Detective Mágico Consultor (B: 106711)

[Hessenordwood Crouch]

Dentro del plano astral

con @

Exhaló aliviado con la respuesta de Luxure, los ojos de ella son diferentes a los de la mujer en el consultorio, pero no lo son tanto, brillan como luciérnagas rojas y dejan un haz de luz en su trayectoria, aunque se sorprende Ollivander piensa que es posible que los suyos luzcan del mismo modo, es posible que sea eso lo único que los diferencía a ellos que vienen de “la realidad” con los entes e individuos que pueden aparecer en aquel lugar. Asiente después de asegurarse que no hay nada extraño en ella, ahora podían continuar y lo siguiente era avanzar.

 

-Eso depende de usted, madame- tranquilamente se lleva sus manos dentro de los bolsillos, no se ha percatado de que ambos están descalzos y el piso que antes era de madera ahora es como la superficie de un lago en el que no se hunden -Este plano nos mostrará el modo en el que nosotros mismos la realidad, me refiero; a nuestra manera- agita la cabeza con sutileza y pronto el suelo vuelve a ser de madera -Es este un lugar amorfo, puede usted mostrarme lo que desea que vea…- nuevamente le sonríe a la mujer -Laddy, recuerde que todo lo que hay aquí no es real, y no importa lo que pase yo estaré a su lado- dicho esto Garry toma la mano de la mujer y aprieta solo un poco para tratar de transmitir algo de esa seguridad -Podemos comenzar con algo fácil ¿Cuál es el recuerdo más cercano que tiene ahora? No se fuerse mucho. Muéstreme Laddy, lléveme a él...

 

Apenas las palabras salen de su boca y el escenario ha cambiado una vez más en algo que no puede identificar bien, pero que cree puede ser algo creado por la mente de Laddy. El juego una vez mas ha comenzado.

 

En el consultorio

con @

 

Ha pasado casi una hora y media desde que se quedó dormido, Bel no hace mucho ruido realmente, nada que pueda escuchar desde el plano astral, ni siquiera puede percibir su aroma.

 

Sin embargo, es capaz de sentir la temperatura de supropio cuerpo real ir en aumento, no se queja sin embargo le resulta extraño el modo en el que lo hace, las respiraciones son placidas y algo más ruidosas que las de la pelirroja, quizá por la mala postura, quizá le está costando poder hacerlo. De vez en ves su cuerpo se contrae a sí mismo, ya sean sus manos, algunos gestos de su cara o sus pies, los espasmos son más constantes a cada minuto que esta mas lejos de su cuerpo, es como si Garry estuviera teniendo un mal sueño. Un sonido parecido a una arcada se escapa apenas de la boca entre abierta del mago, pareciera de pronto como si se ahogase entre palabras que no pueden ser dichas.

 

…Existe un largo silencio entonces…

 

Después de la agitación de su cuerpo su respiración vuelve a ser tranquila y se remueve solo un poco como si al fin despertara, sus párpados apenas se levantan dejando ver a través de una delgada line los colores des iguales del mago, su pupila es casi inexistente cuando son heridos por la tenue luz de las velas, con molestia una de sus manos cubre sus ojos, se mueve tan rígidamente que pareciera una máquina, con las yemas de sus dedos masajea suavemente los cuencos, el resto de su cuerpo sigue tumbado en la butaca pesadamente, el ruido de su aliento es un resoplido áspero y salvaje, parecido a un gruñido.

 

Ruidosamente se pone de pie, con más dificultad que después de “una mala noche”, los movimientos erráticos al sostenerse o sujetarse de su butaca no ayudan en absoluto es como si sus extremidades no respondieran al mago e incluso le cuesta mantenerse en equilibrio una vez que ha conseguido ponerse de pie.

 

-Que raro se siente- murmura y sus manos se abren y cierran delante de él –Es tan pequeño...- en un acto extraño comienza a olisquear en la habitación y solo se detiene cuando por el rabillo del ojo detecta a la sanadora, entonces su mirada vuelve para asegurarse de que Laddy Luxure aun duerme -Bel Evans…- casi hay una risa divertida en su voz grave , con sus manos comienza a tantear su propio cuerpo, como si no reconociera ni lo que lleva enzima -Algo no ha salido bien, querida- en ningún momento hace contacto visual con ella, su mirada aun curiosea a la dama dormida -¿Puede alcanzarme la poción para dormir por favor? Tengo que volver por ella, yo…- pareciera como si tratara de esconder una sonrisa en su rostro -…Yo debo ayudarla a regresar- pasa un tiempo, su corazón late tan fuertemente, tan ansioso que piensa que la sanadora también puede escucharlo -Pronto, por favor…- aún permanece quieto y tranquilo en el mismo lugar.

 

Hace contacto visual con ella solo cuando no comprende por qué ha tardado tanto en pasarle el frasco con la poción, olfatea un poco más el denso aire del consultorio y puede detectar intriga en ella, es desagradable y no evita el gesto de molestia que curva apenas sus labios. Con un veloz movimiento arrebata de las manos el frasco y no dice nada más cuando ingiere un trago largo de la poción. A pesar de eso no cae inmediatamente, en cambio se tambalea como si quisiera avanzar hacia adelante y le costara recordar cómo hacerlo. Su brazo derecho se extiende a Evans pidiendo ayuda y cuando puede sentir el tacto de sus manos encontrándose él empuja con fuerza en dirección opuesta a las butacas, llevando a la sanadora hasta el muro contrario de la habitación, atrapando a Bel entre la pared y su propio cuerpo.

