►—Castillo Crowley—◄ (MM B: 96477)

[Nicole Evans Crowley]

No sabia cuanto tiempo se habia desmayado, ni en donde se encontraban de lo único de lo que estaba segura era que necesitaba un descanso; la cabeza le palpitaba a causa del golpe recibido y su tobillo izquierdo estaba herido ahí en donde la gárgola la habia sujetado con sus garras.

 

Se levanto del suelo y sujeto su tobillo con fuerza, miro a su alrededor y después a Fokk, por la expresión en su rostro comprendió que no habia salida del lugar "Todo seria mas fácil con magia" pensó odiando el momento en el que perdieron sus varitas. -No, no se en donde estamos y no tengo idea de como podemos salir de aquí- respondió con fastidio, en esos momentos lo único que quería era regresar al Castillo.

 

La voz de Fokk llamándola hizo que mirara en su dirección, su pregunta la tomo por sorpresa, uno imaginaria que el chico estaría pensando tácticas para salir de aquel lugar pero ya habían pasado por algunas cosas así que necesitaban un tiempo de "tranquilidad" por decirlo así. La chica analizo la pregunta ¿Acaso Fokker quería obtener algún tipo de información? Nicole descarto los pensamientos de duda e inseguridad, no tenia caso desconfiar de el, al final de cuentas era parte su familia sin importar cuales eran los ideales de cada uno de ellos.

 

-Creo que si estamos aquí es porque somos Crowleys, así como Maron dijo, solo los verdaderos miembros de la familia llegan a este lugar- hizo una pausa -Si llegue a la familia fue por algo- continuo con la mirada en el piso -Lo único que me desconcierta es que todos son algo serios, aislados es decir, ni siquiera he platicado ni una sola vez con Claudia....pero como Joana una vez me comento "darían todo por la familia" y así lo creo....

 

Miro al chico en la espera de su reacción ¿Que pensaría de lo que acababa de responder? Pasaron unos cuantos segundos en los que se instalo un silencio que la puso algo ansiosa. Miro a su alrededor ¿Cuanto tiempo estarían ahí atrapados? ¿Como saldrían de ahí sin la ayuda de la magia?

 

Miro al joven y rompió el silencio -¿Tu que opinas de ser un Crowley?.

 

@Fokker

[Monica Malfoy Haughton]

Por un instante estuvo convencida de que el tiempo se detenía a su alrededor. Todo fue más lento ante sus ojos, aunque probablemente era porque estos se enfocaban únicamente en la figura del mago. Estaba cambiado pero no lo vio con mal aspecto, aunque si se ponía a pensarlo estaba segura de que no sería capaz de encontrarle nada malo aunque lo buscara. En cambio ella había cambiado notoriamente; estaba demasiado delgada y demasiado seria. Su piel nívea estaba apagada al igual que su mirada, completamente desmaquillada. Pero había pasado demasiado tiempo como para que él se diera cuenta de que Mónica había cambiado o eso era lo que ella pensaba.

 

- Me he colado en el castillo – la confesión salió de sus labios como un susurro que intentaba evitar que alguien escuchara lo que acababa de decir-. Nadie me abría y entonces vi a Selim salir del castillo. Creí que.. - le dio vergüenza seguir hablando pero lo intentó disimular, aunque lo que sí fue obvio era que había ido hasta allí porque estaba preocupada... preocupada por él. Hizo una pausa antes de seguir hablando-. Me alegra ver que estás bien.

 

Aunque no brillaran los ojos de ella permanecían más abiertos de lo normal, más blancos y más verdes a la vez, como si aquel encuentro la perturbara o como si quisiera estar más atenta a todo. El corazón parecía que se le iba a salir por la boca o bien estaba apunto de rasgarle la piel del pecho en una de aquellas palpitaciones con las que latía. Era como si él también quisiera que saliera corriendo de aquella habitación incluso antes de entrar en ella, pero una fuerza invisible la sostenía por los hombros evitando que lo hiciera. Por un momento incluso creyó que la misma fuerza la levantaba, porque dejó de notar el suelo debajo de sus pies.

 

- ¿Hablar? - la tomó por sorpresa.

