Jump to content

Videncia


Sajag
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Con @ Ludwig Malfoy

Sajag observó cada imagen que aparecía en las visiones de Ludwig Malfoy. El mago estaba destinado a no solo observar cada uno de estos “fotogramas” sino que iba deshilvanando cada una de las imágenes en detalles como se lo había planteado. De esa manera, el joven pupilo iba a lograr diferenciar entre las visiones suyas y la de los demás, entre lo importante y lo superficial, entre lo que debía enfocarse y lo que tenía que dejar atrás.

Sajag se acercó a Ludwig con una gran sonrisa asintiendo con la cabeza.

Lo has hecho perfecto, señor Malfoy. ¡Muy bien! —le daba pequeños golpecitos con su palma de la mano a pesar de la incertidumbre del rostro de su alumno—. Has logrado obtener toda esa información y descifrado de la manera más certera que pudiste. Lamento decirte que no seré yo quien te de las respuestas a ello. Porque a todos nos llega la misma información pero de manera diferentes. A todos los videntes logramos ver cosas pero de diferente ángulo. Y además, cada uno está destinado a ver algo en específico. Solo debes recordar de separar lo importante de lo que no sirve, lo real de lo fantasioso y saber en qué debes enfocarte más. ¿Entiendes? Si entiendes eso, podrás descifrar ésta información dentro del portal.

Sajag caminó algunos pasos alrededor del sitio donde habían regresado, en aquella biblioteca. Pero chasqueó sus dedos para regresa a su cabaña, donde los rayos de sol ingresaban todo el tiempo, sin importar el clima o el estado del día en el exterior. Se dio la vuelta mirando a su pupillo.

— ¿Ludwig Malfoy, estás listo para enfrentarte a las pruebas tanto externas como internas del portal?

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aún retumbaban en su mente las visiones que había presenciado minutos atrás, eran tantos detalles y tantas imágenes que se alegraba de haber anotado todo lo que recordaba ya que de no ser así seguramente lo hubiera olvidado en los minutos venideros. De igual manera aquel amargo ardor y dolor en sus fosas nasales aún existía, no le alegraba mucho el saber que para vincularse con esa habilidad tenía que aspirar agua, esperaba poder encontrar a futuro una mejor técnica para poder obtener sus visiones y aunque estaba satisfecho con su trabajo, se sentía un poco inseguro.

No obstante la reacción del arcano fue bastante buena, en cuanto miró sus ojos y su manera de hablarle se pudo dar cuenta de que había realizado un buen trabajo y que Sajag estaba contento y aunque no le pudo responder aquellas dudas, todavía se encargó de explicarle unas cosas bastante interesantes sobre esa habilidad. Era claro que su mentor era un experto y el rubio se sentía agradecido por sus enseñanzas. Se preguntó si sus demás compañeros habían logrado conseguir el resultado que el Malfoy ya que no los veía cerca.

En un abrir y cerrar de ojos habían regresado al lugar donde había comenzado aquella aventura la cual estaba pronto de llegar a su fin, fue cuando el mago le hizo una pregunta que le dejó la sangre helada. Ludwig pensaba que era muy pronto para comenzar con la prueba, aún le faltaba perfeccionar sus visiones, tener un poco más de seguridad en sus interpretaciones y claro estaba el detalle del agua. Sin embargo en la mirada de Sajag se encontraba una gran seguridad y si el arcano le estaba dando la oportunidad de comenzar su prueba era porque había visto algo en el Malfoy. Fue por eso que asintió.

-Estoy listo, eso creo, haré mi mejor esfuerzo – respondió.

UU62gOD.png

bfqucW5.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Rhiannon Kincade

Cuando la Bestia tomaba el control, Rhiannon solía tener la sensación de que observaba todo fuera de su cuerpo; sentía que lo que la rodeaba no era real y, si permitía que su mente se alejara demasiado, olvidaba hasta su propio nombre... Sin embargo, desde muy temprana edad, comprendió que debía hacer todo lo posible para aferrarse a la realidad a pesar de que hubiera perdido el control de su propio cuerpo. Aunque lo odiara, tenía que sentir las garras, los colmillos y las ganas de destrozarlo todo. Ahora, por unos breves instantes, puede verlo todo como si estuvese asomando la mirada desde una ventana nublada, con tinieblas enmarcando su campo de visión. Ve, desde muy lejos, a Kelian y luego a Sajag. Sin embargo, la puntada que siente en el corazón la obliga a poner sus emociones en su lugar y volver a sí misma casi de inmediato.

Al abrir los ojos, se da cuenta de que se está abrazando a sí misma, aunque no sabe si fue en un intento de protegerse del monstruo o de contenerlo en sí misma. Como sea, lentamente, baja los brazos y se atreve a observar sus manos para verificar que son las suyas. Para Rhiannon está resultando muy difícil distinguir lo que es real de lo que no, pero aún así intenta convencerse de que esos confusos instantes solo fueron una visión extraña y que todo está bajo control. Se repite mentalmente que todo está en orden, pero se frota las manos con nerviosismo, incapaz de seguir manteniendo la fachada de templeza.

Todavía se siente confusa por los sucesos que ocurren y las cosas que está viendo. Y, aunque sabe que la intención de Sajag es orientarlos en ese caos, por lo menos en un principio sus palabras solo la enredan más. 

