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Mael Blackfyre

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Mensajes publicados por Mael Blackfyre

  1. No estaba seguro si lo que habíamos empezado con Ada iba a cortarse allí o qué. La música llegaba a nuestros oídos de lejos y todo parecía tranquilo, era ideal ¿Por qué no le había pedido una cita antes a la jovencita? Claramente era asi de idi.0t4. Escuché lo que comentaba y me di cuenta que entonces mis sospechas se podrían haber cumplido tranquilamente. Me gustaba aquella fiereza con la que se manejaba la bruja.

    Miré donde miraba la bruja y noté la presencia de otra. ¿Quién era, alguien del gobierno o familiar de Ada? Le resté importancia y me sorprendí al notar que aparecía un pasadizo detrás de nosotros. ¡Un pasadizo! Aquel sitio era realmente magnífico, me dejé tomar la mano y guiar por Ada mientras la puerta falsa se cerraba detrás. Estábamos solos y por ende, buscaba lo mismo que yo. Eso hizo que me sintiera aún mejor, quería hacer eso ya mismo. ¿Cuándo había sido la última vez? Entramos a una biblioteca, y observé cada detalle que pude, notando unas grandes ventanas que mostraban el jardín del lugar.

    Iba a decir algo, pero cualquier cosa que dijera iba a arruinar el momento, fuera una broma, algo serio o no. La que besó en ésa oportunidad fue Ada nuevamente y pude sentir nuevamente su tacto. Sin perder aquella magia que estaba funcionando entre nosotros dos, moví mi varita para que apareciera una gran tela acolchada, era una especie de pelaje muy espeso pero igual de suave. Tomé su cuello mientras la besaba e íbamos descendiendo a aquel objeto. Dejé mi varita a un lado, aprovechando para que la capa desapareciera. No esperé demasiado, sabiendo que la bruja quería lo mismo.

    Pasaron muchas cosas de ahí en adelante. Quite mi camisa dejando mi torso desnudo, incluso bajar el cierre del pantalón, quedando a medio camino. Me percaté de dedicarle más besos subiendo la temperatura de ambos dos. Yo estaba de rodillas encorvado directo a sus labios mientras Ada se encontraba sentada sobre aquella gran tela. Estábamos cumpliendo con aquello que nos debíamos. ¿Qué iba a suceder luego? No me importaba, ya que ahora mi concentración estaba totalmente en lo que hacía Ada.

    @ Ada Camille Dumbledore

    • Me enluna 3
  2. Lo más reconfortante fue ver la reacción de la ministra francesa ante mi beso. Se sentía muy bien porque claramente era algo que teníamos pendiente desde hacía bastante. No le había prestado atención a la bruja hasta que desapareció mi madre, allí pude entender algunas cosas. Volví a sentir su cuerpo contra el mío, ya que Ada pedía revancha, siendo ésta vez un poco más brusca, pero demasiado agradable. Continué su juego llevándola justo contra la pared (evitando que golpeara fuerte contra ella, era parte de la nobleza mágica francesa).

    Mis manos acariciaban su cabello, el cuello, el costado del torso e incluso la cintura. Aquel pasillo era demasiado tranquilo, mucho más que el rincón donde de primer momento quise besarla. Mantuve el ritmo de la muchacha, sintiéndome bien que Ada me había respondido de la misma manera. No pude evitar pensar en qué hubiera pasado si mi madre nos hubiera encontrado así. ¿Debería usar mi varita contra ella por primera vez? Esperaba que no. Saqué aquellas imágenes de mi cabeza rápidamente, para disfrutar mejor aquel momento.

    Aunque había partes en mi cuerpo que, claramente, lo disfrutaban mucho más. Pedían más.

    Por un segundo, creí que me iba a ver estampado contra la pared —por un segundo aproveché a dirigirle la palabra. No quería cortar aquel acto pero aprovechaba para disimular que realmente necesitaba aire o iba a darme un paro respiratorio. Sonreí ante la muchacha y sin dudarlo volví a encarar aquellos labios. Estaba seguro que en cualquier momento se me iba a explotar el pantalón.

    @ Ada Camille Dumbledore

    • Me enluna 4
  3. La explicación de Mica sobre lo que había sucedido en la selección fue interesante. En la época en que me había animado a jugar, todos los torneos eran a nivel local y menos interesantes. Era divertido, claro que sí, pero se había vuelto una responsabilidad pesada ante la situación de tener que llevar un equipo adelante. Tal vez hubiera seguido pero lo ocurrido con el maldit0 japonés, era una de las razones por las que me había alejado.

    Claro que si —exclamé ante su ofrecimiento por encontrar un buen lugar. Pasamos por una gran arcada de piedra donde la gente se apretaba cada vez más. Eran pasillos más largos y a medida que nos adentrábamos en el estadio, se iban bifurcando en otros pasillos. Algunos se convertían en escaleras que ascendían a las partes más altas y otros eran bajadas donde serpenteaba para llegar a la parte baja, aunque en Quidditch casi todo era a la altura—. ¿Y quieres arruinar el momento de sorpresa? No estoy seguro. Pero no tengas miedo —le dije un poco divertido, sabía que la muchacha era un poco ansiosa—. ¿Tú en que piensas? ¡Mira! ¿Crees que decida a aparecer el Ministro ante tal evento?

    Sonreí ante la muchacha. Hacía algunas semanas que venía sembrando la idea de ir a atacar el ministerio, teníamos que mover el avispero para lograr que la institución hiciera algo al respecto. Si llegábamos ante el Ministro sería lo ideal y la Marca lograría una victoria. Pero no teníamos noticias del cura hacía muchas semanas. Desde el primer paso en el estadio, fuimos tomados de la mano y en ningún momento me molesto, al contrario.

    @ Mica Gryffindor

  4. Ya sabía que Mica se sentía totalmente satisfecha por aquel nuevo plan de poder realizar aquella maldición entre los dos. No podía terminar de descifrar qué era lo que me sonaba extraño pero por el momento lo dejé a un lado de mi mente para que no me molestara y pudiera continuar con aquel camino tenebroso que había decidido hacer. Volví a mirar aquellos ojos hermosos. Podía sentir todo lo que ella sentía. No estaba seguro si iba a poder lograrlo, Mica era especial, lo sabía.

    Vayamos a las gradas, no hay problema —no estaba seguro de lo que iba a pasar, pero si de algo estaba seguro es que tenía que salir de la vista de cualquiera que podría identificarme, por si decidía dejarme llevar por mis instintos, como había ocurrido es Les Invalides o en el Atrio del Ministerio. En aquellos escasos segundos de silencio, deduje que tal vez Mica no había entendido exactamente lo que le había dicho sobre mí no sentir. Y eso incluía lo que pensaba sobre ella.

