Metamorfomagia

[Amara Majlis]

La llegada de sus alumnos no fue demorosa, por lo que pudo escuchar con atención cada una de sus palabras. Habían logrado captar en esencia lo fundamental de su consigna, pero aún faltaba que lo relacionaran con la materia que estaban cursando, que era la metamorfomagia, por lo que tendría que hacer que experimentaran un cambio más antes de decir que estaban listos para pasar a la prueba que los vincularía con el anillo de la habilidad.

 

Con una sonrisa en los labios, asintió ante todas sus opiniones, haciendo un rápido movimiento con su varita mágica para de ese modo impedir que alguien más los escuchará.

 

—Tienen en razón en todas sus observaciones, sin embargo, han olvidado la parte fundamental, ¿cómo podemos vincularlo con la habilidad que poseen?

 

Esperaba que ellos tuvieran una respuesta, si bien, quizás no se la darían en ese momento, podían hacerlo en cuanto llegaran a su siguiente destino; Japón. La labor de Amara estaba terminada en Nigeria, había logrado donar algunos miles de dólares a la causa de la gala y podía irse en paz, ¿sus pupilos también? Eso era algo que en breve lograrían conocer.

 

Con una sonrisa en los labios, les indicó que se prepararán. Los anillos que les había dado, comenzaron a vibrar lentamente para iniciar el traslado de sus portadores, el cual se dio en cuestión de segundos, hasta llevarlos hasta un campo lleno de cerezos cercano a la capital del país, Tokio.

 

—La siguiente consigna es sencilla, deberán cambiar su apariencia de acuerdo a los rasgos de cualquier cultura del mundo, e interactuar con los demás... en cuanto lo logren, quiero que vengan conmigo y me cuenten cuáles han sido sus mayores dificultares y por qué es importante practicar.

 

Sus palabras e instrucciones eran sencilla, en esos momentos Amara había cambiado su apariencia a la de una mujer anciana de cabello blanco y rasgos orientales, ¿qué harían sus pupilos? No lo sabía, sería invención suya.

[Hades Ragnarok]

La pregunta que les había hecho Amara aun rondaba en la cabeza del cainita al llegar a Japón. “¿cómo podemos vincularlo con la habilidad que poseen?” les había preguntado. El Ragnarok aun buscaba la respuesta en su mente, intentaba analizar todo aquello pero quizás la respuesta era más filosófica, espiritual o por una simple casualidad más fácil de lo que pensaba. Quizás la respuesta era sencilla, podían vincularlo reconociendo cada uno de los detalles de las personas, sus facciones, los rasgos que les distinguían.

 

Para aquella ocasión había elegido una tonalidad de piel blanca, sus ojos eran marrones y un poco alargados hacia las orejas dándole aquella característica de la raza asiática y el cabello era muy liso y negro, de haber sido la época de los Samurái hubiera llevado el moño característico. Sin embargo, lo pensó bien, se concentro y lo cambio por un estilo mucho más serio, como el que llevaría un alto o dueño de una empresa ejecutivo japonés, bien corto casi al ras del cuero cabelludo. Movió la varita y aquella túnica nigeriana cambio para convertirse en uno de los clásicos trajes negros que solía llevar. Aquel día había escogido un color verde, con pisa corbatas de esmeralda al igual que los gemelos de los puños.

 

Sonrió a Amara y le hizo la clásica reverencia japonesa en símbolo de respeto. ¿Por qué había elegido aquella forma y aquella cultura?, la respuesta era muy sencilla, amaba la cultura japonesa. Allí entre el Monte Fuji y el Kita-dake se encontraba un templo japonés escondido entre las montañas, uno donde se había perdonado así mismo, donde había luchado contra sus demonios internos y había encontrado la paz.

 

Observo a su hermana y al otro estudiante pero no les prestó mucha atención, debía descifras aquella consigna que le había dado la Majlis, pero cuando se refería a interactuar con los demás se confundió si era con sus compañeros o con el resto del mundo que se encontraba cerca de aquel campo.

 

***************

 

El Ragnarok quizás se tardo un poco en volver pero supuso que esa parte no le importaba mucho a la arcana, ella misma era quien les había dado esa consigna y supuso que si ella deseaba un buen trabajo o que ellos practicaran debían tomarse su tiempo.

