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Hessenordwood Crouch

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Todo lo publicado por Hessenordwood Crouch

  1. La casona de la heredad pareciera ser un sitio caprichoso, con todos esos actos y habitaciones que se mueven por todas partes a su gusto y disgusto, era posible que por eso Grelliam no habría insistido en un hechizo anti-aparición en la casa o utilizar una red Flu, quien no fuera bienvenido, la casona se haría cargo de perderlo por los pasillos y, aparentemente, infinitos cuartos hasta dejarlos fuera de ella. Esto no era algo que tuviese que ver con los dueños de la casa, no, Ollivander jamás se atrevería a decir que él tiene algo que ver con esto, pero cierto era, que cuando vivió ahí con sus padres, nada de esto ocurría. Hoy no es la excepción y al ver Garry entrar al estudio a Hannity sin problema, a pesar de lo complicado que es incluso para él dar con el cuarto algunas veces, se sorprende. La expresión de la muchacha, aunque él aun no es capaz de entender de qué se trata, no le daba buena espina, al parecer se convertiría en una “bonita” costumbre por parte del matrimonio Ollivander recibir a sus invitados del modo más inusual posible. Honestamente a Grelliam aquello le importa muy poco si es de aquel modo, recibir visitas en la Heredad siempre será algo bueno. ― ¡Hannity! como siempre es un gusto querida-, aquello sale sin la mayor preocupación, aunque claramente las tensas manos del muchacho sobre el grimorio demuestran lo contrario. ―Pasa cariño toma un sitio, solo ten cuidado con los fantasmas, oh no, no les prestes atención, ellos ya se van…-, pero Bel se ha hecho cargo ahora, recibiendo a la muchacha y diciéndole sabrá Merlín que, ahora él está de nuevo paginando las hojas de libro maldito mientras murmura palabras solo audibles para él mismo. De vez en vez su vista pasa de los espectros a Moody, quien se ha mantenido en demasiada calma, casi él puede decir que presintiera venir algo. Pero con tantos pensamientos siendo importantes en su mente, él no es capaz de prevenir lo que está por acontecer, realmente no se lo imaginaba siquiera, y aunque no se lamenta, hubiera preferido haber actuado más pronto antes de que el fantasma de Odette atacara a Moody. Después del grito de Evans, que no ha hecho más que aplacar su enjambre de ideas que es su cabeza, el muchacho solo es capaz de compartir una mirada a Geraint, quien se ocupa de intervenir apenas entre el ataque de la fantasma y la hechicera, que de algún modo ha quedado inconsciente durante el ataque. Garry maldice por lo bajo, de verdad que los encuentros entre él y Knockturn parecieran estar destinados a ser cada vez peores. Con rápidos pasos deja el escritorio atrás para llegar hasta donde Eileen descansa sobre una butaca, carga aun en su mano el grimorio y al verlo acercarse los fantasmas le repelen, Ollivander supone que es más por el viejo libro que por él. Y una vez que comprobara el pulso de la hechicera, Garry da un mal gesto al par de espectros, que parecen molestos y ofendidos. ―Yanna-, habla por lo bajo, aun revisando el cuerpo inconsciente de Moody. Por otro lado, después de que sus palabras han hecho un extraño eco en la habitación, los tablones debajo del suelo del escritorio hacen un extraño ruido hasta que consiguen desprenderse de su lugar, dejando un hueco donde debiera estar algún pasadizo oculto, y de este, la esbelta y cuidada figura de la hermanastra de Ollivander sale hasta incorporarse por completo en el salón, mostrándose absolutamente seria, lejos de ser la persona molesta de siempre. ―Bel, lleva a Moody a su habitación y revisa que se encuentre bien-, habla Garry distraídamente, por supuesto que espera que lleve a Hann también con ella, lejos de la habitación. ―Sácala de aquí-, ordenó a Smith. Después de un bufido de aburrimiento la alta mujer sin muchas complicaciones cargó el cuerpo de la mujercita que Garry le encargaba. Es un poco más pesado de lo que habría calculado que fuera, aun asi, no le cuesta problemas cargar con ella por toda la habitación hasta llegar a la puerta junto a Bel y Hannity, no sin antes mostrar esa fea sonrisa astillosa a los fantasmas de Geraint y Odette al pasar entre ellos. Con un gesto le indica, de mal modo, a Evans que le abra la puerta y solo después de que ellas han cruzado fuera del salón, Smith deja también el cuarto dejando solo a Ollivander con el par de fantasmas en el estudio. Por el crujir de la madera, Yanna, y seguramente Evans también, sabrán que el cuarto de estudio no está más ahí, si quisieran volver por la puerta tras de ellas, seguro se encontrarían con alguna otra habitación de la casa. ― ¿Y bien? -, habla con esa fea voz áspera que parece que doliera. ― ¿Dónde dejo “esto”? -, le sonrió largamente a Bel, mientras sacudía el cuerpo de Moody cuando se refería a ella. @ @ @ @@Kutsy Stroud Lenteric
  2. Yanna K. R. Smith Espiando)? No se fija si Evans ha ido tras ella, o como “la gran señora” que es salió por la puerta principal con la frente en alto. Smith apenas ha tocado el suelo y se ha lanzado al arbusto de bayas más cercano, ella es demasiado alta (y brillante con ese traje) como para no ser vista escabulléndose por entre las ramas de los cultivos más cercanos de la casa y aun así se esfuerza por intentarlo, dañando algunos brotes que la temporada, tímidamente, está por dar. Ella camina sobre ellos como si de hierva mala se tratará y de vez en vez se encarga de arremachar alguno con los puntiagudos tacones de sus botas, como si quisiera dejar apropósito un rastro de caos tras ella. ―Que sitios tan raros son estos-, masculla con su áspera voz. ―Se puede sentir la magia tan solo pisar el suelo de Ottery, pero es muy diferente a antes. Como si algo la hubiera cambiado-, si era cierto que Smith había vivido mucho tiempo en Europa, pero comparado a su natal América, el tiempo vivido en Londres y Grecia habría resultado ser relativamente poco. ―Esos viejos periódicos dicen que la guerra ha terminado ya, que la oscuridad se ha ido…tks-, ella jamás ha tenido ese sentimiento de pertenecer a un sitio, a pesar de estar conforme con sus orígenes, y, sin embargo, esta vuelta de regreso al viejo continente, le ha dejado una sensación distinta. Debía ser el reencuentro con el licántropo, que en algún tiempo fue su hermano menor, con el cual desarrollo una misteriosa relación “siempre en silencio”, no había necesidad de hablar entre ellos para entenderse y posiblemente era más porque, para ella, los ruidos altos estaban prohibidos. Yanna se pregunta si la taciturnidad de su hermano tendría algo que ver con un intento de consideración por el menor hacia la estricta doctrina que se le exigía a Smith. Quién sabe, Grelliam Ollivander siempre ha sido juzgado como lo contrario y aunque ella no lo ha hecho, no tiene otra opinión tampoco. ―Maldición…este sitio huele como a una de ellas, eso debe ser-, después de salir de su escondite, se ha acercado lo suficiente a la casa para asomarse por una de las ventanas de la planta baja. Ahí dentro puede ver a una mujer y un crio, que no son más importantes cuando los ojos felinos se pasean por el lujoso salón. ―Es como si este lugar maldijera a todos los que llegan a “acobijarse” en él-, por supuesto que Smith no se refiere solo a la Hacienda de los Tonks, ella ni siquiera está segura de como Grelliam terminó involucrado con esta gente, no, se ha estado refiriendo todo este tiempo al Ottery en general. Ha comenzado a divagar en pensamientos, en saber si es la gente del sitio o el sitio a la gente, lo que en verdad dañaba, lo que le incomodaba a la “no bruja” el estar de regreso en estas tierras. No podría asegurarlo, no se siente completamente capaz de pensar en esta gente, siendo aún tan demasiado nueva, no se detiene más tiempo en pensarlo. De la boca de la mujer un extraño ruido se escapa como signo de sorpresa y se ha tirado al suelo de modo inusual cuando cree que el niño dentro de la habitación la ha visto espiarles. Rodando, la muchacha se las ingenia para salir de ahí, y meterse a hurtadillas hasta los establos y campos de animales mascota, un “atajo” para llegar hasta las largas jardineras del lugar.
