Jump to content

Nigromancia


Báleyr
 Compartir

Publicaciones recomendadas

@Báleyr @Aries.

 

- Maldito

 

Masculló para sus adentros cuando, en su espalda, sintió el empujón que el Arcano le dio para que pasara del otro lado del portal. Aries estaba unos metros hacia su izquierda y estaba parado como si nada en la mismísima nada.

 

No podía creer que estaba en el mundo de las ánimas y, sólo consigo, tenía ese frasquito y su varita. El lugar era algo indescriptible. Era frío pero a la vez por su cuerpo pasaba una sensación cálida, se sentía algo pesado pero podía caminar con liviandad ... era raro.

 

Momentos atrás había resonado en sus cabezas la voz de Báleyr diciendo que debían de buscar su vara de cristal y que por algún lugar del otro mundo estaría. Parecía una ***a de mal gusto porque el lugar era gigante y no tenía límites. Además de eso, que alguna de las ánimas podía llegar a tenerlo cosa que tampoco le agradaba al vampiro porque no tenía ganas de descubrir el poder que quizás tendrían oculto.

 

Se incorporó en sí y antes de acercarse a Aries el panorama había cambiado por completo; parecía de esos aparatejos muggles en los que uno insertaba una serie de imágenes y las veía por el visor del mismo. Era un prado. El pasto rosaba sus rodillas y se mecía con la leve brisa que estaba levantándose en el lugar. El sol alumbraba el día pero no hacía calor era más una tarde de otoño. Frente a él, a algunos metros, había un sólo árbol que sobresalía y, detrás, un bosque comenzaba a levantarse.

 

Todavía ningún ánima se aparecía.

 

- ¿Estás en el mismo prado que yo, Aries?

 

Se dirigió a su compañero con aquella pregunta que parecía tonta y que quizás el chico terminara por reírsele en la cara.

~ //

http://i.imgur.com/LZ2zUEj.gifhttp://i.imgur.com/C83rY.gif // ~

9DDDaoU.jpg

Crazy Awards 2018:

7F1CpeC.gif "El Romeo"

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aries se quedó de pie, mirando el lugar que no era para nada como lo había diseñado en su cabeza. A simple vista no se miraba por ningún lugar la vara de cristal del Nigromante, creyó que aquello de la copia de la vara de Baleyr era una broma. Por lo que trato de ver más allá, pero no pudo hacer uso de la Videncia, fue cuando se preguntó si es que todos ellos —los Arcanos —iban a complicarle la vida y la existencia cada que podían. Suspiro. Fue un suspiro de resignación y siguió su camino por el lugar.

No había hablado para nada, hasta que escucho la voz de alguien a su lado derecho. La figura del Gaunt, —su compañero dentro de la Marca Tenebrosa —que preguntaba si el Ivashkov estaba a su lado y miraba lo mismo que él. El Ángel Caído miraba el lugar, no era muy agradable, todo lo contrario, demasiado frio y cruel.

No lo sé, ¿qué es lo que ves? —pregunto un tanto intrigado de saber que era lo que miraba su compañero, para el joven metamorfomago aquel lugar era un lugar sin vida, donde había ríos de sangre, y una ciudad idéntica a Ottery completamente destruida, con mansiones consumidas por el fuego destruidas completamente. Aquel lugar era el infierno o el inframundo, no lo estaba muy seguro, pero no quería contarle a su compañero que era lo que él miraba.

Si puedes tocarme es que estamos en la misma realidad, mismo lugar, si no es así, creo que cada uno debe ir por su lado. —Aries había intentado tocar al Gaunt pero sin éxito, así que aquel lugar debía tener tantos mundo paralelos como la conciencia de cada persona. Entre más avanzaba por el lugar se dio cuenta de que tampoco había muchas almas en el lugar, había dejado su zona de confort para poder llegar a estar a sólo 40 metros de la vara de Cristal.

