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Hessenordwood Crouch

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Todo lo publicado por Hessenordwood Crouch

  1. ― ¡¿Ehhh?! Que increíble que estos lugares estén abiertos a tan altas horas de la noche-, la cabeza del muchacho se asomaba por las puertas acristaladas. Esta vez habla un poco más alto de lo usual, dejándose impresionar por la apariencia del lugar. No sabe si su repentina llegada tras de ella ha conseguido asustar a Dennis, que parece completamente concentrada en su tarea. ―Fue un buen intento, el de convocarlo, ¿Por qué no habrá funcionado? -, hay un tono en su voz casi monótono, como el que emplea con los alumnos del quinto curso en Hogwarts cuando da clase. ― ¿Será que no sabes bien lo que estamos buscando? -, es, usualmente tranquilo y con lentos pasos y la mirada distraída en su alrededor se abre camino hasta llegar junto a Dennis. Después de todos los inusuales hechos que han sucedido desde su visita pasiva en la madriguera hasta los últimos acontecimientos en el Coffe Artist, Garry Ollivander debe aceptar que se siente de mucho mejor humor a cuando apenas conseguía darse ánimos para entrar a ver una película muggle en compañía de otros aspirantes y miembros de la Orden del Fénix. Si verdaderamente la última de sus intenciones había sido convivir, no renegaba tampoco si la situación se daba. Asi que se siente realmente sorprendido de que, en todo el tiempo que ha tratado de integrarse en equipo, el extraño caso de los enamorados es el que lo ha llevado a conocer a un par de magos y brujas interesantes con quien puede trabajar. ―Ya he ayudado a Binny y Hann con lo demás, ellas son muy buenas en eso de…buscar y…-, explica a la muchacha su repentina llegada, ella no lo ha preguntado aún, pero cree que es lo justo. ―Pensé que tal vez podría venir-, se encoge de hombros. ― ¿Qué es lo que buscas, Dennise Delacour? -, pregunta sin más rodeos, realmente espera volver ya con todos los ingredientes al Coffe Artist, para entusiasmadamente, aceptar la propuesta de Rosemary Slughorn de dejarlo ayudar a preparar el brebaje, no lo parece en absoluto, pero realmente la idea le emociona de más. @@Dennis Delacour
  2. Yanna K. R. Smith Mansión del Sr y la Sra. Stapleton Smith rodó los ojos, ¿Pero que no Bel había sido la de la idea de comer? Yanna no hiso más caso y en cambio, quiere decirle a ella lo mismo, pero sobre su modo de siempre hablar, como si los demás estuvieran sordos o algo así, sin embargo, el puñado de comida en la boca le imposibilita hablar ante la queja de ella y del comer que tiene. Tks, tan ruidosa ella cuando habla, no entiende la calma de Ollivander después de pasar horas en su compañía. "¿Es que no puedes ser menos fisgona?", quiere decirle, pero solo puede gesticular muecas. El resto de lo que dice y hace Bel no tiene más su atención, y se está pensando seriamente en botarla del cuarto y dejarla en busca de la o el señor Stapleton, para que le den otra habitación o algunas sábanas para dormir en la oscura sala de planta baja. Si, eso estuviese bien. Lo piensa, pero antes de pasarse el bocado, la Evans ya ha ordenado sus maletas en los cajones. Ante eso Yanna solo da un resoplido antes de volver a su comida. “Grelliam”, corrige en su mente cuando ella habla, no sabe cómo o desde cuando se llama Garry, pero le sorprende que incluso él lleva puesto el mote como si renegara del otro. Yanna es naturalmente desconfiada, pero gusta de disimularlo, por lo que de todo lo que la esposa de Grelliam ha dicho hasta ahora, se cree menos de la mitad y su atención en ella es más vaga cuando la escucha decir: "insufribles reuniones sociales", automáticamente cree que no puede tomarla enserio, sin embargo, por alguna razón escucha lo que termina por decir. Sonríe largamente cuando ella termina con una pregunta para Smith, el macabro rostro que tiene la mirada sobre ella dice tantas cosas en el pronunciado silencio que se interpone entre ellas. Ella no lo dirá solo así porque Evans lo ha preguntado, no le dirá algo que no le ve importancia, no demasiada, pero que para la mujer pareciera que sí, no sin sacar provecho de esa aburrida manía de Bel por escarbar en los recuerdos del pasado. Por lo tanto, el precio de esa información, es alto. ―Si no estás dispuesta a pagar el precio que equivale esa información, será mejor que duermas ya-, Yanna se pone nuevamente de pie y se estira, mostrándose aún más alta de lo usual. Después de un largo bostezo patea su charola vacía al suelo y pisotea su cama como si la tratara de ablandar. ―Tira eso o el cuarto se apestará-, señala la charola aun con comida que era para Bel. ―Mañana saldremos temprano, asi que espero que no hagas ruido por la noche o terminarás ocupando un lugar entre el matrimonio Stapleton-, cuando Yanna se deja caer en su cama, hace un ruido de haber recordado algo y con un gesto de burla en el rostro busca a Evans. ―Por cierto, la gente aquí habla griego-, dice entre risas después de apagar la luz y conseguir una profunda oscuridad. Apenas las risas de Smith han cesado, y la muchacha ya se encuentra en un profundo sueño. ----- ― ¡Oye! ¡Evans!-, los gritos vienen desde afuera de la casa, es tan demasiado temprano que apenas el cielo quiere animarse a cambiar de color. Sin embargo, Yanna, a diferencia de sus días en la heredad en los que no se sabe a ciencia cierta a qué horas duerme y a qué hora despierta, ya tiene al menos una hora de pie, aunque la cama en su cuarto sigue siendo un relajo. ― ¡Leeevaaantaaateee holgazanaaa!-, ha comenzado a lanzar mazorcas de maíz hasta la ventana de su piso para conseguir una respuesta por parte de la sanadora. Abajo, Smith trae puesto un disfraz de granjero, un overol de mezclilla y una camisa de cuadros, arremangada por los brazos y un gigantesco sombrero de paja donde guarda todo su cabello dentro. De la mano, sigue lanzando maíz al cuarto de Evans hasta que el viejo hombre que ha llegado sobre un tractor le distrae en lo que parecen indicaciones de que deje de arrojar el maíz. En su otra mano, de una cuerda trae consigo una vaca grande. En realidad, esta poco segura de que la sanadora sigua durmiendo, pero igual pretende fastidiar incluso si ella se encuentra a mitad de su baño. ― ¡Iré a ordeñar esta vaca para el desayuno! -, su vos es demasiado áspera para gritar de aquel modo, cualquiera pudiera pensar que su garganta sangraría después de esto. ―Levántate a ayudar a la señora Stapleton! Y recuerda ¡No hables! -, es difícil decir lo último entre risas mientras la vaca ha comenzado a caminar arrastrando a Smith hasta otro lugar. @
  3. Bernadette Elfina doméstico Después de dejar a la rubia en compañía de la familia, la pequeña criatura aún se siente muy avergonzada por su comportamiento, por lo que prefiere volver a la cocina antes de volver a salir a donde los amos. No es que se esté quejando, no podría, esto es todo lo que ella siempre quiso, pero debe admitir que está siendo un “primer día como elfina doméstico normal” muy difícil. A pesar de eso no lo dirá siquiera, ¡no señor! Ella no dejará que el Ollivander ponga ese rostro silencioso de auto suficiencia cuando ha tenido razón en algo. Ya un poco más tranquila se concentra en lo que trabajaba, la comida para lo que ella emocionada piensa que sea un almuerzo familiar. Aunque al verlos ya, hace un gesto negando con la cabeza mientras piensa en que no habrá lugar en la mesa para Montpelier y Smith. No con esos modales, si de por sí ya encuentra desagradable tener que preparar el filete apenas curado solo para Garry. Exhala largamente antes de sonreír, las visitas en la casa de verdad que le ponen contenta. El chirrido de la estufa le recuerda entonces que el agua está lista para el té, aunque la verdad es que no sabe si las invitadas lo prefieran. No se preocupa, tiene preparado mucho más por si se da el caso y en cambio subiéndose a un banquillo alcanza una taza más del mismo juego que las otras sobre la bandeja y la agrega al conjunto. Está tan distraída contemplando su trabajo, que se siente sorprendida cuando se escucha que nuevamente hay alguien en la puerta de la casona. Inmediatamente, puede escuchar el crujido de la madera de los cuartos en planta alta, removiéndose ruidosamente, como si estuviesen nerviosos. ―Pero que ridículo-, dice la elfina mientras baja del banco de un saltito, por el modo en el que se han movido los cuartos debe tratarse de Yanna cargando otro animal muerto a la casa, pero ¿Cuántas veces le ha dicho ya a la mujer que debe entrar por la puerta de la cocina?, ¡cientos! Y Berni cree que ahora lo ha hecho por las visitas. ―Tan lucida la muchacha-, reniega antes de alcanzar el pomo de la puerta y abrir con un fuerte movimiento. Smith, a pesar de que ha dejado sus días de cámaras en el pasado, aun pareciera en constante insistencia por llamar la atención. Afortunadamente, Bernadette no soltó un puñado de maldiciones contra quien estuviera del otro lado de la puerta. Gracias a Merlín que no. Sin embargo, se encuentra demasiado sorprendida de encontrar de frente a ella una elfina casi tan joven como ella, aunque de rasgos más sencillos y pulcros. Bernadette le observó un largo rato y se ruborizó incluso por la venia de la otra criatura, torpemente apenas pudo responder con un gesto igual. Asomó entonces la cabeza al exterior, no parecía haber nadie más acompañando a la criatura, ¿había llegado sola? Quizá era una de las tantas criaturas que se escondía en los bosques de la heredad. Después de escucharla hablar, todo es un poco…menos confuso. Aunque solo lo es demasiado poco. ―La… ¿hija del amo? -, ella no reconoce el apodo a la primera, ya solo pocos le llaman de ese modo al joven brujo, aun asi no le lleva más tiempo saber que hablan de él. Sin embargo, Bernadette no se siente muy segura al respecto, por lo que insiste. ― ¿Estás segura? -, si, la criatura insistía en lo que decía y los nervios naturalmente reprimidos de Bernadette, comenzaban a invadirle de nuevo. ―E-e-el amo Ollivander ahora está algo ocupado, ¿le importaría a tu señora si voy yo? -, aun incrédula, la criatura cree que puede tratarse de algún engaño, algún ser extraviado en el bosque, con malas intenciones dispuesto a salir por las buenas o por las malas. ―Llévame con ella-, insistió Bernadette. @Ini-Herit
