Videncia

[Sajag]

— Si, Mica. Has sido tú la que bloqueaste tu ojo. A veces los magos y brujas están estresados o con problemas y cierran su videncia. Pero creo que eres capaz de retomarlo. De hecho, te has dado cuenta cómo, yo lo sé —le dijo Sajag ésta vez serio. Mica jamás entendería su posición, porque el Arcano se fortalecía con cada persona que practicaba su habilidad. Una persona vidente más era un camino nuevo por el que él podría transitar libremente. Eso le daba más poder—. Imagina como si ése “paso” fuera una puerta. Y ábrela. Y deja pasar al viento. Y podrás notarlo estando consciencia o inconsciente. Ahora, practiquemos. Intenta ver algo del presente. Algo reciente. ¿Qué puedes ver, qué puede ocurrir? Lo que sea.

Sagaj sabía lo que significaba la Videncia y una vez abierta ésa puerta ya no se podría cerrar. Una cosa era que una persona tuviera esas visiones esporádicamente y otra cosa era vincularse a la habilidad. Pero lo que tenía que enseñarle a Mica era a saber elegir cuándo hacerlo, porque uno sino se volvía loco. Y así, el Arcano también tendría paso libre por allí. Era como sumar una puerta a su hotel, era una habitación extra para él. Miró a Mica pacientemente. Sabía que la bruja había pasado por mucho pero era capaz de mucho más.

[Mica Gryffindor]

La explicación del arcano respecto a que era ella la que bloqueó su propia sensibilidad hacia la videncia, en su caso a "aquello que le decía el viento", tuvo sentido. La forma de deshacer su propio ¿error? -tal vez no era tal cosa, pues podría haberle sido funcional dicho cierre en el momento que transitaba- sonó como algo muy "fácil" en labios de alguien que ejercía la videncia y la enseñaba desde hacía tanto tiempo... pero ¿cómo "abrir" esa puerta? 

La propuesta centrarse en algo del presente, en algo que "podría" ocurrir le pareció bastante complejo. Sintió que sus manos transpiraron ante la sola sugerencia ¿Cómo hacerlo? No era momento de pensar, solo de intentarlo. 

Cerró los ojos, un poco por instinto otro para evitar que su mente se centrara en una imagen concreta, y trató de vaciarla de pensamientos. Quiso "escuchar" pero el viento parecía calmo entonces. Un cosquilleo en su antebrazo izquierdo, como una brisa acariciándolo suavemente, retraerlo. En su mente, la marca tenebrosa, borrosa hasta el momento pero presente por aquella época en que Agatha había sido dueña de su vida, relucía "como nueva". 

Negó lentamente con la cabeza, no lo diría en voz alta. Estaba segura de que se trataba de su brazo. Abrió los ojos y lo observó, continuaba como la recordaba. ¿Volvería a marcarse? ¿Volvería, por algún motivo, a "cobrar vida?

[Sajag]

— No tengas miedo, Gryffindor. Deja de pensar. Deja de preocuparte por el futuro. Para los videntes, las visiones deberían ser su espadas y su escudo, no su peor temor —incentivó a Mica al verla que estaba entornando su puerta y no abriéndola por completo como le estaba exigiendo, porque ya había dejado de ser un pedido—. Debes cerrar tu mente, como otras habilidades. Debes dejar de preocuparte. Debes hacer que las visiones sean tuyas. Debes dejarte llevar. ¿Tienes miedo? ¡Enfréntalo! ¿Dónde está la leona Gryffindor? ¿O también tienes miedo de ser una? Somos lo que realmente la vida nos hizo, y si uno tiene miedo, debe enfrentarlo. Luego, habrá maneras de que ésa visión tenga sus debilidades. Oh, sí. ¿Quieres que te enseñe a eso? Entonces primero debes dejarte llevar, luego veremos si ésa Mica guerrera es capaz de ello.

