Tienda P.B. de Material Escolar (MM B: 96638)

[Ashley Peverell]

Al fin la otra bruja que había ido a la tienda había entrado lo que había dejado a la niña con una cara de desconcierto o más bien de sorpresa porque ahora entendía que la otra mujer de cabello amarillo estaba haciendo con ese deber que a veces la hechicera inmortal les pedía con cariño favoroso bajo amenaza de morderlas y que era de ver que todos los negocios de las familias estuvieran bien.

A veces le hacía pensar que ya eran un propio clan por cuenta y sonrió al imaginar como iban a ser de interesantes las reuniones cuando abrieran el club para las matriarcas y el patriarca de aquellos que habían sido llamados, casi como un club de esos de los libros de Allan Poe.

Un escalofrío la recorrió, lo suyo no era Allan Poe, el sujeto era demasiado oscuro para su gusto pero Hayame era la que tenía esos libreros llenos de libros de historias de miedo y de cosas de todo tipo, a ella le daban muchos escalofríos las cosas de miedo porque ella era un ser de luz y los seres de luz no iban con las cosas que daban miedo pero a veces no había de otras opciones.

-Bienvenida Lisette

Le dió la bienvenida a su cuñada y la miró con curiosidad.

-Te quería preguntar ¿si estoy en tu árbol es optable que también mencione tu apellido casi como mío aunque solo seamos cuñadas?

Off: Lisette... ¡el documento! si no me lees allá al menos acá, ¡ya tenemos que entregar tonta!

[Matt Blackner]

Los calurosos días de verano eran largos, y además, casi siempre, aburridos. La Tienda PB solía estar vacía en esta época, ya que el curso había acabado, nadie necesitaba material para sus clases....asi que teníamos menos clientes que de costumbre, y normalmente los días se basaban más bien en mantener la zona limpia, ordenar el almacén, y tal vez reordenar las estanterías. eso, si simplemente no me sentaba tras el mostrador, o en la trastienda, y esperaba a que el tiempo pasara.

 

Ahí estaba. Con un granizado de limón helado y un libro a medio leer sobre criaturas míticas. Al menos había encantado la habitación para que no fuera tan pesado el ambiente, con una temperatura más refrescante que en el exterior.

 

Tal vez alguien entrara hoy. Tal vez la familia hiciera una visita. Pero al menos el negocio estaba abierto, y eso era lo importante.

 

Levanté la vista del libro y reparé en el pergamino lleno de garabatos, y la pluma junto al bote de tinta negra, cerrado por si llegaba Sagitas y me regañaba por olvidar taparlo. Había pensado en diseñar algún tipo de estrategia para llamar la atención de la gente de cara al curso que empezaría en un mes, pero en lugar de ideas, había acabado dibujando tonterías.

 

Coloqué el marcapáginas y me levanté, estirazándome. Tomé la bebida y salí de la trastienda. Daría una vuelta, por si acaso entraba algún cliente y la daba por desierta...

[Sagitas E. Potter Blue]

http://oi50.tinypic.com/20gze2w.jpg El elfo contempló la zona de baile en el ala Este de la Mansión Potter Black. Estaba todo bien, es decir, los invitados bailaban, comían, charlaban y comentaban. Ciertamente, aquella boda iba a ser comentada durante mucho tiempo. Y aún no se había acabado la situación pero ellos no tenían porqué saberlo. Para eso estaba el elfo, presto a evitar que nadie se enterara.

 

Cuando comprobó que todos parecían divertirse y que los elfos de la casa tenían todo bajo control, se escabulló un momento y buscó un bureau donde sentarse a escribir una nota al Amo Matt. Por supuesto, encontró pergamino y pluma, todo comprado en la Tienda PB del Amo patriarca. Le costó encontrar las palabras y, al final, rompió varios pergaminos porque no sabía qué escribir ni cómo escribirlo. Cuando se dio por satisfecho, se dio cuenta que había sido escueto y que el Amo Matt iba a saltar en cuanto lo leyera. Esperaba que fuera lejos, bien lejos del país y que no interrumpieran su viaje de novios. Él, en realidad, sólo quería que tuviera cuidado, no quería tener que ir a buscarlos también, como a la Ama Sagitas.

 

 

[Helike R V PB]

Buitre

 

El animal sobrevolaba un cielo despejado. Era lo más raro que pasaba desde hacía muchísimo tiempo. El buitre tan raro para aquellas latitudes, surcaba el paisaje aprovechando las bolsas de aire caliente para hacer el menor movimiento posible con las alas. La transformación había sido un éxito, gracias al anillo de la habilidad y sólo se caracterizaba por otros cómo ella, por los tonos ocres y rojizos de sus plumas. Una rareza en su especie. Intentaba pasar desapercibida por los pueblos pequeños hasta que, por fin, había conseguido llegar a su destino sin el menor esfuerzo.

