Heredad Ollivander (MM: B 110990)

[Dennis Delacour]

El lugar estaba sencillamente impresionante con la decoración que habían escogido. Las luces, los colores y los detalles le daban al ambiente un toque excepcional para llevar a cabo la celebración que el matrimonio Ollivander había organizado para su hermana Hanny, lo cual le hacía muy feliz ya que la rubia merecía todo eso y mucho mas por ser tan linda persona.

 

Dio unos pasos por el lugar para apreciar todo el paisaje que aportaba la decoración junto al lago, al parecer se había tomado demasiado en serio lo de estar muy puntual porque hasta el momento no había visto ningún otro invitado y tampoco a los anfitriones ni a la agasajada. Había sido tanto su entusiasmo por la fiesta de su hermana y el querer estar presente cuando Hanny hiciera su entrada que tal vez había exagerado con la hora de su llegada, lo cual le comenzaba a avergonzar un poco.

 

En ese momento apareció una elfina muy arreglada tras un delantal elegante para darle la bienvenida e indicarle que los anfitriones estaban terminando de prepararse, si definitivamente había llegado demasiado temprano, eso lo confirmaba. En su mano libre apareció una piña colada a lo cual sonrió para luego dirigirse a la elfina — Muchas gracias por la amabilidad y la bebida — dijo para después dar un pequeño sorbo a la bebida y acercarse a una de las mesas para tomar asiento y así esperar a que llegaran los demás invitados.

[Anthony R. Dracony M.]

Pareja Ryvak

 

Ataviados con un interesante estilo, los Ryvak habían previsto usar un transporte más distinto al que suelen ocupar...si, esta vez no usaron la motocicleta mágica, sino algo que la castaña tenía ilusión: la carroza blanca en forma de calabaza...Ryvak reía de tal ocurrencia. Para él no tenía lado romántico viajar en un vegetal (menos mal que no eligio el carruaje de ajo...XD!) pero el dorado del vehiculo y los corceles blancos, llegaron a lograr resignación por aquella idea.

 

El traje no fue problema, era muy parecido a lo que había usado en el baile de su boda con Cindy...esa mágica fiesta en que se divirtió tanto y estuvo llena de emotivos encuentros, sorprendentes sucesos y felices momentos con el amor de su vida...

 

Dejaron ese día a Aydin, al cuidado de Iker, la elfina que sabe bien como entretener al pequeño castaño y que además, el niño no suele burlar para hacer sus constantes exploraciones del mundo.

 

Un cochero con levita gris perla, se encarga de conducir aquel ensoñado carruaje, los cascos de los caballos acompañan el ir del carruaje, el peliverde mira por la ventanilla, espera que no halla cámaras fotográficas que capten el vehículo de pasada historia, donde una bruja transformo una común calabaza a carruaje...espera que la próxima fiesta, Cindy tome su deseo de montar un dragón, pero eso será otra historia.

 

Por ahora han seguido las indicaciones de aquella misiva, la invitación llega firmada por un gran amigo de Antoni: Garry ( @ ) por lo que ambos jóvenes se apean del carruaje ilusionados por asistir a aquella celebración. Se acercan a la puerta de entrada y piden al elfo que sale a recibirlos, que avisen al mago de su llegada.

[Hannity Ollivander Evans]

Mientras madrina y ahijada buscaban el vestido ideal para aquella ocasión y en el vestidor había tres vestidos de diferente corte y color, cada uno resaltaba algo de la ojiverde, aún estaba indecisa, los tres eran muy lindos y todos le agradaban.

Bel había salido un momento mientras ella seguía indecisa, cuando salía del vestidor con el vestido aguamarina vio en el aparador, había visto un vestido del cual no se habían percatado antes, la rubia observó como su madrina hablaba con el espejo, del cual salía la voz de Garry, seguramente era ese espejo por el cual se comunicaban.

Le pidió a la señorita dependiente le mostrara aquel vestido de color rosa pálido, con algunas incrustaciones y encaje, además de un lindo escote en V en la espalda, aquel vestido era justamente su talla y mientras su madrina seguía hablando con Garry por el espejo ella corrió a probarlo.

