Metamorfomagia

[Amara Majlis]

Uno de los mayores retos a los que la arcana se había enfrentado a lo largo de más de cien años compartiendo su habilidad era la disparidad en cuando al dominio de esta. Podía tener al mismo tiempo varios alumnos pero el hecho de que uno pudiera manejar la metamorfomagia mejor que el otro a veces resultaba contraproducente, el más avanzado tendía a aburrirse mientras que el menos podía sentirse abrumado con todo lo que le faltaba por aprender. En más de una ocasión Amara había decidido separar a sus alumnos con tal de verlos mejorar y vencer sus propios obstáculos. Sin embargo en esta ocasión decidió esperar y ver de qué manera se podían complementar una con la otra.

Finalmente Maida decidió hablar, era claro que al igual que a su compañera no le agradaba del todo la idea de ayudar con las decoraciones del evento que estaba por comenzar pero a Amara eso no le importaba nunca había sido la mejor anfitriona y eso no cambiaría aquel día. Sin embargo al verla presentarse no pudo evitar sonreír y dedicarle una mirada como la de una madre a sus hijas, su pupila no lo sabía pero su lección había comenzado incluso antes de que ella lo supiera.

- ¿Así que un ataque de felicidad? - dijo fascinada - así como tú nuestras emociones son capaces de transformar nuestros cuerpos de maneras difíciles de explicar ¿alguna vez has visto el color de tus ojos cuando estás triste? Apostaría a que se vuelven de tonos más oscuros y opacos mientras que en felicidad seguramente puedes tener mayor brillo y variedad de tonos.

Colocó la última decoración en la pared y agradeció a Harriet por acomodar las mesas mientras se volvía a sentar - verán la mente es la responsable de todo, los límites existen únicamente en la imaginación y pueden romperlos en cuanto ustedes deseen - hizo una pausa mientras sacaba un espejo gigante de su bolsillo de piel de moke y lo colocaba al alcance de ambas, se miró vanidosamente y regresó con ellas - cada detalle lo pueden  perfeccionar y cada dificultad la pueden vencer si identifican la fuente de la misma y la afrontan sin temor, yo puedo guiarlas para que perfeccionen sus transformaciones pero son ustedes quienes tienen que vencer sus miedos y bloqueos.

Sacó una paleta de colores y se la entregó a Maida – los pigmentos del cuerpo son los que nos dan el color de la piel a todos los tejidos como los ojos, piel y cabello, intenta concentrar tus emociones en cada color, la ira podría ser el color rojo mientras que el amor un color rosado, el blanco podría ser la paz y el negro una profunda tristeza. Recuerda todas esas emociones e intenta asociarlas a un color y luego que lo hayas hecho concentra todas tus energías para cambiar no solo el color de tus ojos, intenta cambiar el color de tu piel y de tu cabello - podía llegar a ser mucho para la primera lección pero quería ver hasta donde Maida podría expresar sus habilidades - más adelante nos enfocaremos en el crecimiento del cabello pero por ahora tienes mucho por donde practicar.  
 @ Maida Black Yaxley

Mientras Maida hacia sus asignaciones Amara pudo relajarse pues ya no quedaban más tareas por hacer y aún les quedaba una hora antes de que llegaran los invitados así que movió su atención hacia Harriet quien francamente no se veía satisfecha con el cambio que había realizado. Si bien su transformación no era perfecta, para Amara le resultaba bastante satisfactoria, su estudiante había logrado aumentar un poco más su tamaño y ahora se veía como un hombre con vestido, la arcana no pudo evitar emitir una pequeña carcajada para luego recuperar la serenidad.

-Hija no hay nada de penosa en tu transformación, cambiar tu cuerpo es una cosa que casi cualquier metamorfomago puede hacer pero tratar de transformarte en otra persona requiere años de práctica – sonrió dándole una palmada en la espalda – por ejemplo los espías del MACUSA deben realizar transformaciones idénticas para infiltrarse en sus misiones, un solo centímetro de altura que les falte o una tonalidad de color diferente y están muertos, por algo has llegado aquí y estoy segura de que dentro de poco podrás realizar las transformación que tanto deseas.