 

Bajó la mirada atraída por el brazo que él de alguna manera le extendía y luego volvió a mirarlo a los ojos. Dudaba, ya no estaba convencida de si quería escuchar explicaciones o la historia de su desaparición o si simplemente prefería dejarlo todo como estaba. Pero entonces sintió algo parecido a una quemazón que la avisaba desde la muñeca derecha, donde el tatuaje con forma de lobo había permanecido en silencio durante todos aquellos años.

 

- Sí, supongo que no pasará nada si conversamos – intentó sonreír pero le costó. Tampoco tomó su brazo, no creyó estar preparada para estar tan cerca de él pero intentó que él notara que estaba dispuesta a acompañarlo. Al fin y al cabo una conversación no podía hacerle más daño que la ignorancia ¿O acaso sí podía?

Editado 13 de Julio del 2015 por Monica Malfoy Haughton

[Fokker]

En una realidad alternativa, donde no hay magia (? xD

 

La pregunta hecha a la joven tocaba fibras sensibles, y como tal, esperaba cualquier clase de evasiva, o simplemente le dijera que no le importaba. No tenia la suficiente confianza para meterse con su vida. Sin embargo, también era cierto que no sabia nada de su pasado. Solo conocía que es la hija de Claudia, situación inservible para saber mas de ella. Porque de su "hermana" solo conocía pedazos de su pasado, y en ninguno incluía algo sobre Nicole.

 

El fastidio de la Crowley cambio, demoró en responder así que el chico tomo asiento en el suelo frente a ella. Lo que dijo al final era algo muy cierto, su familia se destacaba por ser "fria" y prácticamente no expresar lo que sienten de una manera efusiva, al contrario de otras familias, donde se podía decir que pasaban la vida de fiesta en fiesta.

 

—Aislados, no lo creo. Serios, si se podría decir que es la manera de ser un Crowley. Aunque no todos...— Si consideraba que su hermana Joa podía ser diferente, —quizás solo tienes que conocerlos mas. El problema, —y ese era un gran problema— es que casi siempre están solos. Me rectificó, tienes razón son aislados jajaja

 

Algo de humor para bajar la tensión, y despejar la mente, nahh. Solo era la naturaleza despreocupada de él. Miro al cielo que estaba de color naranja, lo que le indicaba que estaba por anochecer. Su primera noche en aquellas tierras. Pero la ultima cuestión que le hizo calo su ser. ¿Qué pensaba de ser un Crowley?

 

Se puso en pie y fue en dirección a la puerta de hierro. Huía de nuevo a esa pregunta, o no sabia la respuesta. Miro todo el marco del portón, y sonrió. Sin dejar de darle la espalda a la chica, y luego de algunos minutos sin hacer mucho, dio un golpe fuerte, seco y preciso. Por lo menos le quedaba algo de su fuerza sobrenatural, ayudado por el oxido que carcomió los goznes de la entrada. Un segundo golpe mas suave, termino por abrirla.

 

Se volvió para verla, esperaba que la herida en su tobillo no fuera muy grave, se acerco y le tendió la mano para ayudarla a ponerse de pie.

 

—¿Podrás caminar? No me gustaría tener que dejarte atrás— solo sonrió, por la expresión que puso —Es una broma, tu lo dijiste, podemos ser fríos y solitarios, pero siempre damos todo por la familia, mas allá de lo que son los ideales. Tenemos suerte, la oscuridad nos ayudara a escabullirnos.

 

@@Nicole Evans Crowley

[Marissa A. Black Crowley]

Volar con Marissa en brazos nunca había sido fácil, era incómodo llevar a alguien aunque las grandes alas, similares a las de un cuervo, con brillos verdes y violetas sobre negro que se desprendían por el sol, soportasen el peso de ambos. Asriel se sentía decaer por momentos, mientras cruzaban Londres. Recordaba haber sobrevolado la misma ciudad, con la misma persona, hacia muchos años. La mirada sorprendida de la niña lo maravilló, como su rostro, y sus ojos en particular, demostrasen una catarata de emociones que trataban de contenerse bajo el orgullo.

 

En ese entonces no había dudas, momentáneamente ni uno de los rizos dorados que poseía la pequeña Crowley estaban en peligro. Ningún demonio malvado trataría de utilizar su poder para volver a una bruja a la vida. Estaba a salvo y por eso debía regresarla a casa. Él, como su guardián, había cumplido su trabajo resguardandola, y también era su deber que olvidará todo lo ocurrido, era demasiado pequeña para poner sobre sus hombros una responsabilidad tan grande. Marissa debía seguir bajo su cuidado, pero desde lejos, en secreto, para que continuará con su destino sin ninguna intervención.

