►—Castillo Crowley—◄ (MM B: 96477)

[Laimi Evans]

El calor de las mantas hacían olvidar a la peliazul el clima de afuera de la mansión, envuelta como un bollo de canela la joven dormia plácidamente en su cama soñando quien sabe en que justo en el instante que un hipogrifo brillante irrumpio en medio de la habitación con gran revuelo – Pero que mi**…coles- dijo la joven mientras caia de su cama echa un manojo de mantas.

 

Dio un suspiro y acoto las indicaciones, a regañadientes se colocó un par de botines y se pasó la capa de viaje por los hombros ocultando su pijama algodonado, acomodo su cabello en una coleta mientras movía su varita para colocar una luz tenue en su rostro y desapareció rumbo al Castillo Crowley.

 

La lluvia no cesaba y hacia que la noche se hiciera más oscura, camino a tientas mientras intentaba guiarse hasta donde estaban los demás hasta que al fin los encontró un grupo pequeño de personas a las cuales conocía muy bien. –No encontraron una hora más amable para reunirse- comento la chica soltando un leve bostezo que escondió tapando su boca con la manga de su tunica.

[Arya Macnair]

Otro par de minutos y se hallaba dentro del castillo. Tomó el brazo de Meight una vez más y jaló de ella señalando el ala derecha de castillo, —Vamos hacia allí— indicó con otro movimiento de varita, la muchacha parecía estar decidida a acatar a todos sus compañeros en ese momento, y como Alto Rango era su deber protegerla de lo que pudiese suceder, daría su vida de ser necesario, no sería la primera ni la última vez que semejante idea se le cruzaba por la cabeza. Para todo ésto, la estatua de Mathias Crowley flanqueaba la puerta de entrada, la custodiaba al tiempo que todos los miembros del bando ingresaban. Tenía la orden de defender a su creadora, por lo que intentaría tirar con brusquedad a cualquiera que intentase pasar por la puerta con oscuros motivos, de un simple patadón de su caballo de concreto.

 

—Busca lo que te llame la atención— Le recomendó a la muchacha.

 

Ella se limitó a acariciar el lomo de la infinita cantidad de tomos que había en estantes, uno junto al otro. Muchos eran libros de magia negra, otros de hechizos, encontró de casualidad uno sobre maldiciones imperdonables, su uso y demás, arqueó una ceja sorprendida y lo tomó sin perder tiempo. Volteando se acercó a una ventana y miró hacia fuera, la luna se hallaba hermosa en aquel negro firmamento incrustado en diamantes.

 

"¿Arriba?" Pensó, buscando entrar en la mente de su compañera, Lisa.

[Lestat Rambaldi]

Sin esperar mas caminamos pasando la verja que lisa habia abierto para todos pasar, justo detras vi a mi comadre que tambien llegaba al parecer el llamado a esa hora era un poco mas eficaz, sonrió para si el castaño mientras seguia caminando dejando huellitas en el lodo y unas goticas de lluvias comenzaban a mojar sus raidas vestimentas, dejando como perlas algunas que brillaban con la luz que prontamente comenzaba a despuntar la mañana.

 

—Lealtad y sarificio—dijo el castaño con euforia, al escuchar a su compañera y miró que otra de sus compañeras se unia a la caravana era meigth hace mucho no la veia pero era un gusto verla en una de las misiones.

Solo se preguntaba¿Donde estaria su amore?

 

El castaño volvió a mirar hacia atras antes de entrar al castillo,— pensaba que vendría— se dijo en voz baja mientras en unos pasos mas estab dentro del castillo...

 

Ahora cada uno tomaba un lugar para ir a buscar, era momento de ir ha hacer lo que mas le gustaba,y que mejor que ir a revolver las habitaciones de los patriarcas...