 

Cuando la pared retumba y sus cuerpos chocan entre ellos por el impacto puede entonces ver los ojos de ella, y la sonrisa del mago es de pura malicia. Aun empujando en su contra, con más fuerza de la que se puede imaginar que el delgado cuerpo de Ollivander pudiera tener, hábilmente cuela una de sus manos para sujetar fuertemente ambas manos de Bel por encima de su cabeza, con su mano libre alza su barbilla para poder tener una mejor visión de su cara, sonríe y la molestia que reflejan los ojos de ella le advierte que no tiene tiempo que perder. Sin previo aviso, apretando férreo las mejillas de Evans, los labios de Ollivander abren camino entre los de ella, forzándola a abrir la boca y verter un poco de elixir dentro de ella, el continúa lamiendo los hilos de poción que se han corrido por las coyunturas de sus bocas, obligando a Evans a tragar, aunque sea una gota.

 

Cuando el cuerpo de ella se vuelve pesado, lo suelta con desagrado y lo deja caer al suelo dando un par de pasos hacia atrás contemplando los resultados -Ven querida, dejemosle algo de privasidad al detective y a madame Luxure…- escupe mas allá lo que queda de poción en su boca y aun con extraños movimientos arrastra el cuerpo de Bel sin problemas hasta la habitación continua del consultorio, esa que ni siquiera Bel Evans tiene permiso de curiosear.

[Malum Luxure]

Escuchaba al Ollivander hablar mientras observaba el lugar, el suelo a mis pies era agua pero era como si pudiera caminar sobre ella, luego se transforma en madera suave y fácil caminar por el, pude sentir su tacto en mi mano y la necesidad de darme apoyo.

 

-Recuerdos...lo último que recuerdo de él fue-.Mordí levemente mi labio inferior y aquel lugar cambio.-La noche que escape de ese lugar...-.Mi corazón se aceleró un poco.

 

Frente a mi la enorme arboleda y tras la aterradora mansión, no deseaba entrar ahí...era como si pudiera escuchar mis propios gritos silvar entre las ramas, mis sentidos se alertaron por que me vi correr siendo perseguida de cerca por extraños hombres con perros y él...él estaba ahí también tenía sus cabellos chocolates perfectamente peinados hacia atrás, lucia un elegante traje negro y lustrosos zapatos muy alejados de ser cómodos para el terreno pero no parecía importarle en lo más mínimo.

 

-Mefisto...-.Mi voz quedo pérdida en mi garganta, de repente no podía hablar...no me podía mover, había perdido la noción de todo cuando el miedo abrazo mi cuerpo por completo.

 

Aquel hambre con rostro de ángel distaba mucho de serlo gritaba con su melodiosa voz ordenes, sus dos esmeraldas brillaban y en su boca una maliciosa sonrisa torcida.

 

-La quiero con vida...por que ella me pertenece!-.Quise tapar mis oídos pero seguía como paralizada.-tarde o temprano volverás a mi cariño...por que llevas mi marca en ti-.Mi respiración se aceleró más cuando lo vi venir hacia mi.

 

Con toda la fuerza de mi voluntad di un paso hacia atrás pero antes que pudiera hacer algo más él atravesó mi figura astral causandome un chillido de susto.

 

-No...no es real...no es real...que no me toque!-.Grite desesperada, aunque estaba segura que tenía recuerdos mucho peores que ese.

 

No podía quitarle los ojos de encima, era como un oscuro imán, doloroso y cruel...un bello monstruo dueño de mis pesadillas. Con sólo verlo había olvidado al detective @ estaba muy aturdida.

 

-No quiero estar aquí...no quiero estar aquí por favor-.Rogue suplicante abrazandome a mi misma.

 

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[Rory Despard]

La sanadora

(en el consultorio)

Una vez me cercioré que Garry estaba completamente dormido, caminé más allá de donde él se encontraba en busca de mi morral encantado con hechizo expansor para cargar en él docenas de cosas, entre ellas mis viales de pociones. Y en cuanto lo encuentro, con extremo cuidado, voy sacando cada vial una por una sobre la mesa cerca de la cocina. No tienen etiquetado alguno, porque ya a fuerza del uso constante las distingo por detalles como la textura y el color.

Cuidar de él ha sido una constante, pero ahora hacerlo también de Lady es una carga extra frente a la cual si me siento más presionada, y una sensación sombría se instala en mi interior al pensar que si el peor escenario se presenta, deberé confrontar a ese lado de Garry que normalmente nunca veo, el que él se reserva y que por apenas conocerlo, me genera un profundo temor.

"Pero sigue siendo él"

Sí, aunque él lo considere un monstruo e intente minimizar su presencia, aunque casi pueda escuchar a Garry diciéndome "Ah Bel, nada de sentimientos que eso solo trae debilidad", no estoy dispuesta a herirlo de una manera irreversible, como podría hacerlo con tan solo un puñado de los hechizos de la orden del Fénix. Así que guardo mi varita en uno de los bolsillos interiores de la gabardina, y volviéndome hacia las pociones selecciono con cuidado un puñado de ellas, camuflándolas en los varios bolsillos de mis trajeados ropajes y botas.

Cuando tras una hora he terminado con todo eso, realizo una nueva comprobación del estado de Garry y Lady. Todo parece estar normal hasta que con el dorso de la mano noto que la temperatura de él no deja de aumentar. Y eso no es buena señal.

No puedo permitirme dudar, pero me conozco y sé que esta vez la cercanía a él podría jugarme malas pasadas, Aunque tengo otros muchos objetos para detectar amenazas, necesito uno discreto ¿cuál elegir? comienzo una nueva búsqueda en el morral, y de pronto doy con el viejo medallón para avisar peligro, comprado tiempo atrás en el MM , así que rápidamente lo oculto bajo mi blusa. Lo difícil viene ahora con Lady ¿de qué modo podría protegerla a ella? Ni siquiera confiaba de todo en mí y podía ser presa fácil de la confusión si las cosas se complicaban (y ya me figuraba que así sería).

