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Hessenordwood Crouch

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Todo lo publicado por Hessenordwood Crouch

  1. Él no sabe si ella ha escuchado todo lo que dijo o no, tampoco es consiente de si ella decide acompañarlo, pues después de preguntarle, no da tiempo para una respuesta antes de comenzar a andar de regreso a los estantes, con ese paso habitualmente despacio que hace demasiado eco en el silencio de aquel sitio solitario, y llevándose las manos a los bolsillos con despreocupación, consciente de que el camino que lo lleve hasta donde quiere le tomará un tiempo a ese ritmo calmado en el que el joven brujo se mueve. Por supuesto que no siempre es así, hay momentos en los que debe actuar rápido, pero le resulta demasiado agotador tener que hacerlo, de algún modo, lo ve como ahorrar la energía que realmente no necesita gastar ahora. Se detiene apenas cuando la muchacha lo encara nuevamente, con esa mirada oscura puesta sobre él. Aún no sabe cómo interpretarla, no sabe si ella está molesta, frustrada, asustada o preocupada, por lo que de pronto su pregunta resulta algo sumamente difícil de contestar, aunque parezca ser tan sencilla, ¿Qué es lo que hace?, Ollivander encuentra al menos veinte modos de contestar sus preguntas, pero quizá solo una pueda contestar lo que ella realmente quiere saber. Mientras aún mantiene el contacto visual con ella, el entrecejo del licántropo se arruga dejando ver que de pronto la pregunta de ella lo ha confundido. Aunque solo es un gesto fugaz antes de continuar adelante. ― ¿Quién soy? -, repite, sintiéndose absurdo por hacerlo, pero ese es una de las malas manías que se han ido pegando al muchacho después de pasar tanto tiempo en Baker dejando que los demás conduzcan los casos. ―Pues eso depende…-, titubea antes de hacerle un ademán con la cabeza que le indica, que seguirá caminando mientras la conversación continúa. ―No soy un ángel guardián, desde luego-, los pasos del muchacho son lentos, pero largos, por un segundo se lo piensa si debe acortarlos para mantener el ritmo con su acompañante. ― Tampoco estoy interesado en usted, si es lo que le preocupa-, es lo primero que puede pensar después de lo que la ha escuchado decir hace un momento. ―Aunque puedo estarlo, si usted me deja-, sonríe, aun con la mirada perdida entre los estantes de libros. Es claro que su interlocutora tiene alguno que otro problema serio, no necesita empujar más para saberlo, tampoco es como que quiera hacerlo, pero es que, aunque el rostro inexpresivo de ella se mantenga firme, es, para Garry, un poco más preocupante él hecho que, después de aquel arrebato de emociones, ahora lo oculte tras un rostro serio. Por lo tanto, no puede ahora ver, en el rostro de ella, lo que ella quiere, por lo que no sabe si ha contestado correctamente, después de un segundo largo de silencio, él lo vuelve a intentar. ―Ahora, que si lo que pregunta es el nombre…-, por supuesto, Evans se lo ha dicho, el nombre es algo importante, aunque él no lo piense del mismo modo, pero ella le dice que es una brecha simple para sentirse en confianza. Aunque sigue pensando que es una creencia absurda, ella siempre consigue entender el lado más sensible de las personas mejor de lo que él puede. ―Soy Grelliam Ollivander-, musita en un tono aun mas bajo de voz, no es como que no lo quiera decir, pero el nombre completo lo hace pensar en el pasado. ―Pero puede llamarme Garry-, se apresura a hacer la aclaración mientras se encoge de hombros. El nombre corto le sienta mejor, al menos se siente menos influenciado cuando lo llaman así. A mitad del pasillo ha detenido sus pasos, y parece pensárselo mucho antes de girar para encontrarse de nuevo con ese rostro limpio de ella. Le observa por largos segundos antes de animarse nuevamente a abrir la boca. ―Y estoy buscando un libro de química muggle-, entrecierra los ojos, ¿es aquello tan difícil de entender?, no lo sabe, pero no puede saber tampoco si ella habla de algo más allá, algo existencial, de ser asi, la mujer se encontrará con el muro insípido en el que se ha tenido que convertir el brujo en este último año, aún más cuidadoso de sus palabras, desconfiado solo lo necesario, y sumamente discreto, no es difícil, pero en alguna parte de todo esto le resulta molesto. ― ¿Y usted? -, sin soltarle aun la vista se anima a mostrar esa sonrisa algo más interesada que otra cosa, y ladea la cabeza como si de pronto se sintiera sumamente curioso por ver en ella algo que no ha visto antes. ― ¿Usted sabe lo que está buscando? La mirada apesadumbrada no está más ahí, en cambio, los heterocromos brillan con interés, no están fijos en los de ella, si no que se pasean por su rostro, y son escudriñadores y profundos, observadores, cuando la ven a ella. @@Li Xue Liu
  2. El muchacho se mantuvo en silencio mientras ella hablaba, no necesita prestar tanta atención ni ser un gran observador, cree él, para darse cuenta de la molestia y la frustración que se escapa en cada sílaba de sus palabras. “Ella está siendo irracional”-, piensa brevemente, hasta que ella menciona que era mejor morir que atreverse a practicar las artes oscuras. “Tienes un don, para darte siempre a las malas interpretaciones, Ollivander”-, la criatura se burla antes de que Garry la haga desaparecer de sus pensamientos. Antes de intentarlo de nuevo, apropósito, el licántropo busca prolongar el silencio incomodo que se ha mantenido entre ellos durante un par de largos segundos, luego de que la muchacha escupiera la última de sus sílabas. Él casi puede ver, en los ojos de ella, el cómo, a pesar de que ya no dice nada, sus pensamientos continúan vertiginosamente atormentándola. ―Oh-, es un sonido suave, casi gentil, como si no quisiera detonar una bomba más con el ruido de su vos. ―No-, niega apenas en un movimiento poco perceptible, tranquilo mientras cierra el libro de artefactos muggles. ―No he dicho que sea usted capaz o no de hacerlo, o si está bien o mal intentarlo-, la mirada del muchacho es blanda sobre ella, pero escrudiña con descaro cada facción que de pronto ha florecido en ella. “Interesante”, puede pensar, como sin quererlo realmente, sin buscarlo, ha presionado un nervio sensible de la mujer. ―Mas bien, hago la mención por los docentes que últimamente impartían la materia-, sonríe apenas. ―Son solo algo vagos, no aprendes mucho en realidad-, se encoge de hombros nuevamente y vuelve a otro de los libros que trae consigo. ―Puede que ya hasta los hubieran cambiado, pero yo no recomendaría alguien que desconozco por completo. La reacción de ella ciertamente lo ha tomado por sorpresa, quizá porque todo este tiempo ha estado hablando sin ningún propósito en específico, y el alto sonido de la voz femenina resultaba de pronto como si le recordara que está hablando con una persona real y no con alguna de sus alucinaciones causadas por el abuso de sustancias toxicas y filtros de paz. Ante las palabras molestas de la muchacha, había permanecido como oyente, solo hasta que ella hubiera dicho todo lo que quisiera, después de todo, aparentemente era lo que a ella le hacía falta. Aunque después de eso que ha hecho ella, solo se está aventurando a atinar. ―Ciertamente yo creo que aprender artes oscuras es importante-, recuerda el curso que llevó hace ya un tiempo, su respuesta, ante todo, no había sido muy distinta a lo que ella decía. ―¿Cómo podemos defendernos de algo que ni si quiera somos conscientes del alcance de su poder y de cómo es que consigue hacernos daño?-, sin embargo, aquella fidelidad que se tenía a sí mismo y a lo que creía sensato, le había costado tener que hacer un sacrificio de sí mismo, para poder conseguir el conocimiento. Por supuesto que eso no se lo contaría a ella, ¿Qué gracia tenía hacerlo? Era mejor que ella lo descubriera por cuenta propia. De pronto se siente como en las clases del quinto curso cuando Rachel se atreve a sancionar a alguno de los estudiantes por faltar, y es Garry quien tiene que hacer guardia mientras cumplen con sus horas de servicio hasta levantar el castigo, Askar no es verdaderamente dura con ellos, pero no entiende por qué siempre tiene que ser él quien se quede cuidando niños de cabezas duras, quizá porque Ollivander no es un hombre que pierda la paciencia con facilidad, le gusta escuchar el modo de pensar de las demás personas. Escuchar lo que hay en las ideas de los demás, a pesar de lo poco que cree en la gente, es justo igual como leer el profeta por las mañanas. Él no intentará cambiar sus vidas y a los alumnos no les exigirá más allá de presentarse satisfactoriamente al quinto curso, sin embargo, encuentra inquietante la oscuridad que se ha sembrado previamente en los brujos y brujas jóvenes que llegan al colegio. Y nunca se preocupa por su futuro, no realmente, si no por su presente. ―Aunque se es bien sabido también…-, se escucha un poco más animado al hablar, pero solo era que su voz es un poco más alta de tono por un breve instante. ―Que no se necesita tampoco usar magia oscura para vencer a la magia oscura. Hay algo de sentido en eso, ¿no cree usted? -, habla distraído, cerrando el último libro sin ganas. ―Pero ¿Qué le puedo decir yo a usted? - levanta la vista para encontrarse con la muchacha y sonreírle largamente, una fea media sonrisa que marca los hoyuelos de un muchacho saliendo de la adolescencia, pero que son claramente atravesados por diversas cicatrices que se empalman unas con otras en sus mejillas por el gesto de sonreír. A él ya no le molestan, son solo síntomas de su licantropía. ―Está claro que yo no sé librar con criaturas oscuras-, le guiña divertido, haciendo una sátira a su licantropía, que si ella no lo ha deducido por sus cuatro largas rasgaduras que el mago tiene desde el mentón hasta por debajo de sus ropas (su marca de maldición) es posible que al volver a Hogwarts busque el nombre de ella entre las listas de séptimo curso y exija que se le regrese de grado o que reciba por lo menos un curso intensivo de DCAO. Eso claro, si supiera el nombre de ella. ―Ugg, pero que mal, he olvidado pasar por un libro de química muggle a los estantes del salón Oeste-, con un movimiento hace arrastrar su silla que hace un rechinido demasiado ruidoso. ― ¿Me acompaña a buscarlo? Hoy por la tarde Garry está siendo…inusualmente conversador. @@Li Xue Liu
  3. ¡Hola! Asdf no se siquiera si debo pasarme por que ni figuro en ningún lado, pero bueno, paso a avisar que Tonks ya no será mi segunda familia, pero me gustaría quedarme como amigo de la familia, que en realidad parece que es lo único que he sido todo este tiempo x$ Pues eso, muchas gracias y bueno, creo que en realidad no se tiene que mover mucho, porque estoy en las listas de “otros parientes” x´D Pediré los cambios en la ficha y en los registros. Pues bueno, a seguir. Gracias y saben que cuentan conmigo para lo que sea. Saludos.