«Tal vez el destino los colocó juntos en éste momento», recita mentalmente y frunce los labios. Ella no duda que el destino es algo que existe y tampoco pone en duda que ella es una pequeña pieza en el gran tablero que es toda la existencia. El problema es que no está segura de si aquella afirmación es buena o mala. Si su destino es una desgracia, entonces el universo condenaría a cualquiera que terminara junto a ella. Y es incapaz de pensar que algo de buena fortuna ajena pueda contagiársele. Pero, aún así... Sabe que es un pensamiento egoísta, pero incluso si todo terminará mal, es un consuelo no encontrarse sola. No importa que no puedan ayudarla y no importa si ella es inútil en intentar hacer algo bueno; el simple hecho de distraerse del dolor que está instalado en su alma, es suficiente como para seguir anhelando la compañía de alguien más. Es consciente de que durante muchos años, apenas prestaba atención a la soledad pues simplemente así fue toda su vida y no había punto de comparación, pero desde que llegó a Inglaterra las cosas han cambiado gradualmente. Incluso cada conversación con Sajag ha mermado en ella, aunque se esfuerce en mantener su pesimismo.

«Yo... ¿he cambiado? ¿Es eso posible?».

—Supongo que eso está averiguarse —murmura Rhiannon por lo bajo.

Cuando el arcano se dirige específicamente a ella, baja la mirada al diario que había caído en el suelo hace unos momentos, luego de que ella misma lo soltara. «Alienarme de mi misma». Rhiannon entiende perfectamente que, aunque puede sonar como una condena terrible, para ella aquello debería ser su sueño hecho realidad. No sólo ser capaz de cerrar su Otro Ojo y olvidarse de las visiones para siempre, sino también renunciar a todo el dolor que le causa su propia existencia. ¿Quién es ella, de todas formas? Nunca lo ha sabido de primera mano. Sabe que se supone que es la hija de su padre, la semilla condenada de su linaje... es su lado más oscuro. Pero más allá de su maldición y su apellido, ¿queda algo acaso?

Lentamente, se agacha hasta quedar arrodillada frente al libro y lo sostiene con firmeza en las manos, como si esperara que el tacto de su cubierta le diera las respuestas que necesita.

Ella sabe que Sajag le está dando la respuesta a lo que pidió desde el momento en que llegó, pero no sabe por qué no es capaz de asentir y decir que hará exactamente lo que le está pidiendo. No puede dejar de pensar en esa profecía y esos recuerdos enterrados. Tampoco puede dejar de pensar en la visión del hombre muerto, que está segura de que nada tiene que ver con ella. Y es incapaz de verbalizar por qué se siente en conflicto.

Sin embargo, sabe que no tiene más opción que seguir adelante, pues ahora está en un camino que no la abarca solo a ella. Kelian también depende de que ella siga adelante... y, quizás, él también le pueda proporcionar más claridad, si ella lo permite.

—E-entiendo —dice luego de unos momentos, y de alguna forma no es una mentira. Porque está segura de algo, y es que lo que debe hacer es seguir avanzando, hasta que todo cobre sentido y hasta que sea capaz de unir las piezas sueltas.

Gira la cabeza hacia Kelian, preguntándose si él se siente más organizado que ella.

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

SPs3Gg3.png

Kelian Karkarov

 

Si alguien alguna vez le preguntaba ¿A quien saco esa parte impulsiva? Seguramente respondería que, de su padre y era precisamente esa parte de él la que lo había llevado a seguir a la simpática pero atormentada chica a través del portal verde, entrelazando sus vidas de una forma en la que quizá jamás llegue a entenderlo del todo. Por el momento lo único que sabía que una parte de si mismo ahora estaba ligada a ella. ¿o de que otra forma se podía explicar que ella pudiera ver sus visiones o él las suyas?

Porque de una cosa estaba seguro, la escena que ahora venía no pertenecía a él. En un principio se siente como un intruso, esta siendo testigo de partes del pasado de la bruja que probablemente nadie más conocía y aunque quiso cerrar los ojos para darle privacidad, pronto se dio cuenta que nada servía, pues dentro de su cabeza podía seguir viendo y escuchando todo. Y ahí estaba nuevamente ese impulso que sentía por ayudarla, consolarla, por hacer cualquier cosa para que no tuviera que llevar esa carga ella sola, por darle algo de felicidad. La profecía que escucha de los propios labios de Rhiannon hace que se le erice la piel, cree tener una idea de lo que le está pasando.

No tiene tiempo de hacer o decir algo pues ella se lanza sobre él apartándolo del camino, como si quisiera protegerlo de algo, pero ese algo es parte de ella una parte que lo único que hace es atormentarla y alimentarse de ella. Quiere ayudarla, pero no sabe cómo hacerlo, ¿cómo acabar con una maldición de sangre? Se siente impotente e igual de confundido que ella. Seguía sin comprender cual era el sentido de que sus destinos se enlazaran de esa forma si no lograba entender como ayudarla.

Una vez más sin pensar mucho toma entre sus manos, las frías manos de la bruja. En un intento desesperado por demostrarle que no esta sala. La siente temblar mientras sostiene con firmeza un libro, un libro que esta seguro no tiene las respuestas que ella esta buscando. La escucha susurrar que lo entiende y está por preguntarle qué es lo que entiende cuando una visión se apodera de los dos.