De pronto recuerdo, como en esa clase de chispazos que fugazmente cruzan la mente, que hay una alternativa. Así que corro de regreso al morral para sacar esta vez el libro de la Sangre, el más desagradable de los libros de magia uzza que me había tocado aprender. En su momento, había renegado de aquella magia y me había horrorizado de saber lo que podía hacerse con la "Daga del Sacrificio" que ese libro te permitía invocar, pero casualmente esta vez me va servir para proteger a Lady.

"Proteger" susurro mentalizando la daga, la cual inmediatamente se materializó entre mis manos. "Immolo ad protegendum" murmuro esta vez mientras toco suavemente y por solo segundos la muñeca de Lady. Un extraño dolor en la columna comienza a extenderse, de la misma manera que un hormigueo en los pies, producto del adormecimiento por causa de haber permanecido en una misma postura todo ese tiempo. Estábamos conectadas ya, de modo que cualquier daño que intentasen hacerle a ella, cualquier herida sería automáticamente inflingida por la daga en mi propio cuerpo. Una solución extrema, pero lo suficientemente poderosa como para servir incluso si llegaba a la inconsciencia.

Es entonces que el cuerpo de Garry comienza a realizar extraños movimientos, del mismo modo que incómodos gestos asoman a su rostro ¿es todo producto de las visiones que tiene en ese momento? Mi instinto más natural me impulsa a querer abrazarlo y calmarlo, pero obligándome a ser precavida, me levanto y una vez más voy hasta el morral, esta vez para ocultarlo entre la pila de periódicos que se encuentran en frágil equilibrio en la habitación, colocando junto a él una gema de la desaparición.

Un espasmo se oye tan fuerte, que ya no puedo solo permanecer indiferente, me convenzo que lo peor está por suceder pero entonces, todo se detiene. Dado que estoy a sus espaldas, es imposible ver los gestos que ahora mismo puede estar haciendo, ni siquiera saber como ha conseguido ponerse de pie. Su aspecto es débil y cansado, pareciera que apenas es capaz de dar esos torpes movimientos, y cuando finalmente habla, por alguna razón el corazón me da un vuelco.

"¿Real o no real?" la explicación que me da suena totalmente coherente, pero él no hace ningún esfuerzo por verme, casi como si no necesitara en realidad verme para saber donde estoy. Como si pudiera...olerme. Está pidiendo una poción de sueño así que avanzo hasta la cocina y cogiendo la botella de pócima de sueño, la vierto con cuidado en el vial, mas discretamente, agrego a ella unas cuantas gotas de poción matalobos que deslizo desde mi manga (solo por si él ahora sí a volteado a verme) y finalmente unas gotas más de poción herbovitalizante. Agito entonces la mezcla, y sonrío al comprobar que la poción apenas se ha decolorado, aunque eso sea casi imposible que lo compruebe alguien que no ha sido lo suficientemente entrenado en el arte de las pociones.

Al girarme, doy de lleno con su mirada clavada en mí. El clásico brillo en sus ojos parece estar ausente y antes que pueda decirle algo, en cuanto me arrebata el frasco de las manos el medallón en mi pecho comienza a brillar intensamente. Sé entonces que el momento que temía ha llegado y tengo que estar a la altura de la promesa que le he hecho, mas también de la que he hecho para mí misma:

Proteger antes que dañar, defender antes que atacar.

Él bebe la poción y parece que el efecto es inmediato, pero en cuanto ignorando el aviso del medallón que sigue brillando con fuerza en mi pecho, lo sujeto de sus brazos, siento como una descomunal fuerza me reduce en cuestión de segundos, e instantes después todo lo que puedo sentir es un infernal dolor en la espalda (que ha ido a dar contra la pared), el agarre brusco de las manos de Garry y al alzar la cabeza una sonrisa demencial que distorsiona su rostro, ese rostro que me es tan querido.

- No permitiré que los lastimes.

Es una amenaza, pero de la forma en que me encuentro en ese momento, completamente vulnerable e inmovilizada, suenan como palabras vacías. Su respiración profunda que simula un jadeo me escarapela la piel y su toque me produce repulsión, aun cuando se trate de las mismas manos que en otras ocasiones han sido capaces de confortar. Un ardor se extiende por mis mejillas que han sido cogidas con fiereza, pero eso resulta lo más insignificante cuando de pronto siento sus labios febriles succionar con violencia los míos ¿Qué es lo que pretende? Me siento ya no solo vulnerable sino dañada de algún modo irreparable y apenada de que en esos momentos todo lo que pueda sentir sea un profundo odio.

Para cuando finalmente cedo a esa presión que ha llegado a hacer sangrar mis labios, siento junto a la desagradable sensación de su lengua húmeda golpeando la mía, el embriagante y dulzón sabor de la poción que minutos antes he preparado.

"Así que eso era lo que quería, hacerme caer con mi propia poción" pienso mientras poco a poco los músculos no me responden más y la lengua de Garry sigue aquel insano recorrido, asegurándose de que ingiera la mayor cantidad de poción posible.

"Tú también la has ingerido, lo quieras o no querido" murmuro antes de perder la conciencia, sin saber siquiera si he sido escuchada.

No hay sueños ni pesadillas, solo un descanso apacible. Cuando abro los ojos de nuevo, sin necesidad de ponerme de pie sé que varias partes de mi cuerpo han sido dañadas y exhiben cortes. Con dificultad, consigo incorporarme y lo primero que soy capaz de notar es la daga de sacrificio ensangrentada. "Ha intentado atacarla" susurro para mí misma mientras guardo la daga y evalúo el daño de las heridas que tengo en el cuello, los senos y ambos muslos. No tengo idea de cuánto tiempo he permanecido dormida, pero no puede haber sido más de 15 minutos pues la poción herbovitalizante ha contrarestado los efectos totales de la pócima de sueño.

La oscuridad de la habitación en donde me encuentro hace que resulte imposible saber si estoy sola o acompañada allí, pero puedo escuchar a la perfección las maldiciones múltiples e irreproducibles que la bestia está lanzando. A juzgar por sus palabras, está convencido de que la razón por la que no pueda herir a Lady es algún tipo de sortilegio colocado por el mismo Garry. El ruido de envases rompiéndose uno tras otro me deja en claro que no tardará nada en reorientar su furia.