  4. Garry se había mantenido callado todo este tiempo, escuchando cuidadosamente la conversación entre Alessandra y el muchacho dueño del local, es un tanto complicado con los murmullos de las conversaciones cercanas y el ruido de los vasos y cubiertos chocando entre sí o sobre las mesas donde son servidos. El licántropo se ha comenzado a preguntar si realmente encontrarán algo en el sitio que significara tanto para la búsqueda de los ministeriales como los dueños del local. Lo que fuera supone que de encontrar algo, más de un comensal que encuentre como favorito el sitio podrían mal interpretar las intenciones de ellos. Entiende entonces sin problemas cuando el muchacho Kelian, le habla a Alessandra sobre ser cautelosos, y la idea de no llamar demasiado la atención queda grabada en su mente, “No será, si no hay que hacerlo”, piensa solo después de que la jefa del medimago ha garantizado al dueño del negocio que su presencia no causará estragos entre los clientes. Antes de comenzar la búsqueda de los artefactos oscuros, Garry piensa que no estaría de más recomendarle Alessandra ayudar al joven Karkarov a actualizar la información del negocio en los registros del local si lo necesita. Solo para empatizar. Sin embargo, ya habrá tiempo de mencionárselo en otra ocasión, pues están por aparecer en el sótano, “Bastante seguro, para no tener un hechizo anti-aparición activado”, piensa, primeramente, a no ser que exista y eso tampoco se mencione en los registros que ha hojeado momentos antes. No es que sea poco confiado, solo lo ha pensado por que sí. Adelantándose un paso, apenas hace un esfuerzo por mantener el agarre sobre el hombro del muchacho cuando la aparición se lleva acabo, en realidad no prefiere aparecer junto a las personas, aun si es él quien hace la aparición, por lo que mantiene cerrados los ojos en el proceso. Cuando los abre nuevamente, cuesta algo de trabajo adaptarse a la penumbra del sitio, no es totalmente oscuro, pero no tiene la misma iluminación que hay en el área de comensales. Apenas musita un lumus para por encima de Alessandra y él, levantar la varita e iluminar mejor hasta que las luces, si es que las hay, sean encendidas. ―Con que esto es-, hay un gesto difícil de interpretar en el rostro del licántropo, no es de disgusto, pero tampoco parece hacerlo muy feliz lo que difícilmente puede ver ahí. @ @
  5. El último de sus encantamientos no había dado respuesta alguna, por lo que imagina entonces que están lejos de quien los ha emboscado o que seguramente debe tratarse de algo no humano. ―Avis-, el puñado de avecillas retacó la boca de una de las panteras quien no tendría problema para devorarlas, pero al menos hacía el tiempo para lanzar una maldición que le dejaría varias heridas sangrantes en la piel. Sectusempra. Dejó entonces de lanzar encantamientos un segundo, pero la verdad era que las criaturas no daban brecha ni para recuperar el aliento. Se habían desecho de ya varios de ellos entre Dennise y él, y los que quedaban aún tenían las energías para traspasar las trabas que los magos les ponían. Si no fuera por lo que Dennise dice, apenas se da cuenta de lo cerca que están de la caída, el aire ahí corre con más fuerza que en el interior y por un momento Garry se siente confortado al respecto. Basta con desviar brevemente la mirada de sus atacantes para darle razón a Delacour, y lamentarse por no traer consigo el abrigo amañado con el encantamiento de expansión. Entonces, antes de que pueda decir algo cualquiera, escucha a la muchacha invocando su escoba, Ollivander se adelanta un par de pasos para hacer el tiempo necesario para ella, combatiendo a las fieras. Cuando voltea nuevamente a Dennise, ella ya está sobre su escoba, asiente cuidadosamente a punto de avanzar hacia ella, sin embargo, de entre los escombros ha salido una bestia más que no ha dudado en lanzarse contra la bruja haciéndola caer sin más de su escoba, una caída libre hacia el fondo del acantilado. “Ahh, pero que mal”, Garry se mordió la lengua un segundo, antes de lanzar un encantamiento más a la criatura y hacerla a un lado antes de dar un salto hacia atrás directo al vacío del escarpe. Mientras cae, es difícil ver el rastro de Denise, cree que la ha visto, pero del ultimo encantamiento algunas rocas y restos de la escoba de la muchacha ya caen a su alrededor. Se está esforzando por no invocar aun los poderes del amuleto volador hasta encontrarse con Dennise, pero el suelo se acerca vertiginosamente más a él y la idea de que quizá ella ya este en tierra firme lo inquieta un poco. Se apura nuevamente a guardar su varita en un bolso de su pantalón y puede escuchar el tintinar del resto de las joyas que carga consigo. El aterrizaje del mago es un poco más ruidoso de lo acostumbrado o de lo que hubiera preferido, quizá por haber esperado demasiado tiempo antes de invocar el poder del amuleto, aquel que de todos los artefactos de los libros de hechizos es el más utilizado por él, ya que lo ha sacado de apuros en las persecuciones o escapes en los casos de Baker. Hoy no era la excepción y aunque se ha revolcado un poco al caer, se encuentra sano y salvo. El anillo detector de enemigos es el próximo en ocupar un lugar en su mano, junto al de escucha puesto anteriormente. El brillo en él es tenue, aun asi Garry no evita la larga exhalación de cansancio, quien sabe, pero se siente un tanto mas tranquilo al merodear aquell paraje si trae consigo los talismanes. Un rápido vistazo a su alrededor le es suficiente para decir que se encuentra entre dos de los tres ríos, ¿tanto había avanzado a través de su caída?, quien sabe, pero entre su vista aérea recuerda haber distinguido lo que parecía ser una edificación humana grande, en medio de toda esa naturaleza salvaje. Trató de hacer un esfuerzo para saber si podía incluso desde ahí ver rastro alguno de aquella arquitectura, pero no tuvo mucho éxito, por lo que comenzar a caminar tratando de encontrar aquel sitio era una opción por ahora. ―Homenum Revelio-, volvía invocar el licántropo, con la pura intención de en esta ocasión encontrar a Dennise. No sabe cómo, pero espera que ella saliera ilesa de la caída.
  6. ― ¿Estás de broma? -, Smith se lanzó sobre las charolas de comida y basta con olfatear un poco antes de comerse un trozo grande de pan mientras despreciaba la fruta. ―Él no vendrá hasta mañana en la tarde si bien le va-, habla con la comida a medio masticar y forzándose a meter más en su boca. ―Además, él no come nada de esto…-, levanta la vista por lo alto para ojear el plato de Evans, quien sabe quizá pudiera cambiarle su tonta fruta por el guisado de ella. ―Ya deberías saberlo…-, se burla, esas bromas del matrimonio fallido de su hermano no saben tan bien sin la risilla de Nasha de fondo. En el poco rato que llevan ahí dentro, Yanna ya ha esculcado los cajones, revisado el cuarto de baño, abierto una ventana (que por cierto se soltó de una de las bisagras), se ha quitado parte de su disfraz de chofer, dejándose solo el pantalón y andando por ahí con una blusa blanca, sin zapatos e incluso el sombrero y el chongo sobre su cabeza ya no están, y el largo cabello se ondula con la briza nocturna que ha entrado por la ventana rota. En cuanto a la cama, por que ella ya ha escogido una, está hecha un caos, con parte del interior de su maleta sobre ella, el suelo y parte de lo que se ha desvestido hasta por encima de la mesa que separa las camas. Entonces Yanna está ahí, sentada sobre el suelo comiendo del plato que ha puesto sobre su cama. haciendo demasiado ruido mientras come, se ha puesto a pensar en lo de antes, en el comportamiento de Evans con la señora y en el que tiene ahora. No puede evitar querer contestar de un modo aún más desagradable a lo que ella hace o dice, pero teniendo en cuenta que compartirán algunos días en compañía, hasta ella prefiere mantenerla callada. Aun asi, algo de todo el balbuceo que ha soltado en planta baja encuentra inquietante. ―Por cierto, ¿Qué fue todo eso que dijiste ahí abajo? -, aun mastica, aunque ahora lo hace más lento, no mira a Bel cuando le habla, concentrada en su plato como si decidiera qué será lo siguiente en comer después del bocado en su boca. ― ¿Conociste a Ollivander cuando aún vivía? -, la última pregunta sale apenas, como no sabiendo formularla correctamente. Smith tiene un viejo recuerdo del hombre, solo eso a pesar de haber vivido tanto tiempo con ellos, ella no puede más que recordar la forma del hombre, ni el cómo era, o que hacía, o cual era su aroma. Nada, y algunas veces se pregunta si Grelliam puede hacerlo. A Yanna poco le importa en realidad lo que el hombre hiciera, según la versión de la historia que ella sabe, el hombre fue un tío listo, no precisamente ortodoxo, pero siempre supo lo que quería y buscó el camino para conseguirlo, para Yanna Smith, eso cuenta. @