  3. La sonrisa del mago es una media y larga línea torcida que parece que podría partir su rostro en dos, las cicatrices de su cara, símbolo de su licantropía, se empalman en el gesto y hacen una abertura que pareciera que doliera si hace ese pequeño tic en la coyuntura de su boca cuando dos muestras más de azufre se agregan a la pócima en el caldero de piedra que hierve frente a sus narices. Una exhalación de calma se escapa de entre sus labios cuando la pócima se torna de un color magenta muy bonito. Ollivander es un hombre perdido entre que haceres, con cosas por hacer, pero poco organizado para conseguirlo. Hoy no es diferente y a pesar de todo el papeleo de las visitas a los negocios en Diagon que hay por terminar, se está tomando un “tiempo recreativo” antes de continuar con sus deberes. La verdad era que, a pesar de su taciturnidad de siempre, algunas veces es bastante difícil tenerlo quieto, y encerrado en las instalaciones clandestinas del C.C.U. con sus estantes llenos de ingredientes y elementos que puede usar a su disposición, no puede hacer más al respecto. Está por terminar con el último de los ingredientes para esa reinvención suya que ha hecho de una receta de química muggle y el grimorio de herbología que ha conseguido de ese local que Moody tiene en el callejón Knockturn, se trata de una pócima rehidratante, que con suerte servirá para acelerar los procesos en la elaboración de otras pócimas. Demasiado concentrado no es muy consciente de la hora que es y aun cree que, en todo el establecimiento, solo es él quien se encuentra merodeando por ahí. Sin embargo, a pesar de lo mucho que ha estudiado sobre esta fórmula y de lo muy concentrado que está, tras preparar el ultimo ingrediente para la pócima, justo al momento de echarlo a la mezcla, un fuerte estallido consigue tomarlo por sorpresa y hacer que por descuido vacié todo el frasco sobre el caldero. De inmediato del fondo del traste un chillido como el de una olla hirviendo escupió sobre el mago todo el interior tras una detonación y haciéndolo caer sobre sí mismo y dejándolo semi inconsciente en el suelo. Otro estallido más parecido al primero lo asusta trayéndolo de regreso a la conciencia con un fuerte estremecimiento. Con dificultad se incorpora como puede, sacudiéndose los restos de la mezcla que le han salpicado tras la explosión, y sin mucho cuidado se estira para hacer una nota en un pergamino sobre la mesa de trabajo; "no ruidos estridentes", agrega a la receta. A pesar del zumbido en sus oídos no es problema escuchar el escándalo con los estantes y papeles volando por todas partes proveniente de la oficina de registros, así que de mal modo deja su actividad actual para dirigirse hasta el siguiente salón. ― ¿Qué está pasando?-, apurado en aminorar el caos de la oficina el muchacho se apresura a ponerse de pie, desordenado de pies a cabeza y con largos pasos se encamina por los pasadizos ocultos, dejando en el camino la capa blanca de medimago, vestido de negro de pies a cabeza y con los goggles colgándole aun del cuello, ― ¿un qué…-, el licántropo se ha quedado casi boquiabierto con la criatura que aletea buscando liberarse del estrecho espacio que es la oficina de Grelliam, no culpa al ave por el desorden, este no es un sitio para animales como este, pero igual no consigue entender cómo es que una ave de trueno terminó en un sitio como este. No sabe mucho de estas criaturas, por lo que se extraña de su presencia, no se imagina ni tantito los motivos que la tienen ahí, pero de cualquier forma debe tratar de tranquilizarla para antes de que el turno de sus jefas comience. ―Tranquilo-, Garry levanta las manos a la altura de sus hombros en un intento en vano de tranquilizar al ave que no deja de tirar todo a su alrededor. ―Solo quédate…ahí…-, murmura mientras busca entre sus ropas, la varita de pino salado. ―Ya te tengo…-, sonrió de medio lado al mismo tiempo en el que el ave parecía fulminarlo con la mirada. Y en un instante... Sin darse cuenta de cómo, el muchacho cayó de bruces nuevamente, solo que esta vez no se encontró con el suelo frio del C.C.U., sino más bien con la hierba y la tierra fresca de un sitio que no puede reconocer rápidamente. El ave de trueno no está más tiempo ahí frente a él, ha volado en dirección contraria a donde está Ollivander. Siguiéndolo con la vista, el muchacho se tuerce sobre sí mismo para ver como la criatura parece reunirse con su compañero. De ese modo se da cuenta de que no está solo en ese sitio y con un poco más de esfuerzo distingue también el par de animales inconscientes, posiblemente sin vida a los pies de los presentes. ―Hola-, hace un gesto complicado, no se ha dado el tiempo de reconocer a quienes están ahí, aun sentado en el suelo y dándoles la espalda es difícil verlos bien a la cara. Antes de continuar, se pone de pie, buscando equilibrio mientras se gira para ver mejor la escena ahora frente a él. Es difícil entender que es lo que está haciendo él ahí, con esas personas, en aquel lugar. ― ¿Llegue tarde?