Si bien cuarenta metros no eran muchos, debía de cuidarse de las pocas animas que ahí se encontraban. Buscó su varita por toda su ropa, pero no se encontraba con ella, alguien se la había sacado antes de entrar al lugar y enseguida pensó en el Nigromante que los estaba poniendo a prueba. Y quizás él era quien había bloqueado su habilidad de Videncia para saber qué camino elegir. Pensó por un momento que esperar a que llegará un tipo de noche a aquel sitio era lo mejor para continuar su camino, pero no. Mientras más descendía la noche más animas malignas aparecían.

6ulee7D.gifoPlJzyO.gifM99Ea8K.gif 

vJ4GOyW.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En la mazmorra

 

Baléyr observó a su nuevo aprendiz con un gesto de curiosidad en el semblante. Casi todos llegaban allí con sus propios motivos personales y tuvo que reconocer que, el hecho de que el Triviani se ofreciese por el mero hecho de tener en su poder aquella habilidad y el conocimiento que brindaba, le sorprendió un poco. Aún así, guardó la compostura y se paró frente al chico, con el cadáver entre ellos.

 

― Muy, bien. El conocimiento gusto del conocimiento puede ser una buena razón. ―mintió.

 

En realidad, todas eran buenas razones para obtener su habilidad. Es que el Arcano era bastante orgulloso con su cátedra y le daba gusto ver a tanta gente por allí. Ya si ellos aprendían algo o no, lo vería con el pasar del tiempo. En eso pensaba, cuando se le ocurrió echarle un vistazo al avance de Aries y Emmet. Aún nada.

 

― Volvamos al cuerpo. ―ladeó ligeramente la cabeza y contempló al fallecido― Me has hablado de la maldición asesina. ―enarcó una ceja― Pero me gustaría saber el por qué de esa seguridad. ¿Qué tal si fuese otro tipo de maldición? ¿Alguna que tenga otro tipo de efecto pero que, al igual que el Avada Kedavra, no deje señales? ―otro truco.

 

El Arcano colocó una mano sobre el cuerpo inerte y cerró los cortes, uno a uno. Apenas se vislumbraban cicatrices que quedaban en la piel. Una vez que hubo terminado, volvió a abrirlos y le hizo una seña al mago para que lo intentara.

 

― Hay que tener en cuenta que la curación completa de un cuerpo sin vida es... Compleja. Pero todo está, de momento, en el poder de la mente. Inténtelo.

 

 

Athena y Thomas

 

El anciano puso los ojos en blanco. Esas muestras de afecto le parecían una cosa, por demás, banal. Prestó especial atención a lo que había hecho Rouvás para "devolver" a la vida a Thomas. Había sido efectivo, por supuesto, pero le dio la impresión de que la muchacha había olvidado una parte del hechizo que había recitado. Si bien, la modificación funcionaba, no creía que ese "regreso" también fuese permanente.

 

― Dichoso, usted, que entiende ahora la necesidad de un alma por volver al mundo de los vivos. ―apoyó su palma derecha en el pecho del Gryffindor y empezó a recitar, muy lento y en un susurro "Spiritus mundi mortuos suscitate".

 

El efecto que provocó entonces fue determinante. Daba la sensación de que intentaba extraer algo del cuerpo de su alumno. Así que repitió el cántico tres veces, cada efecto más fuerte. Hasta que por fin, Baléyr dio un suspiro amortiguado. El regreso temporal del muchacho ya no lo era, ahora sí había vuelto verdaderamente.

 

― Señorita Rouvás, señor Gryffindor. ―empezó mientras simulaba acariciarse la barba, sintió un tirón en la mandíbula. Probablemente se le hiciera un cardenal más tarde.― ¿Creen que están listos para iniciar con su verdadera prueba?