 

Una vez que llego a donde estaba la mujer esperando se sentó de aquella forma característica del Japón sobre sus piernas e hizo una reverencia. Sonrió y miro a la mujer a los ojos.

 

-Supongo que es hora de contestar a su pregunta, aunque temo equivocarme de alguna manera, no sé si hay respuesta sencilla o simplemente equivocada o correcta –le comento- mi mayor dificultad ha sido adaptarme un poco a la cultura, muchas cosas han cambiado desde la última vez que estuve aquí, creo que para hacerse pasar por alguien debes conocer el terreno que pisas –dibujo una mueca- no puedo o más me no se puede actuar de una forma incorrecta de acuerdo a las costumbres.

 

Pensó un poco para intentar acomodar las ideas que tenía en la mente, quizás se estaba explicando mal.

 

-Si eres un turista puede que al equivocación no sea tan grave, bueno también depende de la equivocación con respecto a la cultura, pero si te vas a hacer pasar por una persona de una cultura en especifico debes ser realmente cuidadoso, por eso es importante practicar, la practica hace al maestro –sonrió.

 

Recordó lo que había sucedido ese día, se había hecho pasar por un ejecutivo de Tokio, luego por un campesino de uno de los pueblos cercanos, había hecho varios cambios para intentar adaptarse a las situaciones, pero si le había costado un poco mantener aquella energía fluyendo en equilibrio, hacer varios cambios le había consumido muchas fuerzas pero al menso no había metido la pata gravemente.

 

-Mi mayor dificultad ha sido mantener la energía fluyendo, aun no logro controlarlo, claro está, en Nigeria me fue bien, estaba tranquilo y concentrado, estaba relajado y por mi cabeza no paso en ningún momento algún pensamiento estresante o que me hiciera titubear –sonrió- aquí quizás fue igual, intenté hacer un par de cambios pero debía hacerlo bien, cambiar lo suficiente de un rasgo a otro como para que no se dieran cuenta de que era la misma persona quien interactuaba con ellos –hizo una mueca mostrando los filosos y ponzoñosos colmillos- para ser sincero, lo único que no intente fue el cambio de sexo, es decir, tomar rasgos femeninos.

 

Suspiro y se encogió de hombros.

 

-Siento que aun e falta practicar un poco más o que quizás aun no logro encontrar el punto exacto en todo este conocimiento, no sé qué piensa usted –le pregunto- ¿Qué me hace falta y que debería practicar? -aquello seria parte de su propia prueba.

[Niko Uzumaki]

- ¿Vincularlo a la habilidad? - Las palabras de la Arcana pasaban constantemente por la mente del Tonks, había algo que no estaban entendiendo y seguro era algo bastante obvio y fácil de entender - Seguro es el conocimiento - Pensó, quizás era la forma más adecuada que había encontrado para responder esa pregunta, pero la menos clara. Tendría que entender su propia respuesta en poco tiempo y con una forma diferente a la suya, lo que consumiría un poco de su concentración.

 

- Justo lo que faltaba - Su mente seguía trabajando en busca de una respuesta y de algo que le pudiera ayudar a mejorar sus conocimientos sobre la habilidad, y por supuesto, el control que tenía de la misma que no era muy amplio. No obstante, los trasladores que les había dado Amara habían comenzado a funcionar, por ende, cambiarían de ubicación - Espero que no sea un gran cambio - Las palabras seguían cruzando su mente, pero la sonrisa de la Arcana le indicaba algo totalmente diferente, seguramente tendrían que modificar su cuerpo nuevamente.

 

- ¿Cualquier cultura del mundo? - La historia que había creado en su mente y la búsqueda que había intentado realizar comenzaba a tener sentido. Ahora se encontraban en Japón en donde los rasgos eran bastante diferentes a los que las personas en Nigeria y tendría que adaptarse a su nuevo entorno para no parecer extraños - Entendido - Murmuró, la tarea que las había dado la mujer parecía muy fácil sabía que su ejecución no lo sería y que tendría que aprender muchas cosas sobre su habilidad solo. Y no suficiente con ello, tendría que evitar revelar su verdadera identidad - Recuerda, debes concentrarte - Pensó para darse un poco de ánimo, sabía que todo saldría bien si lograba mantener su mente y su energía en proyectar los cambios sobre su cuerpo.