 

El castaño subió las escaleras y fué directo a donde estaban las habitaciones. Sabia que ese lugar le traía recuerdos, su sangre reaccionaba a los olores que ahí se encontraban pues no era si no, nada mas y nada menos que el castillo de su padre¿ Estaria este implicado con la marca tenebrosa?, un leve sentimiento de rabia creció en el castaño con solo pensar aquello, pues por alguna razón aquel hombre había desaparecido de su vida¿ seria a cusa de que el perteneciera a la orden y no siguiera sus ideales? Era lo que siempre se preguntó pero tenia que investigar mas a fondo, Así que entró en la habitación de leon cronwley.

 

Ahí dentro solo movió algunos gabinetes ordenados de ropa de aquel mago... Era una tristeza que siendo su padre se encontrara tan lejos de el¿ y si tomaba una prenda de el para analizarla en el cuartel?¡ y si conseguía la prueba que necesitaba para aceptar que su padre era un mortifago encubierto?..muchas preguntas pasaban por la cabeza del castaño mientras seguía buscando en toda la habitación sin dejar pistas atrás, todo era buscado con sumo cuidado.

[Lisa Weasley Delacour]

Allí estaba. De pie, en medio del verde prado, con la cabeza alta y el orgullo marcado en cada uno de mis movimientos. Sentía la esencia de cada uno de los presentes, todos ellos portaban con ahínco el estandarte del fénix en sus corazones. De allí no me movería nadie, custodiaría esa entrada con mi vida si asi fuese necesario. Protegerlos era mi deber. Estaba orgullosa de cada uno de ellos, pues a pesar de la hora y del tiempo, allí estaban, dándolo todo por el bando.

Mire de reojo a quien era mi sobrina, la última que habia llegado. Hacía tiempo no la veía en un cateo como aquel, no obstante, sabia de su valía. Le sostuve la mirada unos cuantos segundos. Era una Delacour, poseía los ideales de la familia y la fuerza de la noble estirpe de guerreros. La haría una de las mejores. La instruiría para que se convirtiese en la guerrera que el destino quería que fuese. Con la adrenalina a mil, pero los sentidos en calma, seguía a mis chicos a través del vínculo.

- Arriba – Pronuncie las mismas palabras que la Macnair habia hecho segundos antes. Esa unión era rara, pero inmensurable en aquel estado crítico que tantas veces vivíamos juntas en las batallas – Me quedo abajo, vigilando. Ten cuidado y no quemes nada, que te veo venir – Bromee con ella. Pocas veces sucedía, pero a veces era necesario.

[Arya Macnair]

Cuando la voz de Lisa resonó en su cabeza, sonrió, era bueno saber que no habían perdido aquella conexión tan fuerte que tanto trabajo les había llevado obtener, —Linda, sígueme— dijo a Meight, no la dejaría sola por nada del mundo. Con su mano libre señaló la varita de la muchacha y le indicó que siempre la tuviera erguida, aunque la presencia de los Mortífagos fuera nula, debían estar alerta a un cien por cien. —Iremos arriba. Presta atención, nos marcharemos pronto— advirtió y enfiló sus pasos hacia las escaleras, subiría por ellas y llegaría hasta las habitaciones de la primer planta, ¿Quizás el cuarto de algún sexy Patriarca?, se lo pensó muy bien, conocía la historia de la familia y la de sus miembros, él le hubo ayudado cierta vez, en el callejón, y ella sitiaba su casa como si fuese un criminal.

 

Peldaño por peldaño logró su cometido. No sentía la necesidad de realizar hechizos en vano, así que guardó energías. Se paseó por los pasillos hasta llegar frente a la puerta del Patriarca, llamó como burlándose de la nada misma e ingresó descarádamente.

 

—Veamos— musitó abriendo los ojos de par en par, para dar de lleno con la figura de Lestat. —Vaya, veo que ambos tenemos el mismo blanco ésta vez— sonrió a su compadre y le guiñó un ojo.

 

"Lo prometo mami, nada de incendiar" la voz de la pelirroja resonó dentro de la cabeza de Lisa una vez más, ¿Amigas?, quizás, aun se sentía demasiado cómoda con el título de compañera.

