Orden del Fénix • Familia Potter •

[Darla G Dumbledore]

Scarlet Akane

 

 

La pelirroja estudiaba la documentación que Darla le había dejado respecto a sus últimas actividades y los lugares seguros en que podía moverse o huír luego de todos los acontecimientos del último año. Aún no se había cambiado, apenas había probado bocado, la chaqueta estaba sobre la mesa junto a la bandeja de comida y los papeles seguían desparramados, como armando un rompecabezas de lo que podía ser su vida.

 

Un destello plateado la hizo enderezar tomando la varita con velocidad, pero se detuvo al ver que se trataba de un patronus. El lince abrió la boca y pronunció solo tres frases: Misión. Casa de los Potter. Ahora. Por demás de concreto antes de desaparecer tras verla fijamente como si quisiera estar seguro que entendía lo que le decía.

 

Revisó por última vez la documentación, la guardó en el secretaire y tras beber un trago de una copa llena de un líquido color rubí tomó su chaqueta , aplicó un impervius a la misma y al resto de sus ropas y calzado para luego desaparecer rumbo a la ubicación que la Potter Black le había transmitido como miembro de la Orden.

 

El Valle de Godric no está mejor que su ubicación en Londres, Scarlet echa la capucha sobres sus cabellos y camina o más bien se desplaza a alta velocidad gracias al phantom incrementado por sus poderes vampíricos. Cuando llega a la dirección sus ojos no ven lo que el resto de los muggles o no miembros de la Orden, una casa derruida con una placa de mármol sino que el encantamiento Fidelio le muestra ante sus ojos la reconstruida vivienda y una moto estacionada bajo la lluvia.

 

Cuando ingresa a la mansión sigue las voces hasta el comedor, ya hay varias mujeres y un joven cuyos recuerdos pasan vago por su mente. Una de las mujeres come y la otra hace muchas preguntas. Ella observa la botella de whiskey, se quita la capucha y camina dejando un reguero de gotas que han ido resbalándose de sus prendas impermeabilizadas, los borcegos con suela de goma se desplazan silenciosos sobre el piso del lugar. Imita a la bruja que ha tomado un vaso y se sirve ella también un trago.

 

—Buenas noches, ¿qué es lo que ha pasado? —es más por cortesía y formalidad que pregunta, después de todo ha alcanzado a escuchar la cantidad de preguntas realizadas por la otra vampiro presente en el lugar.

[Luna Gryffindor Delacour]

Le sonríe a Scarlet casi por inercia y por hacer algo, esta preocupada y su amigo lleva largo tiempo callado, tiene miedo que algo malo sucediera con los Potter, tiene terror que en realidad sea algún familiar suyo al que le paso algo malo, intenta decirse que no y que esta siendo fatalista pero el que Nathan no hable la pone de los nervios así que tiene que calmarse para no zarandearlo, en su lugar taconea con su pie izquierdo haciendo todo el ruido que puede, tanto para hacer notar que esta impaciente como para decirle a todos que esta preocupada, si de ella dependiera ya lo hubiera sacudido al Weasley para que le dijera que sucede, pero no quiere hacerle eso y dicho sea de paso, solo debe de esperar que le explique que hacen aquí y porque justo en la casa de los Potter y no en otro lugar es la reunión de hoy en día.

 

- No se que sucede, aún no nos lo dice Nat, enserio Scar creo que algo malo esta pasando ¿te puedo decir así? en fin, a lo que iba es que estoy segura que algo malo pasa si no, nunca nos hubiera llamado pero lo que no entiendo es ¿por qué nos reunimos acá? ¿qué tienen que ver los Potter con todo esto? me huele mal desde que recibí tu patronus y estoy preocupada, ¿qué hacemos? ¿qué paso? - Les digo a Scarlet y a Nathan, esperando que la primera entienda la magnitud del problema y el segundo me diga que sucede así me pongo en campaña y trazo un plan -

 

No quiere admitirlo pero desde que tiene uso de razón y gracias a las veces que Made y Eileen estan con ella en las misiones, se volvio mucho más observadora y aprendió a estar en alerta permanente,algo que si pasas tanto tiempo con ambas brujas no se te puede olvidar, así que por eso tiene la varita mágica aferrada a su mano derecha y espera pacientemente alguna señal de peligro, porque sabé que en los tiempos que corren la paz no es algo corriente y tiene miedo que algo malo pasé, no sabe si es un pensamiento nada más o es un presagio, pero teme que lo que están por decirle no sea bueno, a juzgar por aquel, urgente que decía el patronus, esta segura que esto tiene pinta de ser peliagudo y bastante peligroso.