  4. ― ¿Uhm?-, está demasiado atento a las reacciones que tiene la bruja de cabellos púrpuras delante de todos los presentes. No trata de disimularlo y en cambio se fija cada vez más en ella cuando uno de los invitados consigue tomar del brazo a la histérica mujer quien parecía solo un poco más tranquila. La boca de Garry solo fue una larga línea tras ver todo aquello, no está seguro, pero cree que ha visto a esa bruja en otra parte. Después de pensárselo un poco más, la voz de Bel lo distrae de su intento. ―Jamás he dicho que los Evans son los más ruidosos-, protesta, arrugando un poco el puente de su nariz mientras se lleva las manos a las bolsas de su pantalón. ―Solo dije que eran muy ruidosos, pero no especifique cuanto, es diferente, Bel Evans-, hace ese gesto pretencioso que sabe que fastidia a la sanadora. Sin embargo, no hay más tiempo de discutir al respecto, pues justo lo más impresionante que ha visto desde que llegaron estaba ocurriendo gracias a las habilidades y poderes de Bodrik. Garry sintió que se quedaba sin aliento cuando el portal se abría por completo ante ellos y mostraba del otro lado un paraje completamente distinto. ―Tks, no se me apetece volar hoy-, lo ha dicho por tercera o cuarta vez en el día, con el mismo gesto y tono infantil en su voz, el capricho del mago les había costado la larga caminata desde Diagon hasta los terrenos de los Lockhart, estaba seguro esta vez que no conseguiría ser lo suficientemente persuasivo para convencer a Evans de lo contrario. ―Solo no escojas a uno de esos caballos, no podría subir ni, aunque tú me subieras-, con pereza dramatizada, deja caer apenas su peso sobre la cabeza de ella, como si Garry fuera el sombrero de Bel y caminan así, con torpeza hasta donde Cye amablemente les había indicado que las escobas y alfombras se guardaban. ―Bodrik es asombrosa ¿no lo crees? -, es él, sobre Bel, como un incómodo abrigo que solo la entorpece al moverse. ― ¿Adónde crees que lleve el portal? -, habla distraído. Cuando están apurándose a subir a la alfombra siente el agarre fuerte que aplica Bel en su mano y casi por inercia misma, voltea apenas con ganas en dirección a la verja. ―Es Elvis-, habla, sintiéndose ridículamente absurdo por decir lo obvio, solo espera que Evans no se hubiera dado cuenta y arremeda ese gesto que él hace cuando es ella quien suele decir “la obviedad” en los casos de Baker. ― ¿Crees que quiera volar con nosotros? -, suelta con vos suave mientras siente en su brazo el tirón que le provoca Bel al saludar a Gryffindor con fuerza, y finalmente vuelve la vista en el tapete. No sabe en realidad mucho de aquella magia que está ejecutando Lockhart ahora, pero cree que mejor es darse prisa y pasar el portal pronto. Ya algunos invitados esperan del otro lado.
  5. Yanna K. R. Smith ―Ella es la señora de Grelliam, ¿puede creerlo, señora Stapleton?-, Yanna entró de pronto haciendo demasiado ruido, la señora mayor que había estado en tanta calma hasta entonces, permaneció del mismo modo y solo giró apenas para echar un vistazo a Smith, a sus botas llenas de fango ensuciando su piso viejo y luego nuevamente al rostro de Yanna, cuando la mujer se encogió de hombros despreocupadamente, la anciana observó entonces a Bel, una larga mirada que es firme y observadora, pero blanda y cálida al mismo tiempo. Después volvió a su tarea con el desayuno. Yanna sonrió divertida. ― ¿No te lo dije? La gente aquí habla griego sabes, pero los señores Stapleton nos entienden perfectamente-, despreocupadamente Yanna tomó un lugar en la mesa frente a Evans, se quitó el sombrero dejando caer su largo cabello y se relajó más visiblemente. Detrás de ella, con un andar muy sereno, llegó el señor Stapleton, un hombre bastante mayor que nadie sabía cómo era que aún se mantenía en pie, pero que siempre se le veía en acción, reparando algún mueble viejo de la casa, cosechando, o cuidando de los pocos animales que tenían. El matrimonio era un par bastante tranquilo, aunque Yanna cree que por las noches se les ve más despiertos. ―Estuve hablando con la señora Stapleton al comienzo del día-, Yanna se inclinó hacia adelante para tomar un pan caliente que apenas la señora había puesto sobre la mesa junto al plato del desayuno para Bel, permaneció así, con la mirada amarilla sobre Evans, el señor Stapleton, quien ocupó un lugar junto a Bel, no parecía tomar en cuenta el comportamiento de la morena. ―Ella dijo que Grell le ha escrito con anterioridad, y le pidió al señor Stapleton información sobre Davelis, ¿has oído hablar de eso antes?, Gracias señora-, la muchacha retrocede, con una larga sonrisa cuando el plato está servido en su lugar. ―Hoy iremos ahí, Grelliam quiere que busquemos algo en ese lugar, pero no se él que, Stapleton dice, que es mejor si vamos por el atardecer, seguro sabes alguno de esos trucos mágicos para pasar desapercibido a los guardias ¿No? -, ya era muy difícil entenderle cuando habla con esa áspera voz, asi que cuando su boca estaba llena de comida era aún más difícil. ―Ve con él cuando se termine el almuerzo-, con su cubierto apuntó al viejito que comía tranquilamente junto a Bel. ―Me ha dicho que tiene algunos libros que Grell sugirió que prepararan para ti.
  6. A pesar de que ya tiene libertad en sus pies, se sigue moviendo por debajo casi arrastras, para mantenerse discreto y de ese modo, no le cuesta mucho llegar hasta por detrás de una lápida donde se mantiene oculto, aunque sabe que no será por mucho tiempo, el muchacho se toma un respiro, un largo segundo de calma para agudizar aún más sus oídos y sus sentidos para escuchar o percibir cualquier movimiento que pudiera hacer Dennis en aquella penumbra. No ha bajado la guardia ni un instante y no puede hacerlo ahora, no hasta salir de aquel sitio. En su mano retuerce la madera vieja de su varita, está siendo demasiado tranquilo cuando ajusta en su mano el anillo de escucha y el de amistad con las bestias, sabe que contra la hechicera quizá no tiene ninguna ventaja, pero se siente aun bastante preocupado también por las criaturas que habían estado apareciendo, y ¿si más de ellas volvían? Aun puede sentir la fea sensación dentro de sí mismo que le ha dejado la persecución con el dementor. En aquel prolongado segundo de silencio se siente mejor, pues es el momento, el único que tiene de pronto si quiere volver a atacar contra la hechicera. Es entonces como si pudiera sentir la cercanía de la serpiente hasta la bruja, no lo sabe en realidad, no puede verlo, pero es más bien como si lo estuviera esperando todo este tiempo. Su corazón se agita de poco a poco en cada segundo, es molesto casi, porque el movimiento de su propio corazón en su pecho lo distrae de su concentración. En un breve segundo puede escucharlo entonces, el quejido ahogado que la hechicera hace tras haber sido mordida por la serpiente, y aunque es un breve sonido ha hecho el ruido suficiente para entender la dirección en la que viene, rápidamente el muchacho se asoma por encima de la lápida y puede ver el cuerpo de Dennis lamentándose por la herida. Aunque solo es la silueta de ella puede distinguir cuando esta vez su varita apunta al suelo, al otro extremo donde Garry piensa rápidamente que debe estar la serpiente. ― Langlock-, el rayo sale disparado hacia la bruja, al impactar en ella su lengua se pegaría en el paladar y no podría hacer desaparecer a la serpiente. En el caso de que ella hubiera tratado de imponer el control sobre el animal, a través del encantamiento bestiarum, la instrucción no iba a poder salir de su boca, no sería entendible, por lo que el animal no haría nada. Garry respira una vez más, manteniendo la vista aguda sobre la forma de Dennis en el suelo, de pronto pareciera que no hay ningún contrataque, por lo que se apresura a lanzar un hechizo más. ― Sectusempra-, pronuncia apuntando firmemente en dirección a la bruja, el rayo que sale de su varita e impactaría con la bruja le provocaría graves heridas sangrantes en la piel que le harían rápidamente perder las energías, sin la posibilidad de pronunciar encantamientos verbales, es difícil que el rayo no impacte en ella, sería cuestión de tiempo para verla caer. Aun asi, el mago se mantiene firme, apuntando su varita preparándose para lo que fuera a venir. @@Dennis Delacour
  7. La apenas perceptible sonrisa del muchacho se ensanchó solo un poco más, lo suficiente para empalmar feamente las cicatrices de sus mejillas, y a no ser porque el gesto permanece ahí un largo rato, de solo verlo pareciera que doliera hacerlo, sonreír, quizá había sido por eso que se había convertido en alguien poco expresivo, aunque quienes más lo conocen, sabrán decir que naturalmente Garry no es una persona de muchos gestos ni palabras. Entre sus tantos malos hábitos, destaca aquel de no tomar enserio nunca a las personas, no lo hace al menos cuando está en el proceso de "conocer" por primera vez a alguien, los rodeos que implican las cordialidades simplemente le parecen demasiado opresivos, aburridos. Por supuesto que, ha sido criado para saber todas esas cosas, no las reniega tampoco, se creen justo las necesarias para no ofender, aunque demasiadas para poder conocer a alguien realmente, o algo como eso es lo que cree, y era ese mismo pensamiento por lo que otro de sus malos hábitos era el modo en el que curiosea con sus interlocutores cuando está siendo demasiado conversador, justo como ahora. Ciertamente la respuesta de la mujer ha despertado solo un poco más su interés, si no lo había sido su posible origen, el modo en el que ella actuaba y su respuesta, si lo hacía. Qué curioso resultaba ver ese rostro serio frente a él, como si estuviera dispuesta a no dejar escapar nada, él no sabe si ella se esfuerza por conseguirlo o al igual que él, solo es muy poco expresiva. No importa tanto en realidad, él ya ha hecho sus hipótesis, y la balanza se inclina a la suma reservación que tiene la cultura oriental, tan discretos siempre. ―Eso depende-, la voz de él es muy suave, grave, pero no deja que se escuche muy fuerte, solo lo suficiente. La sonrisa en su rostro poco a poco vuelve a ser tenue, no pretende provocar malas interpretaciones. ―Por ejemplo, depende de la perspectiva en la que se observa la batalla-, musita con calma antes de volver su vista al paginado del libro y continuar hojeando. ―Y por supuesto, de quien hubiera perdido y ganado la contienda-, suelta un rápido resoplido antes de perderse en balbuceos, si Evans estuviera ahí, sabría con facilidad lo que estaba por venir. ―Si yo estuviera peleando contra usted porque usted no cree en lo mismo en lo que yo creo, ¿Quién es la víctima? ¿Quién merece perder? -, habla como si todo lo que dice tuviera un orden, como si fuera claro de ver. Algo de verdad tenían las palabras que ella le había dicho, él había luchado, lo