Dana Gryffindor

Off... te haré sufrir sólo por lo de "mayores" xD Un escalofrío recorrió el cuerpo de la Gryffindor cuando sintió las manos del mago entrelazar su cintura y sujetarla mientras buscaba la botella ¿Qué estás haciendo, Shelle? Se pregunto, escuchó sus palabras e arqueó una de sus cejas mientras analizaba la descripción que el mago hacía sobre su persona. Levantó su mentón ante la cercanía del rostro del mago, podía sentir el aliento golpear contra su rostro ruborizando cada parte de su maldito cuerpo, pero no iba a dar el brazo a torcer en aquella batalla que se libraba en su interior. Usual mente solo se dedicaba a torturar a sus víctimas, a seducirlas hasta que entregaran hasta la última gota de su sangre, pero nadie le causaba tal sensación. Malditos vampiros pensó al verse enredada en sus propios juegos, no caería tan fácil en la trampa. Sin embargo no pudo evitar, ni retener, el encuentro de sus labios. No pudo más que dejarse atrapar por un beso escurridizo, por labios que tenían el sabor de sus sangres lo que hizo que la sensación despertara en ella placeres que ya había silenciado. Sin embargo un golpe a la realidad le recordó el maldito juego en el que estaba, aquél en el que no daría un brazo a torcer, jamás caería en su propia trampa, aquella en la que cautivaba a sus víctimas para arrancarle hasta el último suspiro. Se separó de sus labios y sujetó con fuerza las muñecas del mago provocando que se cayera de la silla con ella arriba. Lo fulminó con asesina mirada, una ceja arqueada y pegándole en la cara con su agitada respiración. -Tu descripción, solo tuvo un error- dijo acercando los labios a su oreja -claro que tengo límites- pegó los labios a su piel y surcó su cuello -solo que yo misma los marco. Nuevamente clavó sus colmillos en su cuello, lo tenía atrapado con las piernas encerrando su cuerpo y la fuerza de sus manos sosteniendo aún sus muñecas. No quería parar. @

Mientras contemplaba la reacción de demian. ¿Una Macnair? Al parecer ya que trató al vampiro como hermano. Recordaba a esa muchacha que había interrumpido su momento con el lobito, aunque quizás había salvado la vida de la pelirroja si analizaba con claridad la situación de aquella fiesta en la Luxure. Rió ante el comentario sobre Albus mientras recordaba aquella tarde en la tienda de muñecas voodoo, lo que le recordó el delicioso sabor de la sangre del mago, entre otras cosas. En ello observó a @@Joa Macnair Crowley llegar a la sala, no la conocía pero realizó una suave reverencia con la cabeza a modo de bienvenida ¿Sería nueva en La Marca Tenebrosa? Ya tendría tiempo para conocerla mejor. En ese momento observó a su amada <@@Ada Camille Dumbledore> y pensó que como madrina de cissy debía dar una mano, pero no era muy buena con eso de la decoración y los arreglos, menos cuando había tantos platillos por saborear, miró de reojo a @ y sonrió con picardía, sabía que la Dumbledore iba a matarme, pero como alguien dijo hacía poco “La sangre llama” (@@albus Seveerus Potter Peverell). Entonces olfateó el delicioso aroma del lobito quien al verla empezó con sus reclamos, el corazón de la pelirroja dió saltos de alegría al ver que se ponía celoso por no ser el único Luxure deborado. -Siempre serás mi platillo favorito- dijo tomando su mentón entre sus dedos para luego darle un rápido y tierno beso en los labios. -¡Lady, que alegría verte por aquí!- dijo al ver a la Luxure llegar -Será mejor que demos una mano a la francesita o nos arrancará la cabeza. El bar está más adelante, Demian, luego te acompaño con una copa- le guiñó un ojo y se fue con su amada francesa para dar una mano con la decoración. -Por poco y no vengo- dijo a la rubia al tiempo que levantaba su varita y la ayudaba a montar unas luces al rededor de las paredes -Estaba disfrutando de algún que otro cuello. Observó a la bella Ada y le dió un escurridizo beso en la mejilla para que no se molestara. -Estas... alucinante- le susurró al oído entrelazando sus brazos al rededor de su cintura -Y hablando de bellezas... ¿No deberíamos darle una mano a la novia?

¿Acaso el peligro estaba en la sangre de los Luxure? Si quería ser mordido como su pequeño sobrino, lo estaba consiguiendo, las pupilas de la bruja se delataron al ver la herida abrirse aún más y por poco sintió la necesidad de lamer el dedo del vampiro. Observó al Luxure relamerse las gotas que aún quedaban en sus labios y los instintos de la pelirroja ya no podían controlarse, observó como se acercó a susurrar algo al oído del Macnair y aprovechó la situación para acercarse también al licántropo y sujetarlo con fuerza de los brazos. -Creo que hay que darte una lección- dijo apoyando el mentón en su hombro y presionando con fuerza con los pulgares en sus muñecas -quemandote con el mismo fuego que enciendes. Sin un ápice de suavidad clavó sus colmillos en el cuello del mago, mientras observaba que Albus ya reclamaba su siguiente trago. Cerró los ojos sintiéndose poseída por la sangre del licántropo, amarga como la de su sobrino aunque también... deliciosa. Sintió el ardiente deseo de arrebatarle hasta la última gota, pero la sangre de Danny la había dejado completamente débil, por lo que se detuvo y se apartó rápidamente del mago, renaciendo la sangre esparcida por sus labios. -Ups- dijo enseñando una cínica sonrisa. @ @

