Metamorfomagia

[Cillian Haughton]

Suspiró.

No tenía porque prestarle atención a aquel chico, no le importaba realmente nada sobre él así que se dedicó simplemente a seguir las instrucciones de la Arcana. Dejó la taza sobre la mesa y la siguió hasta la habitación contigua donde les pidió tanto a Alyssa como a Cillian que se situaran frente a alguno de los espejos mientras le dedicaba unas últimas palabras a Azrael quien, a pesar de que intentaba no prestarle atención, continuaba molestándolo con sus respuestas. ¿Realmente esperaba conseguir algo con esa actitud?

Cillian se situó frente al espejo más cercano, no tenía ni idea de que debía hacer. ¿Podría acaso cambiar un algo más de su aspecto? Por años se había concentrado solo en mantenerse rubio, no por que no le gustase, tal y como preguntaba la Arcana si no porque sabía bien que las personas blancas y rubias siempre terminaban consiguiendo lo mejor en el mundo. Se acercó un poco más al espejo sin prestar real atención a lo que Alyssa hacia frente al suyo y comenzó a pensar en lo que quería.

¿De verdad quería cambiar? Cillian estaba conforme consigo mismo de alguna forma, salvo el color de su cabello. Pero... ¿por qué no lo intentaba aunque fue por diversión? Y fue entonces que lo supo y sí, todo fue gracias a Alyssa quien parecía estar cambiando su aspecto para tomar el de la antigua Ministra de Magia.

Así qué, ¿por qué no? Cillian no sabía que había bajo las ropas de Rory, eso gracias a que Luna había mermado su intento, pero conocía bien su rostro y la forma de su cuerpo. Así que se concentró primero en cambiar el color de su cabello al rojo que tanto caracterizaba al reverendo y después comenzó a intentar hacer pequeños cambios en la forma de su rostro, le costaba bastante a decir verdad, pero con un poco de esfuerzo logró que su rostro se pareciera aunque fuera un poco al de Rory.

Lo último en sumar a su transformación fueron las pecas, las cuales le dieron un toque bastante interesante al intento de Cillian de tomar el aspecto de Rory. Cillian no había logrado cambiar el color de sus ojos y aunque sabía que su cambio estaba a años luz de ser perfecto, por lo menos había logrado ir un poco más allá.

— ¿Y ahora qué? — Inquirió a la Arcana —. ¿Cuál es el siguiente paso?

[Amara Majlis]

El ambiente que se había formado en el lugar se caracterizaba por una ambivalencia evidente al tener por un lado a dos estudiantes cuyos objetivos eran claramente los de superarse y continuar su formación mientras que por el otro lado se encontraba un mago cuyas intenciones seguían inciertas ¿realmente deseaba aprender? Si tanto se vanagloriaba de inteligencia y maestría ¿por qué seguía ahí? A Amara que siempre le había costado trabajo ser una buena anfitriona, estaba a punto de echar al egipcio por la puerta y no permitir nunca más su ingreso. Sin embargo ella era más paciente, más inteligente y sobre todo más sabia, no se rebajaría al mismo juego después de todo ella era la que tenía la batuta y la única a la que aquellos aprendices deberían obedecer.

-Querido Azrael, te lo dije una vez y te lo dijo yo ahora, aquí a nadie le interesa ser tu amigo y créeme que lo que yo más deseo en este momento es dejar de ver tu rostro - dijo sonriendo al egipcio, si él no era capaz de respetar el espacio de los demás así como sus enseñanzas, ella tampoco tenía porque respetar que él no deseaba ser tuteado - sin embargo si tú no tienes la suficiente capacidad para decir si estás o no listo para tu prueba da a entender que efectivamente no lo estás, así que ¿por qué no nos sorprendes con las habilidades que tanto presumes? - dijo mientras le permitía usar uno de los espejos - quiero ver hasta dónde llegan los límites de tu poder, transfórmate en alguien más, lo que sea pero que no tenga tu rostro.