 

Una vez más la mujer lo había impresionado con el manejo que tenía de su cuerpo, nuevamente les había demostrado por qué era la Arcana de la Metamorfomagia. En cuestión de segundos había cambiado de forma y podía pasar por una anciana japonesa, una de las que todos respetan por sus conocimientos y por su sabiduría. A decir verdad, no estaba muy lejos de la realidad aunque seguramente no era su verdadera forma física, ¿o quizás sí? Nunca lo sabría, aunque sabía que la mujer no era asiática.

 

El Dumbledore cerró los ojos para buscar nuevamente la energía en el interior de su cuerpo, el no poder encontrarla lo había demorado un poco en la casa de Amara y no había podido seguir al grupo así que tendría que esforzarse mucho más, ya conocía su poder y había encontrado la forma de llegar hasta ella, así que sería una tarea mucho más fácil que la primera vez - Vamos, lo vas a lograr - Su mente lo seguía animando, al menos era muy optimista y no perdería las ganas de dominar la habilidad, eso nunca ocurriría.

 

La energía apareció mucho más rápido que la anterior vez y comenzó a moverse por todo su cuerpo para modificar algunos de sus rasgos. Empezando por su tono de piel que ahora era mucho más claro pero no el blanco natural en el inglés. Sus ojos adoptaron la típica forma asiática, nariz y boca pequeñas pero muy bien definidas y marcadas. Su pelo siguió siendo negro aunque un poco más brillante y largo, y liso. Un cambio relativamente pequeño pero que marcaba mucho a las personas de dicho país. Nuevamente perdió robustez, las personas del lugar eran mucho más pequeñas y no quería verse extraño. Finalmente, sus manos se volvieron un poco más pequeñas y su altura disminuyó considerablemente.

 

- Lo he logrado - Exclamó aunque nadie pudo escucharlo, la transformación estaba completa y había sido mucho más rápida que la anterior vez - Solo debo arreglar esto - Dijo mientras miraba su ropa y agitaba su varita. Toda la vida había deseado utilizar uno de los trajes típicos de ese país y el momento había llegado, con el movimiento de su varita toda su ropa se transformó. El traje era muy bonito y le gustaban los colores, si quería aprender más de la cultura de las personas de ese país debía empezar por las cosas más típicas y por entender las costumbres.

 

- Ya puedo continuar - Pensó, hablaría un poco con los habitantes del lugar. Si bien se encontraban cerca de la capital del país, era un lugar mucho más rural y no lleno de cosas de ciudad como Tokio. El Tonks comenzó a caminar en busca de una anciana con la cual poder hablar, por suerte conocía el idioma local y podría intercambiar un poco de información - Hola - Dijo sin acento, su aprendizaje de idiomas había sido muy aplicado y había logrado neutralizar su acento en cada una de las lenguas que conocía. Además, no quería mostrar que era extranjero - ¿Cómo está? - Sabía que era una cultura muy amigable aunque seria y reservada.

 

Después de unos minutos, que parecieron horas y de aprender muchas cosas nuevas de la mujer concluyó que debía regresar y hablar con Amara sobre su aprendizaje. Sin duda había logrado entender qué conocimiento es que el debía tener y la importancia de la práctica. Su segunda transformación había sido mucho más exitosa que la primera y sabía que con el tiempo lograría hacer que fuera algo fácil, aunque quizás no tanto como Amara pero al menos no tan evidente - Muchas gracias por su tiempo - Finalizó, luego realizó una reverencia en señal de respeto y comenzó a caminar en busca de la Arcana - Espero que no haya cambiado de forma nuevamente, o no la voy a encontrar nunca.

 

Al regresar al lugar notó que Hades ya había regresado, aunque no estaba seguro de su forma pero al ser un hombre lo más probable es que fuera él - Hola nuevamente - Susurró, el mago estaba hablando y no quería interrumpirlo así que sus palabras fueron lo suficientemente suaves como para que no se notara su llegada. El mago terminó de responder la pregunta, y era el turno del Tonks que estaba de acuerdo con la mayoría de sus palabras.