    Tal vez no era tan malo ya que el destino me había llevado a eso, pero había tenido que sufrir algo muchísimo más fuerte para poder continuar por aquel camino peligroso. Era cierto que no era correcta la manera que me había declarado ante Mica, pero gracias a ella me había decidido a conseguir esa maldición, pero para lograrlo había tenido que arrancar mi corazón, para no sentir. Porque ella misma podría evitarlo si no.

    — Luego en la mansión o ligar privado hablaremos en más detalle sobre la maldición. ¿Si? Ahora podemos relajarnos un lindo momento.

    @ Mica Gryffindor
     

    • Me enluna 1
  5. No recordaba las veces que había querido permanecer en la Gryffindor y por diferentes situaciones había dormido en otros sitios. Habían pasado algunas horas que había podido dormir en la noche y ahora el mundo vivía como todos los días. Eran pocas las personas que convivían dentro de la mansión, así que los ruidos dentro de ella eran pocos, los elfos siempre estaban preparando u ordenando algo.

    Me levanté después de algunas horas de no hacer nada y me puse de pie, colocándome una túnica negra simple. Estaba tomando la varita cuando me detuve para mirar la ventana. Desde aquel punto de vista, podía ir recorriendo con la mirada cada centímetro del patio delantero de la mansión, desde la entrada, el sendero, las estatuas, el panteón, los árboles y arbustos y casi finalizando la verja. Había una figura parada en ella. ¿Quién era?.
    Tenía el poder de patriarca, por ende podía desaparecer allí mismo. Y así hice.

    Aparecí a escasos centímetros de aquellas rejas negras. La verja se abrió de par en par para mostrarme a un joven castaño de ojos verdes. No lo conocía en persona pero automáticamente lo pude reconocer por la descripción que me había hecho su madre y el pedido de apadrinar al muchacho. Miré de arriba-abajo y asentí. Miré al mago durante algunos segundos.

    Tú debes ser Alexander… Te tardaste demasiado en venir, muchacho. —le hice un gesto para que el chico pasara. Si iba a ser una especie de pupilo entonces eso significaba que iba a ser parte de la Gryffindor—. Seguramente que ya sabes que soy Mael, somos amigos con tu madre —empezamos a caminar por el largo sendero que llevaba a la entrada. No hacía falta tanto protocolo de saludo, por ahora teníamos una relación profesional. Mientras llegábamos a las estatuas de León y el Lobo, casi llegando a la puerta, hablé un poco más: — Podemos decir que tu madre me ha pedido apadrinarte. Eso en mi mundo significa que este es tu hogar. ¿Si? Aunque debes trabajar por tu cuenta. Pero puedes contar conmigo para lo que necesites. Ahora voy a pedirle a los elfos que preparen un cuarto para ti. Ahora tienes permiso de aparecerte en los jardines. ¿Alguna duda, algo que quieras saber? —le guiñé un ojo.

    @ Malum Luxure

    • Me encuerva 2
  6. Una música tranquila resonaba en el sitio mientras iba caminando lentamente por aquel salón. Aquel licor era realmente delicioso y no había caminado demasiado cuando agarré la segunda copa. Había pocos participantes así que todos los que se encontraban allí, estaban bailando en el centro. Algunos más hablaban entre ellos también con bebidas en sus manos. De vez en cuando miraba en dirección donde se encontraba la Gryffindor, incluso pude darme cuenta que los ojos azules de Malfoy mostraban incomodidad. ¿Acaso creía que volvería a lastimarlo? Él nos había atacado primero, solo era su merecido.

    Terminé mi segunda copa y ésta desapareció. Ada había pensado en todo realmente. Y justo pensando en ella, una figura rubia de hermosos ojos azules apareció frente a mi. No pude evitar dirigirle una sonrisa y admirar la belleza de la Ministra Francesa que tanto se había empeñado en preparar aquel baile. Seguramente tenía algunas sorpresas más, pero sus ojos mostraban otra cosa. La bruja había hecho todo eso pero algo me decía que quería huir. Muchos pensamientos inundaban su cabeza. Le dirigí una reverencia con la cabeza, sin saber si así saludaban en Francia realmente.

    ¿Y perderme de todo esto? Es realmente hermoso, cada detalle, como la organizadora —le guiñé un ojo, asintiendo a su gesto de invitarme a otra copa. Ésta vez era un líquido más oscuro, alguna especie de vino seguramente. Le hice un gesto con la cabeza, apoyando una mano en su hombro. Ambos caminamos lentamente por allí. A la par, ya una pareja se había ido de allí y otros pocos habían llegado—. La última vez que nos vimos, fue en un evento en París. Y nos quedó pendiente terminar algo. ¿Lo recuerdas?

    Le di algunos sorbos a aquella bebida, era menos dulce que el licor pero claramente más fuerte. Llegamos a un costado del salón, había unos candelabros en algunos estantes, muchos cuadros, incluso libros y otros adornos. En ése rincón la luz era más tenue. Aquella muchacha era realmente hermosa y principalmente agradable. Nunca se lo había preguntado pero nunca había entendido porque había estado con mi madre Shelle.

    Es un gran honor estar acompañado de la ministra Francesa. Espero que pueda servirle en lo que necesite…—ya la tercera copa había desaparecido y un pequeño calor había subido de golpe. Y de la misma manera el impulso que me llevó a acercarme, sin dudarlo hacia los labios de la bruja para besarlos. Fue bastante suave, pero me apreté contra Ada con una mano en su cintura para atraerla un poco. Fue un jugueteo suave de labios, casi podía decirse que fueron dos o tres besos cortos. Cuando me alejé un poco emití una sonrisa. Ada era agradable pero estaba seguro que si la había enfurecido, hasta podría despellejarme. Algo me decía (¿Leregemancia?) que nos debíamos aquello desde hacía varias semanas.

    @ Ada Camille Dumbledore

    • Me enluna 4
  7. La noche había llegado a la hora esperada y me encontraba sobre el techo de aquella enorme edificación, sede de la embajada francesa por el aniversario 233 de su revolución. la brisa de verano me impactaba en las plumas y acariciaba a cada una de ellas. Observaba con mis grandes ojos de búho todo el panorama, disfrutando de la tranquilidad de la ciudad. Ignoré lo que estaba sucediendo por debajo, donde los invitados al evento llegaban cada vez más. En las últimas semanas estaba demasiado pensativo.

