Sangiovese & Merlot (MM B: 113324)

[Mefistófeles Evil.]

La conversación se volvía cada vez más interesante, y sentí claramente que existía una química muy especial entre los dos, no conocía nada de ella pero sin embargo percibí que nuestras almas eran similares, al menos en ese momento y en esas circunstancias, no sé si buscábamos los mismo, esperaba en muy dentro de mí que así sea, pero por lo pronto cada palabra venía cargada de picante.

-La verdad es que no te podría decir en este preciso momento si puedes o no ser una gran aventura, simplemente estoy abierto a lo que venga y a lo que sea...-fui sincero, ya que no podía decir si esperaba una aventura con ella, siempre me gustaba al menos saber un poco más de mi compañera de viaje.

Estaba sola en esos momentos al igual que yo, decidí no tratar de interpretar sus respuestas y simplemente hacer caso a mi instinto, muy pocas veces me había fallado y la verdad todas las señales estaban encendidas y apuntaban a que iba a ser una noche en extremo excitante.

Sorbo tras sorbo se fue acabando nuevamente el vaso, por la conversación que llevábamos el elfo parecía adivinar lo que queríamos y simplemente la copa se volvía a llenar sin necesidad de pedirle, para poder escucharla mejor y me escuche me acerque con mi asiento lo más cerca que pude, pretexto que sirvió para juntarme a ella un poco más.

-Hay mil y un cosas que podemos hacer juntos y otras cientos más me encantaría hacer contigo en este momento en lo personal...-nunca aparté mis ojos de ella, pero de a poco las palabras empezaron a salir sin filtro...-creo que el mejor consejero es el alcohol, que te parece si tomamos un par de copas más y dejamos que la razón se nuble un poco, para tomar la mejor decisión de todo lo que podemos hacer, todo lo que quieras, aunque no debas y puedas...-

La guerra estaba declarada, mis intenciones no pudieron ser más claras y las dejé sobre el tapete, ahora el vino el coñac sería nuestros jueces y verdugos, a sabiendas que ya sabía cuál sería su sentencia.

@ Mica Gryffindor

 

[Mica Gryffindor]

"Astuto" pensó, pues su respuesta retrocedía sobre sus propios pasos, como evitando un punto de choque frente a una insinuación que, sabía, no había sido mera interpretación de la dama. Le agradó, sin embargo, el hecho de saber que estaba "abierto" a las aventuras que pudiesen surgir, pues de eso se trataba todo ¿verdad? De dejarse llevar y lograr buenas historias que contar, u ocultar, al día siguiente. 

Las copas se llenaban solas pues el elfo estaba atento a la situación que ambos estaban dejando que iniciase. Él acercó el asiento y ella se acomodó para que su pierna roce con suavidad la de él, era un contacto sutil pero deliberado. 

Sin responder en forma directa, el caballero habló de que había mucho que quería hacer con ella, la intrigaba saber qué con exactitud, pues no conocía sus intenciones en absoluto... se propuso descubrirlo, ir de a poco llegando hasta sus deseos. Su propuesta fue beber y dejar que las copas fuesen las que decidiesen por ellos, apagando la razón para dejar lugar al instinto. Le agradó la idea, aunque prefirió redoblar la apuesta.

-Una botella de vodka, por favor -dijo mirando al elfo, quien no dudó en cumplir con el pedido. Vació por última vez la copa de vino ¿Cuántas iban ya? ¿Tres... cinco? Sentía que eran varias, pero no las suficientes... Junto con la botella, el pequeño sirviente dejó dos vasos acordes a la bebida que acababan de solicitar, la Gryffindor los llenó y dejó uno frente a cada quien. 

Miró los ojos de Mefistófeles por un momento, intentando descubrir qué pensaba entonces. Sonriendo, traviesa, apoyó con suavidad la mano en su rodilla mientras seguía hablando. 

-Este es un juego que me agrada proponer a veces... cuando la compañía es interesante... Cada quien hará una pregunta y el otro debe responder con sinceridad o beber. -las reglas eran bastante simples, pero siempre había quien se pasara de listo. -Comienzo yo. ¿Tienes pareja o algo por el estilo? -no supo por qué quiso saber eso de primeras, a fin de cuentas no le competía.  Aguardó su respuesta, sumamente relajada, sin retirar la mano de su rodilla. 