  7. Garry M. Ollivander Ocupa un lugar del sofá de dos plazas solo después de que Hannity se sentara en la butaca individual que le quedaba de junto, dejándose hundir un momento abrasado por los cómodos y suaves cojines antes de acomodarse mejor y asi tener una vista más sencilla tanto de la invitada como del fuego en la chimenea que ya vibraba animosamente. El muchacho sintió de apoco que se contagiaba de esa misma energía, aunque su cuerpo aun parecía no querer ayudar. Un poco ido, escucha el relato de Hannity, aun así, le es fácil esbozar una larga sonrisa cuando escucha que, para llegar al círculo, la rubia no tuvo inconveniente alguno. “Pero que extraño”, piensa vagamente el muchacho, no recuerda de hace mucho tiempo, que la maleza viva de los alrededores fuera tan blanda con sus invitados, “La mejor de las intenciones debe ser”-, cree que debe tratarse de eso, aunque haciendo memoria, desde la llegada de Evans y Smith a la heredad, el comportamiento de la misma casa es distinto al de sus días de encierro. Entonces antes de que se lo piense, Hannity está siendo terriblemente amable con él, es sutil a diferencia de mss H o Bernadette que muestran el interés por su salud quizá demasiado ruidoso para su gusto, asi que agradece a ambas mujeres el trato, aunque no lo dice. ―Estoy bien-, musita tranquilo, haciendo un movimiento con la cabeza. ―Es solo el…-, está por contestar la pregunta de Hannity, cuando puede escuchar los veloces pasitos de Bernadette, la elfo doméstico, en dirección hacia ellos. La atención del mago se desvía completamente de la conversación, mientras se gira lo suficiente para ver por encima de su hombro, la teatral entrada de la criatura que agitada se esfuerza por hablar. ― ¿Qué pasa Bernadette? -, cuando habla repite el movimiento anterior de ver el recorrido de la criatura para ver si Yanna no ha metido otro animal salvaje a la casa que correteara a la elfina. Es difícil reconocer el gesto de la criaturilla rápidamente, una sonrisa torcida, balbuceos inentendibles y la agitación. ―La señora ha llegado, Garry-, dice entrecortadamente, y a la expresión confundida del rostro de Garry, ella responde con un resoplido. ―Pues la señora, ya sabes, ella acaba de llegar, tiene indicaciones también para llegar aquí, es rubia y alta y…-, poco a poco un rubor apenas perceptible se pinta en las mejillas de la elfina. ―…Y creo que debí preguntar el nombre ¿no es asi? -, hace un gesto de pena mientras observa como el Ollivander es blando nuevamente y sin expresión. ―Y no dejarla esperando en los pasillos de esta casa tampoco-, el muchacho inhala y exhala rápidamente, resignado a tener que levantarse de su cómodo lugar para ir en busca de la recién llegada, no muy convencido de lo que ha hecho la criatura, pero antes de que pueda siquiera intentarlo Bernadette insiste una vez más en intentarlo de nuevo antes de salir corriendo a buscar a Sokal. Con un gesto dudoso el muchacho se rasca la cabeza antes de cobrar compostura y volver a lo que estaban. ¿Habría algún día un invitado que llegase del modo más normal? No lo sabe, pero espera que no. ―Seguro te quedas a la cena ¿verdad, Hannity?-, divertido el mago preguntó. --- Bernadette Elfina doméstico. Después de escuchar a la rubia la elfina corrío al interior de la casa para al fin anunciar a alguien, trabajando para el joven amo ya hace mas de un año, la criatura se comenzaba a pensar que nunca cumpliría con los estándares de un elfo doméstico de su edad, aunque joven, Bernadette ya deseaba haber aprendido el triple de cosas que sabe hacer por ahora. Pero todo es culpa de ese lento de Garry que nunca le exige, además de sus hábitos extraños que Bernadette, de algún modo y otro, ya se ha acostumbrado a responder. Por lo que hacer estas cosas de pronto desubican a la criaturilla. Pasa un rato largo antes de que apenada, pero esforzándose por ocultarlo, vuelve con Samantha (a quien ha dejado afuera esperando) y repite la venia de cortesía que tuvo con ella desde un comienzo. No quiere parecer rara como el amo, pero cree que ya ha sido bastante extraño su comportamiento, de seguir asi ella podría terminar por convencer a Sokal de arrepentirse de entrar a la casa de Ollivander´s. Pero quien sabe, hay algo en la rubia que a Bernny le deja la sensación de que la mujer es difícil de intimidar con cosas como estas. ―Ahora la llevo con los señores-, habla un poco más bajo de lo normal y dando media vuelta con un ademán hace énfasis en lo que dice. ―Acompáñeme por aquí. El camino de la entrada hasta la sala donde se encuentran los señores, al menos para Bernadette, esta vez es corto, puede escuchar detrás de ella los pasos de la rubia alcanzarle, y los nervios nuevamente le invaden, ¿ahora es que debe pedirle la chaqueta para guardarle en el armario o invitarle él te? ¿Ellos tienen un armario? ―Señor Ollivander-, hasta ella se siente algo extraña al decirlo. ―Le buscan. @ @ @@Samantha Sokal
  8. ―Eso creo también-, habla a Dennis encontrando razón en lo que la muchacha le dice ahora. Nota, a diferencia de cuando la ha visto al llegar, que trae encima un par de amuletos que no usaba anteriormente. No es difícil saber de qué se trata, por lo que entiende, además de la agitación en la muchacha que ya se ha enfrentado también a algo como el mago. ― Y no creo que vengan por ellos-, Garry señaló los cadáveres de los pandas en el suelo, que han caído después de su pelea. Desde la distancia, ya se podía escuchar y ver como ambos magos estaban siendo acorralados por criaturas distintas, pandas, panteras, y más de esos lagartos. A su alrededor, escabulléndose entre la maleza debe haber por lo menos una docena de criaturas listas para atacarles. Con más fuerza, la varita hace un rechinido extraño y él se está preguntando entonces, como pueden enfrentárseles a cada criatura y salir de ahí. “El amuleto de curación” piensa inmediatamente, dará lucha por supuesto, pero después de ver el tamaño de aquellos pandas, cree que mejor será cargar con él. Con cautela busca entre sus bolcillos el amuleto, y lo enrosca entre su mano, sosteniendo el dije dentro de un puño antes de dar un paso al frente y lanzar el primer encantamiento, en contra de una de las panteras que ha comenzado el ataque contra ellos. ―Son demasiados-, habla tranquilo, aunque la verdad duda poder salir de aquí sin ningún rasguño. ―No me puedo aparecer en otro lugar, habrá que salir de aquí hasta encontrar un lugar más seguro-, en realidad no le molesta combatir, pero si algo o alguien es quien está provocando todo esto, Garry cree que terminará con ellos en poco tiempo. La pregunta que aún no lo deja tranquilo es, por que ellos. ―Incárcerus-, el primero de los hechizos del mago lo utiliza para hacer una barrera de llamas alrededor de ellos, piensa que, si lo consiguen, se encargarán de cuidar de eso después si hace falta. Tras eso ha conseguido hacer retroceder a las criaturas lo suficiente para lanzar otro encantamiento. ―Confringo-, se apura a lanzar el siguiente hechizo, tres o cuatro veces, en diferentes direcciones frente a la barrera, consiguiendo derribar un par de árboles más que caen sobre los animales. Apenas el rayo impacta en el último trozo de madera y una pantera que se ha escabullido lo alcanza a atacar por detrás haciendo un rasguño grande en la parte trasera de su rodilla, arrancándole un gruñido al mago y provocando que quedara sobre el suelo arrodillado. En el instante en el que Garry se gira para encarar a su atacante, la criatura esta por dar un segundo ataque antes de que él lo piense de nuevo, casi inconscientemente, “Salvaguarda Mágica” y no sufre ningún daño más, detrás de él la pantera desaparece tras traspasar el fuego. ―Mejor habrá que buscar al causante-, dice encontrándose a Dennis con la mirada. ―De lo contrario no saldremos de aquí nunca-, hace un gesto de estar soportando el ardor en su pierna, el agarre fuerte del amuleto de curación es casi inconsciente antes de ponerlo en su cuello y llevar las manos sobre la herida. De inmediato su herida comienza a sanar más pronto de lo que Garry hubiera visto en cualquier pócima o encantamiento que hubiera usado hasta ahora. El anillo de escucha ocupa rápidamente un lugar en la mano del mago al mismo tiempo que levanta su varita por lo alto y conjura un encantamiento más antes de seguir combatiendo a las criaturas. ― Homenum Revelio. @@Dennis Delacour
  9. ―No tienes por qué venir si estás ocupada-, habla refiriéndose a que Moody puede seguir con su compañía en lo que él hace su trabajo. Está distraído mientras rebusca entre los papeles que guarda en las carpetas bajo su brazo. ―Incluso tengo un permiso aquí por si te resistes a una inspección-, tiene que hacer un movimiento raro para poder hacer una copia del documento con la ayuda de su varita. ―Ten esto, te puede servir-, su gesto es serio, pero algo en él pareciera que le estuvieran indicando que algo no está bien con todo esto. ―Prometo no romper nada-, le sonríe largamente cuando se encoge de hombros. No tiene todavía una respuesta de Moody cuando puede escuchar la voz de una persona más, Athena, quien rapidamente se ha integrado y ha dejado claro cuáles son los motivos que la tienen en el mismo negocio. Garry asiente, agradecido de no tener que explicar todo desde el comienzo, no porque no quiera hacerlo realmente, pero aún le cuesta trabajo decirlo sin soltar de vez en cuando sus paranoias de conspiración. Se ha tenido que guardar para él y Dorothy, solo si está de humor para ello, las teorías que salen después de leer misivas como la que lo ha traído hasta aquí. Supone, rápidamente que Athena debe ser una curandera del C.C.U. Él no conoce a muchos de ellos, a decir verdad, Aless y Kass siempre dicen que ahí están, que puede contar con ellos, pero la verdad que no se lo había pensado antes, así que tiene una sensación de confort al saber que será compañero de ella en esta ocasión. ―Justo a tiempo, Athena-, habla con tranquilidad desviando la vista nuevamente hasta Knockturn. ― ¿Qué tan buena es usted con las mascotas? @ @@Athena Rouvás