Me dedico por tanto a comprobar si todas las pociones que oculté permanecen conmigo y luego de corroborar que no falta ninguna, me sorprende encontrar que incluso mi varita permanece en el bolsillo interior de la gabardina. "Episkey" pienso, una y otra vez, para comenzar a curar mis heridas, mas de repente, una luz se deja ver por una puerta que acaba de abrirse intempestivamente filtrando un rayo mortecino de luz en medio de la oscuridad.

Sé que no puede ser otro más que él, el lado maligno de mi amado niño tonto. Me he recostado cerrando los ojos, con la esperanza de que cuando me alcance, crea genuinamente que sigo dormida, pero una parte de mí ruega incesante que los primeros efectos de la poción matalobos empiecen a hacer estragos en su cuerpo también.

[Hessenordwood Crouch]

Plano astral

con @

Envolviendo todo en llamas el escenario a su alrededor cambío rotundamente, Garry giró sobre si mismo observando su alrededor, a él le cuesta identificar el lugar, es una mansión tan grande como las ha visto en el Ottery, ellos, aun sin moverse están detrás de los arbustos, y se extraña por la posición que mantienen todo el tiempo, pareciera como si se estuvieran escondiendo de algo o alguien. Está apunto de preguntar a Laddy por el sitio a donde los ha llevado cuando el alarmante ruido de una jauría de canes furiosos que van en esa dirección, lo interrumpen haciendo que su corzon se congele un instante.

 

“ ¿Dónde estás?, ¿acaso ya te aburrió mi visita?” pegunta para sí mismo tratando de esconder el nervio, pero es que en el plano astral las cosas no son las mismas que en la vida real y Ollivander se pregunta si la criatura de verdad lo ha escuchado, si es que ella sigue ahí. El mago no está cómodo con no tener ninguna respuesta, sin embargo, le toma solo un segundo recuperarse de eso pues no solo la jauría acompaña a los perros bravos, sino que puede distinguir entre tanto jaleo pisadas apresuradas y cadenas chocando entre ellas. Deberá confiarse de Bel y seguir a lado de Luxure.

 

Una segunda Laddy corría encabezando la jauría, ella no gritaba, no lloraba y sin embargo, la velocidad y frenesí con la que se escabullía buscando protección revelaba que ella estaba aterrorizada. Garry no necesita sus habilidades lobunas para saber que el miedo que sentía la Luxure que escapaba de los perros contagiaba a la mujer junto a él, basta con tan solo ver el escenario, ver como retumban las paredes de la mansión y blanden los vidrios de las ventanas como telas, los árboles y los arbustos que los rodean y que los mantienen lejos susurran como carcajadas tras la aparición de aquel personaje que destaca entre todos los demás sin rostro.

 

Es muy igual a un hombre, bien parecido, pero con facciones que Ollivander clasifica como vulgares cuando grita con efusión a los hombres que aun persiguen a la Luxure de los recuerdos. Exhalando tan cuidadosamente, como si el demonio pudiera escucharlo a esa distancia, examina con sus ojos amarillentos la apariencia del demonio, y lo frio que esta su cuerpo le advierte que la verdadera Luxure está perdiendo la calma tras este recuerdo. “Muy bien, te tengo” apenas susurra y le cuesta moverse de su lugar, él, a pesar de la escena, se proyecta tranquilo, aunque no puede asegurar que realmente se siente así.

 

-¿Pero por qué los demonios siempre son todos iguales?- hablo a Laddy, un comentario nada profundo en un vano intento de relajar a la chica, pero ella no reaccionaba. Lo único que de pronto hizo fue decir su nombre, era un mal momento para sonreír, pero era un paso gigantesco en la investigación. Apartó el rostro de la escena solo para encontrarse con una Laddy paralizada de miedo de pies a cabeza, Garry se acercó lentamente a ella, era sorprendente la calidad de detalle que existía en ese recuerdo, consideraba suficiente tormento para la joven seguir en aquel lugar, pero antes de poder decir cualquier cosa, la voz del demonio ahora se dirigía a ellos -Ahh, pero que mal- estaba siendo demasiado tranquilo incluso cuando Mephisto se aparecía delante de ella y le amenazaba de aquel modo.

 

Mas que asustado a Ollivander le causaba una terrible molestia lo que él decía y el efecto que causaba en la pelirroja. Con cautela, sin entrometerse aún entre ellos, caminó alrededor de ambos hasta quedar justo detrás de Laddy, los ojos amarillos del mago no se despegaron ni un segundo del demonio frente a ellos, aunque pareciera que él no se percatara de que Garry estuviera ahí -Eso mismo Laddy…- habla de pronto, siendo extremadamente suave y cuidadoso con el tono de su voz para no asustarla -Él no es real, querida- vuelve a decir, pero no obtiene una reacción positiva de ella. Él da un paso hacia atrás negando apenas con la cabeza, aunque sería dar un gran avance al caso, él no podía apostarlo todo a esta simulación.

 

Antes de poder hacer cualquier cosa para despertar a Luxure, el demonio se adelantó y presionó sobre la pelirroja causándole el ruido más estremecedor que Ollivander había experimentado en el plano astral hasta ahora, había sido como si él la tocara de verdad y se descolocó por la intensidad de miedo que acorralaba a Laddy. Dándose prisa se acercó a ella, aun con la mirada desafiante sobre el demonio, la sostuvo con fuerza de sus hombros, preparándola para llevarla a un recuerdo propio que fuera menos difícil, algo que la aburriera y la distrajera del mal rato, pero antes empujó solo una vez más.