Acto seguido dejó de prestarle atención y prefirió ver a los demás quienes daban su mayor esfuerzo para cambiar la forma de su cara. En primer lugar estaba aquella pelirroja quien logró transformar su cabello en lila e incluso modificar el color de sus ojos. La arcana sonrió pues de alguna manera le recordó sus años de estudiante cuando apenas podía cambiar su cabello. A diferencia del anterior estudiante ella se mostraba más participativa, seguramente lograría un gran avance con el impulso adecuado.

-Interesante elección, la anterior ministra posiblemente se mostraría paranoica si se enterase que la has intentando imitar, lograste modificar el color de tu cabello e incluso el color de tus ojos - dijo mientras se miraba en el mismo espejo que su estudiante y trataba de acomodarse el cabello - ahora quiero que vayas más allá, si bien los ojos y el cabello es lo primero en lo que la gente se fija, la parte esencial del rostro, aquello que puede cambiar la forma total de una cara es la forma de la nariz. Algunas personas tienen una nariz muy grande pero al momento de modificarla el rostro también cambia. Una vez que te concentres en eso sigue por los labios y el mentón, mientras más recuerdes los detalles mejor será para ti.

La arcana comprendía que era muy difícil pedir tanto esfuerzo en la primera sesión pero tenía muchas expectativas en ella y sabía que lograría superarse. Finalmente llegó con el rubio teñido quien irónicamente se intentaba transformar en el actual ministro de magia. En su caso también pudo modificar el color de su cabello e incluso pudo agregar pecas a su rostro aunque el color de los ojos distaba mucho de ser los del sacerdote. Amara también sonrió y se le acercó al chico sin dejar de mirarse en el espejo.

-Tu caso es similar al de tu compañera, puedes incluso agregar detalles como pecas pero procura no excederte, para que parezcan detalles totalmente naturales - seguía mirándose en el espejo y comenzó a parpadear varias veces, en cada parpadeo sus ojos cambiaban de color, de café a azul, de azul a verde, de verde a rojos - para cambiar el color de tus ojos, y de cualquier parte de tu cuerpo, solo tienes que pensarlo, los detalles son importantes y la concentración es esencial pero una vez que lo logras, podrás hacer el cambio en cuestión de instantes. De igual manera quiero que lo intentes de nuevo, piensa en algo que tenga el mismo color que Despard y luego piensa en tus ojos, mientras más asocies los colores con lo que te gusta, más fácil será poder imitarlo.

Amara estaba feliz le fascinaba transmitir sus conocimientos y ver gente comprometida con la habilidad que enseñaba, había pasado ya más de un centenar de años perfeccionándola y ahora buscaba la manera de pasar sus conocimientos a las futuras generaciones. No obstante sabía que el paso de la metamorfomagia era difícil, y pocos podrían llegar a la perfección. Por tal motivo decidió dar un poco de catedra. Esperó que los tres hicieran las asignaciones que había dejado y caminó hacia el final del muro donde en lugar de retratos había tres posters uno con las formas de la cara, otro con los tipos de nariz, uno más con los tipos de boca y otro con una gran variedad de colores. Se notaba que estaban cansados y la atención disminuiría si seguía forzando sus mentes por lo que procuró ser breve.

-Ya casi hemos terminado por hoy así que antes de que se retiren quiero que vean minuciosamente los posters que tengo detrás de mí, son los detalles básicos de la cara los cuales incluyen la forma, la nariz, los labios y los colores – se quitó del camino para que los aprendices tuvieran mejor vista – como podrán notar hay varios tipos y las combinaciones pueden ser infinitas así que la próxima vez que nos veamos deberán haber practicado la gran mayoría de ellas. Como pueden ver hay mas de 1500 colores así que no se limiten a los más básicos o populares, traten de cambiar el color de sus ojos, cabello e incluso piel, así que adelante no hay tiempo que perder.

Se dio la vuelta y sin esperar algún otro comentario se retiró a su vivienda, tenía una fiesta aquella noche y no deseaba llegar tarde, además ese tipo de amenidades como despedir a los invitados siempre le habían parecido incomodas, la gente debería poder retirarse cuando quisiera sin tener que despedirse por lo que así lo hizo. Confiaba que sus estudiantes siguieran sus consignas, aquella era tan solo la primera parte de lo que se convertiría en un largo proceso para perfeccionar el arte de la metamorfomagia.