hace, lo intenta a decir verdad, pero el menor de Ollivander´s, no era un guerrero y decir que lo es ahora en sus tiempos más activos es incierto, se había metido ya en muchos problemas por no ser jamás lo suficientemente resistente a un combate, siempre ha sido ese personaje desabrido y poco fuerte que tiene que usar algo más de creatividad para poder salir librado de un duelo sin necesidad de usar tanta energía. Sin embargo, sus palabras, que en un principio habían parecido haber sido escogidas al azar, tienen un pensamiento base, esa guerra mágica de la que sabe que está, pero que ciertamente tomarle forma ahora le está costando horrores. ―Es verdad entonces-, dice nuevamente levantando la vista para encontrarse con el blanco rostro de ella, tan limpio y aparentemente suave, y que hace un contraste terrible al rostro maltratado del licántropo. ―Hay que estar preparado para cuidarnos de esa gente peligrosa-, el grimorio que guarda entre los libros que lleva consigo ha comenzado a hacer ese extraño sonido nuevamente, y a Ollivander le provoca un gesto fugaz de incomodidad. ―Aunque con la precaución de no convertirnos en esa gente peligrosa en el proceso. Garry es, en la mayoría de sus conocimientos, un mago oscuro, lo poco ortodoxo y sus desagradables gustos son influencia, pero nada lo es tanto como la criatura, esa que remplaza su cuerpo durante las noches de luna llena, pero que el resto del tiempo sigue ahí, en sus pensamientos, empujándolo a seguir siendo una criatura oscura aun en sus días como hombre y que en alguna parte de su vida se había convertido en la conciencia retorcida del joven brujo. No lucha contra ello a menudo, pero volver de la oscuridad requiere un esfuerzo casi sobre humano, por lo que mantenerse al margen, algunas veces resulta bien. ―Eso debe tenerla aquí entonces, ¿lleva algún curso en el Ateneo?-, vuelve a hablar distraídamente, un poco desinteresado en saberlo, pero en realidad no pretende ir más profundo, no, en cambio ahora pareciera más interesado en pensar que es lo que va a continuar platicando, como si en verdad quisiera que la conversación continuara. ―He escuchado que la clase de conocimiento de maldiciones es extraordinariamente buena, aunque yo no recomendaría artes oscuras-, se encoge de hombros, un movimiento apenas perceptible. ―No por ahora tal vez. @@Li Xue Liu
  8. El golpe había sido duro, sus piernas se unieron de pronto haciendo que fácilmente el licántropo perdiera el equilibrio, después de un chequeo rápido se dio cuenta de que no había pasado nada más grave que la fuerte caída, por un segundo se sintió aliviado, de haber lanzado una invocación él no cree haber podido ver entre aquella niebla de polvo. La luz roja de las flamas ardiendo podía verse a lo lejos, pero las formas eran difusas aun y las sombras que provocaba el oscilar del fuego solo complicaba aún más el escenario. Apenas tuvo tiempo de quejarse, había intentado en vano, separar sus piernas con sus manos, pero nada funcionaba, pensó inmediatamente en un contra hechizo, sin embargo, se siente terriblemente desprotegido, teniendo en cuenta que el disparo de las llamaradas había delatado su ubicación, aunque aún cree que algo de eso debía lastimar a la bruja, la persecución con el dementor lo había acercado lo suficiente a ella, pero con la niebla de tierra era difícil saberlo con certeza. Honestamente pensó que incluso se sentía más confiado estando por debajo, la nube de polvo descendía y la altura del mago lo delataba, pero su posición seguía siendo la misma y si no se movía de ahí seguro sería un blanco fácil. ― Serpensortia -, el muchacho invocó con voz suave, pero clara y segura, y la serpiente salió disparada de su varita contra una de las lápidas más cercanas a la posición del mago, enfadándose aún más por el golpe que se había llevado tras ser invocada, pero antes de que la criatura se girara sobre si para tacar al mago, que está aún en el suelo sin poder separar sus pies, el muchacho se apresuraba con su siguiente movimiento. ― Orbis bestiarum-, pensó, su varita nunca había dejado de apuntar al animal, de inmediato la serpiente se comportó más tranquila, serena y suave como la mirada que, aunque firme, el mago mantenía sobre la criatura. El muchacho exhaló un largo hilo de aliento antes de dar la instrucción. ―Comparte con ella tu veneno-, habló, un escalofrió recorrió su cuerpo al ver a la criatura arrastrarse por entre los escombros, las tumbas y las plantas, sencillamente se perdía en aquella penumbra, como si perteneciera a ella. Dennis no la vería llegar hasta ella y solo sentiría el fuerte dolor que provoca la mordedura de una serpiente, en cuestión de segundos el veneno estaría en la mayor parte de su cuerpo y la dejaría inconsciente o con pocas fuerzas para hacerse una curación. @@Dennis Delacour
  9. Se adelantó con pasos más rápidos de los usuales en dirección hasta donde estaba la rubia batallando con ambas criaturas, hábilmente había hecho los movimientos adecuados para librarse de ellos en su mayoría, el muchacho pensó entonces que era cuestión de tiempo para que ella se encontrara libre. Cuando una fuerte llamarada se escucha, él ocupa un lugar detrás de una lápida alta a menos metros de distancia de su oponente, sabe que mejor idea hubiera sido mantener distancia, pero siendo honestos, tanta criatura apareciendo hace más difícil concentrarse en su oponente. ―¡Confringo!-, salió de las sombras para lanzar el encantamiento a la estatua de lo que parecía una Santa Muerte que estaba cerca de Denis, al impactar el rayo a la estatua (y un par de lapidas pequeñas a los lados), los trozos de concreto o mármol macizo saldrían disparados por todas partes, alguno tendría que impactar con la bruja debido a su cercanía y le causaría bastante daño mallugando el cuerpo de la Delacour. La respiración del licántropo está siendo inusualmente densa y pesada, casi dolorosa al exhalar, se siente como un frio que lastima cuando está dentro de su cuerpo. Tratando de mantener la calma antes de lanzar otro encantamiento de ataque, se da cuenta de que en realidad el frio es más siniestro y real, y cree que por un largo segundo se queda sin aliento, ¿Qué otras cosas tenía ese sitio para ellos? La sombra de un dementor se desplazaba siniestramente por entre las tumbas rasguñando con sus garras las lápidas que iba dejando atrás en su paso. Garry se lo pensó, solo un segundo antes de hacer cualquier movimiento que llamara la atención de la criatura, aunque supone que nada lo salva de su alcance, por lo que debe moverse rápido y aprovecha la nube de polvo que se ha levantado gracias al último de sus encantamientos para escabullirse lejos del dementor que lo sigue de algún modo, al menos consigue mantener la distancia necesaria, escabulléndose difícilmente entre las lápidas que apenas es capaz de distinguir por la nube de humo. Cuando el muchacho alcanza el otro extremo del páramo donde se ha estado enfrentando con la rubia, no hay más rastro de la criatura, seguro se ha encontrado con lo que ha quedado del pobre cangrejo de fuego, o eso espera él. El anillo detector de enemigos poco a poco a dejado de alertarlo, sin embargo, la alarma sigue ahí. Por un segundo se pregunta si deben permanecer ahí hasta que alguno de los dos caiga o hasta que las criaturas que no dejan de salir por todas partes terminen con ellos. Cualquiera de los casos, se siente bastante capaz de continuar un rato más con todo esto. ―Insendio-, la llamarada sale como un chorro en contra de ella, le provocará nuevas quemaduras en su piel, sin contar que el destello de la repentina luz le desconcierte. Escapar de ahí sería complicado ya que alguna de la vegetación y decoraciones de ofrendas alrededor de Dennis se han prendido en llamas también. El polvo poco a poco había descendido, pero aún se mantenía como una niebla densa, lo que provocaba que ubicar la melena rubia de su oponente moviéndose apenas sea algo más sencillo, por supuesto su camino había sido largo después de aquella persecución que le ha pegado el dementor, por lo que la distancia entre ella y él es mucho menor ahora, lo que aseguraba darle directamente. Se ha pensado que es una mala idea, y de que no moverse pronto lo dejaría en desventaja, sin embargo, la invocación salía automáticamente de su boca cuando apuntaba en dirección a la mujer. @@Dennis Delacour
  10. Se quejó por lo bajo, ¿Qué hacía un cangrejo de fuego escarbando entre las tumbas vacías?, apenas tiene tiempo de ver la velocidad en la que la criatura se mueve alarmantemente pasando por sobre las lápidas y bruscamente dejarse caer dentro de los hoyos en la tierra para nuevamente salir monstruosamente de ella, aquello pareciera como si estuviera en busca de algo, o alguien. Exhala apenas, dándose cuenta de que no había estado respirando mientras veía a la criatura ir hacia su dirección, seguro era cuestión de tiempo para que estuviera en sima suyo, asi que tenía que pensar rápido, más teniendo en cuenta que frente a él se encuentra una Dennis bajo la protección de un Hipogrifo. A Garry le toma menos de un segundo comprenderlo, a pesar de que se siente alarmado de que la mujer pudiera esquivar dos ataques al mismo tiempo, supone que seguro alguna de sus flechas dio en el blanco, aunque no lo puede ver por la figura de la bestia frente a ella. No se lo piensa más y continúa, el cangrejo de fuego casi estaba a nada de alcanzarlo, sabe que solo atacan si se sienten amenazados, o eso es lo que ha leído en los libros, sin embargo, después de todo por lo que han pasado no se siente más confiado con lo que ven sus ojos. ―Orbis Bestiarum-, lo dice claramente con un sonido suave, apuntando su varita al hipogrifo que protege a Denise. El anillo dorado de ella alrededor de la criatura sería remplazado por el del mago, y Garry tendría ahora el control sobre el hipogrifo, por lo que no tarda más tiempo después de haber lanzado el encantamiento y se apresura a darle una nueva instrucción al hipogrifo. ―Ataca a Dennis-, habló claramente, sin titubear, manteniendo un duro contacto visual con la criatura. Al estar más cerca de ella, la criatura no tardaría nada en hacerle daño a la rubia. ―Orbis Bestiarum-, volvía a invocar esta vez apuntando al cangrejo de fuego que estaba justo detrás de él a punto de lanzarle una llamarada con furia. La criatura por un segundo pareció resistirse, pero el licántropo no dudó y empuñaba con fiereza su varita, tan firme era el agarre que los nudillos de sus manos se tornaban blancos con toques rojizos, y hacían resaltar más el anillo de amistad con las bestias, aunque inactivo, el muchacho se siente preparado para enfrentar a la criatura por las malas…o por las buenas. Cuando finalmente la criatura cedió al bestiarum, Garry indicó la instrucción. ―Prende fuego en la piel de Denise, por favor-, habló tranquilamente. Con un extraño ruido parecido a un gruñido la criatura rodeo al mago y caminó a la misma velocidad con la que escarbaba y escalaba las tumbas del lugar, pero esta vez arremetiendo en dirección a la rubia, lanzando llamaradas de fuego por la boca, cada vez más furiosas cuando la distancia era menor. De alcanzarla, Denis ahora tendrá que lidiar con las dos criaturas, pero estaba convencido que el ataque del cangrejo de fuego le causaría graves quemaduras en la piel de la muchacha. @@Dennis Delacour
