Sangiovese & Merlot (MM B: 113324)

[Mefistófeles Evil.]

Lo que había iniciado con una simple chispa se había convertido en un incendio de dimensiones dantescas, el olor de su cabello, el sabor de su boca, la suavidad de su piel, el sonido de su respiración agitada y aquel color rojo de ese vestido que ahora llegaba a estorbar, el destello de todos mis sentidos puestos ahora en la castaña que me rodeaba con sus piernas la cintura, mis labios dejaron los suyos para explorar su cuello, mi razón dejó al fin el control de mí y la lujuria se apoderó de mi cuerpo, todo lo de ella me atraía como imán.

Sentir sus manos acariciándome no hizo más que terminar de consumirme en el deseo, ahora solo quería hacerme uno con ella, sentía como mi pantalón se había convertido en una cárcel, la cual me aprisionaba al punto de causar dolor, necesitaba liberarme para conectarnos, sentir su calor envolviéndome, de un deseo pasó a ser una necesidad.

Me deseaba tanto como yo a ella, con sus palabras se entregó en bandeja de plata para que diera rienda suelta a todas mis más perversas fantasías y no iba a desaprovechar aquella invitación.

Mis manos bajaron a sus piernas, son suavidad tomé el borde de su vestido y despacio comencé a subirlo con la intención de deshacerme de él, aproveche que sus piernas estaban ajustadas a mi cuerpo para poder levantarla un poco, con ello solo necesitaba que eleve sus brazos y con ello aquel escollo quedaría superado, estábamos definitivamente en sincronía porque así lo hizo, aquel hermoso vestido terminó a nuestro lado izquierdo, desabroche el botón de mi pantalón con mi mano derecha y por fin pude liberarme, estaba listo para ella, la misma mano que me liberó con sutileza deslizó hacia un lado la última prenda que se interponía entre nosotros para luego deslizarme suavemente haciendo que se una cóncavo y convexo, me aferré de sus caderas atrayéndola hacia mí.

-Te va a faltar vida para poderme cumplir todo lo que quiero hacer contigo-...dicho eso, el baile inició.

@ Mica Gryffindor

 

[Mica Gryffindor]

La castaña se deleitaba con cada uno de sus gestos, averiguando con ello qué cosas le gustaban y lo provocaban más. ¿Quién había dicho que el momento de conocerse mutuamente había llegado a su fin? Claro que no, ahora empezaban a conocerse realmente y en el contexto que ambos estaban interesados en hacerlo.

Las piernas de la Gryffindor se aferraban a la cadera de él, manteniéndolo cerca, como si se tratase de una cuestión de vida o muerte. Sintió sus manos deslizándose por su figura hasta llegar a sus piernas y, desde allí, cómo la fina tela de su vestido empezaba a apartarse poco a poco, centímetro a centímetro, descubriendo por completo su fisionomía. 

Levantó los brazos para ayudar a que el recorrido del vestido terminaste, quedando completamente expuesta al hombre que, sin demorar un instante más, se encargaba de abrir su pantalón y aparta el último rastro de tela que la cubría. 

Lo miró a los ojos en aquella jugada, sintiendo las manos que atraían su cadera para lograr la perfecta fusión de ambos. Soltó un suave gemido, ruborizada, sus palabras resonaron en la estancia al tiempo que su cuerpo empezaba a moverse. 

Sin perder el tiempo, sus brazos retiraron la camisa de él con ansiedad para abrazarse a su desnudo torso, mientras sus labios buscaban los de él, somos buscando que sus cuerpos se fundieran por completo. Sentía que el mortifago la complementaba perfectamente... Aventuró una mordida a su cuello para luego besar la zona, intentando apagar un poco los gemidos que él le arrancaba cada vez que la hacía de nuevo suya por completo.

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Aquella danza aumentaba en intensidad, necesitaba más y más de ella, embestía con fuerza su cuerpo, nuestras lenguas se abrazaban en un beso que ahogaban cualquier ruido que podamos emitir haciendo mucho más excitante, despacio bajé con mis labios por su cuello, hasta llegar a su pecho para sentir con mi boca como su corazón latía con fuerza, besando y mordiendo con delicadeza sin descuidar el va y ven de nuestros cuerpos húmedos con una mezcla de sudor y deseo.

