Videncia

[Thoth]

El iniciado en oculamcia y metaformagia ahora cursaba Videncia. Esta curiosidad le fue despertaba tiempo atrás cuando curso adivinación, y pensó que pudiera tener ese don. Sin embargo, en caso de cierto, el mago no sería consciente de ello, así como muchos grandes videntes de Egipto. A pesar de ello, aún vestía con una tela oscura en su rostro como señal de luto, de igual forma su vestimenta era de un similar color. Aunque, no perdía detalle de la casta a la cual pertenece. Y por tal motivo, al llegar donde se encontraba el arcano, le pareció escuchar algunas voces, con paso firme camina, y con mirada siempre en el horizonte, menciona.

 

-Espero no interrumpir. -

 

Agrega en el tono más neutral posible. Y en su mente se comenzaba a crear defensa sólidas, desde lo poco adquirido por la arcana de oculamancia, lo suficiente para ocultar su relación con el Inquisidor, la marca tenebrosa y Santo. Inclusive, con su fingida muerte, esto en gran medida por encantamientos de avanzada leído por cuatro grimorios de los fundadores de Hogwarts, algo que no todos poseía alguna copia. En ese sentido resguardo sus memorias, pensamientos de cualquier legeremance.

 

-Busco al arcano de la videncia, creo que he llegado en el lugar correcto. - Y en su mano se desprende algún rastro de hielo, producto a su saber del Hielo del Averno y por medio de este se creó un cayado, con antiguos símbolos egipcios. - Mi nombre es Azrael Licaón. - Expresa con orgullo.

[Sajag]

La entrada del nuevo alumno no pilló de sorpresa a Sajag, había visto su entrada medio triunfal en la sencilla casa del Arcano hacía días. Sin embargo, verlo en persona con aquellos aires de grandeza, le provocó una sonrisa que se apresuró en esconder.

 

- Sea bienvenido, Sr. Licaón. ¿Le apetece un té? El Sr. Despard y yo estábamos a punto de saborear uno antes de su interrupción. Puede unirse, si gusta, aunque me temo que este sabor es demasiado simple para su gusto.

 

Sí, también había visto eso. Sajag sabía lo que pasaba por la cabeza de ambos alumnos, aunque hubieran intentado protegido su mente con cualquier hechizo terrenal. La Videncia era algo más que un título en un certificado y su uso podría dar mucha información; a veces, más de la que se necesitaba. Pasaba por encima de encierros o de cambios físicos e incluso por el Tiempo. La Videncia era espiritual y, por tanto, no servían trucos ni mañas contra ella.

 

- Le preguntaba a su compañero por los motivos que quieren saber si son Videntes. Como todas las Habilidades, se tiene o no se tiene. Se nace con ella aunque su despertar sea más o menos tardío, según las circunstancias. Usted, Sr. Licaón, ¿cree que puede tener esta habilidad en su cabeza? Y para los dos... ¿Creen que puede ser un potencial de su forma de ser o que, por lo contrario, influirá negativamente en su conducta habitual?

 

Sagaj se levantó para tomar una taza para el recién llegado y ponerla en la mesa. También se tomó su tiempo en arrancar unas cuantas hojas frescas de stevia y ponerlas en un sencillo cuenco de madera. Sabía que, con magia, había tenido todo en un instante ante ellos pero, a veces, hay que dejar tiempo a la reflexión; el hacer las cosas por sí mismo generaba comprensión sobre los hechos y una humildad sobre lo que somos, lo que tenemos y lo que carecemos. Además, los chicos necesitaban pensar en su pregunta y no contestar a la ligera.

 

- La Videncia es un Don y una Maldición. ¿Saber con antelación tiene sus beneficios? ¿Ver lo que sucederá sirve para aceptarlo o para evitarlo? ¿Es lo mismo Ver que Interpretar...?

 

El Arcano se sentó con ellos de nuevo y dejó el edulcorante de stevia por si querían endulzar la bebida. Él, con sabiduría, prefería las cosas en su justo sabor, aunque supieran amargo. Sin disfraces.