-¿Boda?- soltó una carcajada -Ese pequeño tiene mucho por aprender aún, apenas unos tragos de vino y ya estaba muy dispuesto a ser devorado. Sin embargo, debo decir que ese lobito tiene su encanto. La periodista regresó la mirada al vampiro quién se acercó a besar su mano, pudo sentir cómo su mirada atravesaba los azulados ojos de la bruja quien recordó el adictivo sabor de su sangre y la delicia de sus labios. Pudo sentir un leve calor en sus mejillas. -Los dos serán de mucha ayuda- dijo recuperándo su mano y acercándose al Luxure -@@Ada Camille Dumbledore bajará en un momento y nos dirá que hacer. Sinceramente no soy buena con esto de las bodas, pero esa jovencita tiene su cuota de creatividad para este tipo de celebraciones, creo que mencionó algo de unas carpas pero no estoy segura en qué podemos ser buenos y no he visto a @ ni a Cissy. Miró las vacías escaleras esperanzada de que su amada bajara pronto. Seguro estaba animando a Hades quien se había quedado con su botella de algún licor. -Sin embargo la recepción ya está disponible para tomar alguna bebida, si gustan pasar al jardín. En ello un fuerte aroma provocó que sacara a relucir sus colmillos, pero rápidamente los ocultó recobrando su compostura ¿En qué estaba pensando el Luxure? Los sentidos de la vampiresa se agudizaron y su perfume lobuno entró de lleno a sus sentidos. Apretó ambos puños intentando no perder la cordura. @ @@Albus Severus Potter

Si de algo estaba segura, era de que Ada estaba loca de remate. Shelle solo quería charlar con su amigo antes del momento que cambiaría su vida para siempre, y allí estaba: desnuda en su baño. -Maldita sea, Dumbledore- gruñó mientras gritaba la perilla de agua helada y se quitaba de encima la pestilencia que una noche de bebida con Eros había causado. Lavó suavemente su cabello y con una esponja recorrió su cuerpo mientras maldecia por lo bajo y se preguntaba cómo diablos saldría de allí con ropa. Seguro la Dumbledore había olvidado dejarle un vestido apropiado adentro del baño, sabía que la muchacha estaba muy ansiosa con la organización. Finalmente cerró la canilla y se envolvió en un toallon color blanco que estaba doblado en un estante. Abrió lentamente la puerta y observó al mago apoyado en la ventana. -Por tu bien será mejor que no mires, Ragnarok, o terminarás sin sangre en las venas- dijo mientras salía rápidamente de allí envuelta en la toalla- Ada, voy a matarte y no en la cama- gruñó al ver a la bruja aun allí- ya verás cuando me prepare... -y Hades- dijo en la puerta de entrada al dormitorio -Te esperan unas bellas e inocentes virgenes en Tartarus- lanzó una pícara carcajada y desapareció de la habitación. Corrió por el largo pasillo y subió un piso más por escaleras, allí la primer puerta a la derecha dio con su dormitorio. Por suerte tenía allí su largo vestido turquesa con pequeñas incrustaciones de piedras negras al rededor de su escote en V y un largo tajo que nacía desde su cintura permitiendo ver su pierna derecha y su sus estiletos negros. Con un toque de varita secó su pelo el cual recogió en una larga cola de caballo compuesta por rojizos rulos. Preparada, bajó las escaleras hasta el vestíbulo donde un rostro conocido la sorprendió. -¿Albus?- dijo al recién llegado y luego se llevó la mano a la frente -¡Claro! Si eres el protegido de la Macnair. Hizo una leve inclinación manteniendo una mirada intimidante en los ojos del vampiro. -Bienvenido entonces- mantuvo su postura recta y sub elegante porte -¿Nos ayudas a ultimar los preparativos? Finalmente se dio cuenta de que el tío de Danny lo acompañaba. -Luxure, qué agradable sorpresa- dijo con una sonrisa enseñando sus colmillos -¿Cómo se encuentra tu cachorro? ¿Todavía conserva mi regalo en su cuello? @@albus Seveerus Potter @ @@Hades Ragnarok @@Ada Camille Dumbledore Hice lo que pude con el celu -.-