 

-No Laddy, él no es real, mírelo- murmuró un par de veces en su oído quedamente, si ella tendría el valor al abrir los ojos Mephisto se desvanecería ante sus ojos, si no, Garry los llevaría aquel día en la academia cuando él junto a los prefectos de las otras casas se escabulleron por los pasillos del colegio y prepararo las "novatadas" para los del primer curso.

 

El sueño de una persona es largo, en el suceden tantas cosas, pero en realidad solo recordamos un pequeño porcentaje de él. Bel tendrá que disculparlo por tardar algo mas de tiempo en sosegar los sueños de Luxure.

 

El consultorio

Con @

¡!

 

Es un fuerte estornudo el que retumba en la habitación agitando la luz de las velas. El mago toma una más entre sus manos y la arroja al cuerpo de la mujer pelirroja que aun duerme sobre su butaca. Él se ríe entre dientes, con malicia y divertido despues se queda quieto y agudiza el oído para escuchar desde la habitación contigua los gemidos de dolor de Evans. Está de cabeza en su butaca, con la cabeza colgando y las largas piernas a lo largo del respaldo, sus cabellos rojizos cuelgan alborotados y descubren una cicatriz más oculta casi siempre bajo ese mechón sobre su frente y que es continua seguramente hasta alguna parte de su cabeza.

 

-Pero ¿Qué clase de magia es esta? - la voz es rasposa de su boca y pareciera que doliera -No eres muy platicadora ¿eh? - una carcajada sale de su boca al mismo tiempo que dando una voltereta cae sobre el suelo y toma una vela más -¡Piensa rápido!- el frasco de vidrio que se estrella sobre el cuerpo de Luxure no causa daño sobre ella, pero el ruido que viene de la otra habitación le asegura que ha causado efecto -¡Ja! Esta vez casi lo consigues- se tamalea sobre sí mismo ganando impulso para ponerse de pie, cuando lo consigue gira sobre sí mismo y al ver el desastre que es ahora la habitación no evita soltar una maldición más.

 

Baker esta hecho un lío, el mago ha arrojado las pilas de periódico por todas partes, botado los libros de sus estantes, rasgado un par de cortinas de donde se cuelan los últimos rayos de luz de día y tambien ha roto varios frascos de pociones o cosas extrañas, solo un poco mas alla de la chimenea arden en llamas un puñado de pliegos de periodícos haciendo que la habitaciónn se inunde del olor a tinta quemada.

 

-¿Dónde está este…ese… ¿Cómo se pronuncia? ¿pe-pergamino?- dice entre dientes llevando sus manos a la cintura mientras patea un puñado de papeles del suelo, él atrapa uno de los que ha volado por el cuarto y se acerca a la mujer que duerme aun con tranquilidad y se sienta a su lado -¿Sabes quién es este hombre? ¿No?, yo tampoco, pero me cae muy bien por que no se quien es, míralo ahí regordete con esa cara roja y sonrisa de pura felicidad, él me agrada tanto como tu amiga- se ríe nuevamente antes de aventar lejos el pedazo de periódico y ponerse de pie nuevamente y abrirse camino hasta el otro cuarto.

 

¡!

 

Un estornudo más sale del pálido hombre que pareciera que devolvería su estómago en cualquier momento, hace mucho ruido cuando se deja caer al suelo para quedar frente a Evans y olfatea un poco mas a su alrededor. No evita la risa de hiena que sale de su boca y solo consigue detener cuando el dorso de su mano acaricia su nariz y cara tras un estornudo mas.

 

-Solo…- su risa es un gesto de burla -Solo voy a preguntar una cosa - se inclina hacia adelante, aun sentado en el suelo, cruzado de pies tranquilamente pensando en que ella aun duerme, pero también que es él un cazador experimentado y orgulloso de eso habla con ella sabiendo que finge con esos párpados caídos -¿Por qué piensas que les haría daño a ellos?¿Qué a quien de verdad queria no era a ti?- sus propias manos están quemadas y ensangrentadas, uno de sus largos dedos sucios se acerca peligrosamente hasta aquella herida de Evans cerca de su cuello que se pierde por debajo de sus ropas -No lo has pensado bien ¿verdad?- el presiona con fuerza y profundiza la herida -He escuchado hablar tan bien tanto tiempo de ti que no pude desaprovechar la oportunidad...- detiene la presión en el cuerpo de la sanadora cuando un estornudo más lo interrumpe -Te diré que es lo que quiero, solo una cosa es, me ayudas a conseguirlo y me iré sin causar daños- el lame su dedo ensangrentado lentamente, saboreando cada gota que se cuela por entre sus dedos, en boca del hombre no sabe tan exquisito pero no deja de saber bien.

 

De pronto siente que la poción que ha bebido consigue el dominio sobre él, “Agg, los hombres son tan malditamente débiles” piensa tras otro fuerte estornudo y el frota sus manos contra su rostro “matalobos” gruñe en su mente reconociendo los sintomas que causa en él, a estas alturas Garry ya debe haberse dado cuenta de que ha “salido sin su permiso (aunque siempre es asi), en horas inadecuadas” era terrible no ser un licántropo común y corriente que tiene dominio total de su mente durante la luna llena y el resto de su vida no sabía más de sí hasta la próxima luna llena, en cambio vivía la vida del hombre, podía sentir y ser parte de todo lo que él hacía, era extraño y no entendia por que.

 

Se dejó caer hacia atrás, extendiendo sus brazos dramáticamente, su cuerpo se sentía tan mal que le costaba incluso mantener los ojos abiertos, el debería insistir a Ollivander en que esa opción no estaba bien realizada y que dañaba, mas allá de a la bestia, el cuerpo del hombre. Convencerle de eso, aunque fuera una mentira, él lo podía sentir ahora como verdad. Se sorprendía de lo increíblemente quebradizo que era el cuerpo de Ollivander.

[Malum Luxure]

No me había dado cuenta que tenia los ojos cerrados, en verdad temía perderme por culpa de aquellas esmeraldas tan malditamente hipnotizadoras, eran uno de sus trucos favoritos.