La Evans terminaba de hablar con su esposo lanzando un beso, lo cual hizo reír a la rubia por la forma en la que lo había hecho y posteriormente se paró frente a ella para "modelar" el vestido.

-¿Qué te parece? ¿No es divino?- la rubia giró varias veces, antes de mostrarselo a su madrina se había fijado en el precio y era muy similar al de los otros.

Espero a la reacción de Bel para saber que le parecía aquel nuevo vestido.

@

[Rory Despard]

Elfina P-ko

Con @Antoni Ryvak Dracony, @@Shena Cindy de Ryvak M. y @@Dennis Delacour

— No se preocupe señorita Denn, si no estoy oyendo mal... — sus orejas hicieron un extraño movimiento doblándose en las puntas antes de volver a su estado original — creo que en breve tendrá compañía. Discúlpeme un momento.

Con la mayor premura que sus piernas cortas le permitían, P-ko avanzó a lo largo del sendero iluminado hasta llegar a la puerta. Efectivamente no había estado equivocada: De un reluciente carruaje con forma de calabaza, descendían nada menos que Antoni Ryvak y su amada esposa Shena Cindy. La elfina, sonriente en extremo, no tardó en hacer una reverencia hacia ambos.

— Bienvenidos a la fiesta de graduación de la señorita Hannity Jane. Síganme por favor. La zona de recepción está lista.

Dando media vuelta comenzó a caminar por delante de ambos magos. No iba lento ni rápido, de manera que pudiesen admirar el cuidado decorado que Ollivander personalmente había preparado. Una vez alcanzada la zona de las carpas, de la misma manera que con Denn, hizo aparecer una copa de piña colada en las manos de Antoni y Shena.

— Señorita Delacour, señores Ryvak, el patriarca de la Heredad, Grelliam Ollivander, no tarda en darles el encuentro. Comunicaré ahora mismo de su llegada. Hasta entonces, no duden en observar o degustar algo de la mesa de bocaditos si desean.

Bel Evans McGonagall

Con @

Si Garry había dicho algo más desde el espejo tras el beso volado, no alcancé a oírle ante la visión de Hannity que en algún momento, dejando de lado los otros vestidos, se había decantado por uno nuevo que de alguna forma combinaba lo bueno de todos los anteriores.

— Me encanta el vuelo y el corte— levantándome del sofá observé de cerca el vestido y palpé la tela vaporosa color rosa pálido— el ajuste a la altura de tu cintura remarca tu bonita figura mi niña. Tu cuello resaltará, y la espalda, uhm, si tu padrino estuviera aquí pondría algún reparo, pero incluso él estoy seguro que amará verte con este vestido ¡Está perfecto!

El pago fue una cuestión de trámite. Tocaba ahora ver el tema de los zapatos y la joyería. Observé el reloj por primera vez en mucho tiempo.

— Todavía nos queda cerca de una hora para lo que falta — señalé a Hann mientras apuntaba a una tienda de luminoso cartel al final de la calle— ¿has pensado como quieres los zapatos? ¿tacos altos? ¿algo más sofisticado o más cómodo? Yo también debo comprar unos y como bailaré toda la noche con ellos tendrán que ser la mar de cómodos.

No podía decirse que fuera culpa exclusiva de las fiestas, pero los zapatos "elegantes" lucían durarme poco y terminaban estropeados con apenas un par de meses de uso. Por comparación, las zapatillas y botines del trabajo ya estaban por cumplir un año en perfectas condiciones.

Una vez dentro de la tienda, observé los altos anaqueles y sin mucho preámbulo, pasamos la zona deportiva y de calzado infantil para detenernos en la que nos interesaba.

— Ahora seré yo la que estaré feliz de recibir un consejo tuyo respecto a cuál elegir— comenté a Hann con la vista perdida en la diversidad de calzados de distintos colores y tipos— con los vestidos has comprobado que el talento para esto lo tienes naturalmente querida Hann.

