A Magic Valentine

[VioletteMoon]

Cada vez mas gente llegaba a la fiesta San Valentin, y yo aun seguía parada en aquella esquina cuando Alia se acerco a mi llevándome cerca de mesa de las bebidas y me presento al hombre con el que había estado hablando ella.

 

-Ishaya, esta es Violette, mi hermana adoptiva.- Dijo Alia dirigiéndose a Ishaya.

 

El me miro por un instante para luego extender su mano y saludar. -Un gusto conocerla, señorita.- Dijo él, parecía un hombre amable y agradable.

 

-El placer es mio.- Respondí, estaba un poco nerviosa, no solía relacionarme mucho con la gente, pero quería cambiar eso.

 

Ambos me invitaron a sentarme con ellos en una mesa con una decoración muy bonita, luego me invitaron a tomar algo. La velada continuo con entretenidas conversaciones y alguna que otra broma, de vez en cuando intentaba participar de las conversaciones, ''Es agradable pasar tiempo con personas como Alia e Ishaya, creo que debería cambiar mi actitud y conocer mas gente'' pensé, algo que era raro que yo pensara, pero sabia que todo iba a ser diferente este año en Hogwarts.

@@Alia Lunne @Ishaya

[That is not my name]

Nos sentamos en una de las mesas y nos hicimos dueña de la misma, aprovechando que la gente apenas iba llegando a la fiesta. Miré de lejos a varios de mis amigos, más adelante les pediría que nos acompañaran para que las dos hermanas pudieran conocer aún más a los miembros de la comunidad mágica.

 

- ¿Cómo les ha parecido el curso hasta ahora? - Les pregunté a ambas. - Sería bueno saber si tienen alguna expectativa para cuando terminen su educación en Hogwarts, irse al Ministerio de Magia o a una de las instituciones, tal vez todo sea influenciado por su familia, ¿de que estirpe son?

 

Mi modo de hablar sonaba muy formal, algo que no buscaba, necesitaba que ambas se sintieran relajadas en ese momento ya que era su fiesta y meterme en asuntos 'oficiales' podría mermarlo.

 

- Bueno, bueno, dicho de otro modo, ¿cuál es su familia? Yo soy Tonks y me casé con Cye Lockhart por lo que ahora dirijo ambos linajes.

 

@VioletteMoon @Alia Lunne

[Thomas E. Gryffindor]

Su pensamiento vagaba una y otra vez en la figura de su hermosa Millie, tratando de aminorar la pena y melancolía que sentía al no tenerle cerca; sobretodo luego de aquella fatídica noticia que su elfo le comentó el mismo día de su fugaz viaje a través del tiempo. Aún no podía quitarse de la cabeza aquella funesta y loca idea de que su enamorada estaba muerta, cuando del otro lado de la fuente congelada apareció la silueta de una mujer con un elegante vestido amarillo que galardonaba su cuerpo. <<Tal parece que no soy el único que está solo una noche como hoy en Hogwarts>> meditó, escuchando la carcajada que la chica soltaba en medio de la nada, pues solamente estaban ahí los querubines mojados que antes había dejado en los adoquines que formaban los diversos caminos que llevaban al salón.

 

-Hola… ¿Sola un día como hoy?- le preguntó luego de pararse de la banca y encaminar su andar hasta donde se encontraba la bruja, sorprendiéndole por la espalda. -Soy Thomas… Thomas simplemente. Mucho gusto… ¿Cuál es tu nombre?- agregó con simpatía, al mismo tiempo que esbozaba una amigable sonrisa sobrecogedora para darle un dejo de seguridad a la mujer y que ésta no saliera corriendo por el laberinto de la escuela mágica pensando que se podía tratar de un mortífago o un malhechor cualquiera que quisiera aprovecharse de ella o hacerle daño al percatarse que estaba sola. -Recién vengo desde el Gran Salón, pero creí que era una buena idea salir a tomar algo de aire antes de seguir comiendo ¿No lo crees?- cuestionó, esperando que la muchacha de sandalias romanas le respondiese cordialmente.

[Lillian Potter Evans]

Y sin embargo, casi sonrió al sentir una vaga presencia tras de sí, por lo que antes de voltear abrió los ojos con horror al escuchar una voz masculina pronunciar ese nombre... o más bien, las forma inglesa de ese nombre.

 

Sus níveas manos ocultaron la perfecta "o" que sus rosados labios parecían querer gritar y un gélido estremecimiento le hizo dar un paso involuntario hacia atrás, chocando con la espalda del mago.

 

<¡Por la diosa, no!> pensó paralizada mientras su pecho trataba de contener el ritmo alocado de su corazón. Tratando de pensar coherentemente y no gritar, permaneció de espaldas a él, pálida.

 

- Nunca he estado sola - susurró como respuesta con ambas manos aferradas al relicario en su pecho - Mi nombre... yo... soy Lily - titubeo.

 

No se atrevía a verle a la cara, simplemente no podía por lo que permaneció ahí, observando el verde pasto tratando de conectar con la diosa.