  10. Yanna K. R. Smith Mansión del Sr y la Sra. Stapleton Yanna negó con la cabeza tras la pregunta sobre la comida, al mismo tiempo que hace el típico gesto de guardar silencio, con un largo dedo índice tocando apenas el final de su nariz. Los ojos de Smith parecían tener un extraño efecto de luz cuando se adentraban a la oscuridad, casi se podía decir que de ellos se emanaba un apenas perceptible brillo que incluso resaltaba su rostro moreno en la penumbra. Ella, de no ser por la fea sonrisa que por ahora esta aplacada, pudiera ser una representación de la belleza en la oscuridad. Con ella lleva cargando, con su mano libre, la maleta de Evans y de su hombro su propia bolsa de viaje, una clara señal de que al menos pasarán más de una noche ahí, espera que Bel entienda el porqué de eso, porque, aunque se lo ha querido sacar a Ollivander, ella aún sigue un tanto confundida al respecto. Sin embargo, es buena para disimularlo y con lentos pasos sus tacones hacen un ruido seco y sordo en el suelo de madera mientras se adentra en aquel viejo recibidor. Smith, aunque parece que sabe lo que hace, se mueve de manera como si sospechara de aquella oscuridad. ―Ahí-, levantando el mentón, le indica a Bel que debe observar el punto más oscuro de aquel pasillo frente a ellas, que a diferencia de la gran escalera que tienen de junto, pareciera como si esta se tratara de un agujero que se lo tragara todo. La sonrisa en la mujer vuelve poco a poco mostrando los filosos caninos antes de hacer un ruido parecido a un ladrido rasposo. ―Mi querida señora Stapleton-, teatralmente Yanna hizo una reverencia como si tuviese sombrero de copa. ―No hace falta tanta emoción de su parte.-, solto con una risa burlona. Del fondo del pasillo puede verse apenas, una luz tenue y vacilante que hace sombras deformes en los muros done se puede ver mejor el estampado del viejo tapiz descolorido, aunque bien cuidado. Cuando la lumbre de la vela revela el rostro esquelético de una silenciosa mujer mayor, Smith ha dejado de comportarse misteriosamente, y como si fuera su casa, deja caer al suelo las maletas antes de encaminarse hasta donde la anciana y dar un par de palmadas suaves sobre su espalda. ―Acabamos de llegar apenas, dejé el auto afuera. ¡¿Cree usted que el señor Stapleton pueda estacionarlo en el garaje?!-, había subido tres o cuatro peldaños de la escalera, vociferando en voz alta con la mano en forma de altavoz, como si quisiera que alguien le escuchara en planta alta. De un salto se planta nuevamente entre la mujer y Evans. ― ¿Hay algo de comer?! Estamos que morimos de hambre. -, decía la Smith, mientras tranquilamente hace un ademán a Bel para que siga ambas mujeres al interior de aquel pasillo oscuro. @
  11. Literalmente tanteó el terreno, una, dos veces fueron suficientes los toques con la punta de su pie, antes de comenzar a caminar alrededor de la escena, con sigilo, es cuidadoso cuando camina, haciendo movimientos suaves, pero que no parecen forzados, con tranquilidad. De reojo de tanto en tanto no aparta la vista del cuerpo de las criaturas que cuelgan por lo alto, pendiendo desde el cuello, y apenas oscilando. A Garry el movimiento le marea. Cuando llega al fin hasta del viejo árbol de donde cuelgan las criaturas, en canclillas, se inclina lo suficiente para inspeccionar un poco mejor la raíz de majestuoso espécimen, arruinado por la desconsideración de algunos. Puede, desde ahí, ver mejor, la especie, y los daños que lleva a quienes no han tenido cuidado con él al montar la trampa. El muchacho niega apenas, antes de seguir el rastro tallado bruscamente en el tronco. Con la piel verdusca, fresca, que sobresale, puede darse una idea de cuantos fueron y hace cuánto tiempo. ―No tengo idea-, habla bajo, como si fuera solo con él y la pregunta que ha contestado de Denis no fuera más importante que lidiar el peso de los animales muertos entre las ramas. Poniéndose de pie se ha llevado las manos a los bolsillos, de pronto siente mucha incomodidad, levanta la vista por lo alto, buscando algo más, sin embargo, lo que se encuentra al bajar la vista nuevamente, lo sorprende de más. Sus ojos de colores distintos se encontraron con un caimán de tamaño casi desmesurado, ¿Cómo no haberlo visto o escuchado antes? Garry sintió su cuerpo helar cuando la criatura se movió en su dirección. ―Oh. Permanecido inmóvil por un largo segundo, preguntándose por Dennis y el otro mago, que absorto en su inspección no se había dado cuenta de que algunos de los presentes no estaban más cerca, ¿también veían lo que él? La criatura hizo un extraño ruido, como el de un gruñido y Garry se estremeció nuevamente, pero sin hacer aun un movimiento brusco. Era consciente de que debía actuar rápido o la criatura lo haría pedazos. El aire era tenso, respirar difícil, pero el muchacho es lo suficientemente sutil entonces para mover sus dedos dentro de sus ropas, tintineando, desvían su atención, los tres añillos con los que había estado experimentando en el laboratorio del C.C.U., recordándole el libro de la fortaleza. Sin embargo, duda. Ha estado intentando sacar algo de magia de estos libros desde que se hiso de él, sin ningún éxito hasta ahora, habiéndose dado por vencido. “Es esa una magia muy complicada, se paciente”, había dicho el señor Gryffindor, por lo que resignado Garry habría tenido que esperar hasta que fuera necesario. No sabiendo que se trata de una prueba o lo que fuera, él cree que alguno de los hechizos de aquel libro hoy le sería de ayuda, -“Orbis Bestiarum”-, invoca en sus pensamientos, aquel otro poder memorizado del libro de aprendiz de brujo, pero no sucede nada, entendiendo entonces que esta no puede ser una criatura ordinaria. El corazón de Garry retumba en sus oídos cuando la criatura furiosa se lanza en su contra. ÉL jamás ha visto a un caimán en persona, hasta ahora, asi que se sorprende de más con la velocidad con la que se desplaza sobre él. ”Salvaguarda Mágica”-, el pensamiento retumba en su cabeza, esperando tener suerte esta vez, al mismo tiempo que retrocediendo lo más rápido que puede, lejos de la criatura, pero sin darle la espalda, ha rebuscado entre sus ropas, la varita de pino salado y apunta al hocico del animal que no está más que a unos cuantos centímetros de distancia. ―Incárcerus-, gruñe, y las tres gruesas cuerdas se amarran con fuerza alrededor del hocico del animal, atrapándolo fuertemente. Sin embargo, la trayectoria del animal aun va en contra del muchacho, en un intento de hacerle daño de algún modo u otro. Retrocediendo aún sobre sus pies, no se fija que está siendo acorralado a una velocidad alarmante. Desesperada aun por no poder atacar con sus dientes, la criatura hace un esfuerzo más por atraparlo. Tras la embestida del animal, Garry ha tropezado, cayendo hacia atrás, percatándose de que su cuerpo ha atravesado un árbol grande. Por otro lado, el lagarto se ha estrellado con tal fuerza que ha fracturado el tronco. Los ruidos de la madera crujiendo no son una buena señal, y rodando por el suelo Ollivander se aleja lo suficiente para no ser arrastrado por el caos que termina por aplastar a una atarantada criatura por el golpe. ― Maldición-, se queja entre dientes, aun sintiendo que su corazón saldría por su boca. Respirar cuesta y antes de ponerse nuevamente de pie, se limpia el poco sudor que ha perlado su frente. La criatura yace sobre los escombros, aun la puede escuchar gimiendo adolorida, pero él no hace caso. En los bolsillos de su pantalón, uno de los amuletos ha comenzado a brillar. El anillo detector de enemigos. Y de pronto cree que lo entiende todo. Empuñando fuertemente su varita, pasa de largo de donde se encuentra el cuerpo del lagarto y se encamina, esta vez no se dejará sorprender. ― ¿Dennis?-, habla entre una errática exhalación. @@Dennis Delacour
  12. Yanna K. R. Smith Recorre hábilmente a una velocidad alarmante por entre la hierba de los primeros metros que rodean el círculo, debe encontrar al fantasma de Geraint, eso ha dicho Grell y debe volver con la ubicación de donde merodea, es divertido en realidad, casar fantasmas, eso ha ameritado que la muchacha vista un traje como el de la película muggle “the ghostbuster”, algo que tenía olvidado por ahí entre las cosas de su desordenado cuarto en la casona. Los motivos de Yanna siempre han sido inciertos, con una mirada brillantemente maliciosa y esa mueca que forma una sonrisa en su rostro todo el tiempo, es difícil saber qué es lo que por su mente pasa, sus intenciones al actuar son más dudosas aún. Ella actúa como si realmente nada importara, pero al mismo tiempo, en algunas ocasiones, es aparentemente astuta, Yanna Smith no hará nada sin tener algo a cambio, pero como buena Smith, es discreta casi por naturaleza, disfrazada de “acciones espontaneas”. Sin problemas, Yanna ha trepado hasta lo alto de un árbol, tiene maña y el esbelto cuerpo se cuelga fácilmente desde uno de los brazos, terminando de cabeza y enfocando su vista hasta lo profundo del bosque. Ella no le tiene miedo ciertamente, pero no tiene antojo de adentrarse tanto, además, Grelliam ha sido claro, el fantasma de Geraint deberá merodear las partes más habitadas de la heredad, pero sin cruzar la línea del círculo. Después de un rato, los brillantes ambarinos brillan jubilosos al detectar algo muy cercano a las raíces de támica y las tentáculas venenosas. Es torpe, quizá por la impaciencia, cuando trata de bajar de donde esta y termina cayendo, haciendo más ruido del que le hubiera gustado. Rápidamente Yanna se recupera, es una chica fuerte y a pasado por peores cosas que esta, asi que después de un largo vistazo