 

—Solo dejaré ésto aquí y me iré— le dijo a su compañero, dejando una pequeña bolsa de terciopelo morado sobre la cama del Patriarca, giró sobre sus talones y volvió a las escaleras. Primero buscó a Meight para comprobar que aun estuviera en una sola pieza, y luego se situó junto a Lisa, hombro con hombro.

 

—Mujer, estoy perdiendo el toque— le dijo casi seria, aunque bromeaba

[Laimi Evans]

La chica observo con atención a sus compañeros esperando ver si había otra indicación que acatar puesto que aunque no era la primera vez que era participe de una situación como esta sabía que muchas veces quedaban cosas en el tintero. Acomodo un mechón de su cabello detrás de su oreja y se arremango las mangas, a pesar de la hora y de que la habían sacado de la cama no le quedaba otra opción más que poner atención ya que más que mas estaba allí y el bien nunca duerme.

 

Dio un suave aunque sonoro suspiro y se encamino dentro del castillo siguiendo a los demás, al pasar por el lado de su prometido roso su mano y le susurro muy bajito pero sabía que el chico le había oído – espero esta vez no te escapes con las bragas de nadie- en su pálido rostro se dibujó una sutil sonrisa y doblo en el primer recodo hacia la derecha.

 

Dentro del lugar un olor característico y agradable llego a la nariz de la joven hacían que se despertaran cada uno de sus sentidos y observo con atención cada uno de los libros que se encontraban en aquella ordenada y aseada biblioteca - Para que tanto si jamás leerán todo – se dijo la chica a si mismo entre una mezcla de enfado y diversión.

 

Con paso sutil y ligero comenzó a recorrer la biblioteca, mirando con atención cada uno de los lomos de los libros alumbrándose con su varita, en aquello momentos odiaba medir un poco más de un metro y medio aunque quizás lo que buscaba no se encontraba precisamente tan alto.

[Meight Evans]

-Como ordenes -respondió a Arya, quien alguna vez fue su maestra, en el buen pasado que hubo tenido en sus inicios. Aquello no se iba olvidar tan fácil de la memoria de la Ravenclaw, no señor.

 

Guiada por Arya, Meight avanzó hacia dentro del castillo. sin duda nunca había entrado al Castillo Crowley, pues se hallaba perdida entre todo. Claro, que el hecho de tener a Arya y a la gran estatua al lado era de mucha ayuda, puesto que al menos ya no sentía ese pavor de ser reducida a polvo si es que algún miembro de la familia Crowley los veía merodeando por su hogar.

 

Cuando Arya habló, Meight acató las indicaciones de la AR. Claro que tenía una gran duda ¡Qué podría ser algo sospechoso? tenía un escaso conocimiento de que podría ser considerado sospechoso. sin embargo, tenía una vaga idea de que verificar.

 

Y eso se comprobó al ver los actos de Arya. Meight empezó a mirar hacia el techo, tratando de ver algo que pudiera parecer poco común. Sin embargo esta acción fue detenida, y inmediatamente siguió a la Macnair como esta le indicaba, pero esta vez con la varita alzada, y la defensa alta. Era mejor ser precavidos.

 

A donde llegaron, la rubia se puso a examinar el lugar, esta vez segura de que encontraría señales de que la familia era mortifaga. Y efectivamente, al girar se dio de llenó contra un cuadro de un mortifago irreconocible a la vista de cualquiera, pero sin duda para ella aquel aspecto del hombre del cuadro, encajaba a la perfección con un mortifago que reconocería aún tuerta.

 

-Interesante -musitó.

 

Al término de gesticular aquello, llegó Arya, arrastrándola consigo. Al parecer era una inspección corta, o tal vez ya habían encontrado lo que deseaban.

[Laimi Evans]

-Que cosas más aburridas leen estos – comento la chica mientras levantaba un libro que estaba en una mesita de centro, la luz de su varita daba un aire un poco aterrador al lugar pero eso no le importaba a la chica ya que estaba mucho más ocupada observando todo, en ese instante un libro que estaba tirado en el suelo llamo su atención, ¿ quién lo habrá dejado allí?, ¿ porque estaría apartado del resto?, todos esas preguntas se dejaban caer sobre la mente de la joven y eso hizo que la curiosidad se hiciera cada vez más grande.