    Me decidí a entrar unos minutos después de la hora indicaba en la invitación. Antes de llegar a Ottery, jamás había asistido a aquellos eventos, todo lo que tenía que ver con lo social me incomodaba. Pero en varias oportunidades la había pasado bien, incluida la vez que Goldor había destruido aquel sitio francés y su campanita. Di un salto y desplegué mis alas y di algunas vueltas alrededor del techo y noté una ventana abierta. Era mi oportunidad. No quería entrar por la entrada principal.

    Atravesé la ventana y aterricé en el medio de la habitación que se encontraba en el cuarto piso. Me transformé en mi forma humana nuevamente. Sacudí un poco el cuello de mi camisa bordó, ajustada a mi cuerpo. Con un chaleco negro donde se podía notar el prendedor de oro con forma de cabeza de león. Pasé mi mano por mi cabello mientras salía de la habitación, descendiendo para llegar a la fiesta. La capa ondeaba y rozaba mis talones. Cuando estaba llegando al salón, Ada les estaba dando la bienvenida a los presentes.

    Me apoyé durante algunos minutos para observar todo. Claramente la ministra francesa sabía muy bien realizar aquellos tipos de eventos, todo estaba realmente hermoso. Ella terminaba con su bienvenida y la gente se había puesto incluso a bailar. Mirando detenidamente pude notar algunas personas conocidas. Aquella bruja del Ministerio. Pero me detuve unos segundos más con Ludwig y Mica. Esbocé una sonrisa. Y continué mi lenta caminata por el lugar, rodeando a las personas y tomando una copa en el camino.
     

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    • Me enluna 2
  8. El camino de ida fue bastante silencioso, pero me sirvió para pensar algunas cosas de más. Podía decir que estaba mucho más tranquilo de tener un apoyo como Mica. Más que apoyo era alguien que estaba tomando parte de todo eso y lo que sospechaba es que iba a tener mucho más alcance. Caminando de a poco, atravesamos aquellos senderos invisibles que se marcaban entre todo el follaje de aquella selva amazónica. El terreno era descendente, ya que el estadio se encontraba en el centro de éste, hundido bajo algunas protecciones.

    Llegamos ante ésa especie de claro que mantenía al estadio bajo un sol brillante y un cielo despejado. La gente se amontonaba cada vez más hacia la entrada pero era un rio fluido de personas. Asentí ante la pregunta de la bruja. ¿Por qué no? Ya no tenía la misma responsabilidad con el Ministerio y Fabricantes de Mentiras había quedado nuevamente en soledad. No tenía mucho más para hacer asi que podría disfrutar unos momentos más con Mica, lo prefería ante que todo el resto.

    Desde que dejé el equipo ya no volví a ver un partido. Tuve otras cosas que hacer —nos acercábamos a una especie de sendero donde tenía puestos a ambos lados, en dirección hacia la entrada—. Me acabo de dar cuenta que jamás volví a preguntarte sobre y el Quidditch. Solo me enteré que quedaron fuera. Pero son cosas que pasan… —terminé de razonar y escuchar que me tocaba elegir a mi. No conocía a ninguna de las dos selecciones pero era una especie de juego—. Iré por Uganda- Asi que te queda Brasil —dije compatibilizando con su energía renovada.

    Asi que fui directamente hacia uno de los gorros con los colores de Uganda y me lo puse sin pensarlo. También enrosqué en mi cuello una especie de cadenas de plástico con los colores negros, amarillo y rojo. Tomé el de Brasil para ella, amarillo como el sol, y se lo puse en la cabeza—. Ahora tú guíanos a las gradas que las conoces más que yo.

    @ Mica Gryffindor

    • Me encuerva 1
  9. Como en casi todas las situaciones en las que había atravesado con Mica, parecía que ella siempre quería más. Estaba mucho más tranquila desde las últimas veces y tenía que admitir que se había vuelto una compañía agradable, casi preferida. Desde el primer momento en la Gryffindor no había reaccionado como todos los demás. Y de forma irónica, todos los demás habían desaparecido y ahora solo quedábamos ella y yo. Tal vez el destino lo había querido asi.

    La idea de tener una persona en la que confiar y apoyarme me era muy satisfactorio y no había pensado que resultara de aquella forma. Miré pensativo a Mica. Si de algo estaba seguro es que podía leer su mente para saber si mentía o si escondía algo. Y solo fue necesario mirar a sus ojos unos segundos para leer un pensamiento. Ella de verdad quería que aquello funcionara, ella solo quería saber cómo terminaba todo. Pero ante de formular aquellas palabras, Mica nos empujó detrás de un gran árbol, el cuál ni siquiera sabía el nombre. Su cuerpo quedó casi pegado a su cuerpo. Pude sentir un aroma muy agradable, observar muy de cerca su cabello y aquellos ojos esmeraldas.

    Era entendible porque en su primer momento me había cautivado. Y porque tras el rechazo me había obligado a hacer lo que hice. Estaba seguro que de no hacerlo, no podría haber terminado donde estábamos en aquel momentos, encaminados ante la maldición. La magia oscura era muy densa, muy tenebrosa y muy útil. Me había costado algunas cuántas cosas pero me había servido muy bien para quitarme el corazón y no sentir más. Había logrado eso y me ayudaba a continuar con todo. Miré unos cuántos segundos y emití una sonrisa. La muchacha no se rendía y era eso lo que me gustaba, iba a servirnos demasiado.

    Aquel grupito de adolescentes habían pasado corriendo, en búsqueda de alguna aventura o algo que disfrutar. Tal vez se habían escapado o no pero antes de pensarlo doblaron por uno de los caminos que descendía a ése especie de valle que contenía el gran estado. Me hice para atrás y cuando éstos se fueron volví a hablarle.

    No puedo asegurarte cómo va a terminar todo. Si puedo decirte que las intenciones son cambiar todo lo que conoces. Ya nada será igual y lo mejor es que nadie podrá saberlo. Solo nosotros —la miré con una sonrisa pícara. Era hermoso imaginar aquel nuevo mundo. Era una gran venganza y toma de poder—. Yo tampoco tengo nada que perder y creo que hay que aprovechar cada cosa que se pueda hacer. ¿No crees? —la observé y luego miré en dirección en donde se habían perdido de vista aquel grupo. Unos gritos retumbaban hasta allí y no lograba diferenciar si eran de miedo o diversión—. ¿Vamos a ir a ver la final?