Editado por Báleyr
nuRQYmF.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-¿Qué... ¿Qué es lo que hace maes...- fue lo que alcanzó a pronunciar Gryffindor una vez que Báleyr posó la palma derecha sobre su pecho; recitando un cántico muy peculiar que le hizo exhalar, un par de veces, suspiros de aire frío que luego de tres oportunidades se tornaron cálidos y reconfortantes. -No sé si se trate de una necesidad, señor... pero es una sensación de desesperación que no le obsequiaría ni a mi más acérrimo enemigo- respondió el joven a la primera intervención que el Arcano había enunciado tras su regreso del mundo de los muertos; posicionándose, a su vez, al lado derecho de Athena; cogiéndole la mano zurda con determinación. Todo era muy extraño para Elros, puesto que la fuerza que Rouvás había utilizado en traerle de vuelta a la vida, no era la misma energía que el nigromante irradiaba desde la primera vez en que lo tuvo de frente; era como si Báleyr hubiese completado parte del proceso de resurrección con tan sólo susurrar un par de palabras en un idioma extraño.


Pero una esperada interrogante fue la que sacó al pelirrojo de su estado de introversión; sonriendo de júbilo al percatarse de que ya debía enfrentar, una vez más, los misterios del portal en la pirámide del Ateneo; obviamente si era capaz de llegar hasta la sala donde yacía el mítico Ouroboros. -Por mi parte, maestro... Estoy preparado para demostrar mi habilidad. Acepto con gusto el desafío de vinculación a vuestro anillo- se explayó el veinteañero; sintiendo la emoción, a flor de piel, de tener que lidiar con barreras poderosas que le convertirían en un mago mucho más preparado ante los mortífagos y los peligros que hoy en día azotaban a Ottery. Posterior a su intervención; el chico de orbes esmeraldas desvió su mirada a los zafiros de Athena, esperando la respuesta que ésta le entregaría al viejo Arcano; y así poder marcharse juntos a descansar y recuperar las energías.

Editado por Thomas E. Gryffindor
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

"¿La verdadera prueba?" Pensó para sus adentros, veía que lo vívido recientemente no había sido suficiente, aunque en su caso habían sido suficientes emociones para tan poco tiempo. Siendo sincera, también parecía que había trascurrido como un millón de años desde que se presentó en las afueras de la vivienda del Arcano. Es lo que tiene el Inframundo, el tiempo allí no existe y las cosas solo suceden una tras otras y las almas vagabundean y quedan en la eternidad.

 

Iba a tener que sacar fuerzas de algún lado, pero lo haría. No había llegado tan lejos para irse con las manos vacías; cansada pero aún podía dar algo más en lo que sería el examen final, si es que surgía de inmediato. Era la primera vez que se enfrentaba a una habilidad mágica y en realidad ignoraba cuales eran los protocolos a seguir.

 

―Lo estoy, maestro. ―Respondió a secas. Aunque luego de unos segundos añadió ―Estoy lista y dispuesta a enfrentarme a la parte final de esta habilidad.

 

Sin querer, sin darse cuenta buscó la mano de Thomas cuando terminó de hablar. Cuando logró entrelazarla con la suya apretó un poco más fuerte de la usual, sabía que la estaba mirando de reojo, pese a eso intentó no desviar su atención del Arcano mientras emitía su respuesta final. Ya luego tendrían tiempo para comentar lo vivido.

 

Recién comenzaba a procesar el haberlo visto muerto, tenía otra matiz apreciarlo desde donde estaban ahora. Apenas caía en los sentimientos que hubiesen aflorado de haberlo perdido en serio. La muerte no era ningún juego que sortear como si nada, era algo tangible, eterno y siempre doloroso al separar a las personas.

http://i.imgur.com/IfqD21o.gifhttp://i.imgur.com/PkAsq8i.gifhttp://i.imgur.com/qVzS2LZ.gifnJHjjJQ.gif


tNdJEiz.jpg


WhHfWcz.gif 2QBiHc2.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las palabras del Ivashkov no se hicieron esperar. Él tenía mucho más conocimiento que Emmet acerca de todo esto por lo que le explicó la cuestión que estaba intentando de ver. Claramente no estaban viendo el mismo paisaje o lugar por lo que supuso que eso se daba a que cada uno o su propia mente o cabeza estaba fabricándolo. ¿Que era lo que veía el rubio?