a su alrededor, para reorientarse, comienza su nueva cacería, dejando de lado el encargo de Ollivander, se escabulle por entre las ramas más bajas del bosque. Con un sigilo que podría sorprender a cualquiera, Yanna está a tan solo un par de metros de distancia de donde Montpellier y la otra mujer de la cual es demasiado tarde para saber su nombre. Ella solo llega para escuchar que la mujer no puede encontrar el camino, Yanna sonríe tontamente y solo puede pensar en “est****o Ollivander” antes de continuar escuchando la conversación. Al final de cuentas no se trata más que de una pariente de Evans o alguien cercano, aunque le desconcierta la referencia que la mujer a empleado para decirlo. ―Usted no encuentra el camino por que quizá no quiere llegar, señora…-, desvía la mirada hacia la boca soplona de Nasha, titubeando aquella galantería con la que ha salido de entre los arbustos rompiendo todo aquel teatral misticismo que pudo llegar a tener. ―Lenteric, eso o no sabe que es lo que hace aquí-, vuelve a su escena después de haber leído de los labios de su compañera, el nombre de la mujer. ―Cualquiera hubiera sabido, que no se debe cruzar la valla de alambre y espinas si no se sabe por dónde va…-, Yanna sonríe. De cerca, la mujer es mucho más pequeña de lo que conseguía distinguir, o ¿era Yanna muy alta? No lo piensa más, los filosos ojos pasan sin escrúpulo ni decencia sobre Kutsy, encontrándola como inusual, aunque Yanna, de todo lo que ha visto en ella, lo que más ha removido es que hay algo que resulta conocido. Pero Smith es de cabeza dura, y negando con un gesto de disgusto feo en el rostro aquel pensamiento se desaparece. ―Podríamos guiarte claro-, las caderas hacen un movimiento lento cuando se desplaza con esas pesadas botas y a pesar del feo overol que lleva puesto, la figura de la mujer resalta. Se ha cruzado de brazos y los ha colgado sobre la cabeza de Nacha, ella tiene que inclinarse bastantes centímetros para conseguirlo y su delineado mentón se recarga con pereza sobre sus antebrazos, gestos inconscientes que los hermanos Ollivander comparten. ―Pero habrá un costo-, sonríe largamente en una línea delgada que resalta sus pómulos y entrecierra los ojos como un animal a punto de atrapar a su presa. Yanna sabe, que pueden intentar guiar a la mujer aquella, lo sabe tanto como el que si ella, Leyla Kutsy, no está segura de a dónde va podría perderlas a todas, "…solo aquel que tenga clara su intención puede llegar a su destino…", porque esa es la trampa de los Ollivander, es parte de la maldición, del encierro permanente. @ @@Kutsy Stroud Lenteric
  13. Garry M. Ollivander ―Los caminos torcidos no siempre son…necesariamente malos, Bel Evans-, habla en el mismo tono en el que lo ha hecho Bel, salvo por que su voz no se escucha como un susurro si no como una nota grave cómplice. Por otro lado, el resto de la oración de Evans no consigue perturbarlo, “el hablamos después” sabe que es posible que nunca llegue, no porque no quiera hacerlo, realmente está en sus planes, pero hay algo en el mago que lo ha hecho incierto cuando dé explicaciones se trata. ―Otro día será-, musita aquello último como si hablara solo consigo. En lo que avanzan por el largo pasillo, el recuerdo de aquella última conversación con los fantasmas antes de terminar con el hechizo pasa por su mente y lo deja vagando por un breve segundo y la última de las expresiones de los espectros tras aquella frase unísona que lanzaban contra el mago le provoca un estremecimiento, uno que, en su momento, quizá por el esfuerzo, no había sentido hasta entonces. Inhala largamente con la misma calma de siempre y hace apenas un perceptible gesto simulado rápidamente con una media sonrisa, distraído en Hann que camina algunos pasos por delante de ellos. De pronto aquel momento le sienta mucho mejor que la pócima herbovitalizante que ha ingerido casi ya una hora antes, aun siente alrededor de sus brazos, el gesto dulce que Hannity tiene siempre para él, y aunque el saber que Moody sigue aún inconsciente le preocupa, no hace mucho más esfuerzo, después de todo, Bel ha dicho que se repondrá, por lo que ahora solo se concentra en la conversación que ha surgido sobre su vestir tras la pregunta de Hannity. Por supuesto que no dice mucho tras la versión de Evans de quien es Bernny, después de todo, aunque no quiere admitirlo, algo llevan de razón sus palabras, sobre todo esa última parte de haber escogido la ropa del mago, aunque bien él también pudo haber acertado. ― ¿Paciencia de Santa? -, el comentario es divertido, Bernadette es para su corta edad, de entre todas sus “institutrices”, la única a la que Garry se lo piensa dos veces antes de protestar. Pensándolo bien, no sería mala idea mandar a Bernny a cuidar de Yanna y su amiga un tiempo. El fuerte ruido proveniente del exterior ha conseguido distraerlos de su objetivo, por un segundo Garry se lamenta, realmente quiere llegar a acomodarse ya sobre uno de esos cómodos sofás de la sala principal, él pensaba encender unas brasas leves en la chimenea, no hace frio realmente, pero se le antoja estar más tibio y por supuesto, quiere escuchar la aventura de Hannity y cómo es que ha conseguido llegar hasta la casona, cruzando el bosque que rodea el círculo. ―Ah…-, no hace mucho esfuerzo por disimular su interés, sinceramente él cree que no podría parecer impresionado, aunque lo quisiera, así que continúa su camino con pasos inciertos hasta la sala, quien fuera, de ser importante, no tardaría en presentarse frente a ellos. ―No tengo ni idea-, habla con ese tono de voz suave, pero que es seguro. @ @
  14. Bernadette Elfio doméstico La criatura bajó del ático con mucha más calma con la que había conseguido subir, no era como si Ollivander le hubiera pedido enviarla con prontitud, aun asi la elfina se había tomado la tarea de cumplir la instrucción lo más pronto posible, quizá para bajar con tiempo e ir en busca del joven, porque sabe bien que no ha salido sano de ese cuarto, y Bernadette detesta cuando el licántropo no sabe reconocer sus límites. Cuando Bernadette baja el último peldaño de las escaleras, se pregunta entonces si algo tiene que ver el espectro que ahora merodea frente a ella. No lo piensa mucho más, no sabe realmente si es porque se ha cansado de preguntar, o por que de verdad nada en ese sitio comienza a sorprenderle. Que gracioso resultaba ese pensamiento. Mientras se alisa su vestido y repara sus artículos, la criatura ha llegado hasta el cuarto de Garry, y ella agradece mentalmente que el muchacho no decidiera cambiarlo de lugar para escondérseles. Antes de entrar llama un par de veces, no obtiene una respuesta clara, solo el ruido del candado deslizándose dentro del pomo para saber que puede entrar. ―El mensaje ha sido enviado, señor-, habla tratando de encontrar en la oscuridad el cuerpo del mago, y es solo hasta que lo encuentra sentado en la orilla de su desordenada cama que se anima a encender un par de luces más y caminar hasta él. ― ¡Wolfgang ha salido disparado! será cuestión de tiempo para que llegue hasta su destino-, Bernadette suelta aquello con aire orgulloso por el desempeño del cárabo. Ella, en cambio, no tiene mucha respuesta del mago más allá de un “es importante” apenas audible, la mirada del mago esta algo ida, pero ella ya se ha acostumbrado al silencio del amo, y de algún modo u otro a la elfina le resulta de pronto algo reconfortante, solo estar ahí y escucharlo respirar. Bernadette asiente animosamente, y sin pensárselo más busca del ropero un par de cambios que al mago pudieran animar. Y lo consigue fácilmente cuando le muestra la camisa de vestir blanca con botones de rosas en un tono azul verdoso que hará juego con el traje casual de tres piezas color gris claro y sus zapatos cafés, ese atuendo que lo hace verse un poco más pálido, pero bastante sano al mismo tiempo, a Bernny le gusta ver como la ropa que viste Ollivander tiene tanta influencia en su apariencia. Garry apenas ha alzado las cejas como respuesta, pero entre los pocos gestos de Ollivander, ella sabe que lo ha convencido. Antes de dejar solo al mago nuevamente en su habitación, Garry le ha puesto al tanto, vagamente, como siempre lo hace, pero es lo suficiente para que ella entienda que, después de tanto, tienen al fin visitas en la casona de la heredad, a ella le contenta demasiado, quizá más que a los amos, quien sabe, pero entonces se da cuenta de que no sabe que hacer al respecto, asi que después de meditarlo un largo rato, corre hasta la cocina, si, Mss H. le ha enseñado una buena cocina y aunque ella no cocina para nadie más que para ella y de vez en cuando la señora Evans, cree que ha conseguido tener un buen sazón propio. ----- Unas horas más tarde, debe volver a su habitación para verse mejor para las visitas, si, asi que no duda más en correr nuevamente escaleras arriba hasta el pequeño cuartito que ha escogido ella para vivir con su amo en este sitio, o como posiblemente todos, el cuarto que la casa ha escogido para ella. Bernadette bufa ante la caprichosa choza, ¿Por qué Ollivander insiste en decir que no es él quien la ha hechizado? Aquella arquitectura es igual de mañosa que el joven Garry. Antes de llegar al primer descanso, es el ruido de un fuerte motor lo que sacude las grandes orejas de la elfo, con curiosidad, se asoma por el espacio entre el pasamanos de la escalera, y ha visto como un rayo, una luz brillante aterrizar en el patio trasero de la casa. ―Buen día mi señora-, Bernadette hace una venía muy marcada de cortesía cuando llega hasta la recién llegada, ella no es tímida y sin embargo a la rubia frente a ella le ve con cierto asombro, quizá desconfianza. ― ¿Se ha usted perdido? -, no puede evitar pensar que es solo una viajera, asi es como la gente llega normalmente, pero, por los cuentos que Garry le ha dicho, los viajeros deben perderse en el bosque, como siempre, por lo que seguramente ella debe tener una indicación de cómo llegar hasta la heredad de Ollivander sin problemas. ― ¡Debe ser un familiar!-, de pronto los grandes ojos de Bernny se inundan de lágrimas que no se escapan de sus ojos, ni siquiera cuando la criatura da saltitos de felicidad hasta la mujer. @@Samantha Sokal