La profanación de aquel perfecto templo era la más dulce erigía, mis manos recorrían su cuerpo, quería tener gravado en mi mente esa imagen dactilar de cada curva, de cada rincón de su ser, con cada incursión el calor aumentaba pero no tenía la menor intención que este juego llegara a su fin y mis palabras retumbaron en mi cabeza, nos va a faltar vida para poder si quiera menguar algo de todo este infinito volcán de lujuria que la preciosa bruja de ojos verdes había activado en mí.

Sin separarme de ella la levanté de aquel mesón que nos servía de apoyo y girando rápidamente la llevé hacia una de las paredes, no dejé ni un solo instante que sus pies toquen el piso, sus piernas aferradas en mi cintura y ahora mis manos eran su soporte, el placer que sentí la convirtió en una pluma y aunque con una mayor dificultad encajamos por completo, la sensación era única.

Mis incursiones a su cuerpo no cesaban, aquel cuerpo que hace unas horas era extraño ahora encajaba perfectamente con el mío, como si lo hubieran moldeado para usarlo yo, para disfrutar de él, un regalo de los dioses o una gloriosa maldición, me tenía sin cuidado en ese momento, solo quería seguir disfrutando y exprimir hasta la última gota de lujuria que la castaña pueda ofrecerme.

@ Mica Gryffindor

 

[Mica Gryffindor]

La fuerza que él imprimía en cada movimiento la hacía sentir increíble. Ambos se conectaban no solo físicamente, sino en el mismo placer y deseo de hacer sentir tanto como era posible. Estaba atenta a sus movimientos, sus gestos, su respiración... al mismo tiempo perdiéndose en cada roce de él que la volvía loca. 

Los besos y mordidas iban y venían, como si ambos buscasen instalarse en la piel del otro en forma definitiva, alternando cierto dolor placentero que, sin dudas, dejaría marcas visibles en el cuerpo del otro. El calor de sus labios descendiendo por su cuello y su pecho la obligó a cerrar los ojos, echando un poco hacia atrás la cabeza y entregándose a sus acciones, aún más. 

No tardó en perderse en lo que él le brindaba, logrando llegar por primera vez en ese encuentro al momento de mayor plenitud. Sus manos no se detenían, recorriéndola por completo y haciéndola sentir vulnerable a cada deseo del caballero. Eso le gustaba, le encantaba... era muy intenso sentir que él podía hacer cuanto quisiese con ella a cada segundo sin oponer la más mínima resistencia. 

Como demostrando sus sensaciones, él la alzó sin dificultad, sin dejar de hacerla suya, llevándola hacia una de las paredes y apresándola allí. El frío de los azulejos en su húmeda espalda la hizo estremecerse en sus brazos. Cruzó sus manos detrás de la nuca de él para buscar otro punto de soporte, mientras él continuaba haciendo que sus cuerpos se vuelvan uno, empujándola con fuerza contra la dura pared. 

No tuvo reparos en empezar a gemir con mayor intensidad, a la espera de que nadie al otro lado de la puerta pudiese escuchar cuanto ocurría allí. Nada más importaba, solo aquel hombre y lo que ambos sentían. Bajó un poco las manos con su espalda, clavando sus uñas en la piel de él aferrándose como si su vida dependiese de ello. 

@ Mefistófeles Evil.

 

[Mefistófeles Evil.]

Sus gemidos retumbaban ayudado de la acústica del lugar, me volvía loco aquello, no pensaba en otra cosa más que tenerla, en su cuello y en su pecho ya se podía observar marcas que mis labios y dientes habían dejado en su piel, el placer me hizo no medir la fuerza que aplicaba en cada movimiento, pero a pesar de ello observaba que lo disfrutaba tanto como yo, por lo que mis envestidas no disminuyeron su intensidad.

Me detuve por unos instantes dejando suavemente que sus pies toquen el suelo, fue la primera vez desde que aquella danza comenzó que me desconecté de su cuerpo, con cierta rapidez y habilidad la hice girar sobre si misma con sus palmas pegadas a la pared y mi pecho se recargo sobre su espalda, besé su cuello y mi labios se dirigieron hacia su oído, lo besé delicadamente y le susurre.