 

- Sin duda adoptar la forma de una persona implica muchas cosas y adaptarse a la cultura no es fácil. También considero que fue algo muy difícil de realizar, en mi caso tuve el reto que hablar con una anciana que había en el lugar y tenía mucho miedo de hacer cosas inapropiadas para ella pero que pueden ser normales en el Reino Unido - Agregó, aprender a dominar su habilidad implicaba muchas más cosas que cambiar su cuerpo y no se había dado cuenta antes, implicaba pertenecer a otra cultura por un poco tiempo. Y era muy importante tener mucho respeto por dicha cultura para no realizar actos incorrectos.

 

- Pero, creo que lo que me ha parecido más interesante es que para poder transformarnos necesitamos una guía - Agregó - Me refiero a que no podemos transformarnos en algo que no conozcamos o que no hayamos visto antes, solo adoptamos los rasgos que hemos observado con anterioridad - Ese era el conocimiento que debía aprender, para modificar su cuerpo debía saber cuál era el objetivo y cuál sería el resultado final, pero eso no lo lograría si no tenía en su mente una amplia gama de rasgos y cualidades para adoptar - Es por eso que considero que la práctica es importante, todos los rasgos que observemos a nuestro alrededor los debemos intentar adoptar y solo practicando vamos a poder hacerlo - Sin duda no sería muy fácil tener un catálogo de aspectos físicos.

 

- Por ejemplo, los rasgos que he adoptado para estar en este lugar los había visto en un viaje que realice en el pasado y ese fue mi punto de referencia para realizar la transformación - Suspiró, se acababa de dar cuenta de dos aspectos muy importantes del manejo de la Metamorfomagia que no había pensado antes: la cultura y los puntos de referencia - Finalmente, creo que lo más difícil ha sido mantener la concentración, pero creo que la práctica me ayudara a mejorar en dicho aspecto - Su mente era muy dispersa y no podía olvidar que había cambiado de forma, no sería una buena idea cambiar de aspecto en cualquier momento.

[Amara Majlis]

Observó a la distancia las acciones de sus tres pupilos, estaban haciendo un excelente trabajo. Habían logrado adoptar las formas físicas que se habían propuesto, así como interactuar con el medio que los rodeaba, generando en ellos la conciencia de que no era tan sencillo el dominar la habilidad como ellos habían pensado, porque se requería de un control mental y físico extraordinario que a cada segundo los estaba probando.

 

Con una sonrisa en los labios, espero a que los tres fueran a su encuentro. sin embargo, únicamente Niko y Hades lo hicieron, por lo que preciso toda su atención en escuchar sus experiencias y asintió con felicidad al comprobar que habían logrado descubrir por sí mismos los principios básicos de una transformación. Al parecer estaban logrando comprender que la metamorfomagia no era solamente el arte de cambiar de apariencia, sino que tenía todo un trasfondo.

 

—Me da mucho gusto que estén disfrutando del uso de su habilidad y de conocerla un poco más, pero debemos volver a la universidad. —anunció.

 

Con un movimiento de su diestra, les invitó a acercarse hasta un bosquecillo cercano que les permitiría la intimidad necesaria para abandonar aquella ciudad. Una vez en cubierto, les pidió que tomaran su brazo para dar un medio giro y desaparecer envueltos en una fina capa de humo blanco, mientras que Anne se quedaba en Tokio, esperando a que completará su misión, el anillo que aún portaba la llevaría hasta la universidad.

 

Niko, Hades y Amara, aparecieron a las afueras de la edificación mágica. Con pasos lentos, les pidió que la siguieran por entre los pasillos, hasta llegar al sitio destinado para los Arcanos, en donde ingreso y los invito a volver a pasar a su morada, en donde haría la pregunta final, y la más esperada pro los dos.

 

—Hades, respondiendo a tu pregunta... solo debes confiar en tu habilidad y concentrarte, es lo único que puedo aconsejarte. —respondió al vampiro, y después se giro al Dumbledore— La concentración es la clave de todo, así que nunca la pierdas y no permitas que tus pensamientos se dispersen, y eso te hará conseguir el cambio por periodos más grandes.

 

Sus consejos o respuestas, como podían tomarse eran la última enseñanza que les daría, porque el momento tan esperado había llegado.

 

—Hades, ¿quieres hacer la prueba que te reconocerá oficialmente como poseedor de la metamorfomagia? —preguntó al primer alumno que había llegado a su morada ese día— Niko, ¿es tu deseo hacer la prueba para vincularte al anillo como poseedor de la habilidad de metamorfomagia? —completó dijando su vista en el segundo joven de la habitación.

