Libro de los Druidas

[Sophie Elizabeth Granger]

Paso la hoja una vez mas mientras intentaba comprender lo que estaba leyendo, no entendía bien como invocar el haz de la noche, debía decir eso o fukgura nox. Se quedo perdida en sus pensamientos hasta que una voz conocida los interrumpió obligandola a levantar la mirada del texto. Por como estaba sentada lo primero que vio fue una sombra negra pero cuando su mirada siguió su camino se topo con una cara conocida que la hizo sonreír.

 

- así que, ahora que solo somos dos, que seremos ahora, ¿las gemelas fantásticas? - le pregunto a la Rambaldi en referencia a el apodo que les había puesto la Weasley, mientras se levantaba para ir al encuentro de su anterior compañera de lucha - el profesor, no tengo idea, pero ya sabes que a el le gusta aparecer de la nada, por lo que no me extrañaría que nos metiese un susto.

 

 

Se guardo el libro en la mochila y observo a su alrededor, sabia que incluso el estar paradas ahi sin hacer nada podía ser una prueba. Suspiro esperando que Badru no las hiciese esperar tanto tiempo.

 

- ¿has leído ya el libro? ¿Entiendes algo?- pregunto a su compañera de clase.

[Axel Rexdemort]

Fue cuestión de segundos, el fuego envolvió al gigante que yacía sobre el pub, la madera seca de la construcción reacciono sin demora, el fuego empezaba a expandirse.

 

Axel levanto su brazo derecho, la sangre seguía corriendo al momento en el que pensaba un Episkey nuevo. Intento buscar a su maestro el cual seguía muy tranquilo. El Rexdemort no entendía que pasaba por su cabeza, las llamas seguían creciendo a sus espaldas y más criaturas llegaban. La pelea había empezado.

 

Y tal como recordaba la manada de licántropos atacaban velozmente a los gigantes, los cuales solo se defendían destrozando todo a su alrededor. Sus enormes brazos golpeaban de derecha a izquierda. Axel conocía el desenlace, en la mañana King’s Row sería un desierto donde los cadáveres de aquellos gigantes desmembrados y los licántropos yacerían. Pero en ese momento el fuego lo sorprendió.

 

-Las personas- Fue lo primero que cruzo por su mente. Y volvió a ver a Badru, el guerrero estaba callado, miraba el espectáculo que ofrecían los gigantes contra los licántropos. – Esta enfermo.- Pensó el hombre, acercándose hacia el Pub en llamas.

 

Badru había mencionado algo sobre fuego, supuso que él tendría algo que ver con el hecho de que las llamas se hubiesen expandido de tal manera. Axel apretó el puño, activando su anillo contra las miradas indiscretas una vez que se alejó del centro de la pelea. El tatuado suspiro y se quitó la camisa para atarla a su rostro. Cerró los ojos y con ayuda de un salvaguarda mágica entro al recinto.

 

Era el momento de usar el polen, tomo un poco y lo roció sobre su cuerpo, el pub empezaba a flaquear a causa de las llamas. Nuevamente sus recuerdos tenían razón, cuatro jóvenes se escondían del fuego. Tomando un poco mas de polen, el tatuado roció a los jóvenes, y les ordeno que lo siguieran. El salvaguarda y el polen eran una combinación bastante efectiva en aquel escenario. El humo y la noche oscurecían pero no evito que los pequeños le hicieran caso al mago, el cual los saco por detrás del lugar.

 

-Flugt- Exclamo una vez que todos estaban afuera del lugar. El mago les ordeno que salieran de King’s Row, el polen los ayudaría un tiempo para evitar el fuego, Miro por un segundo a uno de esos niños, el cual corría por su vida y suspiro.

 

Axel se quitó su camisa y se la volvió a poner como era preciso. Regresaría a buscar a Badru.

[Badru]

El peligro real de utilizar Fulgura Nox con la finalidad de visitar el pasado radicaba en que los recuerdos podían mezclarse y terminar siendo confusos. El tiempo no podía cambiarse con tanta facilidad, era de cierta forma inmutable. Sin embargo, aquellos que visitaban el pasado pasaban a un plano diferente de la realidad en donde todo podía suceder. Podías cambiar las cosas y contemplar lo que hubiese sucedido si tomabas el camino de la derecha en lugar del de la izquierda. Pero esos recuerdos eran demasiado fuertes, poderosos. Podían llevar a una persona a la locura pues la realidad y las posibilidad podían mezclarse en la cabeza.