El ambiente cambia por completo, por un momento cree que verá alguna de sus “pesadillas” mas comunes, como la vez en que su madre murió en una explosión o quizá era la que moría a manos de inferís, “una de sus favoritas”, o quizá la que es quemada por un dragón. Pero no, esta es completamente diferente. Se puede ver a Valkyria trabajando en un laboratorio, hay muchos contenedores con líquidos de diferentes texturas, colores y aunque hay una gran cantidad de magia flotando en el aire, también hay implementos muggles entre ellos.

«Prueba 502 v1. En las muestras de la paciente R.K» era lo que estaba escribiendo en su cuaderno.

Y entonces él también lo entiende.

Si sus visiones son reales, si de verdad tiene el don, es él quien tiene que hacer que Rhiannon Kincade y su madre se conozcan, antes de que alguna de sus otras visiones se hagan realidad, antes de que su madre muera. Porque ahora lo sabe, su madre va a morir y quizá el que conozca a Rhiannon cambie eso.

trFd9O9.gif       |E1K6rE7.gif |             6ulee7D.gif

https://i.imgur.com/IALDOC3.png

OtrJr1c.gif |1WWGxI5.gif|BeQGYFc.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Rhiannon Kincade

Aunque tiene dudas y ya no está segura de qué es lo que se supone que deba hacer, confía en que iniciar con las indicaciones de Sajag es la mejor forma de afrontar la situación. «Hacer el camino en reversa». Es consciente de que desde que llegó, sólo ha querido evadir todo... y, quizás, por eso mismo las visiones se convirtieron en un tormento. El arcano no ha dejado de incitarla a enfrentarse al camino y abrir su mente, y Rhiannon a esas alturas entiende que esa es la base del control; ya sea para dominar la videncia o para cerrar el Ojo para siempre, es necesario ser valiente, dejar de apartar la mirada y de sepultar todo lo que siente. Sin embargo, mientras se repite esas afirmaciones para sí misma, su cuerpo se niega a avanzar. Es más fácil pensar en ser valiente que de verdad serlo.

Tiene la sensación de que sus manos, con la fuerza en que sostienen el diario, van a deformar y desgarrar sus hojas. El plan que había elaborado mentalmente era repetir lo que hizo hace unos momentos y comenzar a recordar y revivir esos escenarios, leyendo sus propias palabras con la esperanza de así no obviar detalles y quizás desenterrar más recuerdos; al visitarlos y enfrentar esas escenas, entonces podría destruir los puentes para siempre, uno a uno. Todavía Rhiannon no sabe qué quedará de sí misma si desconecta esos recuerdos de su identidad, pero si aquella es una opción que está sobre la mesa, significa que es algo perfectamente viable y para nada peligroso... Mientras más lo imagina, más se puede convencer de que es la mejor opción. Por supuesto que no imaginaba que esta sería la forma en que sería libre de las visiones, pero no deja de ser una solución. ¿Qué importa olvidar esa habitación? ¿Qué importa olvidar las pesadillas? Tantos recuerdos amargos e infelices no tienen ninguna razón de ser; quizás alguna vez pensó que todo tendría sentido, pero ahora está convencida de que no es el caso. No hay una razón para nada de lo que ha vivido, ni de lo que le sucede. Que el destino sea real, no significa que sea una idea mágica que le ofrezca algún tipo de consuelo.

«Esto es lo más fácil y lo mejor que puedo hacer».

La idea de que incluso podría olvidar todo ese viaje absurdo hace que sea más fácil abrir las páginas del diario y buscar un capítulo para comenzar a leer. Permite que los músculos de su cuerpo se relajen y que su mente baje las defensas, para poder abrirse ante cualquier pensamiento que esté enterrando y cualquier visión que el universo decida transmitir en su cabeza. Tiene que permitirse verlo y vivirlo todo intensamente, para poder dejarlo ir. El desprendimiento le transmite paz y tiene la sensación de que podría acostumbrarse a ello.

No obstante, parece ser que Kelian no acepta esa idea, pues antes de que ella pueda volver a leer se encuentra obstaculizando sus acciones. Rhiannon vuelve el rostro hacia él, molesta y abochornada por su falta de decoro, pero cuando separa los labios para soltar una protesta, las palabras mueren en su garganta casi inmediatamente.

Está segura de que es una visión —en esa situación ¿qué más prodría ser—, y en los breves momentos de confusión alcanza a racionalizar que quizás no entró de forma tan violenta porque no había estado resistiéndose al Ojo. Simplemente, la habitación había desaparecido, como si Kelian la hubiese transportado a otro lugar. Aún así, no puede evitar sentir cierto temor por no saber qué es lo que sucederá ya no es ella la que está dirigiendo el viaje, y esa ansiedad es suficiente para que ella también olvide el decoro y aferre su mano con fuerza, deseando que el universo no sea tan violento ni cruel. Está intentando ser receptiva, ¿no es eso lo que debe hacer para no perder la razón?

