A la Sombra del Bosque

[Darla G Dumbledore]

 

La misión de intentar recuperar las aguas del templo había fracasado. Las dos brujas y su líder se encontraban ahora reunidas en la sala de la Potter, esta vez sin muffins ni ponches que pudieran afectarles.

—Tenía más fe de que pudiéramos lograrlo. Quizás el origen esté perdido en el bosque del cuerno encantado —comentó Darla, recordando el lugar en el que alguna vez había competido para encontrar aquel objeto mágico.

—¿Y si es la falta de objetos mágicos o la propia fuerza de las reliquias la que impide que las aguas de la fuente broten? —casi de inmediato de decirlo descartó la idea.

Darla sabía que con cada lugar sagrado y cada reliquia restaurados a su lugar, el Templo Blanco debería haber regresado intacto, pero no era así. Quizás fuera más que despertar a cada líder en sus cuadros o estatuas. Pasó su diestra por sus revueltos cabellos, pensando en ello.

—Podríamos volverlo a intentar, si llegamos al centro del bosque quizás encontremos allí alguna respuesta.

Pero ¿Quién les garantizaba que en el corazón del bosque había una fuente? ¿Y si volvían a recurrir a aquel mago que negociaba con reliquias? El bosque estaba lleno de peligros aunque a primera vista luciera calmo. ¿Cuántos bosques habían atravesado ya desde que la aventura comenzara? Pues nada, este no era uno más, era el que rodeaba el ala occidental del Templo Blanco. Y se dispuso a explorarlo y descubrir los secretos que guardaba aquel lugar con el transcurso de los años.

Aún pensaba en ello cuando vio a Rory invocar un patronus, Darla no pudo evitar dar un suspiro de tristeza y nostalgia mientras veía alejarse al buey Heresford en busca del resto de los miembros de la Orden que estuvieran disponibles para participar en aquella nueva locura que se les había ocurrido. Y hablando de locura, quizás no les vendría nada mal hacer una sesión de terapia grupal, quizás alguien pudiera guiarlos para ello y lograran encausar hacia la esencia correcta.

@ Rory Despard  @ Hannity Ollivander Evans  @ Melrose Moody  @ Sophia Elvira Mackenzie  @todes

Editado 10 de Agosto del 2021 por Darla Potter Black

[Luna Gryffindor Delacour]

Cuando el buey entro por la ventana de mi habitación en la mansión Gryffindor me detuve un instante a observarlo, fue la voz de mi amigo, Rory, lo que me saco de mi estupor y me hizo sonreír como hacía meses que no lo hacía y me levante de la silla en donde había pasado toda la noche investigando, los libros de pociones podían esperar allí y la poción pimentonica que hacía también, era momento de volver a la aventura y ayudar a mis amigos en esta nueva empresa mágica que teníamos en nuestro haber. 

 

Un chispazo y un crack seguido de una luz violeta fue lo que se vio en el cielo y luego silencio, solo roto por el traqueteo de unos zapatos de tacón violeta claro, que se escuchaban fuertes y claros en el ancestral y hermoso lugar que la aguardaba en esa bella noche. 

 

El templo blanco se alzaba ante mis ojos azules claros, sólo sonreí ampliamente y me dirigí rauda y veloz hacia internarme en el bosque, en el ala occidental, buscando a Rory y a Darla, preguntándome si podría ser de ayuda en esta locura que se les había ocurrido de repente. 

 

- Hola Darlis y Rory, nada me pone más feliz que verlos, entonces recuperaremos la fuente todos juntos no? Espero poder ayudarlos en eso y porque no pasar un bonito tiempo en familia, qué les parece? - Les dije feliz con mi cantarina voz más alta de lo habitual preguntándome si podría serles de ayuda en algo o no - 

 

Nada me ponía más feliz que verlos a ambos, quizás ninguno de los dos lo supiera pero eran su familia y a quienes recurría cuando estaba perdida, así que estaba feliz de ser ella quienes lo ayudaba esta vez y porque no también estaba alegre de poder pasar un bonito día en familia, porque ambos más que compañeros de bando o mismo de trabajo, referido a Darli, eran su familia y la que elegiría una y mil veces más si le daban la ocasión de elegirlos, los quería y los apreciaba mucho, aunque no siempre se los dijera, ambos tenían un lugar privilegiado en el corazón de la vampiresa. 

