Heredad Ollivander (MM: B 110990)

[Albus Severus Black]

Terminaba de revisar unos documentos en la oficina, los firmaba y me iba a una invitación en la heredad ollivander donde celebraban un logró de alguien muy especial para mi.

 

Mire como andaba vestido y note que tan mal no estaba, siempre veniamos al ministerio lo mejor posible y aquí en misterios teniamos un jefe que nos exigía de buena manera la mejor presentación personal posible. Así que solo fui a los baños y humedecí un poco mi cabello para darle mejor forma y me fui directo hasta allá porque ya no tenia tiempo de ir hasta la casa.

 

Aparecí entonces a unos metros de la entrada de aquel lugar que indicaron. Al entrar me quede sorprendido de las bellezas que habian decorado allí, muchisimas luces habían usado, eso me encantaba en verdad.. Me hacian recordar fiestas en mi pais de origen, con los mios.. Gente muggle pero con mas magia que ninguno!

 

Seguí timidamente caminando y comence a ver rostros familiares, estaba @ junto a su bella esposa @@Shena Cindy de Ryvak M. , estaba @@Dennis Delacour una linda chica con la que habia iniciado una amistad y era increíble persona. Me acerque a ellos para saludarles mientras esperaba que al menos la agasajada llegara.

Editado 6 de Septiembre del 2018 por Albus Severus Black

[Rory Despard]

Bel Evans McGonagall

(Con @, todavía de compras xD)

Curioseé sin mayor interés en los estantes, más que todo porque las indicaciones colocadas en las cajas se me hacían confusas. Por el contrario, Hann se desplazaba a una velocidad envidiable entre ellos, con soltura y gracia, sopesaba algunos, no sabía si para ella misma o para mí, y luego continuaba su recorrido con verdadero entusiasmo.

Solo el verla así de animada ya lo consideraba suficiente. Porque cada pequeña cosa y detalle de esa fiesta tenía tras de sí el deseo firme de hacerla sentir bien, querida. Que supiera cuanto la valorábamos en la familia, y que con títulos o sin ellos, era de las personas más importantes que teníamos, Garry y yo.

Incluso sus explicaciones resultaban aleccionadoras. De modo que cuando tuve frente a mí las tres cajas de zapato que esforzadamente me había seleccionado, traté de recordar todos esas indicaciones fashionistas (?) respecto a encontrar algo que fuera el punto justo entre la comodidad y la elegancia.

— Excelente tu elección Hann. Ahora yo estaba pensando— tomé las balerinas y las observé un momento antes de hacerlas a un lado— que un zapato tan bajo me traería complicaciones con tu padrino, especialmente por la diferencia de ejem, estatura, que tenemos. Pero tampoco me veo aguantando zapatos de tacón tan elevado, y creo que eso lo entendiste bien porque ninguno de estos lo es.

¿Por cuál decidirme? Decidí probármelos, el de apariencia más cómoda primero, y luego el otro que tenía un tacón no muy elevado. Contra lo que pensaba, no me sentí adolorida tras dar unos cuantos pasos con el último, de forma que terminé decantándome por él. Me gustaba además el detalle de los brillitos a los lados formando un camino sinuoso.

— Plateados están bien, creo que resulta un color combinable.

Con bastante buen humor, salimos del local, para ir lo por lo último pendiente: La joyería. No era particularmente amante de ella, pero había visto días atrás un hermoso juego de pendientes de plata delicadamente tallados simulando ser hojas, así como un precioso colgante con un diseño redondo, que llevaba tallado en medio un árbol de copioso follaje y gruesas raíces. Así que en este caso, más que elegir, estaba yendo a lo que era una compra segura. No era tan casual entonces, el color de los zapatos.

— ¿Ha sido una buena tarde no ahijada? Debemos hacer estas compras más seguido— le murmuré entre risitas mientras ingresábamos a la joyería— Ah, escoges por partida doble aquí ¿eh? que uno será lo que luzcas en la fiesta, pero otro mi regalo particular para ti.