Se arremangó las mangas de su vestido y continuó dando su catedra – verán – esperaba que Maida también escuchara para que realizara el ejercicio consecuente – existe un viejo dicho muggle que dice “la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma” ¿les suena conocido? Eso significa que no podemos crear algo de la nada, nuestro cabello no crece solo por que sí, todo se desarrolla a nivel celular y molecular, si lo que deseas es hacer tu cuerpo más grande tienes que enfocarte en las células de tus huesos para que estás aumenten el tamaño de tu cuerpo, si lo que deseas es aumentar de volumen tienes que enfocarte en tu tejido adiposo y muscular para que también haga lo mismo. Sin embargo el cabello y las uñas son resultado de la muerte de nuestras células, si deseas que crezca tu cabello tienes que enfocarte en que tus células aumenten su metabolismo para que puedan morir y ver los resultados esperados y todo esto claro que consume energía.

-Por el contrario si lo que quieres es disminuir tu tamaño deberás ordenarle a tus células que se contraigan para que puedas hacerte más pequeña, para ello imagínense que están en un inmenso estadio de Quidditch y todos los ojos los miran a ustedes, mientras más los miran más pequeñas se sienten, cierren los ojos e intenten enfocar esa  sensación de ser pequeñas en sus células, no solo deben sentirse pequeñas, tienen  que hacerse pequeñas.
@ Rory Despard

Justo al momento que terminaba de dar esa explicación un mago se acercó a la carpa, por un momento la arcana temió que se hubiera explayado con el tiempo y los invitados comenzaran a llegar, sin embargo al ver un rostro no familiar temió que se tratara de un gorrón o un ladrón que llegaba por comida. La arcana lamentó en ese momento no tener su varita de cristal para defender a sus pupilas pero cabo de unos instantes la duda fue disipada y el nuevo rostro se presentaba como Elros un nuevo alumno que llegaba para estudiar.

-Bienvenido – dijo la arcana llevándose la mano a la cabeza tratando de recordar la cantidad de alumnos que tendría para esa fecha, a todos los había olvidado – ya te esperaba, llegas tarde - ¿sería buen momento para suspender la fiesta?, ya no faltaba mucho y los invitados estaban por llegar – así que un Gryffindor, tiene mucho que no escucho ese apellido, bueno yo soy Amara Majlis, la arcana de Metamorfomagia pero me gustaría conocer un poco más de ti, cuéntanos tu historia y lo más importante ¿Qué puedes hacer? – carraspeó – para que pudieras inscribirte es claro que debes poder modificar tu cuerpo de alguna manera, por ejemplo Maida puede cambiar el color de sus ojos mientras que Harriet es capaz de cambiar la forma de su cuerpo casi en su totalidad, cuéntanos Elros, mejor dicho muéstranos ¿Qué puedes cambiar tu?
@ Thomas E. Gryffindor

[Thomas E. Gryffindor]

-Muchas gracias y... perdone por llegar tarde, arcana; yo... ehh... tuve algunos inconvenientes con el proceso de inscripción. Mi solicitud tardó un poco más de lo habitual. Temas... un tanto incómodos de platicar- musitó el rubio mientras hacía ingreso al interior del lugar donde estaban reunidas aquellas tres personas, no despegando sus ojos del enorme espejo que se asemejaba mucho a uno que había visto al interior del banco de Gringotts. -¿Mi historia? Pese a mis años, noble Amara, hay muchas cosas... momentos de mi vida que parecen insólitos, como si de un libro de fantasía hubiesen sido sacados. No me es grato recordar muchos de ellos, ya que la felicidad misma se ve opacada por el miedo, la desilusión e incluso la muerte. Quizás es sensato decirles que soy un muchacho con aspiraciones de reintegrarme a la sociedad luego de un período de oscuridad- respondió a continuación con un dejo de inquietud, tratando de usar la Oclumancia para cerrar su mente; pues no deseaba que todos allí supieran que se trataba de un ex-convicto de Azkabán, y que justamente había sido enjuiciado por suplantación de identidad tras su arribo desde el futuro con aquel giratiempos que aún no lograba recuperar, si es que seguía existiendo.