 

Con la vara de cristal en la mano apareció a través de un portal que, además, les serviría para regresar a la época actual y a la realidad.

 

—El pasado y las decisiones son lo que marcan nuestro futuro. Con la magia adecuada puedes invocar un Fulgura Nox que te traiga al pasado. Pero no abuses de ese poder, si bien el tiempo es inmutable tus recuerdos no lo son. Ver realidades alternativas hará que tu cerebro las crea reales, podrás caer en la locura. Estás listo para ser puesto a prueba, veremos que tan hábil eres.

 

*

 

Transcurrió un tiempo considerable desde que le informaron de nuevos estudiantes para el aprendizaje del libro de los Druidas. Dos mujeres y uno de los nombres se le hacía conocido. No logró identificarlo con exactitud sin embargo le traía recuerdos desagradables. Desechó aquellas ideas de la cabeza, llegado el momento estaba en sus manos el destino de esa bruja. ¿Qué más daba agobiarse pensando en lo que sucedió si lo que sucedería era sin lugar a dudas mucho más interesante?

 

Para él, oriundo de la Tierra de los Uzzas, el clima de la Plaza del Árbol de Fuego era el adecuado. Más se sorprendió la naturalidad con que las dos brujas parecían tomar el calor que debía estarlas abrasando.

 

 

—Deberían entenderlo si no pretender morir en los siguientes diez minutos.

 

Apareció atravesando un Portal que comunicaba el mundo humano con las tierras de la Eterna Oscuridad. En cuando comenzó a hablar el Portal fue perdiendo tamaño hasta que finalmente desapareció. Badru no sintió la presencia extraña que desapareció en una fracción de segundo. Era poco probable que alguien la hubiese sentido. Oscuridad sabía como ocultar a sus siervos.

 

«Viajaremos al futuro. Pero un futuro en donde todas las cosas han salido mal. El futuro de alguna de las dos, un futuro que rechazan desde lo más profundo de sus corazones —dijo tratando de explicar lo que sucedería —. ¿Quién será la mujer que nos proveerá de un escenario?

 

Convirtió su varita mágica en una Vara de Cristal de casi su altura. La movió dibujando en el aire unas extraños movimientos. Invocó un Fulgura Nox hacia el futuro, hacia el futuro indeseable de alguna de sus dos alumnas.

[Helike R V PB]

No pude evitar reír a carcajada limpia por las palabras vertidas por Sofía.

 

- ¿Gemelas? No creo querida. Además, ya tengo una y me es suficiente, créeme. Digamos que, seremos compañeras mágicas de una nueva aventura - seguía riéndome por su ocurrencia. Enmudecí al preguntar por el libro.

 

- Pues, algo he comprendido. Pero la verdad... Creo que son poderes mucho más interesantes que los anteriores - asentí con la cabeza, con una sonrisa.

 

En esos momentos una voz masculina llamó mi atención. Me giré y vi al profesor. Lo había conocido anteriormente. En uno de los viajes para conseguir esferas. En cambio en aquella ocasión la jefa de seguridad, era la profesora de impartir las clases...

 

La voz con lo que lo había dicho me había sonado a amenaza. Arqueé una ceja. Sabía que no debía de cabrear tan pronto a los profesores pero al menos, conseguiría divertirme un rato...

 

- ¿Morir? Bueno en mi caso - me encogí de hombros - lo dudo mucho. En tal caso si fuese humana...

 

Pero las siguientes palabras me causaron un poco de turbación. ¿Un futuro en el que alguna de las dos, estaría mal la cosa? Pero deseché esa idea... No pude evitar una mueca burlona.

 

- Bueno, a mí la verdad, profesor, no me importaría saber cuál es mi futuro. Nunca se sabe qué decisiones tomaremos hasta que se vean las consecuencias. Si son buenas o malas, eso se sabe con el paso del tiempo. Tenía entendido que no se puede ir hacia el futuro, sólo al pasado... Pero creo que usted, nos proveerá de ese conocimiento en breves...

