Jump to content

Librería "La Hermana Quisquillosa" (MM B: 98425)


Xell Vladimir Potter Black
 Compartir

Publicaciones recomendadas

El día se pintaba oscuro o al menos lo era para mi, iba por el callejón arropada en mi capa, escondida bajo la capucha, mirando al suelo. Tenía la necesidad de pasar desapercibida aunque lo mas probable es que a donde iba no lo consiguiera, seguro que mi tía tenía muchas cosas que decir sobre mi aspecto y mi desaparición. Miré a ambos lados de la calle antes de entrar en la tranquila librería de mi hija, la paranoia me perseguía desde que había dejado Ottery.

 

Todo me pareció silencioso al abrir la puerta, agradecí la penumbra de su interior pero no me quité la capucha, por nada del mundo quería que mi hija viera que había perdido el color de la piel y que las ojeras de mi rostro eran muy profundas, que viera mis labios agrietados iba a ser prácticamente inevitable si es que tenía que hablar.

 

-¿Hola?

 

Una elfina con una caja corrió hacia el mostrador frente al que estaba parada y ladeé la cabeza cuando la reconocí. No sabía bien porqué me extrañaba, lo mas seguro es que Xell la hubiera reclutado para echar una mano en el local.

 

-Ama, que gusto verla, no sabe lo que nos ha preocupado y ¿la rata? la ama Sagitas pondrá el grito en el cielo en cuanto la vea.

 

-Pues entonces cállate Taga. ¿tienes mi libro?

 

La elfina se tapó la boca como si intentase frenar las palabras que se le escapaban de los labios y asintió con la cabeza, pasándome de inmediato una caja de cartón bastante estropeada. Miré su interior y sonreí sintiendo el dolor de mi piel al abrirse nuevamente. Cogí la caja y comencé mi retirada del local antes de que a alguien le diera por salir de la trastienda.

Sacerdotisa·Madre·Compañera


http://oi63.tinypic.com/9qy628.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Hermioneluna Granger Diggory, empleada del área de Prensa y Protocolo, Oficina del Ministro.

Tan pronto como pudo, la chica llego al Callejón Diagon un poco desorientada ya que a ciencia cierta no sabia bien a que lugares debía recurrir para su investigación en el ministerio. Ese trabajo de verdad que la estaba teniendo un poco ocupada y ya urgía terminar de una buena vez con el porque ansiaba terminar pronto ese y continuar con los demás que cada día se iban acumulando poco a poco.

 

Con el paso rápido la rubia iba observando lo mejor que podía cada negocio por el que pasaba cuidando no empujar ni tropezar con las personas que transitaban por el callejón haciendo algunas de sus compras mientras iba haciendo un pequeño análisis visual y momentáneo de cada lugar por el que pasaba.

 

-Al parecer este trabajo no sera tan fácil como lo imaginaba- Pensó un poco preocupada la Granger Diggory mientras que dejaba en el piso su portafolio que ya la había cansado después de tanto caminar y llevarlo cargando. Cuidadosamente, la joven saco de sus archivos la lista un poco des actualizada que tenia e hizo algunas anotaciones en ella y con una sonrisa en el rostro, vio el nombre de un negocio por el que debía comenzar. Tomando nuevamente sus cosas y arreglando su atuendo que consistía en un vestido negro muy elegante, altas zapatillas negras y su rubio-ondulado cabello continuo con su búsqueda ahora con un rumbo y un destino al cual llegar.

 

Hermione se sorprendió un poco al observar el local que se veía realmente hermoso. Era un negocio de dos plantas que tenia una curiosa ola de libros que salían del balcón del segundo piso, no imagino que existiera cosa como aquella pero sabiendo que estaba en el mundo mágico eso ya no era tan raro de ver para algunos, por lo menos eso supuso. La chica suspiro y continuo su camino ahora al interior de la Librería "La Hermana Quisquillosa" esperando poder contenerse al entrar al lugar ya que lo que mas le gustaba era la lectura y que mejor que hacerlo ahí.

 

Continuando con su trabajo que era el motivo por el cual ella estaba en ese lugar y no el la Oficina del Misnistro, la matriarca Diggory camino tranquilamente por el lugar esperando encontrar a los o las dueñas de aquel lindo establecimiento pero a simple vista sabia que eran personas de muy buen gusto al tener un lugar así.

