Librería "La Hermana Quisquillosa" (MM B: 98425)

[Reena Vladimir]

Elfina Taga:

 

Mentar a la pelirroja solía dar como resultado que ella apareciera y con esa esperanza me volví hacia la puerta cuando escuché la campanilla de la puerta. Esta vez me decepcionaba, pues el que acababa de cerrar era su marido. Para mi seguía siendo extraño tener que tratarlo como lo que ahora era para mi niña, pero no por ello dejé de hacerle una reverencia cuando me vio.

 

-Buenos días señor.

 

La rata que tenía en la caja se movió y desvió mi atención, parecía buscar algo y por cómo escarbaba en los rincones me dio por pensar que podía tener hambre. Chasqué los dedos y aparecí un trozo de queso junto a ella, era un pedazo pequeño, dado su estado no quería matarla de un atracón. Una vez el bicho comenzó a roer la bola amarilla volví a centrarme en el hombre, que parecía buscar algo o al alguien.

 

-Amo, ¿No le acompaña la niña?

 

Si no venían juntos tal vez es que no había regresado y debíamo seguir cuidando de aquel libro. También cabía la posibilidad de que el viaje enfriase las cosas entre ellos, de lo cual me alegraría, pues al menos dejarían de parecer pegados con "superglu" Pero como buena elfina que era, no dejé ver mis anhelos ni emociones, la educación debía primar o tendría que plancharme los pies por mala.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- Sí, está sobre un libro, Taga...

 

Aquello era preocupante. Como decía la elfina de mi sobrina, aquello no se movía. ¡Por Merlín, qué asqueroso! Si parecía mudar la piel, ¿no sería un reptil rarísimo?

 

-- ¡Ay, que el libro vuela! ¡¡Taga!! Me has dado un susto de muerte...

 

Pero quien más me preocupaba era Xell, que parecía tener un ataque de histeria y buscaba un matamosquitos. Arqueé la ceja; yo también estaba como ella, asqueada por lo que fuera aquello, pero vamos, aún entendía que un insecticida no tenía nada que hacer contra eso, fuera lo que fuera.

 

Iba a decirle a Taga que fuera con cuidado, pero ya esa elfina me miraba feo como para encima decir algo que pudiera ser que le sentara mal, así que, por si acaso, me callé y la vi meter la mano en la caja. Me estremecí, pero seguí sin decir nada, ya Xell estaba bastante alterada como para expresar mis miedos y mis sentimientos en contra que sentía en aquel momento.

 

-- ¿Que sepa lenguas? Yo, Taga, ¿por qué...?

 

Merde, al hacer la pregunta no tenía más remedio que acercarme a mirar. Di un par de pasitos y asomé la cabeza a la caja, con cuidado por si acaso me saltaba aquello a la cara.

 

-- Pues desde aquí no lo leo pero ... creo que ... ¡Leñe de Reena! ¿No dices que estaba en América con los indios? Eso no es haparajoe, ni sioux ni sagamore... Creo que le han tomado el pelo, este es un libro escrito en hindi.

 

Vale, me iba a ganar una torta como siguiera así, lo veía en los ojos de la elfina. Para ella, su ama era sagrada.

 

-- Yo tengo idiomas, elfina, te maravillarías todo lo que sé decir. Aquí dice algo así como "cocina de libros". Hala, nos envía un libro para cocinar libros. ¿Es que no sabe que los libros se leen, no se cocinan? Lo dicho, es una tomadura de pelo y además muy mal olorosa. ¿Podemos tirarlo a la basura? Le decimos a Reena que no llegó nada.

 

Retrocedí un paso ante el gesto de Taga. Daba miedo. Fue entonces cuando me fijé en el apóstrofe.

 

-- Ah, no. Dice: Libro de Cocina. Pero yo no pienso cocinar nada que salga de ese recetario.

 

Y retrocedí dos pasos más, hasta tropezar con una hilera de libros que cayeron al suelo. Saqué la varita para recogerlos en un periquete (y para controlar a la elfina, quien se dirigía hacia mí, pero no, pasó de largo) Después sentí que Taga hablaba con alguien y suspiré un poco.

 

-- Jolines, Xell. Taga tiene mucha mala baba...

Editado 15 de Septiembre del 2012 por Sagitas E. Potter Blue

[Black Eyed Peas]

William "Bill" Gryffindor Rambaldi.

