Detective Mágico Consultor (B: 106711)

[Hessenordwood Crouch]

En el consultorio

@

Exhaló largamente echando la cabeza hacia atrás recargándola en el respaldo del sillón, puede ver hilos de humo que salen por los huecos de entre el techo de madera oscura, hacen formas que oscilan y se enredan entre ellas, los ojos de Garry comienzan a sentirse tan pesados como lo es su respiración. Y todo a su alrededor comienza a tener detalle, puede sentir cada aroma en la habitación, puede escuchar cada pulsación que viene de ambas mujeres, la de él mismo y la de Mss H que ha vuelto al local seguramente porque ha olvidado algo. La información es tanta y tan rápida que saturan la mente del mago y le provocan náuseas.

 

Su mano se cuelga de la butaca y cae sobre el libro que ha dejado ahí tan solo un momento atrás, los párpados se abren y cierran rápidamente tratando de no ceder su cuerpo al cansancio del que aún no se ha recuperado. Puede escuchar desde esa postura al medallón de Evans haciendo el ruido más molesto en toda la habitación “Bel” murmura apenas no siendo consiente de si ella lo ha escuchado, no ha podido escuchar una respuesta por parte de ella y sin embargo cree que deberá dejarlo para después.

Cuando cae inconsciente a causa del cansancio por lo que pareció ser el segundo más largo, solo es aquella fea voz que viene del cuerpo de Lady la que consigue despertarlo nuevamente.

 

Sus ojos se abren de golpe sintiendo que apenas respira, veloz se ha incorporado nuevamente para quedar solo sentado al filo de la butaca con la mirada fija en la pelirroja, viendo con gran sorpresa y solo se gira para ver a Bel, quien no ha perdido el tiempo en preparar algo para lo que está a punto de pasar.

 

-¡¡Hazte a un lado!!- con fuerza se arrojó en dirección a la pelirroja, empujando a Bel a hacia un lado -Pero que ojos tan grandes tienes abuelita- musitó en tono de burla mientras con toda la fuerza que disponía del mago le sujetó de ambos brazos -Creo que nos equivocamos de cuento- se burla nuevamente mostrando la blanca y filosa dentadura -Déjame contarte un secreto mi Lord- la sonrisa burlona no se quita del rostro en ningún momento, el cuerpo del mago casi esta por completo sobre el de ella, dejando caer su peso en sus propias rodillas puestas a los costados de las piernas d ellas sobre el asiento de la butaca para no causarle daño a la mujer -Serás tan fuerte como el cuerpo del hombre te lo permita…-

 

Justo así lo había experimentado momentos atrás, cuando Ollivander le dio brecha a que obtuviera su cuerpo y lo consiguiera manipular, había sido difícil y muy desagradable tener que hacerlo, pero con eso comprobaba los límites que tiene una posesión de cuerpo cuando se hace desde el plano astral. Sin embargo, no podía confiarse en tan solo los minutos que había tenido para hacerse de esa información, después de todo un demonio siempre tiene más trucos que un viejo lobo y el demonio Mephisto era conocido entre sus tantas características por ser en demasía astuto. No se lo explicaría todo, eso podría dejarlo en desventaja, aunque la criatura no fuera tan listo como él, el mago ya se había adelantado lo suficiente como para prevenir un problema aún mayor.

 

-Podrás esforzarte en lanzar maldiciones todo lo que quieras, pero tu cuerpo y tu magia es tan frágil como el de ella misma y tú sabes que tan pequeña es…- murmuró en el oído de ella del modo más desagradable del que es capaz, tratando de que sus palabras encontraran a la hechicera que había quedado fuera de su cuerpo -Dígame mi señor¿Que se siente ser tan débil? ¿Ahora lo puede ver? - sonrió con malicie.

 

A pesar de que está intentando sacar todo el potencial del cansado cuerpo del mago, él no consigue hacer un hechizo aún, aunque sea de utilidad, solo puede mantener quieto por el mayor tiempo posible a la mujer que aún no ha hecho mucho esfuerzo por zafarse de su agarre ¿Tendría entonces que recordarle a Evans que era el un lobo-hombre en lugar de lo contrario? Gruño molesto, esperando que la magia que ella hubiera usado en Lady ya no hiciera más efecto en la sanadora. Garry se lo había advertido, él no debía causar daño físico alguno, pero ¿Qué puede hacer estando tan lejos ahora?

 

-¡Has algo para que ella vuelva!- casi ladró a Bel mostrándole esa fea cara que le pertenecía a la criatura.

 

En el plano astral

@

En ese lugar no puede ver la luz de las velas y maldice a la criatura, por supuesto que lo culpará por haber acabado con ellas en el consultorio, sin embargo, aun así puede distinguir donde está, no es el consultorio, no, esta vez ha ido directo al último de los recuerdos donde llevó a Lady. Es un recuerdo sencillo, así que no le cuesta ubicarse en él rápidamente.

 

Este había sido uno propio del Ollivander, un día de Garry como funcionario en el ministerio, un empleado del departamento de control y regulación de criaturas mágicas. Este resultaba ser un recuerdo bastante simple en esencia, pero significativo para él. Justo días antes había pasado la luna llena más difícil a la que ha tenido que sobrevivir hasta ahora, la sensación que invadió su cuerpo al entrar a ese lugar del que tanto se había quejado anteriormente lleno de magos y brujas que iban y venían, de burócratas que no daban importancia a su apariencia o estado, le recordaba al mago que no importaba que tan dura podía resultar ser la vida, esta podía ser tan insignificante como uno quisiera que fuera. Pero no fue sino hasta llegar a la sexta planta, donde lo primero que hiso fue sentir la cálida bienvenida que sus compañeros de departamento le daban por ausentarse tanto tiempo, eso claro, entre quejas por abandonar su trabajo sin decir nada, ese día Garry había decidido que su vida no era en absoluto insignificante.

