✿.｡.:*El refugio Mágico*.:｡✿* (MM B: 102601)

[Sunar PBT]

Vidiani Manhino

 

Le agradaba saber que podía quedarse, no porque ya tuviera un sitio donde descansar, era porque no se olvidaron de él como en otros lugares. Y aunque no pensara irse de inmediato, tampoco estaría la temporada larga.

 

Vio revisar el gran libre de registros, como en los hoteles de lujo. Sin embargo, pensó que esos lugares, usaban la tecnología, la que nadie quería dejar de tener por más contratiempos que eso resultara. Le habló.

 

–Quiero la simple con vista al lago, por favor – pidió el peliazul.

 

Si la vista era de esa manera, tendría mucho para analizar y hasta continuar su escritura, la que dejó el día que una chica de cabellos rojos lo interrumpió.

 

–Pienso quedarme al menos unas dos semanas. – comentó esperando que eso fuera todo.

 

Seguramente tendría que hacer otras visitas en ese tiempo, y cuando lograra descansar, le preguntaría por la comida. No es que fuera a pensar que se la llevaran a la habitación, pero si tenían un comedor, sería ideal. De todas formas, había muchos restaurantes en Diagon.

 

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[Adryanie]

Louise

 

El vampiro se quedó al margen de lo que pasaba. Había muchas personas en el local, el contacto con las personas no era su fuerte, no porque le diera pena si no porque no le agradaba mucho, así que decidió alejarse para que los respectivos clientes pidieran lo que tenían que pedir; ya luego se acercaría él a pedir su habitación igual tenía tiempo y no tenía dónde más ir. Se sentó a la par de otro hombre que se encontraba allí. Aquel hombre (Seba) que dirigió unas palabras aunque no sabía hacía quien.

 

-Hola, si ando buscando un lugar donde vivir-

 

Dijo elocuentemente el vampiro mirando aún al hombre que estaba en la recepción ordenando una habitación, al parecer ya estaba a punto de terminar así que Louise se levantó con elegancia y fue hasta donde estaba el elfo.

 

-Hola una pregunta nada más.... La estancia que ando buscando aquí es por un tiempo considerablemente prolongado, quería ver si se podía antes de hacer la fila.

 

Las palabras parecían sonar groseras pero realmente lo dijo de una forma que pareciera como si estuviese agradeciendo el premio nobel ¿Las intenciones? Bueno las intenciones habían sido no perder tanto el tiempo y buscar otro lugar si el refugio mágico no le podía ofrecer lo que el necesitaba, aunque de cualquier manera tenía que pasar al menos una noche allí; se estaba haciendo tarde y no iba a ir a conseguir otro hotel ese día.

 

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[Seba Granger]

El anciano de repente se había quedado muy en silencio, esperaba estuviera bien y no se hubiera sentido mal, aun así lo estaría observando por si necesitaba ayuda, aunque un hombre (Louise) mas se sentaba a mi lado él cual me hablaba o mas bien respondía la pregunta que hacía unos segundos le había echo al caballero (Elvis) con el que antes hablaba.

-Espero este sea un buen lugar para eso- respondí, en eso el mago (Louise) se levantaba para hablar con el elfo que parece ya estaba acabando con el mago(Sunar) anterior.

Miré una vez mas al anciano para ver si esté tomaría la iniciativa, como este no lo hizo me levante para esperar mi turno, esperando al fin obtener una habitación para poder tirarme a la cama y solo cerrar los ojos necesitaba dejar de pensar estupideces al fin.

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[Sunar PBT]

Vidiani Manhino

 

Las personas esperaban, y el ojigris se giró por breves instantes para darse cuenta que debía ser preciso. No obstante, dijo lo que necesitaba, solo esperaría la respuesta del elfo. Entonces, se apartó para ver a uno de los hombres (Louise) también abordar a la criatura.

 

–Un poco más – se dijo Vidiani.

 

Estaba cansado, en realidad, presentaba un malestar. Le dolía la cabeza porque no logró ayudar a una señora en su camino hacia Diagon. La señora perdió dos de sus valijas mientras ellos abordaban el transporte. Vidiani tuvo que viajar a lo muggle por la distancia del lugar a donde fue, antes de regresar a Londres. Muchas veces no le importaba hacer esas travesías, pero no poder hacer algo por exponerse, lo agobió.