@ Azrael Lycan  @ Alyssa Black Triviani  @ Cillian
 

[Thoth]

Lycan observó fijamente y comenzó a evocar ciertas memorias, la primera evocaba que la arcana había insultado su cultura,  segunda la negación de su solicitud de prueba y el reclague del egipcio en querer no ser su amigo, además fue un poco más atrás,  ya que había enviado una carta a todos los arcarnos solicitando esa prueba y otras.  Por consiguiente,  el Archimago de la Muerte y regente de todo Egipto no tenia ni la menor simpatía,  agrado y pensaba que la misma era bipolar,  en ocasiones buscaba su amistad y en otras parecía olvidar lo ocurrido. 

 

Y ante la solicitud de ese ser, el cuerpo de Lycan comenzó a optar la apariencia de una mujer aspecto caucásica , con una nariz fina y respingada, cabellos ondulados de tono cobrizo y ojos avellanos que suele variar del marrón al azul con bastante frecuencia; el tono de voz era identico de @ Amara Majlis  , sin embargo,  el mismo ya estaba pensando en ir a legeremancia a ver si así comprendía los pensamientos de esa mujer. Este ya no veía la necesidad de solicitar pruebas,  ya que en cada intento lo rechazo y ambos sabían que el nigromante lo único que deseaba era presentarla. Este le agrado que el mismo desagrado que él sentía por ella,  esta lo sentía por el y quizás así le imponga la prueba,  se marche para no regresar más. Esta arcana logro cómo Sajag ganarse con cada dialogo,  acciones el comportamiento del egipcio. 

 

Y bajo esa apareincia tan repugnante de ver,  cierra los parpados y no le era difícil mantener esa apareincia,  y por última vez volvería a solicitar la misma. Sin embargo,  ya estaba casi seguro de la respuesta. -Sra. Arcana.- Hace pausa. -Amara Majlis ¿Acaso me dejará presentar la prueba? - Inmita los movomientos de la misma. -Ya qué Usted conoce que hace tiempo me siento digno de presentar este requisito. - Finaliza de hablar. 

 

Editado 28 de Septiembre del 2021 por Azrael Lycan

[Cillian Haughton]

Cillian siguió concentrado en su tarea, sin importarle demasiado lo que sucedía entre Azarael  y la Arcana. No tenía oportunidad de centrarse en nada más en aquel momento más que en si mismo y en la imagen del pelirrojo que tenía en su memoria. Lo había visto solo una vez, aquello era cierto, pero nunca olvidaría su rostro. Aunque eso era bastante imposible ya para aquel momento, al haber sido Rory elegido como el nuevo ministro de Magia.

Dejó su mente en blanco por un par de segundos y luego trato de centrar todos sus pensamientos en el color azul, aquel azul tan intenso que Rory tenía por color de ojos. Y después pensó en el cielo, que a ciertas horas del día tomaba aquel mismo tono de azul. Sus ojos se mantuvieron cerrados durante todo ese tiempo y al abrirlos dejó escapar un pequeño grito de alegría.

Lo había logrado, el color de sus ojos había cambiado y estaba un paso más de alcanzar imitar el rostro de Rory. ¿Sería acaso que aquella habilidad le daría la oportunidad de...? No, era mejor ni siquiera pensarlo en aquel momento. Se concentró por un par de minutos más en su transformación, intentando darle la forma indicada a su rostro para ser lo más parecido al Ministro de Magia.

Y cuando estuvo contento con el resultado se dirigió a Amara, pero para su sorpresa en el lugar ahora había dos Amaras. ¿Cómo había pasado aquello? Sí, sí, era obvio y lo cierto es que podía notarse fácilmente quien de las dos no realmente la Arcana así que Cillian se dirigió hasta la real poco después de que esta diera respuesta a Azrael. 

— Creo que lo he logrado.

Estaba realmente contento con su resultado, pero no era su decisión el decidir si estaba avanzando con el tema o no. Amara era la única que podía juzgar si realmente Cillian estaba aprendiendo la habilidad o no. Se alejó un par de pasos al escuchar las indicaciones de la Arcana y después prestó toda la atención posible a la explicación de la misma sobre los diferentes temas pendientes. ¿1500 colores? ¿Realmente existían tantos? Estaba extrañamente sorprendido, pero al parecer tenía bastante trabajo por hacer.