  15. ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: V Fecha: 2018-07-17 Criatura: Clabbert Puntos: 20P Precio: 1000G Criatura: Diricawl Puntos: 20P Precio: 1000G Total de puntos: 40P Total de Galeones: 2000G
  16. ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2018-07-17 Poción: Cerebro de mermelada Puntos: 20P Precio: 1000G Poción: Pócima para dormir Puntos: 20P Precio: 1000G Total de puntos: 40P Total de Galeones: 2000G
  17. ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2018-07-17 Objeto: Mantel "cómeme" Puntos: 10P Precio: 500G Objeto: Nimbus 3000 Puntos: 20P Precio: 1000G Total de puntos: 30P Total de Galeones: 1500G
  18. Grelliam es demasiado tranquilo incluso cuando parpadea, cuando respira apenas se mueve y pareciera congelado en el tiempo, observando con brillantes ojos (lo único que pareciera estar vivo en él ahora), la parte más alta de la mansión. Ahí afuera, esperando con el resto del equipo, no hace realmente frio y el muchacho no ha sacado para nada las manos de los bolsillos, casi ni siquiera pareciera listo para actuar cuando el momento llegue. ― ¿Usted cree que lo sea? Una broma -, no puede evitar sonreír divertido, el modo en el que el otro hombre se ha tomado la situación, Garry ahora no puede saber en realidad si aquello le preocupa realmente o no. Deja que el humo del cigarrillo de Djvash penetre hasta los pulmones, es delicioso, aunque lo es más el sonido que hace el tabaco al calcinarse, y solo convierten al taciturno mago en un adicto más. ―Quizá lo es, pero lo de ellos no parece ser actuado… algo de verdad debe haber-, por supuesto que habla de las víctimas en todo esto. No dice más a Asturias, pensando en que ha sido demasiado trivial con el hombre. La verdad es que ha estado pensando en que ambos magos, Djvash y él, han estado en la misma frecuencia desde el instante mismo al entrar a la madriguera, por lo que cree que no es necesario hacerle saber lo que cree que se trata toda esta inusual situación. Garry no miente cuando dice que, parte del convencimiento para llegar hasta la mansión Gryffindor, tiene que ver con la presencia de su querida Hannity en la madriguera, con Evans; aquella chica que ha pedido ayuda para encontrar a Kassandra, y claro…la curiosidad por saber en cómo termina esto, aun si él no es parte de la solución. Asi que está ahí entonces, escuchando de pronto a Evans con un tema más casual, y que quizá destensa un poco. ―Oh, es verdad-, por fin el licántropo tiene un gesto un poco más humano y aunque es torpe cuando extiende la mano a la mujer, sus palabras son certeras. ―Garry Ollivander, mi señora, un gusto-, es sincero con su cortesía, a pesar de la rivalidad casi nata que hay con la familia de su esposa. ―A decir verdad, creo que ya nos conocíamos, en algún evento tal vez…-, es despistado cuando terminan las formalidades, a él no le gustan mucho y aun así no las puede evitar. ―Al igual que al señor Asturias-, ladea la cabeza mostrándose divertido, en realidad no conoce a ninguno de los acompañantes. Es solo el escándalo proveniente de las afueras de la mansión de los Gryffindor que interrumpe las cordialidades entre el grupo de magos que espera aun afuera alguna señal de Weasley. Era eso o la repentina nevada a la que Ollivander no puede evitar, por primera vez en un largo rato, hacer un gesto fuerte de disgusto cuando los primeros copos helados caen sobre su rostro. Garry se sacude, pero no importa, la nieve pronto es más que ellos. ― Debe ser el primero de dos que ha salido disparado de la madriguera…-, explica vagamente a Evans, quien se ha preocupado repentinamente por que el mago enamorado permanezca sobre su escoba. ― ¿Crees conveniente seguirlo? -, pregunta sin verdadera malicie, quizá con algo de incredulidad. Él no entiende muy bien aún la dinámica esta de perseguir enamorados de un sitio a otro, es decir, ni siquiera piensa que se trate de genuino amor, y cree que bastará quizá un par de horas para que ambos magos víctimas de esta mala broma se den cuenta de que sus “amantes”, “almas gemelas” o como sea que se diga, tengan años de fallecidos. Quién sabe, quizá buscarlos en algún bar, ahogándose las penas, sea lo óptimo. Sin embargo, reconoce rápidamente que Binny Evans tiene un buen punto, porque Garry no quiere pasar por un segundo invierno en tan poco tiempo. ― Bien entonces, vamos, ¿Hann?-, la chica ha estado en silencio todo este tiempo, pero no duda de ella, y en cambio comparte una mirada más con el otro hombre, es breve antes de desviarla hasta la mansión nuevamente. ―Asturias podría quedarse aquí con ella-, ladea la cabeza refiriéndose esta vez a la otra chica, Beryl. ― Evans, Hannity y yo, iremos al café ¿eso está bien? Si se necesitan refuerzos…-, recuerda lo malo que es él para invocar un patronus, sin embargo, confía en que sus compañeras no tengan el mismo problema. ―Bueno ya saben…-, es descuidado al hablar y su mirada está perdida en el camino que los lleva a Ottery, y el rastro helado que el enamorado ha dejado en el camino. @@Binny Evans @@djvash Asturias @@Beryl Serenity Hawthorne @
  19. El nombre de Yanna en la boca de él y la voz de Evans, le dejan un sabor amargo en la lengua, como una agrura mal pasada, él no entiende, hasta ahora, cuáles son las intenciones de Yanna, si es verdad que poco se interesa por la gente, fastidiar es solo un pasatiempo, por lo que un buen comportamiento, uno que pueda conocerse como simpático, a Ollivander le resulta horrores tener que entender. Hoy no es la diferencia, por lo que su pensamiento más rápido recae en que, más que ayudar a Evans a vestirse, lo ha hecho con la pura intención de cargar al mago en esta ocasión. A Yanna no le importa la víctima, la ha visto molestar incluso a esa pequeña bruja suya que se dice su amante, y aunque es la única capaz de reprenderle debidamente, Yanna se da por satisfecha si la cosa ha cumplido su objetivo, fastidiar. Garry negaba apenas con la mirada fija en el atuendo, está a punto de decirle que Smith no sabe absolutamente nada de moda, es buena confeccionando si, pero los disfraces son su especialidad, por supuesto que no confía en que el atuendo sea de etiqueta, Garry lo detesta tanto como verse girando sobre sí mismo y hace una nota mental de no hacerlo en un futuro. No lo entiende de verdad, el por qué le divierte tanto a Evans estar en el cuerpo de él, ciertamente lo encuentra un gesto de suma curiosidad, sin embargo, esta casi convencido que él no podría pasar tantas horas en el cuerpo de otra persona, y es que quiere decir que, a pesar de su cualidad, su cuerpo, el humano, realmente nunca se ha sentido suyo por completo, es algo más como un recipiente que lo lleva, junto a Grell, junto a toda esa magia oscura que lleva consigo. ―Y él, Barty Jr., era un oscuro Bel Evans-, murmuró entre dientes aun algo distraído, mal impuesto a no tener que agachar su vista tras pronunciar el nombre de ella, y observándole como, a pesar de ser él mismo, no le reconociera. Bel en ese cuerpo es tan ajena de pronto. ―Aunque ya casi eres una también-, por supuesto que hacía mención a su travesura de ser él. Se siente casi asustado cuando la ve reírse de aquel modo, quizá porque lo que Yanna le ha dicho todo este tiempo es malditamente real, Grelliam tiene un porte muy similar al de su padre, aun teniendo los gestos y expresiones de Bel Evans, es como verlo en vida, quizá en su juventud y a Garry eso solo consigue ponerle más nervioso. Aunque con su habitual calma lo disimule muy bien, sabe que es cuestión de tiempo, y de por qué ahora los sentidos de Bel son algo más agudos, que ella no tardará en darse cuenta. ―La verdad es que no conozco el sitio-, habla con calma y por primera vez en un largo rato pasa la vista por el local, apenas puede distinguir, pues algunas luces lastiman al ver, es por eso quizá que había optado todo este tiempo por quedarse a beber en la barra. ―Un lugar como este es malo para ponerse melancólico ¿ah?-, casi con recelo observa a Luxure bailando en la pista con aquel otro mago, ¿Quién podría ser? ¿lo conocerá? No lo ha pensado antes y ahora resulta una pregunta acalorada. Lo siguiente que habla Bel casi sale de su boca con impaciencia, y al muchacho lo turba apenas, ¿De que está hablando ahora? ¿Cuál jovencito? Garry hace una mueca tras entender mejor el tema de comer chocolate y helado y automáticamente abrasa su estómago, como si sus cuerpos, fuera de parecerse, estuvieran también conectados. ―Olvídale Bel-, habla apenas, la música es alta, pero aun asi él no tiene que esforzarse por alzar la voz para que ella le escuche, no a la distancia en la que se encuentran. ―Si percibes algo es una mala señal…-, habla, quizá ha sido demasiado descuidado al decirlo por qué no, solo resulta una mala señal si es Grelliam quien lo ha detectado, ¿ella será? ¿ella habría mutado eso también? Imposible, él casi cree que es más íntimo su vínculo con la criatura, y quizá solo a través de la legeremancia… ―Volvamos a casa, seguro puedes ir a nadar al estanque, eso se siente bien…-, no es consiente de sí tener el mismo cuerpo hace que se sienta igual, no parece serlo, pero aconseja. Con cuidado se las ingenia para pasar por un lado de Garry… de Bel quiere decir, tiene que ir a pagar a la barra lo que ha consumido, despedirse de aquella linda chica, quizá será coqueto con ella cuando lo haga, ?porque?, quien sabe, cree que es lo justo, solo después de eso, se auto coronará como el perdedor de la competición y después de un ademan se despedirá de Lady, ya tendrá tiempo de platicar con la mujer después. ―No te escabullas…-, solo es capaz de decir entre dientes, observándose a sí mismo por en sima de su hombro antes de caminar de regreso. @