 

-Siempre es bueno tomar aire - agregó mientras la brisa agitaba de forma inusual aquel lugar, como una muestra de la conección que ella tenía con su elemento.

 

 

@

[VioletteMoon]

Cada vez llegaba mas y mas gente a la fiesta, Alia, Ishaya y yo seguíamos en la mesa hablando mientras comíamos algunos bocadillos. Ishaya nos había preguntado a mi y a mi hermana sobre que nos parecían las clases, que teníamos pensado hacer luego de graduarnos y a que familia pertenecíamos.

 

-Las clases aun no empiezan, pero supongo que nos ira bien, o eso creo... ¿Y que haremos luego de graduarnos?- Me detuve a pensar unos segundo antes de contestar. -Yo aun no lo sé, por ahora me concentrare en las clases y en pasar los exámenes. Y nuestra nueva familia son los Haughton, somos hijas de Bea Haughton.

 

Luego habló Alia, respondiendo también a las preguntas de Ishaya.

 

@ @@Alia Lunne

[Alia Lunne]

ishaya, muy amable, se presentó con mi hermana y nos hizo algunas preguntas. Mientras ella respondía yo pensaba. No tenía ni idea de qué hacer con mi futuro, era algo que ni siquiera me había planteado.

 

-Bueno, como ha dicho Violette, somos de la familia Haughton, aunque desde hace muy poco. Yo no sé que quiero hacer después de Hogwarts, pero probablemente continúe estudiando. También estoy interesada en el Departamento de Seguridad Mágica.

 

La verdad, mi familia no me había influenciado nada porque llevaba muy poco tiempo con ellos, pero esperaba, en secreto, poder unirme a la Marca en un futuro. Nadie me había dicho nada directamente, pero los rumores corrían por los pasillos del castillo, decían que ahora aceptaban a los estudiantes recién graduados, podría ser mi oportunidad.

 

Nos dirigimos a una de las mesas que había en el Gran Salón donde nos encontrábamos y nos sentamos. Agradecí a Ishaya con una sonrisa que nos hubiera hecho sentir bienvenidas tan rápido, y esperaba poder conocer a más gente pronto. Sentía que mi hermana tenía el mismo problema que yo para relacionarme y conocer gente, pero esperaba que pudiésemos cambiarlo juntas.

 

-Aún no he empezado las clases, no se cuándo empezaremos pero espero que sea pronto.Y tú ¿Trabajas en algo actualmente?

[That is not my name]

- Haughton, - comenté después de escuchar a ambas brujas - yo pertenecí a dicha familia durante un buen tiempo, estaba casado con Az Black Haughton hace muchos años atrás y tuvimos una hija, Taurogirl, y creo que ahora es matriarca de dicha familia, ¿cierto?

 

Todavía recordaba aquellos ayeres, cuando paseaba por los pasillos de aquel hogar y convivía directamente con mi ex esposa y sus hermanas, todas excelentes personas pero con una personalidad muy difícil. Era un secreto a voces que apoyaban una ideología diferente a la mía, por ello no había funcionado lo nuestro.

 

- Así que puedo estar seguro de que estén en buenas manos. Yo me dedico por el momento al comercio, tengo varios negocios en el callejón Diagon, pero he sido director del Departamento de Juegos y Deportes Mágicos, director de El Profeta, miembro del Wizengamot, profesor, entre otros; tengo un poco de historial, tal vez regrese al periódico mágico, pero ya vería si me siento cómodo con esa profesión.

 

Todavía recordaba mis épocas como estudiante, donde desde el principio estuve como pasante, aquí aprendiz, en varios departamentos de cooperación mágica internacional y que actualmente fungía como embajador de Francia, pero era un cargo honorífico, nada que a las chicas les interesara.

 

- Yo creo que a lo que se quieran dedicar, lo hagan con la mayor de las pasiones, sea el camino que elijan. Aprovechen que están en la escuela para probar lugares, convivir con todos los magos y brujas posibles para que se empapen de experiencias y así tomar la mejor decisión posible.

[Alia Lunne]

Sorprendida, escuché la historia del hombre que estaba sentado a nuestro lado. Al parecer, esta familia tenía más historia de la que parecía a simple vista.

 

-Sí, creo que Taurogirl es matriarca, pero ya te digo que no llevamos mucho tiempo, no te puedo asegurar nada. Así que tienes negocios... ¿De qué tipo son? Desde que llegué aquí, aún no he ido al Callejón Diagón, pero cuando me pase te buscaré.

 

Tomé el último sorbo del ponche y me revolví, incómoda, en la silla. No me gustaba estar sentada, por eso no se me daba bien aguantar mucho tiempo en clase sin salir corriendo cuando me daban permiso para retirarme. Además, aquel vestido era incomodísimo, acostumbrada como estaba a ir en vaqueros. Afortunadamente la compañía compensaba.

 

-Sí, no estaría mal conocer a gente, pero, por lo menos para mí, es complicado. Nunca he sido muy sociable, la verdad.