@

[Hannity Ollivander Evans]

Ya habían salido de la tienda donde había comprado el vestido para la fiesta de Hann, había sido el último que escogió el que le parecía perfecto para la ocasión, aunque como bien le había comentado su madrina, probablemente su padrino estaría un tanto inconforme con el por el tema del escote, pero de ahí no pasaría, además Bel Evans sabía cómo manejar la situación.

Momentos después se encontraban en una tienda de zapatos, su madrina le había dicho que aún contaban con escasa una hora para la elección de zapatos y de algunas piezas de joyería.

Mientras la rubia busca unos zapatos adecuados al vestido, la ocasión y el lugar escuchó a su madrina decirle que necesitaría un consejo para los zapatos que llevaría, que necesitaría algo muy cómodo, lo cual le daba ideas.

Salió volando a cada uno de los estantes mirando por aquí y por allá las cajas, las descripciones y los zapatos, necesitaba ver varios modelos diferentes.

Había recordado que en alguna ocasión alguien decía que los de tacón bajo y cuadrados no candaba mucho, tomó una caja con zapatos de tacón bajo y cuadrados, encontró también una caja con unas zapatillas doradas, la cual se vería. Perfectos con el tema, para la Evans tomó tres cajas distintas, una eran zapatos con tacón, otros eran más bajos y parecían cómodos y otros llamados balerinas, que eran a raz de suelo, esperaba que alguno le gustara a su madrina, en todos esos modelos habían diferentes colores para poder combinar con cualquier ropa.

-Traje estos para mi- dijo mostrándoselos a su madrina, estaba decidida y no los cambiaría por nada. Mientras tanto paso las cajas a su madrina, a las cuales añadió un par de cómodos zapatos diferentes -espero te gusten, hay gran variedad de colores para que los puedas combinar

Espero a que Evans se decidiera un poco -si ninguno te parece bien puedo traerte otros, hay mucho de donde estomar.

@

[Hessenordwood Crouch]

Bernadette & Garry

 

―Ah sí, ya veo-, no tiene nada más que decir, el silencio y el vago gesto torcido es una clara señal de que no tiene la más mínima idea de que hacer ahora, ¿Por qué se había dejado convencer por esas dos? Al final, ha recordado que Bel y él no son un “matrimonio ordinario”, es ridículo pensarlo ahora siendo que siempre es él quien se encarga de recordárselo a Evans. Pero por alguna razón, después de escuchar el sermón de Bernadette, no puede dejar de pensar en eso. ―Supongo que las veré luego-, en la imagen, del otro lado del espejo, no hay nada claro por ver y la voz de Hannity se escucha apenas, por lo que Garry supone que deben seguir con las compras.

 

Recostado sobre su cama se siente perezoso de salir de ahí, y aunque congenia con algunos de los invitados, no es suficientemente motivante, no por ahora. Cuando era pequeño a Garry nunca le divertían las fiestas, no las que hacían en su casa, hoy no se siente muy distinto, pero el recuerdo de los gestos de Hannity y Bel tras la mención de la fiesta, y sus pláticas sobre el tema, lo habían convencido cada día más. Era increíble lo fácil que podía algunas veces ceder a lo que ellas dos se les antojaba.

 

El sonido de la puerta lo distrae de sus pensamientos vagos, no era muy consciente de que casi se estaba quedando dormido, con mucha naturalidad se incorpora para quedar sentado al margen de la cama cuando esta se abre mostrando la pequeña figura que es Bernadette ahora. Al menos agradece que esta vez hubiera tocado.

 

―Estaré listo enseguida-, dice tras el gesto de disgusto de la criatura.

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―Ohh, P-ko es impresionante-, la voz de Bernadette es un susurro, sus enormes ojos observan la gracia con la que la elfina doméstica de Evans se encarga de recibir a los invitados, mientras Garry, que está a tan solo unos pasos detrás de ella, se siente más impresionado por la carroza blanca que está estacionada a las orillas del círculo. ―Ella sabe todo lo que hay que hacer y cómo decirlo-, finalmente Garry volvió la atención al mismo lugar que Bernadette, aun a la distancia sabe que son poco los invitados que han llegado, por lo que piensa que quizá su elfina está siendo algo exagerada con la situación.