Eros No pudo evitar ese molesto movimiento en su ceja derecha, podía sentir cómo palpitaba provocando que su párpado se mueva de forma involuntaria, agradecía que aquél movimiento fuera casi impredecible, aún así disimuló el movimiento llevando su ancha mano al rostro y acomodando su flequillo hacia un costado, presionando un poco con su pulgar en la ceja para que el movimiento se detuviera, sin éxito alguno. Y si su párpado no fuera suficiente, su mano empezó a temblar un poco cuando el muchacho tomó un cigarrillo de su caja de plata, una reliquia que llevaba consigo hacía años. Trató de reprimir el temblor pero tampoco tuvo la fortuna de conseguirlo, tenía el maldito tic tembloroso cada vez que asesinaba de aquella manera: por placer. La adrenalina reaccionaba a su antojo y provocaba un caos en su sistema nervioso, estaba seguro que aquél dolor constante en el pecho tenía algo que ver pero aún así se limitó a mostrarse calmo en su semblante para evitar cualquier inconveniente. Pese a sus pleitos internos, logró percibir una alteración poco común en el gesto de la mano del mago mano al tomar el cigarrillo ¿Sería electricidad estática? Sin embargo le restó importancia mientras observaba cómo el joven incendiaba a otro muggle que encontró entre un par de carruajes. No pudo contener una carcajada que resonó en la oscura calle de adoquines, claramente el jovencito no tenía un ápice de paciencia aunque se notaba el placer en el brillo de sus ojos. Eros se llevó el cigarro a sus labios dando una extensa pitada, observando cómo la punta del pistillo se encendía con más fuerza consumiendo gran parte del tabaco, permitió que el humo llenara sus pulmones antes de exhalar lentamente calmando sus involuntarios tics por completo. -Miedo...- dijo mientras contemplaba cómo la carne del muggle se chamuscaba y empequeñecía mientras que sus gritos era como un canto a la victoria para los oídos del tano -¿Será que el miedo nos librará de esta... especie? Negó con la cabeza gesticulando una cínica sonrisa en sus labios. -Puede que tenga razón- dijo con parsimonia -el miedo despierta respeto y el respeto da poder, pero grandes revoluciones han nacido por subestimar la fuerza del enemigo, no lo olvide. Sin embargo aún creo que podemos hacer grandes cosas si nos lo proponemos, señor...? Era momento de ponerle nombre a aquél peculiar personaje. @

¿Un espíritu al servicio del palacio? La mujer arrugó la nariz al pensar que aquella criatura rondaba por las paredes escuchando las palabras allí mencionadas, al ser fantasma ni siquiera se podía golpear al insignificante cuerpo transparente ¿O sí? de pronto los pensamientos de la pelirroja rondaron en cómo se vería el pequeño elfo con su taco atravesado. Dirigió una mirada a su compañera y le devolvió una sonrisa para tranquilizarla, ella conocía bien a la pelirroja, sabía que podía perder los estribos con facilidad. -300 años de historia en estas paredes- acarició el posa-brazo del sillón donde estaba con sus uñas -Quién diría que ocupa la silla de magos poderosos que supieron formar el país que hoy en día nos acuna ¿Cree que supo manejar bien su legado, Yaxley o se encontró a la altura como tantos otros que también ocuparon esa silla ostentando grandeza para ser simples marionetas de bando? Agarró la taza entre sus manos y se dedicó a dar un sorbo mientras percibía la mirada de reproche de su compañera. Se encogió de hombros, después de todo se ganaba la vida haciendo preguntas incómodas y opinando sobre ellas luego. -Nos conocimos en el campeonato mundial de quidditch- dijo recordando la intensidad de aquél encuentro -Una persona como su nieta no para desapercibida en la vida de uno, si me permite- se mordió el labio al recordar cómo aquella mujer había decidido hacer su vida con otra persona por lo que rápidamente intentó borrar tales pensamientos. -Lo siento ministra- se puso de pié, apoyó su cuerpo contra el escritorio colocando una mano sobre la madera y con la otra se llevó nuevamente la taza a los labios, pensativa -de hecho aquella vez- dijo recordando con amargura -los dementores también quisieron participar del evento, afortunadamente el señor Von Alexandros logró mantener la situación controlada y continuar con la función. Francamente no confío en el MACUSA y cruzaría un mar de ínferis si es que su presidente no tuvo nada que ver con aquella jugada tan sucia ¿Verdad Ada? Dejó la taza sobre la mesa y se cruzó de brazos observando a Yaxley, aún ardía en su nariz el perfume de su sangre humana y aquello la ponía algo nerviosa. @@Ada Camille Dumbledore @

-Nombre de la Bóveda: Bóveda de Shelle Dumbledore B.L. -Link a la Bóveda Personal: http://www.harrylatino.org/topic/80165-boveda-de-shelle-dumbledore-bl/ -Trámite a Realizar: Bueno me venía a inscribir en Gryffindor y Triviani, pero parece que nunca sacaron(o saqué yo) a los Triviani de mi bóveda así que solo lo re-confirmo (? xD Agregar registro a familia Gryffindor > http://www.harrylatino.org/topic/93427-familia-gryffindor-mm/page-56 Agregar registro a Bóveda Gryffindor > http://www.harrylatino.org/topic/104490-boveda-familia-gryffindor/ besis