 

-No es real...él no está aquí-.Respire profundo mientras sentía las manos de @ intentar darme seguridad

 

A pesar de todo trate de concentrarme en las palabras del detective y en la seguridad de que @ nos cuidaba desde afuera. Mi respiración se fue calmando hasta que finalmente puede fijar mi mirada al frente y ver como Mefisto se desvanecía aún con su perfecta sonrisa torcida. Un nuevo plano se abrió ante nuestros ojos, a simple vista aún más aterrador que el anterior...esta vez dentro de una casa solo iluminada por velas pero daba la impresión de tener rincones en blanco.

 

-Mi amo por que la a traído?-.No podía ver de donde venía la voz pero sonaba distorsionada

 

-Yo no te debo explicaciones inútil!-.Grito y su voz movió las paredes como gelatina.

 

Yo no entendía la situación pues nosotros nos encontrábamos detrás de una puerta dónde solo se veía el brillo de la luz por debajo, quería ver dentro de aquel lugar y si no me equivocaba esa era nuevamente su espantosa voz.

 

-Si amo...quedo encargarme de ella si lo desea-.Ofreció la primer voz algo temblorosa.

 

-No!...de ella me ocupo solo yo...todo el tiempo esperando que accediera y no me quedó más que traerla a la fuerza-.Soltó una risa.-Parece que esta reaccionando...vete-.Su tono sonó sonó siniestro.

 

Me gire mirando al Ollivander como si buscará una respuesta en él, no entendía nada por que no podía ver la imagen?...entonces todo se aclaro, aquella puerta se abrió lentamente dando de fondo una escena perturbadora...El demonio estaba sentado sobre una enorme cama con dosel, en el centro de ella estaba yo completamente maniatada solo con los ojos abiertos mirandole confundida.

 

-No recordaba esto-.Di la espalda al recuerdo no quería ver como él había empezado a cariciarme me dio un escalofrío que dejó helado mi cuerpo, es como si mi piel tuviera memoria y recordará el ácido roce de sus dedos.-No quiero verlo...vamos por favor-.Di unos pasos esperando que el licantropo me siguiera, no tenia valor para enfrentar lo que seguía.

 

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En el consultorio mi cuerpo(?

 

Desde ya no había sentido nada debido a la protección que Bel pero alguien estaba furioso con toda la situación, no le había sentado nada bien todo el maltrato proporcionado a la demonio y menos en ese estado de vulnerabilidad, jamás había reaccionado más que de manera normal...estaba a punto de tomar el control...si aquella bestia lo había echo con el detective por que él no podría hacer algo similar.

 

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[Hessenordwood Crouch]

Como Ollivander lo esperaba ella había resultado ser valiente una vez más, aflojó en ese momento el agarre que tenía de la mujer al mismo tiempo que el demonio se desvanecía ante ellos, aun con esa sonrisa burlona que pretendía perturbar a la pelirroja en todo momento. Aquel recuerdo de Laddy estaba siendo tan intenso que casi parecía real. Garry entonces exhaló quedamente, no se había dado cuenta que mantenía en pausa su respiración hasta que Laddy tuvo conciencia de ella misma. Aun así había algo que lo dejaba insatisfecho, aunque ella tenia el valor para encararlo no garantizaba que su miedo se aminorara e incluso sabía que existía la posibilidad de que ella se encontrara aun peor por el mal rato.

Entonces, como si supiera lo que estaba pensando, Laddy los trasladó a otro recuerdo, por el rostro con el que ella lo veía le hacia saber al mago que no era apropósito, Garry se giró al igual que ella, la voz detrás de esa puerta era algo que ni siquiera él olvidaría con facilidad y agudizó el oído para tratar de entender algo que fuera de utilidad -Solo es un elfo- murmuró para sí mismo cuando identificó con quien conversaba, aquello no sería de ayuda pues casi aseguraba que Mephisto, el demonio, no confiaría sus secretos a una criatura como un elfo doméstico -No será necesario que lo recuerde…- sintió de pronto un malestar como si se tratara de un mal presentimiento y se apresuró a tomar a Laddy por el antebrazo.

Sin embargo, a pesar de que Ollivander se había visto rápido, la escena se adelantaba los suficiente para poder ver de qué iba todo aquello, la puerta delante de ellos se abría y la escena ante ellos no necesitaba de detalle. Garry halo a la mujer en dirección contraria al escenario y de pronto se encontraban en un piso bullicioso en el ministerio de magia. La gente iba y venían sin fijarse bien en ellos, el mago agitó un poco la cabeza sintiéndose mareado, le pareció extraño entonces, nunca en todos sus viajes había sentido un dolor físico, era algo insignificante, pero existía, y la preocupación por no saber más de la criatura lo alertó.

-¿Laddy?- su vos es dulce cuando la llama pero no existe una expresión en su rostro -¿Está usted bien? ¿Quiere volver ahora o hay algo más que quisiera que viéramos?- aunque es consciente de que lo que acaban de presenciar es un momento desgarrador para ella, el mago aun juega por el resto de los recuerdos que Luxure ha perdido -Aunque yo recomiendo dejarlo para otra ocasión- su cuerpo prontamente comienza a sentirse más sólido, como si algo lo tirara de regreso -Su mente vagará un rato más antes de despertar Laddy, no se asuste, recuerde que esto es un sueño, nada puede hacerle daño aquí- entonces le sonreía de nuevo aunque no se sintiera realmente de aquel modo -Nos veremos del otro lado.

[Malum Luxure]

Trataba de calmar mi respiración como había dicho @ todo era un sueño pero mi corazón estaba muy perturbado, una cosa era creer saber que paso y otra verlo o mejor dicho sentirlo en la propia piel. Cuando reaccione ya no estábamos en aquella casa si no en el ministerio de la magia, me quede mirando aquella gente un momento.