 

Asriel jamás pensó que tendría que cargar el peso muerto de la chica, ya en su juventud. Lo había hecho en repetidas ocasiones cuando tenía que devolverla cuando a ella se le ocurría andar por "un mal lugar", pero nunca de esa forma, con esa languidez. A duras penas escuchaba el latido de su corazón, y parecía que sus leves respiraciones no podrían llenarla de oxígeno suficiente. Eso era mucho más que dormir, pero mucho menos que estar muerto, como podría ser un paso intermedio. Era el precio que pagaba por sus fallos, los fallos de él.

 

Asriel jamás pensó que fallar iba a ser una opción y ahora se llenaba de impotencia. La sangre había corrido por el vestido de la mujer, una mancha roja a partir del vientre donde había estado clavada la daga. Retirarla no había servido de nada, una vez que el veneno ingresó en su sistema no pudo hacer nada. Marissa había caído en el acto, casi sin poder reaccionar. Él no tenía perdón, la había dejado pensando en que podría manejarse sola, pero no fue así. Cuando la encontró ya era muy tarde y su cuerpo yacía sobre la hierba.

 

Lo único que podía hacer era llevarla a donde pertenecía, donde su cuerpo descansaria en paz y no se sería perturbado. Era donde tendría que haberse quedado, resguardada por los hechizos que protegían el lugar y con él. La apoyó lentamente sobre la cama, con todo el cuidado posible, acomodandola en una posición impasible. El rostro de Marissa no podía encontrarse más sereno, sin una pizca de nada que revelará su naturaleza efusiva.

 

No se atrevió a besarla, verla así le causaba odio. Retrocedió por la habitación de la Crowley mordiendose los labios, el cabello largo y negro como el carbón se le pegaba húmedo sobre los contornos del rostro. Su desesperación se notaba, lo irritaba y el no podía continuar así. Chasqueo los dedos y desaparecido dejando sólo las cenizas.

[Andy Greyback]

Había pasado el tiempo, la parte física de la bruja notoriamente había cambiado, pero seguía siendo la misma actitudinalmente al menos. Ya se había presentado antes esa vana costumbre de colarse en el castillo de una u otra forma, al menos eso recordaba el Licantropo de la ultima vez que se vieron en el castillo el y Mónica. Sin embargo esta vez, todo era diferente, ella estaba ahí porque se preocupaba por él, pero le molestaba el pensar que su temor era porque Selim le hubiese dañado, ¿Pensaba acaso que era un débil que no podría con el viejo vampiro?

 

- Parece que no se pierden las viejas costumbres - dijo el hombre son una mueca parecida a una sonrisa, la molestia seguía rondando por su cabeza pero tampoco era el momento para demostrarlo. Su brazo quedó en el aire acompañado de aquella soledad, la misma que lo acompañó por tanto tiempo, lo que significaba que la bruja no cedería y haría su explicación mas difícil, porque no era fácil para él hablar de aquello. Sin embargo tomó la botella que el elfo justo traía y le indicó el camino a su acompañante.

 

- Vamos afuera - dijo haciendo el ademán de que saliera primero. Su cuerpo le hacía notar el nerviosismo que la bruja creaba en él desde la primer vez que la vio, era increíble lo que ella lograba en él, pero en estos momentos no debía demostrarlo, la sustanciación no estaba nada bien entre ellos y no pintaba arreglarse. La brisa aullaba al pasar entre los arboles y golpeaba con fuerza el cuerpo del moreno, por fortuna no sentiría frío a causa de su condición. Puso la toalla y la botella de agua en un tronco cortado que servía como asiento para él en los momentos que decidía fumar.

 

- Verás.. Mónica - dijo en voz pausada, dando a notar su temor al expresar de una vez y por todas el motivo de su desaparicion. - La verdad no fue mi intención herirte si es que lo hice - la miró fijamente a los ojos para luego posar sus orbes en la majestuosidad de la luna. - Fue todo muy confuso, pero.. - Hizo una pausa y tragó las ultimas palabras que pensaba decir. No era fácil para él admitirlo, pero si había sido débil, Selim le había ganado una vez hace mucho tiempo.