 

@ Darla Potter Black @ Rory Despard  @ Hannity Ollivander Evans  @ Melrose Moody  @ Sophia Elvira Mackenzie

[Rory Despard]

Era un ejercicio inútil culparse del fracaso de la misión anterior, pero Rory no podía dejar ir la pesadez de esa sensación, la culpa, de no haber estado "a la altura" como cabeza de esa incursión. Y lo peor, sin ideas del porqué es que no había resultado las cosas como lo habían esperado.

A su lado, Darla no dejaba de lanzar hipótesis en voz alta y al pelirrojo le gustaba escucharla, porque ella parecía tener un conocimiento de la vida y del bando que él nunca tendría. Nada le había quedado más claro tras la incursión, que el hecho de que la Orden del Fénix no era solo una organización cualquiera con el único fin de enfrentar a los mortífagos, sino que tenía una mística propia, con ritos, lugares sagrados y por supuesto, una magia poderosa devenida de elementos primigenios, a la que los miembros tenían el privilegio de acceder y servirse de ella, pero eso no significaba para nada, que la dominasen.

Y él creía ver en eso, la prueba absoluta de la huella de Dios en el mundo y sus caminos inefables.

—Los bosques siempre han sido espacios de lo sagrado. La magia más pura, dadora de vida reside en ellos. Yo estaba pensando en que quizá la vez anterior, subestimamos esto. Nuestros poderes de clan no son un regalo, son un merecimiento. Entonces, la lección de nuestra falla es esta, recordar que incluso para esto que alguna vez fue parte de nosotros, necesitamos ponerle esfuerzo. Porque el don de la vida no es nada, si no la dotamos de sentido para que valga la pena.

Alzando la varita, un hermoso patronus de buey se formó con la base del recuerdo de su primera vez en la Mansión de los Potter. Para todos la indicación era la misma, que se encontraran en el ala occidental del bosque del cuerno de madera encantado. No importaba si nunca habían pisado el lugar, el patronus los llevaría hasta allí.

Un tiempo después, tanto él como las dos lugartenientes del bando, se encontraban en el punto acordado. Y mientras veía a Granger comprobar la seguridad de los alrededores, su ánimo mejoró al ver llegar a Lunita. La primera que había acudido a su llamado, y como era típico en ella, sus palabras amables y optimismo terminaban siendo contagiosas.

—Un día en familia suena bien, aunque no ha sido hasta que lo has dicho que he imaginado perspectiva semejante.— sonriéndole, se aclaró la garganta para continuar—  Bien, aparentemente está todo en calma, pero necesitamos decidir hacia dónde nos dirigiremos primero,  y establecer cuánto tiempo más esperaremos por la llegada de más miembros, media hora me parece un plazo razonable ¿qué piensan ustedes?

A él le parecía que eran un grupo muy reducido todavía, pero ciertamente, la guerra no daba tregua y era probablente debido a eso, que no todos podían llegar  a tiempo para esa misión.

[Hannity Ollivander Evans]

Hannah Rambaldi 

Tenía toda una vida para aprender a hacer lo que ella quisiera, desde aprender a tocar instrumentos musicales, crear una sinfonía o dirigir una orquesta,  aunque lo que más le gustaba a ella era leer, podía tardarse un solo día leyendo una novela o tal vez un par de ellos si eran grandes volúmenes, pero ahora, con la pequeña bruja Ollivander en el apartamento había otras cosas que aprender, como cocinar…
Aquello que los mortales hacían para deleitar a otras personas por medio del gusto, no encontraba aquello divertido, a menos de que explotará algo en la cocina, ¿cuánto tiempo había transcurrido desde la última vez que había probado ese tipo de alimentos o algo que no fuera sangre? Suspiró. No recordaba.

Ahora con la rubia en su apartamento del Pink Palace toda clase de aromas inundaba no sólo su piso, sino que también imaginaba, toda la edificación  y es que la chica tenía la idea de abrir un negocio en el callejón, donde ella enseñara a preparar alimentos de todo tipo.

-No sé por qué te empeñas en querer hacerme probar tus comidas,- ya había probado suficientes cosas ese día y no tenía la menor intención de probar más -te he dicho que todo huele muy bien Hannity, tendrás un gran éxito en cuanto el negocio este abierto.

-Sabes que eso no es suficiente para mi…- la rubia sacaba del horno una charola de galletas marroquí qué había aprendido a hacer -si tan solo pusieras un poco de tu parte.- La miró con ternura, esa clase de mirada que en otros, tal vez sus padres, hubiera funcionado, pero no con ella.