    @ Mica Gryffindor

  10. Holi. Venia a sumarme a la idea que creo que esta buenísimo tener algunas actividades interbando (y encima no obligatorias, asi que genial) no sabia muy bien cuál elegir. Una vez que estoy en el bando malote, tengo que elegir cosas de héroes jajaja pero bueno. Ya me decidí, asi que dejo los datos a continuación.  Gracias a @ noe_snape  que se ofreció. Espero que sirvan las imágenes. Las pongo en orden de prioridad pero elegí la que más te guste.


    Sullivan, de Monster Inc.
    Imagen: 1 - 2 - 3 - 4 - 5 
    Frase: Mael.
    Avi: No.

  11. No tardamos demasiado tiempo en llegar a aquella biblioteca. No le tenía nada que envidiar a la biblioteca de la noche de los nosferatu. Aquel sitio era claramente digno de la mansión, incluso lo hallaba más cómodo que el de la Gryffindor. Nos adentramos con Mica y me agradó la tranquilidad que manejaba aquella muchacha. No se había alterado en ningún momento y era la única de todo el grupo que me había seguido, que le interesaba solucionar algo de todo lo que ocurría. ¿Al resto podía considerarlos traidores? Esperaba que no.

    Giré la cabeza de golpe en cuanto Mica preguntó por Sagitas. ¿Ella también lo había sentido? Parecía como si alguien estuviera vigilándonos desde las sombras. Miré hacia un lado y el otro pero no había nada ni nadie.

    ¿También lo has sentido? —le pregunté para estar seguro de lo que ocurría, aunque eran muchas cosas. Saqué mi varita, no sentía algún peligro inminente pero sí adrenalina. Respiré profundamente y miré detalladamente todo. ¿Qué ocurría? Tal vez lo que estaba haciendo era demasiado incoherente pero tenía que intentarlo. Moví la varita de un lado a otro, apuntando a una pequeña mesita donde había un velador. Era un encantamiento invocador simple. Claramente me estaba aprovechando de mis poderes como lugarteniente al invocar la primera mitad de la calavera de Kaiser que había encontrado Eterno y había logrado resguardar en la Fortaleza Oscura—. Tengo que intentarlo. Es una corazonada.

    Le expliqué a Mica volviendo a enfocarme en esa primera mitad de calavera. La observé. Alguien había logrado obtenerla y mientras intentábamos encontrarla, no solo la había partido a la mitad, sino que se la había llevado a otro sitio. Murmuré una especie de conjuro que intuía que servía. “Puri Rioma Taero Grafnal”. La calavera brilló con una tenue luz dorada y a unos metros, detrás de unos libros en una de las biblioteca se movieron y salieron expulsados en el aire y cayeron al suelo, mostrando un objeto que sobrevolaba la distancia y aterrizaba al lado de la otra. La otra mitad de la calavera. Dentro de la Potter Blue. Me quedé atónito, creyendo que aquello no iba a funcionar.

    ¿Sagitas? —murmuré. Cerca de aquella misma biblioteca una silueta claramente de una bruja de cabellos violetas aparecía. Un acto seguido del otro.

  12. La magia era mucho más complicada de lo que comprendían las brujas y magos. Aquel juramento que había hecho con Mica nos conectaba más que las promesas que habíamos hecho, así que era lógico que ante la necesidad de llamarnos, pudiéramos llegar al otro sin problema. Había aparecido cerca de los terrenos de la Potter Blue, caminé hasta la entrada para llegar a aquel patio de armas que presentaba a la mansión y fue donde apareció Mica, tan repentina que me recibió con un pequeño empujón. Emití una sonrisa. ¿Alguna vez había visto a alguien tan torpe? Pero perceptiva.

    ¿Cómo lo sabes? Arya no apareció nunca más. Y no encontramos la mitad de la calavera de kaiser que nos encomendaron encontrar —la miré detenidamente. Ella era la primera que habían enviado y que misteriosamente jamás la había llevado. Desde aquel entonces Sagitas no había aparecido y ahora había un gran problema dentro de la Marca —. Los líderes de los clanes están discutiendo sobre quién debe ser el nuevo líder tras la desaparición de Arya. Sagitas no está y no logramos resolver lo de aquel objeto de kaiser. Estoy seguro que todo está relacionado, así que eso es lo que podemos encontrar en la Potter Blue. ¿Crees que es algo muy loco de pensar?

    Hasta aquel momento nadie de los que se habían presentado en la Fortaleza Oscura me había seguido los pasos. No estaba seguro si era porque no les interesaba o les daba miedo pero estaba en lo cierto si pensaba que cualquier decisión que tomáramos dentro de la Marca podría traer consecuencias severas. Los clanes siempre habían sido equilibrados al igual que quien llevaba el liderato. Así que le hice una seña a Mica para adentrarnos en la mansión. Aquel gran patio era hermoso pero lo dejamos atrás cuando decidimos entrar. Había una gran sala en la que en el fondo se podía ver vida vegetal. ¿Escaleras arriba que había? “Allí” le señalé a Mica para subir e ir a lo que parecía una biblioteca. ¿Qué podriamos encontrar? Aquel sitio estaba realmente vacío.

    @ Mica Gryffindor

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  13. Aquella muchacha de ojos miel había arriesgado su vida para salvarme y claramente que no lo iba a olvidar, de corazón le decía que le debía un favor. Eran pocas las personas que hacían eso sin conocerse. El resto de la ceremonia parecía no haber sido afectada asi que como se esperaba, se desenvolvió con la normalidad que podía. El resto de los invitados estaban intactos y los novios parecían más que decididos a continuar con todo aquello ignorando al desgraciado que había interrumpido aquel evento tan esperado.

    Me mantuve apartado por unos momentos para mantener la calma. Hacía ya algunas semanas que no desbordaba emocionalmente, porque si hubiera sido unos años atrás, hubiera seguido a aquel mago estu-pid0 para cortarle la cabeza pero no, no había pasado mayores por lo que tenía que tranquilizarme. Y eso hice. Alguien que no conocía vino a ayudarme pero era un gran mago, la verdad que tenía demasiados conocimientos para hacerlo solo. Antes de darle un manotazo para que se alejara le hablé con el mayor respeto que pude:

    Gracias, no hace falta. Ya puedes retirarte —si de algo estaba seguro es que aún no terminaba de adaptarme a los modales sociales que se necesitaba para llevarme bien con la gente y no comprendía ni me interesaba si se ofendían por ello. Podía ser que aquella persona tampoco supiera quién era asi que con aquello alcanzaba para que se alejara y observara cómo empezaba la ceremonia. La que comenzó con ella fue Verónica y me sorprendió cómo ayudaba a Sagitas, quien sería la sacerdotisa del evento. Así empezó una y terminó con la bendición de la otra.