 

Ellos debían tomar la decisión, antes de continuar con su elección.

[Hades Ragnarok]

El Ragnarok observaba los ojos de la arcana, esperando que dijera si él estaba en lo correcto, se había equivocado o le daba algún tipo de consejo, sin embargo la mujer el había sonreído, lo que le hizo pensar que al menos había hecho algo bien. Al escuchar que era momento de regresar a la universidad se alerto. ¿Iba a dejar a su hermana allí a su suerte aun cuando esta le había herido?, ¿tenía la opción de decidir si quedarse o irse junto a la mujer?, maldijo en su pensamiento, Anne debería pasar aquello sola, ¿eso no era lo que ella quería? De haber estado en Grecia como antes sabía la respuesta, se hubiera largado de buenas a primeras a una nueva aventura, ahora debía pensarlo un poco.

 

Siguió las instrucciones de la mujer y en un segundo se encontraban nuevamente en la universidad. No le importaba el sonido de otros pasos cerca de él, lo que quería era ver que seguía ahora, ¿Qué nuevo reto les pondría Amara? Suspiró y asintió ante cada una de las palabras de esta, las mismas que intentaría recordar cuando toda aquella aventura de conocimientos terminara.

 

Y así como había empezado aquello se dio cuenta que iba a terminar. Escucho la pregunta de la mujer pero las mismas tardaron unos segundos más en ser razonadas y comprendidas, no esperaba que aquello llegara tan rápido, pero conocía la respuesta desde el mismo instante en que había pisado por primera vez la morada de la Majlis. Asintió y dibujo una mueca de sonrisa. Había llegado el momento de comprobar que tan bien le había ido, y esta vez estaba seguro que no recibiría ninguna ayuda de la arcana, ella ya le había dicho y enseñado todo lo que él debía saber para afrontar todos y cada uno de los dilemas que se les habían propuesto, ahora era cuando debía demostrarle a ella y a si mismo que podía hacerlo.

 

-Estoy preparado para la prueba –comento afirmativamente y con seguridad esperando a su vez que Anne apareciera pronto- comencemos cuando lo crea necesario –sonrió.

[Niko Uzumaki]

- ¿Regresar? - Era muy raro que la mujer les dijera eso, aún no llegaba Anne y ya tenían que irse - Pero... ¿por qué? - Pensó, no entendía muy bien la situación, sentía que todavía tenía mucho que hacer para aprender a dominar su habilidad, aunque seguro seguirían con la clase en la Universidad y podría aprender algunas cosas adicionales. Por ahora no cambiaría su forma, tendría que esforzarse mucho más para mantenerla.

 

Lentamente caminaron en dirección de un bosque, no muy grande pero lo suficiente como para esconderlos y evitar que los vieran al desaparecer. El Tonks siguió las instrucciones de la Arcana y al tomarla del brazo al igual que su compañero desaparecieron - Tiempo sin verla - Pensó, le encantaba estar en dicho lugar y siempre extrañaba volver a ver la Universidad, le parecían años cuando tenía que abandonarla.

 

- Entendido - El Knight sonrió ante las palabras de la Arcana sin duda había aprendido cosas muy importantes en Japón, pero quizás lo más interesante e importante para el control de su habilidad era que siempre debía estar concentrado - Creo que ahora entiendo muchas cosas que antes no - Los pensamientos pasaban por su mente, esperando que nadie estuviera en el interior de su mente. La clase le había enseñado muchas cosas y al parecer el final estaba a punto de llegar, pero... ¿estaba preparado?

 

Unos minutos después de dar sus últimas palabras, la mujer le realizó la pregunta más importante a Hades - Efectivamente va a llegar el final - Fue lo único que logró pensar el joven mago, había esperado ese momento con muchas ganas, ser uno de los magos capaz de dominar la Metamorfomagia era algo muy importante para él, claro igual que la Animagia que también tendría que aprender mucho.

 

- ¿Estoy preparado? - Pensó ante la pregunta de la mujer, sin duda lo estaba. Había logrado aprender muchas cosas en su viaje a Nigeria y a Japón y tendría que ponerlas en práctica durante la prueba - Claro que sí - Respondió, la arcana le había enseñado lo suficiente para poder dominar la metamorfomagia y se sentía listo para realizar la prueba y demostrar sus conocimientos.

