Sangiovese & Merlot (MM B: 113324)

[Mefistófeles Evil.]

No sabía siquiera el lugar en donde aparecí, aún mantenía los ojos cerrados y los puños apretados, mi respiración era agitada, trataba de serenarme un poco, inspiré con fuerza y poco a poco abrí los ojos tratando de relajarme, una sonrisa sarcástica se vio reflejada en mis labios, no podía creer que ese haya sido el primer lugar que se me ocurría ir, el Sangiovese & Merlot el cual era de propiedad de mi sobrina.

Al menos sabía que servían los mejores tragos de todo Londres, era lo que en ese momento necesitaba, un licor fuerte que apague o avive este fuego que traía en el pecho y que me estaba quemando.

Ingresé al local, solo había unas pocas personas, era lo que en ese momento necesitaba, pensar un poco en todo y relajarme, estaba iracundo en esos momentos y lo que más me atormentaba era la razón, no había motivos aparentes para ponerme así, es más, como es posible que Mefistófeles Evil se encuentre en esa situación.

Me senté en la barra, en el mismo lugar, automáticamente regresé a ver a la puerta donde la vi pasar por primera vez con ese hermoso traje rojo, ahora no estaba, ¿acaso esperaba que apareciera? Eso era imposible, ella ahora se encontraba "ocupada" en otros asuntos motivo por el cual me encontraba ahora sentado esperando un trago.

Un elfo se encontraba atendiendo, se acercó a mí con algo de desconfianza como siempre me pasa con esas tontas criaturas y me miró con esos grandes ojos azules.

-Solo tráeme un escoses doble y seco por favor...-le dije despectivamente, sin siquiera saludarlo, no estaba para protocolos en ese instante, solo necesitaba un trago nada más

Automáticamente un vaso de cristal apareció frente a mi sobre la barra y empezó a llenarse desde la base hasta casi el borde de un líquido ámbar que brillaba con el reflejo de las luces del lugar, más se demoró en llenarse que yo en terminarlo, ya que tomé aquel recipiente de cristal y me empiné de un solo bocado todo el licor. Este fue quemando mi garganta, pero refrescando aquella sensación que me torturaba.

Lamentablemente por mi naturaleza mi cuerpo procesaba rápidamente el alcohol haciendo casi imposible que me emborrachara, pero la breve sensación de alivio de casi unos pocos segundos era lo que necesitaba, al menos tener el vaso en la mano me daba tiempo para pensar todo.

- ¿Por qué eres tan tonto? - se me escapó de los labios provocando la reacción asustada del elfo cantinero...-no, tranquilo, no es contigo, otro trago por favor, de los mismos...-segundos después el cristal se volvía a llenar...- ¿esto puede quedar en automático? ...-le pregunte como bromeando y hablando en serio, el solo hiso un "si" con su cabeza y simplemente tendría recargas ilimitadas de mi trago.

Traté de recopilar todos los momentos vividos con la castaña y todas las palabras dichas, recordaba y repasaba una y otra vez en mi mente como un bucle de tiempo el hecho de que no teníamos compromiso alguno, que aquello era la clave, lo cual accedí encantado porque sabía que las relaciones siempre lo complicaban todo y he aquí un ejemplo.

¿Pero qué diablos pasó conmigo? ¿estaría enamorado de la mortal? no quería ni pensarlo, otro trago sería lo mejor, tal vez después del quinto o sexto trago tenga más respuestas a todo esto que me mortifica, no podía darle más larga a todo esto, no podía darme el lujo de pasar con este sentimiento un día más.

 @ Mica Gryffindor

 

[Mica Gryffindor]

 Se ocupó de que su amigo estuviese a salvo en su habitación, antes de ir a alistarse también para dormir. Se sentía feliz de poder cuidarlo, asegurarse de que nadie más lo lastime, al menos no mientras estuviese en la mansión de su propiedad.

Tres golpecitos en la puerta interrumpieron sus pensamientos, se acercó rápidamente, para encontrar a su elfo al otro lado. Aparentemente, el pequeño sirviente creía que estaría ocupada “de otro modo” y por ello golpeaba en lugar de entrar directamente al lugar.