[Thoth]

Entre todos los arcanos era ese del que más desconfiaba ¿Acaso no fue Sajag al primero que confrontara e intentará matar en el mismo Ministerio de Magia? ¿No era ese el mismo vidente al cual años atrás le advirtió sobre su muerte por la forma de ser tan irreverente, egocéntrica y altanera del egipcio? Era cierto que en esa oportunidad uso el apellido de la Luxure y una falsa identidad, aunque algo tenía claro ante la mirada del mismo no había forma de escapar a su visión del futuro, por eso el mago egipcio se extraño ante eda respuesta, él esperaba que ese ser había muerto, y si no fuera porque hace años cuando estudió adivinación su profesora le insinuara que pudiera tener ese don, a pesar que el mago no comprendiera o fuera consciente del mismo. Éste no sabía quién era ese otro estudiante ¿Acaso era un hombre o mujer?

 

Y fijando la mirada en el mismo, busco alguna seña o indicio sobre cuáles eran sus planes, éste no le agrado quien le había amenazado en el pasado, y fuera la causa que desconfíe de cada arcano, incluso su cierto mecanismo defensa. Sin embargo, el pasado ya estaba marcado y si el mago tenebroso tendría oportunidad le mataría, éste no le temblará la mano para hacelo, ya antes dio muerte por mucho menos, y ese ser tan espiritual lo tenía entre ceja y ceja. Por tal motivo, este se negó.

 

Comienza hablale -Lamento si interrumpí algo. - hace pausa. - pero no deseo nada de té. - Comenta fríamente. - ¿Acaso la videncia deberé volver a leer hojas de té y leer en bolas de cristales? -

 

Indaga en forma chocante, ya que eso recordaba de su clase en adivinación ¿Acaso sería lo mismo? Ya que para el mago todos esos que se hacían llamar vidente eran un fraude. El egipcio se rio un poco al evocar las palabras de Sajag. Si era cierto o no que eso sea un don o maldición, este egipcio dudaba que lo poseía, ya que por siglos ningún Licaón ha presentado éste don. No obstante, seguiría o intentaría hacerle caso a cualquier método descubrimiento que pudiera ver el arcano. Por otro lado, él siente la predisposición por aquellas memorias y si algo le desagrada era fingir, ponerse una máscara ante esa realidad, pero su cuerpo y comportamiento mostraba un claro indicio desafío. En ello la voz del mago, se escucha a la par a la de una mujer.

 

Y continúa hablando -Un engranaje comienza a girar, nuevos caminos se descubrirán, viejos amores florecen, pero el que sufre en silencio pronto se enamora. -

 

Dejó de hablar, pero el egipcio no era consciente de lo que había pronunciado, su mirada sólo se contemplaba fija en esos momentos. Aunque, conocía a las mañas de esos seres arrogante por eso contesta al mismo sobre su pregunta.

 

-Desconozco si poseo ese don o maldición.-

 

Y clavo la mirada en ese hombre, era extraño, pero igual no era nadie que mereciera su tiempo. El Archimago de la Muerte no sabía si dar un paso, o bien matar a ese quien sería su maestro, pero de alguna u otra forma supondría que debería pensar si podía ser capaz de soportar cada segundo de ese encuentro, ya que no tenía ni la menor intención de abrirse con alguien que le había amenazado. Y si bien no pudo matar a la arcana de la animagia, quizás con ese ser podía tener mejor suerte.

Editado 25 de Enero del 2021 por Azrael Licaón

[Rory Despard]

Era muy pronto para que Rory pudiese decidir que tipo de influencia tendría la videncia en su vida, al menos de forma determinante. Pero ¿lo había dicho al llegar no? Esas visiones, colándose en sus sueños y comenzando a incluso darse a la luz del día y en estados conscientes era lo que lo había empujado a llegar allí, a tratar de evitar que simplemente...lo hiciese perder el control.

 

Hasta el momento tenía que admitir para sí mismo entonces que la balanza se inclinaba del lado negativo.

 

Estaba a punto de soltar el producto de sus reflexiones, cuando el otro alumno, recién llegado se le adelantó. Había una incomprensible rareza en el sujeto, desde las ropas que portaba a sus misteriosas palabras y la suerte de trance en el que había caído de la nada. ¿Intentaba impresionar al arcano con todo aquel acto, o era en sí mismo eso intrínsenco a su caracter? A Rory no podía importarle menos, y constatarlo le hizo sentirse egoísta de repente.

 

- Creo que la videncia puede ser un Don que el dios verdadero ha traído para mí. Desde esa perspectiva ¿quién soy yo para considerarme no apto ante un designio divino? Mi fe me indica eso, pero de otra parte, no he llevado la formación de otros magos y brujas, no tengo conocimientos profundos y temo que eso pueda llevarme a situaciones de inestabilidad y que entonces la habilidad se convierta en algo negativo para mí, e inclusive, para quienes me rodean.