-Y bueno... claro que con el paso del tiempo he podido indagar en el don de la Metamorfomagia. A veces pensaba que sólo se trataba de mi imaginación, y luego con el transcurso de los años comprendí que era una habilidad extraordinaria. Yo antes de que me hubiesen... "tomado por sorpresa los del Ministerio", utilizaba una identidad de un chico que conocí en la escuela de Hogwarts cuando era quinceañero, el cual murió por un accidente con un sauce boxeador- relataba Elros, no sin antes apoyarse en el respaldo de una silla, tratando de recordar parte de la historia que lo ligó a ese pelirrojo extrovertido en una época de vulnerabilidad emocional como lo fue la infancia y parte de la adolescencia, período de cambios y maduración personal.

Fue así que, memorando cada detalle de la fisonomía del mago, el Gryffindor cerró sus ojos y concentró toda su energía en recobrar dicha apariencia que enmascaró su verdadera identidad frente a su familia. Su cabello rubio se volvió alborotado y de un rojo muy irlandés, en sus mejillas afloraron pecas, sus labios se engrosaron y sus volúmenes corporales se tornaron más definidos y atléticos que de costumbre. Las células de la musculatura sufrieron una especie de hipertrofia en sus brazos y piernas, la pigmentación de su piel se empalideció aún más, y sus nalgas se levantaron... nuevamente estaba transformado en Thomas. -Ésta es la identidad que me vi forzado a mostrar a la sociedad para no dañar a nadie... para no causar dolor ni sufrimiento en mi familia. Esta cara me acompañó por un tiempo mientras decifraba los misterios que... (hizo una pausa) bueno, no me es grato contar más, disculpe Amara- dijo justo antes de volver a retomar su verdadera forma tras sentarse con ambas manos en la cabeza. Recordar aquello que trató de olvidar en Azkabán le causaba un enorme dolor, y sobretodo el reflexionar que de sus errores había nacido la perdición de los Gryffindor, incluida la muerte de su padre, Elvis. -Nunca he intentado tomar otra identidad... e incluso pasar a ser una mujer o un bebé... ¿Es eso posible?- preguntó con bastante interés.

Editado 5 de Febrero del 2022 por Thomas E. Gryffindor

[Amara Majlis]

Con @ Thomas E. Gryffindor

Amara escuchaba a medias lo que Elros decía, trataba de prestar atención a sus palabras pero a la vez su mente llegaba a divagar en el tiempo que faltaba para dar inicio a la fiesta y a su vez en los preparativos que faltaban para que todo se llevara de acuerdo al plan sin embargo al escuchar un poco más de su historia, la arcana comenzó a poner más atención al pupilo quien se mostraba francamente nervioso y algo inseguro para contar un poco de el, para ella no era necesario utilizar legeremancia pues era una experta en leer el lenguaje corporal, había un gran secreto que no quería decir y Amara no era nadie para intentar sacar información.

-¿Así que tomabas su identidad? – preguntó con los ojos enormes como platos, tenía muchas dudas relacionadas con esa transformación pues precisamente para suplantar identidades se requería de un gran manejo y experiencia en la habilidad, no solo se trataba de tomar apariencia física si no de copiar todos sus ademanes para llegar a pasar totalmente desapercibido sin embargo su escepticismo fue totalmente eliminado al ver al chico transformarse en otra persona totalmente diferente.

