~ Mansión de la Familia Malfoy ~ (MM B: 100774)

[Kahlan Blackthorn]

Damon Malfoy

 

Su cuerpo se adheria al de su amada, empapando la piel de ambos con una cascada de sudor y deseo. Los labios de Anna eran su delirio, no se imaginaba separase de ellos, ni para respirar siquiera-Eres hermosamusitó arrañando la espalda de su amada. Su interior era cálido y suave, el hogar había deseado hábitat desde siempre. Su cuerpo se contraia con cada movimiento, elevando su espalda arqueadola como un acto reflejo.

 

Unos ojos llenos de ira y recelo observaban la apasionada escena. El mal nacido de Damon estaba con la mujer de Ian, atreviéndose a retarlo al exhibir el amor que decía sentir por la Ivashkov. Anna sufriría en carne propia el peor de los tormentos, jamás seria feliz con Damon e Ian se encargaría de acabar con esa idílica relación.

 

Sus labios mojaban con su aliento el pecho impoluto de la demonio, extendiendo un camino que era seguido por las yemas de sus dedos marcando una línea roja que de extendía hasta su espinal dorsal-Mi amor hoy quiero que duermas a mi lado, deseo que compartas mi habitación y la sientas como tuyaperdiéndose en sus caderas retomaba aquella danza deslizándose con cuidado elevando el placer que ambos experimentaban.

 

Estaban a poco de llegar al clímax, fundiéndose en un mismo ser. Experimentando una explosión que se elevó por su pecho, descargaba toda su pasión y amor en ella. Respirando de forma entrecortada la abrazo con una mano por la cintura robandole un beso lujurioso que sellando esa unión de forma eterna.

 

-Te amo-musitó sobre sus labios sabiendo que Ian les estaba mirando desde los arbustos. Pudriéndose de los celos al ver al par de amantes consagrarse todo el amor que sentían, poco le importaba a Damon que su hermano presenciara ese acto de amor, tal vez así le quedaría claro que Anna solo le pertenecía a el.

Editado 18 de Septiembre del 2016 por Juv Malfoy Croft

[Emilia Malraux]

Annabeth M. Ivashkov

 

 

Presa del deseo de amarlo eternamente lo aferra contra si con fuerza para evitar que escapara mientras su espina dorsal se curvaba dejando a merced de su amado sus pechos. Sus labios repasaban su piel, cuando volvía a pegarse a ella creando un fuego allí donde la tocaba, despertando cada célula de su piel que clamaba su nombre como el más hermoso susurro de los amantes.

 

Ella era ajena a todo lo que ocurría con los ojos que indiscretos los contemplaban a la distancia, y que le deseaban el más grande de los infortunios. Su piel ardía y su amor la hacía sentirse plena mientras sus labios emitían pruebas de aquello que el hombre que amaba la hacía sentir, Sus manos se aferraban a la espalda de Damón marcándola con sus uñas que no perdonaban su piel, que la marcarían como suya pues eso era desde ese momento y para siempre.

 

- Me quedare tanto como me quieras aquí- un susurro entrecortado escapo de sus labios sintiendo el calor que nacía desde el fondo de su ser, cuando el vampiro aumento aquella danza que la llevaba a limites inexplorados de placer

 

Su cuerpo era atravesado por corrientes que despertaban cada partícula de ella, y que la hacían experimentar la gloria y el amor que jamás imagino podría existir. Sus cuerpos eran uno fundiendo sus pieles bajo la fina capa de sudor que los bañaba, sus labios estaban rojos e inflamados pero eso no le impidió besarle cuando el, la tomo por la cintura, despegando ambos al cielo donde por siempre serían uno. Aquella semilla que esperaba diera frutos fue la causa de la sonrisa de Annabeth que se perdió en los ojos de su amado al escuchar ese susurro tan angelical que la lleno de dicha.

 

- sssssh, no malgastes la palabra con el acto que me las acaba de probar- tapó sus labios con un corto beso - jamás olvides que somos uno-

 

Busco una de sus manos y la unió a la de ella mirándolas con curiosidad, su piel era del mismo color que la del vampiro, Algo que jamás había sido notorio entre ellos. -¿Porque somos del mismo color? Tu ... Eras más pálido que yo- dijo mirándole con una sonrisa curiosa, esa misma sonrisa que le mostraba cuando una travesura surcaba su mente de niña.

[Kahlan Blackthorn]

Damon Malfoy

 

Su mano era más grande que la de Anna, abrazando la misma con la suya la hacia lucir pequeña y tierna-Sigo siendo más pálido que tu, solo que he regulado mi temperatura al nivel de la tuya-respondió su duda abrazándola para quedar debajo de ella. Cubriendo el cuerpo de su mujer con la bata, no pudo evitar deslizar su dedo índice por su

brazo.