-Prometo que en cuanto podamos invitaremos a Despard a comer, quizá el pueda darte una mejor opinión, digo, él es humano.

Se metió a su habitación,  con el pretexto de revisar unos documentos,  no quería probar más, mucho menos cosas dulces, había sido demasiado martirio con lo salado como para probar dulces, algo que según ella nunca le gustó. 

Una luz brillante entraba por su ventana, al reconocer el patronus del líder de la orden supo que él  la llevaría a donde fuera que le llamaran, así que desde donde estaba gritó a la ojigris: -Debo irme, nos veremos después…

No supo si hubo una respuesta por parte de Ollivander, al tocar el patronus de buey llegó a un bosque qué no había visto antes, pero algo le decía que estaba en los terrenos,  propiedad del bando.

Caminó solo un poco más de donde fue llevada por el patronus y escuchó la voz de sus compañero,  Darla, Luna Gryffindor y de Rory Despard,  era un gusto compartir con ellos una nueva aventura.

-De haber sabido que se trataba de una reunión familiar hubiera traído las galletas qué Ollivander preparó. Es un gusto verles. - sonrió acercándose un poco más al grupo, escuchando lo que decía su líder -Yo no conozco aquí, pero iré por donde ustedes digan y haré lo que sea para ayudarles
 

[Darla G Dumbledore]

Si las inquietudes de Sophia por mantener la seguridad le habían parecido exageradas, las palabras del Despard refiriéndose al merecimiento y esfuerzo para recuperar sus poderes le parecieron más que exactas. ¿Por qué? Se dio cuenta que en el pasado ella había “ganado” cada poder de su rango en el clan solo por estar, había movido las piezas el destino y ella se había encontrado con dos personas que la habían sabido guiar: Saya y Heishiro. Sabía que estaba siendo injusta para con su primer amor de adolescencia, Coyo-t, pero había que reconocerlo, el mago había estado allí para guiarla en el bando y luego la había dejado crecer sola hasta finalmente abandonarla y traicionarla. Darla sacudió la cabeza, como queriendo borrar el pasado cuando un destello violeta sacudió el espacio y la voz cantarina de Luna se dejó oír.

—Un día en familia y media hora me parecen bien —respondió al líder del bando mientras que se acercaba a un sicomoro que crecía unos metros más adelante, aunque de veinte metros sus ramas aún se mantenían a pocos metros de altura dejando que algunas frutas rosáceas quedaran al alcance de su mano. Darla tomó un racimo distraídamente y comenzó a probar la fruta mientras esperaban.

—Hola Hann —saludó a la bruja que acababa de llegar y sus labios se fruncieron con una expresión de puchero que era difícil de descifrar —no más recetas de galletas o muffins caseros por ahora por favor —gimió un par de segundos antes de llevar un nuevo higo a sus labios.  

En ese momento un destello dorado parecío surgir del corazón del propio árbol y antes de que se diera cuenta Darla flotaba en el aire boca arriba con los brazos en cruz rodeada de tres mujeres, las tres con largos vestidos de color rojo. La más cercana al resto de los fenixianos presentes tenía una expresión que recordaba a una leona, sostenía un cetro uas en su zurda,  un collar menat y un tocado ureo sobre sus largos y lacios cabellos negros. La segunda mujer, un par de metros más atrás llevaba un símbolo de anj en la diestra, un tocado con el signo del trono y una cobra alzada en la frente. Finalmente, la tercera que permanecía justo detrás del cuerpo de la Potter Black lucía un tocado  similar a un jarro de agua  rodeada de una fina capa de luz que  la hacía parecer revestida de estrellas.

—Nadie se entromete en las tierras de Hathor, Isis y Nut  ¿quiénes os creeis, vosotros, extranjeros, para venir a invadir el bosque que hemos preservado para nuestro culto? Alejaos de aquí os lo advertimos —la voz de la primera mujer sonaba como un eco en todo el bosque mientras les apuntaba con su cetro y momentos después hubo una nueva explosión de luz dando lugar a la presencia de tres adolescentes cuyos arcos habían apuntado a las tres diosas y haciéndolas desaparecer con el impacto de sus flechas y cayendo Darla al suelo en el mismo instante.

—Os habemos salvado huíd de aquí antes de que recobren vida —dijo uno de los tres hombres, cuyas ropas eran del color de la sangre y lucían en sus brazos brazaletes con los tres símbolos de las diosas, uno cada uno.