 

Este hombre había trabajado en todas partes. Ya decía yo que me sonaba, cuando llegué, asustada, a la Sala Común de Ravenclaw y no tenía ni idea de lo que hacer. Tener su consejo en aquel momento, y su compañía en este, era algo que agradecía sin duda. Coloqué un mechón rebelde de mi cabello oscuro detrás de la oreja, buscando qué decir, pero las palabras no querían hacer presencia.

[That is not my name]

- Bueno, tengo una revista, un lugar de descanso para elfos domésticos, un motel de paso para quienes visitan la ciudad y, por último, un sitio de adivinación. Además me hago cargo de cuatro negocios más, de mi esposa, y uno de mi nieta... nada oficial, solo para que siempre este alguien presente y que no piensen que cualquiera puede entrar a hacer maldades.

 

Terminé de relatar aquello con una risa e invité a las dos señoritas a rellenar nuestros vasos de ponche, de esa forma aprovecharíamos para caminar un momento y movernos por aquel sitio. Si teníamos suerte, otros de sus compañeros de clase las reconocerían y se unirían a nuestro grupo, para que no se sintieran tan aisladas del evento.

 

- Entre más nos preocupamos por conocer a las personas - proseguí cuando llenaba nuestros vasos - menos logramos hacerlo de una manera honesta. Es decir, creo que todos debemos de entender que cada quien es su mundo, todos tenemos nuestra personalidad y eso, justamente eso, es lo que importa al momento de estar en un evento como este... ¡la variedad de los asistentes!

[David Lannister]

Todo estaba saliendo a pedir de boca. En ninguna de las veces que se imaginó un reencuentro se esperaba que se encontrase tan receptiva, hecho que agradeció enormemente. Puede que la magia que poseía de por sí la celebración de San Valentín colaborase para que estuviera así. Sin duda el encuentro se había producido en el momento y día oportuno. Se sentía privilegiado por tenerla entre sus brazos, de nuevo juntos como habían estado en un pasado que parecía más cercano que nunca, todos los recuerdos le habían vuelvo y todos junto a ella eran felices, agradables de recordar.

 

No recordaba un mal gesto, una mala mirada, ni ninguna discusión con ella. Habían sido de esas relaciones que se describían en los cuentos y que terminaban con un juntos para siempre, aunque para ellos no había sido así. Su sonrisa le hizo volver a sonreír, con mayor amplitud cuando sintió su mano en la mejilla con delicadeza. La miraba fijamente a sus ojos marrones sin dejar de abrazarla, no quería soltarla y volver a estar separados. Puede que tuviese miedo de que ella le hiciese lo mismo que le había hecho él, pero si ocurría no podría reprochárselo.

 

No dijo nada, estaba claro que sí había vuelto y sí, a ella. Quería recuperar todo el tiempo que habían perdido a pesar de que lo pasado, pasado está y esos años jamás podrían ser recuperados. Fue poco inteligente alejándose de una mujer como la que tenía en frente, pero al mismo tiempo la distancia le había hecho darse cuenta de que la necesitaba y es que no te das cuenta de lo valioso que es algo hasta que lo pierdes. En ese sentido estaba agradecido de haber tomado la decisión que tomó en su día, pero aún así lo volvería a hacer y menos sin avisar, sin dejarle siquiera una nota.

 

—Sólo si tú me lo pides. —respondió en voz baja, en un susurro. —¿Me lo pedirás?

 

Y sinceramente no quería que se lo pidiese. La primera vez se habían separado por iniciativa del joven Lannister, era justo que la segunda fuese decisión de la licántropa. Suspirando profundamente la abrazó con mayor intensidad después de apartarle un mechón castaño del rostro, quería quedarse mirándola todo el tiempo. Una de las cosas que quería hacer pronto era sacarse una fotografía junto a ella, para en caso de volver a estar alejados, aunque fuese por horas, pudiese mirarla como si estuvieran tan pegados como ahora.

 

—Feliz San Valentín. —le deseó con sinceridad.

 

Todavía no se lo había deseado, habían tenido cosas más importantes que decirse primero pero hoy no era un día cualquier solamente porque se reencontrasen, también era el día de los enamorados. Respecto a eso, tenía una buena pregunta que realizar. En su día fueron dos enamorados que mantenían una relación sentimental, ¿qué eran muchos meses después? Se lo había preguntado a sí mismo antes, pero no había encontrado el momento oportuno para preguntarle su opinión y ahora, que Peeves pasaba muy cerca de ellos vestido de forma graciosa, era el momento.

 

—Cuando me fui eras mi novia... —realizó una pausa antes de proseguir. —Y yo nunca te he dejado...

 

No en el término que se refería porque nunca habían cortado. ¿Ella le había dejado? Pronto lo descubriría. Sería demasiado optimista pensar que en cinco minutos recuperaría todo lo que había perdido por iniciativa propia, pero aún así le pareció oportuno preguntar. Una de las razones por las que estaba muy interesado en la respuesta era conocer su actual estado sentimental, no parecía a simple vista que hubiera nadie más en su vida, pero era una chica buena, atractiva e inteligente... todo podía ser.