-Ama, tuvo visitas… pero, él ya se fue -murmuró, mientras ella intentaba comprender por qué tanto nerviosismo en su mensaje. -Dijo que le dijera que Mefistófeles Evil la vino a visitar pero la escuchó… tan ocupada…

-¿Qué? ¿Estuvo aquí? -lo cortó en seco, suponiendo en qué momento pudo ser.

-Sí… dijo que si quiere hablar con él sabrá dónde encontrarlo… y se marchó, no pude detenerlo- agregó, dejando a la Gryffindor sin palabras.

¿Acaso se había molestado? Suspiró. Le dolía suponer su fantasía acabada, debiendo dejar ir a aquel hombre que significaba tanto para ella. Un vacío se instaló en su pecho. ¿Lo quería? ¡Claro que lo quería! Él era muy importante en su vida, era una de sus personas de confianza, y lo necesitaba a su lado.

-Gracias Mushu, veré cómo lo resuelvo. Solo encárgate de que nadie más entre a la mansión y hacerme saber si Ludwig se marcha ¿puedes? Avisa a los demás elfos -murmuró, aún algo atontada frente a toda la situación, mientras intentaba trazar un plan.

Se acercó a la recámara a verificar que su amigo siguiese dormido, antes de ir a su armario en busca de un vestuario más apropiado. No pudo evitar decidirse por aquel vestido rojo con que lo había conocido, el cual no había vuelto a usar desde entonces. El propio vestido fue la respuesta a sus intentos por saber dónde comenzar su búsqueda, definiéndose por ese sitio en que todo había iniciado.

Terminó de prepararse, peinando su cabello sin demasiado cuidado y pintando sus labios al tono de su provocativo atuendo. Decidió llevar el labial en el bolso, por si necesitaba retoques. Y, sin más, desapareció de su habitación, para llegar a la puerta del local, al que ingresó empujando la puerta inmediatamente.

Recorrió con la mirada el local, centrándose en aquella mesa en que el jugueteo se había vuelto tan imprudente, para luego ir hacia la barra, donde él se encontraba. Su corazón pareció dar un salto dentro de su pecho, al tiempo que empezaba a avanzar en su dirección. Parecía estar demasiado concentrado en aquel vaso que parecía no poder vaciarse.

-Qué bueno que pensamos en forma similar, de lo contrario te hubiera buscado por horas… -dijo al llegar a su lado, buscando un beso de sus labios a modo de saludo.

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Mis pensamientos iban y venían, divagaban y repasaba mil veces algunos puntos, acciones, situaciones los cuales me podría haber llevado a pensar que la relación que teníamos podía llegar a algo más, pero siempre recordaba que cuando existía un avance y había tocado su corazón, ella se defendía de eso sacando siempre a relucir el tema de la relación libre.

Las señales siempre estuvieron ahí, fuertes y claras, simplemente no me dio la gana de hacerle caso y frenarme un poco en toda esta cascada de sentimientos que me unían a la Gryffindor.

Me tomé un trago y caí en cuenta que definitivamente mis sentimientos hacia la mortal habían superado mi expectativa, ¿debía alejarme acaso? solo el pensarlo me producía ansiedad, esa no era una opción, lo último que quisiera en esta vida es perderla, pero ahora me ganaban los celos, no había otro nombre para lo que sentía en estos momentos.

Cuando tocaba el vaso nuevamente la barra para llenarse hasta el borde como lo ha estado haciendo desde que llegué, sentí en mi espalda la típica sensación de ser observado, pero sabía perfectamente quien era, su perfume, el sentir mi collar cerca, todo le delataba, ella no podría nunca sorprenderme, sin embargo, lo hiso, jamás imagine que ella llegara a pensar que estaría en aquel lugar. Cuando escuché su voz, sentí un alivio increíble, pero aun tontamente me sentía traicionado.

Al saludarme busco mis labios, sentí su roce suave y cálido, pero solo en pensar que hace pocos momentos otra boca estuvo con ella, evité aquel contacto y besé su mejilla.