 

 

- Nathan, viejo amigo, ¿le paso algo a algún Potter? ¿paso algo grave con los bebés? quiero decir no se porque vinimos aquí,me huele a que es algo peligroso y desastroso, no quiero ser pájaro de mal agüero pero ¿qué sucedió? siento llenarte de preguntas, ya me conoces y sabes lo impaciente que soy, además estar tanto con Made y Eileen hace que una aprenda a estar en ¿como se decía? ah ya recordé, alerta permanente, así que aprendí a no estar quieta y prepararme para lo peor, así que ¿qué sucedió y para que somos buenas? - Dije con mi voz más enérgica y entusiasmada que hasta hace un minuto, aún mirando preocupada a Nat, esperando que me conteste alguna de las preguntas que le hice hasta ahora -

 

Mientras espera que siga cayendo la gente al baile, se pregunta que es lo que tiene así de mal a su amigo, esta segura que algo es y no necesita saber adivinación para averiguarlo, porque se teme lo peor y de pronto piensa en que realmente lo que sea que suceda es de vital importancia, casi tiene miedo que su amigo hable y le de la sentencia que la deje paralizada, no sabe si quiere saber que otro horror sucedio, pero armándose de valor, lo observa preocupada con sus ojos azules claros y le aprieta la mano, esperando que reaccione y les diga en que podemos ayudarle, al fin y al cabo, ser miembro de la Orden, era estar al servicio de nuestros familiares y amigos, así que espera con toda la paciencia que puede que Nathan le diga en que puede ayudarlo.

[Nate Weasley]

A pesar de que los primeros miembros de la Orden del Fénix comienzan a llegar respondiendo a su llamado a velocidad récord, decide no contestar a sus preguntas. Escucha la voz de Luna, cálida y efusiva como siempre, y aún más puede percibir la preocupación en su voz casi como si fuese tangible. Es consciente de la responsabilidad que Potter depositó en él hace tan solo un rato: ¿por qué no estaba aquí él mismo contándoles a todos lo que había pasado? ¿qué sucedería si Nathan era incapaz de llevar la misión a buen puerto? ¿qué harían si, a pesar de hacer todo lo que podían, no encontraban a Ginny o, aún peor, la encontraban muerta? Todas y cada una de aquellas preguntas eran respondidas por otro trago de Whisky de Fuego. Un vaso, dos vasos.... ¿cuánto tiempo era prudente esperar?

 

Cuando no pudo aguantar más, levantó la mirada. Había varios miembros de la Orden allí, pero entre la muchedumbre reconoció a Luna, Mel y Scarlet – había compartido otra misión recientemente con aquella mujer. Le hubiera gustado ver otros rostros, pero Nathan sabía mejor que juzgar a sus propios compañeros por no responder a un llamado: la vida no era más que un sinfín de cuerdas que tiraban de uno con distinta fuerza; e indudablemente y en ocasiones habían motivos que pesaban por sobre los de la Orden. Él lo había vivido en carne propia, y había sido indultado por sus compañeros por no responder cuando debió; debía aprender a hacer lo mismo.

 

– Atención, todos. – llama, y el silencio inunda la habitación de inmediato – Hace unas horas tuve una reunión con Harry Potter. Lamento ser yo quien les informe que Ginny Weasley ha sido secuestrada por el Inquisidor. – es consciente del peso que acarrean sus palabras, no porque las diga él sino por lo que representan. El matrimonio de la Potter y la Weasley es el reflejo del éxito de la Orden del Fénix contra las artes oscuras en el pasado y, a pesar de que el Inquisidor no es un aliado conocido de las artes oscuras, el golpe es igual de doloroso. – Ahora, Potter cree más prudente asegurarse que sus hijos están en un lugar seguro antes de sumarse a la misión con nosotros, por lo que puede que nos encontremos con él más tarde. Sin embargo, es menester que actuemos de inmediato: nada de planes. Les contaré lo que sé, y nos iremos de aquí en busca de Ginny.