 

-Yo nos traje aquí?-.Mire al Ollivander sin saber que pensar.-No entiendo...-.Trataba de mantener el estómago quieto en un instinto de protección a mi cachorro, entonces lo note mi vientre estaba plano...no me había dado cuenta.-Alex?...-.Mi corazón se aceleró.

 

El detective me hablo sobre si quería mostrarle algo más pero yo estaba tratando de comprender como no había notado antes que en este plano mi cuerpo luce "normal"...tenia razón era mejor dejarlo pues temía ver que más horrores el maldito demonio había echo conmigo, cerre los ojos un segundo.

 

-Garry...por que mi hijo no está aquí conmigo?-.Le pregunté curiosa y asustada.

 

En ese momento él me dijo que me vería del otro lado y empezó a desaparecer, mis ojos se abrieron grandes...no! Que no me deje aquí, trate de tomar su mano pero solo atravesé sus dedos, se estaba haciendo sólido y yo no

 

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[Rory Despard]

La Sanadora

(en el Consultorio)

Con @ y @

Mi cuerpo se tensó ante aquel olisqueo incesante, una reacción involuntaria mas absolutamente demoledora para mis planes de pasar desapercibida. Era indudable que él disfrutaba de ese juego de "cazador y presa" aun con los estornudos y a juzgar por sus palabras, me había creído consciente todo el tiempo.

"Eso está perfecto" pensé, para luego sentir un escalofrío ante sus dedos sobre mí magullando la herida del cuello que había empezado a sanar. Comprendiendo que estaba demás seguir fingiendo abrí los ojos, parpadeé un par de veces para acostumbrarme al ambiente, y sobre todo a su pesada presencia.

Aquel hálito malvado que parecía envolverlo no había disminuido en lo más mínimo. Sentado sobre el suelo, me devolvió la mirada esforzándose por ser todavía más desagradable, no solo con el acto en sí de saborear mi sangre, sino por las palabras, la forma despectiva con que parecía dirigirlas, y la todavía existente sensación de estar siendo para él en esos momentos el más interesante juguete.

- ¿Me quieres a mí? Eso si que es toda una sorpresa- comencé a incorporarme de forma torpe libre, ya libre de su toque- Y para hacer un trato, necesitaría que fueras más sincero ¿sabes? como decir que te irás sin causar MÁS daños de los que has hecho, aunque aun con eso ¿qué te hace pensar que te dejaré las cosas sencillas?

Un nuevo estornudo lo interrumpió antes de poder decir algo más. Conocía lo suficiente de pociones como para saber que la matalobos ya estaba haciendo el efecto esperado. Y eso, sumado a las curaciones exitosas del episkey, convertían el escenario de minutos atrás, tan desventajoso para mí. Sé que él también es consciente de su propia situación, pero me inquieta que haya optado por callar, para después con la voluntad más y más quebrada terminar por caer al suelo ¿y si se tratase de otro truco? Tenía que ser cauta.

- Muy mala cosa que la poción comenzara a hacer efecto justo ahora ¿verdad? Espero te sirva para entender que voy a estar pendiente de él, incluso en esos días en que tu te impones para atormentarlo- su ronco gruñido me despejó la duda sobre si todavía era capaz de oírme- da por hecho que volveremos a encontrarnos. Supongo que hasta entonces, tendré que quedarme con la curiosidad de saber en qué cosa querías mi ayuda.

"Y si, también necesito preguntarte unas cuantas cosas" pensé en silencio, poniéndome de pie mientras él cerraba por completo los ojos. Me detuve a observarme: Las heridas podían estar perfectamente cicatrizadas, pero el dolor permanecía, así que de mala gana, saqué el vial de poción reabastecedora de sangre y me lo bebí con un gesto de asco inocultable en la cara.

Para lo que no estaba preparada era para ver el horrible estado en que había quedado Baker. No recordaba haberlo visto así de destrozado ni siquiera en los peores días de aburrimiento de Garry en que se le daba por lanzar hechizos a mansalva agujereando el papel de las paredes, o cuando agentes desconocidos habían entrado a la casa en busca de drogas inapropiadas.

- Arghh si él observa esto, se preocupará innecesariamente.

Desechando la ropa ensagrentada y limpiando con fregotegos la gabardina, cogí de inmediato un vestido de volantes y estampados florales que Mrs. H me había regalado la última navidad y me lo coloqué. Su cuello tortuga ocultaba perfectamente la herida del cuello que era la más sobresaliente, ya que no había oportunidad de que Garry examinara mis senos como para comprobar que allí también una cicatriz los cruzaba casi de un extremo al otro.

Más "adecentada" comencé a mover la varita para poner en orden lo más indispensable de modo que la habitación dejara tan solo indicios de lo que había sido la batalla.

- Uff, me hizo un favor con ese montón de periódicos viejos- rezongué contemplando las cenizas.

Ellos eran la causa de ese olor penetrante que se rehusaba a abandonar la habitación, incluso con el hecho de que había abierto las ventanas de par en par, olvidando que el aire podía apagar las velas colocadas en el suelo del consultorio.

Observé unos instantes a Garry, su cuerpo había dejado de moverse, volviendo a su respiración acompasada de cuando había comenzado el trance. Al par de minutos sin embargo observé que nuevamente se agitaba, aunque no a los niveles de la primera vez. Observé el medallón, que esta vez no emitía brillo alguno, así que confiada me acerqué a él, decidida a mostrarme más confiada y tranquila de lo que en verdad estaba.

- Bienvenido de vuelta ¿fue bueno el viaje? ¿han podido dar con la solución al caso de Lady?