-No pensé nunca que vendrías, seguro sabes que te fui a buscar, al verte "ocupada" con el Ministro decidí dejarte mejor con tus asuntos...-recalqué sarcásticamente la palabra ocupada dándole la connotación que quería darle y que se entienda claro y fuerte a que me refería...-veo que te desocupaste rápido, pensé que dicha "junta" se iba a extender a toda la noche...-

Traté de que en cada una de mis palabras no se note que me encontraba dolido por todo, pero no sé si hice un buen trabajo, sonreí un poco mientras apuraba otro trago a mi vaso, poco a poco sentía que mi parte obscura quería retomar el control y con todo lo ocurrido no iba a resultar una tarea difícil.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

En lugar de recibir el dulce tacto de sus labios, él giró el rostro y besó su mejilla en su lugar. Era una clara señal de que las cosas no estaban bien. No lograba encontrar en su mirada las señales de cariño que siembre estaban allí para ella. Un vacío se generó en su pecho, como si acabara de perder algo que debía estar allí.

Sus palabras marcaron lo que temía, mencionando que la encontró “ocupada” y haciendo alusión a una “junta” que pensó que se extendería toda la noche. No pudo evitar morderse el labio mientras hablaba, le dolía el modo en que hablaba, así como la distancia que parecía haberse impuesto entre ambos. Aunque lo que más le dolía, sin dudas, era notar que a él también le dolía, tal vez más de lo que había pensado.

-Ludwig acudió a mí porque su marido “apareció” de la nada y discutieron -intentó explicar- intenté contenerlo y distraerlo, estaba muy alterado. -llevó una mano al brazo de su amante, recorriéndolo suavemente hasta tomar su mano- Ven, sentémonos donde podamos charlar más tranquilos… -le pidió, jalándolo suavemente, buscando su mirada como si de ello dependiera su vida. -O mejor... -pensó que era mejor alejarlo de aquella bebida a la que se aferraba.

Caminó sin voltear a mirarlo, tomando su mano con firmeza. Sabía que si él quería podría detener su avance, pero valía la pena arriesgarse. Enfiló su andar al lugar en que sus fantasías se habían concretado por primera vez, a sabiendas de que, con el bar tan poco concurrido, el baño estaría vacío en ese momento. 

Entró sin preguntarle y cerró la puerta tras ellos, para empujarlo con brusquedad contra la pared. -¿No vas a querer besarme? -dijo, sin darle derecho a réplicas, atacando sus labios con mucha ansiedad. 

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Escuche con atención cada palabra dicha, me explico del problema que Lud estaba pasando, a pesar de comprender su posición como amiga los celos me seguían atormentado, a pesar de todo lo hablado, todo lo pactado, ¿Por qué me sentía traicionado? No era lo correcto, lo tenía claro, lo peor es eso que tenía muy en cuenta el acuerdo que teníamos, pero ahora por una extraña razón estaba ciego.

Me tomó de la mano y me dejé llevar, con mucho pesar dejé mi bebida sobre la barra y la seguí, no pude dejar de mirar lo bien que le quedaba aquel traje rojo, como dibujaba perfectamente su cuerpo y me hipnotizaba con el movimiento de sus caderas como si de un péndulo de reloj se tratara, segundos después me di cuenta al lugar que íbamos, era fue el primer lugar donde nuestros cuerpos se encontraron.

Sin si quiera sospecharlo me empujó hacia la pared y sus labios fueron directamente hacia los míos y simplemente no me pude resistir y cedí, era débil con ella, se había convertido en mi talón de Aquiles, sus besos me elevaron del piso y por un momento todo lo vivido hace unas pocas horas había desaparecido, pero el demonio que llevo dentro ya lo había despertado y después de unos segundos para tomar un poco de aire la aferre con fuerza cambiando de lugar, ágilmente giré y puse su espalda contra la pared, estaba casi dominado por la ira y hablé.