 

-¡Lady!- la llama entre toda la muchedumbre, camina con pasos lentos buscando entre gente sin rostros. Finalmente la encuentra justo en el mismo lugar donde la dejaba, su rosto no parece decir nada y él tiene el más cuidado posible cuando habla con ella una vez más -Debe usted volver querida- la mira a los ojos tratando de ocultar la ansiedad que cosquillea su cuerpo astral -Tiene que hacerlo y alejar al demonio de usted- toma entonces la mano de Lady y comienza a caminar en dirección opuesta a toda la gente -Es él el que ha quitado al bebé de tu vientre, pero escúchame, solo lo ha hecho en tu recuerdo ¡no debe olvidar su nombre! ¿Puede repetírmelo? El nombre de su bebé…- entonces él ha decidido apostar por la carta menos inesperada, algo que no es propio de él, pero Bel se lo ha tratado de explicar cientos de veces -Es que es él, el único ser que puede hacerte vencer al demonio, Lady- trata de explicar algo que conoce, pero no comprende cómo funciona -Ve entonces por él, arrebata de las manos y poder de Mephisto a tu hijo.

 

"El amor es una fuerza que es más hermosa y más terrible que la muerte"

Resuena en el espacio aquella ultima frase que leyó antes de volver por Lady.

[Malum Luxure]

El demonio en el consultorio...

 

No tenía control pleno de aquel cuerpo incluso podría decir que sentía el rechazo...no era la primera vez que experimentaba aquello, pero si de esta manera...él la había poseído de todas las maneras físicas posibles, su mente y alma siempre le fueron intocables

 

-Yo no me considero débil!-.El demonio abrió la boca mostrando afilados dientes y siseo como si fuera a morder al detective

 

Podía sentir su peso sobre el cuerpo aún así intente liberarme,era ciertamente pobre mi defensa contra esa bestia, creía entender que me había descubierto y eso hizo que me enfureciera...él entorpece mis planes

 

-Aléjate de mi...como osas lobo los planes que tengo en mente?-.Serpenteaba el cuerpo debajo suyo.-Por que tocas lo que me pertenece?-.Grito demasiado fuerte.

 

El demonio solo quería su ubicación si la obtenía ya no la volvería a dejar ir, su hijo cumpliría con su destino finalmente...entonces mintió...sus ojos se volvieron rojos y su rostro normal incluso más inocente.

 

-Garry?...que haces sobre mi? Donde esta Bell?...que paso?-.Su voz sonó muy dulce.

 

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Lady en el plano astral

 

Me encontraba muy pérdida no sabia a donde ir, sin el Ollivander con guía no sabia que hacer, ni a quien pedir ayuda...no quería llorar como niña pero tenia miedo. Entonces no supe la cantidad de tiempo transcurrido hasta que el detective vino otra vez

 

-si...volver-.Le repetí monótonamente era como si lo que sentía se fuera apagando.

 

Él tomo mi mano llevándome al lado contrario de todo, hablame del demonio, mis ojos se abrieron y mi corazón se aceleró cambiando la imagen en un movímiento brusco, habíamos vuelvo a la casa, aquella mansión aterradora.

 

-Alexander...mi cachorrito se llamará Alexander Andre-.

Le respondí con firmeza.

 

Ahora era yo quien guiaba al detective, no dejaria que él se robe a mi hijo, no lo dejaría...destruiría mi propia alma con tal de que mi bebé viviera sin el temor de que su padre lo mate para completar su poder.

 

-Ayúdame Alex a detener a tu padre-.pedí en súplica.

 

Finalmente entre en la última habitacion de aquella casa, la luz era muy cegadora...ya no tenía control de que plano era el que estaba viviendo

 

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@

[Rory Despard]

La sanadora

En el consultorio

con @ y @

"Al menos algún progreso hicieron" pensé todavía al lado de Lady, examinándola. Garry ahora mismo se comportaba de forma errática y en su observancia compulsiva de libros adivinaba alguna clase de preocupación de que las cosas pudiesen estar escapando a su control. O que estaba olvidando algo muy importante del cúmulo de detalles que iban dándole forma al caso.

- ¿Cómo se hacen los bebés? Creo que te saltaste importantes clases de anatomía querido- contesté sin mostrar el menor atisbo de asombro o interés, resuelta a seguir pasando desapercibida y evitar un interrogatorio exhaustivo sobre las cosas que habían pasado en su ausencia- Ella no está bien, me temo. Necesitamos hacer que reaccione, o puede haber consecuencias fatales para ella y su bebé.

El filtro de la paz ha relajado sus músculos y aunque calculaba que podía administrarle una dosis adicional, prefería no arriesgarme. Al girarme, comprobé que Garry había vuelto a sentarse en el sillón, y con la cabeza recostada se sumergía nuevamente en ese pesado sueño. De seguro había dado por fin con una solución y eso era bueno, pero no lo era tanto el hecho de que en menos tiempo del que creía posible, me toparía nuevamente con la bestia que también era parte de él. Sentí el impulso de decirle que se detuviera, de que si una vez más me confrontaba, no me sentía del todo preparada para enfrentarle, pero a las finales callé y apenas revolví sus cabellos.

Posiblemente ya fuera incapaz de sentir ese toque.

- Hey, parece que reacciona- dije de repente volviendo al lado de Lady , observando detenidamente su rostro, notando como en cada uno de los tres parpadeos que ha realizado, el color de sus pupilas ha cambiado- bienvenida de vuelta señorita Luxure.

Había dicho eso con toda la naturalidad del mundo, intentando disimular lo mejor posible el hecho de que el medallón alertaba con su brillo que esa no era más la joven muchachita. Un golpe seco del libro que Garry sostenía y que acababa de estamparse sobre el suelo me convenció de que también él se había ido del todo.

Comenzaba todo de nuevo, pero esta vez apenas con pociones y mi varita, porque había perdido mucha sangre en aquellos conjuros uzzas . Retrocedí unos cuantos pasos alerta, hasta quedar en medio de Lady y Garry, y me bebí de un solo trago el vial de suerte líquida que traía, ya que veía pocas posibilidades a tener éxito por segunda vez.

Cuando el violento empujón de Garry me echó al suelo,me pregunté si realmente estaría haciendo efecto lo que acababa de tomar. El espectáculo era horrible de ver: Él, casi montado sobre Lady, sus manos inmovilizándola. Contuve la respiración notando de pronto algo más ¿pero cómo era posible? él se había dispuesto de tal manera sobre ella que no le estaba causando real daño al cuerpo de la joven.