 

Los efectos del alcohol comienzan a ser patentes en su cuerpo: percibe una extraña sensación, como si su cabeza de a poco comenzara a flotar. En retrospectiva, debería haberse limitado a un vaso, más está seguro de que sus sentidos volverán a agudizarse para el momento en que la misión se vuelva complicada. Hace una pausa en su discurso, evaluando los rostros de todos los presentes: ¿serían suficientes? No tenía ni idea de con qué se encontrarían, bien podría estar llevándolos hacia una trampa tendida para Potter.

 

– He recibido unos rumores de que Ginny estaba en una misión especial en las ruinas de Abbadon. Para quienes no sepan, en los subsuelos de la cárcel había una serie de oficinas en las cuales nos reuníamos quienes patrullábamos la prisión. Con el paso del tiempo, comenzamos a acumular una serie de archivos sobre nuestros prisioneros allí, en conjunto con varios otros enemigos que fueron declarados como peligrosos. Siendo que las Ruinas de Abbadon son únicamente accesibles para miembros de la Orden del Fénix, no nos molestamos en sacarlos de allí.

 

Aparentemente Ginny fue en busca de una serie de documentos cuando fue aprehendida por el Inquisidor y sus secuaces. Eso es todo lo que se. ¿Preguntas>>

 

@@Ellie Moody @@Darla Potter Black @ @

[Ellie Moody]

Un rayo ilumina el cielo nocturno y las calles encharcadas; Ellie levanta el rostro hacia el cielo, sorprendida por lo potente de la tormenta. Están a la mitad del verano, donde las lluvias suaves son mucho mas normales, pero tal parece que esos días nada es normal. Unos instantes después, el sonido penetrante del trueno hace estremecer cada uno de sus huesos. Cuando era una niña, las tormentas eléctricas y los truenos la angustiaban tanto que le habría imposible conciliar el sueño en una noche como aquella. Aquellos eran miedos irracionales, que no podía controlar a diferencia de ahora... Aunque de vez en cuando se sorprende a sí misma temblando.

 

—Me pregunto qué tan lejos habrá caído aquel rayo —murmura, bajando la mirada hacia el suelo y recordando que debe apresurar el paso, pues está dirigiéndose a un encuentro urgente de la Orden del Fénix.

 

—Me pregunto qué misión habrá organizado Weasley —habla Madeleine, a quien no le importa mucho dónde estén cayendo los rayos, siempre y cuando no sea cerca de la casa de la familia Potter.

 

—La luz se ve apenas cae el rayo, pero el sonido tarda unos tres segundos en recorrer un kilómetro. El trueno se escuchó siete segundos después de ver el dest...

 

—Fue bastante escueto, ¿qué le costaba informarnos un poco? —rezonga. Evidentemente, en su mente, ser corto de palabras es algo que en ella puede ser perdonado, pero en los demás resulta bastante fastidioso.

 

Ellie y Madeleine hablan en voz alta, sin escucharse verdaderamente la una a la otra, hasta que llegan a la puerta de la casa. Ellie está perfectamente seca, por haber caminado bajo un paraguas negro, mientras que Madeleine está empapada por haber considerado la lluvia una tontería que se extinguiría antes de llegar a la reunión. La bruja regordeta, cuyo cabello plateado está tejido en una trenza que cae sobre su hombro, cierra la sombrilla y la deja recostada contra la pared del porche; se retira la capa de viaje que alcanzó a pescar algunas gotas de agua, quedándose en su habitual túnica negra. La otra, la muchacha de rostro austero y piel llena de cicatrices, se quita bruscamente las botas de combate y los calcetines empapados y deja caer la chaqueta de pana en el suelo; su camiseta gris y los vaqueros desteñidos están húmedos todavía, pero por lo menos no tan empapados como su prenda exterior.

 

—Es raro que estés aquí —murmura Madeleine, dirigiéndose a Ellie por primera vez desde que se toparon en la plaza del Valle de Godric—. ¿No se supone que estas cosas "no son lo tuyo"?

 

—Eso no significa que no me preocupe —responde Ellie por lo bajo, mientras gira el pomo de la puerta—. Tu no tienes el monopolio de querer y poder ayudar.

 

—Bueno, entra, que se me está congelado el trasero.

 

Se unen a la reunión en el momento perfecto para escuchar la declaración de Nathan, explicando cuál es la misión de la Orden del Fénix aquella noche. Madeleine frunce el ceño, preguntándose cómo es posible que una bruja tan talentosa como Ginny Weasley pudiera ser capturada de aquella forma. ¿Quizás tiene más años de los que le calcula o, simplemente, el dedicarse al Quidditch y el periodismo deportivo hizo que descuidara sus otros talentos? Se pregunta qué tanta información ignoran, pero ahora no es el momento de manifestar tales dudas.