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Poco a poco la temperatura iba aumentado, pero era más una especie de fuego interno que ambiental, aquella persona que hace pocos minutos tímidamente saludé en una barra ahora nos disponíamos a poner a límite nuestra cordura y jugar con fuego, lo cual me encantaba, adoraba terminar incinerado, consumido en las llamas de lo prohibido, al fin de al cabo, se apostaba poco pero la ganancia era grande.

Sin darme cuenta, habíamos cambiado de licor, no supe en que momento mi copa de coñac se convirtió en un vaso con vodka, observé aquella botella desafiante, con un letrero imaginario en su etiqueta como en el cuento de Alicia, decía "bébeme" y no estaba dispuesto a ignorar aquella señal, pocas veces podía ser yo mismo y si aquella hermosa castaña quería conocer el infierno, yo estaba dispuesto a darle un recorrido que nunca olvidaría.

Teníamos métodos muy similares, el escaneo visual para encontrar claves, alertas, señales que nos lleve a tomar la siguiente decisión, la única diferencia es que yo siempre rondaba mi presa sin que sepa mis intenciones a la primera, ella era directa, una mujer que sabe lo que quiere, lo que busca, era en extremo atractivo para mi, un magneto, pero en esta ocasión no me importaba ser depredador o presa, solo quería sentir la adrenalina de la caza.

Por un segundo me di el lujo de observarla, al menos lo que mis ojos podía alcanzar a ver, definitivamente me gustaba lo que veía, la química era increíble ya que notaba que ella se sentía tan a gusto como yo, escuche atentamente su propuesta, su juego, mientras mis ojos jugaban entre los de ella y su escote, las reglas estaban plateadas y la primera pregunta lanzada, fue contundente, preguntaba mi situación sentimental actual, seguramente para precautelar problemas a posteriori.

-En una situación como estas creo que el estatus sentimental es lo de menos...-le dije sonriendo amenazando con beber la copa para evitar la respuesta...-pero en honor al juego te diré que no tengo pareja estable ni nadie quien haya puesto bandera en estas tierras reclamando como su propiedad, siempre he sido, soy y seré un alma libre, busco lo que necesito de las personas y lo tomo, trato de no mezclar sentimientos porque eso me impide ser quien soy...-

Como pocas veces fui honesto, creo que esa es la finalidad del juego y creo que es justo para la humanidad que al menos una persona sepa mi naturaleza exacta y tenga conciencia de los peligros que acarrean involucrarse con alguien como yo. A pesar de la respuesta tomé mi trago.

-Creo que si vamos a ser sinceros, esta botella no se va a acabar nunca...-sonreí asentando la copa ya vacía en la mesa y sirviendo en su copa...-mi turno, no quiero pasar por falto de imaginación pero creo que es interesante para saber que terreno estoy pisando, así que, misma pregunta...-

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Notó que él parecía cómodo con su propuesta, aún con el cambio de bebida impuesto por la castaña. La mirada de él no disimulaba intenciones, recorriendo su cuerpo y, por momento, yendo en forma descarada de sus ojos a su escote. No le molestó, aunque se sintió algo expuesta y vulnerable... tal vez eso le gustaba.

Por un momento pensó que iba a escoger beber en lugar de dar una respuesta, cuestión que, definitivamente, hubiese quedado poco clara como inicio de relación. ¿Le importaba si estaba con otra dama? No, pero era una primera búsqueda de la sinceridad por su parte. 

Le agradó su respuesta, más que nada porque eso le ahorraría muchas explicaciones posteriores. Ella no buscaba implicarse sentimentalmente con nadie, eran pocos los que lograban entender eso. El hecho de que compartiesen un mismo modo de ver las relaciones era bueno para ello, la tranquilizaba, él no buscaría en ella más que divertirse, del mismo modo ella lo haría. 

Alzó una ceja, contrariada, cunado él decidió hacerle la misma pregunta. Luego sonrió y volteó más cómodamente hacia él, apoyando en la barra uno de sus brazos.

-No tengo pareja ni la tendré por lo pronto, no tengo nadie a quien dar explicaciones... -aclaró con mucha tranquilidad, sin apartar sus verdes ojos de los de él.

Volvía a ser su momento de indagar sobre el caballero, decidió variar un poco el rumbo de la charla...