    Antes de acercarme a los novios para felicitarlos, como otros presentes que lanzaban chispas de luces al aire o aplaudían, una bruja se acercó. Aquella mujer era hermosa y agradable, demasiado.

    Si, estoy bien —apoyé una mano en su hombro y le guiñé un ojo—. No logró hacerme nada. Solo fue un show de diva. No es la primera vez que lo hace. Pero me encargaré de arrancarle la cabeza y colgarla en la sala de los Gryffindor —le comenté, pensando que sonaba como una broma, aunque no lo era. La ministra francesa me tomó del brazo y me invitó al yate. Acepté. Era increíble cómo habían cambiado las cosas en mi y aún no me acostumbraba a ello—. Todo tiene tu estilo. Estoy seguro que has hecho todo tú. ¿No? Realmente hermoso, como su creadora. ¿Tú cómo has estado? La última vez que nos vimos fue en la Inauguración de la liga de Quidditch —el yate nos esperaba a todos para ir al festejo del casamiento.

    @ Ada Camille Dumbledore

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  14. Era una de las primeras veces que veía a Mica de aquella manera. No se encontraba ni llorando ni haciendo drama ni nada de esas cosas, sino decidida y prestando atención a lo que le explicaba. Procesaba cada una de las cosas que le decía y mantuve la calma para esperar a que procesara toda esa información, la cuál no era nada simple. En ése instante me percaté de dónde habíamos aparecido y todo lo que podía haber pasado si no prestaba un poco más de atención. Materialice mi varita y la mantuve aferrada entre mis dedos ante cualquier necesidad.

    Me paré en seco al escuchar sus palabras ciertas, ya que no poseía sangre Gryffindor, así que de alguna manera había interpretado mal la maldición. En ése preciso instante no quise pensar, porque si teníamos que hablar de mi sangre, entonces no tenía muchas opciones. Me quedé pensando unos pocos segundos y retomamos la marcha.

    No estoy seguro que ésa sea la manera. Cada uno de estos ingredientes requiere entregar algo a cambio de otra cosa. Es magia avanzada, es superior. Pero deberé pensar al respecto, tal vez esté malinterpretando mal —avanzábamos por aquel sitio, completamente denso. Estaba pensando que era la primera vez que pisaba suelo brasilero, era todo un misterio. El follaje no se aliviaba pero seguramente estábamos a punto de llegar—. Shelle no es mi madre sanguínea, ella solo me encontró y me adoptó.

    Aunque no quise hablar más de la cuenta, Shelle había sido una madre especial, en las primeras instancias parecía tierna y parecía todo lo que había perdido de mi familia, pero ante el primer momento de ser su hijo, todo había cambiado. Todo había sido agresivo, con distancia, siempre como si estuviera haciendo las cosas mal. Era una madre exigente pero ahora se había ido y eso me enojaba, después de tantos sacrificios. Sonreí ante su comentario, ella tenía razón, éramos dos personas muy fuertes.

    Quiero que entiendas que es un camino de ida. Estaré ahi, claro, pero cuando terminemos todo será diferente. ¿Lo entiendes? Deberás ceder más que sangre, deberás poner los mismos ingredientes. Estoy seguro de eso —nuestro paso no se había detenido y no me negué ante su gesto de tomarme de la mano. Había jurado cuidarla y no lastimarla. Y es lo que haría. Tenía miedo, si podía sentirlo. Pero si aceptaba no había marcha atrás.
    ¿De qué seríamos capaces? Lo averiguaríamos. A lo lejos pude distinguir aquel estadio. Estábamos cerca.

    @ Mica Gryffindor

    • Me encuerva 1
  15. Aquello claramente que era una completa pérdida de tiempo. Los tres líderes no parecían querer dar el brazo a torcer y sentía que cualquier movimiento que hiciera podía jugarme en contra. Respiraba, una y otra vez para no perder el control porque no podía permitirme que suceda eso. Estaba seguro que hasta podría liberar una guerra interbando. Miré la situación, el más ofendido parecía Cassian pero aún así había dejado de insistir. Datura se había ido y miré a Kahla. Me estaba provocando. ¿Quién se creía?

    ¿Y por qué no cierras el pico? ¿Quién te preguntó para que opines? —mi varita se había materializado en mi mano desde que me había liberado de Cassian. Estaba a tan solo un paso de desbordar mi contención y usarla—. ¿Y tú qué haces al respecto? ¿Solo te quedas ahí parada y opinas? Mejor cállate y haz algo al respecto —dejé el tema allí porque era una simple bruja, nueva en aquellas filas, las cuáles solo quería llamar la atención. Me giré hacia los líderes aunque en especial era al mio—. Esta no es la solución y no aceptaré que continúen con esto. Buscaré a Sagitas y veremos qué hacer al respecto. Hay reglas que cumplir y cualquiera que haga otra cosa, deberá asumir las consecuencias.

    No me importaba cuáles eran las reglas y cuáles eran las consecuencias. Debíamos ver junto a la otra Lugarteniente qué iba a suceder con todo aquello y cómo podíamos apaciguar las aguas. Hice algunas miradas fulminantes y pensé en cómo proseguir, ya que antes no lo había hecho.

    Quién me quiera acompañar a la Potter Blue, es bienvenido. En la Biblioteca de la Noche seguramente haya alguna información sobre qué sucede con una Marca sin líder. Los otros clanes seguramente tengan información. Y no se olviden que la última vez no terminaron de recuperar la mitad de la calavera de Kaiser, que anda dando vueltas aún por ahí. ¿Escucharon? Hay trabajo qué hacer.

    Y me aproveché de mi poder, claramente. Como lugarteniente tenía permiso para algunas cosillas que otros no, como desaparecer en medio de la Fortaleza Oscura. Ya sabían que iba directo a la mansión de Sagitas a ver cómo proseguiríamos con todo eso.El resto no me importaba qué iban a hacer, porque seguramente harían lo de siempre, nada. En ése momento se me ocurrió que tenía que convocar a Mica, ya que aún no había llegado a aquella improvisada reunión, ella si me ayudaría. No toqué la marca, no, sino que el collar que compartíamos.