- ¿Intentas contenerme o distraerme? o ¿acaso me ves alterado? ...-le dije ocupando sus propias palabras...- ¿Tus labios ahora sirven para calmar a gente que no tiene control de si? ...-

No quería perderla, eso está claro, pero si quería que sepa que aquello me molestó y si, necesitaba que sienta los celos que me pululaban por todo el cuerpo, sé que no era justo para ella, pero tampoco lo era para mí.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Él correspondió a sus besos, permitiéndole por un momento pensar que todo estaba bien. El roce de sus labios la encendía, de un modo difícil de explicar. Era como si su cuerpo se volviese fuego, dispuesto a propagarse sobre el cuerpo de él, a fundirse… nunca le bastaba con solo besarlo, necesitaba más de él. Pero las cosas parecieron cambiar en el transcurso de aquel beso, llevándolo a separarse e invertir los lugares.

De pronto, la Gryffindor, pasaba a ser presa de aquel cuerpo que podía imponérsele sin trabajo. Su espalda sintió la fría pared, que se comparaba con la frialdad que por momentos se adueñaba de los ojos que la miraban. Sus palabras volvieron a llevarla a lo sucedido en la Gryffindor, estaba invirtiendo lo que ella había dicho respecto a su accionar con el Malfoy.

-Intento besarte, intento que me hagas tuya como solo tú sabes hacerlo -respondió, sabía que él podía hacer lo que quisiera con ella, sabía quesería su voluntad y no la de ella la que se impondría en ese momento. -¿Mis labios? Más bien sirven para hacer perder el control, no para lograrlo… -optó por desafiarlo, todo su enojo estaba logrando motivarla a pleno, haciendo que lo desee con mayor intensidad… sin más, lo tomó por el cuello de su vestimenta y lo acercó a ella, casi hasta volver chocarse con su boca, a apenas milímetros de besarlo. -¿Qué quieres de mis labios?

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

A estar tan cerca de ella dos sentimientos que aparentemente son antagónicos estaba mezclándose haciendo una combinación volátil, era la ira provocada por los celos y el deseo incontrolable que mi cuerpo tenía por hacerla mía, por juntarme con ella, porque ahí sentía que era mi lugar, dentro de ella.

Su reacción fue desafiante, en vez de apaciguar las cosas, lanzaba más gasolina al fuego, con pose altanera, sabía perfectamente lo que provocaba en mí, sabía que la deseaba tanto como ella a mí, porque tampoco podía negar que su cuerpo reclamaba al mío y lo sentía por la fuerza con la que su corazón latía.

Hice un ademán como de querer morder sus labios, como si quiera arrancárselos para que sea solo mi boca la que posea la suya, pero luego de aquel débil intento me lancé como desesperado en un beso en el cual puse toda mi pasión y rabia que en ese momento sentía, su lengua se cruzaba con la mía, se abrazaban, se acariciaban, lo que vivía en ese momento era la definición exacta de lo que era la locura.

- ¿Que quiero de tus labios preguntas? ...- le dije con voz agitada...-Los quiero míos, los quiero para mí, te quiero toda para mí...-

Y nuevamente ataqué su boca y dejé que mis manos la recorran, dejé que sean libres, la conocía de memoria, de pies a cabeza, lo que le pedí no era una locura, ya que su cuerpo fue hecho para que lo amarlo yo.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Él pareció analizarla, mientras permanecía tan cerca de sus labios, como intentando saber cuál sería el mejor movimiento en aquella circunstancia. Por un momento, pareció que iba a morderle los labios, pero el movimiento se definió en un ansioso beso. La desesperación, la rabia y el deseo se conjugaban en el baile de sus labios y sus lenguas, en que sus cuerpos buscaban sumarse.

Se detuvo para responder a su pregunta, mostrándose posesivo, queriendo que sus labios le pertenezcan, así como todo de sí.

-Son tuyos mientras están contigo, soy tuya mientras estamos solos -susurró en respuesta, antes de que un nuevo beso le impidiese seguir hablando.