— Entonces, ¿Cuándo debemos volver? ¿Mañana?

 

@ Amara Majlis

[Alyssa Black Triviani]

Alyssa se encontraba bastante satisfecha con su progreso, tomando en cuenta que sus incursiones en metamorfomagia habían sido escasas y no del todo exitosas. Observó a la Arcana a través del espejo, escuchando con atención sus palabras y sonriendo ligeramente ante sus comentarios sobre lo que Sagitas diría si viera que alguien esta tratando de imitar su imagen. Pero más que nada le interesaba escuchar lo que Amara tenía para enseñar, sus observaciones sobre los rasgos faciales y la importancia de los detalles al momento de recrear la imagen de otra persona. 

Cuando la instructora le dejó con la tarea y se marchó para instruir a Cillian, la Triviani cerró los ojos vaciando su mente de toda distracción para concentrarse exclusivamente en la imagen de la ex ministra. Inmediatamente frunció el ceño en frustración, lo cierto es que no conocía a la Potter Blue tan bien, la había visto un par de veces y más que nada en los posters que anunciaban su candidatura. Tomó de su memoria una de las imágenes que había visto durante la campaña electoral, la fijó en su mente y se concentró en los rasgos de su rostro.

Se trataba de una cara pequeña, redonda, nariz recta y ojos grandes. Comenzó entonces enfocando sus esfuerzos en aquellos rasgos, cambiando sus facciones hasta que imitaron aquellas de la imagen que tenía en mente. Los labios serían difíciles, puesto que en su memoria ella sonreía, pero poco a poco les fue dando forma así también como con el mentón y los pómulos. 

Al contemplarse en el espejo no pudo evitar una exhalación de sorpresa, realmente se veía como la ex ministra, excepto por la complexión corporal que aún no había modificado. Sonrió triunfante y la similitud se volvió aun más pronunciada, lo había logrado. Se giró en busca de la Arcana pero pronto notó que no estaba allí, en su lugar se encontró con su otro compañero (Azrael) quien había adoptado la apariencia de su instructora. 

- Será mejor que nos vayamos a casa a practicar – le dijo a Cillian, quien a su vez se veía como el actual Ministro de Magia, Rory Despard. – Amara seguramente nos convocará de nuevo mañana y tendremos que enseñarle los avances que hemos logrado. 

 

@ Cillian  @ Amara Majlis

[Amara Majlis]

Un día había pasado desde que los tres aprendices comenzaron el camino de la metamorfomagia, sin duda alguna los tres tenían gran potencial y tenacidad sin embargo eso no era suficiente para poder dominar dicho arte, tenían que practicar día y noche, repasar colores, formas, tamaños y variantes posibles. Nadie dijo que sería fácil o que no dolería, sin embargo ese era el propósito de la clase y Amara estaba entusiasmada por compartir sus conocimientos aunque no todos tuvieran el mismo entusiasmo.

Había visto como sus alumnos practicaban arduamente hasta casi adquirir el rostro de los algunos miembros de la comunidad mágica. Amara los vio a todos pero no hizo ningún comentario al respecto, solamente pudo poner una cara de asco cuando el egipcio intentó adquirir su, pero solo pudo imitar la cara (y la voz) – ¿Yo habló así? – se preguntó indignada mientras escuchaba el tono chillón de Azrael, aquel chico pensaba que había hecho una imitación perfecta pero conservaba su tosco cuerpo y altura, nadie en el mundo podría creer que esa era Amara. A los demás estudiantes los miró de reojo y sonrió, tampoco iba a estar felicitándolos todo el tiempo, luego iban a creerse importantes.

