La Marca Tenebrosa ~ Mansión Riddle ~

[Idylla Macnair T.]

~Mansión Macnair~

 

Era tarde, muy tarde. Mi madre iba a matarme y sin duda habría tortura antes de llevarlo acabo. Sacudi mi cabeza alejando las ideas malas de ella, y sonreí mientras Sebastián entraba por la puerta de su habitación.

 

Estaba guapísimo con su atuendo de gala, a pesar de tener cinco años estaba guapísimo con todo lo que se pusiera, sin duda Era a igual a su padre, pero también tenía un parecido a su abuela Cissy que ella siempre le daba mucha gracia. Su madre aún no había conocido a su hijo y hoy era la presentación de el y de todas las preguntas que vendrían con aquello.

 

—¿Espero ya estés listo Seb? Porque hoy te presentaré a la abuela, aparte es el día de su boda y no querremos causar una mal impresión— comente al pequeño mientras arreglaba su moño, el la miraba de una manera extraña.

 

—Pero mamá, yo ya tengo una abuela—

 

—Si bueno, siempre has tenido dos y la que vas a conocer es la mejor del mundo. Ella me crió y viví con ella casi toda mi vida—

 

—¿Y mi abuela Cande?— inquirió el pequeño, sin duda ya le había revuelto su cabeza demasiado con tanta familia y esperaba nunca tener que llevarlo con la familia de su padre. Le daría un susto tener más abuelos a los que conocer.

 

—Si, las dos son tus abuelas y a las dos tienes que querer mucho. Pero basta de charlas mi cielo, nos tenemos que ir— se volteó hacia el otro lado donde su elfina se encontraba —Artemis lleva a Sebastián a la mansión Riddle, yo en un momento los alcanzó—

 

—Si, su señora— tomó al niño y desaparecieron juntos. Mientras tanto admiraba mi vestido en el espejo, el maquillaje estaba en perfecto estado y el vestido igual, sin duda no quería que pareciera demasiado ostentoso por lo que se decidió por un vestido largo de color turquesa para resaltar su cabello y ojos, tenía un escote pronunciado en la espalda llegando casi a los glúteos y por enfrente de tirantes que hacían una media Luna.

 

Cuando estaba a punto de desaparecer, llegó repentinamente la elfina de su madre —Jill, estoy a punto de ir con mi madre. Nos vemos alla— y con esas últimas palabras desapareció, sólo para aparecer unos segundos después en la mansión Riddle, ahora sólo esperaba que su madre no estuviera enojada.

 

—¿Mamá?— preguntó mientras llegaba a un lado del pequeño y tomaba su mano —Ya llegamos, disculpa la tardanza—

 

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[Hades Ragnarok]

Reunión previa al acontecimiento, Mansión Riddle

 

El vampiro observaba todo, tanto el paisaje como los jardines desde una de aquellas habitaciones de la Mansión Riddle. Por su mente llegaban imágenes de la discusión que había tenido con la Macnair. El hubiera preferido una boda tranquila, con sus seres más cercanos y queridos, de ser posible quizás, solo Cissy, la pequeña Kore, quien iba a oficiar la boda y él, aunque iban a necesitar un par de testigos, para ello, simplemente hubieran podido escoger a su tío Hasam y a su prometida Ariane. Suspiró. La Macnair se había salido con la suya, aquello seria el evento del año, algo apoteósico. El hijo de la noche, solo quería hacer feliz a la futura señora De Ragnarok, por ello había cedido ante todo aquello, no sin antes haber tenido una discusión. En vez de la paz y tranquilidad que él deseaba, se haría algo mucho más ruidoso.

 

La habitación no estaba iluminada, mas bien, parecía deshabitada desde hacía mucho tiempo, sin embargo, tenía todo lo necesario, una pequeña chimenea, una cómoda cama, un ropero, una mesilla de noche a ambos lados de la cama, una mesa un poco más grande pegada a la pared y un cómodo sofá. No había cuadros. Era extraño pero eso le gustaba al vampiro, tener un lugar privado donde poder pensar, relajarse y calmarse.

 

-Odín –llamo el vampiro y con un clic apareció su elfo personal el cual hizo una ligera reverencia ante su amo- ¿Qué tal esta todo en casa? –pregunto el hijo de la noche.