Amara trató de calcular muy bien sus palabras para no parecer grosera – hijo mucho me temo que si haz logrado una transformación de tal nivel yo no tengo mucho que hacer por ti – sin embargo la duda de aquel joven era si podía transformarse en más personas por lo que la arcana agregó – claro que es posible y creo que es en lo que te podré apoyar, si ya haz logrado transformarte en otra persona creo que no te será difícil poderte convertir en alguien más, a menos claro que la razón por la que te hayas convertido en eso estudiante sea por un vínculo mayor que tuvieran en común, en cualquier caso lo descubriremos en el transcurso del tiempo, para ello quiero que pienses en cualquier otra persona, preferentemente alguien del sexo opuesto, cierra los ojos y concéntrate intentando adquirir su forma, no te preocupes no tiene que ser perfecta pero necesito saber hasta donde puedes llegar.

[Thomas E. Gryffindor]

El animago aún permanecía sentado mientras la arcana le conversaba con absoluta naturalidad; admirándose de la frase que ésta pronunció en relación a lo poco que podría hacer por él en base a la Metamorfomagia, lo que dejó un tanto perplejo y consternado al muchacho. -Sí, señora... tomé su identidad; usurpada a la fuerza tras su muerte. No quiero que piense que soy un delincuente o... un bandido carroñero, Amara. Yo sólo tuve que tomarla para protegerme junto a mi familia de este... universo paralelo, del cual no soy parte- respondió el Gryffindor, antes de tragar una bocanada de aire para proseguir con su explicación. -Quizás... usted me tome por loco o... por alguien que ha perdido el juicio y la razón, pero... hay algo que aprendí en Azkabán y es que no debo seguir mintiendo, menos si se trata de mí. Ya pagué mis pecados esos tres años encerrado en esa prisión, lejos de los que amo- intentaba ser claro y coherente con sus dichos; sinceridad que la mujer de basta experiencia debía notar a través de sus ojos. -Yo soy un viajero en el tiempo, Amara... Vengo de una realidad... de una línea temporal distinta a la que usted y yo, y aquellas chicas (haciendo mención a sus compañeras) vivimos, hoy en día. Yo... o sea, Elros Gryffindor en esta época es sólo un infante que aún no se despega de los brazos de su madre- finalizó, calculando bien no excederse en más detalles que le originaran un mayor dolor al que ya sentía tras recordar todo lo que tuvo que hacer años atrás.

Lo que Amara dijo a continuación puso muy contento al joven, ya que ella sí podría orientarlo y encausar lo que ya sabía de aquella habilidad, pero a un nivel mucho más complejo como lo era tomar otra identidad que no fuera la de Thomas. -Comprendo lo que está diciendo, señora... y quiero que sepa que me entrego a sus enseñanzas por completo. Tengo conocimientos... he estudiado mucho en Azkabán sobre el poder que tienen los arcanos y el porqué de su confrontación con el pueblo Uzza. También he leído sobre Metamorfomagia... y es sensacional. Pero bueno... ahora a lo que vinimos ¿No?- sonrío como un niño con juguete nuevo en Navidad, mientras se ponía de pie justo frente al enorme espejo que minutos antes una de sus compañeras había utilizado para reflejarse. Fue así que, sin pensarlo dos veces y luego de cerrar los ojos, la única imagen que se materializó en sus pensamientos fue la de su madre, Annick McKinnon. Su tez blanca como la leche enmarcada por algunas pecas, cabello pelirrojo y ondulado, ojos verdes grandes y expresivos, inclusive sus líneas de expresión nacidas con el pasar de los años y el arco de cupido bien definido en sus labios; todo, cada detalle afloró como un álbum de fotografías en su consciencia.

Al abrir los ojos frente al espejo, su figura había cambiado. Ya no era Elros, ni tampoco Thomas; sino que ahora la imagen de su madre estaba parada del otro lado del cristal, enaltando la ceja del lado derecho (gesto que ella hacía siempre cuando no creía alguna de sus historias de adolescente tras llegar tarde a casa). -Asombroso- susurró justo antes de llevarse ambas manos a la boca, pues esa única palabra emergió con un tono varonil que Elros solía entonar en sus planes de conquista. -Amara... yo... he... no sé qué ha pasado- se dirigió a su mentora con decepción; debido a que no solamente era el timbre de voz, sino que también sus ropas eran las mismas con las que había llegado al comienzo de la jornada.