 

Hoy Bill tenía ganas de comprarse algunos libros para poder tener algo para leer. Y que mejor lugar que visitar para saciar la sed de lectura que la librería “La Hermana Quisquillosa”. Nunca antes había visitado el lugar, pero ahora era un buen momento para hacerlo.

 

La librería poseía un atractivo que llamaba mucho la atención de los transeúntes y los obligaba por lo menos echarse una ojeada por allí. Era la ola de libros que salía de una de sus ventanas, una obra ingeniosa.

 

El pelinegro se adentró al local y caminó derecho al mostrado observando las pilas de libros inmensa que se erguían por todo el lugar, de todos los colores, texturas, tamaños, idiomas, temas, etc. El ojigris llegó hasta el mostrado que se encontraba vacío, le llamo la atención que no hubiera nadie por allí, de pronto uno sonidos comenzaron a llegarle ¿Qué estaba sucediendo allí? – ehhh ¿hola? – preguntó en voz alta, aguardando a que alguien le contestara. Algo estaba pasando.

[Xell Vladimir Potter Black]

Me daba un ataque de histeria al ver a "aquello" en la librería. Sagitas y Taga parecían que no les importaba y yo me estaba muriendo del asco. Necesitaba salir de allá.

 

- Yo no entiendo chino - protesté al ver que la elfina sacaba un libro de aquella caja. - No pienso acercarme.

 

Y asentí ante la pregunta de Taga. Sí, seguro que aquello sería lo que había mandado mi madre, pero no pensaba tocarlo, al menos que lo hubieran desinfectado antes. Por ello, en cuanto sentí la voz de mi padre intenté ser yo quien le atendiera. Sagis tropezó con unos libros que cayeron al suelo con mucho estruendo.

 

- A mí me cae muy bien la elfina - le contesté, sin ayudarle.

 

Justo en aquel momento entró un chico. No lo conocía, pero me daba una excusa para salir de aquel hueco de la escalera. Me acerqué a él.

 

- Hola, soy Xell Vladimir, dueña de la tienda. ¿En qué puedo ayudarte? - le dije a aquel muchacho de pelo negro y ojos grises. - Si buscas algún libro, seguro que puedo ayudarte.

[Amya An]

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Tilín-tilín, hizo la puerta de entrada de la librería ... o sería la cabeza de la bruja al entrar?

 

No, no venía por libros ... Ella tenía gusto por lectura que de seguro Xell no surtía en su negocio (♥.♥ No APT).

 

Venía de pasadita, venía tratando de escaparse de la poda de cambio de estación en la Floristería.

 

<< Mal asunto tratar de podar el lazo del diablo sin la armadura de poda ... dónde habría ido a parar? >>

 

Se auto-preguntaba Ella media distraída con la pila de ejemplares que No sabía por qué le recordaba la pila de papeles en su escritorio ministerial (!).

 

En aquel momento había clientes, así que la bruja aprovechó para ojear un par de textos de nombres un poco curiosos.

 

<< Por qué No pondrán mas Imágenes en los libros mágicos??? >>

 

Se quejó mentalmente. Ella super aficionada a lo que los muggles llamaban "comics".

 

Ilustraciones bastante curiosas para No tener movimiento.

 

Alcanzó a saludar a Xell con una mano desde dónde curioseaba libros.

 

No quería interrumpirla en la atención de aquel mago de cabellos oscuros.

 

Hasta que divisó un par de mechas "paradas" de color cenizo demasiado familiares asomándose por ahí. Como agazapada se acercó sin hacer ruido.

 

- Booooo!

 

Le gritó desde atrás para asustarlo. Ojalá que fuera su mano Kevin o Xell la sacaría a librazo limpio (=lanzándole libros) por molestar de esa manera a sus clientela.

 

La bruja rio como crio descontrolado, hacía tanto tiempo que No tenía oportunidad de gastarle de esas bromas al Hadintong, no desde que había tomado la Jefatura Indebida, es decir, de los Indebidos ... siempre tan ocupado.

 

- Kevin, comprando algún libro? de visita? <.< alguna "cita secreta"?

 

Ya, sus costumbres de hermana metete siempre la sobrepasaban cuando se trataba de sus manitos lindos.

 

Pero la Adler ni siquiera le dio tiempo de responder porque enseguida notó lo que entre manos llevaba.

 

- Ohhhhh! vienes a Entregar la Documentación del Post-Evento!!! Yo te ayudo manito!