  4. Eileen Moody siempre le ha parecido una persona extraña, para él, alguien fácil de perturbar a veces y algo nerviosa, Ollivander cree que de estar metido en su mente el licántropo sería fuertemente golpeado con millones de pensamientos rebuscados. Pero a pesar de la personalidad que ve en ella, no deja de creer en que su comportamiento actual es aún más extraño. Después de compartir una mirada con la vampiro, el muchacho enarca las cejas mostrándose (falsamente) sorprendido. ― ¿Qué hago aquí? -, Garry repite rodando los ojos, pero que mal, ahora se le han pegado esos feos hábitos de Evans de repetir las cosas obvias. Claro ha olvidado cargar consigo el gafete de identificación que Alessandra insiste que use para hacer trabajo de campo. ―Estoy… ¿trabajando? -, dice un poco más tranquilo, realmente, a pesar del parentesco político, Moody no es alguien con quien Ollivander platica de temas casuales, es más, pareciera que entre ellos justo lo contrario a casual funciona mejor. ―Vengo por parte del control de comercio universal, veraz...-, finalmente muestra la identificación a Eileen, él tampoco parece muy seguro de continuar la conversación frente a Luna, pero de no importarle a Moody, a él menos. ―La cosa es que este sitio ha sido denunciado…-, suelta sin más, echando un vistazo por primera vez a su alrededor, que agradable sitio, de pronto era como si su mal humor desapareciera de poco a poco. ―Es solo una denuncia anónima, pero tiene algunas firmas de la localidad cercana-, de camino no ha visto realmente ni un alma cercana, él tiene ya sus razones para sospechar de estas denuncias que han comenzado a llegar al C.C.U. de un tiempo a la fecha, pero el trabajo de protocolo es de cajón, o eso es lo que Kass le ha explicado al muchacho. ―Veo que no has hecho amistad con tus vecinos, Knockturn-, le sonrió largamente mientras le entregaba la carta con las firmas, por supuesto que no era una sonrisa de felicidad. @
  5. Yanna K. R. Smith Bufó, que cansado era escuchar hablar por tanto tiempo a la mujer de Ollivander, ¿no existía algún hechizo booleano que hiciera más sencillas las respuestas de esta mujer? Si no lo habría, Yanna tendría que conseguir hacerse de uno o rogar a Nasha para que hiciera alguna pócima para ella. De cualquier modo, no escucha lo que ella sigue parloteando, solo era una pregunta retórica o una cosa de esas, asi que se concentra en su siguiente tarea que es salir de aquel sitio que no es realmente impresionante para ella, aunque seguramente fue que solo han visto el cuarto de Grell. ―Puedes irte a tu tonta heredad cuando quieras-, masculló echando un vistazo desde la ventana por donde se habían colado, hasta el piso del patio ajardinado frente al cuarto del Ollivander. No es una experta en plantas, pero por el aspecto del jardín le da la impresión de que aquel sitio está más solo que la casona en la heredad de Ollivanders con sus cuatro gentes y fantasmas viviendo en ella. Que extraño, ¿eran ellos pocos una familia? quien sabe, pero no puede negar que se siente bastante cómoda merodeando por la fea y vieja casona, no es como años antes, incluso puede decir que la ve con otros ojos. Ahora que lo piensa, es justo asi como quizá funcionaba una familia para ella y Grell, pero ¿Qué pasaba con la esposa de Ollivander? Bueno, ese no era su problema, por otro lado, Nasha parecía haberse entendido mejor con Grelliam, aun si no, ella no se preocuparía por remediarlo, después de todo, aunque conoce que no es el licántropo un “hombre de palabra”, ha dejado que las dos mujeres se queden, y ella se encargará de eso. ―En realidad siempre fuiste libre de hacer lo que quisieras. ¿Qué esperabas? ¿Qué luchara contigo? -, Yanna sonríe divertida al gesto que la sanadora pone de pronto, claro, fuera de no usar métodos mágicos para solucionar sus trabas, Yanna tiene que lidiar con británicos ortodoxos. ―Yo iré a cazar un par de ratas de campo para la cena de esta tarde-, dice despreocupada mientras comienza a cruzar el marco de la ventana. ―Apuesto a que los dueños de este sitio no se molestarán más si husmeo otro poco-, de un tirón la Smith se arroja hacia abajo, sostenida solo por la cuerda enredada en una de sus largas piernas, con la ayuda del traje evita que la fricción funcione y se deslice con cierta gracia.
  6. Tras haber ahuyentado la nube de humo que lo envolvía, se dio cuenta de que no había nadie más con él haciéndole compañía, ¿Qué había sido una alucinación? El licántropo parpadeó con incredulidad, podría jurar, si no lo creyera tan inútil como no hacerlo, que frente a él había una persona, incluso podía sentir que lo veía fijamente. Con más calma se da cuenta de que en todo el rato esperando, no ha visto, ni escuchado ni mucho menos sentido la presencia de alguien cerca suyo. Exhaló largamente, quizá era otro síntoma de la abstinencia de los narcóticos. Después de un par de largos segundos la nicotina de su cigarro ha dejado un mal sabor de boca tras aquella situación, finalmente opta por botarlo a medias y de mal modo con un gruñido se queja una vez más del clima. Que malos días ha tenido Ollivander últimamente, y debe ser por lo cerca que está de su transformación que no ha conseguido sentirse mejor estos días. Una vez más tranquilo consulta de nuevo el reloj de pulsera, no hay rastro de más enojo en su rostro y en cambio se muestra en su habitual despreocupación, pero, aunque no se note demasiado, el mal humor parece escaparse de cada poro de su piel rota. Gira entonces sobre sí mismo para conducirse al interior del local, no puede esperar más al agente auror si quiere terminar con todo el papeleo al final del turno, ya pondrá al corriente a quien fuera que llegue después. Para suerte de su mal humorado genio, el local está abierto, asi que no tiene problema para ingresar, y una vez dentro no tarda en reconocer a un par de hechiceras que participan como integrantes de la Orden del Fénix, igual que lo hace él. A cada una la conoce por circunstancias distintas, y aunque no puede negar que le sorprende encontrarse con ellas en este sitio, la Odf es lo que hay en común, por lo que no está muy convencido de dirigirse en primer lugar a ellas tratándose solo de un plan ministerial. Sin embargo, no hay muchas más personas con quienes hablar, por lo que con pasos un poco más apurados que los adormilados de siempre, llega hasta donde están las mujeres. ―Buen día, Eileen, Luna…-, saluda quizá siendo demasiado serio con ambas mujeres. Con un gesto raro trata de sopesar la situación. ―Knockturn necesito hablar con alguno de los dueños del local-, por lo que ha leído en la copia del registro del negocio sabe que Moody es una de las dueñas del Támesis Park, pero no está muy convencido de tratar del tema con ella ahora que se encuentra charlando con la vampiro. Asi que ella podría enviarlo con el otro encargado si lo quisiera. ―Quizá ya has escuchado de esto-, entregó a la mujer un pergamino con una publicidad barata de peleas clandestinas de bestias mágicas. Aún no ha acusado al local de nada, pero aquel panfleto maltratado ha sido encontrado de entre los locales del callejón Knockturn, quizá Moody, con su local de antigüedades y tesoros viejos pudiera haber escuchado algo que pudiera ser de ayuda extra. Mientras espera alguna respuesta de Eileen, le comparte una sonrisa fugaz a la vampiro, nunca se ha sentido muy cómodo con la presencia de esos seres, no es que sea prejuicioso, es algo que es casi meramente por instinto. Estando ahí Ollivander se pregunta si no sería Luna la enviada por parte del departamento Auror para esta visita. @ @
  7. Yanna K. R. Smith Atenas, Grecia Yanna sonrió largamente dejando ver la larga hilera de puntiagudos y amarillentos dientes y con la pinta de la varita señaló a Bel Evans el reloj de su pulsera, golpeteando un par de veces el cristal de la tapa ¿Es que olvidaba la fecha?, la alta muchacha soltó una risa divertida, Grelliam les acompañaría una vez que la luna llena hubiera terminado, quizá un poco después, para ser honestos Smith aún no se acostumbra a la transformaciones del licántropo, cuando eran menores apenas si llego a vivir con él cuando las mutaciones comenzaban en el menor, sin embargo, ahora que lo tiene más de cerca puede creer que el Ollivander, de no tener licantropía, seguro habría terminado con alguna otra maldición encima tarde o temprano. Posiblemente eso lo supo Yanna siempre. A pesar de ser un camino relativamente largo, Smith supo mantener la boca callada la mayoría del camino, salvo por ese par de insultos a aves y aviones muggles que se cruzaban por su camino (por supuesto culpa de ella). Debió ser también parte de la ruidosa música lo que mantuvo entretenida a la mujer, pero apenas alcanzaron un alto vuelo la Smith apagó el esterero con la pura intención de crear un silencio incomodo, solo por fastidiar, aunque por lo que puede notar por el retrovisor, la intención de Smith no parece ser tomada encuentra por la pensativa esposa de su hermano. Aun asi, prefiere mantener esa calma, la vida ruidosa de la mujer le permite algunas veces disfrutar de estas calmas, y el viaje se vuelve menos turbio cuando han alcanzado una altura considerable. Después de varias horas, la voz de Evans la distrae de pronto, no quita la mirada del camino, pero se inclina apenas lo suficiente para escuchar mejor lo que ella dice. Y la sonrisa larga se pinta nuevamente partiendo en dos el bonito rostro de la mujer. Le inquietan un poco, en el fondo, esas ideas que la sanadora tiene de Grelliam, ¿Cómo llega ella a esas conclusiones? Era demasiado sentimental, quizá lo que a su hermano menor le hacía falta, y quizá era por eso por lo que funcionaban, quien sabe, algunas veces recuerda a su familia como persona que en lugar de corazón había una especie de agujero negro que absorba todo de las personas y nada se quedaba ahí con ellos. ―No deberías pensártelo tanto-, apenas contesta antes de dar un giro brusco y tierra de picada el vehículo, dando un par de giros sobre su propio eje mientras “aterrizaban”, poco antes de tocar el suelo Yanna ajusto el volante del auto y aterrizo con suavidad. ―Llegamos-, afuera, alrededor del a uno no había más que una oscuridad terrible, seguramente aún faltaban un par de horas para el amanecer, pero en el cielo se acentuaba sobre sus cabezas la luna llena con pretensión. Del modo más ruidoso posible, Smith se bajó del auto, casi dando una patada a la puerta y respiro profundo en olor de la naturaleza. Definitivamente no estaban en Santorini, pero según las indicaciones de Grelliam, las mujeres esperarían ahí hasta que el mago apareciera, por supuesto que no perderían el tiempo, Bel Evans era después de todo una detective habilidosa, que seguro encontraría algo. ―Apenas estamos en Atenas, Grelliam insistió en pasar por aquí antes de llegar a Santorini-, la muchacha se quejó de un dolor en su brazo antes de girarse y buscar con la mirada ambarina a la mujer de menor estatura. ―Nos quedaremos ahí-, la muchacha señalo a espaldas de la sanadora, en lo alto de una pendiente pronunciada, después de un largo trecho, una mansión de aproximadamente un par de siglos de antigüedad, con un aspecto demasiado teatral y lúgubre. ―Ahora sube de nuevo al auto, aquí se entra a lo muggle-, Yanna volvió a reír y al arrancar el auto, las puertas de la entrada amurallada se abrieron de par en par.