Por un instante sus ojos se ciegan por unos puntos de luz, que le recuerdan al breve momento de desorientación que sufrió hace no mucho tiempo atrás, cuando en la estancia de Sajag sus manos se tropezaron por primera vez con las de Kelian. No le había dado importancia al asunto. Sin embargo, ahora no puede evitar el déjà vu. Esta vez, sin embargo, las luces se van convirtiendo en una escena con sentido. A pesar de que está segura de que no conoce a la mujer que está observando, siente una punzada de familiaridad, mas es incapaz de explicarlo. El lugar donde está le hace recordar vagamente al laboratorio de Ellie, aunque este tiene una apariencia bastante diferente a su lugar de trabajo en el Callejón Knockturn, y es más similar a las clínicas y centros de investigación a los que fue en un par de ocasiones durante su infancia. Puede reconocer una mezcla de tecnologías mágicas y muggles.

A pesar de que siente interés en saber qué es lo que la mujer está haciendo, hay algo que no puede ignorar. En los bordes de la visión, lo que el universo no puede o no les quiere mostrar, vuelve a ver los ojos amarillos. Con los labios entreabiertos, demasiado ensimismada como para decir nada, simplemente se esfuerza en forzar la vista para tratar de distinguir el contorno de la figura de aquellos ojos. Sin embargo, esta es la primera vez que no piensa en la Bestia, y une esa visión con un recuerdo de una clase de Adivinación, donde las hojas de té dibujaron la silueta de un sabueso que en sueños posteriores tomó la forma de un perro negro, con ojos amarillos. Cualquiera que haya estudiado lo más básico de las artes adivinatorias conoce lo que representa el Grim, y más siendo ella exageradamente consiente de su situación. Grim, cruces, calaveras, son imágenes a las que está acostumbrada.

Pero por lo menos esta vez, puede sentir que los ojos no están clavados sobre ella. El gran perro negro casi respira sobre la cabeza de aquella bruja. Es un presagio de muerte tan seguro como el de ella misma. Piensa en que le gustaría apartar al Grim de aquella visión y, en aquel momento, los ojos se vuelven brevemente hacia ella antes de fundirse en la oscuridad. «¿Qué demonios...?». Como sea, sacude la cabeza para olvidarse temporalmente del Grim y vuelve a posar la mirada sobre la bruja, para ver los detalles que Kelian también está observando.

Está convencida de que puede escuchar el crujido de un vidrio en sus oídos, cuando esa visión destroza su mindset actual. Quizás es una reacción irracional, pero se siente asustada y se encuentra extrañando la seguridad de conocer su futuro. Porque sabe que lo que está viendo no es una garantía ni una promesa, sólo es un haz de esperanza que podría destrozarla si la vida vuelve a fallarle; por otro lado, la seguridad de saber cómo la maldición a afectado a su familia, es cómoda en comparación. De nuevo está frente al conflicto de la razón versus la fe irracional de que un milagro podría salvarla. 

Se encuentra cerrando los ojos, deseando que la visión acabe, pero por el contrario vuelve a oír la voz de Sajag en su cabeza, repitiendo sus palabras anteriores. «Tal vez el destino los colocó juntos en éste momento, tal vez juntos logren sus objetivos uno al lado del otro». Sin embargo, eso no puede ser, pues cuando el arcano dijo aquella frase estaba hablando de un escenario totalmente diferente. Incluso para los estándares de la vida, la adivinación y "los misteriosos caminos del universo", esa situación es demasiado inverosímil e improbable. Si ella es inteligente y razonable, entonces simplemente continuará con su plan original, la solución definitiva para el sufrimiento; si de verdad usa la cabeza, se dará cuenta de que volver a caer en falsas esperanzas solo destrozará más su voluntad y podría empeorar su relación con las visiones y perturbar la poca paz que le queda a su vida.

Pero debe ser muy, muy tonta, porque de verdad le está dando vueltas a esa idea. Un nuevo camino.

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La figura de Ludwig Malfoy desaparecía del hogar de Sajag mientras de los cinco portales, desaparecía el que se había adentrado el ministro de magia. Ahora Sajag se enfocaba en el gran esfuerzo que ponía Rhiannon con la habilidad que estaba cursando. El Arcano sabía que era uno de las complicaciones más grande de la muchacha, sabía que no era un simple “seguir adelante” y que la joven lo hiciera. Estaba luchando contra todos sus demonios, ya sean internos como externos, por lo que Sajag tenía que ser el triple de paciente como lo era con el resto.

Sajag esperó. No le habló, no le dijo nada. Sajag no iba a obligar a Rhiannon a que hiciera lo que quisiera. El Arcano le había propuesto un camino, donde al ser compartido tal vez le sirviera para aliviar un poco su dolor, su malestar. Porque de ésa manera no estaría luchando para si sola, sino para alguien más, y el cuál haría lo mismo.

Sus visiones le habían bloqueado un poco su mente pero su valor era mucho más grande que cualquier otra cosa. Tanto Kelian como Rhiannon avanzarían en la dirección que se habían propuesto: él para adelante y ella para atrás, pero juntos y avanzando a su manera. Sajag jamás había tenido una alumna con ése objetivo, solo había escuchado rumores de alguna otra persona que había decidido hacerlo. Asi que sería también todo nuevo para el Arcano, aunque igual de difícil porque Rhiannon debería vincularse al anillo de todas formas.