 

- Yo por mí, voy hacia adelante, ¿te animas @? Veamos qué tan negro se ha puesto las cosas - dije con una sonrisa maligna. Había visto cómo la magia de ese tutor era bastante poderosa. Tanto como para convertir su varita en una vara y después de la nada, convertirlo en un portal.

 

Suspiré y me saqué la capa que tenía puesta para guardarla en el monedero de piel de moke. Aún tenía la varita de álamo en mi mano derecha y con decisión entré al portal...

 

- Os espero en el otro lado - dije con una sonrisa, mientras que todo, se volvió negro en un segundo...

[Sophie Elizabeth Granger]

Sonrió ante la negativa de adquirir una gemela mas por parte de Helike, ella no tenia hermanas pero si tenia muchas primas y era difícil dividirse entre todas y darles la misma atención. Asintió ante la declaración de que este libro era el mas interesante hasta ahora, de hecho se arrepentía de no haber tomado un par de conocimientos que combinados con el fulgura nox habrían un sinfín de posibilidades.

 

- ​ya lo creo que es mucho mas interesante que el resto, eso de los portales, me tiene fascinada, cambiara algunas decisiones ya planeadas después que lo domine - le dijo pensando en cambiar su decisión de aprender parcel y en su lugar aprender algo mas. No alcanzo a comentarle mas pues Badru por fin aparecía.

 

- ¿morir por el calor? no profesor, no se preocupe por nosotras, como dice Helike, eso solo afecta a los humanos y aquí no hay - le contesto encogiéndose de hombros. Pero el guerrero apenas se detuvo en aquel detalle pues enseguida les dio instrucciones para comenzar la clase lo cual a ella si que le resultaba algo incomodo, no quería conocer su futuro y mas si pintaba como su pasado, osea desastroso. Después de siglos pisando la tierra sabia que pocas cosas se podían cambiar a pesar de saber que ocurra con anticipación, el orden de las cosas no altera el producto final, solo cambiabas la manera en que ocurrirían las cosas.

 

- si se puede, si lo combinas con la habilidad o conocimiento de adivinación y creo que esta vez dejare que pases tu primero y yo te sigo - le contesto a la vampira cediéndole el paso y entrando tras ella. Lo primero que vio fue oscuridad, tan grande que no podía ver su mano, se sentía invisible, pronto las sombras tomaron forma y lo que vio lo reconoció enseguida. Estaban la Mansion Gryffindor pero esta parecía estar en ruinas, lo cual solo poda significar una cosa, algo le había ocurrido a los patriarcas o la casa no estaría así.

 

- Diantres porque mi futuro si ella entro primero - murmuro mientras veía a Helike acercarse a la estatua del león que no se movió en absoluto, la del lobo yacía en el suelo, rota, el cuerpo en un lado y la cabeza a unos cuantos pies mas adelante - mi reino por saber que paso acá.

 

Ante ellos se erguía aun imponente a pesar de su deterioro la Mansión que por años había sido hermana de la suya. Pero donde estaba su familia, que había sido tan poderoso para derrotar a magos tan fuertes como lo eran sus primos. Comenzó su camino hacia el interior, subiéndolo las escaleras de la entrada, esquivando los hoyos hasta llegar a la puerta. Esta parecía estar atorada por lo que comenzo a forcejear con la puerta.

 

- Helike, ayúdame con esto quieres, necesito saber que rayos paso aquí - dijo mirando a su compañera y esperando una respuesta afirmativa.

[Badru]

—¿Alguien habló siquiera del calor? —preguntó ante la desacertada acotación de una de las alumnas —. Deberían preocuparse más por lo que verán y sentirán, por las impresiones y las desventuras que verán al otro lado.

 

Fue el último en cruzar, con la varita en mano listo para enfrentarse a cualquier cosa que el futuro les tuviese preparado. El futuro o le pasado no podían ser cambiados utilizando el Haz de la Noche, más los extraños que ingresasen en esas dimensiones corrían un riesgo real. Podían ser heridos, podías ser golpeados o inclusive asesinados. Era algo que no compartía plano existencial con sus vidas, más podía terminar en algo realmente catastrófico.