 

De cualquier forma, se acerca con determinación al grupo pero se detiene cuando se da cuenta de que está enfrentándose a dos demonios aquella noche: por un lado, parece ser que sus compañeros están compartiendo una botella de whisky de fuego, bebida que tiene muchísimo tiempo que consumir y se prometió a sí misma que no volvería a consumir —al igual que cualquier otro tipo de alcohol—; por otro lado, Catherine es parte del grupo de la misión. Hace ya varios meses que no la ha visto ni ha hablado con ella y, en ese tiempo, muchas cosas han sucedido, como que ahora hay una serpiente con escamas cristalinas que está enrollada en su mano derecha, o que tiene una nueva varita mágica o que fue aprendiz del arcano Báleyr, el nigromante tuerto.

 

Desde hace algún tiempo ha sentido la necesidad de buscar a su madre y contarle las novedades pero, por el otro lado, no ha deseado hacerlo y no está segura de lo que aquello signifique. Sin embargo, le parece que no tiene por qué preocuparse por ello ahora; después de todo, la misión es más importante. Siempre lo es.

 

—¿No crees que podríamos tener problemas al intentar llegar a las Ruinas de Abaddon? —musita Ellie, y su pregunta sirve como una especie de saludo y presentación. Le gustaría saludar a Melrose de cerca, pero no quiere parecer "poco profesional"— He leído que hay magia residual en aquel lugar y, a veces, supone un obstáculo incluso para los miembros de la Orden del Fénix. Lo que quiero decir, es que espero que seamos suficientes para hacernos cargo de esta misión.

Editado 12 de Septiembre del 2020 por Ellie Moody

[Darla G Dumbledore]

Scarlet Akane


Toma una silla y la aleja, sentándose contra la pared, observando con curiosidad como llenan de preguntas a Nathan, el lugar parece vibrar en parte por los truenos cuya luz ha ido iluminando las ventanas y en parte porque cada vez que un miembro de la Orden, y especialmente uno de la Orden Oscura ingresa al lugar, es como si este emanara magia de sus paredes haciéndole sentir a los que estaban en ella la presencia de un amigo del lugar. Sonrió apenas mientras se llevaba el vaso a los labios y esperaba que el pobre Weasley abriera la boca.

 

El ceño de Scarlet se frunce al escuchar la obra del inquisidor, odia haber dejado tan libre ese puesto, bueno, no ella, la Potter Black lo hizo, sabía que la mayoría veía a Darla al verla pero le importaba poco lo que incomodara a la gente el parecido de las brujas, en eso no eran iguales, Akane no hubiera cedido su puesto a nadie. Escuchar mencionar Abbadon la hizo enderezarse de golpe, vienen imágenes, recuerda los dragones sobrevolando las torres, su charla con Wallace, la de Darla en realidad, pero sabe bien quién había sido él, los pasillos, las guardias, los juegos de palabras con las quimeras. Se obliga a volver al presente y al secuestro de Ginny Weasley, sobre todo cuando la recién llegada Ellie pregunta por la magia residual en el lugar.

 

--Deberíamos poder, fuímos los propios fenixianos quienes pusimos las trampas de magia para que no pudieran atravesarlas nuestros enemigos, tiene que haber alguna forma de saber cuáles fueron cada una de ellas y deberíamos poder desactivarlas o hacer que nos reconozcan como miembros de la Orden --responde sin pensar casi, ella había ideado algunas de aquellas trampas mágicas, lo recuerda bien, pero no tiene idea si estaría aún en pie o habría sido desarticulada por su prima cuando ella dejó el bando. No, no era su prima, es la prima de Darla, gira el rostro hacia Nathan intentando controlar el gesto de desagrado por su recuerdo.

 

--¿Cuándo vamos a Abbadon? solo tendremos pistas imagino, porque dudo que a Ginny la retengan allí --comenta pensativa haciendo girar en su mano el vaso con whiskey.