 

-Anna esto es el inicio de un futuro juntos, no espero que todo sea perfecto. Solo quiero que sea nuestro, no hemos pensando en nuestras madres y tampoco en Ian. Yo se que el te ama y te desea, pero tu ya eres mi mujer y la elegida para ser la madre de mis hijos...-posando su mano sobre el abdomen de la demonio deseaba que su semilla germinara dentro de ella.

 

Sus labios besaron con ternura los de su amada, extrañamente había estado con ella y aún no le pidió que fuera su novia, pero eso si ya la consideraba su mujer con todas las de la ley-Tengo una pregunta que hacerte, ¿Queres ser mi novia Annabeth Ivashkov?...-tomando la mano de la joven la coloco sobre su pecho. Estaba ansioso por una respuesta, sabia que si la castaña decía que si, Ian ya no tendría posibilidad de intentar conquistarla.

 

-Además quiero que vivas conmigo en esta mansión. No podría soportar tenerte lejos o tener que ir a buscarte a tu casa y ganarme de nueva cuenta el repudio de tu madre. Ella desea que te unas a Ian en matrimonio, porque lo considera el partido ideal para ti, como no ha tenido una vida de desenfreno como la mía...-cerrando sus ojos le enfermaba la idea de saberla con su hermano.

 

Jamás podría permitirlo, nunca dejaría que el tuviera a la mujer de su vida. Ni matándolo podría conseguir la aceptación de la demonio. Mucho menos con el antecedente de haber intentado tenerla por la fuerza, buscando provocar que Damon la despreciara si se enteraba de todo aquello.

Editado 18 de Septiembre del 2016 por Juv Malfoy Croft

[Emilia Malraux]

Annabeth M. Ivashkov

 

Curvó sus labios en una sonrisa mientras escuchaba las palabras de su amado, A veces le era fácil olvidar que el vampiro tenía un tacto más frio en contraste con el de ella. Pero esa jamás había sido un impedimento para esconderse entre sus brazos cada noche de luna o en cada nevada. Ahora que él era de su propiedad ya no tenía por qué buscar pretextos para retenerlo cerca de ella, pero de igual manera la alegría la embriagaba en ese momento como el más dulce y fino licor, haciendo que de sus labios palabras juguetonas salieran de vez en cuando.

 

Sintió como giraba quedando sobre él, sus cabellos cayeron a un costado de ambos formando una cortina que los alejaba de lo demás, sintiendo también como su cuerpo era cobijado bajo aquella bata. Su dedo pulgar acariciaba el rostro del vampiro detallando sus facciones de las cuales jamás se había aburrido de dibujar en su block de notas. El nombre de su madre o incluso el de su tía y del odioso hermano de Damón el cual muy para su pesar tendría que llamar cuñado, creó en ella un mal sabor.

 

- ¿tu novia?, pero pensé que ya lo era- dijo besando la punta de la nariz del vampiro soltando una risa de campanita más propia de niña que de mujer - Damon Malfoy, claro que acepto ser tu novia, la madre de tus hijos-

 

Algo en lo más profundo de su ser se removió al imaginarse con un bebe en los brazos y a su esposo besándola cada amanecer y acunándola en su pecho en cada puesta de sol. Estaba tan cerca de tenerlo que una sonrisa cruzo sus labios haciéndola ruborizar hasta el punto que sus mejillas brillaban rojas, sus dedos había detenido las caricias que daban al Malfoy mientras perdida en su mente lo contemplaba. O él le daría un zape o la besaba pues de niña solía asustarlo quedándose igual de quieta. Pero no tuvo la necesidad de eso pues tan rápido como había entrado en lo más profundo de su mente había salido con una frase juguetona.

 

- Si prometes no comerte mis dulces, me mudare contigo Malfoy- rio con cariño mirándole - y si dejas que tenga un rinconcito para sentarme a dibujar mientras duermes abrazando la almohada pensando que soy yo-

 

Una sonrisa un tanto malvada cruzó su rostro al imaginarse al Malfoy besuqueando una almohada mientras ella lo pintaba a, el infraganti. La vida que se planteaba ante sus ojos era algo que siempre había deseado y que sentía que estaba perdida en un hermoso sueño, pero una alarma brilló en su cabeza.

 

- Amor, no tengo ropa… tu… bueno, tú la destrozaste y aún debe seguir tirada de adorno en el salón- dijo tan roja como un tomate, pero tiritando de frio por la pérdida de sangre.

[Kahlan Blackthorn]

Damon Malfoy

 

Una sonrisa aniñada surcó sus labios fugazmente. Había olvidado por completo que las ropas de su mujer estaban desperdigadas por todo el salón, no podía permitir que Ian usará eso como prueba en contra de ambos-No necesitas más ropa que tu lozana piel...susurró besando sus labios con ternura.