 

No entendía del todo bien porqué su compañero de clases busaba ser confrontacional todo el tiempo, hasta para rechazar una taza de té, pero él aceptó de buena gana el té que le había extendido el arcano, y mientras se detenía en aspirar el agradable aroma que emanaba, pensó en la segunda pregunta que le había sido dada, que justo coincidía con lo que había expuesto antes. Un elemento, no obstante, no había entrado en su razonamiento hasta entonces, y era el uso que daría a la habilidad en sí.

 

Desde su perspectiva, un vidente podía ser un profeta, un faro de advertencia, pero no necesariamente alguien que buscara torcer el destino o lo que pudiese avizorarse del futuro, por tener el poder para hacerlo. Por tanto quedaba descartado para él intentar evitar una visión, podía desearlo sí, especialmente cuando se trataba de una visión fatídica, pero no se sentía con el derecho de intervenir para que no tuviese lugar.

 

- Conocer antes que otros un suceso puede ayudarte a procesar mejor el hecho, pero no sé que otros beneficios más podría tener- comentó y tomó un largo sorbo de té antes de continuar- Y no creo que ver sea lo mismo que interpretar, porque para empezar los procesos son diferentes. Las mismas sagradas escrituras lo mencionan, lo que hizo célebre por ejemplo a Daniel, no fue el ver, sino el interpretar, los sueños del rey.

 

No dijo más, y volvió los ojos al arcano, y luego a su taza de té.

[Sajag]

Sajag levantó una ceja fina e inquisitiva hacia su nuevo alumno. No había tomado asiento, ni recibido su té pero no era algo que pudiera demandarle o exigirle. Jamás ha hecho eso con sus alumnos, pues cada uno delimitaba su propia forma de desarrollar su magia. Licaón estaba haciéndolo con cada gesto y minuto que pasaba.

 

—Leer hojas de té y ver cristales... —Sajag se detuvo un momento para saborear su té y lanzar una mirada significativa hacia Despard antes de replicar en dirección a Licaón— no lo sé ¿es esa la idea que tiene usted sobre la videncia? ¿O se le ocurren otras alternativas?

 

El mago no había desoído lo dicho por Despard tampoco. Sus palabras hicieron que su cerebro evocara lejanas épocas en donde los ritos establecidos con su familia habían sido pan de cada día. Hacía mucho tiempo ya de eso y muchos miembros familiares reposaban ya en el Ganges. Hacía mucho que Sajag se había alejado de toda cosmovisión ligada a una deidad, incluso cuando el mundo moderno se había olvidado de los arcanos y ellos mismos habían sido la personificación del mito. Aún así, sus ojos se posaron en Despard con curiosidad.

 

—Si todo cuanto sale de su boca es considerado absolutamente cierto en su cabeza entonces ¿no es acaso su libre albedrío lo que decidirá el curso que sus poderes habrán de tomar? Y, de ser así, y ser usted un hombre de fe ¿no significa eso que su Dios decidirá el curso de dichos poderes y podrá usted desarrollarlos sin peligro de caer en la tentación del ego o la vanidad? —el viejo mago inclinó la cabeza ligeramente hacia la derecha— Se lo pregunto, porque si bien ha contestado a mis preguntas, no parece sentirse satisfecho en lo absoluto.

 

De cierta forma, vivir alejado del exterior se parecía un poco a tener una fe. Solo un poco. Por otro lado, Despard parecía tener muy en claro el concepto de interpretar. Sajag se preguntaba si lo veía más desde una perspectiva de la legeremancia que la videncia ¿habría él pasado por las aulas de Rosália o era solo un reflejo de su forma de ver el mundo?

 

Antes de continuar acribillanado al pelirrojo a preguntas, se volvió hacia Licaón. Creía entender cuál era el método que el mago requería para hacerse con el desarrollo de su propia magia, pero estaba obligado a comprobarlo antes de ponerlo en acción.

 

—Dígame, señor Licaón ¿qué es lo que espera de mí, de esta... a falta de una mejor palabra, clase?