Las manos de él aventuraron indiscretas caricias, que pasaron a recorrer su cuerpo sin ninguna inhibición. Le gustaba la adrenalina de un encuentro así, en que la furia y la atracción se debatían minuto a minuto en su amante, pudiendo ganar cualquiera de las dos en cada momento. Él tenía el poder, podía hacer con ella lo que quisiera a cada momento, al menos físicamente.

Llevó sus manos a la unión de la camisa de él con su pantalón, jalando la misma suavemente para poder meter sus manos entre la tela, acariciándole con suavidad el abdomen, disfrutando la calidez de su piel.

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Las repuesta de mi amante eras esquivas, no era exactamente lo que quería oír pero sus manos eran capases de que mi cuerpo reacciones muy distinto a lo que pensaba, a la manera que quería actuar, estaba molesto, celoso, pero había perdido la batalla, la pasión se posó sobre la razón y no tenía otra alternativa más que dejarme llevar y después, ver si había la oportunidad de ser sincero con lo que sentía.

Sin dejar de besarla, empecé a retírame mi chaqueta y la dispuse en el piso a manera de sabana la cual hiso las veces de sabana donde iba a ser nuestro improvisado lecho , tomé su mano y la encaminé al lugar donde quería que se encuentre, quería que sepa como reaccionaba mi cuerpo a su contacto, estaba listo, dispuesto para fundirme en ella.

Aquel baño era como nuestro punto de encuentro, nuestro pequeño y pervertido lugar privado donde dábamos rienda suelta a todas nuestras fantasías, mis manos fueron hacia sus hombros para hacer que su vestido simplemente se deslice por su cuerpo hasta tocar le suelo, y ahi la vi, tal cual vino al mundo, era bella de pies a cabeza y en ese instante me di cuenta de todo, a más de la intimidad y todo lo que vivimos, había algo más que sentía por ella, no podía negarlo más, estaba empezando a enamorarme de esa mujer.

Mi boca abandonó sus labios y mientras mis mano se aferraron a su cadera mi boca fue para su cuello bajando poco a poco hasta sentir con mi lengua como su corazón latía y me detuve ahí besando y mordiendo delicadamente su piel, cada parte de su cuerpo me volvia loco.

-Naciste para ser mía y te juro que así será...- sentencié para volver a mi labor anterior, luego nuevamente subí a su boca y sin esperar a llegar al suelo donde para lo que mi chaqueta estaba dispuesta, la levante sujetando de sus piernas aprovechando la pared como apoyo y pude compenetrarme con su cuerpo sintiendo el calor abrazador de su ser envolviéndome, sé que lo he dicho muchas veces pero esta mujer de verdad me está volviendo loco, y lo disfruto a cada momento.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Él parecía haber bajado un poco la guardia, dejándose llevar por el deseo que los consumía a ambos. Las cálidas manos que la recorrían se apartaron para quitar aquella chaqueta que él dispuso en el suelo, como preparando el lecho donde todo pasaría. Tomada de su mano se dejó guiar hacia donde él quería que se ubique, cerró un segundo los ojos sintiendo las manos que tomaban los hombros de su vestido para que éste cayera al suelo, dejándola completamente descubierta para él.

Sus labios, esa vez, dejaron de besarla. Los sintió deslizándose por su cuello, encendiendo aquella zona, para luego deslizarse más, llegando hasta su pecho. Aquellas manos sosteniendo su cadera con firmeza la provocaban, sabía que podrían hacer con ella cuanto el demonio desease.

Su voz sonó mucho más posesiva, hablaba con tal intensidad que no se atrevió a contradecirlo. En un nuevo arrebato, el caballero volvió a besarle con vehemencia. Cambiando en forma repentina de planes, él la impulsó apresándola contra la pared y alzándola en el aire para tomarla sin más preámbulos.

No pudo evitar un grito ahogado ante el inesperado cambio, abrazando a su amante mientras sus cuerpos se volvían uno.

-¿Lo ves? ¿Lo sientes? Soy tuya ahora… -susurró en sus labios, intentando convencerlo en la perfección que su vínculo encontraba cuando estaban solos.

@ Mefistófeles Evil.