Nombre del Negocio: Ediciones Magisk Politiken Nombre de los propietarios: Shelle Dumbledore B.L y Ariadna Macnair Gryffindor Rubro al que se dedicará: Editorial Descripción: El edificio ubicado en una esquina frente al banco mágico Gringotts, tiene una arquitectura de estilo Tudor, de fachada blanca con postigos y detalles en madera negra, el techo a dos aguas también de madera permitiendo la caída de la nieve en temporada de invierno. Cuenta con tres importantes plantas. Planta baja, Recepción y cafetería. La sala de suelo de porcelanato, en cada rincón de la sala se disponen grandes macetas circulares de cemento con olivos de pequeñas hojas verdes. A la derecha de la gran puerta de madera, hay mesas y sillas blancas de estilo escandinavo y un mostrador repleto de pasteles, componen una pequeña cafetería atendida por Obito, un elfo de mayor estatura que el promedio de su raza y de excelente carácter puesto que es respetado y querido por los directivos de la editorial. En el lado izquierdo de la sala una pequeña mesa con mostrador atendido por Alan, un simpático veinteañero de piel oscura y ojos color café se encarga de dar la bienvenida, agendar citas y dar ingreso a quienes acudan a la editorial. Primer piso, impresión. Un grupo de imprenteros de mediana edad, muchos de ellos trabajadores daneses que lograron escapar del atentado provocado en la sede central, se encargan de trabajar durante toda la noche para que el periódico esté disponible a primera hora de la mañana cuando un camión se lleva los paquetes para repartir en los diferentes puntos de venta de la ciudad. Segundo piso, oficinas de edición. Un gran salón dispuesto con largas mesas con computadoras donde los reporteros trabajan dando vida a las noticias, también hay un equipo de corrección y de diseño. En el centro hay un juego de sillones con tv y juegos de mesa para que se tomen un descanso y despejen un poco la cabeza. Al fondo, al otro lado de las escaleras, se disponen las oficinas de dirección y vicedirección, ambas oficinias vidriadas y con cortinas corredizas de black out. En este piso, un pequeño elfo doméstico llamado Poro se encuentra al servicio de dirección. Afiliados: Alessa Ashryver Delacour (Alec) Danny Lestrange Lyanna Frieddich Ada Camille Dumbledore Lady Criaturas: Objetos: Elfos: Obito y Poro Nick con link a tu ficha de personaje: Link Link a la ficha de tu familia: Link Link a la bóveda de tu negocio: Link al local del negocio:

Holu... <3 regreso a las raíces (?) Aunque Alexander ya no esté aquí para adoptarme *llora* me creé un pj secundario italiano así que pues aquí estoy buscándole apellido aún tengo que crear su ficha pero solo me faltaba la historia así que una vez que tenga familia ya la armo de forma que tenga sentido la vida (? Recién en un mes puedo modificar la ficha de Shelle -.-U kiss <3 Nombre de usuario: Shelle Dumbledore B.L (si pueden anotarlo como Eros Triviani mejor...) Ficha de personaje: Link Bóveda personal: Link Preferencia sobre por quién quieres ser adoptado: Eterno y Lady ¿Sanguínea o adoptiva?: Adoptiva

Un torbellino de sensaciones atravesó la cabeza de la bruja, aquella sangre, espesa, dulce, había impactado de lleno en el motor que impulsaba el deseo y le impedía detenerse. No quería parar, deseaba arrebatarle hasta la última gota de sus venas. Sin embargo su fuerza venció al deseo y el mago logró desprender los colmillos de su cuello. Sin alternativa, la bruja debió ceder a la fuerza del vampiro que penetró con sus colmillos en su gélida piel ¿Qué estaba haciendo? Pocas veces la vampiresa había cedido su sangre a voluntad, era adicta a ella pero no le agradaba ser presa de absolutamente nade. Mientras sentía que se apoderaba de ella, la bruja acarició con sus uñas el largo cabello del mago hasta que sintió la necesidad de apartarlo por lo que tiró con fuerza para que se separara de ella, sin embargo él simplemente volvió a apoderarse del otro lado de su cuello con mayor intensidad. Cansada de tanta invasión en su cuerpo y deseosa de volver a sentir el néctar de la sangre del vampiro en sus labios, logró separarlo de su cuello y clavó los ojos en aquellas orbes púrpuras que la tenían cautivada. Tras escuchar sus palabras, la pelirroja sintió sus uñas surcando por la hendidura de su espalda para luego terminar en sus bucles ¿Acaso quería seguir jugando? Se inclinó levemente para tomar la botella que había quedado en el suelo, pero en el movimiento se acercó aún más al rostro del mago pegándole en el rostro con su respiración, casi podía tocar sus labios cuando logró agarrar la botella con la punta de sus dedos y lentamente volvió a apartarse llevando la bebida a su boca y dando un pequeño trago. -Me dice que eres bastante reservado, aunque poco discreto- dijo entre risas -Y muy arriesgado. Podría asesinarte en este momento si así me lo propusiera, podría quitar lo que te queda de sangre y hacerme de ella un festín. Levantó sus hombros y acomodó su larga melena dejándola caer por el costado de su hombros, luego cruzó sus brazos al rededor del cuello del mago. -¿Y tú que crees saber de mi? @