 

El anciano de aspecto rejuvenecido tomó entonces una larga pipa y extrajo hierbas resecas de una bolsa que se encontraba al extremo de su largo mueble, uno de los pequeños cajones de una esquina. Ni siquiera tuvo que incorporarse, apenas estirarse antes de volver a su posición original, con ambos pies plantados en el suelo y un codo apoyado sobre una rodilla. Las hierbas fueron directo hacia la pipa, que se concentró en prender con la vara de cristal antes de darle una profunda bocanada y expulsar el aire de una densa consistencia de tono morado, en el ambiente cerrado y seco.

 

@@AZRAEL Licaón @@Rory Despard

[Thoth]

El egipcio escucho al fanático religioso, y respiro profundo par no reírse en su cara, esos seres deseaban imponer su religión a todos ¿Acaso su ego era tan grande que lo obligaba a predicar a cada segundo? ¿Éste se daba cuenta que no se encontraba en su culto para así proliferar su doctrina? Y pensando un poco ¿Acaso ese libro sagrado no condenaba la práctica de la hechicería en sus libros? El mismo había liado con muchos de ellos, incluso judíos y musulmanes, todos tenían texto en común, por eso las comunidades mágicas de esas regiones tenía cierta reservas a esos textos. Y aún así, está concepción del egipcio no la compartió, y fue sólo su forma de ser, para él ese ser que tenía cercano era simplemente un mentiroso, hipócrita y que no tenía fundamento sino busca un palabra de argumentación.

 

Aunque, era una creencia respetable, pero no considera que fuera el lugar, éste no comentaba nada referencia a su creencia milenaria, sino simplemente se limita a separar a grandes rasgos ese palabras inútiles de aquello valioso referente a la clase. Pero aún así, evocó esos argumento y los del arcano.

 

-Muchos dicen ser videntes y usan textos sagrados, quizás por eso ese hombre ha usado la palabra que considera según sus creencias ¿Acaso estaba hablando de una profecía o deseaba llegar algo?- Indaga. - Sin embargo, Sajag conozco a muchos charlatanes que usan los huesos, caracoles, tarot, cartas astrales, en fin existen muchos métodos, pero si eso se reduce la videncia no lo conozco. Supongo, que hace milenios pudieran existir. - Hace una larga pausa.

 

Y cuando escucho las palabras refiere el arcano a ese fanático religioso, se interpela, luego escucho las que refieren a él.

 

-si desea le podemos llamar encuentro, pero que espero de alguien que hace tiempo me expresó por medio de mi tío mi muerte. - Menciona viéndole a los ojos, y omitiendo algunas palabras de aquel encuentro. - supongo, que no espero mucho, sin embargo, supongo que si estoy aquí, es porque deseo profundizar en lo que Usted dice llamar videncia. - El egipcio era un incrédulo de la misma, y más porque desconfía en el arcano, su pasado lo hace dudar y estar cerrado al mismo.

[Sajag]

Sajag no dice nada mientras su nuevo pupilo continúa expresando su perspectiva. Se limita a seguir tomando bocanadas de la pipa, expulsando el humo de rato en rato. Con un movimiento sutil de la vara de cristal, se abre en una esquina olvidada una ventanilla para drenar un poco el humo pero no lo suficiente como para que los recién llegados puedan escapar a sus efectos relajantes mientras éste va inundando el espacio.

 

Deseaba poder expresar de mejor manera lo que había de informarle pero no encontraba las palabras. Tal vez, porque entendía que la mente su interlocutor estaba totalmente escudada ante ellas, no en cuanto a la información que contenían o a lectura de mentes, si no a la naturaleza de cuanto intentaba explicarle.

 

—Verá, señor Licaón —continuó entonces Sajag sin mediar ningún comentario respecto a la forma en que se había expresado respecto a "charlatanes" y demases—, no vamos a zambullirnos en definiciones en su caso —un movimiento sutil y súbito de su mano y un pequeño cúmulo de cenizas cayeron en un cuenco que segundos antes no estaba a la vista—. Creo que tomaremos un enfoque más... activo —bajó un poco su pipa y lo observó a través del humo que no parecía afectar a sus ojos, desdibujando su forma—. No se trata de lo que usted o yo podemos definir como "videncia" pero ya lo verá usted.

 

Al arcano no le gusta gastar palabras así que, contrario a lo que hiciera en anteriores ocasiones, desliza su varita. El cubo que antes utilizara con Triviani vuela entonces hacia Licaón, hasta posarse en sus manos. Un cubo sumamente especial. Sajag no dice nada todavía, mientras la imagen del mago se difumina hasta desaparecer y el cubo cae al suelo sin hacer demasiado ruido.