 

Escuchó al elfo y asintió. Le pidió una bebida después de aquello y le ordeno que volviera a la mansión. El Ragnarok se sentó en aquel sillón y miro al techo mientras en su mano reposaba aquella bebida que le había quemado por unos segundos su garganta. Bufo. Aquello había sido culpa suya. El Ragnarok tenia pro costumbre que el primer trago o la primera bebida solía tomársela fondo blanco, luego, podría beber con calma.

 

-ahora acepta las consecuencias de tus actos Ragnarok – se dijo asi mismo.

Editado 3 de Octubre del 2020 por Hades Ragnarok

[Dana Gryffindor]

Aquella noche había sido difícil para la Gryffindor. Se había quedado con su compañero de trabajo y amigo bebiendo hasta que los sutiles rayos de sol penetraron por los ventanales de la taberna anunciando que debían regresar a sus deberes. Una larga charla de amores imposibles acompañó aquellos tragos que cargaban en el pesar de la periodista.

 

"-Ese mago...- dijo con tranquilidad el italiano -ese mago no merece tus lágrimas, roja."

 

Aquellas palabras retumbaban en las paredes de sus pensamientos conforme cruzaba la gran avenida del callejón para desaparecer en ardientes llamas que permanecieron crepitando en la acera.

 

Para rematar la situación, la bruja encaminaba hacia la asistencia de una boda "Qué suerte la mía" pensó la ojiazul al tiempo que aparecía frente a las puertas de la gran mansión de su familia de bando, aunque el hecho de que su querida profesora y su compañero de bando y sobrino de su querido amigo Hasam se casaran era un brote de esperanza y alegría en el espíritu de la desahuciada bruja.

 

Al ingresar al vestíbulo principal se percató de su apariencia, baqueros sueltos, camiseta ajustada, capa con manchas de ginebra. Se llevó la mano a la frente y subió sigilosa por las escaleras para encontrar su habitación y colocarse una ropa adecuada.

 

-¿Va a saludar al amo @@Hades Ragnarok? - preguntó un elfo que se topó en el camino, justo salía de una habitación.

 

La bruja levantó una ceja, le había deborado a sus camareros en el Tartarus y aún se lo debía, sin embargo a su nariz llegó un perfume de sangre mezclada con alcohol y no pudo resistirse.

 

-¿Pensativo, Ragnarok? Estas apunto de desposar a una mujer hermosa por dentro y por fuera, aunque algo temeraria debo admitir- dijo sentándose a su lado y cruzándose de piernas -Ni preguntes por mi aspecto o te golpearé.

 

Podía sentir olor a diferentes bebidas brotar de su propia vestimenta, la Gryffindor ansiaba una maldita ducha, pero allí estaba acompañando a su amigo.

[Cissy Macnair]

Escuché la aparición de Ariadna pero no me giré para recibirla, sino que esperé que ella llegase a mi lado antes de girarme un poco y sonreírle.

 

-Se te hizo tarde- comenté, aunque no era con enojo sino más bien con algo de preocupación.

 

Últimamente con todos los ataques a magos y brujas me preocupaba un poco que alguno de mis seres queridos sufrieran alguna catástrofe, así que me ponía nerviosa que se hubiera retrasado. Por otro lado, la mansión Macnair seguía siendo un asilo seguro para todo el que pidiera ayuda, por lo que contaba con que, en realidad, mientras mi familia permaneciera allí, nada malo ocurrieran.

 

-Hola pequeño- mis ojos volaron hacia la criatura que tomaba la mano de Ari y se iluminaron con orgullo-. Otro pequeño con sangre Macnair- la emoción brotó de mis palabras mientras me colocaba en cuclillas para poder mirarlo a los ojos, pero aún mantenía la distancia para no asustarlo. Kore balbuceaba en mis brazos y los estiraba al ver al niño-. ¿Cómo te llamas? Yo soy tu abuela Cissy- lo saludé, con solemnidad y palabras claras.

 

Levanté un momento la vista hacia Ariadna y luego volví a ponerme de pie.

