A Magic Valentine

[Alia Lunne]

Tras llegar a Hogwarts y tirar literalmente el baúl a un lado,me tumbé en la cama y me dormí instantáneamente. Me despertaron las risas de mis compañeras de habitación, que comentaban las galas que llevarían puestas al evento de San Valentín. Aún no conocía el castillo ni a nadie, por lo que decidí que era una buena ocasión para empezar a hacerlo. Saqué del baúl un vestido negro y azul, y me lo puse. Una vez mi pelo estuvo listo, salí de la Sala Común de Ravenclaw en dirección al Hall.

 

Tardé aproximadamente media hora en llegar, ya que me perdí entre los atajos y todas las vueltas que di, pero al final, allí estaba. Siguiendo los flujos de gente, llegué hasta el jardín, pero no vi ningún rostro conocido, por lo que regresé al Gran Salón, y vi, entre la gente a Ishaya, una de las personas que me había dado la bienvenida al lugar, por lo que decidí ir y saludarle.

 

-Hola, te he visto y venía a saludar. ¿Esperas a alguien?

[Athena Rouvas]

— Tal vez solo me asome a ver cómo ha cambiado el colegio.

 

Siendo griega ella no había tenido la oportunidad de conocer el Castillo más que como una simple alumna de intercambio poco más de una semana, lo suficiente como para maravillarse bastante en esa ocasión, pese a que no recordaba todos los detalles pues solo tenía 12 años en aquella lejana visita.

 

La invitación que tenía entre las manos versaba que la fiesta estaría abierta incluso para ex–alumnos, y pese a su edad, ella creía clasificar como una. Bueno, sino lo era, bien podría camuflarse como una alumna de los últimos cursos.

 

Finalmente optó por usar un vestido blanco sin ningún rasgo llamativo, y por supuesto, remarcar un poco los rizos con un sencillo hechizo que había aprendido hacía poco. Luego de eso desapareció de la comodidad de su habitación en el Castillo de los Stark para aparecer en las afueras de la escuela. Un rápido vistazo le confirmó que muchas cosas allí ya no lucían ni remotamente igual, otras en cambio se mantenían como el pilar de la historia misma del edificio. Su fachada se negaba a acoplarse al cambio de los tiempos.

 

— Cuanto… rosa. Vaya…. — Murmuró al encontrarse ya en un vestíbulo un poco más abarrotado de gente. Y eso que no era el único color más presente.

 

Había algunas caras conocidas de diferentes edades todas ellas. Poco a poco iría saludándolos conforme avanzaba, por lo visto, algunos habían decidido ir en compañía de parejas o amigos, algo en lo que ella no había reparado. Eso no significaba que iba a quedarse por allí, medio escondida, viendo lo que hacían los demás en la reunión. Aunque por el momento solo quería mirar un poco la decoración que habían levantado, no solo en el interior, también en el exterior del Castillo.

[David Lannister]

Sus sentidos se habían detenido en una única persona, haciendo que ignorase todo lo que sucedía a su alrededor como si hubiese desaparecido por arte de magia. Los jóvenes seguían disfrutando de una velada donde el amor triunfaba mientras el Slytherin sentía como recibía una cuchillada en su corazón cuando vio como la castaña apartó la mirada de golpe. Mala señal. Se había comportado como si acabase de ver algo indeseable, horripilante. No se lo culpaba, puede que tuviese más de un motivo para estar enfadada con el joven.

 

¿Él los tenía para estarlo? Desde luego. Nunca pareció preocuparse por su ubicación, no dio muestras de buscarle en ningún momento. Puede que le resultase una liberación su marcha, puede que no. Lo cierto es que no estaba para saberlo. No lo digas en voz alta a no ser que quieras salir de la gala a pedradas. Le aconsejó una voz interior. Sería horriblemente sucio echarle la culpa de no ir en su busca y ese no era su estilo, no con ella. Sus ojos se cruzaron, definitivamente había optado por mirarle y su corazón dio un vuelco.