[Melrose Moody]

Melrose tenía la impresión de que quizá no serviría de nada que acudiese al llamado. Había estado en medio de un atolladero cuando llegó el buey del líder: de manera específica, estaba siendo regañada por Richard por quemar la cocina. Así que cuando se puso en camino ("dudo que el santurrón ese te diga algo" había afirmado Richard antes de cerrarle la puerta en las narices) sabía con antelación que tenía que apurarse.

Así lo hizo. De hecho, se adentró con duda al bosque, porque no estaba segura de haberle atinado al emplazamiento a pesar del aviso claro. Eran los nervios por haber acudido tarde. Se había perdido de todo: el saludo, el preludio, incluso el momento de la manifestación de las diosas. Así que no comprendía: las caras estupefactas, los rostros preocupados. No quería averiguar nada todavía porque temía que le preguntasen por qué se había tardado, así que solo atinó a tomar un racimo de las frutas rosas, que todo ese análisis mental ya le estaba dando hambre.

Cuál no sería su sorpresa, cuando escuchó un grito cuando estaba a punto de meterse la fruta a los labios. 

[Sophie Elizabeth Granger]

Tras hablar con Darla y Rory habían decidido ir al bosque que rodeaba una de las alas del templo, en cuanto llegaron la bruja se alejo y comenzó a buscar posibles amenazas que no encontró o eso pensó. De pronto de la nada de uno de los arboles aparecieron tres figuras femeninas que se decían dueñas de las tierras y tras ellas tres hombres que las habían repelido dándoles tiempo para protegerse. 

- Fulgura Nox -  grito abriendo un portal tras el grupo - entren!!, tenemos que replegarnos un momento . El portal estaba dirigido a un lugar cercano de donde estaban, adentro del templo. Necesitaba preguntarle a Darla que tenían que ver dioses egipcios con el templo pero no podía hacerlo en un lugar donde estaban en desventaja, lo mejor seria recomponerse adentro de la protección que esperaba aun tuvieran dentro de aquel lugar sagrado de la orden.

Dejo que todos entraran y ella entro al final mientras miraba hacia atrás asegurandose que las mujeres no fueran tras ellos. En cuanto puso un pie dentro del lugar el portal se cerro y la Granger miro a la otra vampira

-  Esto es nuevo para mi, Darla, sabes si ellas están relacionadas de alguna manera con este lugar o con algún clan?

[Melrose Moody]

Melrose todavía está perdida en la situación actual. No está segura de quién provino el grito pero suelta la fruta muy a su pesar y sigue las instrucciones de Granger a paso firme. Por lo que va entendiendo, a medida que se desarrollan las conversaciones (mientras ella se aproxima al portal) parece tener algo que ver con tres figuras femeninas, que se habían aparecido a los que allí se encontraban poco antes de que Melrose llegara. Si "ellas" están relacionadas con algún clan ¿eso qué significa y por qué eso se traducía en que Melrose no pudiese comer del árbol?

Intenta pensar, en lo que sucediera anteriormente pero, si bien las señales del dios (es tan raro llamar así a la entidad de su clan pero tampoco conoce de una mejor definición) han sido claras para con ella, es difícil evitar sentirse abrumada. Siempre siente como si fuese la última en captar ese tipo de cosas, aún cuando se supone que recibió una llamada personal de la deidad ¿o era acaso que se había dado de esa forma porque Melrose era muy lenta y todas las señales sutiles que le fueran enviadas se le habían escapado?

 

[Luna Gryffindor Delacour]

No sabía quienes eran pero aún así alce la varita mágica preocupada preguntándome si podría salvarnos a todos o no, vi el portal que habían hecho y me apresuré a seguirla, aunque seguía pensando en que algo más malo pasaría pero eso eran solo pensamientos míos y no tenia porque coincidir con lo que sucediera en realidad en esos momentos. 

 

- Pues creo que sí están relacionadas con la misión en sí, tengo la certeza de que lograremos pasarlo, las mujeres no pueden detenernos ni nada y lo lograremos - Dije aún segura de que lo conseguiríamos de alguna manera - 

 

Se había la diosa de Avalon enojado por algo? Nos quitarían los poderes en vez de darnos los? Eran pensamientos que tenía de alguna manera aunque no sabía a ciencia cierta porque pensaba en eso ahora, era momento de actuar y no de quedarse pensando sólo que no tenía ni idea de que haría a continuación. 