  8. ―Criaturas mágicas-, el muchacho gruñó ojeando por tercera vez en el rato el papeleo en mano de local frente a él y corroboraba que fuera la dirección y el nombre correctos. No le molesta trabajar con las criaturas, mucho tiempo lo hizo, hoy en día es menos aficionado al trabajo este, pero aun asi no le resulta molesto hacer esta tarea. El verdadero problema de esta visita es, quizá algo mas ¿fastidioso?, para ser su primera visita por cuenta propia, Delacour ha insistido en llamar al departamento de aurores para que apoyaran al mago hacer su inspección, considerando el incidente después de la liebre Alessandra escribió al departamento de Aurores. ―Yo he trabajado con criaturas mágicas, por Merlín ¡yo soy una criatura mágica! -, refunfuñó como un crío. Asi que tarde o temprano se encontraría con algún auror para inspeccionar el dichoso local acusado de tráfico de criaturas no registradas ante el departamento ministerial correspondiente. Al parecer, en la carta anónima, se sospechaba que en el sitio se hacía piratería y peleas clandestinas con animales mágicos y no mágicos. La carta venía firmada también por una petición de los dueños de los locales más cercanos o que pasaban por ahí, diciendo que se escuchaban ruidos extraños hasta donde ellos y que provenían exactamente del Tamesis Parck. Tocaba averiguar. Él prefiere esperar a los aurores antes de entrar al local ¿Por qué? Bueno prefiere evitar malentendidos, y si pudieran ser más discretos él trataría de conseguirlo. Ha encendido un cigarrillo durante la espera, no tiene mucho que ha llegado, y es además demasiado temprano aún, ni siquiera está seguro de que el sitio esté abierto a esta hora, aunque para ser honestos, mejor idea sería trabajar sin público, no se le apetece mucho ahora lidiar con el caso de aquel otro local, Bratvá, el cual estaba lleno de comensales el día de la inspección. Dos largas caladas consiguen terminar con el cigarrillo casi hasta la mitad y de entre el humo que lo envuelve puede ver una extraña silueta moverse entre la nube. ―Debe ser del departamento de Aurores-, Garry masculla apenas sin siquiera poder distinguir aun el rostro de la persona con quien hablaba. ―Grelliam Ollivander, de control de comercio universal-, se presentó.
  9. Hola o/ Vengo como parte de mi acoso raro)? xDD Pues como dice el dicho, si la montaña no va a ti, pues acósala y se feliz)? o ¿cómo era? No importa, la cosa es que, pues me quería pasar a registrarme a esta familia, ya que esos prometidos roles con la bonita de @ aun no me llegan *dibuja una rayita más en el muro* pues a ver si como familia ileal se arma xD La verdad es que ya tengo las dos familias D: por lo que no se, quizá me pueda acomodar como pariente lejano, el primo perdido, mascota de Ini, el tío ermitaño, la suegra incomoda, la usurpadora)? Lo que la matriarca guste y desee)? Hahaha, pues eso nada más. Un saludo.
  10. Nick: Sain M. Ollivander ID: 118247 Libro de Hechizos: Libro de la fortaleza Justificante de compra del Libro: Justificante Rango Social: Unicornio de oro Nivel de Magia: V Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Mayo 24, 2014 Link a la Bóveda: Bóveda No.103154 Link a la Ficha: Ficha No.103059
  11. ¿Ehh? De verdad creo que no tengo mas opciones que aceptarte si quiero vivir un día mas de vida)? Haha vale no D: @ Que bueno que te pasas, aunque sean por motivos mórbidos (8 Pues, pues, pues Belosa es quien debería pasarse a daros la bienvenida también, pero bue. Esto, edito el árbol de una buena vez, solo que ahora no se dónde poneros xD si en familia, familia adoptiva, o amigos de la familia xD Estas ramas de este árbol están mas que torcidas, revueltas y churidas xD que bonita familia Pues eso, Bienvenida Kytta, y espero ames a esta familia y verte por la heredad, por donde nadie se pasa nunca #DramaQueen @@Dennis Delacour te etiqueto para preguntarte si quieres un mote mono como las demás: Conyugue del Patriarca: Bel Evans McGonagall La rama torcida: Junnyco Wrigh La ahijada consentida: Hannity Jane Pariente político: Eileen Moody No era el plan que todos tuvieran uno xD pero se dio el caso. Bueno así, saludos o/
  12. La fantasma no dice nada en un largo rato, y Ollivander titubea con sus dedos aun sobre los libros de alquimia que se guardan solitarios en el intacto estante, ¿Qué debe hacer ahora? Ha estado esperando el momento para solucionarlo, y ahora que esta tan cerca, no puede evitar sentirse igual de vacío como todos esos anteriores casos sobre fantasmas que ha tratado de solucionar, porque no importa lo que pase después de esa tarde, y Bel lo ha dicho, a nadie más podrá hacer daño las acciones pasadas de Odette St Marín. Entonces ¿Por qué sus manos tiemblan cuando se han detenido en ese último tomo? ese de cáscara dura color verde y letras plateadas, que están escritas en latín, un montón de letras que apenas son legibles. Escuchar a Evans resoplar con cansancio lo hace darse cuenta de pronto, que no le importa mucho ahora el caso de Odette, ni la varita y ni siquiera Eillen Moody quien parece, cada vez más ajena a lo que está sucediendo ahora, si había necesitado de su ayuda para obligar a Odette a salir de su escondite, pero nada más. Un nudo se hace en la boca de su estómago ¿Qué pensaría Bel Evans si se enteraba lo que el muchacho escondía en el estudio? Posiblemente nada, él no lo hacía, pero resultaba ella tan demasiado sensible para estas cosas, que se lo piensa seriamente antes de, con su dedo índice, tirar apenas el libro al suelo. El libro cae a sus pies y las páginas se agitaron violentamente mientras una neblina parecida a la que desprendía de la varita de la fallecida Odette envolvía al muchacho separándolo visualmente de entre todos los presentes. ―Mírate nada más-, una voz grave y áspera se escuchó detrás del mago, aun entre la niebla fantasmal. ― ¡Ahí de ocioso y con las manos sucias tocando mis libros! -, Ollivander sonrió de medio lado, era nueva esta sensación que tan solo escuchar la voz del nuevo espectro en la habitación le provocaba. ― ¿Para eso me has mantenido aquí tanto tiempo? ¿Para ver como lo has destruido todo?-, el humo poco a poco se disipaba y frente a Garry la figura del viejo Geraint se mostraba con furia. El viejo fantasma y Garry tienen un parecido extraordinario, salvo por las facciones en su rostro, las del muchacho son mucho más suaves y no tiene tantas marcas de edad, solo esas cicatrices que se esparcen por el rostro de menor edad. El mago se gira para encontrarse con el par de fantasmas, el rostro de Geraint esta fijó en él, molesto y Garry apenas le sonríe divertido alzando las cejas, fingiendo sorpresa. En cuanto a Odette, el muchacho cree que su gesto no tiene igual. ―Las presentaciones están de mas ¿ah?-, con largos pasos Garry se movió rápido por la habitación hasta donde se encontraba el escritorio y rebuscó en sus bolsillos hasta sacar de estos una llave vieja. Todo este tiempo ha estado evitando la mirada de Bel. ―La cosa esta así…-, habla aparentemente tranquilo, pero sabe que por lo menos el fantasma de Geraint y también Evans, notan lo poco nervioso que pudiera estar ahora. ―Mi matrimonio ya es difícil de entender como para tratar de hacerlo con uno irreparable-, del cajón el muchacho saca un libro delgado, tiene una portada de piel oscura y un ojo en medio que lo hace una pieza grotesca. Antes de abrir el libro, por el rabillo del ojo le da un vistazo a Bel, no es como que tener un fantasma atrapado en contra de su voluntad entre los libros de la casa sea lo peor que Garry hiciera hasta ahora, pero no lo evita, como siempre que ella lo descubre, ponerse a pensar en lo que ella pudiera decirle después de todo esto. Después de un largo suspiro comienza a hojear el grimorio, en busca de la página correcta mientras escucha que los fantasmas parecieran haber comenzado una conversación que poco le entretiene al mago, pero que se puede imaginar de que va. @