-¿Qué necesitas de mi persona? -se basaba en lo que él había dicho, respecto a "tomar lo que necesita de las personas sin mezclar sentimientos", eso había quedado grabado en su memoria y la intrigaba bastante.

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

La pregunta le disgustó y su forma de responder fue muy concreta y directa, sin mucho detalle, deduje que por ahí existía algún problema y tal vez el motivo por el que se encuentra en aquel bar, toqué una fibra sensible, por lo que me convenía no recorrer ese camino, al menos en estos momentos, el tema por lo que vi era como tirar hielo a la flama y lo que quería ser ahora era gasolina.

Su siguiente pregunta fue otra búsqueda directa de mis intenciones, en ese momento entendí que prácticamente todo lo que diga o haga puede ser utilizado en mi contra, pero como al inicio del juego, no tenía nada que ocultar ni tampoco quería hacerlo, pero de mi respuesta era un punto de quiebre, de ello dependería el rumbo que tome todo lo que esa noche iba a pasar. ¿Qué deseaba que pase esa noche?, ¿Realmente qué quería de ella? ¿Qué era lo que buscaba? ¿A dónde podemos llegar?, tantas preguntas pero solo veía un norte en todo aquello.

-La verdad es que te conozco poco, por lo que no podría decirte algo particular, pero...-me aproxime a su oído como si se tratase de un secreto...-sí tendría que escoger sobre lo que quiero ahora en base a la poca información tuya que tengo, pues lo quiero todo...-

Al finalizar aquel susurro intencionalmente rose mis labios en su oído, pude captar su dulce perfume, mucho más embriagante que el alcohol que bebíamos, respiré profundamente tratando de recuperar el poco control que aún me quedaba, traté de incitarla con el contacto en su oído y terminé quemándome con las dos colonias.

-Bueno, creo que me corresponde preguntar ahora...-me quedé en silencio, mirando al techo como fingiendo buscar una pregunta en el techo...-Dime, ¿Que fuerza te atrajo a mí? ¿Por qué razón me sigues el juego?...-quería tener claras sus intenciones, sus razones, cada una de nuestras preguntas eran un round de estudio, un intercambio sutil de golpes para ver las intenciones del otro y hasta donde se puede llegar, cada segundo cerca era más y más intenso, estábamos a pocas preguntas y tragos de lo inevitable, creo que mis intenciones estuvieron siempre ahí desde que la vi, y ahora no iba a parar.

@ Mica Gryffindor

 

 

[Mica Gryffindor]

Se descubrió a sí misma interesada en tener más respuestas de ese desconocido. Él pareció pensar un poco antes de contar con una respuesta a su poco prudente pregunta. Centró su mirada en los labios de él mientras comenzaba a hablar, argumentando no conocerla decía no tener nada en particular que decir. Luego, él se acercó a su oído, haciéndola cerrar los ojos en forma instintiva.

Su voz susurrante tan cerca de su piel la hizo estremecerse, erizando su piel. Decía “quererlo todo” en base a lo poco que conocía. La Gryffindor se sintió tentada a no permitir que conociese más, así tomaba todo lo hasta ahora conocido y se encargaba de sacar provecho de ello. Sus labios rozaron su oído, redoblando las sensaciones. Lo sintió alejarse y se obligó a abrir los ojos y respirar para recuperar el control, notó que él hacía lo mismo.

Fue entonces turno suyo de indagar, él lo marcó, pero se quedó en silencio unos instantes, mirando hacia el techo. La joven aprovechó a contemplarlo, sus labios, su cuello… reprimió el impulso de acercarse a intentar contactar con sus labios su piel.

Cuando por fin habló, sus preguntas le resultaron divertidas. ¿Iba a responderle? No tenía una respuesta que dar… al menos no una concreta. Tomó el vasito y lo vació de un solo trago, sintiendo el calor del vodka recorriéndole la garganta. Sonrió, seductora, mirándolo nuevamente. Copió su jugada, acercándose hasta el oído de su acompañante para preguntar en un susurro: -¿Yo te estoy siguiendo el juego o tú me lo estás siguiendo a mí? – fue un paso más allá y aventuró una mordida sutil al lóbulo de su oreja, antes de volver a alejarse.