 

-Ella es Kore, tu hermanita- le tendí la bebé a Ari, esperando que la tomara-. Hija de Hades y mía... Te sorprendería saber que heredó mi belleza y no la tosquedad de su padre- bromee.

 

Hades era bien conocido por ser un mortífago del que había que tener miedo y cuidado, pero nadie sabía lo adorable y buen padre que podía ser con su pequeña hija. Incluso dudaba de que alguien supiera lo excelente novio y esposo que podía ser, a pesar de su seriedad y un poco de mal genio.

 

-Faltan unas horas para la boda y este parque aún es un desastre... ¿Sabes dónde está Shelle (@) o Sagitas (@@Sagitas Potter Blue). Tenía entendido que iban a venir a poner todo en orden, pero aún no he tenido noticias de ellas...- y de nuevo estaba mi preocupación por temer que algo malo les hubiera pasado, sobre todo ahora que Sagitas había sido recientemente nombrada Primer Ministra-. ¿Y el padrino? ¿Dónde se metió Aaron? (@)-.

 

 

OFF: el casorio es antes de que secuestren a Sagitas XD

[Idylla Macnair T.]

No se giró al verme, así que me adelante para quedar cara a cara con ella y le sonreí, sabía que en estos tiempos era comprensible que se preocupara por haberme retrasado.

 

—Si, es solo que me retrase un poco— su atención se dirigió hacia su hijo, y como Sebastián era igual a mi. Impulsivo y nada temeroso, sonrió hacia Cissy cuando ella le dijo que eraro su, abuela.

 

—Me llamo Sebastián, así que tu eres mi otra abuela. Mi mamá ya me había hablado de ti— contesto Sebastián y le sonrió, alzando los brazos e intentando tocar a la bebé que en aquel momento me la daba mi madre.

 

—Hola pequeña kore, yo soy tu hermana Ariadna y este pequeño es tu sobrino—

 

—¿Qué es sobrino mamá?—

 

—Pues esta pequeña es tu tía mi vida—

 

—Pero es muy pequeña, lo que dices no es verdad—

 

—Mo entenderás cuando seas mayor sebastian— comente y mire el jardín y la casa que aún estaban un poco desordenados —Pues si aún no llega Shelle, puedo empezar a ayudarte con la decoración. Aunque debo decirte que esa vampira no es santo de mi devoción madre. Tenemos cuentas pendientes que arreglar ella y yo— le regrese la bebé a mi madre, dándole un pequeño beso y me fui a donde debía empezar a decorar para la fiesta. Tomé la varita e hice a parecer varias flores y decoraciones de boda.

 

—¿Madre a cuanta gente invitaste a tu vida? Yo no eh visto a Aaron aun— había conocido al antiguo ministro en una fiesta hacia sólo una semanas, por lo que si lo veía podía ubicarlo fácilmente.

 

—Dime que tipo de flores quieres para la decoracion—

 

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[Cissy Macnair]

La acotación del pequeño Sebástian me pareció cómica, pero apenas hice un esbozo de sonrisa. Con los niños perspicaces como ese había que ser cuidadoso, u ofendería su pequeño ego. Asentí cuando Ari comenzó a mover la varita y tomé a Kore, siguiéndola para también sacar la mía.

 

-No sé qué problemas habrá entre Shelle y tú, pero lamento informarte que ambas son mis madrinas... así que tendrán que comportarse, al menos mientras dure la fiesta- elevé una ceja y apreté los labios, seria, pero la expresión tampoco duró mucho-. ¿Mmmm flores...?- pregunté, no lo había pensado en realidad-. No tengo una preferencia de flores... Mi vestido es blanco y llevo un ramillete con lilas, jazmines, algunos pensamientos... Me gusta el color azul... No sé qué color querrá Hades para las flores- puse la boca de lado. Lo bueno de la magia era que uno siempre podía emplearla para cambiar las flores de color.

 

Comencé a cortar la maleza con movimientos limpios de mi varita, cuyo hechizo parecido a una hoz hacía ondear el césped antes de dejarlo en un costado. Debajo de la maleza, se podía apreciar el verdor intacto, aunque pronto se resecaría por el otoño y finalmente crecería como maleza de nuevo.