 

Observó al chico que se encontraba con un anciano, y para no pasar por un orgulloso, se acercó a ellos.

 

–Disculpe – se atrevió a hablarle al hombre (Seba) que se encontraba en compañía del anciano(Elvis). – Saben ustedes, ¿dónde puedo realizar algún trámite legal en el callejón? – interrogó el peliazul.

 

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Editado 15 de Febrero del 2014 por Sunar PBT

[Seba Granger]

Tallé mis ojos un par de veces, el cansancio estaba regresando a mi de nuevo, no sabía que horas eran ni cuanto llevaba ahí pero me imaginaba que ya al menos un par de horas, desde mi malestar al llegar, los minutos trascurridos en el lavado del hotel y luego de la espera por una habitación fácilmente tal ve haya avanzado la tarde.

 

Estaba por mirar por la puerta para calcular mas o menos la hora, ya que había olvidado mi reloj ese día en el buro de mi cuarto en la Gryffindor, pero la voz del hombre que estaba en el mesón con el elfo llamaba mi atención.

 

-Según los tramites que usted quiera realizar- dije al mago (Sunar), mientras intentaba recordar el nombre del local al que alguna vez había ido.

 

-Se que no muy lejos hay un bufete de abogados, tal vez ahí podrían ayudarle, si es por algo mas, tal vez debería ir directamente al Ministerio- añadí mientras observaba al mago.

 

-Tal vez si me dice que necesita le podría ayudar mas- pregunte a este.

 

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[Sunar PBT]

Vidiani Manhino

 

El joven le respondió que según lo que necesitase, así mismo podría encontrar el sitio. Pues el peliazul recodó que una vez trabajó, si se podía decir así, para un lugar donde se atendía denuncias. Pero con el tiempo el mismo fue cerrado y se quedó sin ese “trabajo”. Lo peor es que no pudo llamarlo “trabajo” apropiadamente por el poco tiempo que pasó allí.

 

Luego le contó que también había un bufete de abogados, algo que le caería muy bien pero que no estaba seguro de encontrar porque seguramente ya tendrían su personal completo. Aunque podía intentarlo.

 

– Pues señor, necesito renovar mi pasaporte. Llegué aquí varios meses atrás y debo renovarlo, pero el lugar no lo encuentro. Además, quería preguntarles si necesito otros documentos para eso. – explicó Vidiani.

 

Parte de la culpa de no haber realizado su renovación fue de él. Si no se hubiera ido a viajar a las provincias del país, no habría perdido la fecha para el trámite. Ahora, el lugar donde podía realizarlo, fue cerrado. Asumía el ojigris mirando al elfo que atendía al otro joven, que ellos cambiaron pero no dejaron la dirección nueva.

 

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[Binny Evans]

Dúnedain, elfo libre

 

Cayó la noche en Diagon, al fin. Dúnedain volvía a recorrer la transitada calle invitaciones en mano. Se dijo que ignoraría a los magos, ellos no solían devolverle el saludo. Y aunque educado, se limitó a respetar el protocolo para un elfo libre, cualquiera que fuese. En la acera del frente veía a Bínfeyd trabajando en lo mismo: repartir invitaciones de la fiesta de la Academia. Él lo hacía por una paga —mínima— mensual, ¿pero ella? El elfo no le entendía, la chica trabajaba porque sí, como si fuera un elfo...

 

—¡Apúrate con eso! —gritó la sonriente Evans desde la entrada de Ladureé.

 

Dúnedain tembló sorprendido y entró en el refugio mágico ¿La chica se habría dado cuenta de que la examinaba? No lo creyó. Antes tuvo que tocar una puerta y esperar. Vio un elfo, un empleado del negocio —al que no le pagaban, pensó— que preguntó sobre el motivo de la visita. De por sí era raro ver a un elfo como Dúnedain, pero aún más raro escucharle hablar sobre la libertad e igualdad de derechos. Dúnedain no dijo nada. Entregó un fajo de invitaciones al otro elfo, pidiéndole que repartiera uno a cada huesped. Agradeció con anticipación y volvió los pasos.

 

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El elfo Dúnedain se estaba volviendo viejo y con eso más triste; más sabio pero más solitario. Continuó el camino por Diagon, hacia el siguiente negocio. Hacia un nuevo propósito ahora que no tenía un amo al que dedicarle toda la devoción que le palpitaba en el pecho. Lo intuyó esa noche, iba a dejar a Bínfeyd y la fecha estaba cerca.