 

Bajó con un suave aleteo y cerca de un metro y medio se apareció una mujer morena y alta, con el pelo ondulado, vestida con un chandal oscuro y con unas zapatillas de deporte, del mismo color. Las demás personas apenas se percataban de la súbita aparición ya que, el lugar era frecuentado por magos... Un sonido particular brotaba de sus bolsillos; dentro del morral de cuero, llevaba un saquito de galeones, para pagar algunas adquisiciones que tenía pensado comprar. No sabía si había llegado demasiado temprano o si el local estuviese abierto... pero debía hacerlo, la temporada escolar, ya había empezado...

 

Heliké...

 

Oteé con mis ojos el interior y parecía que estaba desierto. No había clientes y eso en parte me gustaba. Odiaba hacer cola aunque el sitio perteneciera a mi marido... Suspiré cansada. Restregué mis ojos, parecía que, después de la transformación me quedaban algunos restos de mi forma animal. Tendría que mejorar mucho más para evitar esas moletias... El cielo azul aún brillaba así que, con paso decidido abrí la puerta, esperándome a encontrarme a Matt en su interior...

 

- ¿Hola? - el tono de voz, no fue ni muy alto ni tampoco muy bajo, aunque pareciera entrar en una librería en la que, el simple susurro, molestase a las cosas que hubiese en ese lugar.

 

@@Matt Blackner

Editado 10 de Septiembre del 2018 por Helike Rambaldi Vladimir

[Sagitas E. Potter Blue]

Había pasado mucho tiempo desde... desde todo lo sucedido y si había aprendido algo era que la familia se une en los momentos más terribles, que se envalentona y que soluciona los problemas. Así que, en cuanto pude caminar, pasear con libertad por el pueblo y volver a mis quehaceres oficiales, decidí ir a la Tienda PB a encargar unos pergaminos y unas tarjetas familiares.

 

Caminar por Diagon me supo a gloria, era como un respiro agradable sentir el calor del sol en aquel día de otoño. Era extraño un día tan limpio de nubes en aquel tiempo. Pronto se llenaría de cúmulos que anunciaban la lluvia típica del mes de octubre.

 

Llegué al escaparate de la tienda de Matt y descubrí que había gente dentro. Me esperaba que no hubiera nadie puesto que los estudiantes ya debían tener todo el material escolar comprado. Aunque siempre hay quienes van tarde y tienen que comprar todo a última hora... Entré y la famosa campanilla sonó con fuerza, anunciado mi llegada. Estuve a punto de lanzarle un maleficio pero como ya había sonado, el mal estaba hecho.

 

-- Buenas...

 

Saludé por mera cortesía a los presentes hasta que me fijé que allá estaba Heliké. Me acerqué a mi sobrina con una sonrisa.

 

-- ¡Hola! ¿Tú también de compras? Espero que te haga descuento...

[Helike R V PB]

Di un respingo al sentir una voz, estuve tentada a sacar la varita. Me giré y respiré aliviada. Era Sagitas.

 

- ¡Hola! ¿Qué tal? - sonreí abiertamente, contenta de verla.

 

- ¿Descuento? jajaja no hay problema con eso mujer. Yo, con tal de que me sirvan lo que quiero, por el dinero no hay problema - sonreí abiertamente.

 

- Sí, también venía a comprar por aquí. Más bien cosas para pociones y eso, es mi especialidad, además de otras cosas, claro -suponía que con esa afirmación entendería las otras restantes que yo me callaba. Sonreí de medio lado. No me sorprendería nada que me soltara algo de las Artes Oscuras o algo por el estilo, pero al menos estábamos solas y en confianza. Tanto, que hasta una vez casi nos habíamos batido en duelo... Bueno, éramos brujas de armas tomar...

 

- Si quieres, cuando terminemos nuestras compras, te invito al Dragon Verde... ¿sabes? Estoy pensando en celebrar una especie de fiesta antes de halloween, con la propia temática. Si te interesa, ya sabes dónde buscarme... Aunque venía por otras cosas, ¿sabes si por aquí venden decoración de ese tipo? No lo recuerdo, la verdad - comenté pensativa. Sería una buena idea y además, todos podrían ayudar con la decoración y todo lo demás.