 

No se veía así mismo besando una almohada y mucho menos hacerle travesuras. Era una idea alocada que lo dibujará mientras dormía y ella capturaba en una hoja de papel lo vulnerable que podría se al cerrar sus ojos. Jamás se mostraba desprotegido ante nadie, no le gustaba mostrar esa faceta de su personalidad y brindarla como un arma que podía ser usada en su contra.

 

-Lo de la ropa es lo de menos, aunque le he tomado el atrevimiento de comprarte todo lo necesario para que puedas vivir en la mansión sin problemas. Envié a mis sirvientes a comprarte zapatos, botas, ropa para dormir y todo los vestidos y conjuntos que puedas necesitar-comento ayudándola a levantarse del suelo cubriéndola en todo momento con la bata encaminandose hacia su nuevo hogar.

 

-Lo siento, cariño. Pero creo que me acabo de comer tus dulces hace un momento, ya no podes chantajearme con eso...-abrazandola por la espalda camino unido a ella en todo momento. Mirando a su elfo le ordenó recoger la ropa de Anna y llevarla a la habitación de su nueva ama.

 

La palabra del Malfoy era ley dentro de ese lugar, no había un solo sirviente que se le opusiera a excepción de chavez. Aquel elfo que era enojon hasta la médula de los huesos, evitaría que tuviera contacto con su novia. Justo en ese instante Ian se interpuso en su camino cruzándose de brazos les miro con odio, no descansaría hasta ver a su hermano derrotado y a la castaña hecha pedazos. Sino era para el, no sería para nadie y menos para su odiado hermanito.

[Emilia Malraux]

Annabeth M. ivashkov

 

- ¿En que momento los mandaste? -

 

Estaba completamente sorprendida de la rapidez con la que su novio la cuidaba, saber que no debía regresar al castillo Ivashkov era un alivio para Annabeth que claramente le había informado a su madre que pasaria algunos dias con su tia.

 

Pero vaya sorpresa se llevaría la bruja al enterarse que su unica hija no tenía ni la mas minima intención de regresar a vivir allí, el cielo y la tierra se removerian con el enono que Emilia sufriria, pero a decir verdad no le importaba.

 

Caminaba pegada al cuerpo de su amor, sentia que flotaba en el mas maravilloso de los cielos, mientras Damón la guiaba con ternura por aquel sendero tan conocido para ambos. De vez en cuando la castaña dejaba besos en el hombro de su hombre, drenando de a poco todo el amor que tenía para regalarle durante la eternidad.

 

- ¿Sabes? Tengo algo para ti, es algo que hice hace algunos años pero jamas me atrevi a dartelo. No es mucho pero.. -

 

Sus palabras se vieron cortadas cuando frente a ellos, el menor de los gemelos se paraba impidiéndoles avanzar. La Ivashkov se quedo paralizada contemplando a Ian, el cual poseia un brillo asesino en sus ojos.

 

-ian... - susurró dando un paso hacia atrás, apretando con fuerza la mano de Damón.

 

Su respiración se detuvo mientras escuchaba como la de su novio aumentaba indicando la delgada linea de ira que amenazaba con romperse. Deseo desaparecer junto a Damón, perp otra vez el destino cruel los ponía a prueba en ese fatídico encuentro con el causante de su dolor.

Editado 18 de Septiembre del 2016 por Emilia Malraux

[Kahlan Blackthorn]

Ian Malfoy

 

-Annabeth Ivashkov...-pronunció ese nombre con un tono despectivo. Perforando con sus orbes lapislázuli el rostro de la castaña. Tenerla a pocos metros de el, destaba su odio de una forma descomunal. Damon la protegería con su vida y eso aumentaba el interés del vampiro en fastidiar a ese par de enamorados.

 

-¿Acaso viniste a verme, cariño?-inquirió dubitativo buscando molestar a su hermano. El pretenderla una era una forma certera de lastimarlo, abriendo una vieja herida que se aseguraría de que no cerrará nunca. Sus labios se vieron abordados por su lengua paseando esta con parsimonia sobre su labio inferior.

 

Los había visto en los jardines, entregándose a una pasión desmedida que sería la perdición de ambos-Hermanito, ya te conto Anna lo bien que la pasamos en su último viaje. Las noches en las que se me entrego, tal y como lo hizo contigo hace unos momentos. No doy crédito a que te atrevieras a jugar con ambos y junrarnos que nos amas como a nada...-ladeando su cabeza detectó un profundo malestar en el rostro de Damon.

 

Que se podía esperar de un sujeto como el, celoso de todo lo que había logrado su hermano mayor y ahora se atrevía a restregarle su amorío con la demonio. Si que era fácil quedar engatuzado por una mujer tan hermosa y atractiva a todas luces.