 

«Se muestra tú futuro porque los ingleses son sordos. Escuchan lo que quieren escuchar y piensan lo que quieren pensar. ¿Realmente recuerdas mis palabras? Les dije que si no dominaban los libros probablemente morirían. Y de la misma forma auguré que alguna de las dos nos mostraría el futuro, no la primera, ni la segunda, fue algo totalmente al azar —mintió, por su puesto.

 

Su vida estaba edificada en mentiras y decir una más no era problema para él. ¿Quién lo iba a descubrir? Nadie. Los Portales eran su habilidad innata, algo que lo definía. Él encontró las tierras oscuras de las leyendas, él encontró la forma en que se podían alterar los Portales para realizar cosas nunca antes pensadas. Y mintió porque recordó a la Sofía y le apetecía su sufrimiento.

 

«Si quieren continuar con vida deben ocultarse. Tienen un anillo especial, uno que absorbe la magia de sus cuerpos para activarse. Se volverán invisibles ante los demás. Lo místico de este Fulgura Nox radica en que somos los tres seres ajenos, pese a que nos escondamos somos capaces de vernos y escucharnos en esta dimensión.

 

En sus dedos se hizo sólido un anillo. Badru lo activó. Las dos brujas tenían la misma misión. Mientras su varita se movía sutilmente realizando modificaciones a su antojo sobre la realidad en la que se encontraban.

[Helike R V PB]

- Pero, ¡no puedes! - exclamé asustada ante la decisión tomada por Sofía - muchas veces aunque las decisiones sean mínimas, puedes cambiar radicalmente tu presente... - no quería decir nada más. Era cierto que, si por mí fuera también usaría ese poder, pero tampoco es que me arrepintiese de las decisiones tomadas en el pasado. Así era hoy yo en día.

 

Habíamos pasado el umbral de la oscuridad y cuando el sol incidió sobre nosotras, tuve que poner una mano en la cara a modo de pantalla, para cubrirme de los rayos solares. Cuando giré la cara vi que la chica se sorprendió por algo. Me fijé mejor y vi que el hogar de los Gryffindors estaba completamente destruida.

 

- pero, ¿qué demonios ha pasado? - pregunté estupefacta al ver lo que había pasado- hay que mirar... ¿sabías que en Hogwarts fui destinada a Gryffindor? - dije con orgullo.

 

Seguí caminando al lado de Sofía, entramos al interior esquivando los agujeros del suelo. Al final, llegamos hasta a una puerta en la que parecía completamente cerrada...

 

- ¿Seguro que quieres mirar? - Inquirí preocupada @- no sé si será buena idea...

 

Parecía que quería intentarlo manualmente. Farfullé varias maldiciones por lo bajo...

 

Hasta que no pude contenerme...

 

- ¡Maldita sea, eres una bruja! ¡No una vulgar muggle! - llevaba aún la varita en la mano y susurré el encantamiento abre puertas...

 

- Alohomora - pareció que realmente eso no funcionaba, la puerta seguía sin abrirse - ¿y si la echamos abajo con una maldición? - comenté ruiseña, mirando a la mujer- bueno, es tu casa, pero claro... Lo haré sólo con tu permiso... Lo haría mejor si fuese la mansión Malfoy, no me fío de esa familia - fruncí el ceño, a causa del fastidio que me producía.

 

Escuché las palabras de nuestro tutor en esas enseñanzas.

 

- ¿Señor? - me giré ante al guerrero @Badru - no quiero cuestionar lo que dice, ni mucho menos - hice una reverencia en señal de respeto - no es mi intención. Pero, ¿porqué deberíamos de ocultarnos? Aquí parece que no hay nadie - me encogí de hombros. Olfateé el aire- pues tal parece que no hay ningún ser en toda la mansión. ¿Acaso fueron los mortífagos, o los mal nacidos llamados fenixianos? - me encogí de hombros - quizá detrás de esa puerta haya maldiciones, ¿quieres que lo probemos, Sofía? - pregunté a la mujer.

 

Pero por si acaso, saqué el anillo detector de enemigos del monedero de piel de moke, y lo puse en el dedo de en medio, en dónde tenía la varita agarrada. Pero seguía tan impasible como siempre. Por el momento, no había brillado. Por suerte.