 

―Yo diría que más bien es pretenciosa, mírala ahí…-, Garry arruga el puente de su nariz en un fugaz gesto fingido de disgusto. ―El cómo alza la nariz cuando habla y camina-, nuevamente es serio al hablar, pero aun así Bernadette estalla en una carcajada que se apura a silenciar con ambas manos sobre su boca. Ella sabe que el amo Garry puede ser fastidioso, sobre todo cuando se trata a lo relacionado con la señora de la casa y los Evans McGonagall, aunque es consciente de que ahora solo lo está siendo para hacerla sentir mejor. ― Vamos ya, no estás aquí para servir, para eso hemos encantado los cubiertos-, en un intento para darle ánimo a la criatura, Garry da un par de palmadas en su cabeza.

 

Estar afuera de la casa es refrescante, la tarde poco a poco va dando paso a la noche, tornando el cielo de preciosos colores, ya se han encendido algunas de las antorchas que se encuentran alrededor del estanque que es ahora de un negro profundo, y parece más como un agujero a no ser por el reflejo inmediato que hacen las luces bajo la carpa de la pista de baile, todo era realmente simple y sencillo, y de pronto siente que no es suficiente para Hannity.

 

A las finales, Garry había optado por un atuendo bastante sencillo, de pantalón y camisa de vestir color blanco, con un saco de gabardina color gris claro. Los zapatos, el cinturón y el moño son lo único que resaltan además de su cabello alborotado (a pesar de los intentos de la elfina realmente no consiguieron hacer nada con eso) y sus brillantes ojos de distintos colores, que, en el muchacho de aspecto gris, es lo único que parece estar vivo.

 

― ¡Mi señor Tonks! -, aún faltan algunos cuantos metros para alcanzar al matrimonio Ryvak, aun asi a Garry anima siempre encontrarse con el pequeño peliverde. ―Me alegro de que pudieran venir-, se acerca hasta el muchachito para recibirlo con un fuerte abrazo, de esos que Anthony sabe dar muy bien, y Garry le sonríe genuinamente, una amplia media sonrisa que arruga las cicatrices de su rostro. ―Siempre es bueno verlos, Anthony, señora Ryvak-, con su mujer es aún más formal y le saluda con propiedad. ―También me da gusto que pudiera venir, señorita Delacour-, se aparta solo un par de pasos de Ryvak, para saludar a la rubia con un beso en la mejilla.

 

―-Bienvenidos todos.

 

@@Dennis Delacour @ @

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Su rostro mostró su gran regocijo...se había salido con la suya!!!... con lo que le encanta vestirse como princesa! Y lo mejor fue obtener la renta de ese soñado carruaje... caballos blancos, adornos dorados, cochero elegantemente ataviado...

 

Parecía que Antoni solo tenía inconveniente con el tipo y forma de carruaje, seguro que él hubiese elegido algún carruaje blanco abiertos de los que tiene nuestro local "Augurio Itomory'Floyd"...los chicos a veces no pueden comprender que nosotras las chicas no sentimos atraídas por sueños donde deseamos estar con nuestro gran amor en un momento especial con el atuendo especial, el peinado correcto, luciendo las joyas más hermosas y tener un carruaje único que asombré a quien nos vea sonrientes y en compañía de "nuestro príncipe azul" gallardo, elegante, amoroso, valiente y guapo... todo eso es Antoni Ryvak Dracony para mí y me enorgullece que los demás lo aprecien con solo vernos...

 

Muy caballero me ayude a descender del bello carruaje... igual que "Cenicienta" tengo la fortuna de encontrar a quien me ama tal cual soy, sin importar mi pasado, mí origen o mi linaje...todo eso no le preocupa a él y accede a mis pequeños pero anhelados deseos...él hace que mis sueños se vuelvan inolvidables y muy especiales.