 

Era una incógnita para el vampiro pero ahora debía ocuparse de encontrar la vara de cristal del Nigromante.

 

La otra cuestión que comprobó el rubio fue intentar el contacto físico pero tampoco pudo ser posible por lo que ahí terminó de comprobar que estaban en distinto planos o lugares ... o como se llamara.

 

- Tengo un prado enfrente. Lleno de césped que se mece con una brisa muy fresca ¿puedes sentirla?

 

Pero que pregunta acababa de hacer con todo lo que había comprobado antes.

 

- Ten cuidado y recuerda que tenemos este frasquito - lo agitó pudiendo sentir el líquido que contenía - Rocía a todos los fantasmas - bromeó adentrándose al prado y viendo, sobre sus hombros, como el rubio se hacía pequeño.

~ //

http://i.imgur.com/LZ2zUEj.gifhttp://i.imgur.com/C83rY.gif // ~

9DDDaoU.jpg

Crazy Awards 2018:

7F1CpeC.gif "El Romeo"

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

 

Aries sonrió ante las palabras del Nigromante. Le parecía gracioso rociar a las animas con el contenido del frasco, eso parecía ser una buena idea en dado caso de que lo necesitará, pero él tenía otro plan en mente y ese era llegar a la vara de cristal antes de que las almas malvadas que se encontraban alrededor se dieran cuenta de que estaban muy cerca de ellas y lo que podrían hacer con ella, en dado caso de que pudieran hacerse de ella.

 

El Ivashkov dejo el lugar donde estaba escondido y comenzó a caminar en dirección al objeto por el que estaba ahí. Mientras más cerca se sentía de la vara del Arcano, el cielo del lugar se empezaba a teñir de un color rojo sangre, cosa que le sorprendió al metamorfomago, jamás había visto un efecto similar en ninguna parte del mundo. Pero la cosa se puso peor, cuando aquellos seres intangibles se empezaron a agitar por todo el lugar. Por lo que el Black Lestrange trato de hacer contacto con Emmet.

 

Gaunt, —se dirigió al vampiro esperando llamar su atención —¿de qué color es el cielo del lugar en el que estas? —preguntó el ángel caído a su compañero tras ver el cielo de aquel lugar y lo que les provocaba a las ánimas.

 

No podía seguir perdiendo el tiempo, cada minuto que pasaba el comportamiento de las animas era agitado, por lo que acelero el paso, se estaba poniendo tan nervioso que llego a tocar con sus dedos el frasco con el contenido liquido como si aquello fuera un arma. Estuvo tentado a hacer lo que Emmet le había sugerido, pero en su lugar siguió hasta delante sin importarle nada.

 

Estaba a sólo 2 metros de su objetivo, dio varios pasos más y estiro la mano para que las yemas de sus dedos tocaran el artefacto que le había pedido el Arcano, en ese momento, varias animas lo rodearon, todas con la idea de hacerle daño, pero cuando le vieron con la vara de cristal en la mano todas se alejaron, así que con ayuda de aquel instrumento apareció un nuevo portal frente a él.

 

De nueva cuenta se encontraba frente al Arcano. Aries tenía muchas preguntas que hacerle a Baleyr, uno de ellas era ¿por qué lo había dejado ir a aquel portal?, pero lo más importante era que durante los últimos minutos en aquel lugar sintió que controlaba a las animas que ahí se encontraban, lo que no sabía si aquello era gracias a la vara que el sostenía o a un estilo de vinculación con la Nigromancia.

6ulee7D.gifoPlJzyO.gifM99Ea8K.gif 

vJ4GOyW.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Antes de perderle completamente de vista, el vampiro, escuchó la pregunta del rubio. El cielo, que se elevaba sobre él, era de un celeste claro pero intenso. El sol adornaba la mañana (o eso parecía) sobre el prado en el que se iba adentrando una y otra vez.