 

-Quiero por una carpa por allá- señalé cerca del cerco de piedra medio derrumbado, un espacio amplio donde poder colocar la carpa con las mesas, donde comerían los invitados-. La ceremonia será aquí afuera, pero luego temo que la temperatura baje demasiado, así que es mejor la carpa- comenté-. Además, es más fácil de montar y desmontar que si armamos todas las mesas afuera, ¿no?- era más una pregunta retórica que otra cosa.

 

Continué mi labor y miré el reloj pulsera que había optado por vestir. Era una delicada pieza de plata con incrustaciones de piedras semi preciosas, delicado y adecuado para la fiesta. Seguro que el resto de los memos ya se habían armado y enviado.

 

@@Arya Macnair

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@@Sagitas Potter Blue

@@Ada Camille Dumbledore

@@Lady Luxure Grindelwald

@Xell Vladimir

@@Danny Lestrange

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@@Candela Triviani

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@Kamra Ashriver R. Delacour

 

PD: holi a todos, vamos a dar comienzo a la boda XD estamos con Ariadna despejando el parque de la Riddle y montando la carpa para mi casamiento con Hades. Pueden ir llegando, ayudar a armar o sentarse en una mesa dentro de la carpa a beber algo antes de la ceremonia. Inviten a los mortios que me faltan que no puedo etiquetar a tantos...

[Ada Camille Dumbledore]

Torre sur, Chateau Dumbledore

 

La rubia estaba frente al espejo arreglando como recoger su cabello para la boda de su primo con la mujer que amaba, ambos eran entrañables y me encantaba saber que podría acompañarle en este día tan importante de ambos. Mi primo desde que nos habíamos conocido había sido muy querido y le sentía como mi única familia además de mi padre, por lo menos por el lado paterno. Debía centrarme o llegaría tarde y tenía que ayudar a @ a revisar detalles finales en las carpas en donde estarían las mesas y demás objetos de la celebración, lo que me tenía emocionada.

 

Escogi finalmente el vestido negro ceñido al cuerpo de tiritas en los hombros y sandalias negras. Baje rápidamente de mi habitación y salí directo hacia la puerta donde me esperaba un coche que me llevaría directo a la Mansion Riddle en donde se llevarían cabina boda.

 

Mansión Riddle

 

El coche sobrevoló la mansion Mansion Riddle y me dejó justo en la verja de entrada al jardín, lo dejé en la puerta estacionado e ingresé con paso calmó hacia la majestuosa edificación frente a mí, al llegar a la puerta principal ingrese en busca de mi querida vampira pero no sabia en donde se encontraba. Ya que estaba aquí saludarianal novionque debía estar en las habitaciones superiores, subí despacio tratando de encontrarlos y escucho a los lejos en una habitación la voz de Shelle, golpeé antes de entrar

 

-ma chère est-ce là?

 

Abrí despacio la puerta por si acaso y la vi charlando con mi primo @@Hades Ragnarok, sonreí a ambos, me acerqué después de cerrar la puerta tras de mi. Salude besando las mejillas al novio, aunque el Ragnarok se le notaba nervioso.

 

-Espero que el día que me case mi pareja no esté tan asustado como tú... anímate primo que ella no se escapara

 

Le animé de ver que no solo los humanos sentíamos nervios al comprometernos, fui hacia a la Dumbledore y la besé en los labios probando la bebida. Le hacia falta arreglarse, se notaba que había estado ocupada.

 

-Cariño debes ponerte más bella, se nota que estabas ocupada, puedo ayudarte a vestir- dije mordiéndome el labio-vamos querida que es hora

 

Dije mientras la levantaba de la mano le quitaba el trago y la empujaba al baño de esa habitación. Camine con la copa en la mano y me asomé a los jardines y note que no estaban las carpas ni nada para la ceremonia. Sin pensar me tomé de un sorbo el licor.

 

-¿Y quien debía poner las carpas?... aún no hay nada listo

 

Voltee a ver al vampiro el no debía preocuparse por algo así.

 

-Tu Tranquilo..

 

Aplaudiendo dos veces y mi delfina apareció con una botella de Château Pétrus y una copa de cristal, sirvió el trago y le indique que era para el caballero.