Editado 13 de Septiembre del 2020 por Darla Potter Black

[Luna Gryffindor Delacour]

Parpadee para entender lo que le esta diciendo su amigo Nathan y tiene que tomar un poco del café que hay en la mesa porque no puede entender como a alguien como Ginny la podrían de apresar, tampoco entiende como es que esta viva, escucha a Scarlet hablar y decir algo sobre pistas y que de seguro ya no estará en Abbadon, asiento a su idea porque es cierto que es imposible que ella esté allí, ninguna persona coherente mantendría en el mismo lugar a alguien cautivado, al pensar en eso un escalofrió la recorre toda y tarda un rato en volver a la realidad y dar su apoyo a lo que sea que decidamos hacer, porque sabe que hay que armar un plan de acción y hay que armarlo lo más rápido posible.

 

- Es seguro que Ginny ya no esté en las ruinas de Abbadon, lo que si podemos hacer es ir a ver si en nuestra antigua cárcel hay alguna pista o indicio de donde podría estar, lo más seguro es que el inquisidor pensaba que se llevaba el premio gordo con eso o eso haría ir a Potter para allá, quiero decir es su esposa, es evidente que quisiera salvarla ¿o no?, ahora bien, ¿donde creen que podría estar? debió de haberlo planeado muy bien y tenido al menos alguna coartada, por lo demás, el plan sería ir ya ¿cierto? tengo la varita lista en cuanto digan, nos vamos, pero ¿como llegaremos allí? si lo que aquí se dice es cierto y hay magia residual, podría ser peligroso entrar, por más lugar nuestro que fuera, aunque solo iríamos para ver si quien la tiene se olvido de algo ¿qué les parece? ¿alguna otra idea? - Les pregunto con mi repique de campanas más alto de lo habitual, como siempre me pasaba que estaba emocionada y triste y era un poco de ambas, puesto que ella consideraba a los Potter como la mejor familia de todos y lamentaba que estén pasando por esto -

 

Ella se queda callada aunque ya esta parada y con la varita lista, se olvida rápidamente de la idea del café o el té, siente como si tuviera hormigas detrás suyo persiguiéndola, algo del todo extraño y para nada real y es que ella quiere hacer algo solo que no sabe el que, intuye que es una misión importante y lo que es peor, sabe que tendrán que pensar en un muy buen plan, no pueden ir y ya está, porque si el inquisidor es quien la tiene, debe de saber perfectamente que iremos tras él, la cuestión es aparecer y darle una sorpresa y que nunca lo imagine.

 

-Hay que pensar en un buen plan, no podemos ir y aparecer así como así, tenemos que ver como hacemos para llegar allí, además lo que no entiendo es como la encontraron, quiero decir ella es una bruja formidable, aun estoy asombrada de que no se pudiera defender, entonces realmente son muy buenos, entiendo que Ginny ya no se defiende como antes, pero sigue siendo una bruja muy buena, así que quien la secuestrará debe ser igual de bueno o buena que ella, por ende, debemos de ir super preparados, podemos caerles de sorpresa sin que nos vean y que nunca lo imaginen - Les digo mientras en mi fuera interno pienso y pienso alguna forma de que está misión nos salga a pedir de boca -

 

Siento la misma adrenalina que sentí cuando tuve mi primer misión para la Orden, han pasado ya 12 años de eso pero sigue sintiendo el mismo amor y cariño por sus ideales, de lealtad y sacrificio y lo que es más, sigue sintiéndose igual de bien cuando ayuda a su familia, porque más que un bando, ellos eran su familia desde que era chica y siente algo más, la emoción de tener una aventura con sus amigos y además, la certeza de que le traerán a Harry su Ginny sana y sana, le costase lo que le costase aquello.

[Melrose Moody]

Procesa poco a poco la información y sus pensamientos se muestran en mutua sintonía con los de la recién llegada Ellie. Sí, efectivamente, existían barreras mágicas luego de la destrucción de las cárceles. Sus ojos encuentran rápido la figura de Madeleine antes de apartarlos. No quiere pensar en eso ahora, a pesar de que sabe que es ella la que está en deuda, de que es ella la que falló y la que le debe cosas, aún cuando nunca fue su madre de sangre; ella... ella había confiado en Catherine, la había adoptado como esa figura cercana que le hacía falta y Catherine lo había permitido, ella había influenciado en que...

 

Concéntrate.