Se fue a su evento y no regresó a su casa hasta pasadas las cinco de la mañana donde al parecer se había quedado el Lycan, Amara arqueó la ceja y decidió irse a dormir, estaba muy ebria como para ponerse a darle lecciones a aquel renuente mago. Se despertó al día siguiente con una terrible resaca, se sentía tan mal que pensó en cancelar la clase del día, pero tenía un trabajo que hacer y decidió levantarse y prepararse física y mentalmente. Se vio en el espejo las terribles bolsas que habían aparecido en sus ojos, lo pálido de sus mejillas y las arrugas que se formaban en la cara. No podía permitir que nadie la viera así por lo que se concentró y rápidamente la forma de su cara volvió a ser tan radiante como siempre. Bajó hasta la puerta principal y dejó una nota escrita con su hermosa caligrafía:
 

Cita

La sesión de hoy se llevará a cabo en mi vestuario personal, favor de pasar, quitarse los zapatos y no tocar nada.

Dejó la nota y se retiró a su vestuario el cual era bastante grande. Amara era muy vanidosa y tenía todo tipo de ropa para cualquier evento, pero también sabía que necesitaba atuendos para cualquier clase de cuerpo y situación. Durante toda su vida había coleccionado ropas, vestidos, trajes que le ayudaban a ir acorde y siempre pasar desapercibida. Aquel salón tenía una alfombra rosa y paredes pintadas de rojo. Los centenares de vestuarios estaban perfectamente acomodados en los armarios, ordenados por talla y género. Al fondo se veía un enorme espejo en el cual podrían sus aprendices problema. Se sentó cerca de su mesa de té y esperó a que llegaran sus alumnos y una vez los vio, les dirigió unas palabras.

-Se ven un poco cansados, espero hayan practicado porqué hoy pondrán todo ese aprendizaje en marcha pero deberán aplicarlo con más cambios que deberán realizar- carraspeó -  Azrael, tu intento de transformación de ayer en mi persona fue algo arriesgado pero lo hiciste medianamente bien, pusiste atención en mi cara, mi peinado e incluso intentaste imitar mi voz – volteó a mirar a Alyssa - ¿esa es mi voz?, en fin debes poner detalle también en la forma de la boca y por supuesto que en el cuerpo, me pareció insultante verme con el cuerpo de semejante mastodonte, sin ofender, por tal motivo considero que aún no estás listo para la prueba pero si prometes mejorar tu actitud en unas sesiones más te lo volveré a ofrecer.

Sabía que aquella respuesta podría dañar el orgullo del egipcio pero ya había tomado su decisión y por más que deseaba ya no verlo tenía que ser imparcial con el. Se volteó a ver a Alyssa y a Cillian quienes estaban también parados y Amara se sintió apenada – pero que pésima anfitriona soy,  pueden sentarse en la alfombra, la acaban de limpiar así que siéntanse como en casa. Alyssa y Cillian, no tengo mucho que agregar, sus transformaciones fueron bastante aceptables para ser la primera vez, tampoco esperen que los elogie todo el tiempo, hicieron un buen trabajo y ahora todos ustedes deberán mostrarme lo que repasaron pero con un grado más de dificultad, deberán transformar también sus cuerpos.

Tomó su varita de cristal e hizo aparecer tres pergaminos que entregó a los alumnos, en ellos se mostraban los tipos de cuerpo existentes tanto en hombres como en mujeres. Era evidente que transformar la cara era solo el primer paso para dominar la metamorfomagia, tenían que aprender a cambiar absolutamente cada parte del cuerpo, aprender a agrandarlo o a hacerlo más chico y a ser totalmente idénticos a la figura que deseaban adoptar

-Como pueden ver, tanto en hombres como en mujeres existen tres tipos importantes de cuerpos, éstos dependen de la formación ósea de cada persona y son muy difíciles de modificar. Mientras que el ectomorfo tiene apariencia delgada, músculos largos pero chicos, extremidades también largas pero tórax corto, el mesomorfo presenta una composición grande, con facilidad para tener mejor apariencia muscular, y el endomorfo presenta una composición aún más grande con facilidad para adquirir músculo pero también grasa, sus extremidades son más cortas lo cual permite que el músculo y grasa se distribuyan mejor.

