✿.｡.:*El refugio Mágico*.:｡✿* (MM B: 102601)

[Lestat Rambaldi]

S

 

 

El Castaño los vió desaparecer y al instante el tambien los siguió de cerca.

Con us varita cambió sus vestimentas por algo parecido a un sweter de lana y un pantalon algo desvencijado, encorbando un poco su esbelta figura y un sombrero parecia un caballero de avanzada edad, y una rama trasformada en baston estaba listo para interpretar aquel papel. llegó a aquel hotel, viendo a lo lejos como su compañera ya entraba.

 

Aquel lugar era exactamente como lo recordaba, aquella vez que su amada laimi y el habian utilizado el lugar como su nido de amor.

 

Entro con paso suavez,pasando desapaercibido en la recepcio´n ya se encontraban, los dos sujetos, con un leve movimiento de cabeza mostró su contraseña, " los observaria de cerca"; para ver si algo extraño ocurriria y así poder ver de cerca, cual era el misterio de aquellas desapariciónes.

 

— Buenas...— Llamó con la voz algo gangosa y cansada, interpretando muy bien su papel de anciano, sin mirar a aquellas dos personas que se encontraban a solo unos tres metros de el.

 

Al parecer, nadie respondia, era extraño todo aquello, la vez que habia venido un elfo lo habia atendido.

 

Su vista vampirica observó todo el lugar,con un solo avistamiento rapido y con sus oidos bien sintonisados, trató de escuchar todo lo que pasaba en el perimetro por si un sonido extraño tambien percibia, pero era inutil.

 

Notando que no habiá nadie mas a su alrededor, su voz salió directo a las dos personas que se encontraban a su lado.

 

—Creo que aquí no hay nadie mas... Es muy extraño—Dijo en un susurro —¿Ven algo extraño?— Preguntó por lo bajo mientras tomaba uno de los folletos de la mesa donde mostraban los servicios de aquel lugar.

[Seba Granger]

Parece que esto no sería fácil al menos así se estaba llevando la llegada al lugar, ya llevábamos un tiempo esperando por alguien que nos atendiera pero nadie concurría en nuestra ayuda, observé a Cye una vez mas, ya estaba seguro que estábamos solo o al menos hasta esos momentos ya que un anciano hacía su ingreso al lugar.

 

Di un par de pasos hacía el costado donde estaba mi compañera para darle el paso al caballero, aunque no veía que él tuviera mucho mas suerte que nosotros.

 

Cuando esté al fin nos hablaba di un golpe suave sobre mi frente había olvidado que nuestro compañero Lestat había quedado de acompañarnos, sonreí un poco al darme cuenta que bien me había engañado al menos a mi.

 

-Demasiado extraño, es como un hotel fantasma- dije al pasar un dedo por el mostrador y notar un poco de polvo, -Quien sabe desde cuando esta así y recién nos percatamos, ¿alguien a visto a las chicas por el Cuartel? o ¿por los demás lugares de la orden?- pregunté a ambos mientras daba unos pasos a la habitación del lado que parecía ser como una salita.

 

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[Lestat Rambaldi]

 

S

Una pequeña tos gutural, actuó el Myrddin para ocultar la risa que le dio al ver que Sebas no lo había reconocido, El uso de su rastreo y sigilo estaba funcionando muy bien.

Miró al rededor y era verdad, una fina capa de polvo se presentaba en el lugar, al parecer hacía ya días que nadie pasaba por aquel lugar.

—Si soy sincero¿ hace días no las veo?, ¿creen que esto pueda perjudicar a los demás negocios pertenecientes a...?— Pero su voz se entrecorto, no recordaba, que el mismo tenía un negocio a unas cuadras de ahí, y que hasta ahora ninguno de los afiliados a este como dueños, habían desaparecido, aquel pensamiento corrió como un trozo de hielo por su garganta, el solo imaginar que el mismo podría salir perjudicado lo dejó mudo...—Olvídenlo creo que estoy desvariando— y carraspeo cambiando de pensamiento rápidamente.