    @ Datura  @ Kahlan Blackthorn  @ Anthony Ryvak Dracony  @ Mica Gryffindor  @ Sagitas E. Potter Blue

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    • Me encuerva 1
  16. Aquella visita inesperada de Ludwig Malfoy había terminado por fin, tras aquel leve sufrimiento del joven a las puertas de la mansión. El joven había venido a pedir disculpas pero ¿a quién le interesaba? ante el medio del caos con los minerales, su figura nos había atacado sin siquiera dejarnos respirar. no habían sido heridas muy graves pero ante un descuido podría habernos costado la vida a cualquiera de los dos. El chico se fue y Mica automáticamente desapareció directo a su habitación.

    Fue la primera vez que veía a los elfos domésticos de la mansión hacer lo que hacían. En cuanto todo se quedó tranquilo en los jardines, fue el elfo más grande quien dio la orden. Estaba parado cerca de una de las ventanas que mostraban la parte delantera de la mansión. La criatura hizo una especie de gruñido y las puertas de la mansión se abrieron y todos ellos salieron de la cocina hacia el escenario donde había ocurrido todo. Nunca había visto media docena de elfos hacer aquello.

    Mientras chasqueaba sus dedos y se dividían en diferentes áreas de los jardines, la tierra volvía a su lugar, el césped volvía a crecer. Todo lo que estaba destruido se iba reparando y acomodando. Incluso las estatuas que se habían resquebrajado se reparaban y volvían a resplandecer.

    Me quedé sorprendido, nunca lo había visto y recordaba una reunión entre algunos Gryffindor donde habían dicho que los elfos hacían eso tras cada ataque. Ataque. ¿Cuántos habían ocurrido dentro de esa mansión? ¿Y alguien podría haber sospechado que años después ya no serían necesarios?

    Me regresé a mi habitación. Tenía que organizar algunas cosas antes de volver al Ministerio. Tenía algunas cosas que solucionar.

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  17. Miré fijamente a la Gryffindor notando que finalmente se había calmado. Tenía miles de cosas para preguntar y otras miles que no llegaría jamás a decirle. Mi cabeza andaba a mil por hora, últimamente. Tenía que admitir que aún existían algunos flashes de completa bestialidad donde las cosas no salían muy bien. Pero ante aquello de incluir de alguna manera a Mica, no me generaba rechazo, al contrario. Ante las palabras de la bruja, pude dilucidar un pequeño detalle. No sabía que me ocurría, me pasaba de nuevo que aparecían pequeñas ideas tras pensar horas, días y semanas y no llegar a nada.

    El sacrificio de la sangre… —murmuré, con la mirada más allá de la bruja, perdiéndose entre el césped y los árboles. Fijé la mirada nuevamente en Mica. ¿Qué tan alejado estaba interpretando aquello? No se me había ocurrido antes y en ése momento tenía dos opciones. Dos opciones las cuales podían servir ambas, una, o ninguna. ¿Qué diría Mica? Ella me decía que podía ayudarme y alguien tenía que saber parte del plan—. Verás… la maldición es complicada, es magia que voy aprendiendo, descifrando y descubriendo día a día —habíamos empezado a caminar por aquel sitio. ¿Iríamos a ver algún partido?—. Hay ingredientes o partes de la maldición que creo que logré descifrar y conseguir. Otros no estoy seguro. Y hay uno de ellos…

    Sostuve aquel suspenso durante unos segundos. Nuestros pasos no se habían detenido bajo ninguna circunstancia. No sabía hacia dónde estábamos caminando. ¿Importaba? Aún no le revelaría todas las partes. Era mi plan, mi proyecto. Pero algo me había dicho que eso se lo comentara. Así que volví a mirarla, sabía que no iba a juzgarme.

    Debo obtener un sacrificio. Un sacrificio de sangre. Y creo que todas las señales me llevan a que sea mi sangre, la Gryffindor. ¿Crees que pueda llegar a ser… Luna? —sonaba interesante, sonaba desde lo más profundo, una voz oscura, densa. Emití una sonrisa, algo me emocionaba. Todas aquellas partes de ésta magia eran algo importante, una entrega de algo más grande que simples pieles, escamas y ojos de animales. Eran esencias, eran sacrificios. Todo por algo mejor. 

    @ Mica Gryffindor

  18. Respiraba profundamente porque si de algo estaba seguro es que iba a estallar en cualquier. Ya estaba cansado porque nadie parecía tomar las riendas de la situación, lo único que hacían era mostrar alguna postura al respecto o hablar desde las sombras, pero jamás se les ocurría hacer algo más. ¿Buscar a la otra lugarteniente? ¿Buscar a alguien o algo para una solución? Cualquiera que quisiera tomar aquel puesto sería un motivo para empezar una guerra dentro del mismo bando. Y por ahora no quería que mi cabeza rodara.

    Me había cansado. Con un simple hechizo, me volví intangible. Había aguantado lo mayor posible pero ya no aguantaba a Cassian ni a nadie allí. El Salvaguarda Mágica me ayudó a liberarme de las sogas que me ataban en las manos. Respiré por tercera o cuarta vez y miré a Cassian. ¿Hasta cuánto podría tirar de la situación? No estaba seguro de lo que el líder del clan de los Nosferatu era capaz. 

    Ya basta de idi0t3ces. Esto es una pérdida de tiempo. La Marca Tenebrosa siempre tuvo líderes. Elegidos, no se usurparon puestos. Así que este tema se termina acá. ¿Por qué mejor no buscar a Arya o alguien que se haga cargo momentáneamente? Incluso podría haber un representante de cada clan hasta que alguien quede como líder. Deberemos buscar a Sagitas también. Y resolver los tantos problemas que merodean el bando. ¿No creen?

    @ Mica Gryffindor @ Kahlan Blackthorn @ Matthew Black Triviani @ Helike R V PB @ Datura @ Anthony Ryvak Dracony

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  19. Holi. Vengo a pedir los cobros de esta aventura,

     

    DESCUENTOS en Conocimientos y Habilidades.
    ~La Marca Tenebrosa~

    Mes de Junio

    CONOCIMIENTOS GRATUITOS

    • Mica Gryffindor
    • Matthew Black Triviani
    • Datura
    • Helike R V PB

     

    CONOCIMIENTO 4:

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    En el segundo que iba a impactar contra el cuerpo de Ludwig, me transformé en una persona. De alguna manera pensaba que iba a poder provocarle más daño al mago que intentaba frenar a la casta mortífaga. Había salido en el mayor de los casos casi ileso. Lo poco que me habían dañado, había logrado neutralizarlo. ¿Qué estaba haciendo el resto de mis compañeros? Una vez más, me estaba cegando por mi furia en vez de pensar un poco mejor las cosas. La última vez, había estado a punto de matar al japonés ése.