 

El arcano se vuelve entonces hacia Despard, para oír su respuesta y lo alerta de no tocar el objeto que antes prestara a Licaón.

 

Todo lo que Licaón observaría al llegar sería el interior de una cabaña sencilla. Fuera de ésta, se extendía un bosque neblinoso y sombrío. Sajag no iba a gastarse definiendo la videncia para el mago cuando era bastante claro que éste intentaba desestimar sus conceptos ¿qué aprendería en un intercambio de palabras insulso cuando ni siquiera parecía estar dispuesto a oírlo y adjudicaba sus carencias a un pasado remoto?

 

No, tendrían que tomar otro enfoque para ver si Licaón era capaz de absorber el concepto por cuenta propia, con la intervención indirecta del arcano. De otro modo, tendría que esperar el retorno del estudiante sin éxito y enviarlo por el portal hasta otra ocasión en la que se encontrara más susceptible de aprender de cuanto podía compartirle.

[Thoth]

El egipcio poco a poco comprendía que esos arcanos gozaban de un Heka superior a muchos ¿Acaso esos saberes era producto a sus habilidad o algo propio de su imaginación? Aunque, éste aspecto no lo comprendiera, se vio por la suerte de los dioses lejos de aquel fanático religioso y del mismo arcano en apariencia ¿Acaso Sajag le seguía la pista de alguna forma? El mago tenebroso no se preocupo, al menos estaba más tranquilo al no verle, su presencia sólo bastaba para desagrable y repugnar cada una de sus palabras, ésto era producto a un pasado donde ante se había cruzado, era lástima que para alguien de su casta le era imposible olvidar.

 

Ahora bien, en esa cabaña que aprecio de la nada, pudiendo ser posible por medio de una ilusión, como usaba la arcana de oculamancia o bien era un traslador. Este sintió los efectos enseguida, y usando la nigromancia llama a su ser espectral acompañante, Sia, aparece de la nada.

 

-¿Donde estamos?- indaga la Taipan del interior.

 

-No estoy seguro. - Agrega el egipcio. - Por eso deseo que averigües, desconfío de la persona que me ha hecho venir.- Afirmó con la mayor sinceridad.

 

-Comprendo. -

 

Responde Sia. Y se marcha a explorar, atravesando las paredes y llegando a cada rincón, observando el paisaje oculto en una niebla. Ella al estar de regreso, nota al mago sentado un silla y frente al mismo una chimenea, en la cual ardían algunos leños. En eso Sia clavo la mirada en su amo, el cual parecía tener la mirada fija y habló pronunciado dos voces, la propia y oa de una mujer.

 

-El que oculta tras la palabra, la misma será una arma de doble filo.-

 

Y dejó de hablar, el Archimago de la Muerte no era consciente de ello, por eso cuando Sia le cuestiona referente a ello, este no comprende lo que ella decía, era posible que este fuera uno de tantos que no creía eso que se llamaba videncia, pero que en el fondo éste pudiera ser uno, aunque, jamás sería algo que le permitiera evocar. Y lanzando unos polvos azules, el mago hace que la habitación tenga un aroma a lavanda, el cual parecía relajarle.

[Rory Despard]

Rory se removió con incomodidad en el asiento, ante la cuestión que acababa de plantearle Sajag.

 

— El libre albeldrío fue conferido a los hombres para que decidiesen entre el bien y el mal. Es cierto lo que menciona, de que me esfuerzo todos los días porque mi fe guíe mis pasos. Pero es una lucha de todos los días, que no puedo decir que tenga ganada. Esa falta de certeza absoluta es probablemente, lo que genera que no me siento satisfecho del todo.

 

No entendía el por qué su compañero actuaba de manera tan confrontacional. Sin lugar a dudas, debía formar parte de alguna familia mágica de alcurnia, pues mostraba la desfachatez y egocentrismo típico de los elitistas mágicos. Pero no podía solo limitarse a eso ¿o sí? El tipo claramente sentía desagrado del arcano, e incluso de él, y ahora estaba enfrascado en el tema de como definir la videncia, de que tanto podía o no "enseñarle" Sajag sobre la videncia, y si realmente habría algo diferente a los usuales métodos bastante generalizados desde la adivinación para intentar dilucidar el futuro.