El tiempo no perdonaba y cuando me fijé en mi reloj de pulsera, comprobé que debíamos haber estado en la heredad ya hace quince minutos ¿estaría Garry impaciente ante nuestra demora? Bah, que más daba si era así. A fin de cuentas, sospechaba que igual nos quedaban todavía muchas horas por delante para festejar.

[Bodrik]

Fue invitada a una celebración organizada por su buen amigo Garry Ollivander quien tuvo a bien invitarle a la celebración de graduación de su ahijada a la que Bodrik casualmente conoció en Hogwarts gracias a que fue su tutora, aunque era una chica bastante inteligente y no necesitaba mucha ayuda.

 

Buscó un lindo vestido en el armario antes de darse un baño de burbujas para sentirse lo más relajada posible y después de hacerlo le pidió ayuda a Feixac la elfina domestica de su abuela Cye para que le ayudara a elegir un buen peinado pues ella conocía esas cosas del protocolo gracias a que Cye siempre la llevaba consigo a sotas las reuniones sociales y la pequeña criatura estaba acostumbrada a dar se tipo de consejos.

 

Usaba un maquillaje suave, muy natural y propio de una chica como ella, el cabello que era largo y negro, lo llevaba suelto pero con un adornito a un lado, en el cuello colgaban como de costumbre el collar del fénix que su abuelo había regalado en su propia graduación y el dije en forma de W que era regalo de Cye por el mismo acontecimiento previo y Cuando hubo terminado de arreglarse bajo rápidamente las escaleras para marcharse hacia el hogar de la familia Ollivander donde se llevaría a cabo el festejo.

 

Una vez arribo a la Heredad a la que pudo acceder gracias a las indicaciones de Ollivander, su vestido rojo se movía mientras atravesaba el curioso bosque de olivos. Seguía el caminillo resaltado por Garry hasta por fin alcanzar el estanque donde supuso seria la fiesta; solo le restaba esperar que alguien le hiciese pasar.

[Rory Despard]

Elfina P-ko

(Elfina personal de Bel)

Poco a poco, la estancia ha comenzado a llenarse de las agradables voces de los invitados. Al matrimonio Ryvak y la señorita Delacour, pronto se sumaron Eileen Moody, quien además había tenido la gentileza de traer la vajilla que se emplearía esa noche, y después una persona que la elfina conocía bastante mejor que a los otros invitados, por haberlo visto en varias ocasiones en el castillo Evans McGonagall.

— Joven Albus, que sorpresa verlo por aquí— con una sonrisa cargada de optimismo P-ko chasqueó los dedos pero en lugar de la piña colada que había aparecido en las manos de los otros invitados, en la de Albus se materializó un atractivo whisky de fuego— como buen Evans McGonagall, las bebidas fuertes son lo suyo ¿verdad?

Ahora que el señor Grelliam Ollivander se encontraba junto a los invitados, veía más seguro salir de allí y volver a su lugar en la entrada del camino iluminado para guiar a quienes llegasen. La pregunta de Eileen respecto a la señorita Hannity Jane, seguía sin tener respuesta, y aunque no se sentía la persona más adecuada para dar esa información, entendió que era menester dar una respuesta de cortesía a los demás.

— La señorita Hannity Jane y mi ama aun están terminando de alistarse, pero de seguro ya no tardan en llegar—

dejando a Eileen también con una copa entre sus manos, la elfina volvió a hacer una reverencia a todos los invitados y el anfitrión presentes— alguien más se aproxima, así que los dejo en compañía del señor Ollivander ¡muchas gracias por acompañarnos en este día tan importante para la familia!

Con todo lo que le permitían las piernas siguió hacia el camino. Soltó un suspiro de alivio, cuando comprobó que sus instintos no le habían fallado y estirando ambos brazos invitó a Bodrik Lockhart a unirse al grupo que alegremente se encontraba bajo las carpas.