 

¿Cómo comenzaría a buscar la varita de cristal del Nigromante? No sabía para donde ir o por donde comenzar. El viejo no les había dado ninguna pista de que es lo que tenían que hacer o por donde ir. Ahora que lo pensaba un poco mejor quizás no pudo dar más pistas debido a que, dependiendo de cada ser que pasara al otro lado, era la forma en la que se le presentaba; no olvidaba que el rubio veía todo un escenario negro y oscuro, mientras que el del vampiro era totalmente lo contrario.

 

Habiendo llegado al límite entre el bosque y el prado comenzó a percibir movimiento entre los árboles que tenía enfrente. ¿Un fantasma, ánima o demonio? Todo los nombres que se le cruzaban por la cabeza en ese momento podía llegar a ser; mientras no fuera un demonio estaría todo en orden y, de seguro, tendría una travesía tranquila.

 

- Emmet ... Emmet

 

El mortífago agudizó sus sentidos nuevamente intentando adivinar de donde venía esa voz que lo llamaba repetidamente. No la reconocía, no podía identificar de quien se trataba.

 

- Emmet ... Emmet

 

Se volvía a repetir una y otra vez pero ahora provenía desde donde había identificado el movimiento. Nix, la varita del vampiro, se materializó en su diestra y el frasquito lo tenía en la izquierda por cualquier cosa.

 

- ¿Quién está ahí?

 

Contestó apuntado a aquél sitio listo para lanzar hechizos a diestra y siniestra si tenía que defenderse.

 

- Sal de donde quieras que estés

 

Volvió a gritar con todas sus fuerzas, una vez más al aire, pero no obtuvo respuesta salvo el movimiento que producía el viento en la copa de los árboles.

 

Continuaba apuntando su varita hacia el frente esperando alguna respuesta o sonido que le diera respuesta a la existencia de aquella voz que había escuchado.

Editado por Emmet Haughton Gaunt

~ //

http://i.imgur.com/LZ2zUEj.gifhttp://i.imgur.com/C83rY.gif // ~

9DDDaoU.jpg

Crazy Awards 2018:

7F1CpeC.gif "El Romeo"

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El anciano sintió movimiento nuevamente en la primera sala, de donde habían desaparecido sus dos primeros alumnos. Eso sólo podría significar dos cosas: éxito o fracaso. Siempre era alguna de las cosas, como el blanco o negro. No podía existir el gris, el tono intermedio de la vida era una utopía. Al menos, en los años que llevaba como Nigromante, cada paso te inclinaba hacia algún lado de la balanza y el equilibrio que, se suponía querías mantener, se iba al muelle.

 

Contempló con curiosidad al muchacho que tenía frente a sí, quizás porque el aspecto de su rostro no era el mejor y la descompostura que le estuviese afectando le impedía responder al viejo Baléyr. ¿Qué podría hacer en esas situaciones? Nada más que enviarlo a casa, que se recupere y que regrese cuando tenga un estómago más duro. Así pues, materializó su Vara de Cristal y, con ella, hizo desaparecer a Ishaya de su mazmorra, fuera del perímetro de la Universidad.

 

Cuando salió hacia la pequeña sala, se encontró con la figura del más joven. Baléyr vio la Vara de Cristal en sus manos y luego le dirigió una rápida mirada a la que tenía Aries, se acercó con cautela, no daba la impresión de que el chico la usaría en su contra, pero el Arcano había aprendido a ser bastante desconfiado con esos temas. Lo cierto era que, aunque quisiese, el Ivashkov no podía hacerle nada. Aquella vara era sólo una copia.

 

― Vives. ―no era una pregunta, ni siquiera era una palabra dirigida directamente a su alumno. Más bien era una confirmación de lo que acababa de ver a través de él. Si su presencia suponía otro tipo de "vida", tendría que matarlo.― Eso quiere decir que, es posible, estés listo. ¿Estás listo para tu prueba? ―inquirió mientras ladeaba la cabeza y se dio cuenta de que le faltaba un aprendiz.