 

Sajag no le había preguntado a él, y había recalcado a su compañero que no se trataba tanto de conceptualizar la videncia, como de activamente conectarte con el don. Aprovechando que toda la atención del arcano en esos momentos estaba puesta en el otro alumno, Rory terminó su té y aspiró la extraña fragancia que inundaba el recinto, preguntándose cual sería la función que esos ¿inciensos? tendrían .

 

Solo cuando está a solas con el arcano es que se anima nuevamente a hablar.

 

— Puedo estar adelantándome, pero hay una última cosa que me gustaría que me aclare, maestro. ¿Qué tan válido es creer que con la videncia se tendrá absoluto poder sobre el tiempo y la historia? Incluso si tenemos una cierta protección o capacidad para sortear dificultades que nos sean advertidas, me inquieta no saber el origen del don. ¿Y si todo resulta una trampa y son fuerzas del maligno las que están atras instigando? Siempre he visto a la magia, o bueno, una gran parte de ella, como parte del pacto de Dios de manifestarse a sus criaturas. Pero los planes de Dios son inefables ¿cómo entonces, podemos arrogarnos la creencia de que la videncia nos dará semejante clase de poder? Siento que es egoísta, presuntuoso y egocéntrico creerlo.

 

El olor de aquellas hierbas era cada vez más fuerte, y empezaba a adormecerlo lentamente, empezando por sus extremidades que comenzaba a sentir que flaqueaban. Lo que fuera que el arcano había colocado, definitivamente estaba tornando a su cuerpo y su mente más perceptivo, y predispuesto para las jornadas que iniciarían.

[Thoth]

El egipcio tenía claras diferencias con el arcano, este en su memoria guardaba ciertos acontecimientos que lo haría áspero con el mismo, y si a eso se le suma la poca volaración que este tiene con la claravidencia, ésto por asociarla con su madre, y los vagos tratos que ha tenido con ella. Sin embargo, em esa soledad humana que tenía en la cabaña el siseo de Sia le era agradable al mismo, por eso tomando uso de su saber, trae consigo de alguna forma el mismo Grimorio de Rowena Ravenclaw y Goderic Gryffindor, en uno de esos dos libros creía el mismo haber leído sobre ese arte.

 

-Sia, no deseo hablar de aquello que dices que he pronunciado. Aunque, me es vital reconocer donde ando.- lo expresó en el lenguaje de las serpientes, éste de alguna forma se sentía observado y esa sensación no le agrado. -Es extraño- responde Sia. - El lugar que rodea este sitio está cubierta por una niebla, si bien puedo observar árboles, no veo rastro de criaturas. - Termina de hablar.

 

El Archimago de la Muerte cierra sus párpados y comienza a meditar. Y luego de unos minutos afirma. - Estos arcanos tienen Heka suficiente para hacerme llegar a voluntad a dimensiones que no existen, poderes que ni un mortal soñaría con tener, puede ser que esa magia arcana sea como los de arqueomagos. - Fijo su mirada en esa madera que ardía lentamente. - En fin, supongo que si no tengo que lidear con Sajag será mejor, pero de alguna forma de comprender mejor este arte. - Y su mirada comienza a enfocarse en el fuego.

 

El mago abre ambos grimorios y comienza a buscar alguna información sobre la videncia, cuando recita un encantamiento comienza a moverse las páginas por si sólo. Éste conjuro lo había usado cuando estudiaba, ya que este rebusca lentamente cada termino y hacía que las palabras pasaban por su mente, pero eso amerita una gran concentración. - Sia necito que repitas estas palabras. Luego que las pronuncie. - Suspiro y se concentró. En su mente viajaron diferentes términos, imágenes de rituales.

 

-Videncia, premonición, claravidencia, adivinación, visión del pasado, visión del futuro alterno, saberes y conocimientos relacionados: historia, runas antiguas, adivinación, el tercer ojo. - así continuó el mago pronuncia palabras alzar que provenía de ambos libros, indicando el número de la página. Al temrinar, el mago se encontraba cansado, su uso del Heka había sido exhausto.

 

-¿Estás bien? - indaga Sia. - Si, sólo dime lo que pronuncie. - responde el egipcio. Y lentamente su serpiente espectral comienza a relatar y esperaba que de alguna forma su aprendizaje con ese arcano fuera de alguna forma diferente. Ya que el mago no dudaría en matarlo si tenía oportunidad, su odio y rencor contra ese ser era algo que le haría recio toda su vida.