 

Hasta entonces no había pasado tanto tiempo fue de Londres, su hogar. Carecía de la experiencia necesaria para saber qué decir en una situación así. Para su liberación ella fue la que tomó la palabra, la que habló aunque lo hiciese de forma tan baja que casi no la escucha. Asintió como respuesta sin perder la tímida sonrisa y se atrevió a dar un paso al frente para quedar aún más cerca de su… ¿qué se suponía que eran en la actualidad? Ni él mismo lo sabía. Con fingida seguridad agarró una mano de la irlandesa y la sujetó entre las suyas.

 

—El destino es caprichoso… —soltó en un susurro.

 

Sus manos cálidas por venir durante todo el trayecto en los bolsillos de la túnica de gala sujetaban su mano sin soltarla en ningún momento. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que tocó su piel? Inspiró profundamente con la intención de continuar hablando y conseguir romper el hielo. Lo normal era que ambos tuvieran muchas cosas de las que charlar o inclusive discutir, aunque las palabras estaban reacias a salir de la boca. En cualquier caso se alegraba de haber vuelto a escuchar su bonita voz, no se le había olvidado.

 

—Haciendo que nuestro encuentro se produzca justamente aquí. —finalizó la frase que comenzó segundos atrás.

 

El destino les había deparado un encuentro de película, en una celebración de San Valentín y en Hogwarts, uno de los lugares más hermosos del mundo mágico donde todos tenían fuertes recuerdos de sus años de estudiante. Despacio dejó su mano y se separó unos centímetros, no quería incordiar con su cercanía y su desmedido atrevimiento. Le producía intriga saber qué hacía, si esperaba a alguien o simplemente estaba en la misma situación que el Lannister. De ninguna manera quería ser un incordio, menos un día como hoy.

[pandora dyonel]

la chica tonks malfoy cantaba junto a su caja de musica que le regalo el sr ishaya tonks

pues estaba demasiado nostalgiaca recordando un tragico y dolorso recuerdo

esa infernal fecha como la odio a morir nada de esto se comparaba a la alegria de sus amigos

compañeros y miles de familiares , pues era su 1er san valentin con muchas

personas que la querian

 

 

 

y esto que es ............. un osito de peluche aparesio en mi cuarto con una dedicatoria

 

nos dices riete ante cualquier momento o cosa y tu no lo haces

has lo mismo un cuerdo no es nada un loco tiene realidades diferente

atte ishaya tonks

 

 

al abrir la puerta de mi cuarto se encontraba el sr tonks

preguntando si me gusto mucho el regalo y alsando un ceja

por mi cara larga despues de su visita

 

mas regalos llevan y esto que

 

 

[Helene Eloise Bellerose]

De todos los escenarios posibles, aquel, precisamente era el que menos se había imaginado para aquel reencuentro. Realmente no es que esperase que sucediera, hace ya tantos años que había perdido la esperanza… Su cabeza le estaba lanzando cosas a toda velocidad, recuerdos, pensamientos, posibles reacciones. Nada parecía ser apropiado para el momento, de hecho, le había agarrado completamente desprevenida. Sus sentimientos, se encontraban en guerra, chocando entre sí, indecisos. Felicidad sin duda, emoción también. Sin embargo, estaba herida, muy herida, y toda la tristeza que hubo sentido por varios meses parecía regresar dando paso a la indignación.

Sin duda ése era él, con el mismo porte, con el mismo rostro, al que los años no habían marcado mucho en físico, más le agregaban cierto aire a sabiduría. Pero, ¿era real? Tanto tiempo sin saber si estaba vivo, si estaba bien. Se había ido tan súbitamente que en varias ocasiones ella se había imaginado lo peor. Ahora, le parecía que su mente le estaba jugando alguna broma cruel, sin embargo a la vez, parecía tan real…

Y lo confirmó al sentir el contacto cálido de sus manos que sujetaban la suya, con delicadeza. El solo toque llevó a su corazón a volar ligero, como si el tiempo regresase, como si un solo día no hubiese transcurrido. Ella no se movió en absoluto, quizás porque aquella acción le tomó desprevenida. Se sentía aturdida, en un extraño sopor que se desvaneció cuando el contacto acabó.