 

- ¿Anillo especial? - miré a Badru, arqueando una ceja- pues, lo que he visto en los libros, no vi semejante cosa, lo más parecido que tenemos es el Anillo salvaguarda contra miradas indiscretas. No nos hace invisible, cómo usted dice, profesor - dije con educación al hombre, lo último que quería en eso momentos, era cabrearlo.

[Sophie Elizabeth Granger]

Al parecer Helike había entendido mal respecto a sus decisiones, no quería cambiar nada del futuro o el pasado, no se lograba nada mas que retrasar lo inevitable y sufrir el doble por ello.

 

-no esas decisiones Helike, hablaba de las clases, había pensado en estudiar parcel pero los portales funcionan mejor con videncia, historia de la magia, runas y nigromancia - le explico mientras se hacia a un lado para dejar que la bruja intentara abrir la puerta - lo siento, por un momento olvide que somos brujas.

 

De pronto Badru les hablo y por su tono y su manera de dirigirse a ella supuso que el Uzza la recordaba, pues se comenzaba a sentir como niña regañada. El guerrero les ordeno volverse invisibles, cosa que ella estaba segura de no poder hacer pero cuando la Rambaldi hablo sobre el anillo de salvaguarda una luz ilumino su mente.

 

- Creo que no es volverse invisible como tal si no mas bien hacer que nadie ajeno a nosotros logre vernos aun cuando estemos aquí presentes, nos protege de miradas indiscretas por lo que cualquiera que no sea parte de este grupo es por ende un indiscreto, ¿he entendido bien el concepto guerrero? - digo dirigiéndose al final al hombre que la veia con mal humor. Activo el anillo poniéndoselo en la mano y tras ello saco el libro para ver si algo podía ayudarles a entrar a la casa. Leyó rápidamente y guardo de nuevo el objeto en su mochila.

 

Medito un momento el hecho de que la casa podría estar o protegida o maldita, por lo que entrar podría representar un peligro, sabían que no había enemigos dentro pues el anillo de su compañera no se había activado pero eso no detectaría una maldición.

 

- no me queda mas que confiar en que Elvis no maldeciría la casa nunca, no estaba dentro de su manera de accionar, claro que quiero entrar, necesito saber que paso, si usamos el fulgura nox podríamos traspasar las paredes por medio de un portal, aunque siempre queda el hecho de que no estoy segura de que el haya sido el ultimo en habitar la casa.

 

Conocía la casa como la palma de la mano y supuso que si había un hechizo protector seria cerca de la puerta principal por lo que debía extender el portal hasta un sitio lejano a esta, así que se enfoco en la sala principal, en la planta baja, eso debía serles útil por el momento. Se concentro lo mas que pudo y lanzo el hechizo parándose frente a la puerta, solo esperaba no terminar en Timbuctu.

 

- fulgura nox...- lanzo y enseguida un portal apareció frente a ellos - quien sera el valiente que pruebe mi trabajo

[Badru]

—Me quitaste las palabras de la boca, Granger. Es exactamente a eso a lo que me refería. A partir de este momento solamente pueden usar magia Uzza. Sus varita no recuerdan como realizar otros hechizos.

 

Sin embargo no le molestaron las palabras de Heliké. Estaban en una clase en donde las dudas podían matarte, en donde entender mal alguna cosa podía desencadenar una serie de acontecimientos desastrosos. Que sus estudiantes cuestionaran y tomaran la iniciativa era realmente lo que él buscaba. ¿Cómo sino podían aprender? ¿Cómo iban a dominar el poder de aquel libro?

 

Cuestionar era bueno, pero ambas debían comprender que nunca ser precavidos estaban demás. Movió su varita mágica para alterar la realidad en la que se encontraban. Siendo él quien abrió el portal que los llevó al futuro le era sencillo. Ocultarse cuando ves el pasado o el futuro tenía un objetivo real. Si llegabas a un futuro en donde estabas muertos ¿Cómo podrían reaccionar tus conocidos? Lo mismo con el pasado, ambos ingredientes implicaban la posibilidad de morir.

 

Mortífagos. Estudió la situación política de Gran Bretaña lo suficiente para saber que los únicos capaces de causar esa destrucción sobre la residencia de los descendientes de Godric Gryffindor eran los mortífagos. De las sombras y con el rostro descubiertos aparecieron dos figuras encapuchadas. Sofía, que estaba ocultar por le anillo, no corría peligro en ese momento. Más Heliké debía protegerse usando la magia Druida de un mortal rayo verde que viajaba en su dirección.