[Anne Gaunt M.]

Llegó Hades y un poco después lo hizo Niko, y ambos aportaron sus propias opiniones y pareceres como respuesta a la tarea que Amara les había puesto a los tres. Anne asintió ante las palabras de sus compañeros, llevaban razón en lo que decían. Pero al parecer, tenían que ver algo más a parte de aquellos detalles. Las palabras de la arcana la dejaron muda, pues lanzó una pregunta más que no debían responder hasta más adelante. Anne torció el gesto pero no habló. Ahora sentía cómo su anillo, el que le había dado su maestra un poco antes, comenzaba a vibrar.

 

Cuando éste se activó en su función de traslador, los llevó hasta su próximo destino, que no era otro que Japón. El rostro de la irlandesa se iluminó a causa de la ilusión. Nunca había estado en aquel lugar, pero su padre le había hablado tantas veces de aquel país que casi sentia que lo conocía. Y es que su padre adoptivo era japonés de nacimiento.

 

Observó a su alrededor mientras Amara les daba indicaciones sobre lo que tendrían que hacer a continuación y, cuando volvió la cara hacia la arcana, se encontró con una anciana oriental de pelo blanquecino. Parpardeó con admiración y luego se dispuso a cumplir con su parte.

 

— Veamos...

 

No supo cuánto tardó en realizar aquella tarea, pues cerró los ojos y se concentró para reunir todo su poder mágico en una única misión. Debía concentrarse en el cambio que debía realizar, tenía que dejar a un lado el color oscuro de piel, los labios gruesos y la figura robusta, entre otros detalles. Se concentró... y pensó... recordaba los rasgos de Tsuki Fujimoto, la madre de Shiro, su padre adoptivo, en aquellas fotos que éste le había mostrado tantas veces cuando era pequeña. Recordaba su pelo negro y liso sujeto en un perfecto moño a media altura, sus ojos rasgados de color oscuro y su nariz achatada, dando la impresión de que tenía la cara plana, sin apenas protuberancia en la parte de la nariz. Labios finos, perfectamente perfilados, orejas pequeñas y altura más bien baja, con los hombros estrechos y las curvas físicas muy poco pronunciadas.

 

Cuando Anne volvió a abrir los ojos, se encontró con que sólo Amara aguardaba en el lugar, pues Niko y Hades ya habían partido para cumplir con la tarea que la arcana les había encomendado. Ella, por su parte, se había convertido en una mujer asiática de una edad aproximada a la suya propia con unas características físicas muy similares a las que había tenido Tsuki en su juventud, aunque con la diferencia de que la licántropo se dejó el pelo suelto, cayendo sobre su espalda y con la altura un poco más abajo de los hombros. Se llevó las manos a la cara y la palpó: tenía las cejas delgadas, los labios finos y la cara, en general, muy plana. Sonrió, lo había conseguido. «Pero ahora necesito mantenerme concentrada para que este físico se mantenga así», pensó.

 

Se alejó del lugar para seguir los pasos de sus compañeros y pronto comenzó a encontrarse con habitantes de Tokio que prácticamente no le prestaban atención. «Bien, lo he conseguido», se alegró. Realmente no sabía a quién dirigirse o qué hacer a continuación, pero siguió caminando para ver si se encontraba con su hermano Hades, aunque no estaba segura de si sería capaz de reconocerle. ¿Qué apariencia habría adoptado él?

 

De repente, un ruido a su espalda le hizo dar un respingo y se detuvo, sobresaltada. Al parecer, un grupo de niños iban corriendo por la calle y habían tirado a uno de ellos al suelo para luego huir del lugar riéndose de él. Anne torció el gesto, ¿por qué había niños tan crueles en el mundo? El caído comenzaba a levantarse frotándose la cabeza, aunque no parecía tener ninguna herida. Amablemente, la Gaunt se agachó a su lado y lo ayudó a incorporarse totalmente.

 

— ¿Estás bien? —le preguntó con perfecto acento japonés. Su facilidad para los idiomas y sus lecciones con su padre desde pequeña la habían ayudado siempre a sentirse muy cómoda en aquella lengua, pudiendo ocultar su acento inglés casi por completo—. ¿Eran tus amigos? No parecían nada simpáticos.