Editado 17 de Febrero del 2022 por Thomas E. Gryffindor

[Amara Majlis]

La arcana escucho las palabras que su pupilo le dirigia, en esta ocasión se notaba mucho más abierto y expresivo, en su voz se notaba un poco de nostalgia y desesperación, era claro que había pasado por muchas cosas lo que le había costado hasta su libertad. Amara sonrió pues ella no deseaba juzgarlo por su pasado y al contrario apreciaba mucho que se hubiera sincerado con ella, sin embargo su historia sobre el viaje en el tiempo fue lo que más le llamó la atención, no era la primera vez que escuchaba historias de esa clase, después de todo los árcanos tenían acceso a los portales del ateneo los cuales te podían llevar a cualquier otra época o línea temporal.

- Los árcanos no tenemos nada que pedirle a los guerreros Uzza ellos son unos bárbaros celosos de sus conocimientos, por el contrario los árcanos deseábamos compartir los nuestros y extenderlos, desafortunadamente las habilidades son un don valioso que no todos pueden poseer y puedo ver que tu lo posees así que muéstrame.

Acto seguido Elros se colocó en el espejo y comenzó a realizar su transformación, Amara no tenía una fotografía para poder evaluar que tan certero había sido su cambio sin embargo pudo notar por la expresión del chico que había logrado realizar un cambio idéntico al de aquella mujer. Nuevamente esa nostalgia se respiró en el aire por lo que la arcana pudo intuir que se trataba de su madre o una figura materna muy importante para el. Amara estaba tan conmovida que casi había olvidado los mínimos detalles de su transformación y al momento en que Elros habló el momento se perdió pues de su boca solo emitía la voz gruesa de un hombre.

-Tranquilo, lo haz hecho muy bien - dijo sonriendo - hay muy pocas cosas que puedo agregar a tu transformación facial, lograste hacer que el cabello te creciera y te cambiara de color, apareciste pecas y líneas de la edad en el rostro, son detalles que muy pocos pueden hacer - ahora venían las malas noticias - te enfocaste tanto en el rostro de la mujer que olvidaste poner mas detalle en el resto del cuerpo.

Amara barrió al chico con la mirada, prácticamente no había cambiado su forma, era como un hombre con la cara de una mujer - no te preocupes, vas a lograr un cambio perfecto dentro de poco, recuerda que nuestro cuerpo es un todo, cuando te transformes debes poner atención en todos los detalles para que tu cambio sea el mejor, piensa en cómo era también su cuerpo, si es más alta o robusta, piensa en la forma de su caderas, tu cuerpo es un molde que cambia a tu voluntad, no olvides eso, intenta realizar esos cambios y más adelante hablaremos sobre cambiar la voz, es más fácil de lo que parece incluso algunos muggles pueden cambiar su voz sin ningún problema.

- Finalmente, recuerda que la metamorfomagia solo permite cambiar células de tu cuerpo, es decir que no puedes cambiar tu ropa con esta clase de magia, para ello deberás hacer uso del conocimiento de transformaciones, si ya lo posees no hay ningún problema y en caso de que no lo tengas, puedes usar mi vestuario personal para que te cambies a tu voluntad.

@ Thomas E. Gryffindor

[Thomas E. Gryffindor]

-¿En el resto del cuerpo?- exclamó el Gryffindor tan pronto como aquellas palabras brotaron de los labios de la arcana; percatándose de que no solamente seguía vistiendo sus ropajes, sino que también su musculosa figura seguía siendo la misma, y en especial aquella abultada parte característica de los hombres entre sus piernas. -Tiene toda la razón, Amara. Creo que la imagen de mi mamá se centró mucho en su rostro... y claro está, porque un hijo no se dedica a mirar a su madre con tanto lujo de detalle sobre su cuerpo... pero hay cosas que puedo mejorar sin lugar a dudas- añadió sonriendo con emoción, debido a que le gustaba mucho que lo corrigieran para poder perfeccionarse aún más; sobretodo si la ayuda venía de una mentora con tanta experiencia y sabiduría.