    Nuestros cuerpos chocaron de la misma manera de mi puño contra su rostro, unas dos o tres veces. ¿Dónde demonios estaba mi varita? La necesitaba para destrozar y pulverizar a todo ese grupo de personas que habían fastidiado nuestros planes. ¿Y el ministro? Para ese entonces, después de todos los destrozos que habíamos provocado, tanto en el exterior como en el Atrio, no habían hecho que aparecieran, ni a ninguno de sus asesores siquiera.

    Insulté, si. Entre los momentos de ira, golpes y otras situaciones no me había dado cuenta de lo que el desgraciado Malfoy había hecho. No entendí en qué momento estaba pensando en soltar mis Necrohands que recientemente había capturado a Tessa. “Ve contra Black Reaper” pensé. El muy maldito había logrado colocarme bajo su dominio. Pero aquello no era permanente. Estaba sucediendo que el chico estaba yéndose. No podía permitir que además, lograra lastimar a mis compañeros. Tuve un instante tan breve para hacer alguna otra cosa, que antes de arrastrarme por el portal, desaparecí las Necrohands. Aquel encantamiento solo duraba unos momentos, unas pocas acciones. Asi que Black Reaper quedó liberado de mis Necrohands y esperaba que Ludwig supiera cómo mantenerme a raya. 

    Una idea atravesó mi cabeza cuando salíamos de allí. ¿Qué tan malo era lo que estaba ocurriendo? Era la primera vez que me enfrentaba a la Orden del Fénix. ¿Y si descubría su sede? Lograría atraer a los mortífagos hacia aquel punto, para continuar con nuestros destrozos.

    @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Tessa Brower  @ Kahlan Blackthorn
     

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  21. Tenía sentimientos encontrados respecto a lo que estaba ocurriendo. Especialmente porque nadie sabía lo que estaba planeando con aquella maldición, aunque ahora lo sabía la única persona que podría llegar a complicarle la situación. ¿O iba a ayudar? Quería que todo saliera bien, pero estaba indeciso porque algo me decía que sí y que no a la vez. Si de algo estaba seguro, y según decían aquellas páginas donde había encontrado, es que nadie iba a sufrir, ni siquiera sabrían que estaba pasando.

    Si te quisiera alejar, no estarías aquí, Mica. Ni aquí ni de regreso en la mansión —negué con la cabeza. ¿Alguna vez iba a terminar su sufrimiento eterno? Tenía varios objetivos y en casi todas las cosas había limitado mi querida libertad que había disfrutado solo por unos meses. Ahora el bando recaía sobre mí, el juramento me ligaba a Mica, la mansión estaba a mi cargo. Pero todo eso pronto iba a cambiar, es lo que buscaba—. Está bien, necesitaré de tu ayuda. Pero prometeme que no intervendrás ni impedirás nada. Harás todo lo que necesito —en parte quise mirarla seriamente pero sabía que iba a aceptar—. Aún no puedo decirte nada en específico, solo que es una magia muy complicada.

    Quise desviar un poco el tema y le recordé justo lo que la bruja había olvidado, si, lo veía en sus ojos. Le recordé que teníamos algunos temas pendientes respecto a Elvis y el Ministerio. Y otras cosillas más.

    @ Mica Gryffindor

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    Me aferré a mi varita porque el caos estaba en completa presencia dentro del Atrio. Casi todos los presentes se fueron dispersando en diferentes direcciones pero a su vez, los hechizos viajaban de un lado hacia el otro. Éramos casi una decena de mortífagos, duplicando a los fenixianos, pero aún así éstos presentaban batalla. Incluso ocurrió que alguno de ellos evitó mi Absorvere que hubiera hecho bastante daño.

    ¡Vamos, no sean cobardes! ¡Ataquen! —llegué a gritarles a mis compañeros. Y no supe si fue por un segundo de distracción o un buen ataque del otro lado pero ocurrieron algunas cosas: pude ver claramente desde dónde estaba que Luna me quiso atacar. Era la primera vez que veía a esa bruja atacar realmente, pero a pesar de su intento fue fallido porque mis manos la estaban molestando de manera que impactaron en ellas. Las chispas verdes salieron despedidas en todas direcciones.

    Quise hablar pero no pude. Y en el mismo momento, una luz tan fuerte como el sol me cegó por completo. Levanté mi varita y efectué en voz alta —Himno de Eleboro—, no solo restituyendo mi vista nuevamente, sino inmunizándola. Pero ante el primer pestañeo, mi varita salió volando mientras una ira me inundaba por completo. Pude ver a aquella mujer aferrándose a mi varita. Estaba sin varita pero eso no significaba que no podía hacer nada. Me concentré por segunda vez en unas Necrohands, para rodear a Tessa y que la golpeen hasta perder el conocimiento. Las manos fantasmales se materializaron desde abajo y la cerraron como un capullo.

    Seguía sin poder hablar. Y no tenía varita. Tessa se la había dado al que parecía liderar todo eso. Me dejé llevar por la ira y por lo primero que se me había ocurrido. De un salto, mi figura se achicó hasta adoptar la figura de un búho completamente negro. Me lancé en picada hacia Ludwig para arrancarle la cara con mis garras y recuperar lo que era mío, mi varita.

    @ Ada Camille Dumbledore  @ Tessa Brower  @ Ludwig Malfoy Haughton @ Datura  @ Kahlan Blackthorn  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Hades Ragnarok

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  23. El contraste desde el café a aquel sitio invadido de verde, fue impactante. El local, donde había mesas, sillas, algunas personas y un riquísimo aroma a café, cambio por césped, caminos de tierra, árboles, palmeras, lianas, flores y arbustos. Pasó de un clima fresco a una humedad densa que costaba respirar. En cuanto di algunos pasos solté la mano de Mica, la cual automáticamente me atacó con algunas preguntas. No pensaba contestarle todas ni contarle todo el plan, porque de alguna manera sabía que iba a entrometerse hasta evitar el plan. No hubo necesidad de tantos protocolos ¿Por qué habíamos aparecido allí? No lo sabía. Mi mente invadía la de  Mica Gryffindor sabiendo que nos encontrábamos en los terrenos donde se estaba jugando el Mundial de Quidditch. Sus preguntas gritaban dentro de su cabeza.