La mirada del mago seguía pareciendo un misterio ¿A dónde nos llevaría aquello? La imagen de una bruja a la distancia cruzó los recuerdo de la pelirroja, Zo... los recuerdos chillaron en su memoria y pudo verla en los ojos del mago, de alguna forma, quizás por su cabello platinado o el temple de sus ojos ¿Quién era esa persona? Quizás la bebida ya se le estaba subiendo a la cabeza, quizás era tiempo de ponerse de pie y marcharse cuanto antes de aquella habitación, tenía mucho trabajo que hacer... debía preparar su viaje a Suiza cuanto antes al encuentro de La Confederación Mágica. Pero allí estaba, bebiendo a la luz del día y con la presencia de un completo extraño que la tenía atrapada. Pudo sentir cómo sus ojos se encendían como un par de esferas de fuego al escuchar las palabras del mago, poseída por el perfume que brotaba de sus venas, los purpúreos ojos del vampiro también habían cobrado intensidad. "Rayos, Shelle, aquí es cuando tu pierdes la cordura y te dejas poseer por la bestia que llevas dentro" gruñó su propia conciencia. Se inclinó nuevamente al mago para quitarle la botella de sus manos dejándola en el suelo, y se acercó seductoramente hacia él poniendo sus finas manos al rededor de su rostro y acomodándose lentamente sobre sus piernas. -Mientras me deje probarlo...- susurró acercando sus labios al oído del mago, su aroma provocó que el corazón petrificado de la vampiresa empezara a latir con fuerza aunque aquello solo fuera una sensación, un frágil recuerdo de su vieja humanidad -puede hacer usted lo que quiera. Fue cuando arrastró los labios surcando su cuello y clavó allí sus afilados colmillos mientras tomaba al mago en sus brazos. El espeso líquido empezó a correr por su garganta, se detuvo un segundo para saborear el dulce sabor que proveía, relamiéndose los labios mientras fijaba sus azuladas orbes en las purpúreas esferas del mago y le regalaba una pícara sonrisa para luego penetrar nuevamente con sus colmillos en el gélido cuello del vampiro ¿Podría detenerse? No estaba del todo segura. @

Aquella noche había sido difícil para la Gryffindor. Se había quedado con su compañero de trabajo y amigo bebiendo hasta que los sutiles rayos de sol penetraron por los ventanales de la taberna anunciando que debían regresar a sus deberes. Una larga charla de amores imposibles acompañó aquellos tragos que cargaban en el pesar de la periodista. "-Ese mago...- dijo con tranquilidad el italiano -ese mago no merece tus lágrimas, roja." Aquellas palabras retumbaban en las paredes de sus pensamientos conforme cruzaba la gran avenida del callejón para desaparecer en ardientes llamas que permanecieron crepitando en la acera. Para rematar la situación, la bruja encaminaba hacia la asistencia de una boda "Qué suerte la mía" pensó la ojiazul al tiempo que aparecía frente a las puertas de la gran mansión de su familia de bando, aunque el hecho de que su querida profesora y su compañero de bando y sobrino de su querido amigo Hasam se casaran era un brote de esperanza y alegría en el espíritu de la desahuciada bruja. Al ingresar al vestíbulo principal se percató de su apariencia, baqueros sueltos, camiseta ajustada, capa con manchas de ginebra. Se llevó la mano a la frente y subió sigilosa por las escaleras para encontrar su habitación y colocarse una ropa adecuada. -¿Va a saludar al amo @@Hades Ragnarok? - preguntó un elfo que se topó en el camino, justo salía de una habitación. La bruja levantó una ceja, le había deborado a sus camareros en el Tartarus y aún se lo debía, sin embargo a su nariz llegó un perfume de sangre mezclada con alcohol y no pudo resistirse. -¿Pensativo, Ragnarok? Estas apunto de desposar a una mujer hermosa por dentro y por fuera, aunque algo temeraria debo admitir- dijo sentándose a su lado y cruzándose de piernas -Ni preguntes por mi aspecto o te golpearé. Podía sentir olor a diferentes bebidas brotar de su propia vestimenta, la Gryffindor ansiaba una maldita ducha, pero allí estaba acompañando a su amigo.

La bruja había sido arrastrada por Hades hacia algún sitio, sin embargo la marca en su cuello no tardó en arder y la bruja con no pudo más que responder a su llamado. Lo último que vio fue a su madre moribunda desaparecer con la ministra y a una fenixiana partir con el líder de La Marca. La cabeza de la pelirroja parecía encenderse ante la preocupación y cuando el llamado ardió en su cuello la imagen de @ se dibujó en su rostro y una lágrima brotó de los ojos de la Gryffindor. Una bola de fuego consumió a la pelirroja dejando a su paso el crepitar de las llamas en el suelo. Los zafiros ojos de la colorada observaron, tras la máscara de plata, los negruzcos ladrillos del frente del local que a simple vista parecía un simple sitio de compra y venta de antiguedades, pero aquel sitio tenía el claro aroma de su padre, el cual se hacía más intenso conforme la bruja escarlata se acercaba. En la entrada se veían las estanterías atestadas de libros, también se encontró con el mago de cabellos verdes pero no tuvo tiempo de hablar cuando al fin pudo escuchar la voz del Gryffindor en la sala continua. Atravesó el suelo de mármol con sus borcegos marrones de forma sigilosa para que nadie la escuchara al tiempo que desenvainaba la varita de su cinturón, finalmente se encontró con la escena de @ y @. Vió las doce flechas que su padre había lanzado hacia su compañera pero aún así no lo lastimaría, no allí, aún así con una floritura de su varita murmuró levemente apuntando a Elvis: -Expelliarmus- para desarmar al mago y que la situación no pasara a mayores.