Sonriendo, desvió la mirada hacia la bebida, volviendo a rellenar su vaso, dejándolo listo para una nueva pregunta de él…

@ Mefistófeles Evil.

Editado 26 de Julio del 2022 por Mica Gryffindor

[Mefistófeles Evil.]

Me convencí de que este juego cada vez aumentaba en intensidad, disfrutaba de él cada segundo que pasaba, las miradas coquetas, las sonrisas insinuadores, caricias disimuladas, todos los caminos nos llevaban a Roma y a pesar de querer llegar rápido a la conclusión de todo lo que ahí ocurría, estaba completamente embelesado con todo este juego de seducción, cada cual tratando de arremeter con su mejor arma, una lucha de poder a poder, de la cual estaba seguro que iba a ganar sea cual sea el resultado.

No hubo respuesta a mi inquietud, solo una sonrisa que derretía, una sonrisa que decía todo, sus intenciones eran tan claras como las mías, así que decidí subir la apuesta, quería saber si blofeaba, tenía que subir la vara de este apasionante travesura.

Pensé que todo lo tenía bajo control, al menos algo bajo control, pero no contaba con el movimiento que Mica realizó, luego de un susurro a mi oído sobre quien seguía el juego a quien sentí como sus dientes suavemente tomaron mi oreja erizando todo mi cuerpo, no sé como pero en ese momento se cruzó a el límite de donde ya no había regreso, hasta ese momento tuve un ligero control, ahora después de aquella acción me perdí.

-Te seré sincero Mica...-le dije con seriedad...-la verdad es que me tiene sin cuidado quien sigue a quien, mientras el destino sea el mismo, quiero recorrer todas las rutas, la larga, la corta o si tomamos atajos...-

Me aproxime a ella y con mi mano levante su barbilla y me fijé en su boca, que invitaba, que tentaba y con toda la delicadeza rocé sus labios con los míos dando un suave beso donde pude degustar un poco del vodka cuyo sabor era infinitamente mejor que en el cristal, para luego separarme con la misma suavidad con la que me acerqué.

-Ahora preciosa dime: ¿Cuál va a ser tu próximo movimiento?...-

@ Mica Gryffindor

 

 

[Mica Gryffindor]

Sintió sus reacciones, cerca como estaba, sabía el efecto que su travesura acababa de generar en él, y eso le gustaba. Era claro el juego que los dos llevaban e iba mucho más allá de sus preguntas y respuestas, se trataba de seducción peligrosa y extrema. Bien los dos sabían cómo acabaría todo. ¿Por qué esperar? ¿Por qué no buscar una probada breve lo antes posible? 

Sus palabras fueron intensas, seguras y más que concretas. No le dió tiempo a medirlas ni buscar una respuesta más o menos jugada. A pedido de su mano, alzo la barbilla, mirándolo mientras sus verdes ojos, claramente, se centraban en sus labios. Sabía lo que vendría. 

Correspondió al suave beso, deseando mucho más. Conteniendo las ganas de abrazarse a su cuello y profundizarlo al instante, pero no sé contendría por mucho tiempo.

Él se separó, listo para lanzar una nueva pregunta. Tenía una respuesta más que clara, sin embargo, estiró su mano y bebió nuevamente, pues no la pondría en palabras.

-Iré al tocador...- anunció, poniéndose de pie y moviéndose hacia donde, según un cartel indicaba, quedaba el baño de damas. A mitad de camino se detuvo y miró hacia el caballero, no comprendía por qué no la estaba siguiendo. 

Se mordió el labio ansiosamente, antes de emprender nuevamente el mensaje. Una vez dentro del baño, recargó su peso contra los lavamanos, a la espera de que las señales hubiesen sido claras.

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Estaba ansioso a la espera de su reacción, esperaba no haberme pasado de la raya, aunque estaba en un punto en que estaba dispuesto a todo, me di cuenta que aquella apuesta rindió los frutos esperados, el sentirme correspondido el beso fue lo que mayor confianza me dio, estaba seguro que aquel movimiento le había gustado a pesar que no lo esperaba.

Dudé un momento de los resultados cuando apuró su trago, puso su copa en la barra y se puso de pie frente a mí, sentí que de verdad había pasado la raya y que la dama se iría. Al decir que se dirigía al tocador alivió en algo aquel corto mal presentimiento y caminó rumbo a donde quedaban los baños.