 

Flash Back

 

- "¿Así que crees que estás mejorando en este mundo eh?" - La voz del vampiro sonaba imponente al tiempo que se acercaba al licantropo. Las manos del Greyback se hallaban empuñadas, como era costumbre al ver al padrino de su novia. - ¿Que quieres selim? - su voz denotaba el desprecio que sentía por quien enfrentaba y su cuerpo se tensionaba cada segundo que pasaba, a punto de despertar en él la furia que su poción apaciguaba muy bien. Pero entonces notó en Selim una tranquilidad, la que nunca le había mostrado, se postró en un sillón ubicado cerca de la ventana de su habitación y cruzó su pierna izquierda sobre la derecha.

 

- "No eres nadie, ¿Crees que ascender en la marca te ayudará con Mónica?" - Una macabra sonrisa invadió los labios del vampiro mientras sus palabras taladraban la cabeza del Greyback. - "Sabes que tengo razón Greyback, sabes que no podrás darle lo que ella merece, es mayor su rango en la marca, tu solo eres un peón, ella es una reina "- su expresión denotaba mas regocijo con cada palabra, al ver que su misión se estaba viendo cumplida al hacer sentir inseguro a Andrés. - "Ya es hora de que despiertes, no la mereces, ella merece alguien que sea fuerte física y mentalmente.. Tu no aplicas "- terminó con su frase a la vez que se levantaba del sillón.

 

- Cállate de una vez! - el grito del patriarca invadió con estrepitosa fuerza la habitación, retumbando por los pasillos, los ojos del Greyback se tornaron negros, acercándose al vampiro a punto de golpearlo. - "Inténtalo" - dijo su contrincante mirándolo con una sonrisa adornando sus labios. - "Mónica te odiará mas aun, al notar que no te puedes controlar" - esto ultimo encadenó los pies del Crowley al suelo y volvió sus pupilas al estado normal. Sabía que lo había logrado, había engañado a Andrés, haciéndolo sentir que no merecía a Mónica.

Fin del Flash back

 

- Eso ocurrió - dijo sin quitar entonces la mirada del astro que iluminaba el verde pasto con su tenue y delicada luz. - Lo siento - dijo en un susurro mientras bajaba la mirada a Mónica, esperando una respuesta no tan negativa por su parte.

[Monica Malfoy Haughton]

Conocía tan bien los gestos de aquel hombre que supo al instante que la sonrisa que le nacía no era del todo sincera. Había algo que no decía que en ese momento le cruzaba la mente, pero Mónica no supo exactamente que era. Quizás el tiempo que había pasado desde la ultima vez que ambos se vieron o simplemente le molestaba el hecho de que ella hubiera ido hasta su habitación sin ser invitada. Tal vez lo que le había molestado no era otra cosa más que el rechazo de ella a tomarlo del brazo.

 

Quiso alejar todas esas ideas de la mente e intentar sonreír ante el comentario que Andrés acababa de hacer. Parecía que no había olvidado o que el menos no lo había olvidado todo y eso por un momento la reconfortó, aunque tampoco le duró demasiado aquella sensación; cuando él la invitó a salir a los terrenos exteriores del castillo se vio obligada a volver a la realidad en la que ambos se encontraban.

 

Se mantuvo en silencio mientras caminaban. Sus pies parecían conocer el camino por sí mismos porque no parecía haber nada en su cabeza durante el trayecto que recorrieron hasta salir. Claro estaba que era todo lo contrario, porque había mil ideas arremolinándose en su mente hasta tal punto que por un segundo se sintió aturrullada y necesitó cerrar los ojos. Posiblemente si los hubiera mantenido cerrados una milésima de segundo más hasta se hubiera tropezado con su propios pies.

 

Salieron y la noche parecía haberse hecho más oscura que cuando llegó. Se detuvieron junto a la arboleda y Andrés tomó asiendo en la toca de un árbol mientras ella elegía quedarse de pie. Al fin y al cabo era una posición mucho más defensiva, aunque no creía tener que defenderse de nada aquella noche. Cuando el Greyback comenzó a hablar Mónica se abrazó los brazos y lo observó en silencio, escuchando lo que le decía. Quiso interrumpirlo varias veces durante el transcurso de su relato e incluso llegó a separar los labios, pero finalmente decidió dejar que acabara.