Los miró nuevamente esperando dudas en caso de que las hubiera, quería que todo quedara claro antes de pasar a la prueba de aquel día, posteriormente tomó tres fotografías y le dio una a cada quien – el día de hoy deberán mostrarme lo que practicaron y aunado a eso deberán cambiar sus cuerpos así que cada uno de ustedes tomará la forma que yo les indique – le entregó la primer foto a Alyssa, la segunda a Cillian y finalmente sonrió maliciosamente y le entregó la última foto a Azrael -  bueno que esperan vamos que no tengo todo el día.


@ Alyssa Black Triviani  @ Azrael Lycan  @ Cillian

[Thoth]

Lycan jamás cambiaría la actitud con la arcana,  éste jamás le perdonará que menos preciara a su gente,  y mucho más le desagrada esa bipolaridad de ella. Sin embargo,  no era necesario adivinar que el egipcio no le tocaría otro remedio que calarse esa mujer, esas otras lecciones más de esa habilidad. Y viendo la fotografía,  suspiro y cerro sus parpados. Ésto ocasiona lentamente que su cabellera fuera lisa,  de un color castaño claro,  o con cierta luminosidad verse un poco rubio. De igual forma su nariz,  boca y ojos cambiaron lentamente,  para asi parecerse a la mujer de esa fotografía. 

 

Y sujetando su Vara de Cristal,  cambia la ropa. Este no poseía aún loz atributos de la mujer o su complexión,  por eso cambia su cuerpo al de una mujer,  su piel seguía siendo delicada pero ahora más femenina,  mostrando sus piernas, vistiendo una minifalda algo ajustada. Esto era algo que no le agrada,  dado que siempre admiro la belleza de la figura masculina,  por lo qud portar esos atuendos era casi un insulto para él,  y aun así en su rostro no mostro desgrado. 

 

Sus labios poco a poco se llenaron de esa sencillez,  lo mismo que su rostro,  dado que el maquillaje era sencillo, es decir, un poco de base, rubor y esa forma depilado de las ceja,  por lo que al mago se referia habia optado completamente la forma de esa mujer. Este había reducido su tamaño,  era lo mucho cercano a los 1 y 65 de alto. Aunque,  con esos tacones le sabían algunos centímetros. Y si bien no tenia mucha práctica en usarlo,  este se podía desplazar con facilidad e incluso acomodo su cabellera,  con la mano opuesta que sostenía el objeto magico. 

 

El tono de voz no era chillón,  a diferencia de esa voz aguda de la arcana dentro de esos desniveles entre cada frase, en cambio era pausado y su respiración se mantenía en calma, al abrir sus parpados sus orbes con algo de inocencia y se brillo de esperanza se clavo con la arcana,  el mago distinguió que los mismos eran castaño oscuro,  a diferencia a los del mago, cuales eran como serpientes. 

 

-¿Algo más? -

 

Indago. 

 

[Cillian Haughton]

Había pasado casi toda la noche intentando dar tanto a sus ojos como a su cabello un color distinto, no había alcanzado ni de cerca una cantidad que la Arcana consideraría como buena, pero Cillian estaba conforme con lo que había logrado. Durmió un poco antes de que el día comenzara de nuevo, sabía bien que tendría que presentarse una vez más al hogar de Amara para continuar con su aprendizaje. 

¿Qué tendría preparado para ellos en aquella segunda prueba? Su mente no dejó de darle vueltas al asunto en ningún momento así que su descanso fue prácticamente nulo. Al día siguiente se vistió tal con lo primero que encontró en su armario y se dirigió hacia el colegio Mahoutokoro una vez más. Para aquella ocasión su cabello tenía un extraño color verde, el cual había sido el último que había elegido para su práctica nocturna.

- ¿Vestuario personal? -lo primero que vio Cillian al llegar de nuevo al hogar de la Arcana fue aquella nota fijada en la puerta principal.

No estaba del todo seguro que aquello fuera algo habitual, pero no se molestaría tampoco en encontrarle una explicación. Se adentró al lugar busco la puerta que creía lo llevaría hasta ese vestuario personal en el que la Arcana los esperaba. Al entrar siguió las indicaciones y tomó asiento de nuevo, escuchó lo que Amara tenía por explicarles aquel día y después tomó la fotografía que le entregaba.

- ¿Qué demo...?