 

Camino alegré como si estuviera sobre nubes, mi sonrisa es reflejo de mi gran felicidad, nuestros atuendos combinan perfectamente y con gusto saludo a la elfina que nos recibe con una reverencia.

 

Cedo a Antoni el despliegue de cortesía por ser él quien ostenta la responsabilidad de nuestra relación como pareja y me agrada bastante regirnos por las buenas maneras inglesas.

 

La elfina nos conduce caminando delante de nosotros, yo me tomo sonriente del brazo de Antoni y voy admirando el decorado con luces... hermoso! Grabó en mi mente este lindo recuerdo... especial para una fotografía...

 

En la carpa está nuestra querida amiga

@@Dennis Delacour que luce tan bella como un ángel...a nuestro encuentro viene @ es grato ver como se saluda cordialmente con Antoni y no olvida saludarme con su exquisita cortesía que me hace sonreír agradecida con él.

 

--Muchas gracias mi señor, gracias por invitarnos, le agradecemos sinceramente su amabilidad para con nosotros.--Increíble leve mi cabeza y tome mi falda para ofrecer una reverencia al mago de interesantes ojos y después también me acerqué a Dennis para darle un abrazo como saludo cordial.

 

-- Hola! que gusto Dennis! Qué tal? No tiene mucho que nos vimos, cierto? Vendrán tus familiares? Me pareció ver una vez a tu hermana...

[Anthony R. Dracony M.]

Ahora si me gusta acudir a las fiestas...le doy la mano a Cindy para ayudarla a bajar del carruaje, todo es mejor ahora que ella me acompaña a los diferentes compromisos sociales. La invitación de Garry me llena de contento y aunque hay pocos invitados, con Cindy tengo pareja para platicar, degustar las delicias que ofrecen y seguro estoy que también el baile irá de lo mejor.

 

Me siento contento de caminar y que Cindy vaya a mi lado, es tan emotivo! las lucen dan un toque lindo ahora que está anocheciendo, no dejo de pensar que es de lo más hermoso y avanzo contemplando la decoración. Me llevo una grata sorpresa al ser recibido por el mismo Garry y con todo el afecto que siento por el joven mago, le saludo dando le un sincero abrazo amistoso. Se que poco podré conversar con él, al ser uno de los anfitriones, estará ocupado con los invitados, por eso prolongo lo más que puedo aquella muestra de afecto por mi querido amigo, él que se esmera en hacer sentir bien ha todos los invitados.

 

@@Dennis Delacour esta sonriente, es también una de las personas que más estimo, así que voy a acercarme para saludarla con el cariño que nos tenemos mutuamente y también tengo algunas preguntas para ella.

 

--¿Desde cuando conoces a Garry?, querida Dennis, tienes muy buenas amistades por todo Ottery...anque no me extraña, eres la chica más amistosa que conozco!!

[Dennis Delacour]

No había tenido tiempo ni de acomodarse en su lugar para disfrutar de la piña colada que tenía en su mano a la espera de que llegaran los demás invitados, cuando la elfina que muy amablemente la había atendido le informo que iba a tener compañía mas pronto de lo que pensaba y así fue ya que en un par de minutos hicieron su aparición junto a las carpas del evento su querido amigo Antoni y su linda esposa Cindy, y la verdad lucían maravillosos en su vestimenta ademas de que siempre irradiaban su amor al estar juntos y eso siempre era algo lindo de ver.

 

Antes de que pudiera saludarlos Garry hizo su entrada al lugar dándoles la bienvenida a todos por asistir a la celebración que habían organizado, lucia muy elegante y estaba mas social que de costumbre, lo cual denotaba lo importante que era esta noche para el y quería que todo saliera sencillamente perfecto. Saludo a la pareja de manera muy afable y luego se dirigió hacia ella para saludarla con un beso en la mejilla. — No me perdería por nada una celebración en honor de Hanny — dijo al mago cuando le agradeció por su presencia.