"Bonito intercambio de palabras" pensé con la mente extrañamente relajada y confiada. "Serás tan fuerte como el cuerpo del hombre te lo permita..." le escuché decir a Garry, un mensaje que cobraba sentido solo en la boca de la bestia. Más palabras eran intercambiadas, pero apenas en susurros de los que me resultaba imposible oír algo, hasta que un pedido muy curioso se dejó oír, un pedido del lobo prepotente en el mismo tono de minutos atrás.

- Haré algo querido, pero solo su propia voluntad puede traerle de vuelta- solté escuetamente.

No, no debía pensar de ese modo. Movida por los efectos del felix felicis, el miedo a la bestia se había esfumado y en su lugar yacía una profunda curiosidad por saber que sensaciones albergaba su mente, que deseos lo movían a actuar con tanta perversidad. Lo más natural de pensar era que era "su naturaleza" pero no era una respuesta que me satisfaciera. Si había vivido mi vida cuestionando a los magos sangre limpia por su tontería de privilegiar ciertos orígenes ¿cómo podía no objetar un concepto de "Maldad natural"? Ohh, pero que espectáculo frente a mis ojos era aquella muestra viviente del poder de aquellos seres, de su poder monstruoso que únicamente se veía limitado por los "recipientes humanos" en que se encontraban en esos momentos.

- Corpus patronus- murmuré con tranquilidad para que numerosos hilos plateados emergieran de mi varita hasta formar un hermoso fénix adulto que sobrevolando en el recinto se posó sobre el respaldar de mi butaca y empezó a cantar, llenándome de inmediato de un inusual confort y esperanza, mientras negaba con la cabeza a las feas palabras que el ser dentro de Lady acababa de vociferar- Las personas no son objetos que puedes poseer ¿entendiste? Con el método que haga falta haré que lo comprendas.

Lancé una larga mirada luego a la bestia que todavía me observaba con furia. ¿Cómo confiar en que todo eso no era solo una trampa? Conocía de su astucia mucho más incluso que de lo que sea que había tomado control de Lady ¿y qué me garantizaba que ellos no pudieran aliarse? Tenía poco tiempo para tomar una decisión que a la vez de protegerlos, garantizase a Garry el tiempo suficiente para regresar a salvo con Lady, del plano astral.

La voz de ella pidiendo ayuda solo resultó un aliciente más, que hizo que por fin diera con una solución interesante al problema.

- Una casi perfecta imitación, de no ser que Lady no me ha llamado nunca por mi nombre de pila. Menos luego de que lo primero que hice al verla aquí fue ofenderla- reí entre dientes y lanzando una mirada a la bestia que esperaba le ayudase a entender que le lanzaría encima ese fénix si se atrevía a hacerme algo continué- ¡titempos!

El movimiento oscilante de las llamas de las velas, el tic tac del reloj, el sonido de pasos de Mrs. H en el piso inferior, Lady y Garry, o debía decir el demonio y la bestia, todo se detuvo de repente, congelándose en el tiempo. El corazón golpeaba con furia en mi pecho, acelerado por la cantidad de magia que aquel hechizo de alto rango de la Orden del Fénix requería, pero sobreponiéndome a ello avancé hasta ellos para inyectarles una mezcla de veritaserum y poción escalofriante, una peligrosa combinación que yo había probado no mucho tiempo atrás en mi propio cuerpo.

Apenas tuve tiempo de volver a colocar los viales de poción en la gabardina cuando el efecto del titempos fue imposible de prolongar y el tiempo volvió a ponerse en marcha. Habían sido solo segundos, pero caí de rodillas nuevamente débil por la cantidad de magia usada. Sin embargo, ellos no serían capaces de verme así, sino que en su lugar mi imagen les mostraría su mayor temor, reclamándoles que reveleran sus verdaderas intenciones, que hablaran con la verdad.

[Hessenordwood Crouch]

En el consultorio

@ & Mephisto(?)

 

Se está preguntando qué clase de magia puede llegar a hacer Evans para controlar la situación, aun siente el cosquilleo desagradable de la poción matalobos, pero apenas es perceptible sobre toda esa adrenalina que es capaz de sentir en el cuerpo del mago “ que curioso” era como si al fin estuvieran de acuerdo en lo mismo. Escuchaba a Bel a sus espaldas, pero jamás despególa mirada de las desafiantes esmeraldas que tenía enfrente y que lo miraban con furia, sabe que no debe hacerlo enfurecer más, su objetivo es solo hacer el tiempo suficiente para que ella pueda confrontar al demonio, Bel y Garry serian su apoyo y cuidarían de ella todo el tiempo, era algo como eso lo que Ollivander le ha contado.

 

El canto del Fénix que la sanadora había invocado con haz de luces conseguía desequilibrarlo un poco, pero también incrementaba furioso el agarre que tenía sobre el cuerpo de la muchacha, aquel cantar era molesto, lo reconocía de batallas que ha librado apenas en otras ocasiones saliendo difícilmente con vida durante aquellas noches cuando la forma de su cuerpo no es la del mago. Se esfuerza demasiado por no querer ladrar a la imagen de la bella ave.

 

Sin esperárselo la cara de la pelirroja se ablandó, mostrándose desorientada y algo asustada. Se sintió descolocado nuevamente y rápido se apuró en aflojar solo un poco el agarre. Finalmente comprendía bien a que se refería el mago con necesitarlo, después de todo ni su esencia más cercana con Garry es capaz de llevar sus sentidos a flor de piel, no como cuando tiene esta oportunidad, ciertamente el cuerpo del mago era limitante, pero ya había liado con esos límites antes, solo era cuestión de adaptarse una vez más. Sujetando nuevamente con la fuerza anterior aferraba al cuerpo del hechicero a mantenerse en su butaca, y deliberadamente olisqueó ansioso la piel blanca de la mujer.