[Seba Granger]

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La reunión en Moon River había acabado bien o al menos habíamos quedado que comenzaríamos a investigar que estaba pasando en el callejón con los negocios fenixianos, el asunto de esa campanilla fantasma estaba causando estragos al menos en algunos locales en los que una compañera ya había estado lo mejor era revisar el resto de los lugares para ver cuanta gente de los nuestros estaba faltando.

 

Decidí comenzar por un hotel en el que alguna vez había pedido alojamiento, aunque en aquella vez no era mucho el movimiento al menos podría saber con rapidez si sus dueños estaban o no, ojala consiguiera información pronto de lo que estaba ocurriendo antes que esto pasara algo mas grande.

 

Me aparecí en el callejón lejos de la vista de los demás para luego seguir el resto del trayecto hasta el refugio caminando y no levantar muchas sospechas, ya frente a las puertas de este empuje con fuerza para que estas se abrieran, caminando hasta el mostrador.

 

-¿Hay alguien aquí?- pronuncie en voz ni muy alta ni muy baja para ser escuchado.

[Ela Karoline]

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Habían decidido ir por el Callejón Diagón de forma discreta realizando averiguaciones sobre los últimos sucesos, no es que fuera un secreto, pues los rumores empezaban a circular sin que ellos pudieran hacer nada, sobre todo cuando el casos reinaba en los lugares por la falta de servicio ya que los propietarios en muchos casos eran los que atendían los locales sin más ayuda o con solo la de sus elfos personales.

Por supuesto no irían solos a hacer aquellas investigaciones, pero como se trataba de discreción cada cual llegaba por su lado como si fuese un cliente común y corriente en un día ordinario. Cye, apresuro sus pasos por el sendero de la bonita edificación, nunca se había quedado allí, pero le inspiraba confianza y cierto confort la falta de ostentosidad al menos desde el exterior.

Cuando por fin anduvo el sendero se encontró con la puerta y tras posar sus manos en ella la empujo para permitirse el paso, una persona estaba de espalda a ella frente al mostrador, de momento no le reconoció, así que se acercó con su capa de viaje puesta y una pequeña maleta de cuero, que por supuesto estaba vacía, solo era para camuflarse de viajera.

—Buenas, busco hospedaje— dijo al aire ante la proximidad del mostrador con la capucha color ciruela aún cubriendo sus rubios rizos. Fue entonces que se dio el tiempo de girar la cabeza hacia el desconocido a su lado y descubrió a Seba Granger, una risita baja salió de los labios de Cye y entonces se bajo la capucha dejando que su cabellera flotara alrededor de sus hombros.

—¿Ya te atendieron?— para cualquiera que los escuchara era una pregunta lógica, pero en realidad encerraba una segunda intención que solo los miembros de la Orden del Fénix organizados en una brigada especial conocían.

[Seba Granger]

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Como la última vez que había estado aquí hace unos meses parece que no sería fácil que me atendieran aunque aquella vez si intentaba recordar no me había atendido los dueños del local, intente recordar a quien pertenecía el negocio, sabía que eran compañeras las dueñas pero no recordaba sus nombres, eran tantos en el bando que al final uno se confundía.

 

Apoyé mis manos en el mostrador para inclinarme hacía delante para echar una ojeada pero justo la puerta se abrió de tras de mi, intente volver a mi posición lo mas rápido que pude sin mirar de inmediato quien había ingresado había que disimular un poco.

 

La voz de la chica la reconocí de inmediato era mi amiga Cye pero no sabía si estaba sola, me giré un poco para verla cuando se bajaba la capucha, intente no reír cuando se me ocurrió que le daba un poco el parecido a la caperucita roja al verla así, un cuento infantil que solía contarme mi madre de los tantos muggles que habían, claro que la capa era de otro color.

 

-No, aun no me atienden- dije contestando a su pregunta, mientras miraba a todos lados, -La verdad creo que estamos solos- añadí en un susurro solo para ambos.

 

-Igual no llevo mucho aun- pronuncie ya en voz mas normal, aparentando que no nos conocíamos, al menos eso sentía que ella quería hacer, -Hace un tiempo cuando me hospede aquí me atendió un simpático elfo, seguro anda por ahí-