 

-En otra ocasión que no sea de trabajo seguro que volveré- Pensó contenta la chica mientras llegaba junto a la caja registradora de la biblioteca esperando encontrar ahí al dueño del establecimiento.

 

-Disculpe, me gustaría hablar con el o los dueños del lugar, si fueran tan amables- Dijo con tono amistoso la chica a una joven que atendía el lugar y que no alcanzaba a reconocer desde el lugar en el que estaba.

http://i.imgur.com/5tloNsJ.png


http://i.imgur.com/jracz.gifhttp://i1215.photobucket.com/albums/cc506/JustPaulinaCreationsTWO/Animation4.gifhttp://i.imgur.com/zqYJ4.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sagis seguía en el suelo, parecía cómoda en él, así que conversé con ella; ya había notado la particularidad de no ser nada convencional. Iba a protestar cuando dijo que Amya_An no sabía leer, pero después aclaró que era una broma.

 

No hizo falta que le dijera que traía la información del evento porque se burló del pin que me había puesto.

 

- Pues a mí me gusta - repliqué. - Y si no compra libros, le podrías regalar uno, que eres tan tacaña como ella.

 

Me reí de ella porque dijo que se escondía de Taga

 

- Taga es fiel a mami y creo que tú le caes mal - confesé.

 

La puerta se abrió y entraron dos figuras. La primera daba algo de miedo y dijo un escueto “Hola”. La segunda venía bien arreglada y preguntaba por los dueños. Señalé a Sagitas para que se levantara y dejara de hacer el vago.

 

- Bajo a ver quien es. ¿Te encargas tú de la primera? - no quise decir siniestra porque en el fondo algo me atraía de ella, como si la conociera.

 

Llegué enseguida al mostrador y saludé a la señorita.

 

- Bienvenida a la Librería la Hermana Quisquillosa. Soy Xell Vladimir, una de las dueñas. ¿En qué puedo ayudarle?

 

Algo me decía que no era una cliente. Por su porte y su portafolios parecía más una representante.

 

- Oye, te conozco… ¿Eres Hermioneluna? Hola, nos vimos en la fiesta del Parque de las Lamentaciones, durante el evento de Accidentes. Y en… - bajé la voz - en el Cuartel de la Orden.

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sentí el rumor de pasos en la parte inferior. Como era curiosa, asomé mi nariz entre los barrotes de la escalera y ojeé a la persona que había entrado. ¡Por Merlín! ¿Esa era Reena? No, no podía serlo, ya que aquello parecía más un espectro oscuro que mi sobrina. Xell estaba a mi lado, hablando y defendiendo a Taga, con lo que desvié la mirada un momento.

 

-- Eh, Taga es una elfina y debería tenerme más respeto. Harpo os respeta a todos a pesar de ser mi elfito.

 

O eso esperaba al menos. Pero Taga a veces era tan posesiva que no soltaba a su ama y la protegía hasta de nosotras, que éramos su familia.

 

En aquel momento, una chica rubia entró en el lugar. Me incorporé por fin, pero Xell se me adelantó y bajó a atenderla.

 

-- Vale, vale, vete -- le dije al aire, porque ella ya estaba abajo.

 

Aproveché para acercarme al lugar donde había visto a la figura oscura. Allá no había nadie en aquel momento así que llamé a Taga

 

-- ¡Eh, elfina! Hace un momento ha entrado una visita… Creo que se parecía a Reena al caminar. ¿Sabes si mi sobrina ha vuelto?

 

Miré alrededor. Ni rastro de la persona que había entrado. ¿Se habría ido o se estaría escondiendo en algún recoveco de la tienda? Eso me hizo pensar en el hueco de la escalera con aquella caja tan… Brr… Me dieron escalofríos.

 

-- Oye, Taga. ¿Te caigo mal? ¿Es por mí o por Harpo?

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Iba a salir, cuando sentí la presencia de alguien mas a mi lado, había entrado una mujer muy lozana que me dio incluso miedo. Yo tiempo atrás me había sentido tan fuerte como para lucir una sonrisa en los labios con tanta seguridad. Darme cuenta de eso me hizo retroceder hacia el interior de la tienda y abrazar aun mas mi libro maldito y sin darme cuenta, ni tener idea de cómo había llegado hasta una de las pequeñas salas de lectura, cerradas con una gruesa cortina de terciopelo a juego con el color de los sillones de cuero.