Fue entonces, cuando las emociones tomaron el control.

—Entonces, ¿debo agradecerle al destino?—Inquirió, hablando más claro esta vez. Se podía notar con nitidez la indignación que estaba haciendo eco en sus palabras dichas. —David… tú… ¿tú te haces una idea de lo preocupada que estuve? Pensé… pensé que habías muerto o algo así. Y entonces… solo tú… vienes y… y aquí estás, vivo y casual… —hizo una pausa, pues el corazón le dolía, como si se estuviera partiendo, vomitando los reclamos que se había guardado tanto tiempo y que habían hecho mella sí, aunque ella no lo hubiera notado. Su rostro no estaba más impasible, sino que se encontraba en sintonía con sus emociones.

Respiró hondo, tratando de apartar las lágrimas que amenazaban con salir, afortunadamente, con éxito. La castaña tendía a llorar cuando se frustraba o se enojaba mucho. Esta vez no supo identificar un sentimiento en específico, pues sentía tener todas las emociones existentes en guerra por manifestarse en ese mismo momento.

—Estás vivo.

Repitió la misma frase, ahogando un sollozo. Sin saber cómo ni cuándo, su cuerpo actuó solo, colocándola de golpe entre los brazos masculinos. Se sentía bien allí, como si no pudiera pertenecer a otro lugar. Hundió el rostro en el hueco que se formaba entre su hombro y cuello, aspirando el conocido aroma de su perfume.

—¿Por qué?

La pregunta quedaba suelta en el aire. Sabía que demandar explicaciones solamente acentuaría el hecho de que había existido una ausencia que había causado dolor. Pero sentía que lo necesitaba.

@@David Lannister

[Thomas E. Gryffindor]

Elros, algo avergonzado por lo ocurrido en el Gran Salón con Peeves, dirigió su caminar hasta los Jardines de Hogwarts con la esperanza de tomar algo de aire fresco que le diera un respiro de tranquilidad que le ayudase a pasar aquel bochorno frente a los invitados que ya estaban allí apostados en las mesas de la estancia con ambiente ligado al romanticismo más puro y colmado de tonalidades que podían llegar a marear si las mirabas fijamente por más de un minuto de dedicación exclusiva. -Siguen los querubines por todos lados… parece que invadieron completamente las instalaciones. Tendré que acostumbrarme o…- dijo con tono de voz baja al mismo tiempo que desenvainaba su varita y, con un ligero movimiento de su muñeca diestra, apuntó a una de las figuras de hielo con forma de corazón que al instante se derritió y dejó caer una pequeña ola de agua que empapó al menos a 3 angelitos. -¡JaJaJaJa! Tal parece que mi inmadurez sigue en pie como si fuera un estudiante más- expresó tras reírse a carcajadas de los pequeños mojados sin suerte que ahora estaban en los adoquines.

 

Luego de aquel momento de alegría y diversión, el mago de cabellos de fuego se dirigió a contemplar la majestuosidad de la fuente congelada; lucimiento que se veía reflejado con el resplandor singular que se manifestaba en el hielo gracias a la claridad de la hermosa luna que estaba posada en un despejado firmamento estrellado durante aquella noche invernal, que más bien parecía primaveral por la temperatura que se lograba percibir en la piel. -El laberinto puede ser una buena opción para más tarde… con una buena compañía eso sí. No hay cosa más agradable que una plática amena con alguien que estás recién conociendo y que te puede llegar a parecer interesante sin la necesidad de unas cuantas copas de whisky de fuego doble- comentó casi susurrando para sí mismo mientras sus pies se deslizaban hacia una de las bancas cercanas a la pérgola, con el propósito de sentarse unos minutos.

[hani_price]

Hani se vio por enésima vez en el espejo del dormitorio de chicas en la sala común de Gryffindor. Se había puesto un bonito vestido de manguitas rosa pálido que le llegaba hasta unos centímetros arriba de la rodilla, acompañado de unas zapatillas color plata, haciendo juego con sus aretes y pulsera. Su maquillaje no era muy llamativo, aunque no por ello se veía pálida.