— Luce muy bella esta noche, señorita Bo. Espero pueda hacer llegar mis saludos a toda su familia. Realmente pocos poseen tal enteraza y bondad de corazón, como la que se ve en los Lockhart de modo natural— hizo aparecer para ella otra piña colada antes de señalarle con la cabeza en que dirección encontraría al señor Ollivander— con su permiso, seguiré mi camino hacia la zona de ingreso.

¿Su ama estaría ya por arribar? Saberlo era la única sombra de preocupación en el corazón de la elfina doméstica en esos instantes.

@@Bodrik @@Albus Severus Black @ @

[Bodrik]

No alcanzó a llegar hasta el final del caminó cuando una elfina apareció frente a ella para darle la Bienvenida a la heredad Ollivander y obviamente la adolescente Lockhart agradeció el gesto pues así sería mucho más sencillo saber hacia dónde debía dirigirse al llegar al final del camino- Muchísimas gracias – dijo sonriendo por el halago de su atuendo pues a ella misma le parecía que lucía estupendo.

 

-ohm claro que hare llegar sus saludos. Seguramente mi abuela Cye estará encantada con ellos- le aseguró sabiendo la afinidad tan grande que sentía su familia por esas criaturas tan fascinantes. Aun para ella misma Martelac era parte importante de su vida.

 

 

Con un chasquido de e dedos la elfina hizo aparecer ante ella una piña colada que Bodrik agradeció pues la había probado una vez con su tía Addison y le agradó su sabor dulce – que rico se ve muchas gracias – tomó un sorbo y camino un poco a la dirección que ella le estaba indicando.

 

-Lo tendré en cuenta – agregó y se fue directo a la carpa para poder saludar a su amigo Ollivander.

 

 

-Garry que agradable decoración – le saludo.

[Dennis Delacour]

La bebida que tenía en su mano estaba simplemente deliciosa, y el ambiente en el lugar designado para la celebración cada vez estaba mejor, tener a Antoni, Cindy y Garry para ir conversando mientras esperaban la llegada de su hermana Hanny era algo que agradecía realmente ya que era un grupo con el cual se sentía bastante cómoda, era como estar entre familia así no compartieran lazo alguno.

 

A los pocos minutos Eileen se hizo presente dando su saludo típico que ya conocía bien de encontrarse en varios sitios en anteriores ocasiones y seguido a ella llego otro compañero del ministerio mas específicamente del área de misterios, el jefe Albus el cual llegaba sonriente saludando a todos los presentes.

 

La elfina que muy amablemente la había atendido cuando llego se disculpo para ir a seguir recibiendo a los invitados que fueran llegando a la fiesta. Hanny y Bel aun no aparecían, realmente se estaban tomando su tiempo para prepararse para la celebración lo que le indicaba que de seguro estarían espectaculares cuando hicieran su entrada.

 

Momentos después apareció por el sendero iluminado Bodrik quien apenas se hizo presente procedió a saludar a Garry. La noche iba avanzando y ahora se encontraba entre varios amigos lo cual hacia que todo fuera mas relajado y agradable, ahora solo quedaba esperar por la agasajada.

[Hannity Ollivander Evans]

Habíamos salido de la zapatería, a fin de cuentas madrina y ahijada habían salido con zapatos altos, para la baja estatura de las dos seguramente era indispensable para que se vieran un poco más altas.

 

Sin perder mucho más tiempo entraron a una joyería, al menos su madrina ya sabía que era lo que quería, la rubia no tenía idea alguna de que que compraría para esa ocasión, sin duda quería algo sencillo, pero elegante, así que vió en todos aquellos aparadores en los que lucian vistosos juegos con diamantes, esmeraldas, rubíes y más piedras preciosas, sin más escogió un lindo juego de gargantilla,pulsera, anillo y aretes con una piedra llamada kuncita de un delicado color rosa, sin duda era precioso.