  11. El camino hasta ahí no había sido fácil, por supuesto que no se esperaba menos después de lo de la caída libre, pero ahora ya no importaba, llegar hasta ese sitio podrido tras haber sido atacados por cadenas que intentaban acabar con ellos lo complicaba todo, tras liberarse de ellas con un par de encantamientos de congelación, la estrechez del sitio y la oscuridad, no mejoraban las cosas, a pesar de lo muy bueno que se cree él para ver cuando no hay tanta luz. El licántropo, todo el tiempo, no estuvo muy consciente de los pasos que tomaba Dennis, solo sabía que llevaba la delantera, “es que eres muy lento”, decía la criatura, impacientada por llegar hasta el otro extremo, aquel donde un foco de luz brilla, como si les invitara a continuar, y aunque el presentimiento y el instinto es malo, el muchacho sigue adelante. Aun asi el paso de él se mantiene tranquilo, tanto como es la pesada respiración y el modo en el que sus párpados caen sobre sus brillantes ojos, llenos de ansiedad y de desesperante emoción, como si se tratara de alguien mas el que habitara dentro del muchacho, pero que puede ver la vida a través de ese par de ojos de distintos colores. Garry se mantiene sereno incluso cuando, al cruzar las puertas, el escenario se transformaba a su alrededor y lo ubicaba en lo que parecía ser un cementerio. Por un largo rato permaneció inmóvil en su lugar, solo observando su alrededor, él ya se siente bastante cansado, “tu no eres un guerrero”, insistía de nuevo la criatura contra el hombre, pero nada de lo que diga ahora pareciera afectarle al joven brujo. Cuando finalmente es que su vista se encuentra con la de la muchacha rubia, lo entiende, el por que estan aqui y todo lo que han pasado para conseguirlo, pero, a las palabras de ella, apenas es capaz de asentir, sabe, que Dennis, no puede ver el movimiento, pero no se esfuerza más. Cuando la varita de ella le apunta, el agarre de la de pino salado, es mas fuerte en su izquierda, justo donde los anillos aun lo cuidan. ― “Salvaguarda mágica”-, piensa casi por puro instinto antes de que el rayo impacte contra él. Es impresionante la potencia que hay en el ataque de ella, de no haberlo pensado a tiempo, hubiera estado en serios problemas. Después de que el rayo le atravesara, nuevamente su respiración es agitada, quizá del esfuerzo que ha hecho para ocupar un lugar junto a una lápida vieja, sabe que no servirá de nada contra un rayo como el que acaba de enfrentar, pero debe darse un tiempo. ―Disparo de flechas-, musita claramente con la varita por lo alto de su cabeza, en ningún momento a bajado la guardia contra ella, y busca el momento justo para lanzar su ataque. El puñado de flechas velozmente cruzaron la distancia que lo separaba de la rubia y pronto terminarían por atravesarle la piel de los brazos, las piernas y el torso, causándole daños grabes, dolor tan intenso que le dificulte el moverse, sin contar que la pérdida de sangre terminaría por dejarla inconsciente en cuestión de segundos. @@Dennis Delacour
  12. ―No creo que sea necesario, Hannity, a menos que tú lo quieres así-, la mirada del mago se mantiene apenas sobre la imponente presencia de Samantha en la sala de la familia. A Garry le sorprende la prontitud con que la rubia ha contestado a la misiva, pero según él, haciendo un vago pensamiento sobre aquella mal pasada con los trastos malditos que encontraron en una vieja misión, le ha hecho pensar a Ollivander que para Sokal, los temas de familia son importantes. Pensándolo de ese modo Garry entonces tendría que insistir a Hannity que se quedase. ―Después de todo, estamos en familia-, suelta más despreocupado que antes, mientras se lleva las manos a las bolsas del pantalón. Al final, no lo ha pensado del todo bien, lo que debe decirle a Sokal, además de que no se le ha dado el tiempo, la visita de Hann lo tomaba de sorpresa, así como la respuesta de la misma Samantha al llegar a la heredad, se siente contento de que ella este ahí, con el sobre entre sus manos, y ese comentario apenas dicho, que le indica que quizá no tiene que pensárselo tanto después de todo, él ya leyó el contenido de la carta, ¿Cómo no hacerlo luego de la última de las jugadas del fantasma de Geraint?, no, no puede enviar solo así una carta guardada por años en el escondite mohoso del viejo artesano. Garry sabe que lo que dice en aquellas páginas es importante, por eso ha tenido el cuidado de enviarla pronto, aun así, no sabe que es lo que tiene que hablar ahora. ―Bienvenida, Samantha Sokal-, el muchacho apenas le sonríe, no es como si le costara trabajo, él solo es así. ―Pasa por favor, toma un lugar por aquí, si, junto a Bel estaría bien-, él aún sigue de pie frente a la chimenea, despreocupado, después de todo no piensa que lo que tiene que notificar sea malo, ni bueno. ―Bel, por favor ayúdame a servir algo para ellas, de ahí, Bernadette debe estar en otras cosas-, señala a la mujer el bar cercano al estante lleno de libros mayormente propiedad de la sanadora, aquella imagen de Bel sirviendo un vaso pequeño de brandi para él y uno de vodka para ella mientras escoge uno de esos libros que ha leído cientos de veces, de pronto se vuelve un domingo por la tarde en las memorias del muchacho. ―Si, veras Sokal, esa es la carta-, Garry estira su brazo apenas para pedirle el sobre a Samantha, y una vez en sus manos se detiene a apreciarle una vez más. Los secretos que guardan las familias son inquietantes, sobre todo los que guardan aquellas, las más antiguas y rebuscadas, lo sabe, Evans y él han trabajado gran parte de los casos que llegan a Baker, con temas similares, por lo que gran parte del Ottery no es una excepción. Aun así, de pronto le resulta extraño cuando es su casa la que se ve envuelta en estas cosas, como si no fuera real, como si fuera una prueba puesta ahí apropósito para él, como si desde el día en que se hizo de esa casa adoptara algún mal que, en el fondo, realmente no está encontrando tan mal, al final de cuentas, todo lo ha arrastrado hasta ahí, en ese cuarto, con esas personas con las que comparte algo más que no necesita realmente un apellido por nombre para estar con ellas, pero que le resulta difícil pensarlo si no fuera por eso, ?como saberlo? ―Déjame decirte lo que se...-, habla después de un largo silencio. Mss H se lo ha dicho tantas veces, "No todo lo que piensas sale por tu boca", dice ella cuando el muchacho le reclama cosas como no recordarle a quien le toca llevar la leche a Baker, "Pero déjalo, no queremos escuchar tampoco todo lo que pasa ahí dentro, querido", gruñía la mujer mientras volvía a hojear su revista del modo más despreocupado. A la fecha, el silencio dice más de él que cualquier otra palabra. ―Esto es...-, la voz de Bernadette opaca fácilmente el suave sonido que hace el mago al hablar, por lo que, en poco tiempo, la atención que tenía ahora es para quien recién llegaba. Lisette era, una niña preciosa, como una muñeca, con su habitual cabello rubio trenzado (o peinado)?), y esos grandes y brillantes ojos azules que a él le gustaban tanto. Toda ella era algo tan precisamente cuidadoso, que Garry tiene unas terribles ganas de correr a su lado cuando hace ese gesto al llamarlo padre nuevamente, ¿hace cuánto tiempo que no escuchaba su voz? Ella continúa entonces, sin que se dé cuenta, siendo encantadora cuando entrega las flores, "Algo de su mano seguramente", se atreve a pensar, recordando lo buena que es para el cultivo. La simplicidad que tiene su presencia en casa es sumamente grata, justo como lo es cuando está con Hannity. La voz de Bel lo regresa de lo embelesado que está con la presencia de Lisette, parpadea un par de veces antes de sonreírle largamente y con tranquilidad caminar hasta su lado. Junto a ella, él es un desorden aun mayor, con el rostro pálido y las cicatrices en su rostro, y ese mechón sobresaliendo de entre los pardos, sin embargo, ahí está, queriendo y no estrecharla, porque ella es tan suave que no quiere hacerle nunca daño, él podría quedarse justo ahí por un largo rato sin sentirlo siquiera. Pero Bel le ha recordado entonces, que hay que seguir la tarde con normalidad. Hace un esfuerzo para ponerse sobre una de sus rodillas, y es demasiado cuidadoso para sostenerle apenas de una de sus pequeñas manos. ―Qué lindo detalle, Lisette-, habla bajo, pero suficientemente audible, mientras su vista no se separa del rostro impecable de ella. ―Al fin has venido y yo pensé...-, no quiere perderse los gestos de ella, pero Garry no puede ser un mentiroso ahora, a pesar de lo muy bueno que es para el trato. ―Pensé que de verdad no volvería a verte, Lisette-, ¿ha crecido? Se ve diferente, ¿Seguro que es ella? Sin duda, la muchachita no es la misma que conoció en Westown, visiblemente se veía más fuerte, aunque insegura, posiblemente por el radical cambio que ha hecho para llegar hasta el Ottery, ¿hace cuánto que había llegado al pueblo? Quiere saberlo, quiere saber cómo está ella, pero quizá, lo tendrá después. ―Oh si, si, ¡Bel Evans! Que la cena espere solo un poco mas, ¿si? Ponerse de pie resulta más fácil, como puede, con mucho cuidado cuelga la mano de Liss sobre su ante brazo y le hace un ademán para que se anime a adentrarse más a la sala, justo donde se encuentran los invitados. ―Bueno, ya saben que ella es Lisette-, lo intenta, pero a él jamás le han gustado los laboriosos protocolos de presentación. ―Lisette, ella es Bel Evans, es mi esposa-, sonríe largamente, divertido, de pronto es extraño estar del otro lado del "esposo de Bel", asi que espera que solo sea por esta vez. ―Ella es Hannity Jane, nuestra ahijada-, hace una pausa solo porque se ha dado cuenta de que no ha dicho aun lo que tiene aquí a Sokal. ―Y Samantha Sokal, que es...una prima de la casa, que apenas se está enterando de que una parte de todo esto es de ella también-, la sonrisa que le da a Sam es algo más complicada, nerviosa tal vez, por que, siendo honestos, él no tiene más idea de lo que dice la carta. Hechas las presentaciones, hace nuevamente una pausa, casi instintiva cuando ve a Bernadette salir corriendo de la sala, Garry se pregunta si había alguien más por llegar. Aún tiene pendiente un tema muy importante que hablar con Hann, él espera que el tiempo les sea justo para todo.