 

Su cabello estaba suelto totalmente, había marcado un poco más sus rizos consiguiendo un peinado natural, pero romántico. Bajó las escaleras del dormitorio y se sorprendió de no ver a nadie <<Ya todos deben estar allá>> pensó. No había quedado en ir acompañada así que respirando profundamente se encamino al Gran salón.

 

Desde antes de bajar el último tramo de escalera para llegar al Hall el ambiente había cambiado, todo lucía hermoso y la Weasley quedó maravillada. Le tomó unos segundos recomponerse, observó a varias parejas llegando y se sintió aliviada de no haber sido la última. Observó una mesa llena de papelitos color rosa y tras leer la instrucción escribió su nombre en uno de los papeles y caminó hasta el salón.

Y si la vista del Hall la había maravillado, su expresión de asombro al ver el interior del Gran salón fue épica. Nunca se había aventurado en ir a alguna de las fiestas que se organizaban, en parte por preferir la soledad de la sala común y en parte por no tener con quien ir, pero esa vez se dijo que asistiría, acompañada o no.

 

Algo llamó la atención de la castaña y durante unos segundos se negó a creer lo que veía. Peeves estaba en la fiesta, ¿Cómo lo habían dejado? Se cuestionaba, y tuvo un presentimiento de que las cosas no saldrían como los profesores habían preparado. Apartó de su mente ese pensamiento y se centró en la fiesta. La decoración les había quedado de maravilla y la comida parecía ser un éxito. Y sonrió divertida al notar la extrema precaución que los profesores tenían para con el ponche.

 

Caminó hasta la mesa de golosina y comió una deliciosa brocheta de frezas con chocolate. Se acercó al ponche y se sirvió un vaso, tratando de ignorar la mirada inquisidora de un profesor. Esperaba que la velada fuera muy agradable.

 

 

 

 

@

[Marabella Rambaldi G.]

Mansión Rambaldi

 

 

La fecha ya había llegado , todo indicaba que los preparativo de la Gran fiesta de enamorados que se había organizado con mucha antelación por los profesores , directores y tutores de la academia había dado su fruto , ahora era tiempo de salí y disfrutar de una bella velada junto a quienes mas querías . En esta ocasión no me disgustaba salir de casa , puesto que estaba esperando con mucha emoción la fecha , por un lado debía cumplir como Tutora y cuidar de aquellos alumnos escurridizos que en mas de una ocasión hacia travesuras que llegaba a ser un tanto molestas y por otro seria una jornada donde disfrutaría de la bella compañía de mi novia , aquella persona que me había robado mi corazón en todo sentido , la luz de mi existir , por la cual muy pronto tendria por el resto de mi eternidad junto a mi, unidas por el sagrado vinculo del matrimonio.

 

Me levante sonriente y me dirigí hacia la bañera , debía relajarme antes que nada , tome un baño bastante largo a decir verdad , el cual me dejo muy relajada después de haber terminado de secarme completamente y amarrar mi cabello en un tomate , me diriji hacia mi armario en donde ya había escogido el que seria mi atuendo para aquella velada , lo saque con delicadeza y lo coloque encima de la cama para que no se arrugara , el solo verlo me imaginaba la cara de mi novia , o el que diría ,la verdad desde que entro a mi vida todo lo que hacia era entorno a ella , el si le gustara , si le agradara la idea de tal cosa , ella era mi centro .

 

Tome mi toalla y me seque el cabello para luego peinarme , la verdad estaba algo indecisa de como lo llevaría , pero opte por hacerme una trenza espiga que tomaba todo mi cabello y luego lo adorne con un cinto de espigas , enseguida me maquille , era otro dilema debía combinar bien los colores , puesto que mi vestido era el que debía resaltar mas , tome las sombras y decidí usar tonos natural con un toque de brillo , por que la ocasión lo ameritaba , me delinee los ojos negros que resaltaba mis ojos verdes y me coloque un labial del mismo tono de mi vestido , el cual era estilo greco -romano , una vez estando lista con el peinado y el maquillaje , me dispuse a coloca mi vestido el cual se acomodo perfectamente a mi figura resaltandola por completo , luego me puse mis sandalias doradas de taco alto . Me mire por ultima vez al espejo -Espero le guste a mi Sophie - dije en voz alta mientras contemplaba aquella mujer tan elegante que estaba en el reflejo del espejo , ciertamente años atrás no me habría molestando en tanto detalle de mi vestimenta , pero ahora era muy minuciosa en cada detalle de lo que vestiría , siempre pensando en ella y en si le agradara.