 

El niño respondió con timidez y luego, tras agradecerle la atención y despedirse educadamente con una inclinación, se alejó de ella en dirección opuesta a la que habían tomado sus agresores. Anne se mordió el labio, esperaba que no volviera a encontrarse con ellos.

 

****

No había mirado la hora cuando se había alejado del campo de cerezos para cumplir con su misión, pero estaba segura de que hacía demasiado. Como tampoco se había fijado en el camino que había tomado, no le había sido fácil orientarse para regresar sobre sus pasos y acudir al punto de reunión con la arcana Amara y sus compañeros. Pero lo que no se esperaba era que, cuando regresó, no hubiera nadie en el lugar.

 

— ¡Se han ido sin mí!

 

Como si de una respuesta muda se tratase, el anillo que tenía en el dedo y que había actuado como traslador desde Nigeria hasta Japón vibró con fuerza. Él sería su camino hacia el lugar al que habían ido Amara y los chicos.

 

Desapareció de aquel campo y apareció nuevamente en un lugar y clima que le resultó muy familiar. También el olor el sitio y el edificio que había ante ella. Estaba en la Universidad de nuevo. ¿Aquello significaba que la clase estaba terminando y darían el siguiente paso pronto? ¿O quizás había fracasado en su clase y debía volver a empezar? Arrugó el ceño y luego se dejó guiar por el olor de Hades, aquel aroma a vampiro que conocía perfectamente y que fue capaz de distinguir entre los demás que llenaban el ambiente. Su hermano había pasado por allí... así que sólo debía seguirlo para, al menos, reunirse con él.

 

Dio con el Ragnarok, Niko y Amara en pocos minutos, reunidos estos en las estancias de la arcana. Tocó a la puerta con timidez antes de entrar para unirse a la pequeña reunión y no levantó la mirada hasta que Hades y Niko habían terminado de hablar. Al parecer, Amara les había preguntado si estaban listos para la Prueba.

 

— Lo siento, lo siento —se disculpó Anne enseguida, en cuanto se hizo el silencio en la estancia—. Me he entretenido un poco porque encontré un niño que... bueno, no importa —cortó la explicación de repente. ¿Qué les interesaba a ellos lo que había pasado en su excursión por Tokio? Mejor sería dedicarse a lo que la arcana les había preguntado antes de que se separaran allí—. No sé si deba hacerlo ya, pero quisiera responder a la misión que nos encomendó allí en Japón, maestra Amara —dijo, con timidez. Y solo en aquel momento se atrevió a alzar la mirada para clavar sus ojos en los de la arcana—. Esta vez me ha resultado más fácil mantener mi transformación que en Nigeria, quizás porque me sentía vinculada en cierto modo a la apariencia que debíamos adoptar. O quizás simplemente porque no he perdido en ningún momento mi objetivo de vista. En cualquier caso, no estoy segura de si sabría mantener los cambios intactos si tuviera que realizar cualquier tipo de acción que requiera concentración, como podría ser mantener un duelo o incluso simplemente atender algún problema que requiera algo más que una acción automática por mi parte —reflexionó—. Así que... supongo que la práctica es importante porque solo con ella seremos capaces de asumir esos cambios que realizamos o, dicho de otro modo, que solo de ese modo nos acostumbraremos a no tener que tener todos nuestros esfuerzos y energías puestos en mantener los cambios que queramos hacer en nuestra apariencia porque estos estarán integrados en nuestro propio ser, ¿no? —finalizó. Inconscientemente, había bajado el tono de voz hasta que las últimas palabras no habían sido más que un susurro, pero estaba segura de que Amara la había escuchado perfectamente.

[Amara Majlis]

Las confirmaciones de Hades y Niko llegaron a sus oídos y con una media sonrisa en los labios, asintió tranquilamente. Sabía que los dos magos estaban listos para ser probados por el portal de la pirámide, y que era muy posible que resultaran vencedores a las pruebas que se encontrarían allí. Era momento de darles la información final antes del día de la prueba y era justamente lo que se disponía a realizar cuando Anne apareció.

La bruja había vuelto de su viaje por Tokio, justo a tiempo antes de que sus compañeros partieran a prepararse mental y físicamente para la prueba que les esperaba. Con un movimiento de su diestra le pidió a la Gaunt que tomará asiento y que se tranquilizará un poco antes de comenzar a hablar, una vez que lo logró, la escuchó hablar con total atención, esperando conocer al menos un poco de los detalles del motivo de su retraso.