 

Después de los saludos entre los presentes Cindy se acerco para darme un abrazo el cual devolví con mucha alegría — Creo que ha pasado mas tiempo del que hubiese querido mi querida amiga, debemos estar mas en contacto. No se quienes mas de la familia vendrán pero la agasajada esta noche es mi hermana también — dijo a la joven que era una muy querida amiga para ella.

 

Luego el turno de acercarse fue para mi buen amigo — Que gusto verte Antoni, siempre me alegra el saludarte. A Garry lo conozco de algunos cursos en la Universidad y a veces nos hemos cruzado en asuntos ministeriales - dijo al peliverde con una sonrisa, y era verdad lo que había dicho aunque lo había conocido principalmente por su labor en el bando pero eso era un tema que no debía ser de conocimiento publico así que lo que había dicho era mas que suficiente por ahora.

 

La noche empezaba a tomar forma con la llegada de los invitados, esperaba que su hermana Hanny no tardara mucho en llegar ya que tenía muchas ganas de saludarla y darle un enorme abrazo.

[Ellie Moody]

—N-no soy una intrusa —repone Ellie, sobresaltada por aquel grito áspero. Al principio, no observa a nadie. Sin embargo, de entre las sombras de un pasadizo que no había notado, pareciera acercarse una peligrosa y furiosa criatura. A contraluz distingue una envidiable silueta femenina, alta y bien formada, no bajita y fofa como ella... Sin embargo, cuando su rostro es iluminado, se sobresalta cuando al abrirse esa larga sonrisa, observa dientes filosos como los de una bestia. ¿Qué clase de criatura será aquella? ¿Una banshee o una arpía?

 

No tiene la oportunidad de explicarse. Cuando abre la boca, del piso superior una voz se alza anunciando la llegada de los invitados. Ellie se sorprende, pues pensaba que todavía era bastante temprano. Quería aprovechar la oportunidad para escabullirse, pero la alta mujer de cabello blanquecino se vuelve nuevamente hacia ella y le clava su penetrante mirada ambarina.

 

—Oh... Bueno, está bien —responde luego de unos momentos ante el pedido de ayuda. Ella no se caracteriza por su fuerza o su equilibrio, pero de todas formas le alegra ser útil para la familia.

 

Ellie sabe muy bien que el sicomoro de su varita se negaría a usar magia para un simple trabajo de carga. Es bastante testaruda y, a esas alturas, ya ni siquiera intenta forzarla —no quiere volver a quedarse sin cejas—. Sin embargo, su varita no se negaría a abrir un portal de la cocina al jardín, que acortara drásticamente el camino. Mientras se dispone a realizar el encantamiento fulgura nox, vuelve a sentir la mirada de la mujer sobre ella y entonces vuelve a dirigirse a ella.

 

—P-pues yo... yo estoy arreglada ya... —comenta Ellie, frunciendo el ceño pero con la mirada clavada en sus botas de charol. Se sonroja, pero sacude la cabeza y alza la varita mágica. En el aire, dibuja una línea vertical; ésta brilla y, poco a poco, se expande revelando una oscuridad abrumadora que pareciera querer consumir toda la cocina. Sin embargo, Ellie se siente segura de su magia— Sólo hay que pasar por acá —musita, con la voz un poco más baja y lenta de lo usual.

 

Ellie carga entonces una pila de platos de cerámica y atraviesa, con los ojos cerrados, el portal. Al abrir los ojos, se encuentra en los alrededores del lago. Es evidente, por la decoración, que está en el lugar correcto. Sin embargo, además de las carpas y las luces, hay personas. Al principio sólo escucha las voces. Aunque con un poco de dificultad, debido a la carga que lleva, observa a su alrededor hasta que distingue a un grupo de magos. No puede evitar sonreír, aliviada, al reconocerlos. Están Dennis, Ollivander, incluso el director Ryvak y su jovensísima esposa. Luego de dejar los platos en la mesa más cercana y tomar la caja forrada de turquesa (la cargó llevándola sobre la pila de platos), se acerca a ellos.

 

—Hiya —saluda—. ¿Todavía no ha llegado la invitada de honor?