 

-No estoy seguro- murmuraba para el mismo. Mephisto era un demonio muy astuto y Garry no estaba ahí para ayudarlo en esta ocasión, sin poder hacer magia aun, tendría que confiarse de la compañera del hombre, giró entonces su atención una vez más a Bel -¿Puedes asegurarte de que sea ella?- preguntó algo más tranquilo, mostrándose bastante más humano, no sabía que tanto hacia ella, pero después de haberse confrontado a la sanadora, de ver el modo en el que prevenía su llegada con la poción matalobos dentro de la pócima para dormir, tiene seguro que no se quedará sin hacer nada -Lo siento, aun apestas a azufre, mi señor- el licántropo sonrió abiertamente y se esforzó por forzar aún más el agarre al delgado cuerpo de la mujer.

 

Evans, para sorpresa del licántropo, respondió del modo más inusual al demonio, consiguiendo arrancarle una risa lobuna.

 

En un pestañeo del cual la criatura siente que ha pasado más tiempo del que ha sido, puede perder rápidamente la fuerza sintiéndose distraído por todo aquello que cambia en la habitación; todo de pronto está lleno de ramas que crecen a una velocidad increíble y cubren todo conforme avanzan cerrando cualquier vano a su paso, apenas se da cuenta de que no existe más una puerta ni ventana por donde escapar, Mephisto no está más ahí en el cuerpo de la muchacha ni tampoco está la sanadora, su respiración consigue agitarse cuando de pronto todo es una oscuridad tenue, sin ninguna corriente de aire, sin ningún rayo de luz, sin nadie más a su alrededor.

 

-¿Garry?- llama de pronto tratando de incorporarse en las largas piernas del hombre, pero es en ese instante que se ha dado cuenta de que su cuerpo es otra vez el de la criatura y no el del hombre, lo mucho que es complicado solo sostenerse en dos de sus patas lo hace caer al suelo -Sácame de aquí, querido, vamos- no obtiene una respuesta y entonces una desesperación inhumana paraliza su cuerpo.

 

Estaba siendo encerrado en aquel lugar para siempre.

 

Plano astral

@

 

A sus espaldas nuevamente estaba aquella mansión lúgubre, Garry giró tras el gesto de la Luxure, el modo en el que ella dominaba aquel plano denotaba una gran habilidad por su parte, si aún permanecían en ese lugar era solo porque ella aun así lo quería, involuntariamente o no, la mente de Lady parecía aferrarse a aquel sitio. Sin embargo, presa aun de sus temores era fácil de pensar que era el miedo aun lo que nublaba su mente, era quizá por eso que nuevamente aparecían dentro de aquel recuerdo que tanto temor le causaba, pero “no”, negó para sí mismo, no era que ella dejara que el miedo la consumiera, estaba siendo demasiado audaz al enfrentarse a aquellos recuerdos en lugar de huir de ellos.

 

Todo a partir de ahora podía o no ser la conciencia misma de la mujer, el mago, a pasos veloces, dejaba de tener control sobre aquel plano.

 

Curioso por saber a dónde quiere llegar con este recuerdo otra vez, Ollivander sigue los pasos nada lentos de la mujer por el interior de la mansión, el detalle ahí dentro era increíble, era todo tan real que las maderas bajo los pies de ellos algunas rechinaban tras sus pisadas. A pesar de ello, había aun cosas que no tenía forma concreta, como los cuadros colgados en los muros, Garry no sabría decir si eran retratos familiares o solo pinturas de paisajes, parecía que alguien se hubiera esforzado por borrar la pintura y el color de todos ellos.

 

-¿Por qué seguimos aquí?- preguntó a Lady, antes de que ella cruzara por la última puerta frente a ellos -Debemos volver a donde está tu hijo…- apenas toma del brazo a Luxure, tratando de detener su avance al interior de la habitación.

 

[Malum Luxure]

El demonio con @ y la bestia(?

 

La sanadora era sumamente inteligente pues había notado mi plan por insignificante detalle que no tuve en cuenta, aún así mi mente no se detenía buscaría la manera de que la bestia se ponga de mi lado. Todo lo que sucedió me tomo levemente por sorpresa pero los dejaría seguir a ver que tan lejos llegaban...ellos no saben la magnitud de mi alcance, seria un juego que me va a gustar jugar.

 

-Ayúdame...sácame de aquí-.Susurro usando la voz de la demonio con un tono algo aniñado.-Te daré lo que más desees-.Sus ojos parecían sinceros.

 

Su plan estaba en marcha otra vez, sólo espera que la sanadora no lo echará a perder...sentía algo diferente pero que seria en concreto comprobar que era.

 

-Ya no quiero...tengo miedo-.Intentaba usar las armas disponibles en la mujer.

 

El cuerpo frágil podría mover mucho más que toda la hostilidad que el ser oscuro quisiera desplegar...usaría su inteligencia antes que su boca.

 

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Lady con @ en el plano astral

 

El detective me detuvo un momento antes de cruzar la ultima puerta de aquella mansión...yo debería liberar mi mente.

 

-Justamente por mi cachorrito es esto...el pretende dominar mi mente!

Que olvide a mi hijo-.Suspire angustiada pero no menos firme.-Yo debo matarlo aquí entonces no podrá intentar encontrarme otra vez-.Sentencie.

 

Respire hondo debía afrontar mi peor recuerdo y vencer entonces podría volver a retomar el control de mi vida, mi cuerpo y mi mente.

 

-Lamento que deba ver esto detective-.Y entre en la habitación entregandome al dolor que ello implicaba

 

La escena en esencia era horrible, él monstruo tomaba la inocencia de la joven de una manera brutal, mi cuerpo astral se detuvo y fue como un mar de golpes libres, mientras sentía mis propios gritos sabia que tendría que actuar así que me tire sobre ese Mefisto sin medir consecuencias

 

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[Rory Despard]

La sanadora

En el consultorio con @ y @

¿Que tanto había cambiado la situación? Era el momento de comprobarlo. Dentro de mí misma, el hecho de haberme sentido súbitamente "alida" de aquel lado bestial de Garry me generaba no pocas confusiones. Sobre todo por el hecho de querer saber más de él, de conocerle.

Entonces lo vi girar la cabeza confundido, mostrando signos evidentes de que no ve más el escenario que está frente a sus ojos sino el que su mente le está induciendo, su temor. Con pasos cortos me acerqué entonces, olvidando de pronto que el hacerlo solo intensificaría su miedo. Él reaccionó llamando a Garry en voz alta, se intentó incorporar, pero de una forma tan burda que resultó inútil, como si el cuerpo mismo se negara a responderle.