-Muy bien... dejaremos la voz para el siguiente paso... Entonces... veamos- susurró la última palabra justo antes de cerrar sus ojos. Sin esperar mucho, Elros puso su consciencia en dirección a pulir la figura de Annick: sus pechos empezaron a crecer, el vello varonil de su cuerpo desapareció, sus curvas se medio marcaron a nivel de la cintura, la pelvis se ensanchó y sacó a relucir unas delicadas nalgas sensuales, y sus genitales se modificaron (lo que provocó que se sonrojara al sentir que ya no estaba junto a su compañero de aventuras y noches de pasión). También recordó el lunar con forma de media luna que su madre tenía en el lado izquierdo del cuello; aquella marca provenía del linaje de la su abuela Lyla y, por lo que le habían contando, era heredado de generación en generación (él mismo también lo poseía, sólo tuvo que hacerlo un poco más prominente para que quedara idéntico).

Finalmente hizo uso de su conocimiento de Transformaciones; por lo que desenvainó su varita y apuntó a sus ropas con un dejo de sutileza, haciendo que éstas cambiaran a un vestido de una única pieza color tierra que su madre usaba a diario en la mansión familiar, no era ni tan elegante ni tan casual. Sus deportivas pasaron a ser zapatos con medio tacón, y un lazo amarillo floreció como un botón de rosa desde el cinturón de cuero que antes afirmaba su pantalón. Al abrir los ojos frente al espejo quedó mucho más impresionado que en la primera oportunidad; era como si su alma se hubiese traspasado al cuerpo de su madre y ahora podía manipularlo a su voluntad. Fue así que, sin controlarlo, una lágrima se dibujó en su mejilla derecha casi de forma instantánea mientras se volteaba para mirar a Amara; amaba tanto y extrañaba con ilusión poder abrazar a su madre, pues no le veía desde que ingresó a Azkabán. -Creo que he conseguido lo que me pidió, señora. Traté de mentalizar "un todo", y no enfocarme solamente en la fisonomía. También seguí su consejo sobre el conocimiento... me ayudó con el cambio de vestuario... no se me había ocurrido hacer algo así. A veces olvidamos quiénes somos...- masculló mientras borraba su lágrima del rostro, y quedaba frente a frente a la mentora y sus compañeras. -Ahora necesito saber cómo cambiar mi voz... ¿Hay algún hechizo o sólo tengo que pensar en el timbre de mi mamá para que las cuerdas vocales se modifiquen o muten?- preguntó con bastante atención.

Editado 27 de Febrero del 2022 por Thomas E. Gryffindor

[Amara Majlis]

Una vez más su pupilo tomó las observaciones que Amara había hecho y había aplicado sus conocimientos de manera extraordinaria, a la arcana le agradaban aquellos estudiantes que aprendían de sus errores y los usaban para poder mejorar. Era claro que Elros era una de esas personas pues tomó a cuenta dichas observaciones y las había aplicado a la perfección. Ahora frente a ella se encontraba otra mujer no solo con un hermoso y detallado rostro si no también con un cuerpo femenino.

Amara no podía disimular su sonrisa por lo que tuvo que taparse la boca, no quería inflarle mucho el ego al muchacho pues aunque era claro que podía dominar muy bien sus transformaciones, todavía no era un experto, ahora solo quedaban afinar detalles que lo ayudaran a dominar a la perfección dicha habilidad.