  13. Bernadette Elfina doméstico ―Si, sí, si, yo soy Bernadette, ¡un gusto Morning!-, Bernadette seguía ahí de pie frente a la criatura, como si no hubiera visto a otra anteriormente, y era quizá asi, porque ella siempre ha estado junto al amo y su gente, entonces ¿Por qué no sabe de la criaturilla frente a ella ni de su señora? Bernadette parpadea varias veces antes de sonreírle a su igual y mover sus orejas imitando sus gestos divertida. ―Entiendo-, Bernadette rio comprendiendo a lo que la mujer, del otro lado del cerco de espinas, pudiera estar pasando. ―Le he dicho al amo que debe hacerse cargo de eso, o si no, no tendremos más visitantes-, explica apurándose a tomar un manto y colocarlo sobre sus hombros, no esperando que la otra criatura le entienda. Durante el camino a la verja, Bernadette preguntó a la otra criatura sobre esos E.X.T.A.S.I.S de los que le había contado, y también se animó a preguntar un poco más sobre su ama y el parentesco con el mago Ollivander, pero no obtuvo gran respuesta. Está haciendo un esfuerzo por disimularlo, pero la idea es difícil de creer, por lo que claramente Bernny se siente nerviosa por el encuentro, ¿Qué debería decirle? Los nervios se acumulan al fondo de su estómago y si no es porque sabe que quiere mas que nada encontrarse con el otro extremo de ese espeso bosque, pensaría que la magia del sitio le está haciendo una mala jugada, porque no recuerda que el camino fuera tan largo. ―No, yo entiendo que no quiera perderse, señora-, Bernadette hace una venia de cortesía a la muchachita frente a ella, un tanto sorprendida por encontrarla y escucharla hablar. Están dulce con ella, que prontamente Bernny duda aún más. ―Si usted quiere podemos cruzar el bosque, pero si me permite...-, la elfina se acerca lentamente, es increíble la tranquilidad que emana la joven, no es como la de Ollivander, que solo provoca la inseguridad de que está tramando algo. No, esta vez es diferente. ―Yo puedo llevarla-, le extendió la mano. ----- Como Lisette hubiera preferido el modo en el que llegarían hasta el círculo, Bernadette no cree que hubiera sido tardado, ella quiso explicárselo a la muchachita, el secreto de la maldición, pero la verdad es que no pude, esta tan nerviosa cuando está cerca de ella, a pesar de lo bien que se siente, sin embargo, no evita sentirse desconfiada. Aunque no teme tampoco, ayudar a la muchacha a cruzar la maleza que la separa de Ollivander, “No es necesario”, había dicho el licántropo cuando se habían propuesto los encantamientos anti-aparición, ella no pudo protestar más, el silencio de Garry había sido firme. ―Garry...-, finalmente ha conducido a la rubia hasta la sala donde por ahora se encuentran todos, salvo por la hermana salvaje y la mascota de ella, ¿y las formalidades? Por Merlín, este ya había sido un día elfo domestico normal muy largo, ella ya no quería fingir más que lo era. ―Te buscan-, habló en un hilo de voz, quien dijera que al hablar frente a toda la familia se sentiría asi de nerviosa. Se hiso a un lado para dejar pasar a la sala a la última de las visitas, ella no sabe si Ollivander lo ha hecho apropósito y si más de ellos van a seguir llegando, pero esta vez prefiere quedarse ahí, aun si el agua en la tetera se enfría. @Ini-Herit
  14. ―Ya veo-, él no la ha observado bien a ella, se ha sentado frente a la mujer, pero verdad es que no se ha detenido a verle, en cambio, hojea cuidadosamente cada página de uno de los libros que ha traído consigo. Son movimientos tan suaves que, en aquel silencio seco de la biblioteca, Garry puede escuchar el crujir de cada hoja al separarse de las demás. ―En realidad no lo sé-, se encoge de hombros deteniéndose en una página. ―Es la primera vez que lo leo, si me aburre o no, aun no puedo saberlo. Está siendo inusualmente platicador, a pesar de que no lo es, a pesar de que el taciturno mago sabe que no es un sitio para platicar. En realidad, si no fuera porque ella le ha dado una respuesta, el muchacho Ollivander pareciera que hablara solo, como un pensamiento que se le ha escapado por la boca en voz alta. A pesar de ello, Garry encuentra alentador escuchar una respuesta y aunque no pierde de vista las páginas que pasa, buscando en ellas un título que cree que encontrará a ese ritmo pausado, es consciente de lo que ella ha dicho. ―Magia defensiva…- habla en voz baja, haciendo otra pausa en su búsqueda, como si ella hubiera dicho algo que no ha escuchado antes o que no puede recordarlo, pero la verdad es que lejos está de eso y de pronto se sorprende de lo muy cotidiano que se ha vuelto escuchar decir aquello. Tanto las páginas del profeta como los rumores que se escuchan entre los pasillos, puestos ahí a propósito y que en realidad todos fingen creer, la guerra mágica ha terminado, dicen, pero la verdad es que Ollivander piensa, que solo ha tomado una forma distinta. Después de aquel rápido pensamiento, al fin, vuelve la vista hasta donde está la mujer, la mirada de ojos de colores distintos está sobre el rostro de ella, una mujer joven de facciones poco comunes por estos lugares, que le desconcierta más su presencia cuando recuerda lo que ha dicho, ¿acabar sus estudios? Bueno sabe que Alejandría es la biblioteca más completa del que tiene conocimiento, sin embargo, entiende que la gente que viene de Asia es muy fiel a sus tradiciones y enseñanzas. Aunque la verdad es que no puede saberlo con certeza, él desconoce tantas cosas aún. Parpadea un par de veces, antes de intentarlo de nuevo. ―Y, ¿De qué es lo que buscas defenderte? -, pregunta, con esa voz suave, que no puede perturbar a nadie que no esconda un secreto. Una pequeña curva se tuerce apenas en la coyuntura de su boca, en aquel rostro descolorido y cicatrizado por las maldiciones, los brillantes ojos puestos sobre la muchacha frente a él, es lo único que pareciera tener vida dentro de Ollivander. @@Li Xue Liu
  15. Hola, hola Qué lindo que es ver como la familia crece x3 No sean fijonas con el formulario D: Es para ver su creatividad uvu Perdónenme por la tardanza en pasarme, estaba con los pendientes de fin de mes que siempre que decía que me pasaba, me distraía con algo, en fin, ya he editado los árboles y ya figuran ahí, con sus lindos motes que me había atrasado desde con Sam D: ¡Bienvenidas sean a la familia torcida! Veo que Belosa les ha compartido los link de la casa del drama Olivewood, ojalá se anime a pasar por allá, somos algo vagos, pero buenos. Pues eso. Les quiero Ollivanders~
  16. ―Oye-, habla suave cuando se acerca a ella, ha hecho bastante ruido para llegar a Dennis, para que se dé cuenta y no lance un encantamiento sobre él, cree que, si ella ha pasado por todo lo que él, los nervios de la muchacha podían encontrarse al límite, el cómo Denise Delacour manejaba la calma es algo que Ollivander desconoce por completo. ― ¿Te has acercado más? -, no lo sabe, justo salía de un enfrentamiento más con esos boggarts, que al alcanzar el templo ha dado con la figura de la rubia escondiéndose tras un árbol grande. ― Interesante lugar es este, ¿no lo crees? -, distraído, se preocupa por activar el único de los amuletos que no ha usado hasta el momento, el anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos. Dedicó un largo segundo para echarle un rápido vistazo a la muchacha, físicamente parecía íntegra, pero su mirada parecía afectada por algún hecho del que no es consiente aún. Lo cierto es que quiere preguntar, pero no desea hacerlo ahora, quizá después, cuando consigan salir de aquí, ambos podrían ir por un kartoshka y una cerveza tibia para aliviar el cuerpo, sí, eso estaría bien, pero por ahora, no encuentra nada más interesante que atravesar los muros de ese sitio en busca de respuestas, ¿Qué era lo que estaba sucediendo en ese lugar? ¿habría más pasando lo que Dennis y él? No puede saberlo, por lo que no encuentra otra salida que seguir adelante por ese camino al que han sido arrastrados. ― ¿Crees que sea prudente atacar? -, se ha asomado solo un poco, todo para ver como las puertas son abiertas nuevamente, pero nadie sale y de pronto Garry cree que es como una invitación a su final. ―Este sería un buen momento para intentarlo-, exhala regresando la vista hacia la muchacha, y un silencio grave se siembra entre ellos, es solo lo necesariamente largo para recuperar un poco de energías antes de continuar adelante. En realidad, no hay más ni otros caminos, y supone que ella lo sabe, o quizá si los hay, pero atravesar esas puertas, es lo único que se aferra molestamente en su cabeza. ―Vamos por ello, Dennis-, tres de los anillos ocupan un lugar en su mano, además que, al alcance, el amuleto volador y el de curación se guardan, y él se siente bastante bien.