Ferviente aplauso dio la bruja mientras el canciller descendía del podio y tomaba asiento cerca del ex ministro ¿Acaso tenían alguna relación? Interesada en el discurso del alemán, decidió que sería óptimo para sus lectores contemplar una palabra exclusiva para el periódico. Sin embargo, el oscuro mago de los países africanos encaró el siguiente discurso con suficiente altura senteciando el despotismo del líder de MACUSA, allí la bruja le ofreció un aplauso aunque no estuvo de acuerdo frente a sus decisión más... pacifista. -Si quieres un cambio- murmuró a su madre @@Alessa Ashriver Delacour -debes pelear por ello. La revolución no se logra con puras palabrerías y tratados, se logra con sangre. De su maletín sacó un anotador y una lapicera, no era muy decoroso levantarse mientras el Luxure aún se encontraba en el podio. Por lo cual se limitó a escribir: Canciller Von Alexandros, Me gustaría cruzar unas palabras con usted sobre su reciente exposición, lo espero en el buffet cuando finalicen las exposiciones. Mis lectores estarán ansiosos por saber más de usted, también yo. Saludos cordiales, S. Gryffindor La dobló con total delicadeza formando un pequeño cuadrado y con un toque de varita se desvaneció por completo para aparecer en la mano del canciller. @@Kraven Von Alexandros

Eros La oscura mirada del italiano brilló de placer al ver tanta agonía en los infantes, pero brillaron aún más cuando encontró un aparente compañero para tal masacre. Tal parece que en aquella ciudad inglesa, la sangre corría con facilidad, mientras que él había sido exiliado de la isla siciliana por un pequeño acto de diversión. Se quedó de brazos cruzados observando, cuan espectador emocionado, cómo el joven de atractivos tatuajes (amé la foto de tu pj ) hacía malabares con su varita y se apoderaba de las almas de aquellos desgraciados. Encantado con la sed de destrucción del muchacho, sacó de su bolsillo una pequeña cajita de plata con cigarrillos, tomó uno y le ofreció la caja a su compañero. -¿Gusta uno? Mi nombre es Eros- dijo con una leve reverencia de cabeza -¿Y usted es...? observó como uno de los niños, aún con vida, se arrastraba por el suelo en busca de una pizca de piedad. El mago se puso de cuclillas frente al jovencito de ojos marrones y acarició su castaño y suave cabello con total delicadeza. -¿Por qué debería perdonarte la vida?- preguntó casi en un susurro al jovencito. El niño tembloroso llevó su pequeña mano hacia la gruesa y pesada mano del mago y con un hilo de voz alcanzó a decir: -Porque creo en la magia- su voz temblaba. El tano acarició la barbilla del niño y sacó sigilosamente una daga de la vaina de su cinturón para después clavarla lentamente en la garganta del infante. -Supongo que no era suficiente- dijo al tiempo que se ponía de pié y limpiaba su daga con un pañuelo de seda. @

Escuchaba con tranquilidad las palabras del mago, conservando aún la intriga por saber más de aquella misteriosa persona que apareció en la tienda, le causó algo de gracia pensar que su hija podría aparecer en cualquier momento, y allí encontrar después de tantos años a su madre emborrachándose con un extraño. Conociendo a Tauro seguro agarraría también la botella. -La historia se contaba en versos en el poema de la vida... quién diría que uno de esos, a ti, yo te dedicaría-. Recitó mientras el mago bebía de la botella, acariciando nuevamente las cuerdas de su laúd. -¿Aficiones?- regresó la mirada al laúd y le dio una suave palmada -supongo que además de esto-. Largó una leve carcajada mientras sujetaba la botella y daba un largo y satisfactorio trago. Se mantuvo pensativa, a lo largo de su vida su mayor afición había sido solo una: asesinar, tomar la vida de almas desesperadas, era aquella desesperación la que tanto placer generaba a la bruja, aunque esa vida de locura había terminado, o quizás no del todo pero en menor intensidad. Su trabajo le había dado un prestigio en el mundo mágico y no quería que todo lo que logró se tire al tacho por una de sus masacres. -Supongo que soy adicta- dijo finalmente con una pícara sonrisa en los labios -no me resisto a probar una sangre cuando su perfume me atrae. Suponía que era una afición, además de matar, era coleccionista de aromas en su mente y de sabores en sus labios, cuando una sangre la atraía no se resistía a probarla. -De hecho tu aroma me parece...- le acercó la botella inclinándose hacia el mago -atractivo. @