  13. Alzó una ceja con disgusto, ¿pero que era esto? El muchacho se dejó caer hacia atrás, recostado sobre el respaldo de la butaca, sintiéndose sumamente desconcertado. No puede evitar pensar que lo que Denise explica al final resulta infiel a lo que él cree, ¿lo ha sentido? ¿Cómo era posible hacer lazos con alguien a quien ni siquiera conociste en verdad? En el mago se remueven un montón de pensamientos turbios, más que otra cosa, porque no puede entender, ni siquiera un poco, de que está hablando la muchacha cuando se expresa de aquel modo. Aun asi, el caso sigue siendo demasiado atractivo, a pesar de lo que ha dicho Delacour, el objetivo sigue siendo el mismo, vivo o muerto, deben encontrar a Edward Delacour. Un caso que cree simple, aunque con el misticismo de que todo se puede complicar en cualquier instante, como lo hacían solo los casos más excepcionales que caían en Baker. Asi que apenas asiente cuando Bel Evans habla de prepararse para el viaje. Garry aún sigue distraído en el pedazo de pergamino donde está escrita la misiva, Grecia es el lugar, pero exactamente ¿Dónde comenzar? Claro, la isla de Santorini. Se ha sumergido en sus propios pensamientos a esa especie de “palacio mental” lejos del cuarto donde Bel y Dennis se encuentran hablando, sabrá Merlín que, seguramente algo que justifique el errático comportamiento que Evans ha tenido de pronto, “Tks” ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué se había comportado de aquel modo? No lo entiende, tratar de hacerlo solo consigue que las paredes de su mente vibren estrepitosamente, y que el hilo de su búsqueda se pierda, pensándose seriamente en que tan de cerca debe seguir Bel el caso, mostrándose tan demasiada sensibilidad ante el tema, Garry piensa que tal vez pueda afectarle y por lo tanto obstruir el caso. Parpadea un par de veces, con pereza, saliendo del adormecimiento que de pronto domina en su persona. Ha estado vagando por su mente, algún lugar de Grecia que recuerde haber leído o haber estudiado y que se encuentre grabado en su mente, pero no hay mucho más que algunos casos de homicidio, un mito viejo y unas cuantas anécdotas que forman parte de un pequeño y exclusivo acervo dentro de la memoria del muchacho. ―El viaje será cansado, señorita Delacour-, habló después de un rato, con la mirada perdida en el fuego de la chimenea. ―Le sugiero que haga caso a la recomendación de Evans y que prepare su maleta para el viaje si es que quiere acompañarnos. De otro modo, le rogaré que nos dé un par de días y le escribiremos una lechuza lo antes posible-, existía la posibilidad de que ella no quisiera o no pudiera ir, ¿Qué la hubiera detenido antes a buscar por cuenta propia? Por qué buscaría a un detective si ella podía viajar hasta Grecia. Aun asi, deja el paréntesis abierto, si Denis Delacour continúa aquel viaje, él tampoco se lo va a impedir. ―También vaya a descansar un poco Bel Evans. A las nueve de la noche en el andén, usted ya sabe cuál Bel, ahí nos encontraremos para partir. Ollivander no dijo nada más y dejó que las mujeres dieran paso a lo que estaba por venir. 9:00p.m. Andén en “des-uso”, King Cross Yanna K. R. Smith La muchacha traía esta vez un uniforme (disfraz) bastante peculiar, como el de un chofer de microbuses, con un mostacho nada ostentoso pintado en su cara, aun asi, su rostro y figura era tan femenina que ni siquiera la fea sonrisa larga de su cara la hace ver mal, aunque quienes ya la conocen, dirían que basta con conocer la personalidad de la mujer para conocer su verdadera fealdad, y una vez después de eso, es difícil verle diferente. Está fumando un puro que la hace humear casi hasta por las orejas, la gente que pasa no puede evitar distraerse con la llamativa mujer, con ese traje ajustado, la maraña de pelos blancos enredados sobre su cabeza y el ruidoso auto a sus espaldas que a todo volumen no deja de tocar “gimme tha power”. ― ¿Estás lista, pajarito? -, alza la mano cuando puede distinguir entre las pocas gentes que andan por ahí la forma de Bel Evans, no sabe si está sola, pero tampoco le importa. ―El auto está listo para partir, señora Evans-, con su asentó latino sonrió aún más si era posible, dejando mostrar esos filosos dientes puntiagudos mientras abría la puerta trasera de un auto volador para ella. @ @@Dennis Delacour
  14. Yanna K. R. Smith Del modo más ruidoso la Smith espantó el sueño que estaba sintiendo en todo su cuerpo ¿Por qué esa mujercita se tardaba tanto? Difícilmente se las arregló para reacomodarse en su lugar, sintiendo esas largas piernas entumecidas y el dolor de su cabeza le regresaba rápidamente, también le está costando un poco más acostumbrar esos filosos ojos amarillentos a la oscuridad, aunque es agradable, y los ruidos que la sanadora hace le advierten lo lejos que esta de ella. ―Bien querido, ¿Qué es eso otro que buscamos? -, aun con pereza y sentada en la orilla de la butaca, la muchacha desdobla el pergamino para dar una leída más al listado de cosas que hay que conseguir. Rápidamente su mirada ignora todos esos primeros apartados y se va hasta las últimas dos líneas de la lista, Yanna sonríe con malicia antes de guardar nuevamente el papel entre sus ropas y levantarse de un solo movimiento. ― ¿Por qué eres tan raro, mi querido Grelliam?-, canturrea mientras se encamina en dirección contraria a la sanadora. Sin cuidado se arrastra por debajo de una de las mesas junto a la ventana por donde han entrado, ahí debajo está lleno de piezas indefinidas y frascos con sustancias de todo tipo de cosas, no es muy diferente al cuarto del muchacho en la heredad, y Yanna se está preguntando si, de compartir habitación con su “esposa”, el cuarto del licántropo sería diferente. “Puaj” se quejó, esto era lo malo de vivir atado a alguien, ella misma recuerda la persona que debía ser en su infancia y juventud, aun estando, viviendo con su padre. Siempre normada. Con un fuerte golpe la latina consigue abrir un compartimiento entre las maderas del suelo, y aunque la oscuridad es más densa y aparentemente peligrosa, no se lo piensa dos veces para meter la mano hasta lo más profundo. Está haciendo un gesto de batalla mientras tantea en aquella profundidad y después de un rato, con apenas la punta de sus dedos puede alcanzar a sentir algo, una textura fría y áspera. Se esfuerza solo un poco más para obtenerlo y con aire victorioso sacarlo de ahí. Se ha llevado un golpe tremendo en la cabeza al tratar de salir de ahí y que solo empeora su dolor de cabeza, pero no importa, si no mal interpreta, por lo silenciosa que ahora está siendo su “compañera de misión” aun parece que no termina y eso le distrae de su malestar. ―¡Date prisa!