- ¿Quién eres?- empezar preguntándole su nombre era lo único que se me ocurría para dejar de pensarlo como una criatura cualquiera y en cambio asumir que esa parte de mi niño tonto también era única y especial- ¿Por qué dañas lo que Garry valora?

Muy probablemente él no estaría de acuerdo con esa afirmación, pero por eso era tan necesario escuchar lo que tenía para decir. Ya en ese punto, incluso teniendo claro que la misión era la integridad de Lady por encima de todo, para solucionar el caso, no podía dejar de pensar (talvez con algo de mezquindad) que no podía desaprovechar la oportunidad de indagar un poco más y de forma directa con ese lado de él del que tenía más dudas que certezas.

Él me observó unos instantes ¿sería que le había alcanzado mi voz por encima de la pesadilla que le mostraba su mente? pero entonces volvió a centrar su atención en Lady. Solo entonces noté que la mujer no había tenido reacción alguna en ese tiempo que pudiera dar a pensar que visionase un escenario terrorífico, y al contrario, susurraba palabras al oído de la bestia, palabras imposibles de oír.

¿Tratos? ¿amenazas? Momentos atrás lo había intentado pero él no había caído ¿pero y si ahora la poca confianza que momentáneamente habíamos tenido se había roto por los efectos de la poción?

- No es ella, recuérdalo, es otra cosa, un monstruo- balbuceé con el temor creciente de que las cosas estaban escapando a mi control- no tiene el poder para darte lo que desees.

El fénix se posó en mi hombro en ese momento y una vez más cantó, pero el miedo no se esfumó de mi corazón. Ni el canto de él, ni tampoco la mezcla de las pociones habían hecho mella en lo que sea que intentaba apoderarse de Lady ¿tan fuerte podía ser ese ente? ¿qué más podía hacer ya? ¿Tenía que rendirme ante el hecho y admitir que había tocado mi límite?

El solo imaginar ese escenario me provocó un escalofrío, y cerrando los ojos, rogué porque la bestia, así solo fuera una vez más, confiara en mí.

[Hessenordwood Crouch]

En el consultorio

@

Sus feas garras rasguñan frenéticamente su rostro en un intento salvaje para aliviar el miedo que invadía al ser nocturno, sin embargo, siente que no puede moverse más allá de donde se encuentra en esa habitación sin salida, paralizado aún, sus pies parecen estar cimbrados al suelo y todo su cuerpo tiembla estremeciéndose con cada pensamiento de soledad y estreches con la que sufre la criatura. Muy al fondo de ese cuarto puede escuchar un susurro hablándole, con eso detiene el modo en el que se hace daño a sí mismo, no está consiguiendo saber de qué se trata todo esto “maldición” ¿Por qué no está el muchacho para decírselo? Con un fuerte ladrido desquita toda esa frustración que petrificaba su cuerpo hasta entonces haciéndolo caer nuevamente sobre sus cuatro patas.

 

-¿Tu que sabes de él?- comenzó a contestar sin levantar la vista del suelo, aun temblando por lo difícil que era dominarse a sí mismo, sus largas garras se clavaban en el suelo y dejaban largas y profundas marcas llenas de enojo -¿Tu que sabes que es lo que él más valora?- su voz es tan fea y áspera que parece un gruñido que lastima, no, a él jamás le importó salvar a la doncella, no le importó el desagradable encuentro con Bel Evans, tampoco lo hacia la trivial vida de los humanos, pero ¿Por qué lo había hecho entonces? Lentamente levantó la vista, su semblante radicalmente era más sereno y encaró a la figura de la sanadora que se materializó frente a él -Yo estoy en sus días y noches, estoy cuando él es feliz, cuando está triste, si algo lo lastima o se encuentra perdido yo estoy- es una fea y larga sonrisa la que lentamente se dibuja -Cuando estás tú o no lo estás yo siempre, si él lo piensa yo también, si yo lo hago él igual, querida, yo soy Grelliam…- aquellas falsas respiraciones se convirtieron en una carcajada maliciosa que hacía retumbar estrepitosamente cada muro en esa habitación.

 

De las paredes del cuarto se desprendían a puños todas esas ramas que obstruían el consultorio, con cada ruido que proviene de la criatura. La risa es cada vez más fuerte y repugnante que rápidamente lo deja sin aliento hundiendo nuevamente el rostro en su pecho. Y lo intenta de nuevo, rasguñando la madera bajo sus patas consigue ponerse nuevamente de pie (dos patas) solo para mostrarse varios metros más altos que la mujer, ¿Por qué le tendría él miedo a alguien tan insignificante como una humana? Sin embargo, aún se sentía demasiado acabado, el temblor en sus manos no paraba y solo podía pensar en lo terrible que era esa sensación que le causaba el no estar con Garry.

 

-Él no me dejaría aquí- susurra para sí mismo entre maldiciones y gruñidos temblorosos -Él no…- su respiración es tan ruidosa que casi pareciera que saca su alma en ella, los movimientos erráticos no hacen más que aparentar una imagen más horrible de la que ya es. Y es entonces tan molesto escuchar la voz de ambas mujeres, aquellas que solo se interponen entre él y el mago, y siente que las odia, que poco a poco el miedo es remplazado por una furia inhumana que nubla todo pensamiento racional, todo otro sentimiento.

 

Sin esperarlo, una sola lágrima cae por la mejilla del hombre, aquella es tan fría y triste que saca de golpe a la criatura de su alucinación de miedo con un fuerte estallido.

 

Sintiéndose que el consultorio de Baker giraba velozmente a su alrededor, el cuerpo del hombre se tambalea bruscamente y cae de nuevo sobre sus rodillas huesudas llevándose ambas manos a la melenuda cabellera del hombre (en un intento de cesar el mareo) dándose cuenta de que es otra vez él, o mejor dicho, que nunca había dejado de serlo, no había cambiado de forma.

La larga y torcida sonrisa una vez más se pinta blanca y filosa en su rostro cuando la voz de la pelirroja nuevamente se coló en su oído gélidamente.