—Lograste captar parte importante de mis motivos para dejarlos por su cuenta en Japón, deben aprender a mantener la concentración y la calma, así como a realizar otras actividades porque durante la prueba eso será justamente lo que tendrán que hacer, y muchas veces sin la ayuda de la magia. —sabía que quizás sus palabras los asombrarían un poco, pero eran totalmente ciertas.

Mirando a los tres jóvenes, se dirigió expresamente a la recién llegada y con una sonrisa en los labios soltó.

—Anne, ¿quieres presentar la prueba que te unirá innegablemente a la habilidad de la metamorfomagia? —esperando que su respuesta fuese positiva, giró su mirada a Hades y Niko— En cuanto tengamos la respuesta de Anne, les daré las indicaciones necesarias para que inicien cuanto antes.

Sus palabras eran más que una promesa, un hecho, solamente esperarían por la conformidad o negativa de la Gaunt, antes de ponerse en marcha para la prueba.

[Anne Gaunt M.]

Niko y Hades guardaron silencio mientras Amara parecía poner total atención a sus palabras. Anne se esperaba una regañina de su parte, pero ésta no llegó. Por el contrario, le respondió que había logrado comprender parte de lo que les había querido demostrar en Japón y luego trasladó sus palabras hasta un tono consejero para cuando llegara la hora de enfrentar la Prueba.

 

La Gaunt tragó saliva, ése era su objetivo. Se moría por estar frente a él para poder dar el último paso. Y la pregunta de Amara llegó casi inmediatamente, como una respuesta repentina a su mudo deseo. La mortífaga guardó silencio durante un instante. ¿Estaba realmente preparada para la prueba? ¿Era merecedora de alzar su voz para decir abiertamente a aquella poderosa mujer que estaba lista para tomar la Prueba? No estaba realmente segura, pero sí sabía que lo daría todo por conseguirlo. Debía confiar en sí misma.

 

— Sí, claro que quiero presentar la Prueba. Creo que puedo hacerlo... no, discúlpeme, quería decir que puedo hacerlo —rectificó, ahora sí mirando directamente a Amara. Su tono de voz era seguro.

 

Aguardó entonces en silencio para que la arcana pudiera darle las instrucciones de lo que debían hacer a continuación pues Niko y Hades también estaban ya listos para dar aquel paso. Solo en ese momento Anne recordó que no había vuelto a tomar su apariencia real, sino que seguía figurando como una mujer asiática. Su pelo cambió de repente, adoptando de nuevo el color castaño habitual y rizado, sus ojos se volvieron grises, más redondeados y así continuó cambiando cada detalle hasta que volvió a ser ella misma. Una vez terminó, se pasó la mano por un mechón de pelo para ponerlo tras su oreja derecha, apartándoselo así de la cara. Acto seguido, esperó mirando a Amara directamente a la cara.

[Amara Majlis]

La confirmación por parte de sus tres pupilos había llegado, estaban listos para ir a presentar la prueba que los uniría al anillo que los identificaría como portadores de la habilidad. Con una media sonrisa en los labios, asintió y se puso de pie, para darles las últimas instrucciones a los presentes. Sabía que eran las últimas palabras que escucharían de sus labios antes de ponerse en marcha dentro de la prueba, por lo que tenía que darles algún consejo.

 

—Confíen en su propio poder, y recuerden que el cambio sale de sí mismos, no caigan en desesperación ni en pánico, todo esta en su mente. —fueron sus últimas palabras.

 

Con eso, les pidió que salieran de su morada, no sin antes darles un fuerte apretón de manos y les deseo suerte por medio de una vieja oración mental indú que había aprendido. De ese modo, se quedó sola nuevamente en su hogar, se sentó en un sofá cercano al escritorio y esbozó una media sonrisa, ser Arcana de la universidad y conocer a tantas personalidades reunidas al mismo tiempo por un mismo fin era sorprendente y más porque nunca pensó que la cultura inglesa fuese tan variable.

 

Esperaría a su siguiente pupila, una bruja llamada Mia Black Lestrange, de acuerdo a los informes que le habían pasado, podía saber que era una bruja que había desempeñado algunas funciones ministeriales, pero nada más, prefería conocerla antes de crear algún concepto erróneo de ella.