 

Era una suerte que tuviese un hermano tan paciente para con Ella ... en cualquier otro caso, la hubiera zapeado de seguro y no solo por el sustote previo sino por andar halándole las cosas de las manos.

 

Amya_An cositos (robados) en manos, se le coló a Xell hasta el mostrador.

 

Poniéndose a un lado del mago-cliente de su sobri, y mal-educadamente, apoyándose con ambos codos por sobre el mostrador, no se aguantó las ganas ... es que ahora estaba animosa.

 

Adelantándole el torso (hacia Xell), le presentó el pergamino de Certificación que le tocaba a la Librería.

 

- Hola, - le dijo descaradamente al mago de cabellos negros para luego dirigirse a Xell, - ... adivina sobrina, te traemos bueno tu papi te traía el Post-Evento ... mira! mira! ... a qué No es bonito?

 

Desenrrollo el pergamino para mostrárselo completamente.

 

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Se lo entregó así abiertito entre las manos y luego se fue a prenderle los Agradecimientos en la Pechera (a Xell).

 

- ... No te muevas porque te pico con el alfiler ...

 

Advirtió Ella mientras lo hacía.

 

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Así se veía tan mona. Solo le faltaba pegarle la pegatina para el Negocio, buscó rapidamente con la mirada dónde.

 

- A ver, desde dónde quedaría bien visible ...

 

Y lo halló. Y lo adhirió.

 

- Listo!

 

Exclamó complacida mirando con brillitos en los ojos lo cosito.

 

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Ahora lo único que faltaba "saber" era si su mano Kevin en verdad, no la zapearía por lo que acababa de hacer ... ¿por Él?

 

 

 

EDITANDO por falta de Insignia MM.

Editado 21 de Septiembre del 2012 por Amya_An

[Xell Vladimir Potter Black]

Si había tenido alguna oportunidad de vender algo a aquel muchacho, se perdió en cuanto apareció la tía Amya. La vi entrar y me saludó. Aunque la seguí con la mirada, tenía que atender al cliente, a quien sonreí de nuevo para que me dijera en qué podía ayudarle.

 

Pronto me di cuenta que hubiera sido mejor dejarle que se moviera por la tienda y perseguirla a ella. Sentí un "Boooo!" y estaba segura que Sagitas había pegado un bote aunque no hubiera sido para ella. Todas estaban muy nerviosas con la visión de la rata en el hueco de la escalera. Después sentí las risas escandalosas de Amya hablando con alguien, pero no sabía con quién. Mejor no mirar, mejor no mirar.

 

- ¿Qué decías, perdona? - le dije al muchacho de pelo oscuro, esperando que me dijera qué necesitaba.

 

Pero no tuvo más remedio que callar (si es que se había decidido a hablar) al aparecer la figura de mi tía con los codos apoyados en el mostrador, hablando sobre los regalitos del evento.

 

- Pero, pero... ¡Tía! - le protesté.

 

Ni caso, ella me dio el pergamino que me lo mostró entero para que lo viera bien (como si no hubiera visto los que había entregado en otros negocios). Cuando recogió el certificado, el muchacho ya no estaba a la vista. Ojalá que sólo se hubiera ido a buscar algún libro, que no se hubiera ido de allá.

 

- Ay, tía, no me pinches.

 

Cerré los ojos, si me pinchaba en un pecho, con lo chiquitín que lo tenía, tendría que ponerme relleno.

 

- Ha quedado todo muy lindo, tía, de verdad - suspiré. Al cliente ni se veía.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- A mí también me cae bien. Sólo que...

 

Xell salió corriendo a atender a un cliente, dejándome con la palabra en la boca.

 

-- ... ¡sólo que es muy Quisquillosa! -- le grité.

 

Me quedé a solas, ya que la elfina había ido a ver a mi hermano. Yo iría, pero estaba seguro que si no recogía la pila de libros que había tirado al suelo, me iba a echar bronca. Y con Harpo que me riñera ya tenía bastante.

 

-- A ver... Este libro aquí, éste encima, éste... Vaya... Un libro sobre magia de eremitas.

 

Me senté en el suelo y lo ojeé, intentando memorizar aquellas posturas y la magia que hacían. Realmente, los eremitas estaban bastante locos.

 

Me di un susto al sentir el grito de alguien, que pronto descubrí que era Amya. ¡Qué loca! Dudé entre seguir leyendo o recoger todos los libros antes de que regresara Tama y me dijera que era una vaga, cosa de la que no se equivocaría. Decidí recoger, por si acaso, y me puse a ordenar más o menos los libros en otro gran montón que llegara hasta el techo.