 

-Si, yo cuidare de usted, mi señora- habló de pronto en dirección de donde provenía aquel susurro tan dulce y al mismo tiempo seductor, que lo embriagaba con esa suave voz de doncella y hacia hervir de furia la sangre del hombre. El demonio era terriblemente influyente -Yo sé bien lo que tengo que hacer- se tambalea un poco aun arrodillado a los pies de Evans -Usted no se preocupe, y confié en mi- levantó la vista de brillantes heterocromos y observó fijamente a la sanadora. No necesita a Garry para saber que es inútil atacar al demonio, no sería capaz de conjurar ni siquiera un encantamiento, y no es tonto como para rechazar el poder que es capaz de conseguir del demonio, después de todo, en aquella habitación su presencia era algo más excitante -No me pierda de vista, mire como atrapo a su presa…solo…en un intento…

 

Con el ruido más extraño, una mezcla del grito de un hombre y el ladrido de un can, Ollivander se arrastró velozmente sobre el cuerpo de Bel, alcanzando en el trayecto la varita de la sanadora y apuntó directo a su pecho, atrapando a Evans entre sus brazos que claramente habían recuperado el dominio en el cuerpo del hombre. Toda esa fuerza que había invertido en detener al cuerpo de Lady ahora la invertía sobre la sanadora, siendo capaz de inmovilizar sus brazos con una sola mano, claro, mucho tenía que ver el mal estado que la hechicera presentaba, eso había hecho la cosa más fácil.

 

-Estas muy débil querida… ¿viste? Solo fue un intento- exhaló largamente en el oído de Evans e hiso ese gesto con ella que ya había hecho antes, apretó un agarre del cuello de ella y lamió a lo largo del mentón hasta volver a su oreja -Siempre hay que derribar al primer intento- volvía a susurrar en el oído de la sanadora -Entonces ¿Te sientes con suerte...querida?

 

El plano astral

@

De pronto Lady hiso lo último que Ollivander se habría podido imaginar, no daba crédito a lo que enfrentaba a hora. Él habría tratado de tomarla del brazo y detenerla, pero solo fue capaz de sentir la piel suave de la demonio escapándosele de las manos. Solo un segundo le había costado reponerse y rápidamente corrió tras la pelirroja aun bastante incrédulo por lo que estaba pasando.

 

Garry se acercó a la muchachita del recuerdo que aún temblaba en la cama -Tranquila querida- la envolvió rápidamente entre sábanas limpias con dificultad ya que la mujer no dejaba de gritar asustada con los ojos fuertemente cerrados e impidiendo, con toda la fuerza de la que era capaz, que el mago la tocara. Una de sus filosas manos alcanzó la cara del mago rasguñando su rostro astral con una profunda herida que no tardó en sangrar -Tranquila querida, ya ha pasado, te has hecho cargo de él- apenas mascullaba Ollivander mientras se las ingeniaba para terminar de envolver en la sábana a la joven semidesnuda y dirigió su atención a Lady que forcejeaba aun con el demonio.

 

Limpió con el dorso de su mano la gota de sangre platinada que corrió por ella, esto era malo, ya podía sentir el ardor en su cara que solo podía significar que se estaban alejando demasiado de sus cuerpos reales, no podían permanecer ahí más tiempo o podrían perderse para siempre en aquel plano infinito. Con largas zancadas llegó sin problema hasta el demonio para quitarlo de encima de Lady, se forcejeó un tanto con él hasta que logró derribarlo en un rincón, era lo increíblemente débil que se sentía sin la presencia de la criatura.

 

-Eres débil demonio- Ollivander habló entre respiraciones cortadas -Por qué ahora estas a la merced de Luxure- se acercó a la figura del otro y con ambas manos empujó al demonio contra el muro -Y ella aquí, puede hacer de ti lo que quiera…- le sonrió al demonio esperando a que Lady por fin diera su último movimiento.

 

Realmente no se había imaginado que pensaba Lady al atacar al demonio de esa manera, sin embargo, creyó entenderlo solo un poco cuando intentó ayudar a la chica que temblaba aun en cama, aquello era el miedo y la ira en su máxima expresión, pero ¿no era eso lo que alimentaba a Mephisto? ¿No era conocido por sembrar odio en los corazones de los hombres?

 

-Querida- aun forcejea con el demonio, sabe que su cuerpo es débil por que sus fuerzas ahora se encuentran dividas en los planos, no es que Garry pueda con él realmente, Garry no es un hombre fuerte -Se que le va a costar creérmelo, pero debes ser usted la que deje ir al demonio, es su odio y repulsión lo que hace encontrarle y volver a buscarla, debe dejarlo Lady- no sabe si ella pueda entenderlo -Sé que debe ser difícil, pero piense que dentro de usted hay un ser que fue procreado del modo más cruel, pero que solo usted puede cambiar su destino, el destino que el demonio amenaza para él, es el lazo que hay entre ustedes lo único que Mephisto no puede tocar.

 

No sabía que era lo que ella estaba pensando ahora, pero la gota de sangre que volvía a brotar en la mejilla de Garry por el forcejeo con el demonio era una señal de que las cosas no iban tan bien en el consultorio “perro tonto, ¿no puedes hacer una cosa bien?” Se dirigió esta ves a la pelirroja, esperando tener una respuesta pronta.

 

-Váyanse Lady- su tono era suave entre respiración forzada -Él solo la está entreteniendo aquí, ¿Qué no ve que su hijo no está en este lugar? - señalo el vientre plano de la muchacha -Cambiar las cosas aquí no hará que cambien afuera. Alexander está contigo, allá en la vida real, ¡ahí es donde debes ir!- el demonio nuevamente trataba de levantarse, le costaba creer al mago lo mucho que podía sentir el recuerdo de Lady, tan vivo, tan real, “vaya cosa son los demonios” pensaba Garry mientras se le dejo ir una vez más arrastrándolo hasta un muro donde azotaron con fuerza -Lady, ve…- dijo un poco más desanimado.

 

[Malum Luxure]

~El demonio, la bestia con @~

 

Aquel me había soltado parecía que mi plan iba bastante rápido, si él me ayudaba podría tener lo que más deseaba en mis manos pronto, no era un mal aliado me gusta su fuerza de voluntad...la sanadora solo seria una víctima...nuestra víctima.