"Cierto, no he examinado a Lady todo este tiempo". Inquieta por aquel pensamiento, me acerqué hasta ella y le tomé el pulso, notando que sus labios balbuceaban "No" una y otra vez . Presión alta (estando embarazada) eso si que no era nada bueno. Y Sin pensarlo dos veces, le administré un filtro de la paz, con el fin de que ello pudiera calmarla al menos hasta que volviera "del otro lado". El problema era que si esa situación no mejoraba, el estar inconsciente se convertiría en algo que multiplicaría los riesgos ¿pero como atreverme a despertarla sin saber si la misión de ambos habría concluido ya?.

Ensimismada en la inesperada conversación con el "otro lado" de Garry e incluso en esos instantes, había sido incapaz de notar que fuera, algo mucho más oscuro amenazaba con tomar control de Lady, especialmente porque el lugar desde donde él pensaba actuar estaba fuera de Baker y de los alcances de mis propios humanos instintos. Editado 9 de Enero del 2018 por Bel Evans McGonagall

[Hessenordwood Crouch]

En el consultorio

@ & @

 

El momento en el que está por volver es agradable, se siente casi como si no existiera nada en el mundo real ni en un plano astral que lo moleste, no se siente preocupado, ni dolorido, Garry piensa que esta puede ser la sensación más cercana a estar muerto, sin embargo, conoce muy bien los riesgos de quedarse ahí por mucho tiempo, tiene bien sabido que si se descuida puede quedar atrapado entre el plano astral y su cuerpo vivo en la realidad y su mente vagaría por un limbo. Atravesando el camino iluminado con velas puede sentir cada vez más la presencia de Evans y la preocupación que le causa no saber nada de ella durante todo este tiempo.

 

De pronto estar ahí de regreso en su cuerpo es un mal estar que puede relacionar a uno muy cercano al de una mañana posterior a las noches de luna llena, solo es el mal sabor en su boca y el dolor que le cuesta moverse lo que hace pensar en eso. Así que permanece quieto esforzándose por escuchar con oídos aturdidos lo que dice Bel con toda la calma del mundo, ese calor que hay en el cuarto y el ruido que hace Evans con sus palabras hacen que todo parezca real de repente y no tarda mucho más tiempo en tener el control de sí mismo.

 

-No- masculla secamente como si aún se tratara de la criatura, con mucho esfuerzo se pone de pie sintiendo que pierde el equilibrio al intentarlo, pero el rostro serio no muestra síntomas de malestar alguno -Pero hemos conseguido dar un paso importante, el nombre- dice aquello como si con eso explicara todo -Trata de despertarla, pero ten mucho cuidado, me temo que esta lectura ha resultado inusual- tiene un pensamiento como si se tratara de un muy viejo recuerdo, donde es la vos de Lady que pide al mago no abandonarla en aquel recuerdo, sin embargo aquello resultaba imposible, ya que ella no era la verdadera Lady, nunca lo había sido, el mago solo había afanado los recuerdos de ella mientras dormía y los había convertido en algo propio para poderlos ver, estando ella despierta jamás hubiera sido tan sencillo.

 

Caminó con largos pasos hasta la estantería y rápidamente tomó un libro de portada negra y dorada, en ese mismo lugar comenzó a pasar las páginas mirando y leyendo hábilmente lo que tenían escrito en ellas. Con un ademan brusco apagó las velas, por el gesto que Ollivander tenía hecho pareciera que todo en la habitación le molestase. Murmuraba algunas palabras por lo bajo antes de cerrar el libro con fuerza y arrojándolo a un lado antes de agarrar otro y del mismo modo buscar en el interior de él algo que fuera de ayuda.

 

-¿Cómo no lo pensé antes?- murmura casi para sí mismo, su largo dedo índice pasa por encima de las hojas leyendo con rapidez, apenas se daba cuenta de lo maltratadas que lucían sus manos, no se interesó en las quemaduras que tenían ni las manchas negras con tonos rojizos con el que manchaba las hojas del libro sosteniendo aun el tomo entre sus manos. Caminó de regreso a su butaca, podía escuchar a Bel tratando de despertar a la pelirroja y como ella pareciera estarse despertando a eso. Sin quejarse por el dolor que hacia su cuerpo al moverse, volvió a tomar lugar en su cómodo sillón -Bel Evans ¿Sabes cómo se hacen los bebés?- preguntó sin dejar su lectura -Ahh me temo que lo peor aún no ha pasado para ella- exhala con cansancio y después cierra el libro colocándolo junto a su butaca -Pero creo que está por terminar- su rostro pareciera que envejecía de pronto, aun muestra signos bastante salvajes por su antigua intromisión y aunque no es muy consciente de lo que ha pasado en la habitación durante su ausencia, la dureza con la que habla demuestra la sanadora que esta por enterado de que algo más hay detrás de solo haber cambiado de vestido por mero gusto, sin embargo, Lady es prioridad ahora.

 

-¿Ella está bien?- pregunta

[Malum Luxure]

Mi cuerpo en el consultor(?

 

Aquel filtro que me dio @ era tan efectivo que me relajo por completo el cuerpo, quitándome todo el cansancio y el peso por el embarazo, aunque mi yo astral aún estaba atrapado no había sentido ningún cambio, pero por otro lado alguien si lo sintió y fue una puerta a tomar el control...-"Es tan fácil expandirme aquí"-.Pensó nunca en su tiempo de vida había echo algo similar.

 

Intento algo simple como mover la mano cosa difícil, un espíritu de infinidad de años que moría y volvía a renacer...siempre el mismo destino perecer antes que su padre le ponga una mano encima, rogaba que esta vez su madre tenga las armas para defenderlo de los planes del demonio.

 

Hizo el esfuerzo abriendo los ojos, aquellos rubíes naturales se habían convertido en los pozos de ébano negro y luego dieron paso a un verde esmeralda idéntico a los de su progenitor...usando las facciones disponibles esbozo una sonrisa bastante perversa, estaba libre antes de llegar a este mundo. Miró detenidamente buscando rastros de @ aquella bestia o Bell.

 

-El destino me esta dando una oportunidad-.Susurro usando la voz de la mujer.

 

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