No terminó aquella pregunta, se quedó por un par de minutos dándole un vistazo aquella fotografía? ¿Cómo iba a lograr parecerse aquella niña? Cuando Amara les había dicho el día anterior que pensaran fuera de la caja nunca se imaginó que se refería exactamente a eso. Dejó escapar un pequeño suspiro, ni hablar... No tenía otra opción, debía cumplir con las indicaciones de la Arcana si quería aprender aquella habilidad en su totalidad.

Una vez más, lo primero en que se concentro fue su cabello al que sin demasiado esfuerzo logró cambiar de su color verde actual a un color negro para después comenzar a trabajar en el estilo del mismo haciéndolo crecer y dándole un estilo rizado. Lo siguiente fue el color se su piel, el cual cambio por el tono más oscuro que distinguía a la chica, por último centro su atención en cambiar el color de sus ojos lo cual le llevo un par de minutos.

- ¿Y ahora qué? ¿Puedo cambiar mi estatura también a mi gusto?

Cillian no estaba del todo seguro de los limites de aquella habilidad y aquello era algo que nunca había intentado junto a cambiar de cuerpo aunque lo cierto es que su cuerpo tenía la misma complexión que el de la chica. No podía decir que había robado por completo la identidad de la chica en la fotografía pero si había hecho un buen trabajo y salvo el tema de la estatura para aquel momento Cillian se parecía aquella chica pero con un par de años más encima.

Por su parte Azrael había hecho también su parte de aquella tarea, pero no parecía estar dispuesto a dar su brazo a torcer. ¿Realmente era tan difícil?

- Entonces, Arcana... Sé que aún me falta mucho camino por recorrer en el aprendizaje de esta habilidad, pero creo que gracias a lo que nos ha enseñado he logrado avanzar mucho más allá del punto en el que estaba en un principio.Pero, ya he planteado mi duda y como esas tengo muchas más así que me gustaría que nos compara un poco más de su conocimiento.

 

@ Amara Majlis  @ Alyssa Black Triviani

[Maida Black Yaxley]

Si hubiera una habilidad que le permitiera a Maida convertirse en las sábanas de su cama, habría sido la más feliz de las brujas. Había notado que buscaba las maneras de esconderse y ahora que podía adquirir nuevos conocimientos, volcarse a las aulas —por decirlo de alguna manera—, no quería desaprovecharlas. Fue así que decidió ir en busca de la arcana de Metamorfomagia, de la cual ya había recibido algunas sugerencias positivas, así que, contrario a lo que normalmente le pasaba a ella, no iba con prejuicios o miedo.Bajo consejo de su elfo doméstico, lucía simplemente una chándal de color turquesa pastel, iba descalza y con el cabello sujeto en un moño ligero, lo más práctica y cómoda que según su consejero, se podía estar. Sabía que Amara era egipcia, pero no sabía mucho más en realidad, y le gustaría conocerla, sí. Los Arcanos tenían una personalidad mucho más terrestre que los Uzzas, o esa impresión tenía ella que se la había pasado temblando como hoja de otoño cada que le tocaba solicitar conocimientos para utilizar los Libros de Hechizos.

Sonrió de lado al recordar el último escalafón en ese sentido, expresamente le había dicho al profesor que tenía terror y con los ojos inundados en lágrimas, aún así, había sido capaz de conocer los hechizos y artilugios relacionados con el Caos. No volver a ver a Bakari era suficiente premio, para ambos, estaba segura.

Sacudió la cabeza antes de decidirse a presentarse, esperaba, además, no estar interrumpiendo a nadie.

— ¿Amara? —preguntó sin darse cuenta que casi estaba susurrando.

[Amara Majlis]

El segundo día de práctica había dado inicio teniendo como protagonistas a dos magos cuyas personalidades parecían ser totalmente opuestas, por un lado estaba Cillian quien educadamente se esforzaba por mejorar y en el otro se encontraba Azrael cuyos modales habían ya colmado la paciencia de Amara. A su vez estaba Alyssa que parecía absorta en sus pensamientos, posiblemente intentando imitar la imagen que se le había asignado. Aún les faltaba mucho por mejorar y sin embargo estaba sorprendida de lo mucho que habían avanzado en sus transformaciones.