 

-Que deseas...-.Pregunté coqueto, estaba usando los encantos femeninos y eso era divertido

 

Logre incorporarme del sofá mientras lo miraba tomar el control sobre la dama que se encontraba en un estado de debilidad bastante notorio.

 

-Grelliam-.Llame suavemente mientras una pequeña sonrisa se asomaba en mis labios.-Quieres su vida?...tú libertad?...pidelo-.Una vez más intentaba reafirmar si estaba de mi lado.

 

Podía sentir que me quedaba sin tiempo, solo necesitaba el dato certero y luego volvería como yo mismo...a llevarme lo mio y destrozar el resto.

 

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<~Lady con @ en el plano astral~>

 

No había pensado que hacía solo fui a por él...necesitaba matarlo, borrar esa marca que me había dejado, yo sabia que había podrido mi vida pero me había dado sin duda la razón más valiosa para seguir respirando.

 

-Maldito seas Mefisto...no me encontrarás y mucho menos vas a poner tus manos en mi cachorrito-.Luchaba con él.

 

El detective me decía tantas verdades que también las sentía golpear todo mi ser...el seguía luchando al igual que yo, podía sentir el cuerpo más pesado y el llanto sobre la cama...todo había vuelto a mi, aquellos tres años de torturas, juegos sádicos y demás...debía calmar mi odio, mis miedos, dejar el trauma.

 

-No puedo Garry-.Me negué a irme

 

El joven Ollivander volvía a arremeter con lo que podía contra el demonio, yo lo sabía ya...Alexander no estaba aquí conmigo pero ya estaba con ella en su más mínima expresión, entonces lo decidí mientas el detective lo detenía mi mano derecha paso sobre su hombro con las uñas en formas de zarpas atravesaron su rostro destrozando sus perfectas facciones, las retire en un ágil movimiento y desprendi la cabeza de su cuerpo provocando que se desvaneciera.

 

-Ahora si esto lista para irme...comprendo que mi hijo me necesita-.Mire al detective y luego a la versión joven de mi misma, yendo a ella la fusione conmigo.-Esto a terminado por ahora-.Mi voz sonó calma.-El verdadero Mefisto no será tan fácil...pero eso ya es otro tema.-.Sonreí levemente.

 

Esperaba que él me indicará que hacer, estaba ansiosa por volver a sentir a mi hijo...y esperar su llegada a este torcido mundo.

 

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[Hessenordwood Crouch]

El consultorio

@

 

La criatura podía escuchar en aquellos oídos nada útiles del mago, la vos ambiciosa del demonio escondida entre la seducción femenina con la que lo llamaba. Sus palabras consiguieron que de pronto la criatura titubeara de nuevo, ¿Qué era lo que él quería? Con los ojos clavados sobre el rostro de Evans se lo está preguntando, era como si nunca lo hubiera pensado porque nunca antes había tenido la oportunidad de escoger, así mismo como Garry cuando se trataba de él, el solo llegaba sin preguntar, sin dejarle una elección, pero a diferencia de la criatura el hombre habría decidido no importarle, y pretendía vivir su vida como si su presencia ahí fuera tan común como respirar.

 

“Agg, pero que molesto” lo era el no saber qué es lo que quería, porque toda su vaga existencia sentía saberlo y ahora que tiene la oportunidad se le está escapando vertiginosamente de las manos. La criatura apretó con los largos dedos el agarre con el que detenía a la sanadora, podía hacer esto más fácil, podía solo irse, dejarla con el demonio y que ellas terminaran por destruirse mutuamente, pero no, él se queda ahí, esperando para ver en que termina esto, sin siquiera interesarle ninguna de las dos fracciones.

 

Entonces el demonio lo vuelve a llamar, esta vez por el nombre que comparte con el hombre y que ha hecho más de su propiedad. El rostro humano poco a poco se vuelve más salvaje, puede sentirse tan lejos de Garry, que él está seguro de que al demonio no le costará absolutamente nada regalarle su libertad, incluso siente que es algo que, si con suerte Garry no se da prisa, él mismo puede conseguir. No, entonces no, él quiere algo más difícil, algo que le cueste al demonio dárselo, quiere algo que de verdad valga. Aquello debe ser algo tan suyo, que no puede ser tan fácil.

 

-La quiero a ella, mi señor, la quiero solo para mí- murmuró apenas mostrándole un gesto de repulsión a Evans, pero que el demonio no era capaz de ver. Aun sostiene la varita de Bel en contra de su cuello, suave y lento, como una caricia, la hace descender por el torso de Evans deteniéndose a hacer presión en algunas partes de su cuerpo para conseguir una reacción negativa por parte de ella y que a él le divierte verlo -Y lo quiero a usted a mis pies- el trayecto de la varita ha terminado sobre el puño de la sanadora en un movimiento rápido entregándosela devuelta a su dueño, solo para después hacerse a un lado y dejar que Evans ataque al cuerpo humano de un confiado espectro.

 

Lo que él quiere, lo que de verdad desea, ni Evans ni el demonio Mephisto se lo pueden dar.

 

El plano astral

@

 

Aun se encontraba sorprendentemente agitado, respirando con dificultad mientras es capaz de escuchar las últimas palabras que Lady le dedica, se incorpora de su mala postura una vez que Lady termina con el demonio, en Garry crese una extraña sensación de angustia y pesadez al ver la facilidad en la que la pelirroja se deshace del demonio, él aún puede pensar que las cosas no están del todo claras en la mente de Luxure, pero que al menos ya han conseguido dar un avance, uno verdaderamente grande.

 

-Para volver debe usted estar en calma, porque el miedo es lo que la aferra a este lugar- explica tranquilo aun con voz entrecortada, es increíble lo cansado que ha quedado su cuerpo astral tras aquel esfuerzo que ha hecho contra el demonio -Haga usted un recuerdo o pensamiento sano, uno que amortigüe sus temores, uno que, aunque sea falso, esté lleno de anhelo- él confía en que ella lo conseguirá pronto, se siente cautivado por el dominio que Luxure ha demostrado tener dentro de este plano, a pesar de todos estos obstáculos que les ha impedido volver, Ollivander piensa que solo eran un reflejo de lo que ella quería ver, por ese deseo de Lady de terminar con el demonio aquí.