  17. Exhala largamente. Tiene un rato de pie frente a aquel estante, con una de las lámparas de esas cambiantes sobre su cabeza, lleva tanto tiempo ahí que la luz, aunque artificial, le ha dado el calor que ha perdido después del largo camino que lo lleva hasta ahí. Su mirada de colores distintos se encuentra perdida en aquellos tomos guardados en la segunda planta de la biblioteca, y aunque no lo está intentando, seguro son difíciles de alcanzar a pesar de la altura del licántropo. Él en realidad no ha hecho un esfuerzo por intentarlo, por alcanzar los tomos que están en lo alto, y aunque ha descifrado el acertijo de las estatuas, parece desconfiado por solo tratar de tomarlo. La biblioteca de Alejandría, siempre tan abandonada a pesar de los tesoros que guarda ahí dentro, él a menudo se pregunta el porqué, pero nunca se lo piensa demasiado, después de todo, no le importa, y la tranquilidad de este sitio es agradable, sin contar la infinidad de temas que se pueden encontrar, perfecto para encontrar la inspiración y un nuevo reto para los muchachos del quinto curso de Hogwarts. Porque a pesar de lo nuevo que es en el puesto, prepararse para dar la clase del quinto curso siempre era divertido. Sin embargo, aunque ha llegado aquí con intensiones desinteresadas, lo ha visto, en la primera sección del segundo nivel, un libro que, aunque permanece guardado entre un tomo de hongos y plantas venenosas, y un cuento mágico infantil, lo ha escuchado hablarle, es un ruido como el de un susurro que no se entiende, pero sabes que sus palabras nadie más las puede escuchar, o eso es lo que piensa. Exhala una vez más, con un rostro de resignación. ― Wingardum Leviosa-, conjura finalmente, y el libro hábilmente termina en sus manos. Salir del pasillo es más sencillo, y con el tomo escuchándolo murmurar bajo su brazo, entre “mil encantamientos no verbales” y “Artefactos Muggles”, se encamina hasta un lugar donde comenzar con lo suyo. Ollivander camina hasta donde se encuentran las sillas usualmente ocupadas por los alumnos de los libros de hechizos. ―Buen día-, a pesar de lo solitario del sitio, entre todos aquellos estantes llenos de libros, ha encontrado una persona en una de las salas. ―Una biblioteca no es necesariamente un sitio para platicar, ¿verdad? -, el muchacho está siendo habitualmente tranquilo cuando habla con ella y toma un lugar frente a ella. ― ¿Qué lees? -, ha soltado eso, con voz suave, pero no es un susurro. @@Li Xue Liu
  18. Encuanto Hannyty hace mención apenas sobre aquel ingreso tan esperado a la Orden del Fenix, además de que le ha parecido algo extraño el modo en que lo ha hecho, después de compartir una mirada cuidadosa con Evans, prefiere no decir nada al respecto ahora, no porque desconfié de ella, sino todo lo contrario, desde que ella dejó las filas, el tema es un poco, si no es que aun mayormente, discreto entre ellos, como si no fuera necesario hablarlo para entenderlo y hoy, para el Ollivander no es la excepción. Pero el otro tema del que ella habla no lo ayuda en verdad, ¿Cómo fue que terminó la escuela de magia? Por Merlin, dejar hablar de eso a Evans, para no dejarlo al descubierto puede funcionar. ―Felicidades Hannity-, es un poco menos efusivo con la muchachita de como lo ha sido Bel, pero de verdad que el logro de la rubia le alegra. Se sorprende casi de lo empático que puede ser con ella, y es que el gesto de la Gryffindor al leer la carta ha sido muy conmovedor, nunca había visto ese resplandor en su rostro antes y él no cree que por ahora nada puede poner más contenta a la joven. ― ¿Hay que conmemorarlo? -, el muchacho al fin se había puesto de pie y se acercaba al cárabo posado sobre la chimenea para darle, por su servicio, un premio antes de partir. ―Oh sí, claro-, cuando gira hacia Evans, aun con su rostro de duda, y ve la mirada de ella, lo entiende entonces. ― ¿U-un festejo estaría bien? Recuerda entonces escuchar a los alumnos del séptimo curso entre los pasillos de Hogwarts, y lo motivados que están por terminar sus estudios al fin, no lo sabe por nadie más. Sin embargo, fuera de creer que Bel Evans quiere una fiesta más, se hace a la idea rápidamente de que después de todo Hannity ha hecho un esfuerzo extraordinario para cumplir su logro, y ahora que lo ha conseguido, por irracional que parezca, se siente tan bien por ella, aunque él no tuviera nada que ver en eso. ―Podríamos usar los terrenos cercanos al lago-, habla un poco más tranquilo, aunque honestamente está divagando en sus palabras mientras camina de regreso a las mujeres. ―Es el páramo más tranquilo, excepto si caes al lago por supuesto-, entrecierra los ojos, dudando de si en verdad es el sitio más tranquilo. ―Quizá mejor el patio trasero, aunque creo que he visto un gorro rojo meterse al cuarto donde se guardan las herramientas para la jardinería…podríamos no se-, por supuesto, aun no se lo ha preguntado, de pronto Hann es tan cercana a ellos, a pesar de que lo ha dicho antes, que ha olvidado a Gryffindor y Rambaldi. ―Por supuesto, eso solo si es lo que quiere Hannity. @ @
  19. De la brecha hasta el castillo el camino es demasiado largo, aun asi, sabiéndolo, Garry ha desistido de llegar en la moto voladora, como lo había propuesto ella, no, ni siquiera una aparición había querido aplicar para llegar lo más cerca posible, y en cambio, han estado caminando uno aun lado del otro por horas desde la tienda de dulces hasta los terrenos de Lockharts , al paso de Ollivander, tan considerada que era Bel Evans con él, sus manos van unidas apenas entre ellas, con un agarre que se sostiene casi sin fuerza, pero que no se separará tan fácil. Ella le ha contado cada historia, que no está ahora tan seguro como es que ha llegado a lo que le cuenta ahora, y aunque la mirada de ojos de distintos colores está perdida en el horizonte, fija en el camino que hay por delante, de vez en cuando interrumpe sus relatos para preguntar por algo que no sabe que es, que no entiende, o que le ha parecido gracioso (aunque no parezca divertido) y quiere sencillamente escucharlo de nuevo. No siente prisa por llegar, a pesar de las ganas que tiene de volver al castillo de Lockhart, asi que se ha tomado el tiempo necesario, pero solo lo justo. Aún queda camino por recorrer y mientras ella le ha desvariado nuevamente en una aventura de adolescencia que no recuerda haber escuchado antes, puede ver, por los aires sobre la mansión, un majestuoso hipogrifo sobrevolar los terrenos de la familia del cumpleañero. “Espero que no comenzaran con el espectáculo aún”, bromeó apenas a Evans cuando veían descender a la criatura a la distancia, tras la entrada teatral que ha hecho el espectacular carruaje tirado por Aethonans. Todo un espectáculo que ha sido, desde la perspectiva de Evans Ollivander, ver a las criaturas volando por los aires. El resto del camino no es diferente. Cuando al fin consiguen llegar a la entrada, es un alivio, y Garry cree que no solo para él, el encontrarse con Bodrik ahí, a la joven Lockhart pareciera preocupada, pero Bel Evans lo ha entrenado bien, como para saber que mejor no será empujar ahora. ― ¿Teníamos que llegar volando? -, la verdad es que no recuerda la invitación, y si es honesto con ella, apenas si cree conocer al muchacho del festejo. ―Que gusto verte de nuevo Bodrik-, saludó con una venia y una larga sonrisa. @ @Bodrik
  20. Garry M. Ollivander ―Por supuesto que no es un problema-, habitualmente Garry es bastante tranquilo, salvo por esos días cuando algún pensamiento turbio revolotea en su mente, como un caso de Baker, una nota referente a la, aparentemente, inexistente guerra mágica, o simplemente cuando está aburrido. Pero hoy lo está siendo un poco más, quizá porque aún se siente muy cansado, o quizá es que la presencia de Hann lo conmueve de más. ―Escribe, Bel Evans, por favor, a Gryffindor y Rambaldi, aun si apenas se pasan, no queremos preocupar a nadie, ¿verdad? Hay algo en todo esto que le ha dado una punzada de ¿nervios? Y es que ¿hace cuánto que nadie externo pasa la noche en el sitio? No lo puede recordar, posiblemente ni siquiera de sus días de infante, solo eran él y sus padres, y ni siquiera recuerda a los elfos, si es que lo había, quizá era que entonces no era un buen observador. Cuando volvía para el encierro, la cosa no era más distinta. Así que debe admitir que se siente inquieto ante la idea de que Hannity se quede, no muy seguro de cómo puede reaccionar la casa con ella. Sin embargo, preocupado no es la palabra que le describe completamente. Además, el cree que no será la única persona, sin contar a los cuatro de siempre, que se quede esa noche a dormir ahí, si Moody despierta tarde, Garry recomendará a la mujer pasar la noche ahí antes de volver a su casa. ―Ya quiero ver que habitación será la que te escoja-, existe una media sonrisa en su rostro, es divertida, aunque no pretende preocupar más a la muchacha. Supone Garry, que no debe preocuparse más por ella, después de todo, su cómo ha conseguido cruzar el bosque hasta el círculo, aun lo tiene impresionado. Seguramente, el laberinto cambiante que es el interior de la casona de Ollivander´s no presentara ningún problema. ―Podremos ir a buscar cuando pase la cena. @ @