 

@ @@Matt Blackner

[Sagitas E. Potter Blue]

Me sorprendió el tono jovial y alegre con el que me contestaba. Era curioso que, unas semanas atrás nos estuviéramos matando y, ahora, tuviéramos una relación tan normal, como si hubiera desaparecido por completo todo el mal que nos había encerrado. De repente, me sentí a gusto con ella, algo extraña porque no nos echábamos puyas pero, a la vez, me sentía bien allá, con ella.

 

-- Si te cobran, les das un zape. Ahora eres también la dueña con eso de que Matt es tu marido, así que te han de dar un trato bien especial.

 

Esperaba que los elfos que había por allá me estuvieran escuchando. Si me enteraban que le hacían un feo, allá iba a estar yo para defender a mi nue... nuer... mi sobrina.

 

-- Aprovéchate, mujer, aunque te sobre el dinero, mejor dentro de la bóveda que fuera.

 

Me acerqué a la mesa y noté que había varios libros encima, no sé si elegidos por ella o por algún otro cliente. Les pasé la mano por encima, me encanta el tacto que tenían con esa portada rugosa.

 

-- Sé que eres buena en pociones. A mí me gusta la herbología, tal vez podríamos juntarnos algún día para hacer experimentos. A mí me encanta...

 

¿Yo ofreciendo cooperación a Heliké? En serio que había cambiado mucho. Le sonreí y acepté con la cabeza su invitación aún antes de que mi boca se abriera.

 

-- Claro que voy al Dragón Verde. ¿Qué tipo de fiesta de Halloween? Odio esas en que los demonios en las puertas babean y me pringan la ropa. Siempre salgo con la capa más vieja para evitar mancharme. Una vez tuve que tirar el vestido que llevaba para una gala sólo porque le pusieron baba con tintes indelebles. ¿Perdón, qué decías? Ah, sí, material de decoración... No sé... Tal vez "Mega ayudas" aunque no lo recuerdo. Ni tampoco recuerdo qué tienda puede haber así en Diagon. Puff... Pero estoy segura que tenemos decoración de otros años en el desván de Megas y en las mansiones... Creo...

[Helike R V PB]

- ¡no! -exclamé yo, seguro que Sagitas se sorprendía- no me gusta aprovecharme porque sea mi marido, no, no prefiero que me cobren... eso sí, con tal de que me obedezcan, me doy por satisfecha - dije con una sonrisa radiante - ¿sabes? Es más divertido mover hilos por detrás y que nadie sepa que fuiste tú... Eso da más seguridad a la hora de hacer lo que quieras sin que te descubran jejeje - sonrisa maliciosa..

 

- no si estoy de acuerdo en lo que afirmas, no te digo yo que no jejeje pero claro, también hay que haber algún tipo de movimiento o la bóveda se llenará de telarañas por falta de uso. Y referente a los elfos, saben quién soy yo tampoco hace falta un trato preferencial -dije, elevando mis hombros.

 

- ¿En serio? -eso me sorprendió bastante. No podía evitar sentir un pellizquito de desconfianza- me sorprendería ver de lo que eres capaz en pociones y gracias - dije, un poco ruborizada- pero es cómo todo, práctica... nada en especial, la verdad. Tengo muchas plantas y animales a los que no hago daño, por ejemplo, uso pelo de unicornio o el cuerno para las pociones, pero no mato al animal, eso sí que sería una salvajada - seguro que esas palabras la sorprenderían -además, que dicen que beber la sangre de alguien puro, bueno, que trae una maldición y la verdad, no quiero arriesgarme echando sangre blanca en una poción... no me gustaría probar sus efectos, en realidad, prefiero el desconocimiento, es más seguro -dije, riendo por lo bajo.

 

- He dado herbología pero bueno, no en profundidad, tú podrías guiarme. Sólo conozco las plantas básicas para pociones y las que se dan en la Universidad. Además que el libro mil plantas y hongos mágicos es buena referencia y es más que suficiente -suspiré - aunque siempre me gusta indagar cuando sale algo nuevo en las revistas especializadas...

 

- Pues la fiesta sería normal y corriente, cómo todas las de por aquí. Dejar chucherías en la entrada para los niños mágicos, para los adultos, ofrecer cerveza y vino, o lo que se prefiera, aunque la especialidad sea la cerveza. Cómo decoración tengo pensado poner velas flotantes, calabazas en cada esquina... nada del otro mundo... simple y que realmente dea impresión de la fiesta, se me ocurre incluír formas de chocolate con la marca tenebrosa - reí nuevamente entre dientes- zumos de calabaza, cosas así... tú también podría aportar ideas. En el pequeño jardincito que hay en el negocio, hacer una pequeña fogata... asar castañas... Eso sí, con la condición en que todos estén disfrazados, para eso se monta la fiesta...