 

Garry se adelantó un par de pasos más acercándose a la pelirroja, su mirada era blanda con ella mientras le observaba detenidamente, la piel de la mujer es aún tan joven, tan clara y suave que podría causar envidias, sus ojos rojos aun brillan como en la vida allá afuera, pero ya no tienen ese temblor característico de duda como en su llegada al consultorio, y ese cabello rojo que a Ollivander impresiona tanto, que se ondea suave y acaricia el rostro de la mujer, toda ella parece como la llama de un fuego que respira sereno, pero que es tan letal si intentas tocarlo, porque nadie es capaz de manipularlo por completo, que es inestable si se perturba, pero que sabe de lo que es capaz de hacer, y tiene la suficiencia de acabar con todo a su paso sin consideración si pierde el control de ella misma.

 

"Sería tan sencillo caer ante tanta belleza"

 

Con ese pensamiento se pregunta si no es Mephisto el que se encuentra en problemas ahora.

 

-Yo me quedare hasta asegurarme de que usted esté de regreso- el escenario a su alrededor vuelve a cambiar, un recuerdo de él tal vez o posiblemente de ella, seguramente Lady lo ha vuelto a conseguir, porque no necesita de mucho más tiempo para saber que están de vuelta en un silencioso consultorio, todo muy ajeno a lo que está pasando en la realidad.

 

[Rory Despard]

La sanadora

En el consultorio con @ y @

El efecto del felix felicis aun permanece y quizá solo eso sea lo que impide que en ese mismo instante retroceda aterrorizada ante la figura de la bestia, cuya voz grave resuena en toda la habitación. Su enfado trasluce en cada palabra y también los rastros de su orgullo herido, demasiado empeñado en que me quede claro que nada de lo que puedo haber vivido con Garry se comparará nunca con los recuerdos que ambos mantienen, recuerdos de dos almas disímiles que sin embargo están atadas en un solo cuerpo.

Grelliam, el nombre "oficial" de Garry es ni más ni menos el que él ha hecho suyo. Aun preso de las alucinaciones de la poción escalofriante, solo comienza a hacerse daño, luchando contra aquellos enemigos invisibles, lo que me obliga a pensar en un par de episkey que puedan curarle las heridas que se autoinflinge, de las que en cierta medida soy responsable. Tumbado de rodillas en el suelo, con las manos en la cabeza, su figura resulta tan lastimera, que sin pensármelo, comienzo a extender el brazo, con el único objetivo de posar la mano un instante sobre su desigual cabellera. Los susurros entre él y Lady se han intensificado y aun soy incapaz de oírlos, pero cuando estoy a punto de tocarlo, noto su mirada absorta en mí, y leo en sus labios la palabra "presa" en medio de no pocas sonrisas que muestran sus filosos colmillos.

"Va atacarme", estoy segura de eso, pero ya es muy tarde para idear una estrategia, puesto que Grelliam se ha lanzado sobre mí con la misma ferocidad de la primera vez, y con la precaución de despojarme de mi varita en el proceso. El golpeteo a la altura de las sienes se intensifica mientras siento sus manos que con brusquedad han vuelto a inmovilizarme, para hacer sobre mi cuerpo el tipo de cosas que Garry jamás haría. Sin embargo, una sola diferencia transforma el panorama por completo. Y es que ni siquiera con toda esa ferocidad puedo volver a verlo como un monstruo desalmado, por causa de saber ahora que incluso él es una criatura con hondas contradicciones, sumido en tal oscuridad que ni siquiera la bondad del hombre con quien comparte cuerpo ha podido salvarlo.

- Solo un poco de suerte querido, siento que deberíamos vernos más seguido ¿sabes?- respondo entornando la mirada, bastante consciente de que Lady, o mejor dicho el demonio dentro de ella está sumamente atento a nuestros movimientos.

Ella se ha incorporado del sofá para arremeter nuevamente con su deliciosa voz, solo que esta vez, la cercanía a él hace que pueda escuchar la conversación que sostienen. Es notorio como su dulzura encubre intenciones que claramente no son de nadie más que del demonio que intenta hacerse con el precioso cuerpo de la joven, y sin embargo, eso no parece molestar a Grelliam que movido por esas palabras, aprieta solo un poco más la presión sobre mis muñecas, hasta que casi contra mi voluntad, un débil gemido de dolor escapa, en el tono suficiente como para notar en sus ojos cierta satisfacción.

- No necesitas de él- aun sin el poder de persuasión conmigo, intento que comprenda esas pocas palabras, pero en el momento que el demonio se dirige una vez más a él, prometiéndole todas esas cosas con las que no tengo forma de competir, soy consciente de mi derrota. Más todavía cuando escucho su petición.

- Tú no me quieres, no quieres a nadie más que a ti mismo maldit...

Las palabras se atoran en mi garganta, paralizada por su siguiente acción ¿que más quería de mí aquel sujeto? No dejo de observarlo fijamente, incluso mientras desliza mi varita desde el cuello hacia la espalda, en un sinuoso movimiento que de repente consigue excitarme y hacerme sentir avergonzada a la vez. ¿Es esa la clase de sumisión que espera de mí? ¿es la forma como se ha propuesto doblegarme? las preguntas quedan flotando sin respuesta, hasta que finalmente, el recorrido de la varita termina en mi puño, y aunque me lleva segundos captar lo que está haciendo, no dudo en aceptar el "presente" sin atisbo alguno de dudo, y lanzando un desmaius al débil cuerpo de Lady, lo veo caer insconsciente sobre el suelo del consultorio.

- No quería usar, esta violencia, pero ya he agotado todas las vías- murmuro descorazonada ante la imagen de la joven.

Un segundo hechizo sale de mi varita, esta vez un petrificus totalus que inmoviliza el cuerpo de Lady por completo. La medida sin embargo solo es provisional para un plan mejor, un plan que se ha colado en mi mente en medio de aquellas contradictorias sensaciones que Grelliam me despierta.

- No tengo idea de lo que ahora mismo deseas, pero...sin tu ayuda sellar a este demonio será imposible.

¿Sería que podía una última vez confiar en él?