 

Me acurruqué en un rincón, lo mas hundida en el sillón que pude y me abracé las piernas teniendo el libro entre las rodillas y el pecho. Así estuve un rato, luego aunque poco a poco comencé a moverme hasta que terminé sentada a lo indio con el objeto en el regazo.

 

-Tu tienes mis respuestas, la adivina lo dijo.

 

Ni me había quitado la capucha pero cuando saqué la varita desaparecí el sillón para quedarme en el suelo arrebujada en el tejido, pinté con magia un pentagrama en el suelo y las velas que aparecí al deshacerme de mi asiento, se encendieron en silencio un segundo antes de que tirase de la tapa y viera el titulo hindi que decía que era un libro de cocina.

 

Pasé la mano lentamente por la página y sentí el cosquilleo que provocaba en mis dedos, desaparecía el suave y constante dolor que acompañaba a mis movimientos, como si las quemaduras no existieran, como si sus consecuencias tampoco estuvieran ahí. Si una página en blanco con un inocente escrito muggle, dedicado al disimulo, podía lograr eso, me hacía estar ansiosa por lo que guardarían el resto de paginas.

 

 

Elfina Taga.

 

Me agradó ver a la ama, pero me entristecía su estado. Llevaba unos días en el pueblo, pero si algo bueno le había dejado la relación que mantuvo con Hayame, la vampiresa, era que se conocía la casa al dedillo y podía evitar a la familia de forma eficiente. Eso no le restaba importancia a su delgadez y su nueva tez pálida y ojerosa, ni en sus peores momentos de estrés laboral o descorazonadoras pérdidas, había llegado a tan preocupante figura.

 

-¿Si, ama?

 

Sagitas tenía la capacidad de alejar los pensamientos y a su pregunta solo pude disimular.

 

-No, ama aun no tengo noticias de ella.

 

Si la niña Reena andaba escondiéndose lo mas seguro era que no quisiera que la delatase y por eso mentí, pero cuando me llamó por segunda vez, la pelivioleta, temí que quisiera insistir y que con su desarmante palabrería lograse acorralarme hasta que confesase que había estado en la tienda. Pero no, menos mal.

 

-Pues, no ama. ¿Cree que si le doy un mordisco me sentiré mal?

 

Ladeé la cabeza como hacía mi niña pelirroja, no sabía que era eso de caer mal, pero sin duda no me hacía daño en el estomago como cuando comía algo en mal estado. Me había confundido un poco la mención de Harpo, pero si me dejaba darle un bocado al elfo ya tenía bien claro que se lo daría en la oreja, para que aprendiera.

Editado por Reena

Sacerdotisa·Madre·Compañera


http://oi63.tinypic.com/9qy628.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Hermioneluna Granger Diggory, empleada del área de Prensa y Protocolo, Oficina del Ministro

 

Hermione sintió un gran alivio al escuchar que pronto alguien le contestaba, nada mejor que poder continuar con su trabajo de manera inmediata a comparación de esperar horas y horas para ser atendida como en otras ocasiones le pasaba cuando tenia que hacer trabajo fuera de la oficina. Antes de poder contestar a la primera pregunta de la chica, pronto reconoció con quien hablaba y después de esa descripción de donde se habían visto anteriormente no le quedo menor duda quien era aquella joven.

 

-Es cierto, no te reconocí cuando te vi pero que gusto volver a verte- Comento con una sonrisa a Xell mientras que le estrechaba la mano y le daba un abrazo -Verdaderamente no esperaba encontrate por aquí y menos me imaginaba que tu eras de las dueñas de la Biblioteca, muchas felicidades por lo lindo de tu negocio, se nota a simple vista el buen gusto- Dijo con una sonrisa Hermione muy emocionada de ver a su compañera de la Orden después de tanto tiempo.

 

-Muchas gracias por el recibimiento, justamente buscaba a las dueñas del local, según tengo entendido que son tres... me imagino que una de ellas es Sagitas- Le dijo la Granger Diggory intuyendo eso ya que sabia muy bien que ambas compartían algunos negocios o por lo menos eso era lo ultimo que sabia cuando era social y no andaba tan desaparecida como lo era desde hace unas semanas.