Como siempre, Azrael había dado el paso primero había realizado una transformación casi perfecta de la chica rubia que le había tocado, si bien le faltaban detalles por mejorar, era claro que había puesto esmero y eso debía ser reconocido, no obstante el mago irrumpió con una regla que ya le había comentado al egipcio desde varios meses atrás, Amara sonrió pues no estaba molesta, ya se había acostumbrado a que tenía que repetir dos veces las indicaciones con éste estudiante para ser escuchada.

-Me parece que has olvidado una de las reglas que te comenté hace meses, pero bueno la volveré a repetir y espero todos me escuchen para que no vuelva a pasar – dijo levantando un poco la voz – durante el entrenamiento, asignaciones y mucho más importante, durante la prueba, tienen rotundamente prohibido utilizar sus varitas mágicas así como habilidades que hayan aprendido, vinieron aquí para aprender metamorfomagia y eso es lo único que importa, me importa un comino todos los poderes que hayan adquirido, y si durante la prueba los llego a ver usando otro tipo de magia tendrán que abandonar y repetir todo el curso desde ceros, el ministerio me ha pedido que únicamente utilicen su magia si la vida de algunos corre peligro así que no vuelva a suceder.

Después de aquel sermón Amara continuó evaluando la forma que había tomado Azrael, ignorando el uso de su varita de cristal, parecía que al fin comenzaba a acatar las órdenes y solo le faltaba un par de detallas que con práctica se podrían mejorar – pese al uso de tu magia, mereces mi felicitación Azrael, buen trabajo, ahora viene algo importante que deberás realizar. De nada sirve ser los mejores en metamorfomagia si nuestra actitud nos delata, muchas personas creen que con transformarse es más que suficiente, pero no lo es, una vez que han logrado transformarse deben meterse también en la mente de la persona que están imitando, tiene que pensar como ellos, actuar como ellos, sentir como ellos pero jamás olvidar quienes ustedes realmente son – hizo una pausa para tomar un poco de té y continuó – por tal motivo, Azrael, deberás convencerme a mi que tu eres la persona en la que te has transformado, actúa como Regina George, camina como ella, habla como ella, deseo ver tus dotes de actuación, sorpréndeme.

Acto seguido dejó al egipcio para que se preparara y se volteó a ver a Cillian quien ya había hecho un cambio también bastante avanzado, tanto la forma del cabello como del rostro eran perfectos y el cuerpo se asemejaba bastante aunque posiblemente por una complexión similar, por el contrario, la estatura no había cambiado casi nada y la voz en definitiva era la misma del chico, sin embargo no había sido un mal trabajo para ser su segundo día.

-Muy bien Cillian, puedo ver que practicaste la cara y las tonalidades de cabello. Sobre tu pregunta, claro que es posible, puede llegar a parecer complicado e incluso doloroso pero es más sencillo de lo que parece. Para poder modificar tu tamaño nuevamente piensa en algo más chico que tu o algo más grande, dependiendo de lo que desees, concéntrate en alguna persona a la que te serviría de referencia imitar el tamaño. También puedes pensar que te encuentras solo frente a un gigante y eso te hará sentirte más pequeño, inténtalo y verás que funciona – tomó un poco de aire para continuar – siempre que modifiquen su estatura deberán ser lo más exactos posibles, la diferencia de un centímetro podría causar que sean reconocidos y fallar, intenta seguir mis consejos y verás que te saldrá mejor, en cuanto a la voz, platicaremos un poco más tarde sobre ello.

Se alejó un poco para poder ver como sus aprendices realizaban las nuevas asignaciones por lo que no se pudo percatar que había una persona cerca susurrando su nombre, la arcana volteó a la puerta del vestuario y logró identificar a una figura extraña, frunció el entrecejo y se dispuso a ver quien era. Al acercarse identificó a una bruja quien posiblemente había sido asignada para aprender la habilidad de metamorfomagia, se acercó y se presentó – hola, bienvenida, si yo soy Amara, estamos en la mitad de una sesión ¿en qué puedo servirte? – comentó la a la chica y esperó que se presentara.

@ Azrael Lycan  @ Alyssa Black Triviani  @ Cillian  @ Maida Black Yaxley