-, gruñe, no importándole si en el piso de abajo pueden sospechar de su intromisión. ―Si llegamos después de medio día me perderé la barra libre de desayunos en ese local barato en diagon-, se encaminó con torpeza por aquella oscuridad, chocando con algunas cosas que no puede ver bien, pero que no detienen sus pasos. Y siguió asi hasta que, de entre la oscuridad, ve salir de algún rincón a la sanadora. Yanna la escucha hablar con ese molesto acento inglés que solo le hace pensar que esa mujer se cree mejor que ella o Grelliam por considerar a un tonto álbum de fotografías como "algo de valor". Bueno, es que ella cree que solo lo sería si se trataran de fotos comprometedoras, pero sabe, con tan solo ver la portada del libro, que se tratan de viejas fotos familiares. Aunque resulta una sorpresa saber que eso aún existe, lo que consigue remover más algo en Yanna es el preguntarse por qué Ollivander conservaba una cosa como esa. Un movimiento brusco bastó para que Smith arrebatara de las pequeñas manos de Bel el álbum, ella supone que en su interior debe haber solo unas cuantas fotografías, nadie en la familia, salvo por Moon y algunas veces Garry, eran aficionados a tomarse retratos. La alta mujer, con la viada del movimiento alzó por lo alto el libro y con velocidad lo dirigía en contra de la cabeza de Evans, como si fuera a arrojárselo, pero antes de que este golpeara su cabeza, la Smith detuvo el movimiento. En aquella oscuridad los filosos dientes amarillentos con destellos plateados y dorados y esos ojos penetrantes se muestran demasiado maniáticos. ― ¿Por qué esto es “algo muy valioso” para ti? -, habló forzándose por hacer más desagradable e incómoda su voz. ―Si dices cosas como esas... cualquiera podría pensar que te conformas con poca cosa-, Yanna rio con burla a carcajadas. ―Puedes quedártelo si quieres-, golpeó entonces, con un toque suave, la cabeza de la mujer con el libro y después se lo arrojó a sus manos. ―No me interesa y estoy segura de que a Grelliam tampoco-, se había dado media vuelta y pateaba y buscaba cosas de valor que estuvieran regadas por el suelo, quizá podría encontrar algo que vender a buen precio. No se sentía ni siquiera curiosa por el contenido del álbum de fotos, tampoco le importaba si Bel Evans se quedaba con él o no, y sobre lo que había dicho, ha dudado un breve instante si a Ollivander de verdad le importe poco si ha regalado el libro, porque ¿Qué hacía aun con él? A ella le molesta tanto que el licántropo no está ni siquiera algo conmovido con el abandono de sus padres, ¿Por qué hace cosas como esta entonces? ―Seré curiosa, Evans-, la mexicana se ha girado sobre sí mismo, en aquellas últimas palabras el acento de haber vivido tantos años en américa es más notorio. ― ¿Por qué te has casado con Ollivander?-, ella ha comenzado a creer que el matrimonio de Ollivander es justo igual al mito de la squib que se casaba con su abuelastro)?. Ella finge que no le importa, pero si algo puede sacar de ventaja en esto, mejor. ― ¿Estás segura de conocer bien al hombre con él que te has casado? -, sonríe divertida, recordando el frasco que acababa de sacar de entre los tablones del suelo y que ahora guarda en uno de sus bolsillos. @
  15. Se lo piensa antes de hacer o decir cualquier cosa, ¿era tan difícil para él entenderlo? Había trabajado antes con ellos, los fantasmas, en la mayoría del tiempo, era el sentido de apego lo que los mantenía aquí más que otra cosa, sin esa sensibilidad de pertenecer a algo o alguien Ollivander jamás comprendió el sentido de ser un espíritu, y muchas veces, a pesar de lo muy bueno que era en su trabajo, se quedaba con el vacío de no haber resuelto de la mejor manera aquellos casos en su totalidad, siempre apoyado en esa actuación suya que, por mero interés, es sobresaliente. El tacto de ella, aunque no está seguro de si siente algo o no, lo estremece, como si estuviera seguro de que lastimara las marcas en su rostro, esas tres o cuatro franjas largas que parten su piel hasta por debajo del cuello de su camisa de vestir, y que, anuqué son ya muy viejas en el muchacho, tienen un color tan fresco que parecieran recientes. ¿Sin Geraint aquí? El Ollivander se quedó pensativo en lo que ella decía, ¿Qué había hecho él cuando el viejo murió? También había permanecido ahí, ya no existía nada que lo mantuviera atrapado en esa fea casona en la heredad y, aun así, siempre estuvo ahí, año tras año mientras estudió en la academia de magia siempre volvía y le contaba todo lo mucho que había aprendido año tras año. Aunque siempre había sido invitado por los Tonks a pasar las fiestas decembrinas en casa de ellos, el muchacho volvía a casa a cuidar del jardín como el viejo Ollivander lo hacía hasta en sus últimos días. No era sido sino hasta el final de sus estudios cuando se decidía al fin dejar atrás aquel sitio, sin problema alguno, como si todos esos años en su vida, salvo por la inexperiencia, no hubieran pasado nunca. Quizá era la razón por la que no hablaba de eso como un encierro, aunque prácticamente la mitad de sus años lo fueron. Las razones por las que seguía volviendo a la casona en la heredad, a pesar de lo ocurrido, era algo que solo Garry sabría hasta ahora. Desvía brevemente la mirada hacia Bel, la sanadora es como un filtro para él, cuando está cerca, es más sencillo interpretar lo que es correcto y lo que no lo es. Por lo que después de un segundo, se lo ha pensado mejor, y a pesar de que cree que esto no es más diferente a esos casos de Baker que siempre busca evitar, el licántropo hace con un ademan la invitación a la fantasma de estar en su casa. ―Es imposible traer a su marido a la vida, Odette-, el mago se alejó lentamente de la fantasma, y se encaminó hasta un rincón donde había un estante con tan solo unos pocos libros ahí empolvados. ―Y este lugar poco a poco se convertirá en algo que desconozca por completo. Él sabe lo que trata de decir, a pesar de sus tantos años, ahora al entrar al viejo cuarto de telas de su madre, el recuerdo de ella no es el primero que llegue a su mente, si no el de Evans y la Smith, discutiendo por qué color de prenda se vería más horrendo en ellas, y es asi respectivamente para cada habitación cambiante a la que entra, ocasionalmente se encuentra con alguna que otra intacta, como el taller, pero él cree que solo es asó porque él lo ha decidido. ―Pero eso, usted ya debe saberlo…-, de apoco la sonrisa divertida en el muchacho se pinta nuevamente, aún está dándole la espalda, frente al estante polvoriento, y con sus largos dedos ha comenzado a desempolvar los títulos en el lomo de los libros. ―Entonces le preguntaré una última vez Odette, ¿Qué es lo que usted está buscando? ¿Qué la ha obligado a quedarse? -, aquella pregunta, más que otra cosa se escucha de su boca como si la estuviera poniendo a prueba. Él muchacho apenas gira lo suficiente para verle fijamente a esos ojos cristalinos. ―Tenga cuidado con su respuesta, madame, que todos estarán escuchándola a usted-, musitó con suspicacia. @