 

Aparta la mirada y la devuelve hacia una de las vampiro pelirrojas. Le molesta que sus preguntas asuman cosas que en realidad, no saben. Tienen que andar con cuidado si quieren tener éxito. Ella ni siquiera estuvo muy implicada con todo lo sucedido con el inquisidor y aún así rumores perturbadores habían llegado a los oídos de toda la comunidad de Ottery. Tenían que tomar todas las previsiones posibles al obtener información y ejecutar alguna clase de plan de rescate.

 

-Eso fue antes. Por lo que sabemos, después de la destrucción de las prisiones la magia se desestabilizó. Incluso las ruinas podrían estar en un sitio completamente distinto ahora y hasta tener influencias de otras magias -Catherine no puede dejar de pensar en la magia residual de otros espacios abandonados que visitó y también en los portales Uzza ¿qué les asegura a ellos que Abaddon justo ahora se encuentra en el mismo plano que donde ellos están ahora? Las posibilidades son infinitas y la prisión siempre fue móvil. Eso podría jugarles en contra.

 

Sin embargo, a pesar de lo dicho, las palabras de Luna contienen también algo de verdad, cuando hace eco de lo que dijera la otra vampiro pelirroja. No, no habrán de mantenerla allí y tienen que haber tenido alguna clase de plan. Ginny quizá ya no sea joven pero Catherine tampoco cree que se haya vuelto tan lenta como para no poder escapar de un ataque semejante ¿qué es entonces?

 

La única alternativa que se le ocurre es el chantaje pero no la vocea porque no tiene pruebas y tampoco se le ocurre con qué podrían chantajear a Ginny Weasley. Además, acababa de decir que no debían ser irresponsables con sus comentarios así que no puede caer en lo mismo. Ella mantiene cerrada su mente a posibles intrusos gracias a la oclumancia pero su semblante se queda en blanco.

 

Mel, mientras tanto, había recibido la llegada de los demás con el mismo ánimo de siempre y escuchaba el ir y venir de comentarios un tanto perpleja, pero atenta. Era, prácticamente, la primera vez que se implicaría en un asunto semejante y quería ser de ayuda. El primer paso era no echarlo a perder, así que para eso necesitaba oír lo que todos tenían para decir, ya que ella misma no tenía mucho por aportar.

Editado 15 de Septiembre del 2020 por Melrose Moody

[Luna Gryffindor Delacour]

Asiente a lo dicho por Catherine, quizás ella tenga razón y la cárcel ya no este donde se supone que está, aun se mantiene parada y lista para irse, es como si la varita mágica le quemará en las manos, por todos los demonios, es por Ginny Weasley, nadie admiraba a esa bruja más que ella, hasta soñaba con cruzarsela siempre pero por supuesto eso no pasaba porque suponía que la famosa jugadora de Quiddicht ya no salía por los mismos lugares que ella, intenta concentrarse y pensar en alguna forma de rescatarla, además entiende que Ginny sigue siendo una mujer de temer, porque según recuerda por lo que se contaba era una muy buena bruja y de repente piensa en Potter, en Harry y se siente mal por él y sus hijos, entiende que deben estar preocupados y debe estar sintiéndose fatal, además de pensando como ellos en un plan de acción, recuerda que Nat dijo que él se uniría mas tarde, así que asiente pensando que decir y que hacer acontinuacion, tiene tantas ideas revoloteandole en su mente que no sabe cual de todas darle entidad, así que se decanta por la más logica de todas o al menos, en su mente parece lógica y clara.

 

- Pero el problema principal es que no tenemos idea de donde esta esa cárcel, si sabemos que es la cárcel de Abbadon, fuimos cuando estaba activa, lo que me temo es que no sabemos donde está ahora o si se movió de sitio o algo así, quiero decir que lo que conocemos como cárcel ya no exista más es lo más lógico y factible, así que me temo que no sé donde podría estar esa magia residual, además que no se si nos reconocerá como sus guardianes, eso fue antes, cuando todo aquello existía pero me temo que esas ruinas no nos reconozcan o quizás si, de cualquier forma, imagino que Ginny esta en otro lado y bueno, ¿empezamos por ahí o quieren buscar por otro lado? de veras que creo que hay algo que se nos escapa, pero no puedo ver el que, pensemos, la señora Potter sigue siendo una excelente bruja y es diestra con la varita, más que cualquiera de nosotros juntos, así que la pregunta principal es ¿como lograron atraparla? si podemos saber como piensa su captor la encontraremos rápido ¿que les parece? - Les dije aun dudando de que la idea sea del todo idónea, aunque era la única que en esos momentos se me ocurría, porque mi mente estaba en blanco y tenía un miedo atroz de que lleguemos tarde -