  20. Se quejó. Realmente lo hizo por primera vez desde que ha entrado al negocio de Luxure, y no es por quizá encontrarse consigo mismo en aquel bar, tampoco por como la astucia de Bel ha conseguido más muestras de sí mismo para continuar jugando con aquella poción multijugos, robándole la apariencia, que lejos de parecerle entretenido, a Garry abruma de manera vulgar y vergonzosa. No, nada de eso era lo que realmente lo ponía de mal gesto, era el hecho de saber cómo es que Evans, en las horas que lleva siendo él, ha conseguido un dominio total de su cuerpo, al punto de conseguir tironearlo fácilmente hasta el rincón más oscuro de aquel excitante sitio, mostrándole una fuerza de la que él está seguro viene quizá del apellido y no del hombre. ―Podrías solo haberlo pedido-, musita distraídamente. Garry se sobaba el brazo del cual Bel, la verdadera, ya ha dejado una marca, justo ahí donde su pequeña mano parece encajar a la perfección, y consigue jalonearlo en el momento justo cuando ha dicho o hecho alguna barbaridad, para reprenderlo o simplemente para tirar de él en el momento más correcto y salvar su, aparentemente, vulnerable pellejo. Aunque esta vez sus intenciones son diferentes, debe ser lo grande que ahora resulta su mano sobre si, que lo ha mallugado de más esta vez. ― ¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué es esa ropa que llevas puesta? -, Ollivander hace un gesto de disgusto tras otro, no sabe realmente que es lo que le descoloca más, y lo único de lo que es consciente es de la voz ebria de Evans saliendo de su propia boca. Es casi gracioso a no ser porque realmente la situación le incomoda. ― ¿Has estado asi todo el día? -, soltó, increíblemente tranquilo, como si fuera un pecado para él perder la calma. @
  21. Bernadette Las pequeñas patitas viajando a una velocidad alarmante recorrieron hábilmente los pasillos escurridizos de la casona de Ollivander hasta llegar al ático, ¿Por qué todo lo que rodeaba al amo tenía que ser tan elaborado? Alguien tendría que compadecerse de ella y la señora Evans por tener que soportar al inusual mago, ni siquiera podrá llegar a ser una elfina adulta con esta vida tan agitada y llena de estrés. La elfina descansó sobre sus rodillas una vez que alcanzara el último de los pisos de la casa respirando con dificultad y resignación, ella no podía culpar a nadie, ella había decidido quedarse. ― ¿Wolfgang?-, llamó entre la calma del sitio, que solo permanecía iluminado con las luz dorada del tragaluz y los vanos laterales de ventilación, aquel era un sitio muy tranquilo, a Bernadette le gustaba pasar ratos ahí para escaparse del desastre que era Ollivander, asi que se mueve experta por el lugar en busca del cárabo. ―Ven lindo, necesito un favor…-, de entre los perfiles más altos una gran ave se dejaba caer en picada, soltando algunas plumas en su camino. ―Venga, no tienes por qué ser tan dramático-, se quejó la elfina mientras se quitaba algunas de las plumas que habían caído sobre su vestido. Rápidamente se acercó a la criatura que ahora posaba majestuosa sobre el marco de una de las ventanas, con aquel plumaje castaño claro como madera bien cuidada y brillantes y grandes ojos oscuros, del modo más petulante, el cárabo dejaba que la elfina le acariciara antes de entregarle la carta que tomó con el pico con mucha calma. ―Garry dice que tu sabrás para quien es…-, Bernadette hizo un mal gesto, y dejó ir a la criatura con la carta cuya única información que tenía en el sobre era “Sir Sokal”. @@Samantha Sokal Yanna K. R. Smith La mujer sigue los pasos de Evans con un gesto de disgusto, casi molesta a decir verdad, arruinando el bonito rostro que podría tener, y es que pareciera que Bel no sabe siquiera a donde las lleva, si es verdad que Yanna no tiene experiencia con una casa tan cambiante, al parecer la Smith es hasta ahora la única que se le dificulta menos el moverse por aquellos cuartos, pasillos y extensiones inquietas, al grado incluso de haber explorado ya un par de pasadizos ocultos. De la boca de la morena se escucha algo parecido a un gruñido, que lejos de ser molesto se puede interpretar como una burla, al final la sanadora ha decidido llevarlas al cuarto de ella, Smith hubiera optado por escoger alguno de los salones fijos, esos que no se mueven…o que no lo hacen tanto, pero ver batallar a Evans es un pasatiempo bastante entretenido, sobre todo cuando hace ese gesto y su rostro se encoge en una mueca de estarse pensando demasiado las cosas. Como si se tratara de algo que es de poca importancia, Yanna deja caer el cuerpo de Moody sobre la cama de Bel, no le preocupa, ha entrado al cuarto de ella cuando no está en la heredad, sabe que su cama soportará el peso de golpe, asi que se sacude las manos y estira sus brazos para evitar acalambrarse por el esfuerzo, y en pocos pasos no le cuesta llegar al otro lado de la cama haciéndole espacio a Evans para que comience la sanación. Ella está ahí para lo que se le ofrezca, la verdad es que no recuerda bien la instrucción de Ollivander, por que sabe que la sanadora no pedirá nada de ella, en cambio, cuando todo está estable han comenzado una de esas típicas reuniones británicas. Ella no ha prestado mucha atención a la otra chica, y le sonríe largamente cuando lo hace, del modo más falso posible, antes de tomar una de las tazas de té y sentarse en el suelo al pie de la cama donde descansa Moody. -"Tontos ingleses"-, piensa la morena cuando ve a Evans preparando el té y hablando de cosas tan simples. La cabeza de Grell se asoma después de un rato por la puerta, y Yanna tiene que torcerse para poder distinguirle. Él se disculpa con las presentes por su tardanza, y es breve al preguntar y comprobar por la salud de Moody, es gracioso por que Yanna podría decir que está nervioso, aun asi no hace burla al respecto y los acompaña a salir de la habitación sin problema cuando él les invita. Garry M. Ollivander Salió del salón después de un largo rato, con dificultad había conseguido hacer que la puerta abriera, incluso tuvo que usar la vieja llave para que esta cediera. Se sostiene del marco de la puerta y los muros de cristal colorido sobre esta, parece agitado y su color de piel se ha palidecido un poco más de lo habitual, salvo en algunas partes que acentúan las cicatrices y los cardenales hechos tan solo unas noches antes. Está solo ahí, esperando a recuperar algo de ganas para poder continuar su camino, aun había cosas por hacer. Justo de tras del mago, el engreído fantasma de Odette atravesó al muchacho provocándole un fuerte estremecimiento que lo hiso tambalearse. Garry, como pudo, se sostuvo del marco para no dejarse caer, el último familiar de esa rama de Ollivander es un hombre difícil de perturbar, pero las acciones de Odette y Geraint en las últimas horas ya han conseguido ponerlo de bastante mal humor por ahora, separarlos fue…si, conveniente. Después de una larga exhalación el muchacho se recuperó y se comportaba frente a la fantasma con la misma y distintiva tranquilidad de siempre, como si todo lo sucedido en el salón no hubiera ocurrido nunca. ―Lamento si no le parece justo, Odette, pero ya está hecho-, habló Garry, acomodándose las ropas que claramente fueron víctimas de una batalla. ―Geraint cuidara los bosques, si quiere usted verlo…-, levantó la vista hacia la fantasma quien parecía realmente ofendida. ―Puede usted usar la ventana-, el mago sonrió y con un par de erráticos pasos que hicieron tambalear al hombre dejó a la espectro merodeando los pasillos de la casa mientras lamentaba algo más inaudible para el aturdido Garry. Bernadette llegaba justo detrás de él antes de poder llegar a su cuarto, recordándole que la visita de Eileen y Hannity se habían mudado al cuarto de su señora. ―Solo iré por una pócima a mi habitación querida, ¿puedes ayudarme con esto? -, de entre los bolcillos de su pantalón sacó una carta pequeña, está intacta salvo por los bordes de esta que se han doblado, aun asi, el papel y la tinta exterior, algo borrosa, le hacen pensar a la criatura que hace mucho tiempo que fue escrita. ―El viejo me la ha dado antes de marcharse, por supuesto que ya la leí, el contenido es muy interesante-, sonrió divertido y no evita que se le escapen un par de risas por el gesto de la elfo. ―Ve. Después de perder de vista a la elfina, Garry se dirige a su habitación, en busca de una poción herbovitalizante antes de pasar a buscar a Bel y las visitas, es extraño, pero, aunque poco le importa razones como la apariencia, no quiere tener a Bel y Hann interesadas por su bienestar. Con falsos movimientos después de haber usado tanta magia oscura, en un solo intento se las arregla para llegar hasta su cuarto, si bien se sabe que no es un muchacho fuerte, por alguna razón esta magia es menos compleja de soportar. Un trago largo da al frasco y casi de inmediato se siente mejor, conforme a sus energías regresan, usa un último encantamiento para encerrar en el baúl de siete cerrojos, la varita de Odette, el grimorio y el libro de alquimia donde guardaba el espíritu de su abuelo por tantos años. Ahora no será el día, pero aun cree que hay algo que hacer con ello. ―Hey-, habla en tono bajo, asomándose al fin por la puerta del cuarto de Bel, y buscando rápidamente el cuerpo de Moody. ―Lamento la tardanza, ¿ella está bien? -, preguntó por Eileen, finalmente adentro se mantiene al margen, el cuarto de Evans de pronto lo pone nervioso. ― ¿Por qué no dejamos a Moody descansar y pasamos a otro lugar para platicar? -, tiene las manos en los bolsillos quizá porque la pócima aún no termina de hacer efecto y sus manos tiritan, entumidas. ―Vamos Hannity, Bernadette está ansiosa por conocerte, ella no sabe que estás aquí, o eso creo, pero seguro y tiene algo para ti…-, con un ademán de su cabeza les indica a las mujeres que lo acompañen. Una vez afuera, mientras caminan por los pasillos hasta la sala, Garry con discreción habla un par de instrucciones con Yanna, que más tarde por supuesto platicará con Bel. Cuando Yanna sale disparada dando "saltos y maromeas" en otra dirección, Garry no tarda en alcanzar a las mujeres que caminan solo un par de pasos más arriba. Es cuidadoso cuando entrelaza su mano con la de Evans y deja que ella lo encamine como un apoyo. @ @