  21. ¿Paisaje? ¿Pero de que paisaje estaba hablando la muchacha? Instintivamente Ollivander dejó de descender escalones, al menos era una buena señal escucharla, aunque no poder verle en aquella oscuridad le provocaba algo de ansiedad. Insistió una vez más, ya más cerca de la oscuridad, pero sin terminar de adentrarse, de pronto su, ya mala, vista comienza a ser un poco más difícil, lo que le provoca retroceder un par de escalones arriba. Cuando se siente más repuesto entonces, puede verlas, apenas brillando, las luces rojas. No pudo evitar sonreír divertido, y volvía a bajar los escalones en la dirección donde creyó haber visto la figura de la muchacha, más confiado. Sin embargo, la explicación de ella sobre lo que está sufriendo con las visiones nuevamente detiene su andar. ―Comprendo-, debe ser un espejo de niebla, tal vez-, habla, pero el mutismo de ella no le deja claro si le ha escuchado. El ruido a su espalda le hace recordar entonces al empleado y al dueño del negocio, Garry titubea en si debe subir para conseguir más tiempo para que Delacour encuentre lo que buscan o bajar completamente a buscar a la rubia. Para su fortuna, la voz de la muchacha pronunciando el contra hechizo para tratar hacer lucha, es una pista de que ella va por buen camino. ―Conseguiré tiempo, un patronus si me necesitas-, llama esperando que le escuchara cuando se apura a subir escalones. Justo traspasa la puerta la cierra a sus espaldas. Frente a él, el mismo mozo le atiende con un gesto nervioso que claramente trata de disimular. “Esto será sencillo”-, piensa Garry con media sonrisa en el rostro. ----- No le toma mucho tiempo en realidad deshacerse del encargado del local, con falsas amenazas sobre lo que podría pasar si encuentran algo en el sitio. Le ha presionado tanto que el muchacho, a pesar de que le ha dicho a Garry que los dueños se encuentran fuera del pueblo, ha ido corriendo a enviar una lechuza a los señor@s del sitio pasadas las doce de la madrugada, Garry espera que el muchacho no recuerde su nombre del tarjetón. Al menos podrá excusarse con Alessandra que lo ha hecho para ayudar a su otra medimago. Basta bajar un par de escalones para darse cuenta de que la oscuridad no está más ahí, y a medio descanso puede ver nuevamente el color de Dennis. ―Buen trabajo, Delacour-, apenas hace un gesto a la muchacha con la planta en sus manos. ―Ahora salgamos de aquí antes de que el dueño aparezca. Ambos magos salieron discretamente del negocio a tiempo, dejando un fuerte ruido de aparición con destino al próximo de los sitios. Ollivander es disimulado cuando recomienda a Dennis, que si la muchacha tenía pensado pasarse por ese negocio otro día, quiza una buena idea sería que lo hiciera unas semanas después. Off: @@Dennis Delacour Ya se que ya a completaste, pero solo roleo la salida para que no quede asi mocho raro x3
  22. ―Si, supongo-, habla por lo bajo, no le molesta si ella le escucha cuando lo dice y se mantiene caminando cerca de ella, distrayéndose en toda esta chatarra que tienen aquí. ―Aunque la cuestión del tiempo es importante-, Garry cree tener una idea de lo que se va a elaborar con todos los ingredientes, es complicado, si, extrañamente emocionante, pero tiene la sospecha de que funcionará. ―Sin olvidar eso último que ha dicho Slughorn-, bueno Ollivander nunca ha sido el mejor para levantar ánimos, aunque no espera nada con decirle todo esto a Dennise tampoco. ― Primero tendremos que dejarlos inconscientes-, recordar tan solo el gesto del mago Jank durante el breve combate lo ha puesto nervioso. El muchacho Ollivander sonrió largamente, una media sonrisa que empalma las cicatrices de su rostro, casi un gesto inconsciente cuando escucha a la mujer mayor que se ha acercado a Dennis diciéndole todo aquello. Al principio se siente confundido, Iris Apfel, repite para sí mismo cuando habla como si todo mundo tuviera la dicha de conocerle. Cuando ella habla de belleza y moda, comprende entonces los motivos por los que en realidad no está entendiendo, sin embargo, encuentra fascinante el modo en que ella se expresa. La verdad es que no conoce a Dennise Delacour de mucho tiempo, vagamente incluso puede decir, del tiempo que sabe de ella. Aún asi no le parece la misma cuando rechaza la oferta de la mujer mayor. El solo hace un leve asentimiento a ella, Iris Apfel, cuando Dennis continúa recorriendo el lugar, con cierta impaciencia diría él, si no fuera lento como una tortuga. Supone entonces, incluso distraído en lo que ha venido a hacer, que la muchachita se encuentra fatigada, no cree que el sitio tan atractivo tenga algo que ver, no, por lo que la lógica del muchacho le lleva a pensar en lo primero. Está por abrir la boca, aventurándose a experimentar con ella, y decirle, aconsejarle sobre su malestar, que ahora lo están pasando mal como un grupo, aunque sea una cosa tan banal como “el romance”, pero la verdad es que poco le mortifica. Así que continúa sus pasos detrás de ella, con las manos dentro de los bolsillos para tratar de obedecer lo letreros de “no tocar” en los estantes. Por otro lado, astutamente la rubia ha encontrado el ingrediente que buscaban antes de que él siquiera lo recordara. Bueno, la verdad que también él se siente bastante cansado ya. Tan tranquilo como siempre y con aire de poco interés, llega hasta donde Dennise contempla como la planta de Asfódelo se convierte en acero hirviendo. -“Oh”-, solo puede soltar una vez que sus ojos han visto lo que ella, conmovido en cómo pueden tener un ejemplar tan maravilloso escondido solo así, más que en otra cosa. Retrocediendo un par de pasos se da cuenta del gesto en el rostro de ella. ¿Qué hacemos? Fácil, el muchacho se encogió de hombros antes de comenzar a ver en todas direcciones como si buscara algo que había visto por ahí. ― Estamos en una tienda de variedad, señorita Delacour, con una propietaria bastante, bastante peculiar, ¿de verdad no se le ocurre nada? -, existe apenas, en el distraído rostro del muchacho una leve sonrisa. ―Excusez-moi, mademoiselle Apfel-, la puede ver aun merodeando por ahí, con su reluciente estilo y actitud. Garry levanta la mano apenas para llamar su atención, aunque tiene la idea de que, a pesar de que Dennis desertara su propuesta, la mujer aún sigue interesada en la joven. ―Queremos llevar eso-, casi con desinterés, el licántropo señala la planta como si fuera poca cosa. ―Pero no podemos alcanzarlo, esta…encantado. -, habla en un tono suave de voz, aunque es ronca por el frio que ha pasado. ―Si usted nos deja llevarlo, mi amiga usará esa chaqueta de vinil perlado, se verá increíble gracias a ese tono de piel, y quizá consiga una media melena-, sonrió apenas. No tiene idea de si funcionará, pero ¿Qué es lo que podía pasar? A menudo la gente como Iris Apfel suele sorprender. @@Dennis Delacour @@Axel Rexdemort
  23. Bostezó, comenzaba a sentirse cansado por la búsqueda, si bien cree que aún tiene la energía suficiente para seguir despierto otro largo rato, no tiene mucha más para seguir…caminando y haciendo el demandante esfuerzo físico que la búsqueda de dichos ingredientes exige. Asi que sin cuidado se encoge de hombros, cuando ella le agradece su compañía, un movimiento apenas perceptible, significado de no entender en verdad a que se refiere ella. Es decir, los motivos por los que agradece. Por otra parte, la pregunta reflexiva de la muchacha le provoca una mueca genuina de diversión. No llega a contestar realmente la pregunta de ella, además de que se ha contestado automáticamente, la muchacha ya se le ha adelantado bastante en dirección al sótano. ―Adelántate-, le dice a Dennis cuando ve venir tras de ellos personal del local, un mánager, cree haber leído en su chaqueta, pero por el rostro del muchacho no parece muy contento con la intromisión de los magos, sobre todo cuando se cuelan a un área restringida, con solo pase para el personal. ―Hey amigo-, Garry lo detiene sujetando de un brazo al joven que iba tras la rubia. ―Necesito tu ayuda-, el joven comenzaba a balbucear molesto sobre su intromisión. ―Escucha, ve por tu jefe, ¿quieres? -, entonces Garry mostró su identificación como ministerial del control de comercio universal e hizo un gesto de que necesitaba que se diera prisa. ―Si, si, entiendo que tengas un día agitado, pero podría ser peor-, raras veces gesticula cuando habla, pero cuando interpreta para engañar, es solo un poco más expresivo cuando lo hace. ―Mi amiga, la que va allá abajo, es una auror, no quiero asustarte, pero tengo en mi bolsa una carta que incrimina este sitio por vender artículos oscuros, así que…-, es tan demasiado serio y tranquilo cuando habla, que consigue engañar al asustado muchacho que después de un “si señor, enseguida” ha ido en busca del dueño del local. Garry de verdad espera que no se encuentre en el sitio. ―Por las raíces-, se quejó por lo bajo antes de apurarse en perseguir los pasos de Dennis antes de que el empleado regrese con el dueño del negocio, eso sí se encuentra. ― ¿Dennise? -, llamó, antes de terminar de bajar todos los escalones. Él lleva apenas la mitad y una oscuridad terrible parece haberse tragado todo ahí abajo. ―Lumus máxima-, suelta agitando su varita para que la bola de luz viaje hasta el final de las escaleras-, cree haber visto a Dennis apenas, pero su encantamiento a sido devorado por la oscuridad. Entonces lo intenta nuevamente, bajando lentamente los escalones, adentrándose a la oscuridad. ― ¿Dennise, puedes oírme? -, no puede arriesgarse en lanzar un lumus solem porque podría dañar seriamente la moondew… ¡oh si! y a Dennis también. ―Luces rojas cariño, no puedo verte, ¿estás bien? -, pregunta adentrándose más escaleras abajo. @@Dennis Delacour