— esto se pone color de hormigas, también interesante, dividámonos y busquemos señales de vidas por el lugar, ¿Creo que sería una buena opción?— Dijo el castaño disfrazado de anciano en forma de sugerencia, luego de intentar tres veces más llamar a alguien para que lo atendiera, con aquella voz de anciano decrepito bajo aquel disfraz.

[Seba Granger]

Escuché las respuestas de Lestat sobre si había visto a nuestras compañeras, la verdad no solía pasarme a veces mucho por los lugares de nuestro bando el trabajo no me dejaba el tiempo que me gustaría, pero intentaba igual cumplir con mis responsabilidades de Fenixiano, no´te lo preocupado que se había puesto en un momento mi sobrino, mientras lo callada que estaba nuestra compañera.

 

-Me parece muy bien si nos separamos, buscare por fuera y sus alrededores- dije a ambos, al ya haber estado ahí antes sabía que habían muchos lugares fuera donde podrían meterse al menos los elfos que trabajaban ahí, alguien debía aparecer para darnos alguna explicación.

 

Mientras me alejaba de mis compañeros por mis pensamientos rondaban miles de ideas, tal vez luego debería plantearselas, ya que esto de la campanilla podría ser una forma de saber la identidad de nuestros compañeros, al menos eso podía ser.

 

Tras dar con la puerta trasera salía al aire libre de nuevo para comenzar a recorrer los jardines y sus rincones. Sabía que muchos elfos preferían estar en el exterior al menos así le pasaba a Eros a pesar que en mi nuevo negocio aun no había un gran jardín seguro el se encargaría de eso.

 

S

[Sherlyn Stark]

Blondie ~ elfina de Kirara.

No era la primera vez que le hacía un favor a su ama. Le encantaba ayudarla porque ella era muy buena persona y daba recompensas, además del cariño incondicional que le entregaba cada día. La mayoría de las veces le compraba muñecos de osos de color marrón y corazones rojos en el medio. Era un detalle maravilloso de su parte, ya que le indicaba lo mucho que Kirara se preocupaba por hacerla sentir bien. Quería demasiado a su acompañante, como bien decía ella para hacer referencia a la amistad que las unía.

Sostenía la invitación de la próxima fiesta de la academia que comenzaría a partir de septiembre. Desconocía en qué se basaría, pero creía que todos se iban a divertir muchísimo, al menos así era, bajo el punto de vista de una elfina, las reuniones que hoy en día hacían los jóvenes para pasar el rato. Llegó hasta un local muy bonito, llamado “El Refugio Mágico”. Tenía una arquitectura maravillosa y acogedora, ya que era sencilla. Blondie amaba los lugares con ese tipo de características.

Llegó hasta la entrada para colgar el cartel:

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Paso siguiente, se retiro. Planeaba recorrer otros negocios para repartir invitaciones, incentivar a la sociedad y, así, podían asistir al proyecto tan emocionante que estaba por iniciar.

[Anthony R. Dracony M.]

El nombre la pareció muy sugerente:"El refugio mágico" y vaya que necesitaba de uno...

Llego hasta el frente del local y parecía vacío. No se explicaba que algo así ocurrirá en el callejón Diagón.

 

Curioso como era, entro en el local...una capa de polvo cubría los muebles de madera ¿acaso era administrado por un fantasma?

Pasaban tantas cosas en aquel pueblo...

 

No mucho se había enterado de una boda con un fantasma... quizás y hasta uno fuera el dueño de este. Se quedo pensando si dar voces o tocar el recibidor. No vio a nadie, ni señal ni ninguna otra cosa.

 

Se que por medio de llamar, solían acudinir a recibir a los clientes, Así que llamo, algo de tiempo tendría para esperar a que acudieran hasta ahí.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra acomodo su ropa, tenia un pantalón negro ajustado al cuerpo y una remera de mangas larga blanca, a varias personas le resultaba gracioso que siempre solía vestirse de esa forma pantalones ajustados de colores oscuros y remeras de manga larga de colores claros, pero a ella le daba igual siempre que pudiera a hacer los recorridos no le molestaba lo que lo demás dijeran.