 

-Ya te contó que perdió a nuestro hijo, aquel que nos uniría para siempre. Y ahora viene a ti en plan de víctima y te has dejado conmover por su hermoso rostro y ese par de ojos que embrujan a cualquiera-lanzando esa confesión como una daga envenenada no dudaba que la cosa se terminará en el acto.

Editado 18 de Septiembre del 2016 por Juv Malfoy Croft

[Emilia Malraux]

Annabeth M. ivashkov

 

Perpleja, eso estaba la Ivashkov mientras escuchaba la sarta de mentiras que aquel hombre tan igual a su novio soltaba como dagas venenozas que buscaban destruir lo que ambos habian intentado reparar. Otra vez ese sentimiento de ira empezaba a hervir dentro de su ser.

 

Solo la mano protectora de Damón la mantenia atada a la realidad, sentia paz al recordar que toda la verdad habia sido contada con algo que era imposible de cambiar, su sangre. Era lo unico que jamas podría ser alterado y Damon ya habia visto todo y cuanto la demonio escondio durante su vida, y en ningun momento Ian Malfoy pintaba en el panorama. Pero por mas que trato no pudo morder su lengua

 

- Eres un vil y asqueroso mentiro Ian, ¿Que no te cansas de mentir?- su cabeza daba vueltas - Jamas y escuchame bien, jamas existio ni podra existir un nosotros. Tu no eres nada mas que un chico con problemas, que no vive ni deja vivir y siento pena por ti y por quien tuvo que aguantarte durante toda tu patetica vida.

 

 

Era dura, y tan cortante como el hielo, estaba enojada de que aquel himbre osara de mentir con aquello que ella mas anhelaba poseer, pero no con el claro estaba. Si no con damón, giró su rostro para mirarle esperando el viera tan clara la verdad como ella, deseando el no se dejara convencer de ese vampiro que por desgracias era su igual.

[Kahlan Blackthorn]

Damon Malfoy

 

Las palabras de Ian estaban cargadas de resentimiento y odio. Lamentaba la forma tan deplorable en la que actuaba su hermano delante de la Ivashkov y su similar. El intentar manchar la imagen de Anna ante el, no era más que un intento desesperado por captar la atención de ambos jóvenes-Ian no pienso tolerar que trates de ese modo a mi futura esposa y madre de tus sobrinos...-lanzando una estocada magistral contra el castaño no soltaba la mano de su mujer.

 

Tal y como se lo había prometido la defendería de todo y de todos. No iba a permitir que Ian se las gastará para incomodar a su pareja, por mucho que le costará asumirlo era mejor que se hiciera a la idea que la demonio jamás le daría bola.

 

-Ni se te ocurra propasarte con ella o te juro que lo vas a lamentar...-abrazando a la demonio le transmitía seguridad y protección. Sintiendo su corazón latir de forma acelerada se contuvo para no romperle la cara y no molerlo a golpes.

 

Ambos necesitaban descansar y deseaba estar a solas con su novia. Ya tendria tiempo de sobra para encarar a su gemelo, sacándole toda las respuestas que Anna se entrego a entregarle. Apresado sus labios con un beso tierno y coqueto, dejaron de lado al castaño.

 

-Vamos cariño, ya es tarde y debes estar exhausta...apartando al obstáculo que tenía delante continuaron su andar disfrutando del momento. Nadie empañaria la felicidad que los embargaba, además de eso estaria pendiente de que Ian no se quedará a solas con Anna ni por error.

[Emilia Malraux]

Annabeth M. ivashkov

 

 

Una parte de su ser sentia pena por Ian, pero no lo perdonaba por ser el causante de su dolor, sus ojos lo escrutaban y no pudo mas que decepcionarse al ver que no mitigaba su expresión al ser descubierto en la mentira. Su cuerpo seguia ardiendo de enojo, pero al escuchar las palabras de su amor , una placentera calma inundo su ser.

 

El le creia y eso la aliviaba pues jamas le mentiría a Damón que en ese momento la abrazaba protegiendola con si cuerpo de Ian, sus manos se aferraron al antebrazo de su amor. Saboreaba la cara de Ian mientras los segundos avanzaban, el cual mostraba desconcierto y frustracion al notar como Damón la cuidaba de el.

 

Un beso fugaz fue bien recibido por parte de la demonio que no dirigió ninguna mirada a su cuñado, mientras avanzaba con Damón hacía la entrada de su nuevo hogar.

 

- No me dejes sola amor- murmuró tiritando ya bajo el resguardo del hogar. - Ian vendra por mi, por favor no lo dejes herirme, no dejes que nos separe-

 

 

Su labios inferior temblaba de miedo y de rabia, mostrando ese temor de perder al hombre que amaba. Buscó paz en su mirada mientras acortaba la distancia para esconderse en su pecho y abrazandolo cerro los ojos.