 

- Fue confuso para mi – la voz apenas le había salido de los labios. Miraba fijamente a algún punto lejos de donde él se encontraba y seguía con los brazos alrededor de su propio cuerpo-. Al fin y al cabo fuiste tú quien decidió marcharse. Tomaste el camino fácil – de las ultimas cuatro palabras no estaba tan segura, pero salieron por decisión propia de sus labios. Cuando se dio cuenta de lo que había dicho lo miró, esperando su reacción.

 

- Selim siempre quiso separarnos. Tú lo sabías y yo también lo sabía, pero pese a eso en ningún momento permití que sus palabras enturbiaran lo que sient... sentía por ti – dejó escapar un suspiro lleno de cansancio y volvió a apartar su mirada de él. Esta vez se giró y también le dio la espalda-. Para que quede claro, para mí siempre fuiste lo que yo necesitaba. No solo lo que necesitaba, si no también lo que quería – no le pesó aquella confesión pues al fin y al cabo no era algo que ella nunca se hubiese negado. Lo había querido desde el primer momento-. Jamás habría ante puesto ninguna otra cosa a ti. Mucho menos a Selim.

 

El tono de voz se le quebraba con cada palabra y tuvo que respirar hondo para mantenerse entera. Entonces volvió a mirarlo.

 

- No lo sientas, ha pasado demasiado tiempo y no puedo guardarte ningún rencor. Aunque quiera.

Editado 29 de Julio del 2015 por Monica Malfoy Haughton

[Nicole Evans Crowley]

En algún lugar de Narnia con Fokk

 

 

Por la manera en la que reacciono supo de inmediato que aquella pregunta incomodaba al joven. Nicole miro la manera en la que se acerco a la puerta de hierro, ¿Qué pasaría por la cabeza del chico en aquel momento? ¿Algo en el pasado de Fokker hacia que el chico evadiera la pregunta? El sonido del hierro al ceder la saco de sus pensamientos; la Evans miro con una sonrisa a su compañero.

 

-Creo que puedo bajar sola pero tendremos que ir algo lento- se levanto con cuidado y camino hasta quedar a lado del Crowley -Pues bien bajemos.

 

La escalera estaba oscura y una brisa fresca llegaba hasta ellos desde lo mas bajo; Nicole recargo una mano en la pared y comenzó el descenso con Fokker siguiéndola de cerca. -Dime Fokk, ¿Tienes buena relación con Claudia?- cuestiono la chica, no sabia nada de su madre y desde su llegada al castillo no la habia visto ni una sola vez, tal vez el joven podría ofrecerle algún tipo de información.

 

Habían bajado unos cuantos escalones cuando un ruido estridente y continuo, proveniente de lo alto de las escaleras inundo el estrecho espacio, algo pesado caía con rapidez por las escaleras; Nicole miro a Fokker con cierta alarma, la única salida era bajar lo mas rápido posible sino serian aplastados por lo que sea que bajaba por las escaleras.

 

-Creo que debemos darnos prisa- apresuro la chica y sin esperar comenzó a bajar mas rápido la escalera con su tobillo mandando una punzada de dolor con cada paso que daba. ¿Que tan largas serian las escaleras? ¿Tendrían el tiempo suficiente para librarse de lo que caía por las mismas?

 

@Fokker

[Andy Greyback]

Era claro para él, Mónica no iba a estar contenta con aquel relato, pero esperaba que al menos entendiera su posición, el hecho de apenas hace algunos años hubiese descubierto su parte mágica y que de repente todo fuese tan bien, el patriarcado, su familia, la marca. Le asustaba que todo fuera una ilusión y Selim supo usarlo en su contra. La sensación de la sangre hirviendo en las venas del licantropo se hacía evidente cada vez que recordaba aquel episodio y como este aun lo mantenía en su habitación, lo sorprendente es que el día que por fin pudo vencer el control del vampiro, Mónica estuviese ahí.

 

- ¿Camino fácil dices? - La voz del moreno denotaba su tono fuerte y camuflando lo hirientes que fueron para él aquellas palabras. - En primer lugar es tu padrino - dijo inmediatamente en modo de reclamo, ya que la molestia era quien dirigía sus labios en esos momentos. Hizo una leve pausa y miro fijamente los ojos de la vampiro. - Si, pero desgraciadamente el no fue contigo, vino a mi con un objetivo que cumplió sin problema - con la ultima frase volteó a otro lado y caminó un poco alejándose de ella.