-Ahora juntos vamos a tocar las estrellas...-

Con ayuda de mi mano pude encaminarme nuevamente a fundirme con ella, ahora su cintura era mi apoyo para traerla hacia mí una y otra vez, extrañaba ver sus ojos y poder morder sus labios pero la nueva perspectiva era más que excitante, solo podía escucharla cada vez que arremetía contra su cuerpo, ella simplemente era como arcilla entre mis manos, la moldeaba a mi antojo, me había entregado el poder de hacer y deshacer, aquella experiencia era épica para mí.

Disfrutaba tanto de todo y cuanto hacíamos que no sabía si alargar la faena o llevar todo hacia el fin, como cuando tienes en tus manos el manjar más exquisito que has probado, lo gozas tanto que quisieras que nunca acabe y congelarlo en un momento que dure eternamente.

@ Mica Gryffindor

 

[Mica Gryffindor]

La intensidad no disminuía. La resistencia de aquel hombre empezaba a asombrarla. No iba a cuestionarlo en absoluto, lo disfrutaba. El recorrido de sus manos y sus besos dejaba rastros que seguía sintiendo en su piel, aún mezclando el dolor y el placer en cada una de sus zonas. Por momentos, creía que él intentaba romperla, como si su cuerpo pudiese desgarrarse en sus brazos. Estaba a su merced por completo, mientras él descargaba en ella sus más salvajes instintos.

Se sintió vacía por un momento cuando él se separó, pese a ser por un segundo, dejándola en el suelo. En medio de todo, la confusión la apresó un momento, hasta que él la giró, dejándola de cara a la pared. Puso ambas manos contra los azulejos intentando frenar el impacto que no se demoró. La espalda de él contra la suya y sus besos en su cuello. Cerró los ojos extasiada mientras oía la voz de él en su oído.

-Ya las estoy tocando hace un tiempo… -murmuró, sintiendo como él volvía a completarla.

Ahora estaba mucho más presa de su voluntad, aprisionada contra aquella pared en la que su cuerpo impactaba una y otra vez, incesante. Sentía su pecho aplastarse contra la ya no tan fría superficie… nuevamente su cuerpo llegó al límite, perdiéndose en todo lo que él le causaba. Gimiendo y riendo tranquilamente, siguió entregándose al caballero, empezando a suponer que esa sería la primer noche de varias… o más bien deseándolo.  

Tomó ansiosamente las manos que la sostenían en su cadera y las cruzó sobre su pecho, guiándolo para que, desde donde estaba, pudiese apretarla, pegándola aún más a él y pudiendo intensificar aún más el modo en que la tomaba.

@ Mefistófeles Evil.

Editado 27 de Julio del 2022 por Mica Gryffindor

[Mefistófeles Evil.]

No hay más placer que dar placer, sentir que lo disfrutaba tanto como yo era la cereza que adornaba a esta perfecto postre que estábamos disfrutando, el que nunca me cansaría de probarlo una y mil veces más, por mi mente jamás se cruzó que lo iba a gozar tanto y es que parecía que su cuerpo fue hecho y adaptado para disfrutarlo yo, como un traje hecho a la medida.

Decidí entregarme a lo inevitable, llegar al clímax de este juego, al que no quería que llegue, pero mi cuerpo y mi mente no daban más, mi gran consuelo era que a más que la iba a sentir por largo tiempo en mi piel, parte de mí se quedaría con ella como testigo de todo lo ocurrido en aquel lugar y sin pensarlo, simplemente entregándome el todo sucedió...

Una descarga eléctrica acompañado de un estallido de placer sacudió todo mi ser, apreté mis dientes para ahogar el grito que acompañó todas esas deliciosas contracciones, fue el tocar el cielo por unos segundos para luego regresar nuevamente a lado de mi amante, quedándome inmóvil y resoplando con un corazón que latía como si se quisiese salir de mi pecho.

Aún con la sensación a flor de piel con delicadeza rompí la fantástica conexión que Mica y yo logramos ese momento, despacio como si de un cristal extremadamente fino y frágil se tratase hice que girara para nuevamente tenerla frente a mí y busque su boca para darle un corto pero intenso beso.

-Nunca esperé disfrutar tanto estos momentos contigo...-le dije aún con la respiración agitada...-eres una deliciosa casualidad...-

@ Mica Gryffindor

 

 

[Mica Gryffindor]

El punto culmine de aquel encuentro llegó. Ella sintió como temblaba de placer una vez más, aún apresada entre la pared y su fuerte cuerpo. Apenas unos instantes después, puso percibir que él también alcanzaba ese momento, dejando que el fruto de aquella situación se desprendiera de él para instalarse en ella. 