La iniciativa del joven dio paso a la siguiente actividad, ahora debía aprender a controlar los agudos y las voces para poder realizar una imitación a la perfección. Para ello la arcana tomó entre sus cosas un tintero y su pluma la cual remojó con la tinta y acto seguido comenzó a dibujar en una servilleta que estaba en una de las mesas, el dibujo era el de unas cuerdas vocales, se lo entregó al chico y le explicó – verás cuerdas vocales son dos bandas de tejido muscular que se encuentran en la entrada de la tráquea – mientras hablaba remarcaba con su pluma el área donde estaban dibujadas dichas cuerdas - cuando hablas, las bandas se juntan y vibran para hacer sonidos, cuando estamos en silencio las cuerdas se encuentran relajadas en una posición abierta, para que puedas respirar – sonrió – ahora, una persona con voz mas grave y fuerte tiene unas cuerdas mas gruesas y cortas mientras que alguien con una voz más delicada tiene las cuerdas más delgadas y largas, como lo dije en una ocasión, un metamorfomago puede cambiar la forma de cada una de sus células, en éste caso tienes que concentrarte justo en el área de la tráquea y tratar de hacer dichas cuerdas más largas y delgadas para imitar la voz de una mujer, solo la práctica te podrá realizar tantas imitaciones como quieras.

Amara sonrió, ésta sería la última parte de su enseñanza después deberían practicar aplicando sus conocimientos en conjunto y en diversas situaciones que la arcana ya tenía preparadas para sus estudiantes.

 

@ Thomas E. Gryffindor

[Thomas E. Gryffindor]

Parecía ser que Amara estaba bastante satisfecha con la nueva tarea cumplida que el joven había llevado a cabo en medio del salón donde estaban ubicados; tanto así que Elros logró percatarse de reojo (a través de la visión que le entregaba el espejo) de una pequeña sonrisa que su mentora trató de disimular llevándose la mano hacia el rostro con tal de que su aprendiz conservara la calma y la concentración. -¿Tráquea?- susurró casi a modo de pregunta para sí mismo, tratando de recordar aquella clase de Primeros Auxilios donde repasó una pincelada de Anatomía básica humana con el docente que estaba a cargo años atrás. -Su explicación... arcana, es muy certera. Tiene bastante de lógica que se pueda alterar la composición de las células de las cuerdas vocales... me había imaginado que algo así tendría que ser para hacer un poco más ameno el procedimiento, pues... si hubiera tenido que "imitar" las diferentes voces de las personas, creo... que no hubiera sido sencillo- comentó el Gryffindor mientras miraba con atención aquella servilleta donde estaba dibujado todo lo que Amara le transmitió; observando con cautela dicha sección donde tendría que enfocarse para que el grosor y el largo fueran las variables a modificar en pleno proceso.

Con suma determinación, el animago se encaminó hasta el umbral de salida de aquella habitación con el propósito de abrir la puerta y dejar que el viento peinara sus cabellos y acariciara su mejillas; y, posterior a eso, cerró los ojos para reunir gran parte de su energía. El objetivo eran sus cuerdas vocales, y así lo fue; debido a que éstas comenzaron a mutar volviéndose más delgadas y largas (lo que hizo que Elros inconscientemente se llevase ambas manos hasta su cuello por un leve carraspeo que se gatilló en su garganta). Una vez finalizado el proceso y sin querer darse la media vuelta hacia Amara ni tampoco abrir sus orbes; comenzó a entonar una "nana" (canción de cuna) que Annick le cantaba cuando era tan sólo un bebé. Su voz ahora era idéntica a la de su madre, lo que le estremeció cada poro de su piel sin poder evitar emocionarse al oírse cantar con ese timbre que tanto amor y anhelo le provocaban.

Fue así que al culminar, Elros volvió a su figura original y cambió su vestuario al atuendo azabache que traía puesto desde un comienzo con ayuda de su varita; cerró la puerta y se dio la media vuelta para quedar frente a la arcana. -Muchas gracias, maestra Majlis. De verdad ha sido un honor estar bajo sus enseñanzas. Esto... esto que acabo de vivir... más que una tarea de la habilidad... ha sido un reencuentro conmigo mismo- expresó sonriendo el muchacho, pues verdaderamente era su corazón el que le estaba hablando a mujer, en absoluta sinceridad.