 

-¿Y como has estado?- Pregunto ansiosa la rubia esperando no parecer informal, era claro por su vestimenta que no iba de compras pero lo primero antes del trabajo siempre había sido tener una buena charla con sus conocidos, sobre todo con aquella chica que desde que la conoció le había caído muy bien, después le comentaría el motivo por el que estaba en su negocio. Ahora que lo recordaba, no le había entregado a Xell el regalo que le debía por su cumpleaños el día de la fiesta del Parque de las Lamentaciones, esperaba que no se le volviera a olvidar.

http://i.imgur.com/5tloNsJ.png


http://i.imgur.com/jracz.gifhttp://i1215.photobucket.com/albums/cc506/JustPaulinaCreationsTWO/Animation4.gifhttp://i.imgur.com/zqYJ4.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Hermioneluna también me reconoció, lo que me hizo sentir mejor. Me daba por ser un fantasma en aquel lugar, un sitio tan grande y con tanta gente en la que yo pasaba desapercibida la mayoría de las veces. Me gustó su abrazo, era cálido, decía que se podía confiar en ella. Y de eso no había duda, siendo del mismo bando.

 

- Soy la dueña más antigua. El negocio lo abrí yo con... con alguien que ya no está. - No iba a dar más explicaciones, sobre todo porque yo misma aún no había digerido aquel suceso. - Después mi madre y mi tía me dieron su apoyo para no quedarme solita y me acompañaron, por eso se llama La Hermana Quisquillosa, por mí.

 

Hermione tenía los datos bien apuntados y tuve que afirmarlos.

 

- Sí, Sagitas es mi tía, un gran apoyo en el negocio. Lo que a mí me parece cuesta arriba, ella lo hace como sin darle importancia. ¿Necesitas que estemos las tres presentes? Sagitas está por alguna parte, creo que en el piso superior. Pero mi madre... Se fue a un viaje y aún no ha regresado.

 

Esa ausencia empezaba a preocuparme. Iba a interrogar a Taga y a los elfos de la Vladimir hasta que me dieran una dirección o amenazaría con ir al mismo SAW a poner una denuncia de desaparición.

 

- Pues he estado muy atareada, corriendo de arriba a abajo porque ahora soy...

 

Miré alrededor, comprobando que no hubiera oídos extraños que pudieran oírme.

 

- ... Soy guardiana de Abaddon y hago rondas diarias en la cárcel del bando - susurré. - Mucho trabajo en el Ministerio, el local, la familia... A veces creo que no voy a dar a basto...

 

Le ofrecí una silla en la zona de lectura. Así las dos estaríamos más cómodas. A pesar de hablar amigablemente, no podía olvidar que había dicho que venía por un asunto ministerial.

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¿Qué le pasaba a Taga? Estaba rara. Pero como ella siempre era rara conmigo, pensé que no debía darle más importancia. Además, los elfos no pueden mentir, así que la creí cuando dijo que no tenía noticias de Reena.

 

Pero la sensación extraña cambió a la risa en cuanto me contestó a mi segunda pregunta. No pude evitarlo y reí a carcajadas. Después me arrepentí, ya que una biblioteca es una biblioteca, aunque sea de mi propiedad, no puedo ir armando escándalo sin más.

 

-- Sshhh, no me hagas reír, Taga... Eso es una expresión hecha, no hay que tomarla de forma literal. Hay que interpretarla.

 

Por el gesto de la elfina parecía que no entendía nada de frases hechas, metáforas y otros recursos literarios.

 

-- Una frase hecha es... Quiero decir... Caer mal es que no te gusto. Eso es. No que sepa mal, eso lo tiene que probar un novio, no un elfo.

 

Y ahora me sonrojé porque de repente había pensado en Jack y en lo a gusto que estaría en probar si sabía bien. Intenté disimular el rubor y miré a otro lado. A lo lejos, Xell atendía a una cliente o al menos a una chica arreglada. ¿De qué la conocía? Volví a mirar a Taga, preocupada por Reena.

 

-- Oye, ¿dónde pusiste ese libro que...? Ya sabes, el de la rata... Me gustaría darle una ojeada. Te prometo ponerme guantes para no dejar huellas.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Hermioneluna Granger Diggory, empleada del área de Prensa y Protocolo, Oficina del Ministro.

 

Xell afirmo algunas de las suposiciones que tenia de aquel negocio y también que no estaba equivocada al suponer que Sagitas era parte de aquel negocio. La chica escucho atentamente todo lo que la joven le comentaba porque le interesaba y lo ocuparía más tarde en el reporte que tendría que hacer para la oficina aunque ahora muy poco le importaba eso.