 

-Qué te parece si sólo compramos este juego para mí madri?- no quería parecer excesiva tomando otro juego de joyería, con ese era suficiente, así que trato de distraer a la Evans mostrándole algunos que le parecían bellos -Este juego se te vería estupendo!

 

Ya habían pasado por casi media hora a la que debían haber vuelto a la heredad para la celebración, la rubia estaba segura que Garry no se sentía nada cómodo el sólo, por decirlo de alguna manera, con los invitados, si bien los elfos eran de ayuda al momento de recibir a los invitados, su padrino era muy similar a Hannity, no era del todo social. Caminó hasta donde Bel Evans se encontraba y preguntó -Hay alguna cosa que nos falte por hacer madri?

 

Esperaba que no, de ser así pronto llegarían a la heredad y ver si ya había llegado algunos de los invitados.

 

@

[Rory Despard]

La visita a la joyería fue la más rápida de todas. Sin dilaciones fui directo hasta el mostrador para llevarme el juego de aretes y colgante que había visto días atrás, en tanto Hann tras pasearse por los mostradores, había terminado por elegir un juego que tenía una piedra bastante bonita que desconocía por completo.

— Si estás segura que con uno es suficiente, no insistiré— observé el juego de joyas que me mostraba en esos momentos, los topacios azules resaltaban bastante en él y pensé en que combinarían bastante bien con los abrigos que solía usar para épocas más frías— creo que tienes razón querida, me los llevaré también. Tal vez no los use de inmediato, pero quien sabe cuando vuelva a tener tiempo para salir de compras como hoy.

Estaba realmente feliz con todo lo que llevábamos, pero ahora se venía la parte más dura de todo. Regresarnos en la alfombra voladora no era una opción puesto que estábamos atrasadas, así que aunque no me gustara esa magia uzza, acepté en mi fuero interno que la forma más rápida para llegar a la heredad era abrir un portal espacio/tiempo para alcanzar la Heredad.

— Aplicaremos un encantamiento reductor a nuestras cosas para que no sean pesadas de llevar, y luego con un haz de la noche estaremos directamente en casa— era especial como al lado de Hann, al decir "casa" realmente podía sentir a la residencia de los Ollivander como un hogar.

Realizar el hechizo requería una gran cantidad de concentración, de forma que, una vez fuera del establecimiento, tomé aire y cerré los ojos, para mentalizar el espacio del círculo y la fachada de la edificación. Luego, canalizando la magia hacia mis manos, conseguí abrir el portal y con una seña de la cabeza indiqué a Hann que pasara por él, y pasé yo también antes de cerrarlo. El proceso tomó medio minuto, pero ya del otro lado, necesité casi cinco minutos para poder echarme a andar nuevamente. En ese lapso de tiempo, P-ko no había tardado en llegar hasta donde me encontraba. El ceño fruncido en su rostro era síntoma inequívoco de su enojo.

— Tiene que alistarse ya ama, lo mismo la amita Hannity, que en la zona de las carpas ya están muchos invitados esperándolas.

Dentro de la laberíntica residencia, me despedí de Hann en el pasadizo, acordando encontrarnos ya en la fiesta, y con mis propios paquetes de compras en las manos llegué hasta mi habitación. Extendido en sentido vertical sobre la cama, estaba el vestido que Yanna había dejado para mí, y me sorprendió ver que fuera de carácter más bien austero, color blanco, escote corazón y sin mangas, ligeramente ceñido ¿que tan bien podría quedarme? Tras un baño bastante rápido, con el cabello mojado envuelto en una toalla a modo de turbante, comencé a alistarme para comprobarlo.

Aunque me había parecido corto, al colocármelo noté como llegaba hasta mis rodillas, debido al delicado borde de encaje de pestañas festoneadas que tenía, aplicación de encaje que también poseía en los tirantes que sujetaban el vestido. Mi madre, como siempre, había calculado la talla de manera precisa.