— Estoy aquí para ayudarte, niña. No mereces el destino que crees. Veo… veo algo distinto, algo ha cambiado a partir de tu decisión…

@ Ellie Moody

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

SPs3Gg3.png

Kelian Karkarov

La emoción que sintió cuando al fin parecía comprender que cada una de sus decisiones lo había llevado a ese punto exacto, pronto fue sustituida por la preocupación. Así sería desde ahora ¿Cada una de las decisiones que tome afectara alguna cosa en su vida? Y si en su afán por evitar que las cosas pasen terminaba afectando o cambiando otras. Y si en una visión su sobrina sufría un accidente mortal y él interviene para salvarla ocasionando que su hermana muriera, pues siempre debe haber un equilibrio. ¿Cómo saber cuándo intervenir y cuando no? ¿Cómo saber si la visión estaba destinada a cumplirse o son sus acciones las que las hacen realidad? Que complicado y peligro era ese don.

 Aleja esas dudas de su mente pues un escalofrió lo recorre por completo al darse cuenta de una parte de la visión que tal vez estaba tratando de ignorar inconscientemente, pero que esos ojos amarillos le recordaba que aunque fuera diferente aún continuaba siendo, uno de sus malos sueños. Pero esta vez tenía un tinte diferente, estaba cargado de esperanza para la bruja a la que aún tenía sujetando sus manos. Aparta la mirada de los ojos del Grim que ahora parecía no decir en cuál de las dos brujas posar su mortífera mirada, como tuviera que elegir a una sola.

 Aparta la mirada de la criatura y vuelve la mirada hacia Rhiannon, quien al parecer ya tenía mucho en que pensar, que analizar y probablemente se estaba dando cuenta de que el destino que pensaba que tenía marcado no estaba del todo definido, aun había alternativas que podrían darle esperanza para solucionar su situación. Y ahí estaba una vez más él dejándose llevar por los impulsos, ella estaba con los ojos cerrados, su respiración era lenta como si deseara que la visión terminara, como si deseara que todo acabara y él sabía cómo hacerlo.

 Había tenido esa sensación desde la primera vez que las yemas de sus dedos se tocaron, pero ahora con sus manos juntas tenía la certeza de que cuando la tocaba sus caminos se entrelazaban, se fundían en uno solo y era capaz de ver parte de un posible futuro. Tenía que aceptar que le daba miedo, así que cuando su mano derecha viajo hacia su mejilla para acariciarla y decirle que todo estaría bien, dudo por un momento. No sabía que vería, pero tenía curiosidad, tampoco sabía si ella vería lo mismo, pero igual lo hizo.

La mano de Kelian finalmente toca su mejilla mientras le susurraba «Todo estará bien... ya no estas sola, nunca más...» el laboratorio desaparece siendo reemplazado por un lugar a orillas del rio Támesis al que le gusta ir. Todo está cubierto de nieve, no muy lejos se puede ver a una pareja acercándose, están tomados de la mano sonriendo de algún tontería que el hombre decía probablemente con la intención de hacer sonreír a la mujer. Por un momento no se reconoce a sí mismo y tampoco a Rhiannon, pero conforme se acercan todo es más claro, son ellos con muchos años más encima, en su cabello había unas canas, en el contorno de los ojos algunas arrugas, pero eran ellos, no había duda.

 Apartó la mano y al hacerlo la visión término, la oscuridad los volvió a absorber.  

trFd9O9.gif       |E1K6rE7.gif |             6ulee7D.gif

https://i.imgur.com/IALDOC3.png

OtrJr1c.gif |1WWGxI5.gif|BeQGYFc.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Rhiannon Kincade

Todavía no se atreve a abrir los ojos, porque aunque desea poder dar por finalizada la visión y así tener un momento para poner en orden sus pensamientos, todavía puede percibirla. Después de todo, las visiones no son sólo imágenes y sonidos —así, sería tan fácil ignorarlas—, sino que una vez adentrada en ellas son como un sueño del que es imposible salir. De repente, Rhiannon se da cuenta de que fácilmente todo eso puede estar sucediendo en su cabeza y que podría despertar en la estancia de Sajag, sobre uno de los cojines donde estaban sentados tomando el té. Pero sabe que, cuando se refiere a la magia, la diferencia entre el plano físico, el mental y el espiritual es apenas indistinguible y ahora mismo se siente atrapada en la intersección de su propia mente, su alma y su cuerpo. La confusión de ni siquiera estar segura dónde está y las visiones que han estado llegando una tras otra, provocan en ella una sobrecarga sensorial que le dificulta el organizar su mente. Le gustaría poder tener sólo un momento de paz, un instante para no perder la cordura y para evitar que todas esas "señales del universo" le frían el cerebro.

Logra racionalizar que, mientras está sosteniendo la mano de Kelian, no hay forma de que pueda interrumpir el viaje. Aunque pensar casi le resulta doloroso, no puede evitar comenzar a atar cabos y unir todas las veces en que su mente se nubló o una visión la atacó deprisa, con el contacto directo con él. Al igual que ocurre cuando sostiene su propia varita mágica, es como si hubiera una reacción que dispara la magia. Lo que va más allá de su entendimiento son las razones que pueden haber, o las explicaciones. Sin embargo, sea por las razones que sea, es evidente es que sus caminos parecen estar entrelazados en ciertos puntos y ese misterio es suficiente como para forzarse a sí misma a tratar de soportar ese viaje, aunque a esas alturas ya ni siquiera esté segura de qué aspira lograr o qué camino tomar por fin. Y las palabras de Sajag, que resuenan en sus oídos, confirmando que su propia visión de los caminos es diferente solo hace que se sienta más abrumada, más confundida y más indecisa.