 

- el portal quizás nos proteja por ahora, podemos irnos de aquí pero debemos de salvar los poderes que venimos a buscar, no nos demos por vencidos, se que juntos los lograremos - Dije pensando en positivo y deseando que todo se solucionará pronto - 

 

Me pregunté si era que el bosque mismo se protegía de nosotros los magos o si en realidad podríamos lograrlo y conseguirlo o al menos intentarlo todos juntos y eso fue lo que pensé mientras veía como las posibilidades se sucedían en mi cabeza una tras otras y eran descartadas por sonar demasiado descabelladas para salvarnos esta vez.

Editado 27 de Agosto del 2021 por Luna Gryffindor Delacour

[Rory Despard]

La presencia de Hannah le alegró. La vampira se caracterizaba por ser reservada, pero siempre parecía poder contar con ella en los momentos complicados que se le presentasen. La mención de Darla sobre los muffins (Rory ya estaba mentalizado en que aquel suceso penoso era una anécdota que nunca se olvidaría), lo hizo ver con más atención de la usual al enorme árbol de sicomoro al que la bruja se había acercado.

¿Eran solo sus ganas de que el tema no saliera a flote, o había realmente un aura poderosa alrededor de aquella planta? 

Cuando de repente tres entes aparecieron frente a ellos, todo lo que pudo hacer fue tragar saliva y quedar paralizado. El cuerpo de Darla semejaba a una marioneta inerte con los brazos extendidos, junto a las tres mujeres de elegantes trajes y fieros rostros. 

Hathor, Isis y Nut. Rory grabó los nombres en su cabeza, entre el brillo y la amenaza que las palabras de las tres habían dejado para toda la comitiva. Su bosque habían dicho, extranjeros les habían llamado, lo que evidenciaba que los lazos estaban rotos del todo con el bosque y con sus guardianes.

La aparición entonces de tres jóvenes lo descolocó ¿de dónde habían salido? ¿Por qué atacaban a aquellos entes? Ahora sentía que estos se ofenderían mucho más, pero ante la advertencia hecha, no quedaba más que ponerse en movimiento, al menos para trazar un plan que pudiese contrarrestar lo que acababa de suceder.
Melrose (de quien no había notado su llegada) fue llevada tan rápido que dejó la fruta que andaba comiéndose en el camino, y tras ella, todos terminamos ingresando al portal abierto al instante por Sophie. Rory volvía a sentirse inútil pues sus reflejos eran lentos comparados con los de ella, o los de Darla. Su mente, aunque lo intentase, seguía atorada en el mensaje de las tres mujeres.

Lunita fue la primera en hablar, a resguardo como estaban en la seguridad del templo, y sus palabras fueron como luz en la confusión que todo el suceso afuera le había provocado. ¡Era cierto! ¡Tenían una misión allí y era recobrar los poderes, convertirse en merecedores de los mismos! Estaba dándole demasiado peso a una aparición, de la que en realidad, tenían más dudas que certezas.

— Entiendo que, sea lo que sea que ellas sean, debemos enfrentarles. Ahora, aunque mantenernos en un grupo grande da mayores garantías, teniendo en cuenta la extensión del bosque, lo mejor será que nos dividamos, pero tratando de mantener en cada par un equilibrio en los poderes.

Examinó a cada una de las presentes: Tres miembros del clan de los oscuros, Lunita que como él eran siervos de Avalon, y finalmente Melrose que apenas había andado la senda de los paladines. 

— Hannah, Sophie y Darla deben ir cada una en un grupo. Y nosotros tres—miró hacia Mel y Luna— toca elegir a una compañera.

Ir junto a Darla se le hacía tentador, por la confianza que le tenía y porque sabía que estaba seguro a su lado. Pero no era lo correcto, teniendo en cuenta a las otras personas de la comitiva, con menos experiencia dentro del bando. Así que, tras una larga exhalación, finalmente se colocó al lado de Hannah.

—Yo iré con Hannah y exploraremos la zona posterior del Templo. Lo mejor será que partamos todos al mismo tiempo. Y si algo ocurre, daremos aviso con un patronus a los demás.

Quedaba ver a dónde es que se unirían las dos miembros restantes.

@ Sophie Elizabeth Granger  @ Melrose Moody  @ Hannity Ollivander Evans  @ Darla Potter Black  @ Luna Gryffindor Delacour