 

Hace días había empezado hacer un recorrido por los negocios de la Orden y aquel día no seria diferente pero esta vez estaría acompañada de una de sus hijas, Leya la había dejado sola (como ella siempre suele hacer) pero al menos gracias a Merlyn estaría acompañada.

 

-El refugio Mágico- leyó, sabia que era de su madre Laimi pero era la primera vez que le pisaba el lugar, toco la puerta del local y espero a que Mía llegara y fueran recibidas.

 

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[Mia Zoeh]

Estaba bajando las escaleras del castillo Targaryen. Llevaba un par de jeans ceñidos a las piernas de color celeste claro y un suéter de color negro que me mantenía abrigada en la parte superior del cuerpo. Mi madre me había invitado a recorrer los negocios de la Orden junto a ella, a lo que había aceptado gustosa. Sería la primera vez que lo haría y estaba emocionada. Atravesé los terrenos y una vez fuera de los límites, me desaparecí.

 

Aparecí detrás de la pared que conducía al Callejón Diagon, dentro del Caldero Chorreante. Golpeé los ladrillos en el orden correcto usando mi varita y esperé a que se abriera la entrada. No fue difícil encontrar el lugar; pude ver a mi madre parada fuera, esperando que le abriesen la puerta. Me dirigí hacia allí para comenzar la recorrida junto a ella.

 

-Hola, mamá.- saludé al llegar a su lado y la abracé.-Espero no haberme tardado mucho...- me disculpé. La verdad no estaba segura de cuánto llevaba ella esperando allí. Me dediqué a observar el local, o al menos, la fachada del mismo. "El Refugio Mágico", así se llamaba aquél lugar de la Orden. Esperaba que todo estuviese bien.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra sonrió feliz de ver a Mía acercarse a ella, le dedico una gran sonrisa mientras la abrazaba y la demonio deposito un beso en la coronilla de la joven -No has tardado nada- le dijo para tranquilizarla -acabo de llegar- le sonrió.

 

Alessandra miro por todo el callejón, en aquellos momentos apenas uno se despistaba era atacado y lo peor es que los mortifagos nunca salían mal parados de aquellos ataques. Aun estaba molesta del profeta que le había dado kyouya sobre Ady en moon river, leer aquel articulo había enojado bastante a la Gryffindor por lo que había decidió mejor ir a visitar los negocios de sus compañeros de bando.

 

Miro a Mía después miro la puerta donde minutos antes había tocado ​-si no están los dueños nos vamos a otro- le dijo tratando de sonar calmada -por si las dudas que venga algún extraño- comento -¿como te va en la academia?

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[Mia Zoeh]

El beso en la coronilla y las palabras tranquilizadoras de la Gryffindor asegurándome de que no me había tardado nada hicieron que el repentino peso que se había instalado sobre mis hombros desapareciera de la nada. Le sonreí y esperé junto a ella a que alguien abriera la puerta. Sin embargo, si bien el Callejón lucía concurrido como siempre pero tranquilo, mi mamá no dejaba de voltear a ver sobre su hombro. Podía notar que algo le preocupaba.

 

Como nadie abrió la puerta y el local se veía completamente cerrado al público, Alessandra sugirió irnos a otro por si "aparecía algún extraño". Creía saber a lo que se refería; mortífagos. Asentí y la dejé que me guiara por el Callejón; al fin y al cabo, era ella quien tenía la lista de lugares a visitar y la que sabía dónde estaban. Yo estaba segura de haberlos visto incontables veces, pero nunca les había prestado la atenciónn debida ni me había puesto a pensar a qué bando pertenecían.

 

Esperaba que ese día no hubiese Mortífagos en la zona. Mamá comenzó a caminar hacia otro local sin decirme cuál era; ya me enteraría luego. Me preguntó sobre la Academia para romper un poco el silencio que se había establecido entre ambas, a lo que sonreí.-Muy bien, la verdad.-me encogí de hombros.-Las clases son apasionantes, aunque se vuelven un poco más difíciles con el tiempo. Pero es lo lógico, ¿no?