Sajag sabía que Mica necesitaba un empujón, o tal vez dos, para que se anime a abrir ésa puerta y que el viento le pegue de una sin dudarlo. Las visiones podrían darnos miedo pero también lo importante era ver los detalles, lo que decoraba alrededor, lo que se encontraba hasta el minúsculo centímetro de algún hueco más oscuro. Y no se lo diría a ningún estudiante pero a veces las visiones no eran únicas ni tampoco eran fijas. A cada paso que dábamos podían alterarse, era solo una brisa que te empujaba a una opción entre tantas opciones. Mica debería ver qué más había, solo se había concentrado en un solo detalle, ni siquiera había dado un paso.

[Mica Gryffindor]

Las palabras del arcano la hicieron sentirse frustrada. Ella creía estar dando grandes pasos al revelar las fugaces imágenes que cruzaban por su mente, pero era evidente que no era suficiente para demostrar estar manejando la Videncia. Tal vez, uno de los pasos, era poder exteriorizar lo que sus visiones le estaban mostrando. Su miedo no era a "ver" sino a expresar en voz alta lo que veía, como si ese fuese el único paso que evitaba que se volviesen reales. 

Volvió a cerrar los ojos. Esta vez dispuesta a narrar lo que su informante le decía. Nuevamente el cosquilleo en su antebrazo seguido de un punzante dolor, la marca tenebrosa que momentos antes se formaba en su mente tan "nítida" ahora parecía atravesada por un corte, deformada por el mismo y manchada de sangre.

-De algún modo, creo que volveré a ser mortífaga... pero no a todo mundo parece gustarle mi nuevo camino. El tatuaje volverá a marcarse pero alguien lo dañará -comentó, mientras algo parecía tocar su pecho, donde su corazón empezó a latir en forma acelerada, y su estómago sentir la punzada propia de la angustia. -Una ruptura, siento mucha soledad... -un cosquilleo suave en su mano fue la última visión, afirmó el tacto, sintiendo como si alguien tomase su mano. La imagen de quién no era en absoluto clara -Pero alguien siempre estará allí, no estaré sola -las sensaciones parecieron apagarse todas al mismo tiempo. 

Permaneció un momento con los ojos cerrados, como acostumbrándose a dejar atrás el momento. 

[Sajag]

Sajag miró detenidamente a Mica Gryffindor que intentaba descifrar cada centímetro de aquellas visiones. El Arcano de la Videncia también lo veía, veía tanto las de su pupila actual como de cualquier persona que habría estado en contacto con él. E incluso más, porque una persona nueva era como una rama de un árbol que se bifurcaba en más ramas. Y cada rama en más ramitas. Sagaj incluso hasta podría reconstruir hechos enormes uniendo algunas visiones. Esperó a que la chica se desenvolviera por completo.

— Muchas veces las personas se oponen a nuestros caminos pero lo importante es que las decisiones son tuyas. A ti te tiene que gustar —comentó el Maestro mientras ella terminaba de comentarle lo que había visto. Éste asentía lentamente—. Tienes un lindo camino que continuar, Gryffindor, tiene mucho para hacer. Pero quiero darte dos indicaciones que deberás cumplir. De ello valdrá la oportunidad para darte acceso a la pirámide. Empecemos con la primera. Quiero que aprendas a silenciar las visiones, a cegarlas. Deberás llegar al punto de una concentración máxima para localizar algunas visiones de los demás. Es un trabajo el doble de pesado pero muy eficaz si llega a funcionar. ¿Podrás? Quiero que lo intentes y además, busques entre dos personas para traerme algunos ejemplos —Sagaj claramente que vería todo lo que Mica descifrara, pero ella no lo sabía asi que el Arcano se aprovecharía cada vez que podía.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

 Asintió.  Quería intentar lo que el Arcano le pedía, para así poder comenzar con las pruebas que la llevarían a adquirir por fin la habilidad a pleno. La primera parte sonaba fácil ¿o no? A fin de cuentas, silenciar las visiones era algo que llevaba años haciendo. ¿Qué tan difícil podría ser hacerlo ahora a voluntad?