  24. Mientras surgía efecto Ollivander se encaminó un par de pasos abriéndose brecha por la húmeda naturaleza sin problema alguno, era difícil dejar un rastro, aunque honestamente no pretendía dejar uno, debía tener el modo de encontrar a Dennise sin llamar la atención de nadie ni nada más. Un par de metros bastaron antes de que el anillo detector de enemigos comenzara a brillar con demasiada intensidad, Garry permaneció estático en el sitio observando la joya en su mano como si este le fuera a revelar sobre qué era lo que tenía que cuidarse. Es casi inconsciente cuando vuelve su mano a los bolsillos y saca, además de la varita, un par de anillos más. Puede verlo entonces, en el momento en el que levanta la vista, ¿Cómo no haberlo siquiera olido antes?, algo como eso. Ante él, las figuras de dos vampiros se manifestaban amenazando con su feo rostro, sus desagradables colmillos y miradas sedientas. Garry sintió el odio siendo remplazado veloz mente por el miedo de pronto, congelando todo su cuerpo en un segundo dejando un sabor agrio y desagradable, mientras ve como las criaturas se arrastraban por el suelo hasta donde estaba él. La sensación que siente de pronto es inusual, pero no le permite siquiera pensar con detenimiento en que esas criaturas no son vampiros reales. No puede pensarlo, por lo tanto, duda en siquiera poder hacer un encantamiento más. Cuando las criaturas se lanzan en su dirección, todo de pronto es más lento y puede escuchar un fuerte gruñido, parecido más a un ladrido en su interior. Es en ese instante en el que empuñando su varita y dando un paso hacia adelante conjura su primer encantamiento contra ellos. ―Desmaius-, suelta con tal fuerza que cree que la potencia del hechizo no se le compara. El rayo impacta a la criatura y a la otra, solo segundos antes de alcanzarle, pero a pesar de que ha hecho un gran esfuerzo, una de ellas contraataca. Ollivander tiene que usar un par de veces más el Salvaguarda Mágica para escapar de los colmillos de la criatura que a toda costa lo persigue. Un encantamiento más que apenas ha conseguido atinar arroja a la criatura a un puñado de arbustos, por otra parte, el licántropo no puede aún darle la espalda, ha estado lanzándole encantamiento tras encantamiento sin dar, frustrados por el extraño miedo que persiste quedarse en él y del que está haciendo un esfuerzo voraz por no dejarse consumir por este. La angustiosa espera por saber si ha terminado su enfrentamiento o no es, por extraño que parezca, un alivio, y de pronto se pone a pensar en la existencia de dos vampiros exactamente iguales en un sitio como este, además conoce a los vampiros y estos, estos no son más que una mala imitación de aquellas versiones muggles de los seres oscuros. ―Vamos, tiene que ser una broma-, apenas puede hablar, su respiración es agitada y su varita apunta con fiereza entre la maleza. Antes de que la criatura regrese puede escuchar un extraño zumbido desde lo más oscuro de aquella vegetación salvaje. Los anillos de amistad con las bestias y de plagas rápidamente se ponen en sus dedos. La presencia de la magia de esos artefactos es fasta, y Garry queda casi embelesado por ello. Sin embargo, el zumbido es más cercano y de no moverse rápido, la maza de un gorro rojo le hubiera alcanzado fácilmente. ―Deténganse ahí-, habla una vez repuesto de la agitación levantando la mano, donde lleva puesto el anillo de amistad con las bestias, en señal de alto contra las criaturillas. No titubea, ni siquiera en el instante en que se siente impresionado cuando incluso, los de más de ellos que van llegando le obedecen. Garry se mantiene firme, mostrándose calmado, a pesar de que siente que su corazón revienta en sus oídos y teme, que ellos le escuchen. Pero su cara dúra debe ser lo suficientemente convincente para cuando hace un último ademán, inclinando la cabeza en dirección al vampiro en el suelo, los gorros rojos, después de un grito terrible, se han lanzado contra él para darle con la maza sin piedad, y lo persiguen incluso cuando el vampiro comienza a retroceder. Exhala largamente, se siente terriblemente cansado y es que, Garry Ollivander, jamás ha sido un hombre fuerte en realidad, sin embargo, no encuentra el tiempo aún de dejarse vencer ahora. Así que volteando la mirada atrás, se da cuenta de que no tiene todavía una señal de Dennis, por lo que, sin pensárselo más, empuñando fuertemente la varita con la mano donde la mayoría de los anillos le protegen, se siente confiado en adentrarse más y más a aquel espeso y húmedo bosque. El camino a partir de ahí es casi simple, hasta que ha conseguido entender que los siguientes vampiros que acosan su camino deben tratarse de boggarts y aunque consiguen sacarle una fuerte impresión siempre que salen de los lugares menos esperados, es sencillo vencerlos. ― Riddíkulus -, menciona cada vez que uno de ellos lo perturba amenazando contra su integridad, aunque hay que recurrir al Salvaguardas Mágica cuando están más cerca. El montón de vampiros chimuelos que ha dejado como rastro es una señal de que ya tiene el paso. Uno de los tres ríos es lo único que lo separa del edificio. Cruzándolo, Ollivander tendría tan solo que caminar algunos metros para llegar hasta ahí. La corriente ahí no es muy fuerte, pero sabe que él solo no cuenta con la fuerza para ganarle, por lo que debe pensar en otro modo de cruzar sin meterse al agua. No usa más magia, con esfuerzo físico ha comenzado a escalar por un monte rocoso, una protuberancia en el suelo que encuentra cercana a la orilla de un rio. Después de analizarla un largo rato, Garry cree que ahí debió haber existido un puente, bueno, al menos eso explicaría la presencia de los gorros rojos en el sitio. ―Venga amigo, llévame lejos-, sobre su cuello solo el amuleto volador queda. El de curación, asi como los anillos y su varita, los lleva en el bolsillo de su pantalón que ha encantado con un “Capacious extremis”, bastante improvisado, que cuidará bien de sus cosas en el caso de terminar hundido. Tomando impulso para saltar lo más lejos que puede Garry no se lo piensa más antes de intentar cruzar el rio por una buena ves. Apenas es capaz de alcanzar la orilla del otro extremo, aferrándose casi con desesperación y aumentando la poca fuerza en sus músculos que tiene. Puede sentir como sus piernas remojadas están siendo arrastradas por la corriente, pero después de un insistente forcejeo consigue estar casi completamente fuera. Sin embargo, ha sido descuidado, y lo poco que ha quedado de sus pies es tirado con fuerza nuevamente al interior del rio por sabrá Merlín qué. Todo es muy rápido cuando rebusca entre sus ropas la varita, está completamente sumergido bajo el agua, forcejeando casi inconsciente cuando puede pensar una vez más “Salvaguarda Mágica” con la varita en mano en su último aliento bajo el agua. Cuando piensa en lo liviano que es al sentir el golpe de aire en el rostro, las energías parecieran regresarle al cuerpo, afortunadamente aun no esta tan lejos de la orilla y en un ruidoso respiro puede invocar. ― Incárserus-, gruñe con fuerza, pero en lugar de dejar ir todas las cuerdas, se aferra de un extremo de una de ellas dejando que el otro lo haga de un tronco anclado a la orilla. ― Confringo-, lanza por debajo del agua consiguiendo espantar a los grindylows que tenían pensado colgarse nuevamente a sus piernas, y le da también un fuerte impulso hacia afuera, suficiente para aferrarse a la orilla y arrastrase hasta llegar a un lugar seguro. Se siente aun agitado cuando consigue nuevamente ponerse de pie y caminar el resto del trayecto mientras se deshace del exceso de agua y coloca nuevamente los anillos en sus manos.
  25. ―Este lugar me gusta-, habla justo parado detrás de ella, distraído en unos mapas “originales” que exhiben en un aparador que apenas se sostiene por sí mismo. A pesar de que Dennis comenzó con un ritmo lento, para este local, después de tomar la pócima herbovitalizante fue difícil alcanzar su paso. Sorprendido de los efectos que tuvo la poción en ella, Garry cree que ninguna tiene el mismo efecto en él. Sin embargo, una vez dentro del local fue más difícil en dar con ella, sobre todo porque, no sabe si es por la hora o por el lugar, no hay muchos comensales ahí dentro. ―La primera vez que conocí a Hannity Jane fue en ese lugar-, sonríe apenas al vago recuerdo. Cuando tiene la atención de la muchacha hace un gesto complicado, como un intento de disculpa por distraerla, y es que, el sitio es tan increíblemente bueno que se entretiene fácilmente con toda esa mercancía, incluso recuerda haberse suscrito a un catálogo que le ofrecieron sobre artículos la última vez que visitó el sitio. ¡Pero cierto! No podía distraerse con eso ahora, menos a sabiendas de que Weasley y…el otro mago, andan por ahí haciendo de las suyas en el nombre del amor. Ya tanto tiempo trabajado en esta tarea Garry ha comenzado ya a tomárselo más enserio, pero Stormride Ghost Ship, uff, es un lugar increíble. ― Asfódelo-, menciona vagamente, tratando de hacer memoria de uno de los ingredientes que buscan. ― Eso era ¿no? -, asiente repetidamente mientras confirma de la muchacha lo dicho. ―Creo que mejor idea hubiera sido preguntar si buscamos el polvo de raíz o la planta completa-, menciona con cierta impaciencia. @@Dennis Delacour

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