  22. ¡ @@Samantha Sokal ! Es super genial que decidieras al fin a pasarte, te estaba esperando amiga mía juju Bueno como te lo había comentado ya, la ficha es lo de menos x3 no somos exigentes y nos gusta ver como cada quien tiene su modo de hacerlo :3 más si es tu primera familia asdf creo que esto me emociona mas a mi que a ti xDD pero bueno no quiero espantarte tampoco. Veo en tu ficha entonces que no perteneces a otra familia, si y ya me lo habías comentado además, uh, bueno el registro ya sabras tu donde lo quieres acomodaros, si en familia sanguínea o en adoptiva, no se si aunque sea onda política te puedas acomodar como sanguínea o no :/ , pero bueno, como dije eso ya lo decides. Si necesitas ayuda con eso no olvides escribirme por Mp. En cuanto al parentesco, pues bien lo he pensado solo un poco, pero si te interesa conocer a Geraint (el abuelo de Garry), la cosa la podemos manejar como que el padre de Sam y el abuelo Ollivander son primos)? ¿Qué te parece? Si bien ya habíamos platicado sobre lo de la herencia (que me sigue pareciendo buenisimo también) podemos seguir con esa idea para que asi Sam tenga un pretexto para pasarse a su casa :3 Bueno, eso es solo que pienso yo, podemos verlo por mensaje si prefieres con mas detalle, lo importante es que ya eres Oficialmente de Ollivander : D ¡Bienvenida Samantha! Debo pensarte en un mote cute, para que no me pegues(? xD bien lo puedes escoger tu si quieres xD Espero que te la pases bien en esta familia torcida, y sin líos, me paso a la heredad y espero verles por ahí nenas x3 Las amo o/ o algo como eso, que vah~
  23. Con ayuda de quienes tienen un parentesco con la mujer de la búsqueda, han conseguido aparecerse muy adentro en los terrenos de los Gryffindor, Binny Evans, había insistido a otro par de personas que quedaban en la madriguera para que ayudaran a buscar a Weasley, sin darse cuenta de lo que pasaba Garry se había unido a un grupo de magos para la búsqueda, a pesar de que sigue pensando que son quizá demasiados, pensando claro, en todos aquellos que estaban en la madriguera. @@djvash Asturias @@Beryl Serenity Hawthorne @ @@Binny Evans “Quizá nunca se es suficiente tratándose de…amor”, pensó el muchacho divertidamente, distraído en el nuevo escenario que veían sus ojos, la mansión de los Gryffindor. No era muy diferente a como la recordaba, a pesar de todo el tiempo que había pasado sin volver, o tratar de recordar, y todo lo que había visto ya de Ottery todo este tiempo. Garry hizo un esfuerzo más por encontrarse en el sitio, y apenas voltea para encontrar a la gente del equipo encaminándose al edificio que es la mansión. ―Entonces…-, no trata de pensar más en nada que no tenga que ver con el paradero de Weasley y sus intenciones con el protagonista de aquel drama. ― ¿Alguna idea de dónde buscar? -, se siente completamente dispuesto a colaborar en la búsqueda, pero husmear en la propiedad de los Gryffindor, aunque era tentador, posiblemente podría mal interpretarse, sobre todo si eran demasiados de ellos, además ¿Qué haría si se llegaba a encontrar con el señor Elvis? Garry enrojeció apenas el recuerdo del exprofesor de la academia llegaba a sus memorias. ― ¿Cres que mejor idea sea dividirnos? -, finalmente preguntó a Evans. Tranquilamente levanta la vista al cielo, eran apenas las primeras horas de la noche, y sobre ellos la oscuridad era terrible, sin embargo, se siente bastante cómodo bajo aquel cielo estrellado. La cuestión de tratar contra una pócima o hechizo de amor de verdad que lo tiene desmotivado, aun asi, la idea de la búsqueda y todo el misterio que implica el cómo ha comenzado esta situación comienza a ser interesante de más. Finalmente pasa lo que pensaba, y el estruendoso ruido desde el interior de la casa, fuera de parecerle divertido, lo lleva a una última conclusión. ―Es mejor si algunos nos quedamos por aquí-, se encogió de hombros. ―Solo por si a Weasley se le ocurre escapar por la puerta grande…-, recordó aquel otro mago que sin pensárselo mucho había escapado en su escoba y le divertía pensar que Kassandra fácilmente se podría librar de todos aquellos que la buscaban para volar en busca de Rick Blaine. ―Los que tengan algo pueden llamar al resto-, concluyó tranquilo.
  24. Tras el prolongado silencio él muchacho se removió sobre sí mismo, desviando la mirada mas allá por encima de ellos, donde puede reconocer mejor al par de animales que cuelgan sin vida, oscilando solo cuando la corriente de aire es lo suficientemente capaz de mecer los pesados bultos, no están a gran altura por lo que no es más un problema para Garry reconocer la especie. Aun asi, el gesto del muchacho no es empático, solo gesticulando por estar forzándose demasiado la vista hacia lo alto, donde la luz que queda del día brillando por encima de las copas de los árboles resulta incómoda para los heterocromos mal impuestos a la luz. Bajando rápidamente la mirada, se desvía completamente entonces hacia ese otro mago, Keaton, observándolo mejor puede reconocerlo por casi compartir una clase juntos de herbología en la universidad mágica, Garry habría estado muy nervioso al verse rodeado entre vampiros, por alguna razón el presente mago no había continuado el curso con ellos. Pero ¿él había cazado a esos osos? ¿con que propósito? Y la cuestión más intrigante, porque estaban ellos aquí, entre los presentes no existía una relación, eso es lo que pensaba hasta que se encontró con el demasiado familiar rostro de Denis. Garry parece aún demasiado despreocupado aun cuando ve a su compañera de bando, perder la calma no es algo común en Ollivander, es casi como una maldición el no poder siquiera expresar facialmente lo que tiene en mente, pero en esta ocasión no podría estar más conforme con aquello. Se siente un poco ridículo al no haberla visto hasta entonces, estando a solo un par de pasos de distancia de ella, aunque culpa al desconcierto que le ha provocado la repentina aparición en aquel paramo. ― Denis Delacour, metiéndose en problemas ¿ah? Que alentador-, aun esta distraído y habla arrastrando las palabras, con tranquilidad. ― ¿Qué es esto? ¿Debemos bajarlos? -, por alguna razón ha pensado que quizá ella tiene un poco más idea de lo que hacen aquí, bueno, es ella quien aun mantiene la varita en mano, ¿de quién más puede sospechar? Fastidia.
  25. Se balanceó sobre sus talones, llevándose ambas manos a dentro de los bolcillos y sonrió largamente cuando los fríos labios de la joven dejaban rastros sobre los del licántropo. Hizo una mueca de disgusto, fingida claro y hasta ella podría darse cuenta de que está siendo demasiado teatral con ella. De reojo busca a Lady y más allá de Zafiro, también al otro muchacho, del cual no sabe nada más, y finalmente los ojos de Grell, quienes han vuelto a su normalidad, tornándose de distinto color, se fijan en los azules de ella. Él cree que la muchacha Zafiro es muy parecida a Lady, del mismo modo que sabe lo extraordinariamente distintas que son, cuando siente apenas el tacto de ella sobre él se da cuenta de eso, y la sensación le provoca un escalofrió. El toque de Zafiro es frio, tanto como el azul profundo de sus cabellos, “Tks”, se quejó para sí mismo, los Luxure serían siempre una tentación. Aun asi, justo ahora no se siente para nada conmovido ni perturbado, como lo es siempre el licántropo. Se detiene a observar el rostro de la muchachita solo para darse cuenta de que no tiene idea de que es lo que ella está pensando ahora y culpara a sus ya tres vasos de cerveza por ello. Apenas le da una media sonrisa a la muchacha y sutilmente marca una distancia entre ellos, sonriéndole con suspicacia. ―No se vale tocar-, casi susurraba, solo para Zafiro. ―Eso es aventajarse-, complementó y desvió al fin la mirada hasta la pista, donde Lady bailaba en compañía de otro mago. ―Ahora me lo tendré que pensar mejor-, murmura distraídamente ocupando de nuevo su lugar en el banco y acercándose el vaso de cerveza a la boca. Finalmente, el otro hombre habla después, aquel que había estado conversando con Zafiro cuando llegó, ruidosamente el muchacho ahora conversaba y jugueteaba con otro personaje que se había aparecido de pronto por la barra. Garry le sonrió divertido a la muchachita, Zafiro, encogiéndose de hombros cuando ambos se perdían tras un pasadizo en la oscuridad del local. ―Lady Luxure es una buena bailarina ¿no lo cree usted, Zafiro? -, se había girado para tener una mejor vista de la pista de baile. ― ¿A que no lo puede hacer mejor? -, retó, con media sonrisa divertida el muchacho observó a la joven Zafiro mientras daba un trago más a su cerveza. @zafiro @Lady Luxure Rambaldi

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