  16. ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda trastero 110970 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda 103154 Nivel Mágico: V Fecha: 2018-06-08 Criatura: Bowtruckle Puntos: 20P Precio: 1000G Criatura: Chizpurfle Puntos: 20P Precio: 1000G Total de puntos: 40P Total de Galeones: 2000G
  17. ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero 110970 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda 103154 Fecha: 2018-06-08 Poción: Crece-pelo Puntos: 10P Precio: 500G Poción: Polvos Verrugosos Puntos: 20P Precio: 1000G Total de puntos: 30P Total de Galeones: 1500G
  18. ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Boverda Trastero No110970 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda No 103154 Fecha: 2018-06-08 Objeto:Espectrogafas Puntos: 10P Precio: 500G Objeto: Vaso auto-rellenable Puntos: 10P Precio: 500G Total de puntos: 20P Total de Galeones: 1000G
  19. Un nudo se formaba en la boca de su estómago. Esto no era nada nuevo, era justo lo que había pasado el primer día en la casona de la heredad, habrían terminado en el cuarto favorito de la madre de Ollivander, ese lleno de telas de todo tipo, y habían solo “hablado”. Por supuesto que, al momento de tocar los temas familiares, como siempre, la cosa no había resultado nada bien. Hoy, estando ahí, no se espera entonces nada diferente, y se remueve nervioso, tenso, quizá por el malestar que le causa el mal recuerdo. Sin embargo, ella comienza a hablar y aunque él no entiende primeramente el sentido de lo que dice, como siempre, la voz de ella consigue tranquilizarlo. En ese estado, es un poco más sencillo entender lo que ella habla, aunque sinceramente aun está lejos de entender el sufrimiento moral por el que ella parece estar pasando ahora. Por qué esta casi seguro que eso es, de eso debe tratarse, que aquella mentira de lo que es su matrimonio y que lastima a ella y a su orden honrado e integro que la sanadora tiene inculcado sabrá Merlín desde que etapa de su vida. Pero él no es así, apenas si se inmuta cuando hablan de lo bien que se ven juntos o se preocupa nada si de ves en ves se le escapa que aquello solo es una “práctica científica”. Y es que a Garry ni siquiera le conmueve en lo absoluto, él no tiene toda esa sensibilidad que ella y aun asi, cuando ella le habla de todo esto, se siente increíblemente capaz de sentirlo, como si compartieran solo eso. ―No lo sé-, musita después de un demasiado largo silencio. A él le molesta no saberlo de verdad, pero lo ha dicho con tranquilidad, mientras siente que el cansancio se escapa poco a poco de su cuerpo y ahí recostado, ya no se siente con ganas de dormir. ― ¿Recuerdas aquel muchacho? -, él no habla del pasado de Evans, le aburre mirar hacia atrás, ni siquiera su propio pasado le parece relevante, y sin embargo hoy se regaña mentalmente por estarlo haciendo. ― ¿Cuál era su nombre? -, él sabe que no necesita si quiera decirlo, porque el nombre del prometido fallecido de Evans jamás ha salido de la boca de ella. No para los oídos de Ollivander y eso, es algo tan exquisito en Evans, el modo en el que ha convertido a aquel recuerdo en algo tan suyo que es demasiado íntimo. Hoy no es la diferencia y sonríe apenas, cuando el silencio de ella le dice que no lo hará esta vez. El nombre es solo algo para ella. ― Si hubiera muerto antes de ganarse tu cariño…cuando solo era un compromiso que debías cumplir-, no sabe qué tan profunda es aún la herida de Evans, y se arriesga a tentar el terreno. ― ¿Le hubieras ya dicho adiós, Bel Evans?-, murmura apenas, quizá escuchándose un poco más serio de lo que hubiera gustado. El silencio entre ellos regresa y él no está seguro de tener una verdadera respuesta por parte de ella que él pudiera comprender. @
  20. Se balanceaba sobre sus pies, talón, punta, talón, mientras terminaba su tercer cigarrillo de la hora, es quizá demasiado temprano para la cantidad de nicotina que ahora tiene en su cuerpo, pero con el frio que amenaza esta tarde, él cree que es solo lo justo para soportarlo. Ha estado pacientemente esperando por sus compañeras del centro de comercio universal, hoy tocaba alguna especie de inspección a un local de entre una larga lista de nombres de negocios en Diagon que habían estado acusados de mercar objetos oscuros entre la comunidad mágica. Lo han estado hablando en el CCU, y a Garry lo más sospechoso le sigue pareciendo las cartas con las direcciones de los locales. Tocaba averiguar. Después de unos minutos más por fin vio señales de Alessandra, y con tranquilidad se anima a cruzar la avenida que lo separa del local de la visita, saludándola apenas con un ademan. A Ollivander le pinta una larga sonrisa la primera de las instrucciones de la mujer, y luego de recibir un par más de sugerencias en grupo han entrado al local. El sitio no es como algo que no hubiera visto antes, pero no deja de ser sumamente atractivo de ver. Camina tan solo un par de pasos más atrás de la jefa del C.C.U. distraído entre los comensales y la ornamentación del sitio, pues espera, quien sabe, encontrar alguna clase de patrón entre los locales que visitarían durante un tiempo para saber si de verdad existe algo entre la variedad de negocios que han sido mencionados entre las misivas sin nombre que han llegado hasta la oficina de Rambaldi. Aunque si es sincero, aquello último que la jefa de la dependencia les ha advertido, sobre “ser compañeros” de los dueños de estos lugares, resulta también bastante extraño. No se fija y cuando se da cuenta, Alessandra ya está en conversación con un muchacho del otro lado de la barra. Ollivander se encoge de hombros, despreocupado tras el vistazo que Rambaldi les echa encima después de hablar sobre los padres muertos del muchacho, posteriormente se ha puesto a buscar entre el papeleo que se carga algún acta de defunción que se hubiera traspapelado, pero no encuentra nada, seguramente había aun algún trámite pendiente o quizá habría quedado entre el montón de pergaminos junto al papeleo correspondiente de cada local. Que fastidio. Después de las presentaciones, él apenas saluda con un gesto al muchacho cuando se le menciona, y no dice nada mientras lo escudriña con la mirada, en espera de su nombre y con el registro en mano. Siendo esta su primera visita de este tipo, Garry deja que la jefa se encargue de todo, por ahora él está ahí como un fiel asistente, atento y observador. @ @