 

Podría haberle preguntado por el joven Haughton. Podría haberle hecho los cuestionamientos de rigor que, se supone, tendría que hacer cualquier maestro preocupado por su alumno. Podría haber dicho algo más, pero decidió que no era el momento. Además, usaría su propia vara para asegurarse de que Emmet no se hubiera extraviado en el plano astral al que lo obligó ir.

 

<< Alguien lo está llamando. >> pensó, cuando usó la vinculación de la habilidad con ese otro mundo.<< Te están llamando. >> esa vez le habló al propio Emmet.<< Tuya es la decisión: Escuchar o no escuchar. Seguir o detenerte. Creer o dudar. Tuya es la opción: Llamar o ser llamado. Cuando lo tengas resuelto, háblame. Cuando confíes, vuelve. >>

nuRQYmF.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Se tranquilizó. Su respiración volvió a su estado normal pero jamás doblegó la posición de ataque que había adoptado. Aún seguía con Nix erguida hacia adelante apuntando hacia los arbustos desde los cuáles había provenido la voz que lo llamaba incesante. Cuando se proponía a dar el primer paso para comenzar la investigación, la voz del Arcano, se hizo presente en el terreno donde estaba el vampiro. Parecía el escenario de aquella obra literaria muggle donde había una persona que lo vigilaba todo; el Gran Hermano.

 

El Nigromante lo incitó al vampiro, en pocas palabras, a ir en busca de aquél llamado. Debía arriesgarse si quería conseguir la Vara de Cristal y comenzar la prueba de su habilidad para llegar al tan deseado anillo.

 

Cuando la voz se hubo cortado, tomó una bocanada de aire y comenzó a adentrarse a aquél bosque. Seguía apuntando a los arbustos y, cuando llegó, no había nada detrás de estos, sólo un pequeño conjunto de hojas secas y ramitas mal puestas; quizás se trataba del nido de un animal, pensó.

 

- Emmet Emmet Emmet

 

Ahora no fueron dos sino tres veces la mención a su nombre. Podía sentirla cada vez más cerca pero ahora proveniente de otra dirección: frente a él, a pocos pasos, se abría un pequeño sendero entre los árboles. Debía guiar a algún lado porque no había otro que se dirigiera a otra dirección.

 

Se volvió a repetir el llamado pero esta vez pudo ver una figura que se desplazaba entre los árboles que marcaban el sendero.

 

- Alto, ¿quién eres?

 

Su grito fue en vano porque no obtuvo respuesta. El Gaunt se puso en marcha. Ya nada le importaba sólo quería terminar eso y poder salir de ahí para dar su prueba ... o quién le decía que esa no era ya.

 

Emmet comenzó a recorrer el camino con algunos pequeños problemas pero nada que se pudiera solucionar con unas simples patadas o hechizos rápidos y efectivos. ¿Todo eso era producto de su imaginación o realmente estaba en el otro plano? Pues no parecía algo tan desagradable ya que, a pesar de ser algo desconocido, era un lugar tranquilo.

 

Sus sentidos se volvieron a activar cuando la figura volvió a pasar por un costado ocultándose de la presencia del inmortal tras cada tronco que encontraba. Parecía como si lo estaba vigilando con cada paso que daba y, conforme seguía avanzando, se hacía más presente. Al llegar al final se topó con un claro de agua, que se encontraba a mano derecha, y una cabaña preciosa de madera de pino que estaba justo al frente.

 

- Has llegado al lugar. ¿Porqué eres tan terco chico en hacer caso a los llamados?

 

A su izquierda se había aparecido aquella presencia. No lo reconocía ni recordaba haberlo visto en su vida terrenal. Era un muchacho, eso se podía ver a simple vista. Tenía cuerpo atlético y estaba vestido como si llegara de hacer algún deporte. Lo que más le sorprendió era que parecía una persona común y corriente en el sentido de que no era transparente como los fantasmas que habitaban el castillo de su familia o los que andaban vagando por los terrenos de la Universidad.