 

La vampiresa había pasado del entusiasmo a la desazón en dos minutos y de nuevo al entusiasmo, sus sentimientos era un cumulo de emociones encontradas, pero había algo que seguía intacto, sus ganas de irse a buscar pistas, a luchar y encontrar a Ginny, no podíamos dejarla sola y dicho sea de paso, pensaba que la señora Potter debería de ser difícil de cazar, así que su captor sabia lo que hacía y porque, por ende debemos de tener cuidado, porque si pudo con una bruja con gran talento, ¿que nos quedaría a nosotros que eramos los magos y brujas más calificados del momento? así que el plan debía de ser infalible y muy bueno, de lo contrario nos veríamos vencidos sin más y eso era algo que no podía pasarnos bajo ninguna circunstancia.

 

- Pensemos un momento, si esos magos son tan buenos no podemos ir así como así, necesitamos más que nada tener un plan de acción, como ya dije antes, necesitamos realmente pensar esta vez que hacer y eso va más para mí que para el resto, todos saben lo impulsiva que soy ¿o no? así que necesitamos enserio pensar esta vez algunas ideas, por ejemplo, ¿la magia residual nos reconocerá? ¿podremos llegar a ella fácil o no? sin contar que nos estarán esperando, quiero decir se sabe que a Ginny la buscarán todos, así que quien quiera que hizo esto nos espera, por ende tenemos que pensar en algún factor sorpresa o algo así, por lo demás, ¿vamos yendo? quiero decir, no podemos estar mucho tiempo aquí, solo díganme que haremos y lo haré - Les pedí con mi varita mágica en alto, esperando que todos vayaramos a donde sea, porque quería estar en movimiento más que nada en aquellos momentos, era primordial llegar a tiempo y intentar rescatarla -

 

-"¿intentar rescatarla? Luna no podemos solo intentar, tenemos que lograrlo, no digas intentar porque suena feo, unidos somos invencibles además podremos lograrlo, cosas más complicadas ya pasaron antes y lograban hacerlo, así que esto será pan comido, difícil si, pero imposible no" - Me dije para mis adentros reprendiendo aquel intentar que pensé antes, sin contar que la auror daría todo de sí para que nada malo sucediera, al fin y al cabo, tenia a la mitad de la Orden allí, así que podrían lograrlo si trabajan en conjunto como el gran quipo de apoyo que eran todos -

[Nate Weasley]

Con el correr de los minutos, la habitación de la Mansión Potter se llena de más compañeros de bando que han acudido a su llamado. Madeleine y Ellie han entrado últimas, y Nathan hace un conteo rápido de todos los presentes, asintiendo satisfactoriamente. Los números no están nada mal: tienen los necesarios para hacer frente a unos cuantos aliados del Inquisidor de encontrárselos y, por sobre todo, varios cerebros para afrontar los desafíos logísticos que algunos de los presentes no pierden tiempo en señalar. Él, por su parte, mira el reloj que cuelga de la pared cada rato: no deben perder más tiempo, deben partir rumbo a Abbadon lo antes posible.

 

– Ellie tiene razón, debemos ser cuidadosos, pero estoy de acuerdo con Scarlet en que debe haber alguna manera de que aquellos encantamientos nos reconozcan como miembros de la Orden. – atina Nathan, aferrándose fuertemente a los bordes de la silla detrás de la cual está parado: tiene dificultad para quedarse quieto – Sin embargo, y hasta donde yo sé, hace mucho tiempo que ninguno de nosotros pone un pie allí; y Mel tiene un punto también, quien sabe cuan inestable está la magia.

 

De cualquier manera, no tenemos alternativa... es un problema que tendremos que afrontar una vez estemos frente a él. >> Agrega, rápidamente, nervioso ante la sugerencia de su compañera: ¿realidad alternativa? ¿acaso era aquello posible? Nathan conocía acerca de la disparidad de la magia que ellos utilizaban y la magia de los Uzza y los Arcanos pero.. ¿de verdad había alguna chance de que éstas se mezclasen?

 

Niega con la cabeza, más para sí que para alguien más, aunque su gesto calza justo con las palabras de Luna.