 

Se quedó de pie, su misión era crear las situaciones necesarias para que sus pupilos aprendieran los hechizos. Protegerles era algo por lo que no le pagaban. Mientras Sofía invocó un portal. En cuanto lo cruzara descubriría que algo salió mal. En principio la bruja lo hizo bien, el otro lado del Fulgura nox llevaba a un lugar seguro. Pero Badru nuevamente alteró la realidad. Creó una celda mágica en donde no funcionaban las varitas. Una celda que te impedía hablar, en donde costaba respirar y de donde era casi imposible salir.

 

«Sofía, serás tú quien cruce tu propio portal. Se cerrará en cuanto lo hagas.

[Helike R V PB]

- Sí algo de eso tenía entendido. Yo también me he anotado a un conocimiento. Es una asignatura aburrida, pero escogi Historia de la Magia, la dará Keaton y creo que podré aprender mucho con él - le dije con una sonrisa.

 

- Pues menos mal que estás con alguien de los Guerreros Uzza - solté sin poder evitarlo, a Sofía. Era cierto que cuando me salía el genio, no podía callarme. No podía evitarlo o quizá eran los propios nervios de no saber o no tener el control en esos momentos de lo que estaba pasando.

 

- Quiza fuesen sus descendientes, ¿no crees? - le pregunté ahora, más calmada.

 

- Miedo me das, Sofía - le dije, arqueando una ceja al ver como ella, creaba de nuevo, otro portal pero por si acaso, aproveché su explicación y rebusqué en el monedero de piel de moke, hasta que lo encontré. Puse en el dedo índice el Anillo salvaguarda contra miradas indiscretas. Justo en esos momentos, pareció entrar mortífagos y entendí lo que quiso decir Badru.

 

Me había dado el tiempo justo antes de que esos señores de la oscuridad me lanzasen una maldición asesina. La conocía demasiado bien cómo para reírme de la situación. Por los pelos, evité malos mayores.

 

- ¿Cómo? ¿Y yo? - le pregunté asombrada al profesor.

 

- Ni pienses que voy a quedarme aquí... No pienso arriesgarme a saber de lo que fue el castillo Rambaldi.. algo me dice que alguien está controlando el tiempo o alterando la realidad @ ¿no te parece? Para con la fuerza, aprender los hechizos del libro, aunque si te digo la verdad, no me hace ninguna gracia.

 

<< Tampoco piense que tengo miedo, señor - le dije al hombre - pero creo que es mejor la enseñanza con una persona conocida que te obligue a pensar y a actuar o a ayudarnos entre ambas si fuese necesario, así que voy a cruzar...

 

No le di tiempo a la mujer a decir palabra. Cuando lo crucé todo estaba oscuro y luego cuando el sol asomó por el portal me sorprendió en dónde estábamos.

 

- ¡¿Pero se puede saber qué c*** ha pasado aquí?! - exclamé enfadada.

 

Estaba en lo que parecía una cárcel, una puerta de madera con pequeños barrotes de ventana que tenía enfrente de mí así me lo evidenciaban. Había un camastro en la otra esquina y las paredes eran de piedras ennegrecidas por la humedad, una antorcha apagada y una pequeña ventanuca que, hacía pasar los rayos del sol...

 

- ¿Y ahora? - negué con la cabeza. Pensé en las palabras del Uzza. Sólo podríamos usar su magia para resolver los casos que nos dieran...

 

- Bueeeeno - alargué la "e" en tono cómico - pues, si así lo quieres, así será - me encogí de hombros y extraje del morral de cuero el libro de los Druidas, pasé con rapidez las hojas, ya que, realmente no lo recordaba. Pero estaba segura de haberlo leído en alguna parte. Y enseguida lo encontré. Rebusqué el amuleto contra las defensas carcelarias. Era un aro dorado, pequeño e insignificante. Lo puse en la mano y la magia se activó. La puerta de la cárcel se abrió con un chasquido y sentí además, cómo si me agotaba, cómo si no tuviese energia. Guarde la varita en el bolsillo y esperé a ver si escuchaba a Sofía. ¿Dónde estaría ella?