Se concentró. Cerró los ojos y respiró con calma. Intentó vaciar su mente y no dejar que el viento trajese nueva información respecto a su futuro. Ahora sería el momento de intentar direccionar hacia otros su habilidad -Dímelo- susurró suavemente, como invitando nuevamente a su omnipresente informante a conducirla a nuevas y diferentes visiones.

Esta vez, pudo ver a dos individuos que no tardó en reconocer. Ludwig y Cillian caminaban hacia un altar, rodeados de sus seres queridos. Ella también estaba allí, pero muy lejos de protagonizar tal momento. Ambos jóvenes unirían pronto sus caminos. Suspiró. El fin de su matrimonio y el inicio del de ellos… a fin de cuentas, lo merecían, eran grandes personas.

Se alejó de allí, dejando al futuro de la pareja en paz. Ahora veía algo muy diferente, pudo reconocer la roja cabellera de Arya Macnair alejándose. Si bien no veía su rostro sabía que era ella, se marchaba, abandonaba el reino mágico. ¿Renunciaría a todo? Era posible, o eso le decía el viento.

Llegó el silencio y abrió sus ojos con lentitud, esperando que con sus visiones bastara para seguir su camino. Las relató con calma al Arcano, esperando su aprobación. 

[Sajag]

— ¡Excelente, Gryffindor! Has avanzado mucho. Estoy seguro que estas a punto de terminar con todo esto. Creo que hemos avanzado en cada uno de los aspectos que deben aprender para poder enfrentarte a la prueba. Solo uno más, el último paso —el Arcano Sajag había visto las imágenes que Mica había visionado. Entendía que la mente de la joven tenía muchísimas más vueltas que antes pero ahora estaba un poco más fortalecida, quizás la palabra mejor era con objetivos establecidos sin morir en la deriva.

— Quiero que intentes modificar tus visiones de alguna manera. ¿Sabes cómo hacemos eso? Tenemos una visión, modificamos algo en el mundo real, para que las visiones cambien. No puedo asegurarte que cambien para bien o para mal, pero debes ser capaz de lograr observar qué cosas puedes modificar para que cambien tus visiones. O cuales no debes tocar. Cuando gustes…

El Arcano le hizo una seña para que ella empezara. Tenía muchas visiones dentro de su cabeza, seguramente, solo debía dejar pasar una de ellas observarla en cada detalle y luego enfocarse en la realidad, de tal manera que afecten sus visiones. Eso iba a abrir nuevos caminos para las cosas que veía. ¿Qué haría Mica?

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

La felicitación en voz del Arcano era algo muy grato para ella. La videncia estaba resultando un tanto más compleja de lo que había creído, sin embargo, consideraba que tenía las aptitudes suficientes para completar el recorrido y cumplir con los requerimientos para hacerse con la habilidad. Sentía confianza en ello.

Ahora, le solicitaba que modificase esas visiones, cosa que no tenía idea que podría hacer. Sintió cierto temor al respecto, pero suponía que, desde su lugar, no podría incidir realmente respecto a las acciones de las personas que “veía hacer”. Estaba contemplando, por ahora, a sus amigos casarse y a la líder abandonando su puesto ¿qué pasaría si mezclaba un poco sus visiones? Prefirió hacerlo de un modo algo ridículo para saber que no sucedería y no echarse posteriormente la culpa de todo aquello.

“Modificar algo en el mundo real” se dijo, y lo que modificó fueron sus propios deseos hacia la pareja. Los quería, quería mucho a Ludwig y a Cillian, pero, por un segundo, se permitió sentir celos respecto a la unión que estaban logrando, celos sobre todo de Ludwig, quien se había quedado en la Orden para acompañar a su futuro esposo en lugar de seguirla hacia el lado oscuro. Aquel pequeño “permitido” la dejó también jugar con sus visiones.