-No es necesario que hable con las tres pero si Sagitas y tu estuvieran presentes estaría muy bien, tengo que plantearles algo para su negocio así que supongo que si las decisiones las toman juntas deberían estar presentes ambas para escuchar las propuestas que traigo de mi oficina- Comento con tono un poco más serio -Pero esperemos a que se desocupe y ya después seguro vendrá .. y por tu madre no te preocupes, si esta de viaje creo que no deberíamos molestarla- Dijo la rubia contestando a la joven.

 

Hermione escucho lo que Xell le comentaba y se acerco un poco a ella al notar que volteaba a su alrededor como para ver si alguien estaba cerca, ya suponía de que le iba a hablar y no quería arriesgarla a ella ni a si misma ahora que estaba tan tranquila trabajando como una simple empleada del ministerio. La rubia acepto la silla que la joven le ofrecía y tomo asiento en ella.

 

-Xell estoy segura que das abasto para eso y mucho más, por lo poco que te conozco se que te gusta mucho trabajar así que espero que te vaya muy bien en lo que debes hacer que realmente para mi si seria mucho...- Comento la joven y después suspiro un poco recordando aquel tiempo en el que al igual que la Vladimir también se la pasaba todo el día ocupada.

 

La matriarca Diggory escucho extrañada una risa a carcajadas en la biblioteca donde no era muy común que existiera personas riendo de esa manera el los lugares que requerían tanto silencio como aquel lugar -Seguramente esa que acaba de reírse es Sagitas- Dijo con una pequeña sonrisa a Xell.

 

-Pues ahora yo ando un poco más tranquila con mi vida- Comenzó a platicar Hermione mientras que se acercaba un poco a la joven -En la Orden pedí un permiso para poner mi vida en orden y es por eso que no he ido en las ultimas semanas al cuartel- Susurro al igual que Xell lo había hecho anteriormente -Y en lo que ahora he estado muy pendiente es en mi trabajo y en mi familia, solamente en eso- Finalizo un poco triste.

 

-Pero bueno, cambiando un poco de tema y evitar que mi jefe Hugo me busque y no tenga nada que reportarle ¿Que te parece si comienzo a explicarte un poco sobre lo que les vengo a proponer en lo que viene Sagitas?.

http://i.imgur.com/5tloNsJ.png


http://i.imgur.com/jracz.gifhttp://i1215.photobucket.com/albums/cc506/JustPaulinaCreationsTWO/Animation4.gifhttp://i.imgur.com/zqYJ4.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Me sorprendió que necesitase la presencia de mi tía, pero después aclaró que quería plantear algo para el negocio. Sagitas seguro que estaba ocupada por algún sitio, a la caza de algún libro o en busca de algún vocablo antiguo. ¡Era tan rara!

 

- Pues avisaré de que la llamen o la esperaremos mil años y aún no se desocuparía. Siempre encuentra algo donde meter la nariz. Mami… Estoy algo preocupada por ella, pero estoy segura que si hay que tomar una decisión sobre algo, ella nos apoyaría.

 

No, no estaba segura sin saber de qué iba el asunto, pero era mejor no mostrar la preocupación que sentía por mi madre en aquel momento.

 

- Oh, gracias - me desconcertó aquel piropo, ¿me gustaba trabajar? Que Sagis no se enterara o me mandaría más cosas. - ¡Oh, mira, está allá abajo ahora, junto a la biblioteca! Sí, esa sólo puede ser mi tía, nunca se ha preocupado mucho por las conveniencias sociales.

 

Mi voz sonó a reproche. ¿Cómo podíamos exigir silencio en aquella zona si ella misma como dueña no lo respetaba?

 

- Sí por favor, dame un minuto. ¡Taga!

 

La elfina apareció al instante, con cara de agradecimiento, como si estuviera haciendo algo que no le gustara.

 

- Dile a tía Sagitas que venga cuanto antes aquí conmigo. Tenemos visita ministerial y debemos atenderla las dos.

 

Taga desapareció murmurando algo, yo me puse cómoda en la silla.

 

- Sí, sí, cuenta… ¿Tu jefe se llama Hugo? Mi jefa es Amya_An y Sagis la directora. No me puedo librar de ella - le dije, con una sonrisa.

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.