Los niños que habían huido del ataque de los muggles, nuevamente se escondieron en un callejón en busca del calor de una fogata, faltaba uno de ellos que había sido llevado por la ambulancia. La bruja de cabello escarlata había desaparecido pero aún así había dejado un fragmento de su alma como guía, dominada por el recuerdo de los niños que pudieron continuar escuchando su música y encontrando calma en el cantar de la hechicera, o la menos del fragmento de su espíritu (flashando ando). Eros El mago oscuro caminaba por las calles con un cigarrillo en sus labios y una pequeña boina negra en su cabeza. Iba distraído pensando en el caos que había causado el levantamiento del estatuto y creyendo que la única solución era incinerar a cuanto muggle se le apareciese por adelante. Lanzó una leve carcajada por sus propios pensamientos mientras daba la pitada fatal al cigarrillo y arrojaba la colilla a la acera. Con las manos en los bolsillos continuó caminando bajo el ébano de la noche y la calma de las calles. Sin embargo la calma se transformó en caos cuando cruzó la gran avenida y vio cómo un grupo de muggles armados hasta los dientes huía por las calles y desaparecía tras una intersección. Sorprendido, el brujo escuchó la suave melodía de un laúd que se hacía más fuerte conforme se acercaba a un pequeño callejón rodeado por negocios cerrados. Al asomarse, el laúd se había silenciado y gritos de caos llenaron las paredes del callejón cuando vio a un mago incinerar a uno de ellos con un fénix de fuego. El mago rompió en risas y avanzó hacia ellos aplaudiendo, apuntó con su varita a uno de los niños que atinó a salir corriendo. -No tan rápido- dijo con su voz rasposa -Esto recién empieza. Sectusempra. El cuerpo del niño empezó a cubrirse de cortes y a derramar sangre a borbotones. Levantó la mirada y observó cómo la figura de la pelirroja con su laúd se difuminaba hasta desaparecer. -¿Puedo sumarme a la diversión?- le preguntó al desconocido enseñándole una mueca en sus labios. @

Una pesada y cálida mano se sentó en su hombro, la bruja la acarició apenas con la punta de sus dedos para luego sentir el beso en la frente, apretó los ojos sintiendo que una estela de paz la envolvía y le quitaba de encima cada uno de sus miedos. Sirvió dos tazas, que pudo rescatar del secaplatos, una con té y otra con café y deslizó una de ellas por la mesa hasta situarla frente a su padre. Se sentó frente a él con sus saltarines ojos fijos en la pacífica mirada del Gryffindor. -Nunca tienes tiempo- dijo con una sonrisa traviesa dibujada en sus labios -¿A caso lleva muchos casos, señor investigador? Dio un sorbo a su té amargo, cruzó sus piernas hacia un costado y se dispuso a peinar su cabello mientras contemplaba la cansada figura del mago. -Deberíamos irnos de vacaciones- concluyó -Perseguir la primavera a un lugar lleno de flores. Aún fantaseaba con aquel campo de amapolas que alguna vez adornó su infancia. -Pero supongo que tenemos mucho que hacer aquí ¿Verdad, padre?- nuevamente llevó la taza a sus labios. Un sonido a lata estrellando contra el piso sobresaltó a la bruja quien vio cómo un elfo de oscuros harapos recogía rápidamente una cacerola del suelo en la entrada de la cocina. @

Pido mi baja

Retiró la tira izquierda de su hombro dejándola caer a un costado de su brazo, su remera cayó unos centímetros sosteniéndose con su hombro izquierdo. Retiró su cabello levantándolo en una cola de caballo y nuevamente acarició las manos del mago, observándolo con sus inquietantes orbes azules y escudriñando en la profundidad de su alma. -Es lo que quiero- dijo con el semblante serio, los labios ligeramente entre abiertos y la respiración suave buscando tranquilidad en su espíritu -Quiero que tu me inicies en este camino, pese a nuestras idas y vueltas, a nuestro amor mezclado con odio, quiero que seas parte del momento más importante en mi camino. Eres mi familia, eres de las pocas personas en las que confío en esta locura de mundo. La bruja había cometido un sin fin de sin razones a lo largo de su vida, había desmembrado cada parte de su pasado y no quería volver sobre sus pasos. Las huellas del tiempo se borraban conforme avanzaba pero las heridas y cicatrices aún cubrían su memoria y martirizaban su alma. Debía poner un orden, debía ser firme a sus convicciones y sabía que Hasam era el punto de inicio a esa vida que tanto anhelaba. Él y su hermana le habían abierto las puertas a sus vidas cuando regresó de Dinamarca y ella a cambio les entregaba su devoción. -Hazlo- dijo apretando aún más sus manos -hazme la marca tenebrosa.

Tiempo después del ataque de la bestia Su ausencia venía acompañada por una búsqueda inquietante de respuestas. La bruja había tomado una decisión acompañada por una experiencia que solo otorgan los años en los medios y en la vida cotidiana y no estaba dispuesta a dar el brazo a torcer. Aún así sentía la necesidad de conectar los lazos afectivos que había transformado en huellas del pasado pero que siempre volvían a marcarse por las trampas de la memoria y jugadas del destino. Aún no había discutido con su padre sobre su salida de la Orden del Fénix y no esperaba que vea la marca de la serpiente en su cuello protegido por una gargantilla de seda color jade. Su capa de viaje repleta de bolsillos cargados de curiosos utensilios descansaba en sus hombros. La pelirroja se atrevió a pisar con sus botas, cubiertas de barro tras una larga caminata bajo la lluvia, la mansión que aún llamaba su hogar. Necesitaba sentir el calor de su padre al menos una vez más, ver cómo estaba, cómo iban las cosas en su trabajo y quizás tomar unas tazas de té de pasionaria con su antiguo compañero de bando. El vestíbulo se encontraba vacío, solo se veía el andar de los elfos al servicio doméstico de la casa familiar. Al notar la suciedad de sus botas se quitó la varita envainada en el cinturón y con una floritura en dirección al suelo murmuró: Fregoteo. El barro del mármol y de su calzado desapareció lo que permitió que la bruja se adentrara a la casa hacia la cocina. Apuntó con la varita hacia la pava para que se cargara con agua del grifo y se apoyara sobre una salamandra que calentaba el ambiente. Le había enviado una lechuza a su padre avisando que estaría allí a la hora del té inglés. Esperaba que la hubiera recibido. @