— Espléndidamente femenino — exclamó P-ko emocionada y vagamente le oí hablar acerca del cinturón de cuentas brillantes alrededor de la cintura, que era el único detalle "ostentoso" de la prenda— ¡ahora su cabello! no puedo hacerle un moño así que tendremos que echar mano de esa poción alisadora. Nada de quejarse si le tironeo de esas greñas imposibles ¿de acuerdo?

Estaba bastante segura que aunque protestara mi elfina no me haría caso, así que permanecí en silencio e intenté pensar en docenas de cosas para soportar aquel proceso que siempre consideraba tan invasivo. Exigí a P-ko que me diera detalles sobre quiénes ya habían llegado, que opinaban de la decoración (que todavía no veía) y que tal había sido el comportamiento de Garry hasta el momento, y cuando ese tema se agotó, seguí con preguntas sobre las comidas y bebidas que se repartirían en la fiesta.

Tras un tiempo indeterminado, finalmente frente al espejo, el gesto de aprobación de P-ko me indicó que estaba lista. A ojos de mi elfina lucía "discreta y elegante", y estaba segurísima que Smith había encajado perfecto mi estilo con el traje Garry llevaba, pero en todo cuanto yo podía pensar mientras contemplaba mi reflejo, era en el detalle de los zapatos y las joyas que había comprado con Hannity, en las horas agradables compartidas con ella, y como esos objetos por separado lucían como un todo integrado en esos instantes.

Ya afuera, aunque soplaba viento, este refrescaba el clima todavía caluroso. Las carpas que se alzaban cerca al lago podían observarse a la distancia, y solté un silbido de asombro por todo lo que había sido capaz de armarse en tan poco tiempo.

— Que alegría verlos a todos el día de hoy— fue lo primero que pude decir y alcé la mano para dar un saludo general antes de dar uno más formal a cada uno— disculpen la tardanza ¿listos para disfrutar de esta noche?— observé las copas en las manos de los otros así que con gesto divertido,no me contuve de dirigirme a mi elfina — ¿Cómo es esto posible? ¡Exijo mi bebida P-ko!

Dirigí una sonrisa en dirección a Garry, cuya vestimenta lo hacía notar en cierto sentido igual y a la vez diferente a otros días, y busqué con la mirada a Hannity, mi ahijada que a fin de cuentas, era el centro de todos esos esfuerzos. Que los merecía, absolutamente todos.

@ @

[Hannity Ollivander Evans]

El momento de compras había sido estupendo, el último lugar había sido la joyería y ahí fue mucho más rápido, sin más habían terminado y su madrina abrió un portal para llega directamente a la heredad, la rubia había entrado ya bastantes veces en esos portales durante sus estudios en Hogwarts así que no le ocasionó mayor problema y le gustaba más que ocupar la aparición y tener esa extraña sensación por mucho tiempo.

 

En cuanto estuvieron en la heredad llegó P-ko la elfina de la Evans que les decía que debían apresurarse a arreglarse, a la ojiverde le divirtió la forma en la que la llamaba amita sonrió y tomó sus bolsas que su madrina había vuelto a su tamaño normal -No tardaré mucho madri... espero...- sonrió mientras subía las escaleras hacia su habitación -Te veré en las carpas madri.

 

En cuanto llegó a su habitación el elfo Darrell le tenía listo el baño para darse una ducha, mientras el sacaba todo lo que habían comprado y lo arreglaba para que estuviera listo para cuando su ama comenzara a arreglarse para bajar a la fiesta.

 

No tardó mucho en arreglarse, ese vestido que había comprado le quedaba entallado y hacia lucir su esbelta figura, los zapatos altos le ayudaban bastante a su postura y a mejorar su estatura, se maquillo de forma discreta y peinó su corto cabello de forma estilizada, puso sus aretes y demás joyería y por último utilizó un perfume dulce y a la vez un poco seductor, sabía que eso le gustaría a una persona en específico.