  21. ― ¿No debería ser justo lo contrario? -, Garry se adelanta un par de pasos para arrebatarle a la muchacha el frasco con la pócima matalobos. ― ¿Deverdad esto es por lo que has venido? En casa hay demasiado de esto -, hiso a un lado la pócima y se quedó ahí quieto un rato más, examinando algunas pócimas más arriba del estanque, buscando alguna que Nasha no alcanzaba y que tal vez cree que le puedan interesar. El par de ojos de color dispar brillaron cuando al fin leía en la etiqueta un nombre bastante peculiar, pero apenas se estira para alcanzarla cuando el grito que la elfina ha soltado de pronto lastima sus oídos demasiado sensibles ahora. El gesto del muchacho se contrae y confundido busca a la elfina con su mirada, cuando al fin se encontraba con aquellos enormes ojos de pelota, la criaturilla desapareció dejando al mago aún más confundido. ― ¿En serio? Solo le di la espalda un instante y usted molesta a la elfina-, Garry sigue buscando a la criaturilla, por encontrarla bajo algún estante o en un rincón oscuro escondiéndose de los magos. ―No importa lo que diga o haga ahora, no le compraré nada, Nasha-, no está verdaderamente molesto, es difícil conseguirlo, incluso se siente divertido por lo que acaba de suceder. ―Debió desaparecer, ella no está más en este salón. Despreocupado, el muchacho se gira sobre sí mismo solo para encontrarse con Nasha, ahora trepando por los estantes para alcanzar las pociones que están más arriba de lo que sus cortos brazos alcanzan. Como si se tratara de algo muy entretenido para ver, Ollivander se queda quieto observándola, tras una corta exhalación ha guardado las manos dentro de los bolcillos, preguntándose al mismo tiempo que cosa es lo que ella está tratando de obtener esta vez. ― ¿Ug? ¿Qué es esta vez? -, detrás de él se puede escuchar un par de voces que ha estado escuchando por un rato, pero que no es hasta que se da cuenta que se refieren a ellos que el muchacho se gira para dar con una mujer preguntando si podía ayudarlos en algo. Garry suspiró de nuevo, sintiéndose desganado de continuar con todo esto. ―Estábamos buscando medallones malditos, pero la elfo nos ha dicho que no hay-, habló aquello con tranquilidad, encogiéndose de hombros, como si con eso justificara a la mujer trepando por los estantes del local y bebiendo de las pócimas. @ @
  22. Lady se retira nuevamente de la barra para recibir a un recién llegado más, él no ha puesto atención en cuanta gente es la que ha entrado y se ha ido, del par de muchachos que están en la barra de pronto parecen demasiado mas tranquilos que como cuando comenzaban su cautivadora charla aquella noche, quien sabe, quizá solo buscaban asustar a la gente. Garry se giró entonces para pedir una cerveza más al elfo domestico quien no tardo en servir y con una venia y un guiño Ollivander le agradeció, no puede evitar parecerle divertido en como el gesto apenas amable del muchacho pone nerviosas a esas criaturas, sin duda un gesto de que aun viven sometidos a la vida de servidumbre, increíble que aun en estos días aún se pudieran ver elfos como estos. Distraído, es la voz de una de las personas con quienes compartía la barra quien lo trae de regreso. Al girar Ollivander se encuentra entonces con la mirada azul penétrate de la muchachita, tan intensos como los de Luxure, pero los de ella son muy distintos al mismo tiempo, no están fácil perderse en el azul sin fondo, pero es como si fueran cordiales invitándote a hacerlo. Garry parpadeo una, dos veces procurando ser más cuidadoso. ―Si no le importa, preguntare yo-, el muchacho dio un trago largo a su tarro de cerveza, sintió como el calor le recorría todo el cuerpo hasta subírsele a la cabeza. Debe ser una de estas sensaciones físicas, el calor recorriéndote el cuerpo. Con cuidado el muchacho deja el vaso de vuelta en la barra y posteriormente se bajó del alto banco donde había estado sentado, se puede ver entonces que es un poco mas alto de lo que aparentaba estando sentado. Con un rostro serio se acerca solo un poco a la muchacha que aparenta un par de años menos que él, y de pronto se siente divertido. ― ¿Verdad o castigo? -, musito, con la mirada desafiante sobre la muchacha. @@Theodore Lestrange @zafiro @Lady Luxure Rambaldi
  23. ― ¿Las mujeres lo hacen? -, el rostro del muchacho es una mezcla de confusión y curiosidad mientras ladea la cabeza, la sonrisa de su rostro no se ha ido, pero es apenas perceptible cuando hace el gesto. ―Deberé considerar eso en un futuro, para la bitácora de matrimonio…-, no lo parece, pero habla emocionado ¿Cómo es que Bel Evans no había dicho cosas como esa antes? De haberlo sabido cuantas cosas se hubiera ahorrado en los casos de Baker. Sin embargo, al girar la vista a Bel es que lo ha recordado, el como no debe hablar de su matrimonio con ella como un experimento social, asi como lo hace todo el tiempo cuando ella comienza con alguna nueva actividad un nuevo aprendizaje o esas prácticas sociales a las que él no esta tan acostumbrado. No es muy divertido, pero cuando se trata de Bel Evans, convertir todas esas actividades que ella hace en un estudio, se ha hecho uno de sus pasatiempos favoritos. ―Ah…quiero decir en…-, ¿Qué quiere decir? Ni siquiera está seguro de que la mujer lo mal interpretara y aun asi evita nervioso la mirada de Evans. Solo no espera que al volver a casa tenga que escuchar lo desconsiderado que pudiera ser. “tks, si ella supiera porque estamos aquí”. ―Lo pondré en el…este…el di-diario-, entrecierra los ojos, realmente se fastidia cuando su traicionera mente le hace cosas como estas. Finalmente se encoge de hombros, esperando que la sanadora no lo considere. ―Bueno, me disculpara entonces usted a mí. Si he interrumpido algo me disculpo, mi señora-, apenas hace una venia con la cabeza antes de compartir la mirada con Bel a quien le sonríe divertido ¿a que estará tramando ahora la sanadora? No lo dirá, pero esto ira directo a la bitácora de su extraño matrimonio con ella. @ @
  24. Asdfg ¡Hannity! *la amorosea* la única miembro no incomoda hasta ahora de la familia(? Jaja es broma xD Las amo casi a todas chicas (´8 Que genial que te pasaras y que formes parte de esta torcida y rara familia que mas que familia parece un accidente xD Pero bueno lo importante es que ya estás aquí y que no dejaremos que te vayas v,v no tan fácil Ahora mismo edito el árbol familiar para agregarte como la ahijada consentida, y siéntete con la libertad de pasarte por el heredad cuando gustes, ahorita estamos con un rolsillo lento sobre una fantasma, la cosa está relax, te puedes integrar si quieres, llevamos un ritmo super lento pero ahí está. Como miembro de la familia también te invito a pasarte al, quizá demasiado, dramático club de la familia en las tres escobas: Olive-Wood o/ te dejo los enlaces aquí. En fin, ¡Bienvenida a la familia! Espero que nos saques provecho tanto provecho como te sea posible Un saludo. @ @
  25. ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda no.110970 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda no.103154 Nivel Mágico: V Fecha: 20018-06-02 Nombre del producto: Libro de la fortaleza Consumible o Libro de Hechizo: Libro de hechizo Nivel (del libro): Nivel 5 Precio: 5000G Nombre del producto: Collar maldito de ópalo imantado Consumible o Libro de Hechizo: Consumible Nivel (del libro): -- Precio: 1000G Precio total: 6000G

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