Editado 9 de Marzo del 2022 por Thomas E. Gryffindor

[Amara Majlis]

La arcana observó con detenimiento los movimientos de su alumno, quien había tomado nota de cada una de las instrucciones realizadas, lo observó salir a tomar un poco de aire fresco y por un momento pensó que se retiraría, sin embargo lo que observó a continuación fue algo totalmente conmovedor, un momento único y tan íntimo que Amara se sintió como una invasora, al escuchar a aquella mujer cantar una canción tan hermosa, una lágrima se resbaló por su mejilla la cual limpió inmediatamente. Amara sonrió, para ella las emociones eran la fuerza más grande, la que favorecía mucho más al momento de realizar alguna transformación.

-Excelente, lo hiciste muy bien, estoy orgullosa – dijo sin más, el chico había dominado sin problema la transformación y ahora estaba listo para la parte más práctica, debía poner a prueba su habilidad y aquella celebración era la ideal para ello – bueno como verás estamos a punto de llevar a cabo una fiesta y a mi me gusta mucho jugarle bromas a mis invitados, quiero que te hagas pasar por un anciano, un adulto mayor con muchas limitaciones, y que empieces a acosar a los asistentes, pídeles dinero, comida, bebidas, mientras más consigas mejor será tu capacidad de convencimiento.

Amara esperaba que con esto se pudiera animar un poco más el ambiente que se había formado, quería que Elros se divirtiera usando su habilidad, que se sintiera a gusto y que sus motivaciones para transformarse no fueran únicamente recuerdos nostálgicos. Al cabo de unos minutos la gente comenzó a llegar con sus vestidos de gala, la comida estaba servida y la música comenzaba a sonar, era el momento ideal para la broma.   
 

@ Thomas E. Gryffindor

[Ashley Emily Black Lestrange M.]

Para Ashley seguir teniendo conocimientos referente a la magia era lo primordial y hacia algunos meses atrás decidió inscribirse para tener una habilidad, su primera habilidad, la ojiverde eligió la Metamorfomagia, para ella era una magia muy interesante, tener la capacidad de cambiar su apariencia física según lo que ella quisiera sin la necesidad de utilizar alguna poción multijugos o algún hechizo era totalmente impresionando, en su cabeza podía imaginar toda travesura que ella pudiera realizarle a sus hermanos, aquella idea hacia que tuviera bien claro su objetivo el cual era obtener aquella habilidad así tuviera que pasar muchos años de estudio, en algún futuro sabia que lo iba a lograr.

Apareció en la entrada de aquel colegio la más pequeña de los Malfoy, llevaba puesta una túnica color verde esmeralda que ocultada abajo de ella unos jeans azules y una blusa color blanca, aquellos inseparables convers que siempre acompañaban a la bruja, en un pequeño bolso que se encontraba dentro de aquella túnica llevaba su varita.

Estaba completamente fascinada con la noticia que podía ingresar ya tomar aquella habilidad, empezó a caminar por los pasillos de aquel colegio sin rumbo fijo, bien sabia que sus pasos y la emoción que tenia por ingresar al colegio la llevaría al lugar correcto, sus pensamientos estaba en que cosas podría ella transformarse y que cosas no, caminaba y caminada, dejando así atrás varias puestas, cuando si de pronto ya se encontraba enfrente del despacho de la que seria su mentora, atrás de aquella puerta de madera estaba quella persona que la ayudaría a tener tan asombrosos conocimientos.

Aquel colegio para la ojiverde era completamente nuevo, se encontraba nerviosa, no sabia que tan pronto aprendería aquella habilidad y pudiera seguir estudiando, a pesar del nerviosismo y sentir como algunas gotas de sudor rodaban por sus mejillas se para firme y dio dos pequeños golpes a la puerta esperando que alguien le respondieran, aclaro su garganta y dijo

- Soy Ashley, y estoy buscando a la Arcana Amara Majilis - Dijo - soy nueva alumna