 

Sonreí, satisfecha. Ya estaba lista para que Tama volviera y siguiera hablando del libro ese de los indios que había enviado Reena.

[Amya An]

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Pero debía actuar rápido, por ahí oyó la dulce voz de su manis ...

 

<< Diantres! será que me vigila para ver si hago o no las cosas??? >>

 

Mentira. Su mente paranóica siempre por delante.

 

- Xelly linda, - le dijo rapidín a la rubia antes que reaccionase del todo y le estrellara un tomo bien grueso sobre la cabeza será su Jefa pero en la Librería Xell era la dueña! - ... te dejó unos ejemplares de la Revista para tus clientes ... son gratis, - susurró aquello último al mago que ... ¿aún estaba ahí?

 

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- REVISTA DE EVENTO -

(Cortesía de Kevin Hadintong)

 

 

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- Bueno s♥bri ^^ ! te dejo ... U.U portese bien, ¿eh?

 

De qué hablaba la bruja???

 

Sin darle tiempo a nada, la Adler le puso en la pechera ... hacia el "otro lado", como para balencear el asunto, el Pincillo de Agradecimiento Individual.

 

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- ^^ Listo!

 

Exclamó al fin soltándola (muuuuy peligrosa con objetos punzo cortantes en manos) y retrocediendo a su vez, luego de un beshito en uno y otro cachetito (U.U seeee, Amya_An anda muy ¿cariñosa?).

 

Se despidió agitando su manita (no, a Sagis nop ... su mano ^^ ! a Kevin tampoco ¬¬ a La Mano, "su" Mano) en el aire y saliendo (¡al Fin!) U.U para la tranquilidad del Negocio (*Ains*).

[Xell Vladimir Potter Black]

No hacía falta que me dejara más cosas. Ya había repartido muchas por todo el pueblo con lo que no necesitaba que me dejara un montón de revistas. Si no se vendían... ¿A quién le iba a importar una revista sobre el departamento de Accidentes? Éramos una planta no visitada, seguro que por miedo al contagio de algo que no tuviera remedio.

 

Recogí el paquete de revistas que me entregó Amya y la despedí con la otra mano sin moverla mucho, ya que pesaban mucho y me daba miedo que se cayeran. Después las dejé encima del mostrador, por si algún incauto las recogía.

 

- Huy, me pinchó un poco - dije en voz baja, sacándome el último pin que me había puesto Amya_An.

 

Lo contemplé y me gustó mucho, con tanto colorido, era muy bonito. Lo puse al lado de la caja registradora, para que lanzara destellos por allá.

 

- Al final aquel chico se fue - exclame apenada al ver que no estaba por allá. Para un cliente que teníamos y Amya_An lo había espantado.

 

Kevin seguía siendo atendido por Taga y Sagis estaba en el suelo, leyendo algo. Me acerqué despacito y le pregunté si necesitaba que le ayudara en algo.

[Sagitas E. Potter Blue]

Sentí los pasos de Xell pero no me levanté del suelo. Después de haber hecho tanto esfuerzo por recoger los libros que había tirado, me merecía descansar un poquito y la lectura en el suelo siempre me había gustado.

 

-- ¿Ya te libraste de Amya? -- le pregunté, sin contestar a su pregunta. -- ¿Qué quería? Comprar un libro no, seguro, creo que no sabe leer.

 

Era una broma, por supuesto, pero después recordé que a Xell a veces le costaba seguirme así que carraspeé.

 

-- Sé que sabe leer, lo decía en broma.

 

Entonces vi el pin del Evento en su ropa y me puse a reír.

 

-- Lo sabía, esa no se gasta el dinero en un libro ni por casualidad. La pobre...

 

Vale, no te pases, Sagitas, mejor no contestes cosas que después puedes arrepentirte.

 

-- Volviendo a tu pregunta anterior, en realidad no hago nada, sólo me escondo de Taga. Creo que está empeñada en guardar y proteger ese libro que ha mandado tu madre y, personalmente, mejor que se lo quede y lo esconda bien lejos. Un libro que hace que una rata que lo muerda pierda la piel como si estuviera quemada, mejor que esté bien lejos.

 

Miré de reojo por la barandilla. No veía a la elfina. Mejor, con un poco de suerte se había fugado con el libro y la tranquilidad se instauraba de nuevo en la librería.