    — Ya te dije mil veces que debes dejar atrás a esa Mica sensible. No te servirá de nada minimizarte —la fulminé con la mirada. No me arrepentía de lo que había hecho porque había logrado y conseguido mucho más—. No fue tu culpa, fue el destino que lo quiso así. ¿O crees que todo esto es por una cuestión de venganza? —reí un poco en voz alta, mirando alrededor. ¿Había un estado cerca? Tal vez podríamos ir a despejarnos un poco para ver cómo iba todo—. No te contaré nada, muchacha. ¿O me crees estúp1.d0? No matará a nadie. Solo voy a decirte que si todo sale como quiero que salga, será un mundo mejor. Tal vez así sufras menos —y no iba a decirle que iba a tener más poder ni controlar todo como quería. No me interesaba de momento contarle nada porque no sabía en qué podría aportar ella. ¿Y si en vez de sumar lo cancelaba? La maldición me había costado unas cuentas semanas descifrarla y mucho más ir consiguiendo lo que necesitaba.

    — Lo que si voy a decirte con seguridad es que no te lastimaré. No es mi intención. Asi que quítate ésa actitud llorosa. Que tenemos trabajo que hacer. ¿O lo olvidas?

    @ Mica Gryffindor

  24. No había querido ni entrometerme entre aquellos asuntos, porque sabía que tarde o temprano iba a ser igual que quedar en el medio del ojo de la tormenta. Ser lugarteniente de la Marca Tenebrosa tenía muchas cosas buenas. Pero también casi todas las cosas malas caían sobre nosotros. O en ése momento, sobre mí. ¿Por qué? Porque no me había cruzado en ningún momento a Sagitas en ése entonces y antes de poder llamarla, ya me encontraba enfrascada en aquella situación.

    Unas horas atrás, antes de que saliera el sol, había tenido una visita inesperada. Y algo enfadado. Estaba seguro que no iba a querer una taza de té, pero creía que iba ser una charla amena. Cassian Lasombra, el líder del clan de los Discípulos de Nosferatu me había obligado a aparecerme en la Biblioteca de la Noche, me había sacado a la fuerza de la cama. Aquella figura demoníaca me había arrastrado de más y no le habían afectado ninguno de los maleficios que le había enviado. De ni habitación de la Gryffindor pasé directamente a aquella especie de sala.

    — ¡Los Nosferatu hemos estado miles de años aquí! Nos corresponde, es el momento.

    Me estaba gritando aquel líder del clan como si supiera todo lo que había pasado dentro de la Marca durante milenios atrás. En ése momento me arrepentía que no estuviera presente ninguno de los antecesores a Arya Macnair, porque ése era el problema de ése momento, el liderato vacío. Según los rumores, antes habían incluso mucho más lideres (porque había más mortífagos) pero ése era el primer momento que no había nadie. Solo de reemplazo Sagitas y yo, hasta que subiera la persona a cargo. Dentro de mi clan, además, era uno de lo que más conocimientos sabían. Todos los cargos se me habían juntado.

    — Cassian, me estás pidiendo que traicione a mi bando. Esa no es mi responsabilidad, yo no puedo…

    — ¡Blasfemias! ¡Nadie podrá detener nuestra postura, Blackfyre! ¿O acaso olvidas tu fidelidad ante el clan?

     

    Había sido una disputa donde Cassian se había ido con un sabor amargo en el paladar. Y algo me decía que no se iba a detener allí. Unas horas más tarde, dentro de la Fortaleza Oscura, ocurrió lo que suponía. Los tres líderes se habían juntado (sin saber con un propósito de reunión o de dispu.ta) y ahora se encontraban en un gran dilema. ¿Cómo había aparecido allí? De todas maneras debería haber ido con Sagitas, pero Cassian fue mucho más rápido. No pude evitarlo. Una sombra de color carmesí, con la misma figura de líder del clan, apareció y me neutralizó, llevándome entre los tres líderes.

    ¡Escuchen! Oigan, maldición, deténganse…

    Mis intentos de que se callaran eran totalmente inútiles. Mis manos se encontraban maniatadas por detrás de mi espalda, con sombras como si fueran sogas. Estaba de rodillas a escasos centímetros de Cassian, que gritaban a los otros dos líderes con sus ojos rojos sedientos de sangre y sus colmillos relucientes a la luz de las antorchas. Y levanté la cabeza. ¿Nadie venía a ayudar ni a saber qué ocurría? No podía llamar a Sagitas. Y mis ojos se abieron cuando Cassian gritó por encima de todos, golpeando con ambos puños cerrados la mesa que los separaba. O los resto de la mesa.

    ¡El Blackfyre tomará su lugar! ¡Nos corresponde! Hemos estado aquí antes que todos ustedes, malditas escorias —negué con la cabeza. El lider estaba loco, no iba a imponerme por encima de nadie. No me interesaba aquel puesto e incluso me ayudaba a dudar del actual como lugarteniente.

    @ Mica Gryffindor  @ Kahlan Blackthorn  @ Matthew Black Triviani  @ Helike R V PB  @ Datura  @ Anthony Ryvak Dracony

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  25. En una parte ya sabía que iba a caer en ello. Mica no iba a dar el brazo a entender y toda la información que había resguardado codiciosamente, se la acababa de decir en su cara y no le había prestado demasiada información. No le estaba recriminando su elección, pero en el momento de su rechazo, ya no iba a volver a sentir lo que había sufrido en ése entonces. ¿Lo podría haber superado? Claro que sí, pero jamás en mi vida había visto un final rosa para mí. No era lo que buscaba ni lo que pedía. Pero ciertas magias tenebrosas me habían enseñado qué hacer con ése dolor y como no volver a sentirlo.

    ¿Estás loca? Hicimos un juramento, no podría hacértelo ni aunque quisiera. ¿Crees que fue algo fácil? —la bruja Gryffindor volvió a insistir en ello y volví a sentir sus cálidos labios sobre los míos. Ésta vez me decidí a ver si hacía efecto lo que le decía. La traje contra mí y le respondí un beso de la misma manera. ¿Me importaban los presentes del lugar? Para nada. Aquel beso también duro algunos segundos. Y luego me despegué de ella—. ¿No lo ves, Mica? —la miré fijamente. Estaba cegada—. ¿Acaso quieres vivir una mentira? ¿Quieres vivir en un mundo de hadas? —negué con la cabeza.

    No podía permitir que aquello frenara mis planes—. Lo he jurado y no puedo provocarte eso, Mica. Lo siento. —me aferré a mi varita—. Jamás lo entenderías, pero cuando lance la maldición, puedes quedarte tranquila que no sentirás nada de esto. Ni tu ni nadie —emití una sonrisa. No estaba enojado con la bruja, sabía que alejarme de ella era lastimarla y había jurado eso. Tomé su mano y corté el aire en dos con un Fulgura Nox. Ambos desaparecimos de allí.

    @ Mica Gryffindor

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