 

– Me temo, Lunita, que por hoy no haremos planes. No hay tiempo, y de cualquier forma nunca salen bien. – el tiempo es esencial: cada segundo que gastan allí haciendo planes que probablemente se vayan por la borda en cuestión de segundos, es un segundo que le regalan al Inquisidor y sus aliados. – Y Potter me ha dicho donde está Abbadon, así que no tenemos que preocuparnos por eso.

 

No tiene ni idea de cómo sabe Potter dónde está ubicada la prisión: quizá Ginny se lo había contado antes de partir en la misión, pero la verdad es que la historia de las Ruinas de Abbadon era errática y casi imposible de trazar desde que la Orden del Fénix había dejado de utilizarla como centro de reunión. Sin embargo, y acorde a los conocimientos de Potter, la encontraría en Dundee, Escocia. Aquello era ciertamente un avance, pero lo impredecible de todo aún caía por su propio peso.

 

– ¿Vamos, entonces? – insta a sus compañeras, dirigiéndose hacia la puerta.

 

Sin verdaderamente esperar una respuesta, Nathan sale de allí por la puerta principal hasta llegar al jardín delantero. Allí, sus privilegios como miembro de la Orden le permiten desaparecer. Menciona en voz alta la localización a sus compañeras y, esperando que lo sigan, desaparece rumbo a las ruinas.

 

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Editado 16 de Septiembre del 2020 por Nathan A. Weasley

[Darla G Dumbledore]

Scarlet Akane

Era más que notorio que la joven Luna admiraba a Ginny, la pelirroja sonrió bajando la cabeza, ella conocía poco de sus últimos días, creía que la bruja había desperdiciado su potencial al casarse y que hubiera podido llegar más lejos sin estar atada a su marido. Por otra parte, el Potter, bueno, prefería no opinar sobre él, ya que esas cosas no le importaba esconderlas con oclumancia y cualquier legelemántico fan del mago estaría ofendidísimo de sospechar siquiera su falta de admiración hacia el héroe de la segunda guerra mágica. Es verdad que gracias a su intervención final habían ganado, pero ¿cuántas vidas habían quedado en el camino gracias a él también?

 

Observa a la otra bruja que parece responder a lo que ella cree de Abaddon y vuelve a sonreir, asintiendo. Después de todo, las más antiguas pueden saber cosas, ella, pues ella es todo a la vez, antiguo pero nueva, no tiene idea de muchas cosas en el nuevo orden mágico y en la Orden que Darla ha elegido estar. Y en realidad solo cumple una promesa, pero no está muy segura que le interese saber algo más. Lanzó un suspiro y vació el vaso de whiskey mientras Luna hacía muchas preguntas y planteaba la necesidad de un plan de acción. Definitivamente estaba de acuerdo con ella. Llegar allí quizás no fuera tan fácil y por lo que decían quizás tampoco fuera tan fácil salir. Sin embargo.

 

Río por lo bajo ante las palabras de que los planes nunca salen bien, si los recuerdos de Darla de cómo había logrado ir despertando sus poderes de oscuro eran fidedignos ya lo creía que el mago tenía razón. Cruzó sus piernas y miró el fondo del vaso vacío, como si la respuesta de lo que pensaba estuviera allí.

 

—Si Ginny Weasley pudo hallar y entrar a Abaddon y los miembros del partido del Inquisidor, o él mismo lograron seguirla y atraparla, estoy segura que nosotros podemos lograr dar con ella también —dijo tras las palabras de Nathan, se levantó, fingiendo que el alcohol había hecho mella en su equilibrio y se acercó a la mesa para servirse otro trago —vamos —se sirve una nueva copa que se apura a vaciar al ver salir al mago y va tras él, una vez fuera él menciona el lugar y se desaparece.

 

Scarlet sacude la cabeza, supone que más le vale irse rápido, mira a las otras y se encoge de hombros —buen viaje.

 

Dundee es muy grande, pero se concentra en lo que ella considera debería ser el lugar, antiguo y lleno de magia. Segundos después un crack y un leve destello marcaban su aparición, observó el lugar, a varios metros de ella se veía una fortificación de estilo medieval. Podía distinguir el perfil de la torre que había en él, pero por alguna razón supo que no estaba en dónde debía estar. Miró para todos lados, buscando una referencia, como si esperase que en aquel lugar hubiera un cartel indicador de en dónde podía estar. En medio de la noche el sonido de la lluvia se mezclaba con el de un río corriendo en la cercanía.