Kut deseas algo de comer- le dijo a su hermana mientras miraba al elfo que estaba esperando.

Editado 30 de Julio del 2014 por angelcullen