Aproveche el momento para poderla contemplar en todo su esplendor mientras camina, hipnotizado por el va y ven de sus caderas que invitaban, recordé nuevamente lo que había pensado cuando la vi por primera vez cerca de mí, jamás el rojo pudo verse tan bien como fijado en el cuerpo de aquella mujer, ahora comprendía el poder der mundo mágico, la castaña me había embrujado.

Regresó a ver como adivinando cada uno de mis más perversos pensamientos, ahí fue que caí en cuenta toda su intención y su irrechazable invitación, solo hice lo propio, tomé un buen trago de mi vaso lo dejé sobre la barra y simplemente la seguí, sin pensar en nada, ni donde estaba, ni quien me miraba, solo quería ir detrás de esa pequeña pero hermosa figura y completar el juego.

Me detuve a unos metros antes de la puerta del tocador de damas, la verdad no tenía nada que pensar, el recelo duró muy poco e ingresé al lugar sin reparo alguno, entonces la vi, me esperaba, no mencioné palabra alguna y simplemente me acerqué a ella con prisa y la besé como queriendo que su boca se fundiera con la mía, mis manos recorrían su espalda, peligrosamente queriéndome aferrar a sus caderas, deteniéndome a milímetros, con delicadeza la alcé en brazos para que pueda sentarse en el mesón de los lavamanos, no me desprendía de su boca.

Ahora simplemente me dejé llevar, me dejé ir hasta donde ella quiera, ella sería quien ponga la música y yo llevaría el baile, serán nuestros instintos los que hablen.

@ Mica Gryffindor

 

[Mica Gryffindor]

Una vez sola en aquel tocador, esperó, deseando que lo hecho fuese suficiente para despertar lo que deseaba: que él la siguiese para tener al menos una muestra de lo que ambos estaban dispuestos de brindar el uno al otro. Los segundos parecieron eternos, su corazón latía con fuerza intentando marcar el tiempo. Intentó acompasar la respiración que, por la adrenalina, empezaba a acelerarse.

Una sonrisa de satisfacción cruzó sus labios cuando, por fin, él abrió la puerta y se aventó a tomarla entre sus brazos. Sus labios se encontraron sin reparo alguno, en un contacto intenso y profundo. Notó sus manos en su espalda y cómo su corto vestido empezaba a desacomodarse en su cuerpo. La tela era muy fina y era mínimo cuánto se podía resistir ante las manos que acariciaban el cuerpo de la castaña.

El frío del mesón se sintió directo en sus glúteos al momento de sentarse sobre él, motivada por los brazos de su improvisado amante. Las piernas de la dama se habían acomodado a ambos lados del cuerpo de él, haciendo la cercanía entre ambos mucho más extrema.

Sus labios danzaban con ansiedad, como buscando no desprenderse. Sus lenguas se sumaron al jugueteo al tiempo que la Gryffindor recorría con una de sus manos el cabello de él, alborotándolo mientras seguía besándolo como si nada más importara.

Un leve momento de cordura se hizo presente y se separó para tomar la varita de aquella liga que llevaba en su pierna izquierda. Un par de movimientos bastaron para bloquear la puerta, asegurándose que ningún indiscreto pudiese encontrarlos en medio de aquel intenso y deseado momento.

Acarició, entonces con delicadeza el rostro del muchacho, bajando por sus mejillas con lentitud. Sonriendo, llevó sus manos al cuello de su camisa, desabrochándola lentamente, botón a botón, descubriendo su abdomen antes de recorrerlo con el dorso de sus dedos. Volvió a mirarlo a los ojos sin dejar aquellas caricias muy lentas, provocativas. Intentaba jugar con el deseo, cargarlo de ganas hasta que ya no las aguantase.

Instaló sus manos en la cintura del pantalón de él, jugueteando un poco con el botón antes de deslizar una de ellas por encima de su zona sensible, acariciando por encima de la ropa un par de veces, más suave al principio, luego con más intensidad. Sonrió levemente sin cortar el contacto visual, solo entonces apartó las manos para apoyarlas a ambos lados de su propia cadera, recargando un poco su peso.

-Quiero que me uses para cumplir tus deseos... tus fantasías...- su voz melodiosa resonó en el recinto debido a la acústica del cuarto escogido. 

@ Mefistófeles Evil.