 

- Quizá si era lo que querías, pero no me sentí así en aquel momento, me ganó el temor de defraudarte a ti y a los Crowley y fue lo que terminé haciendo - empuñó entonces su mano, relajó sus hombros y de su sudadera sacó una caja de cigarrillos y un encendedor - No se trata del tiempo que pasó, sino de lo que se perdió - dijo en respuesta, pues era evidente que los sentimientos de ambos no se encontraban conectados en aquel momento, sin embargo no sabía a que final llegarían en esa noche, pues la conversación cada vez se ponía mas difícil y las palabras cruzaban el viendo como cuchillos hirientes.

 

- ¿Crees que fue fácil para mi escapar? - Preguntó sin verle aun mientras encendía su cigarrillo, dando una calada muy larga y cerrando los ojos. - Lo último que se me pasó por la cabeza era que un infeliz como selim pudiese hacerme caer en sus juegos - expulsó una gran cantidad de humo que formó una nube sobre él por unos segundos antes de disiparse. - No solo estaba el fallarte a ti, sino a todos los demás - volvió a darle una calada el cigarro mientras volteaba a ella - y ahora estamos aquí, sigo sin saber que hacer - confesó mientras expulsaba el humo con cada palabra.

 

La idea de porque la bruja justo estaba en el lugar seguía rondando en su cabeza, era todo un plan de selim ¿O de ambos? La confianza había desaparecido en gran parte del Greyback que ahora estaba mucho mas a la defensiva, era evidente que la noche no acabaría bien si todo seguía en aquella tónica, por lo que inmediatamente procedió a preguntar. - ¿Porque has venido justo esta noche? - Su voz juzgaba con rudeza a la pálida mujer frente a él, pues se había acercado a tan solo un metro de distancia. - ¿Él te dijo que vinieras? ¿Estabas con él acaso? - Mas ideas rodearon su cabeza, parecía que perdía la cordura, lo mejor era calmarse o todo acabaría muy mal.

Editado 31 de Julio del 2015 por Andy Greyback

[Fokker]

En algún lugar de Narnia con Jess, digo Nicole xD

 

¿Como se llevaba con Claudia? era una interesante pregunta. Si consideraba muchas situaciones que vivió con Claudia, como tenían esa relación de amor-odio cada vez que se veían, y que decir cuando hablaban; la respuesta era un si. Pero si lo veían desde un punto de vista donde su alterego estaba obsesionado con ella, pues no. Así que solo sonrió y miro a la Evans conociendo que buscaba conocer a la chica "vampiro" que a fin de cuentas era su madre.

 

—Realmente no lo sé jajaja, creo que tenemos una de las peores formas de llevarnos en la familia. Uhmmm, si hay algo que mejor representa a un Crowley es ella. Aparenta ser fria, pero solo es un escudo, o eso creo. Aun así, supongo que es una buena madre, eso cuando lo demuestra. Ah, no le vayas a decir que te dije eso.

 

Tomaron un pequeño descanso a mitad de camino, cosa que supuso. Se acerco a la chica, y examino su pierna herida, no parecía haber hinchazón, algo que podría ser bueno, pero de todas maneras necesitaba atención inmediata.

 

—Me preguntaste que opinaba de ser un Crowley, la verdad creí que es una maldición. Una familia que no va conmigo, es lo que pensé cuando supe que pertenecía aquí. No encajaba, pero poco a poco llegue a entenderlos, aunque aun así no me siento como un miembro de la familia, quizás sea la oveja negra de aquí.

 

Se mentía así mismo, por duro que fuera, ser un demonio demostró que encajaba mejor que nadie con ellos. —¡Vamos!—, le tendió la mano para ayudarla con el resto del trayecto. Pero no dieron mas que un par de pasos cuando el ruido le indicaba que algo bajaba por las escaleras. Sin tiempo para averiguarlo, tomo a la chica de las piernas y la levantó para llevarla en sus brazos, y correr rápidamente.

 

Su suposición era correcta y bajaron la mitad del trayecto para llegar al final de los escalones, pero para variar la puerta estaba cerrada. —¡Rayos!— la puerta no cedió a un primer intento de abrirla, pero en un segundo intento y con el ruido cada vez mas cerca, esta cedió e ingresaron a un gran pasillo del castillo. Entro sin cerciorarse de nada cerrando la puerta y alejándose de esta, un gran sonido indicaba que estaban a salvo del peligro por ahora.