La desaparición de Arya la asoció a Cillian y lo vio también marcharse, abandonando tanto a la Orden como a su nuevo esposo. Y se vio a sí misma aprovechando la oportunidad de volver a acercarse a su amigo, buscando darle consuelo respecto a la falta de su esposo, renovando su vínculo con él en un modo mucho más intenso.

Se mordió el labio suavemente y abrió los ojos, buscando la aprobación del arcano y, al mismo tiempo, intentando olvidar lo visto para sentirse menos culpable.

[Sajag]

De alguna manera, Sajag sabía lo que iba a suceder. En realidad, sabía todo, pero por un bienestar mental, decidía mantener su tercer ojo encerrado, porque en la mayoría de los casos las visiones no presagiaba cosas buenas. El Arcano de la Videncia observó detenida a Mica Gryffindor, demostrando algo realmente valioso, sus ideales. De alguna manera estaban demostrándole que era una bruja diferente, no necesitaba de la habilidad para saberlo.

— Creo que ha llegado el momento, todo depende de usted, señorita Gryffindor. ¿Está lista para la prueba? Hasta la pirámide podré acompañarla y continuar con el aprendizaje, ya luego todo será su problema —le preguntó el Vidente a la Gryffindor, ya sabiendo la respuesta, porque Mica sabía que estaba lista. Aunque ninguna habilidad te adelantaba cómo iba a ser dentro de la pirámide, la prueba era única cada vez, había gente muy poderosa que había quedado allí dentro, muerta. Sajag esperó una respuesta, sabiendo que sería afirmativa, él la veía atravesando el portal—. Solo dependerá de su mente y su varita. Te espero al anochecer en el lago.

Todo volvía a la normalidad. Ya no importaba por lo que habían transcurrido, porque ahora solo importaba que habían llegado a la meta, solo dependía de ella que diera el siguiente paso. El día avanzaba tranquilamente, esperando darle la bienvenida al portal para realizar la prueba. ¿Que le deparaba a Sajag? Algunas visiones en particular invadían su cabeza, había algo que se estaba revolviendo muy pronto en el mundo mágico, siendo lo más prioritario aquello un choque intenso de luz y uno oscuro de sombras constantemente. ¿Qué sucedería?

@ Mica Gryffindor

[Matthew Black Triviani]

Matthew Black Triviani

Dejo que las preguntas invadieran su mente por completo, mientras sus pies avanzaban solos hacia la estancia del Arcano Sajar. Quería esatr en lo cierto de que se sentiría completamente seguro sobre la decisión una vez que lo tuviera de frente. Que sus preguntas se responderían a lo largo de la clase y que descubriría, por fin, que él también tenia el don de la videncia escondido en algún recóndito lugar. No sabia si iba a ser merecedor de conocerlo, si en realidad el Arcano iba a enseñarle o simplemente lo echaría de allí, pero podía empezar por probarlo. 

Jugueteo con sus manos mientras caminaba, cambiando la forma de sus dedos, el largo de sus uñas. La metamorfomagia había sido una de las habilidades que poco utilizaba, pero no quería que se atrofiara como un apéndice que nunca usaba, así que de vez en cuando cambiaba alguna parte de su cuerpo, aunque finalmente decidía volver a ser él mismo, le agradaba su forma, pero también verse diferente. Su personalidad le permitía hacer muchas cosas malas, pero su cuerpo era un lienzo, en donde él expresaba todo tipo de arte con tinta y maleficios. 

Detuvo sus pasos frente a la puerta abierta de la casa de Sajag o, al menos, el lugar que había adornado y tomado como casa alguna vez llegado al Ateneo. ¿Tenia que ser invitado? Unas voces salían del interior del lugar y no quería interrumpir, aunque por otro lado, no le interesaba en lo más minimo quien estuviera con el anciano. 

Toco la madera del suelo con su zapato, unas tres veces, como si estuviera llamando a su puerta, intentando captar su atención. 

¿Debía presentarse? después de todo, seguro lo estaba esperando... ¿Lo habría visto en sus visiones?

Editado 11 de Agosto del 2022 por Matthew Black Triviani