Podría recitar para sus adentros el discurso que sabe que merece, acerca de cómo sólo es una niña inmadura que ya no sabe en dónde se ha metido ni qué es lo que hará a partir de ahora. «Yo... yo sólo quería un poco de paz...». Sinceramente, lo que necesita es un momento de tranquilidad. Necesita un momento para ordenar sus pensamientos y tratar de recalcular. Y se le ocurre que la forma de hacerlo sería soltar a Kelian y abrir los ojos; está convencida de que así, despertaría en la estancia de Sajag, en el cojín donde había estado sentada tomando el te.

Sin embargo, como si hubiera previsto sus acciones, Kelian sostiene su mejilla con la mano libre, impidiéndole romper el contacto. Rhiannon es consciente de que es impropio de ella no abochornarse por el excesivo contacto físico, considerando que en la práctica apenas se conocen, sin importar qué tantos recuerdos privados y visiones reveladoras hayan visto del uno del otro. Pero a esas alturas, su mente está demasiado agotada como para mantener su careta habitual. La verdad es que le sorprende a sí misma cuánto anhela sentir el más mínimo contacto real y humano, sin percibir temor por el monstruo y sin la presión de ocultarse para que el secreto no sea revelado. Sabe que es patético que con tanta facilidad, con un simple gesto, pueda sentirse tan reconfortada y tan indefensa. Y quizás también lo es el hecho de que anhela sentir que él la sostiene y que puede protegerla, aunque sea demasiado fantasioso. Quisiera poder repetir para siempre las palabras que le dijo, y nunca más sentirse sola.

—No lo entiendes... —susurra con hilo de voz, entendiendo demasiando bien sus palabras. A pesar de todo, sin embargo, no puede fingir que no vio lo que vio en esa visión. Es un hecho que el Grim está en algún lugar del futuro. Incluso si ella pudiera escapar de ese destino, ¿qué sucede si el universo tiene que mantener una especie de equilibrio kármico? Si hay algo peor que enfrentar una condena que siempre temió, lo sería condenar a alguien más— Esa bruja... tu... Algo malo pasará, lo sé.

Cuando la visión vuelve a cambiar, Rhiannon vuelve a pensar en palabras pasadas de Sajag. Ahora entiende que posiblemente subestimó su advertencia acerca de lo que les depararía tras el portal verde. Su principal motivación para tomar ese camino, fue el hecho de que parecía ser el desafío que debía afrontar para "lograr su cometido", fuese cual fuese. Aceptó, como un pequeño precio a cambio de controlar las visiones, el exponer sus recuerdos y sus secretos. Pero quizás la idea de que sus vidas se entremezclarían abarcaba mucho más que eso; no consideró que eso podía abarcar mucho más de lo que era capaz de imaginar. Allí, lo que es un pensamiento, un recuerdo, un sueño y una visión parece entremezclarse y confundirse; y, como el arcano lo advirtió, todo es mucho más vívido e intenso. Una vez más, se repite que al tomarse el tema tan a la ligera solo sacó a relucir su inmadurez y su credulidad.

El qué es lo que sus sentidos perciben es algo que no puede responder, pero no tiene otra opción más que mantener su mente lo más abierta posible, pues como ha comprobado tras meses de reprimir visiones y de cerrarse lo más que una inexperta puede ante el universo, eso nunca termina bien. Por el brinco que da su corazón en el pecho, es como si hubiera comprendido la escena antes de que sus ojos terminaran de distinguirla. Siente que el rostro le escuece, pero no es en esa reacción en la que se enfoca. De nuevo, siente que su respiración se acelera sin que apenas sea consciente de ello y se ve obligada a morderse el labio inferior para contener un sollozo.

Lo que le afecta no es literalmente la escena que está viendo. Se esfuerza por repetirse la frasecita más común entre videntes y clarividentes novatos: que no todo lo que se ve es el futuro verdadero. El futuro está lleno de muchas opciones y caminos, cada pequeña acción puede cambiarlo todo por completo. Sin embargo, esa lección básica fue la que nunca fue capaz de interiorizar para sí misma. Porque en cada sueño diurno o nocturno, en cada pesadilla incontrolable, solo podía ver o a la Bestia, o una versión falsa de sí misma, así como era, pero aparentemente libre de la maldición. Nunca había sido capaz de imaginarse a sí misma más allá de lo que era ahora. En cambio, esta es la primera vez que puede verse más alta, menos joven. En una adultez que se supone que no podría alcanzar ni con los mejores pronósticos.

Apenas se percata de que Kelian la deja ir, todo vuelve a ser negro.

—Yo... yo nunca... —dice en la oscuridad, sin saber si él está cerca. De todas formas, siente que habla más para sí misma que para él o incluso para Sajag. Está intentando procesar esa visión, intentando mantener la calma— Yo nunca había logrado ver tan hacia el futuro. Nucna había visto algo diferente y nuevo.