 

—¡Uff!! eso estuvo cerca! — exclamó sonriente mas que aliviado, dejando a la chica en el piso, dejándose caer al piso para recuperar aliento.

 

—¿Que mas sorpresas tendremos?— dejo la pregunta al aire, esperando que alguien le diga la respuesta.

 

—Ya falta poco— se escucho la voz de Maroon y una lanza de la pared caia para señalar que camino debían de seguir, —solo tienen que llegar al gran salón a enfrentar sus miedos—

 

 

@@Nicole Evans Crowley

[Monica Malfoy Haughton]

La reacción que tuvo Andrés no se la hubiera esperado, o quizás sí, porque lo conocía lo suficiente como para saber que era un hombre con un fuerte carácter. Cuando él retomó la conversación solo hubieron palabras desagradables para ella ¿Acaso tenía la culpa de lo que había ocurrido? ¿Era responsable de que Selim, con su carácter manipulador, los hubiera llevado a aquella situación en la que se encontraban? ¿Era culpable por tener un padrino como aquel? Ella al fin y al cabo no lo había elegido. Ni siquiera decidió convertirse en lo que Selim la había convertido.

 

- Fácil o no, fue el camino que tú decidiste tomar. Yo no decidí alejarme de ti, no tuve elección. Tú decidiste por mi – él se había levantado de su asiendo y cuando se alejó caminando Mónica sintió la necesidad de ir detrás de él, de suplicarle que no volviera a alejarse. Pero no se movió-. De todas formas no quería reprocharte nada. No quiero que esto se vuelva una disputa por ver quien de los dos lo pasó peor, porque desde luego no dudo de que tú hayas estado mal.

 

Pero aquello parecía imposible. La idea de ella había sido únicamente asegurarse de que él estaba bien, de quizás zanjar un episodio de su vida. Sin embargo había sido justo en el mismo segundo en el que su mirada se había cruzado con la de él en el que se había dado cuenta de que quizás no quería cerrarlo. Pero no sabía expresarlo ni si quería hacerlo y para colmo la mente del Greyback parecería estar a mil kilómetros de distancia de aquel jardín. No se entendían.

 

- Deja de pensar en lo que deberías hacer y actúa – susurró por lo bajo. En ese momento no se miraban, pero entonces Andrés se giró y ella lo enfrentó alzando la mano en un ademán-. Dices que perdiste cosas, que defraudaste a tu familia. Entonces arréglalo y deja de compadecerte. Demuéstrate a ti mismo quien y como eres en realidad, porque el resto solo importamos si te das a ti mismo la importancia que mereces.

 

Las palabras habían salido casi escupidas de su boca. Se había recluido a un segundo plano ella misma, pues detestaba verlo de aquella forma. Él no era así. No era un hombre derrotado aunque él mismo estuviera convencido de lo contrario y Mónica lo sabía con tan solo mirarlo a los ojos. Iba a seguir hablando cuando él se adelantó, lo que la dejó con los labios separados y con la respiración contenida. Se había acercado y aunque aún mantenían la distancia, la mortifaga sintió como el espacio se volvía inexistente.

 

Cuando habló solo pudo quedarse atónita.

 

- ¿Qué es lo que estás diciendo? ¿De qué me acusas ahora? Si he venido esta noche fue para visitar a Claudia y el haberte encontrado ha sido solo una casualidad - las manos temblorosas delataron su ansiedad. En aquel momento podría haberse echado a llorar perfectamente si no hubiera sido porque era una mujer demasiado orgullosa-. Te busqué mil veces y mil veces me quedé sin respuesta. No supe que ocurrió para que desaparecieras de aquella forma hasta hoy. Me culpé de todo y creí que por mi culpa te habías marchado... ¿Y ahora me preguntas que si estaba con Selim? ¡Yo jamás haría nada que pudiera hacerte daño!

 

Con la ultima frase se había roto. La voz se le había quebrado y con ella todo el orgullo que creía tener se había venido abajo. Volvía a estar completamente desnuda como muchas veces lo había estado delante de él, pero esta vez no era de una forma física. Todos sus sentimientos al aire, todos sus miedos. El verde de sus ojos había quedado completamente inundado por las lagrimas y las mejillas se habían convertido en el camino de estas. Morían en su cuello.

 

Ni siquiera podía mirarlo y sus manos se cerraban empuñadas por el coraje.

 

- Eres un idi***.