 

<< Bien, entonces me pasaré por Megas a ver si me podéis echar una mano con eso. Si hay que pagar por el alquiler no tengo inconveniente eso sí, no tengo seguro por si se destrozan cosas, te lo aviso -le dije, guiñándole un ojo- bueno, no pasa nada, llamaré a otros proveedores extranjeros para que me faciliten el material, por el oro no hay problema y tengo bastante... aunque menos que tú -dije, sonriente.

 

off: ¡me encanta tu firma Sagis! *-*

 

@

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

Tenia una lista larga en mis manos: había muchas cosas que teníamos que conseguir con Sagitas, poco tiempo y mucho nerviosismo, volví a leer mi parte del encargo: tenia que buscar los materiales, los calderos, lo que pudiera llegar a necesitar en cuestiones de materiales y lo que pudiera encontrar en material de primeros auxilios, tal vez las pociones y si acaso alguna que otra venda.

 

Hice una mueca sintiendo aun esa sensación de que olvidaba algo en el listado, por lo que volví a repasarlo de nuevo de abajo hacia arriba tratando de mirar si cambiando el orden podía hacer que recordara que era lo que no había metido pero mi cabeza embotada no me daba para tanto. Tenia que cuidar de mi madre, ahora mismo yo era su único soporte porque ella siempre se estaba haciendo la fuerte para todo lo que el resto de la familia pudiera llegar a necesitar. Entré en la tienda de materia escolar donde sabia que podía encontrar si no todo, si la mayoría de las cosas, no busque ningún dependiente sino que me dirigí hacia la cuarta planta para cubrir la primera parte de la mista:

 

-Bueno... necesito dos calderos, un cuchillo doble hoja, un mortero para macerar, un soporte para el caldero, poción restablecedora de sangre, poción herbovigorizante, una poción para dormir, extracto de ajenjo, ¿sera que encontraré aquí el bálsamo en pasta? espero que no tenga que rebuscar mucho

[Sagitas E. Potter Blue]

Por primera vez desde hacía mucho tiempo, sonreí a Heliké con la complicidad de entenderla perfectamente en lo que decía. Le guiñé un ojo, sí, yo, sí, a mi sobrina...

 

-- Mover los hilos por detrás y que nadie sepa tu grado de implicación. Eso es excitante, ¿verdad?

 

Tal vez estaba descubriendo un poco de mi personalidad que permanecía oculta en algún lugar de mi cabeza. A mí me gustaba tener todo bien atado aunque eso significara que, a veces, mi mano derecho no supiera lo que la izquierda planeaba y viceversa.

 

-- ¡¡Oohhh!! -- Mi respuesta fue de sorpresa y agradecimiento por lo que acababa de decir de no dañar a las criaturas. En eso también nos parecíamos. -- Yo tampoco haría daño nunca a una criatura. Si tuviera que salvar a un animalito o a un humano pues... No sé si tendría muy claro a quien ayudar; supongo que dependería de la situación. Pero tampoco lesionaría nunca a un animal para sacar beneficio. Por ejemplo, nunca sacrificaría a mi erumpent para sacarle fluido explosivo. ¡Es un animal tan hermoso!

 

Parecía que ambas estuviéramos descubriendo detalles de la otra que nos sorprendían.

 

-- Sí, sé bastante de Herbología, de la oficial y de la que no debería aprenderse nunca pero... Ya sabes, soy una entusiasta del conocimiento, a veces leo demasiado y practico de más, jajaja...

 

Mi risa sonó algo... extraña... Estaba confesando parte de mi naturaleza observadora y creativa que no solía mostrar para evitar que se murmuraba que practicaba con elementos secretos y poco tradicionales. Pero ahora enarqué la ceja ante su sugerencia.

 

-- ¿Chocolate en forma de qué...? Ten cuidado, sobrina. No voy a estar cerca siempre para protegerte. -- No era una amenaza, era una observación en la que, sin darme cuenta, incluía que siempre intentaría protegerla, sabiendo lo que era, de quien intentara hacerle algo. -- ¿Has asado boniatos? A mí me encantan, aquí en Londres no parece haber tanta tradición de este tubérculo.

 

Sentí la campanilla de entrada y vi, de reojo la figura de mi hija Perenela. Me encogí un poco. Sabía a lo que venía y me mordí el labio. No quería que Heliké sospechara lo que iba a suceder ni porqué iba a suceder.

 

 

 

OFF: ¿cuál firma? Este mes me puse tres, jajaja...