Los latidos de sus corazones eran tan fuertes que lograban oírse, al ritmo de la agitada respiración que costaba volver a calmar. 

Él abandonó su cuerpo, a ella le costó un par más de segundos reaccionar, despegando su cuerpo de la pared que la había sostenido hasta entonces y volteando hacia el caballero.

Lo besó con intensidad y sonrió ante sus palabras. Ella había también disfrutado el encuentro, tal vez más de lo esperado. 

-Hagamoa que las casualidades se vuelvan frecuentes, entonces - ronroneó apartándose para ir en busca de su vestido y empezar a colocarlo en su cuerpo nuevamente.

Se contempló en el espejo, múltiples marcas recorrían su cuello y escote. Sonrió, no le disgustaba que quienes la vienen supieran que había vivido un acalorado encuentro. 

-¿Cómo quieres que siga la velada?- indagó, dándole el privilegio de elegir. 

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Me di el gusto de ver su caminar desde mis brazos hasta hacerse con su vestido, creo que aquella imagen era la firma en el lienzo que los dos habíamos pintado, no podía quitarle la mirada de encima e hice lo propio con mi ropa que se encontraba toda regada en el suelo, a pesar que nadie había interrumpido aquel excitante encuentro, estaba casi convencido que uno u otro "oído" imprudente pudo escuchar algo de lo ocurrido.

Tenía una marca visible en el cuello y seguramente mi espalda podría contar toda la historia con lujo de detalles, aquellas "heridas de guerra" algún momento se borraría, pero lo de esta noche quedaría marcado como una de las mejores experiencias de mi larga existencia.

Pero la noche era aún joven, no todo terminaba ahí con la bella castaña, así que una vez listo nuevamente para regresar a la barra que tanta buena suerte me ha traído esa noche, me acerque nuevamente a ella.

-Creo que tenemos una botella de vodka fuera a medio acabar...-le dije sin dejar de sonreír...-que te parece si vamos a terminarla y así nos terminamos de conocer, pero antes de irnos...-mi boca fue a buscar la suya sellando aquel fantástico momento con un gran beso.

Mi vida ha sido larga, llena de altos y bajos, momentos malos, regulares, buenos, muy buenos, excelentes, perfectos, inolvidables y el que acababa de vivir con aquella pequeña criatura de ojos color esmeralda.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Se recargó en el lavamanos mientras él terminaba de vestirse, allí donde todo había comenzado. Él tenía más difícil la tarea pues sus prendas eran más y habían quedado desparramadas por todo el lugar. Cuando estuvo listo, se acercó hasta donde estaba, respondiendo a su pregunta, recordándole la botella que habían dejado a medio terminar. 

Sonrió tranquilamente, sin poner en palabras el riesgo que más alcohol podría significar en ambos... le agradó la idea, hacer que aquella noche no termine tan rápido, abrirse a conocerse un poco y dejarse llevar nuevamente por lo que ambos desearan que sucediese. 

Correspondió a su beso, disfrutando el roce delicioso de sus labios, entregándose a la cálida sensación. La química entre ambos era innegable pero, al mismo tiempo, la tensión había disminuido al poder descargarla del modo que más deseaban. Eso la llevaba a sentirse sumamente cómoda con él, pues ya la conocía en la intimidad. 

-Bueno, vamos... -buscó la varita, encima del mesón y deshizo los hechizos que había utilizado en la puerta, por fortuna nadie había golpeado e interrumpido el momento. Había sido perfecto. 

Entrelazó sus dedos con los de él, poco le importaba que quienes los vieran salir supiesen lo que había ocurrido, así que salieron del baño para volver en busca de la bebida. Tomó la botella ante la mirada acusadora del elfo, le regaló una sonrisa algo atrevida y volteó para buscar una mesa en un sector más apartado, sabiendo que la conversación podría volverse algo más personal. 

Se dirigió a una mesa apartada, cercana a una de las ventanas que daban a la tranquila calle nocturna. Dejó la botella sobre la mesa y tomó asiento en una de las cómodas sillas, esperando que él estuviese conforme con el cambio de sitio. Aún su mente estaba encerrada con él en el tocador, recibiendo la energía de su cuerpo.

-¿Continuamos el juego? ¿Qué más quieres saber de mí? 

@ Mefistófeles Evil.