 

-Tu relájate cariño que este será un día grandioso para ustedes

 

Le besé en la frente y golpee en la puerta de baño donde esperaba que la vampira se vistiera.

 

-Eres muy hermosa solo aseate y baja conmigo tenemos que hacer Cherí

 

Tenia en mente algunas ideas para la carpa.

Editado 9 de Octubre del 2020 por Ada Camille Dumbledore

[Hades Ragnarok]

El Ragnarok observó a la mujer que acababa de entrar. La estudio y dibujo una mueca de sonrisa. Sabia quien era aquella chica, era la cuñada de su tío, aquella que había mordido y matado a la mayoría de sus empleados en el Tartarus. Bebió un trago de su bebida mientras esta se sentaba a su lado.

 

-Vienes a pagarme todos los empleados que te has chupado? –pregunto el vampiro divertido sabiendo perfectamente la respuesta- o el regalo de bodas es no beberte la sangre de los que contrato? O no me digas que saldré en tu periódico? –bromeo.

 

Aquella vampiresa pelirroja no hacía mucho que había entrado al bando, su tío le había comentado que él le había hecho la marca en el cuello por la insistencia de la Dumbledore, así que no había tenido más remedio que hacerlo. La verdad es que la chica era divertida, y le agradaba andarse metiendo en problemas, como aquel en el que había tenido que irla a sacar cuando habían secuestrado a la señora ministra, lo cosa era que a Shelle le encantaba pasarse de copas a veces.

 

-Por los dioses, que fachas son esas, que aspecto tienes –dijo después de aquello simplemente para molestarla por el mismo comentario que ella había hecho sobre su ropa- y déjame decirte que, como diría mi tío, tienes un problema de bebida –comento con tono divertido.

 

Escucho lo que la vampiresa había dicho de Cissy y asintió. La verdad es que tanto ella como el vampiro hacia muchos años habían intentado tener una relación, solo que por cosas del destino en aquel momento no sucedió nada, ambos se alejaron y todo quedo allí. El Ragnarok se había ido con otra persona, con alguien a quien amaba a Grecia, la Macnair se había quedado en Londres donde por culpa de Arya había muerto y había perdido su parte vampírica, una que al parecer la Macnair no quería recuperar. Luego, por casualidad, tanto el vampiro como ella se habían encontrado en aquella gala en las navidades, y desde allí, habían comenzado una nueva historia.

 

-Si, tengo suerte de tener a Cissy cerca de mi –comento el Ragnarok- han pasado demasiadas cosas desde que nos conocimos hasta ahora, no han sido vidas fáciles ninguna

 

El sonido de la puerta llamo la atención del vampiro quien poso sus orbes oscuros como el abismo en aquella figura que acababa de entrar. Sonrió. Su prima Ada Camille, otra pequeña traviesa que le encantaba meterse e problemas al igual que a Shelle se acercaba y besaba sus mejillas.

 

-No estoy nervioso –dijo en tono ofendido y juguetón- bueno si, estoy algo nervioso, después de tantos años y demás, es mi primera boda –dibujo una mueca- no lo creerán pero es la primera vez que formalmente me caso

 

Aquello era cierto, con su anterior pareja, aquella que había sido su alma gemela el vampiro no se había podido casar, se habían comprometido y hasta habían tenido una hija. Recordó el Ragnarok que le había dicho a la rubia que se casaría con ella de todas las formas posibles y existentes de ser necesario, luego las cosas habían salido mal, el vampiro se había quedado petrificado cuando mas su amada lo necesitaba, no había podido salvarla rompiendo así su promesa, con aquello, había sentenciado su suerte, le odiaban y querían su cabeza, había pasado de ser el vampiro más peligroso, poderoso y admirado a ser la peor piltrafa, era odiado y repudiado, lo había perdido todo.

 

-Si algún día te casas prima –dijo el vampiro para intentar salir de aquellos pensamientos- dudo que mi tío deje que algún chico se acerque a ti –bromeo- solo me deja a mi porque sabe que te respetare y amo lo suficiente a la Macnair como para hacer una tontería –rio divertido, aunque Ada y él se habían encontrado varias veces y este le había estado enseñando a volar en la moto mágica sin que el Malfoy lo supiera.

