Gala de Premiación de la Superliga Europea I

[Melrose Moody]

Lowen E. Dwight

Lowen no puede creer lo que está escuchando. Sin duda, debe haber oído mal, porque no puede ser que le ofrezcan un puesto, simplemente así, en el equipo ganador de la liga. Sus manos se crispan al escuchar "bienvenida a los tornados, Lowen". Está segura de que es un sueño destinado a romperse, así que intenta mantener la compostura lo mejor que puede. No, tal vez... tiene que creer que es posible si quiere aprovechar la oportunidad. 

Se limita a asentir ante la afirmación de Aedis sobre Jeremy y se fija en los demás presentes. Sí, quiere aceptar y está a punto de hacerlo. De hecho, no puede creer que haya tardado tanto en aceptar, debería haber sido la cosa más fácil del mundo desde un inicio, porque es lo que siempre quiso. Es solo que esa incómoda y terca sensación en su estómago no se va.

-Por supuesto.

Apenas acaba de soltar aquellas palabras, cargadas de alivio, cuando los grilletes se materializan alrededor de sus muñecas. Un sudor frío empieza a caer por su espalda pero no quiere alzar la vista para confirmar las miradas de sus apenas nuevos conocidos.

En lugar de eso, sale a la carrera sabiendo lo que se viene a continuación: deja que la lleven de vuelta a Azkaban.

off: xDD

[Mica Gryffindor]

Por fin Sophie pareció comprender la gravedad de lo que sucedía, el asiático era un hombre honrado, o al menos eso era lo que conocían de él. Lamentaba un poco no haberse detenido a saber un poco más de su vida, pero tampoco era "un libro abierto" como decían los muggles. Se propuso saber más, como uno de sus próximos pendientes, pero en ese momento deberían moverse para saber qué ocurría. 

Sonrió al ver a su prima acomodar la varita entre su cabello, era una buena manera de mantenerla siempre a mano, aunque considerando su propia torpeza probablemente le costaría mucho más quitarla que a la Granger.

Luciana parecía preocupada, aunque no solo por su compañero sino también por no estar lista para defenderse. La Gryffindor le sonrió y negó tranquilamente. 

-No te preocupes, esperemos no necesitar usarlas. -guiñó un ojo y alzó su varita en un gesto tranquilo- pero llegado al caso, estaremos bien mientras no nos separemos... Yo diría que recorramos el Kampus ¿bar? ¿vestuarios? ¿dormitorios? En última instancia podríamos salir al campo de juego, pero no creo que esté en el exterior.- dijo, antes de ponerse en marcha, como Luciana propuso. 

Condujo a sus compañeras en primer lugar al bar que correspondía al Kampus, el cual estaba por completo vacío. 

@ Sophie Elizabeth Granger  @ Arcanus

[Darla G Dumbledore]

Todo lo que siguió fue más que sub-real, Jeremy había dicho algo de que Anne se molestaría con ella pero la llegada de Lowen y su bienvenida a los Tornados había sido más que oportuna para la humanidad del Triviani. Sí, quería a Anne pero estaba segura que ella podría perdonarle su atrevimiento, sin embargo decidió ceder a la paz para saludar a la que parecía sería su nueva golpeadora.

—Un gusto Lowen… —comenzó a decir cuando unos grilletes se materializaron alrededor de las muñecas de la joven jugadora —pero ¿qué demonios? —la joven empezó a correr y un rubio alto hizo su aparición en la puerta de la cocina —¿Marck?

—Madame Potter Black —le hizo una cuadratura que la bruja desestimó con un gesto violento de su mano —le estábamos siguiendo e investigando.

—Pero es nuestra nueva golpeadora —dijo casi sin sentido la pelirroja.

—Me temo que no, ya que hasta que estará en Azkaban hasta que verifiquemos antecedentes, órdenes de arriba —dijo el mago antes de desaparecer, haciendo que Darla frunciera el ceño, había reconocido el gesto que tenían acordado entre ellos dependiendo de cuál de los “de arriba” se refiriesen al hablar.

—Nos quedamos sin otro golpeador ¿y ahora qué haremos? —preguntó Darla guardando su varita en el bolsillo de su vestido celeste, mirando con gesto de desorientación a Aedis y de ella a Maida, a Jeremy no le quería mirar o sin dudas le golpearía en la cara por su idiotez.

Mientras pensaba en ello trataba de recordar, ¿cómo es que habían terminado en esa situación? Vizcacha se había comportado extraño el último tiempo, seguro que lo podía convencer pero el mago siempre había sido algo arisco en algunos aspectos. En cuanto a Elizabeth, desde la elección del vestido y la clara coquetería para con la golpeadora del equipo rival, más algunas insinuaciones que en los países de oriente le pagaban más… seguro había desertado para ir a jugar a algunos de los equipos japoneses que había mencionado mientras se probaba sus descaradas minifaldas.

 

@ Jeremy Triviani  @ Maida Black Yaxley  @ Candela Triviani  @ Luke Abbott  

[Invitado Arcanus]

Mica transmitía tranquilidad y liderazgo, no por nada era la sub capitana del equipo. Por eso Luciana, aún joven e inexperta, la tomaba como ejemplo dentro del ámbito del Quidditch y se apoyaba en ella fuera de él. Las tres jovenes, comandadas por Mica se dirigieron rápidamente hacia el bar. El lugar era realmente grande y elegante, pero extrañamente estaba completamente vacío. A tener en cuenta por la cantidad de personas que habían en la gala era casi imposible que eso sucediese.

- Es extraño que no haya nadie aquí. - Murmuró mientras terminaba de recorrer el lugar con sus ojos para cersiorarse de que Kenzo no estuviera escondido debajo de alguna mesa. Entonces recordó la lista de lugares que Mica había nombrado y uno le pareció muy bueno. 

- Mica, creo que los vestuarios es una buena idea. Tal vez se detuvo a hablar con alguien de otro equipo para conocer más las costumbres de cada uno. Deberíamos ir hacia allí primero. - Exclamó la pelirroja pensando que lo mejor que podría pasar sería encontrar a su compañero lo más rápidamente posible para terminar con este misterio.