El semblante de la bruja se mantuvo firme cuando escuchó las palabras dedicadas a su familia, no podía negar que muchos de sus parientes fueron miembros de la Orden, pero los lazos familiares no eran de importancia para la Gryffindor, aunque agradecía que la línea de pureza se haya mantenido intacta durante tanto tiempo. Estaba a punto de hablar cuando la mirada del mago escudriñó en sus ojos y por unos segundos se sintió presa de aquellas tormentosas orbes, como si su alma se encontrara poseída. Un escalofrío recorrió su cuerpo y un extraño sentimiento se apoderó de la periodista, algo que no pudo discernir, no en ese momento. Presa de una sinrazón que se volvió obsoleta cuando sintió cómo el mago tomaba de su mano y la atraía hacia su cuerpo rompiendo sus estructuras. El perfume de su sangre perforó los sentidos de la vampiresa quien sacó sus colmillos tras un rugido de furia en instintiva defensa, sentía que aquél hombre la había invadido en más de una forma en solo unos segundos y tomaría venganza por ello. Sus azulados ojos se posaron en su delicado cuello, casi podía ver la sangre correr por sus venas, pero no era el momento ni el lugar. Escuchó sus palabras con recelo y se apartó de él tan rápido como pudo. -Lo probaré- se limitó a decir cuando el semblante del mago se volvió temple y el nombre de su padre fue despedido de sus labios. La pelirroja rompió en una suave y fina carcajada y observó a la ministra Francesa al tiempo que levantaba sus hombros. -Elvis Gryffindor es mi padre- dijo con tranquilidad tomando asiento en un sillón próximo al escritorio y cruzando sus piernas hacia un costado con elegante postura -Pero vamos, con una taza de té estaré satisfecha. @ @@Ada Camille Dumbledore

Las cuerdas del laúd se hacían uno con sus dedos acostumbrados a improvisar melodías según la inspiración de la bruja. Vibraciones que se transformaban en notas que llenaban la sala en sintonía con los alegres sentimientos de la vampiresa. No dejó de tocar cuando el mago cerró la puerta, una torcida sonrisa se dibujó en los gruesos labios de la pelirroja y observó de reojo al vampiro que la observaba. La sangre llama... Aquello le había llevado a cometer terribles errores y a la vez importantes aciertos, era una maldita adicta a la sangre y demasiado curiosa. No era de sorprender que un día de estos cause una masacre en Ottery Saint Catchpole y tire nuevamente su imagen como periodista a la basura. Al menos no podrían echarla de su propia empresa como pasó en El Profeta una década atrás. La dama observó cómo el mago se sentaba frente a ella, observó las frágiles patas de hueso añejado de la silla y levantó las cejas sorprendida de que resistieran el peso. Dejó su instrumento a un costado y escuchó con atención sus palabras, sacó su varita y murmuró: Accio a una botella de whisky que había detrás del mostrador, la botella atravesó la sala para llegar directo a su mano derecha, la abrió y dio un largo trago a continuación le ofreció la botella a su compañero. -Al parecer compartimos los mismos vicios, literatura, cine y ebriedad- lanzó una suave risa bajando la cabeza -Escribo sobre política internacional, del mundo mágico por supuesto aunque soy analista político y a veces me llaman para dar mi opinión sobre el sistema político muggle- suspiró -Curioso que en tantos años no tuviera algún... impulso mágico ¿Cómo pudo estar tanto tiempo ajeno a la magia en su condición como vampiro? @

Las campanas de la noche habían centellado en el tempestad del cielo y las velas parpadean anunciando una terrible llegada. La bruja apretó su varita y apuntó hacia la entrada cuando el oscuro mago apareció tras la puerta con el rostro cubierto por la máscara de plata. Sus palabras fueron suficientes para identificarse y la bruja esbozó una leve sonrisa bajo su propia máscara pero se llamó al silencio y regresó su varita hacia la, ahora, squib. Iba a aportar a los dichos de su madre cuando el traqueteo de unos pasos y el dulce aroma de sangre humana invadió sus sentidos paralizando a la vampira ante un verdadero peligro. Giró sobre sus talones y cuando escuchó los pasos aún más próximos apuntó con su varita y al ver la silueta del humano murmuró. -Silencius. La pelirroja vio que el mago alcanzó a murmurar un simple stre.... No estaba acostumbrada a enfrentamientos de aquel estilo por lo que ante el miedo instintivamente tomó la mano del mago enmascarado que tenía a su lado quien posiblemente también hubiera recibido el hechizo que el intruso intentó a lanzar. Rápidamente lo soltó al darse cuenta de lo que estaba haciendo y gritó a su madre: -¡Vete de aquí!-. Off: si esto es redada chicos, mejor a la tarde porque mugglelandia. Pero por las dudas nos defendí jaja