 

El Ragnarok sonrió ante la siguiente escena. Si, suponía que debía ser Ada quien se encargara de Shelle para que se arreglara. Cuando escucho lo de la carpa el cainita se levanto para ir a arreglar aquello, sin embargo, su adorable prima lo hizo sentarse de vuelta.

 

-estás segura que ustedes pueden con eso? –pregunto el Ragnarok- puedo echar una mano rápida desde aquí –comento el cainita observando desde el ventanal.

 

@ @ @@Ada Camille Dumbledore

[Cissy Macnair]

Faltaban unas cinco horas para que bajara el sol y la penumbra comenzara a teñir los jardines. Había colocado lámparas con fuego eterno para que brillara toda la noche y, aunque en principio había pensado que el clima empeoraría, por ahora parecía que sólo habría una fría brisa otoñal.

 

Dejé a Kore con Jill y Swey, mis elfos, para ir a acomodarme para la ocasión. Había elegido un vestido sencillo de color blanco para casarme. Tenía las mangas largas, con botones cubiertos en terciopelo que bajaban desde los codos hasta las muñecas; esos mismos botones adornaban mi espalda, cerrando el vestido hasta la base del trasero. La tela era suave y poseía caída natural, se ajustaba perfectamente al cuerpo pero no quedaba exageradamente sugerente. Tenía detalles en encaje y broderie, con la espalda de gasa transparente que no ocultaba prácticamente nada. Los zapatos que había escogido eran azules, de taco cónico y llevaban unas hebillas brillantes con incrustaciones.

 

Pero no quería vestirme ya, porque aún había mucho que hacer y casi nadie había llegado, incluída la persona que iba a casarme: Sagitas. ¿Dónde estaría la señorita de pelo violeta? No tenía idea y me estaba comenzando a poner nerviosa.

 

Alguien tocó a la puerta de la habitación que había ocupado. Estábamos bajo tierra, en nuestra guarida Riddle. Me resultaba raro que alguien se tomara la decencia de tocar, pues todos solían simplemente entrar sin contemplaciones.

 

-Adelante- dije, mientras me volvía al espejo del tocador.

 

Aún estaba en bata, el vestido colgado en el único armario de la diminuta estancia. Había hecho que Jill llevase mi tocador de la Macnair hasta allí porque tenía todo lo que necesitaba para prepararme y, además, me era familiar.

 

Aidan entró.

 

-¿Todavía no te peinaste?- preguntó.

 

Vestía un traje muy señorial que me hizo acordar a cuando regenteaba Yorkshire. Lo miré por el reflejo del espejo y sonreí.

 

-Te ves hermoso- comenté.

 

Sólo hizo una mueca.

 

-No respondiste mi pregunta, pero como era retórica, no importa. ¿Por qué no te peinaste y vestiste aún? Recuerdo muy bien en tus otras bodas que no soportabas los retrasos- cerró la puerta tras él y se apoyó sobre ella, cruzándose de manos y pies.

 

Por poco me había olvidado que el vampiro había asistido a todas mis bodas anteriores.. o por lo menos a todas las que había organizado desde que lo conocía. Siempre había estado parado en el mismo lugar, contra la puerta, mientras las damas terminaban de prepararme. En esta ocasión, no había ninguna dama para que hiciera ese trabajo y no porque no hubiera podido conseguirlas, sino porque realmente quería hacerlo sola. Seguro que Ariadna iba a aparecer en mi puerta en cualquier momento atraída por el mismo motivo que Aidan.

 

-Creo que estoy esperando- dije, bajando la vista de sus penetrantes ojos para posarla en mis manos, sobre mi regazo, dos puños cerrados cargados de nervios.

 

Lo escuché caminar hasta ponerse detrás de mí y posó sus manos en mis hombros.

 

-¿A qué? Hades no va a correr, Cissy...- susurró.