 

Tome mi bolso de mano dorado que le hacia juego a mis sandalias, en el cual llevaba mi varita y mi labial para retocarlo después de besar a mi novia o de comer alguna cosa , baje las escaleras de la mansión y mire la hora , aun tenia tiempo de ver a mis hijos antes de partir , subí nuevamente a su habitación y los contemple en sus camas ambos durmiendo como unos angelitos , los cuales ciertamente no era , cerré la puerta con cuidado y baje nuevamente hacia la entrada .

 

-Naika estoy lista llévame a Hogwarts - la pequeña elfina asintió y en un segundo desaparecimos para aparecer en el Hall .

 

Hall Principal

Al entrar me quede maravillada con la decoración , ciertamente nos habíamos esmerado en todo aquello , fue un arduo trabajo pero su fruto es el que importaba y realmente todo había quedado como lo habían planeado , cada detalle resaltaba y realmente el amor se notaba en el aire y ese era uno de los propósitos , que se sintiera el amo , se respirara , se viera plasmado en cada rincón de la academia , camine un poco mas para ver si había llegado mi cita , y claro que si lo había echo , ella se encontraba ahí en una de las mesas esperando a que yo llegara .

 

camine hacia donde se encontraba despacio , sigilosamente para que no me sintiera y le tape los ojos susurrando en su oído - Es usted una de las chicas mas bella del lugar - terminado aquella frase con un beso en su cuello estremeciéndola por completo.

@

Editado 13 de Febrero del 2016 por Kyttara Gryffindor R

[That is not my name]

Una voz llegó hasta mis oídos cuando me había acercado a admirar la decoración del Gran Salón, era la señorita @Alia Lunne, quien la había conocido en la sala común de Ravenclaw. Sonreí ampliamente y le estreché la mano mientras le daba un beso en la mejilla, me sentía complacido de que aceptara mi invitación y se encontrara frente a mi.

 

- ¡Hola! Que bueno que me has visto, en realidad no espero a nadie, me ha llegado la invitación y tengo a varios amigos por aquí y por allá, pero casi siempre soy como un observador... desde las afueras...

 

Una leve risa salió de entre mis labios mientras veía de lejos a Athena, Kssandra y Kyttara, igualmente del otro lado a Darla y Seba, de entre varios que ya estaban disfrutando de esa velada.

 

- ¿Cómo has estado' ¿Qué tal te ha tratado la escuela, los profesores, los compañeros de clase? Los jefes de casa son amigos míos, así que cualquier queja me dices y yo los controlo.

 

Mi intención era que se relajara, que se sintiera cómoda, después de eso podríamos ir con los demás invitados a la fiesta y convivir de una manera más amena.

Editado 13 de Febrero del 2016 por Ishaya

[Alia Lunne]

Ishaya me saludó con un beso en la mejilla mientras pronunciaba cordiales palabras de bienvenida. Sonreí, algo confusa por el ambiente, nunca había estado en una fiesta así, me gustaba permanecer en lugares donde no destacara, donde nadie pudiera señalarme por ser un bicho raro, por ser todo lo que era. Le agradecí con una sonrisa

 

-De momento estoy bien, sin ninguna queja. Acabo de llegar así que sería raro. Y clases aún no he empezado, pero espero que vayan bien. ¿Tú eres profesor de algo?

 

Tras sus bromas la sonrisa se había decidido a aparecer, todo parecía muy sencillo cuando la gente te trataba bien. Esperaba conocer a más personas durante la velada, necesitaba olvidar a cierta persona que rondaba por mi mente. Eché una ojeada a mi alrededor en busca de alguna bebida.

 

-¿Dónde hay algo de beber por aquí?

 

@Ishaya