 

Al estar frente a él, la chica lo levanto y leyó su título- ¿ Literatura clásica?- le pregunto la chica sorprendida, - ya entiendo porque estaba tirado- dijo y cuando estuvo a punto de dejarlo nuevamente en el suelo algo cayo de entre sus paginas, parecía ser piel de alguna clase de animal o quizás de algún traje.

 

Piel…un libro … ambas cosas abrieron los ojos de chica lo que la llevo a abrir el libro de golpe y descubrió que dentro no era literatura clásica sino que estaba escrito en un lenguaje extraño, sin pensarlo dos veces la joven metió el libro en su túnica y salió corriendo de la biblioteca. Sabía que sus compañeros también habían encontrado lo suyo puesto que pronto comenzarían a aparecer por el vestíbulo, con paso firme y seguro salió del castillo cruzando el jardín para desaparecer más allá de los terrenos de la familia.

 

 

http://i.imgur.com/JKLyCWa.png

[Lestat Rambaldi]

Miró al rededor y tomó ropa de aquel patriarca como parte de la pista que lo llevaria que lo llevaria a analizarla para ver si coincidia con el adn que ya tenian en el cuartel, si descubria que leon cronwley era mortifago, jamas lo perdonaria, y le daria caza así fuera su padre. Primero tomaria venganza por haberlo abandondo, y por ocultarle sus ideales hacia la marca tenebrosa, lestat habia cometido un grave error, hacia mucho tiempo se lo habia confezado ahora entendia el por que habia cambiado, por que se habia alejado abandonandolo siendo el tan solo un joven adolesete.

 

Unas lagrimas corrieron por sus mejillas y sin mas colocó la prenda de ropa del patriarca en su bolsito de piel de moke con el hechizo extensor, sabia que la evidencia quedaria guardada y solo el podria sacarla de aquel pequeño lugar.

 

ahora secando un poco su cara salió de la habitación, por un momento pensó escuchar los pasos de alguien mas y al voltear notó que solo era su comadre,—Hola comadre creo que ya estoy listo por aquí—

 

Y sin mas saco su varita dejando un lindo grafiti en las paredes de aquel piso:

 

http://i.imgur.com/Yz6f2SS.png

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sin esperar un momento mas, salió de aquel lugar, despidiendose con un movimiento de la cabeza a sus compañeros, sabia que la misión estaba completada, ahora era momento de salir del castillo, y viendo como su compañera laimi salia el tambien salio´dejando atras a sus compañeros pues sabia que estaban en buenas manos. La lluvia habia terminado y los primeros rayos de sol despuntaban la mañana, ahora a cincuenta metros de la entrada desapareció hacia un lugar incierto...

[Meight Evans]

Ah, los nervios la carcomían a medida que avanzaban hacia la salida. Millones de ideas poco gratificantes atravesaban su muy desarrollada mente. "Tal vez es una trampa" "Quizá nos dejaron entrar y caer redondos en su treta" Ah, pero todo ese pudor no podía venirse de la nada, como lo hacía el dichoso enamoramiento, no señor. Esto se debía a que la misión se encontraba en una faceta demasiado fácil, dado que de seguro, las cosas se complicarían. Además había encontrado una curiosa foto, en la cual se presenciaba un antebrazo al descubierto, pero a la vez cubierto del reconocido tatuaje de la marca tenebrosa,

 

De solo ojearlo le daba escalofríos.

 

Y sí, se había traído la foto consigo para analizarla, puesto que lo único que se veía era el antebrazo, no había cuerpo, no había rostro, simplemente ese antebrazo con la marca mortifaga. Raro, pero al menos le servía de prueba.

 

El tiempo pasaba, y ahora ya se hallaba fuera del Castillo Crowley, justo a cincuenta metros de la entrada, como en el inicio. La experiencia adquirida esa noche era algo que en el futuro sería muy valiosa.

 

-Lealtad y sacrificio -murmuró una vez se hubo separado de sus compañeros.