 

Sabía a lo que se refería. A mi miedo al compromiso, a sentar cabeza, a poner mi fe y esperanzas de nuevo en alguien a quien amaba... Mi temor a perderlo, como me había pasado con Henry. Aidan sabía que yo estaba esperando que Hades se arrepintiera de aquello y me dijera que mejor esperábamos un poco más, que no era necesario casarnos... la teníamos a la pequeña Kore que ya nos unía. Todos mis casamientos anteriores habían sido por comodidad, por dinero y por posición, ninguno de esos hombres había significado gran cosa para mí y sus muertes simplemente habían sido una más entre las personas que me dejaban. Pero con Henry... y ahora con Hades, la situación era muy diferente y mi chiquillo sabía que eso me atormentaba.

 

 

 

Pd: sigo invitando gente a mi boda XD

 

@@Anthony Ryvak Dracony

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@@Kraven Von Alexandros

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@@Joa Macnair Crowley

@@Eterno Black Triviani

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@@Ashura Lestrange

@@Anne Gaunt M.

@@Hayame Snape Potter Black

@@Helike R V PB

[Albus Renaldi Macnair]

Era un día especial... La tarde nos regalaba un excepcional cielo anaranjado cómo pocas veces se puede apreciar, así que decidí pararme justo dónde me encontraba y observar aquella majestuosidad por algunos minutos. En mis manos llevaba 2 botellas transparentes; Una de ellas estaba llena de uno de los vinos que la familia Renaldi producía en la abadía, y en la otra botella había sangre de una virgen entregada por voluntad propia. Era un regalo extraño pero las costumbres de mi familia dictaban regalar eso.

 

Así que ahí estaba yo, en camino a la mansión Riddle, ataviado con un traje totalmente negro, un corbatín pequeño y mis habituales botas pero en color negro. Me resultaba algo extraño ya que solía vestir siempre de blanco... Claro que en una boda no podía permitirme opacar a la novia de esa manera, era una regla no escrita de las bodas, nunca ir de blanco. Lo único que destacaba era el largo listón que anudaba mis cabellos de plata. Iba con un peinado bien ajustado, todo el cabello para atrás, sin un cabello fuera de su lugar. Eran pocas las veces que me ponía presentable pero aquél día conocería a mi tutora y protectora, y además en su boda, así que tenía que estar más que presentable.

 

Era odioso tener que caminar a todos lados y no aparecerme cerca del sitio cómo todos los magos lo hacían, aunque supongo que ya aprendería. Caminé hasta que encontré la mansión Riddle y con un paso decidido y mi actitud arrogante llegué hasta las puertas de la misma. La verdad no sabía que esperar, no conocía a nadie, aunque esperaba que Ariadna estuviera por ahí ella era familia de la novia, estaría ocupada sin duda, por lo que me disponía a presentar mis respetos a Cissy y su esposo y beber en un rincón toda la noche... No había prisa para la eternidad.

 

Al llegar toqué 3 veces la puerta, balanceando una de las botellas en mi mano. Se abrió una de las hojas y cómo era costumbre en las mansiones y castillos en Ottery me recibió un pequeño elfo doméstico. -Buenas tardes, he venido a la boda de Cissy Macnair.- El elfo amablemente me guió hasta el espacio dónde se había erigido una carpa, al parecer estaban dando los últimos toques a la decoración pero ya había algunas mesas disponibles así que decidí sentarme en una de las mesas de las esquinas, la más alejada a la multitud que se pudiera, tomé asiento, puse las 2 botellas en la mesa y decidí que era momento de empezar a fumar.

 

Rebusqué en las bolsas interiores de mi saco y tomé una cigarrera y un encendedor, puse uno de los cigarrillos en mi boca y lo encendí parsimoniosamente, dando las primeras caladas al tabaco incandescente. Esperaba que de pronto apareciera alguien conocido, aunque no tenía idea del porqué, si conocía a 3 personas solamente, pero suponía que alguna de las 3 personas aparecería en algún momento.

 

-Debes comportarte, no bebas tanto y tampoco fumes tanto.- Era increíble, era cómo tener a mi madre pero dentro de mi cabeza y observando todo lo que hacía e incluso lo que pensaba. -Claro mamá, sólo un poco de todo.- ¿Que pensaría la gente si me viera hablando solo, sentado en aquella mesa, en aquél lugar sin gente? Otro vampiro que quedó desquiciado, seguramente. En fin... Sería una noche diferente.

 

 

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@@Hades Ragnarok

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