Rhiannon, de repente, puede verlo. Puede intentar visualizar más caminos, que se abren con cada paso que da. No necesita saber si la visión del laboratorio es real, tampoco necesita descifrar la imagen del páramo nevado. Lo que verdaderamente la reconforta y, quizás tontamente, le hace sentir esperanza es esa sensación de que los caminos realmente están abiertos ante ella. Poco a poco, el miedo se despeja y aunque sabe que no podría saber con certeza qué le depara el futuro, siente... curiosidad.

Sin ser apenas consciente de ello, levanta el libro que todavía tiene en la mano izquierda y lo abraza. Aunque no puede verlo, siente cómo las páginas se reducen a cenizas entre sus brazos y desaparecen sin dejar el más mínimo rastro. Es consciente de que los recuerdos siguen en su mente, pero se sienten lejanos. Al final, de una forma inesperada, terminó aplicando los consejos de Sajag; no sabe qué estaba viendo él cuando habló con ella, pero de todas formas siente que tuvo razón. Su debilidad son los recuerdos, con los que se tortura a cada momento. Ya sea reprimiéndolos hasta que causan heridas invisibles o dándoles tantas vueltas que los revive, son una herida abierta que sangra y nunca cura porque es incapaz de dejarla en paz. No hay momento en que no esté reviviendo heridas, culpando a su familia de sus desgracias y culpando a la Bestia de su infelicidad. Pero, si no hubiera una Bestia, ¿qué le garantiza que no tendría otra excusa para hacer pasar por su maldición?

¿Cómo está segura de que ella misma no es la Bestia y que esta es su maldición?

Pero ya es suficiente. Ya ni siquiera importa si le quedan días, semanas o meses de vida. Ya no quiere ser esa Rhiannon que fabricó para su familia y para sí misma. Ahora solo hay lugar para la auténtica.

Esa realización la hace sentir ligera. Por inercia, se lleva una mano a la sien izquierda, esperando ser víctima de una terrible migraña luego de tantas visiones consecutivas. No puede decir que no está cansada, pero tampoco hay dolor, ni visión borrosa. Se siente tranquila y se siente ligera. Por primera vez, es como si las visiones no la hubiesen arrollado; sólo pasaron a través de ella, en la medida en que fueron llegando, y ella trató de vibrar a la misma sintonía. Se pregunta si de verdad es posible que las visiones sean así, no tan caóticas y más amables con el cuerpo que las recibe; porque, de ser así, no fue tan terrible como lo son las pesadillas y sueños que parecieran empeorar mientras más los reprime.

En la oscuridad, una luz comienza a brillar en el horizonte, cada vez más grande. Rhiannon sabe que no tiene otra opción más que acercarse hacia ella, pues en ese viaje ha resultado mejor no oponer resistencia. 

Editado por Ellie Moody

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las dos personitas que se habían juntado en un mismo portal, se encontraban desenvolviendo como mejor podían. Les había costado un poco más que al resto de los presentes. Y no porque fuera más difícil sino porque todo era mucho más intenso, lo bueno y lo malo. Los recuerdos de ambos se unificaban como si fueran uno sólo. Y veían algunas visiones de muchas más personas.

Pero si de algo estaba seguro Sajag, es que estaban avanzando. Como lo habían planteado. Kelian lo hacía para adelante, quería sacarla, quería avanzar y sacarla del pozo donde se encontraba metida. Rhiannon se había colocado en un punto más fijo. Aunque como si se tratara de un baldazo con agua helada, la chica arrancó a intentar solucionar todo el problema que enfrentaban. Veían muchas cosas. Aquel par de ojos amarillos volvía a aparecer, la orilla de un rio, entre otras. Pero lo más importante es todo lo que estaban logrando hacer, todo lo que juntos habían avanzado.

Sajag estaba seguro que les faltaba un poco, solo un poco. Ya casi lo lograban. Y tenía que asegurarse de que estuvieran preparados para lo que se enfrentaran tanto adentro como afuera de la pirámide. Sajag no podía dejar ningún hueco. El portal verdoso por el que habían entrado, ahora se abría ante él para mostrarle que a unos pasos más lejos, se acercaba primero la figura de Rhiannon. Sajag ayudó a ambos a salir de allí.

Excelente. Van en muy buen camino —les murmuró a modo de premiación esperando que ellos se sintieran igual—. Les falta muy poco, el único esfuerzo. Rhiannon… —se dirigió primero a la muchacha, que había avanzado mucho más de lo que ella creía—. Necesito corroborar que realmente puedes cerrar tu Tercer Ojo, que eres capaz de ello. TE has fortalecido enormemente, pero ambos debemos saber que llegas a tu objetivo. Kelian… —ahora miraba al joven mago que había sido de gran apoyo, mirando más allá desde que su destino se había juntado—. En tu caso necesito que puedas obtener visiones solamente tuyas. ¿Qué información recibes? ¿Es tan fuerte como las que tuviste con Rhiannon? Un último empujón y estarán listos. Ambos sabrán cómo es el sendero y sabrán que hacer, créanme.

@ Ellie Moody  @ Kaori M.