 

Todo el lugar superaba en mucho las expectativas y las ideas que habían creado ella y su padrino en cuanto a la decoración de las carpas, simplemente era hermoso, se dedicó a ir a todos los lugares antes de entrar al espléndido lugar que habían preparado Bernadette, Yanna, la hermanastra de Garry y el mismo.

 

Antes de entrar a la carpa su mirada buscaba a las personas que habían logrado que aquella celebración fuera posible, encontró a Bel ordenando a P-ko una bebida, hubiera querido encontrar a el matrimonio Ollivander solo, pero ambos estaban en lugares diferentes, así que primero pasó por donde se encontraba Garry con algunos invitados, entre ellos el matrimonio Ryvak @ @@Shena Cindy de Ryvak M. su hermanita @Dennis Deñacour, @, a quien sólo había visto cuando llegó a la heredad, y a @@Albus Severus Black, su compañero del departamento de misterios a quien Hannity le guiñó un ojo de forma coquetea.

 

Al llegar con Garry @ se acercó a su oído y susurró -Gracias por todo padrino, quedó todo muy lindo

 

Tras decir esas palabras le dió un beso en la mejilla, sabía que esas muestras de afecto no le gustaban a su padrino, pero la rubia no podía evitarlo.

 

-Es un verdadero placer que todos se encuentren aquí, me alegra que se tomarán un tiempo para celebrar con nosotros - dijo la rubia muy animada y contenta de ver a personas que apreciaba bastante, le hizo una seña a su madrina @ para que se acercara con ellos.

[Samantha Sokal]

 

Cómo siempre a Samantha se le había hecho tarde. Esa maldita investigación sobre runas que estaba llevando en el ministerio le había ocupado toda el día y ni bien llegó a su casa en el atelier se tiró a dormir - Solo un ratito- se había dicho a sí misma. Y habían sido más de dos horas.

 

Aun medio adormilada se metió bajo la ducha. No estaba segura de si tenía ganas de ir o no. No era que no le gustaran las fiestas, de hecho en su vida muggle había ido a muchas y las había disfrutado. Pero la comunidad mágica era otra cosa. No conocía demasiadas personas ahí, y en muchas ocasiones se sentía fuera de lugar. De todos modos Hannity merecía que ella fuera. Hasta le había preparado un regalo, un anillo de plata con una turmalina negra con un aegishjalmur grabado. Un amuleto de protección de los mejores que conocía.

 

Con un toque de varita se secó el pelo y se hizo rizos. Se puso el vestido minifalda gris, bijouterie a tono y unas sandalias negras de taco alto. Se miró al espejo. Tal vez estaba muy llamativa con su más de metro ochenta pero bueno, era una fiesta y ella solía vestirse así para las fiestas muggles, no iba a cambiar solo porque el lugar estuviera lleno de magos.

 

Envuelta en una capa negra (para no arruinar el vestido) fue hasta la casa Ollivander en la Harley. Ya había mucha gente y esperaba que con la música y las charlas nadie hubiera sentido el ruido de la moto. Bueno, seguramente su primo, con el fino oído de licántropo la oiría, pero él era de la familia.

 

Dejó el vehículo detrás de la casa y se dirigió a la zona de las tiendas del jardín, en donde se hallaban ya los invitados. Vio a varios de sus compañeros de departamento, además de Ellie y Dennis, la auror. Bel estaba pidiendo una bebida, Sam tenía ganas de hacer lo mismo. A pesar de eso primero buscó a Hannity con la mirada y la encontró hablando con el dueño de casa. No pudo evitar una media sonrisa irónica cuando vio a la chica darle un beso en la mejilla a Garry.

Se acercó a ellos, saludando a ambos.

 

- Hola primo. Hola Hann -dijo abrazando a su compañera de trabajo- que linda estás. Te traje un regalito.

 

 

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