 

- Entiendo tu cara de desconcierto. Y si, antes de que preguntes, yo ya estoy muerto ... ya dejé tu mundo - el chico se había adelantado a las miles de preguntas que comenzaban a nacer en la cabeza del Gaunt - Podemos decir que fue con un altercado en una noche de fiesta en mi comunidad - contó resumidamente.

 

Un momento ¿magos y muggles juntos en el mismo plano? Eso sí que también era algo que lo asombraba pero ahora que se ponía a pensarlo, al fin y al cabo, todos eran simples seres humanos e iban a parar al mismo lugar.

 

- ¿Vas a dejar de mirarme con esa cara de borrego o quieres perder la oportunidad de encontrar la Vara de Cristal?

 

Cuando hubo pronunciado esas palabras fue cuando el vampiro comenzó a prestarle atención. Tenía toda la atención ahora.

 

- Dime todo lo que sabes. Tengo que salir de aquí con esa maldita vara - dijo el vampiro de manera seria.

 

El muchacho comenzó a caminar hacia la cabaña y el vampiro comenzó a seguirlo. Abrió la puerta normalmente e invitó a pasar al inmortal.

 

- Ahí la tienes - dijo sin ningún tipo de impedimento. Parecía una especie de robot que había respondido a la orden del vampiro.

 

Arriba de una pequeña mesa ratona estaba, radiante y en una sola pieza, la Vara de Cristal del Nigromante.

 

- ¿Eso es todo? ¿Así de fácil es obtener esto? - había tomado la Vara con si izquierda y la miró extremo a extremo para comprobar que era la verdadera - Déjame adivinar: tengo que pagar un precio por esto, ¿cierto?.

 

Era algo que intuía y que no parecía una idea loca. Algo le estaba escondiendo porque no podía ser tan fácil tener la Vara.

 

- Veo que vienes bien entrenado por Báleyr: la desconfianza antes de todo - el vampiro sonrió de costado al sentir aquella palabra - Y estás en lo cierto. Hay un precio que debes pagar para poder salir de acá con la Vara - el muchacho le hizo un ademán de salida al vampiro y fueron hacia el claro - Seguro que sabes la función de los Pensaderos: recipientes en donde, los magos, guardan sus más preciados recuerdos - dijo mientras Emmet se arrimaba a la orilla para ver el espejo de agua; además asintió antes las palabras del chico - Ese es el precio que debes pagar: tienes que dejar uno de tu más preciados recuerdos en este "gran Pensadero" por lo que, cuando poseas la habilidad, podrás venir a buscarlo nuevamente o dejarlo en este plano más protegido - soltó.

 

La cara de Gaunt se posó en el muchacho. Intentó procesar toda esa información que le había dado. Debía dejar uno de sus más preciados recuerdos aquí pero el tema que le preocupaba era que si no obtenía la habilidad se iba a quedar toda la vida sin aquél pedacito de sí que había dejado.

 

- Perfecto - soltó llevando a Nix a su sien y, luego de un momento, comenzó a apartarla sacando un hilo de plata que salía de la cabeza del vampiro. Lo soltó sobre el espejo de agua y la imagen de su abuela apareció por unos momentos sonriéndole, y desapareció cuando el hilo se mezcló con los demás.

 

*-*-*-*-*-*-*

Volvió al prado. Todo seguía igual pero ahora tenía que salir de allí:

 

- ¡Báleyr! ¡Tengo la Vara! - gritó repetidamente llamando al Arcano.

 

El portal por el que había venido ya no estaba por lo que no sabía como iba a salir de allí.

Editado por Emmet Haughton Gaunt

~ //

http://i.imgur.com/LZ2zUEj.gifhttp://i.imgur.com/C83rY.gif // ~

9DDDaoU.jpg

Crazy Awards 2018:

7F1CpeC.gif "El Romeo"

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.