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Rhiannon Kincade

Parpadea un par de veces, sintiéndose desorientada e incapaz de enfocar la mirada. Es como si hubiese despertado de un sueño agitado y frenético, pues siente que el cabello se le pega a la frente levemente sudada y el corazón le late con pesadez en el pecho; su cuerpo está nervioso por algo, pero su mente todavía no descifra qué es lo que está sucediendo. Poco a poco reconoce la estancia de Sajag, donde tiene la sensación de haber estado hace mucho tiempo, aunque la luz natural que entra por las ventanas le indica que en verdad no ha pasado mucho tiempo. Rápidamente su mente vuelve a unir los fragmentos de memoria para darle sentido a los espacios en blanco que hay, y entonces es capaz de repasar la línea cronológica. Recuerda que entró al portal verdoso y, a partir de ahí, todo se convirtió en una experiencia surreal que le cuesta expresar en palabras, y ni siquiera está segura en qué lugar del plano físico y el plano de la ensoñación se desarrolló todo.

Sin embargo, mientras examina sus manos en un intento por aterrizar y tiene un flashback de la sensación tan real de sus propias libretas de la infancia entre sus dedos, se dice que sea cual sea la respuesta, es algo que sucedió. No importa cómo, ni dónde, ni cuando. Porque, aunque quizás no haya pasado más de una hora allí, es como si hubiera pasado mucho tiempo. Quizás es una exageración, pero de verdad siente que es una Rhiannon diferente a la que entró al portal.

Se lleva una mano al pecho, sintiendo cómo su corazón se tranquiliza y toma una bocanada de aire que llena sus pulmones por completo. Una parte de sí misma todavía intenta decirle que debe sentirse avergonzada por haber dejado en exposición sus recuerdos y sus secretos; una parte de sí misma, alimentada por su crianza durante tantos años, todavía siente el impulso de esconderse. Pero, si bien está cansada por todo lo ocurrido y vivido, no hay dolor. A esas alturas del día y de su propia vida, sólo hay cansancio, por absolutamente todo; y ya no quiere seguir así. Aunque sabe que no se ha librado de ningún mal, el simple hecho de sentir que no tiene por qué cargar el peso ella sola es suficiente para reconfontarla y hacer que vuelva a replantearse su situación.

Las palabras de Sajag resuenan en sus oídos por un rato, antes de que Rhiannon se anime a separar los labios.

Si hay algo que no le gusta, es ser inconsistente y mostrar culturizar indicio de inmadurez. Sin embargo, ¿no fue desde un principio la opción más inmadura decidir reprimirlo todo para no sentir ningún dolor? Simplemente hacer caso omiso a lo que las visiones le estuvieran intentando decir, ya vinieran del universo o de sí misma; quizás, de no haber intentando reprimirlas a la fuerza por tanto tiempo, la pesadilla jamás habría escalado a los niveles que alcanzó y podría haber tenido la misma realización a la que está llegando ahora mucho antes. Sin embargo, de ser así, quizás jamás habría acudido a Sajag, quizás nunca se habría molestado en revisitar sus memorias y atreverse a dejar ir el dolor. Y quizás tampoco habría conocido a Kelian, ni habría visto a la mujer de la visión, ni un futuro más allá del presente. Rhiannon supone que no tiene caso cuestionar las formas del universo, de la misma forma en que no vale la pena seguir preguntándose por qué ella misma tiene marcado ese destino; quizás no hay motivos, sólo se vive la vida que se tiene de la forma en que se puede.

Pero de todas formas, no está lista para resignarse. Sabe que está desenterrando una debilidad que había reprimido hace mucho, pero había olvidado lo mucho que quería seguir viviendo; sólo que solía pensar que era algo que podía hacer luego de librarse de la maldición, no antes. Y si eso jamás ocurría, entonces simplemente jamás habría vivido.

—Supongo que sí… —masculla Rhiannon, cerrando los ojos para concentrarse. A pesar de lo intenso de las visiones dentro del portal, tiene la sensación de que en general pudo navegarlas de forma pacífica, manteniendo el control de sí misma; entiende que lo primordial para tener el control del Tercer Ojo, es no ser víctima de las visiones. Sin embargo, cuando las visiones no son pesadillas que la atormentan y que ahondan en sus recuerdos dolorosos, hay… hay algo hermoso en ellas, que quiere seguir viendo y quiere comprender, incluso si no resultan ser ciertas. A pesar de que probablemente no cambien nada, está convencida de que hay mucho que no conoce.

Deja escapar el aire de sus pulmones con un suspiro y, retomando su postura habitual, junta las manos sobre su regazo y se inclina ligeramente para hacer una reverencia recta, pero tampoco muy exagerada. Mantiene los ojos fijos en el suelo mientras elabora su discurso, asegurándose de hablar con tono firme pero respetuoso, como fue instruida para dirigirse a sus superiores. 

—Estoy agradecida por sus enseñanzas y especialmente su paciencia, pero tras lo que he visto, me he dado cuenta de que mi insistencia en arranzar de raíz las visiones fue resultado de mi incapacidad para ver el panorama completo —musita Rhiannon, entrelazando los dedos con fuerza—. Creo que… pienso que… La verdad es que ya no estoy segura de qué es lo que vaya a suceder, pero creo que me gustaría tener la opción de ver lo que hay más allá, y estoy decidida a recibir las visiones que el universo decida transmitir a través de mi, sean buenas o malas. No quiero renunciar al don.

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.