Mundial de Quidditch: La otra cara de la moneda

[Ada Camille Dumbledore]

 

El encontrarme en la oficina del Director internacional de quidditch no era muy emocionante pues el caballero pretendía que le ayudara con incidentes distintos a la organización, al parecer en el lugar del evento se realizaban diversas actividades que rayaban lo ilegal al comercializarse cierto tipo de criaturas y el mencionó estrictamente a los dragones. Eran una especie tan especial y para los magos altamente apetecida por lo que era casi lógico que traficantes hiciera su aparición si allí mismo había una reserva de estas criaturas. El comentario de mi bronceado bajó el sol de Brasil me hizo voltear a verlo con una sonrisa de extrañeza, siempre había tomado al Black como un hombre sumamente serio y dedicado al quidditch, pero al parecer si había carne y hueso detrás de esa pared que ponía frente a todos.

- Gracias, la verdad es que el clima es excelente aquí... Usted debería tomarse un tiempo para usted y aprovechar el lugar también 

Moví la cabeza riéndome del comentario y volviendo a centrarme en el asunto que nos llevaba a reunirnos.

- Pues creo que al venir aquí si nos corresponde el inmiscuirnos y algo que debemos controlar es que todos estos contrabandistas de criaturas estén controlados y alejados de los turistas, el mundial trae aficionados de todo el mundo y estos magos puede ver como objetivo de mercado a los turistas que vienen aquí.

Me moví de nuevo viendo la ventana observando y tratando de encontrar una estrategia para ver que esto no nos afectará la competición. Vi cómo posó su mano en mi hombro y le sonreí, ciertamente buscaba apoyo.

 

- ¿Le parece a usted si armamos una estrategia donde informemos a nuestros jugadores y turistas sobre la ilegalidad que hay en el trato comercial de esta clase de magos y que sea ellos quienes no busquen y por supuesto rechacen de tajo cualquier oferta?

 

Propuse, pues si los clientes potenciales no se prestaban a comprar los vendedores perderían total interés en acercarse a vender.

@ Martin N Roses

 

Editado 12 de Julio del 2022 por Ada Camille Dumbledore

[Mael Blackfyre]

Era una de las primeras veces que veía a Mica de aquella manera. No se encontraba ni llorando ni haciendo drama ni nada de esas cosas, sino decidida y prestando atención a lo que le explicaba. Procesaba cada una de las cosas que le decía y mantuve la calma para esperar a que procesara toda esa información, la cuál no era nada simple. En ése instante me percaté de dónde habíamos aparecido y todo lo que podía haber pasado si no prestaba un poco más de atención. Materialice mi varita y la mantuve aferrada entre mis dedos ante cualquier necesidad.

Me paré en seco al escuchar sus palabras ciertas, ya que no poseía sangre Gryffindor, así que de alguna manera había interpretado mal la maldición. En ése preciso instante no quise pensar, porque si teníamos que hablar de mi sangre, entonces no tenía muchas opciones. Me quedé pensando unos pocos segundos y retomamos la marcha.

— No estoy seguro que ésa sea la manera. Cada uno de estos ingredientes requiere entregar algo a cambio de otra cosa. Es magia avanzada, es superior. Pero deberé pensar al respecto, tal vez esté malinterpretando mal —avanzábamos por aquel sitio, completamente denso. Estaba pensando que era la primera vez que pisaba suelo brasilero, era todo un misterio. El follaje no se aliviaba pero seguramente estábamos a punto de llegar—. Shelle no es mi madre sanguínea, ella solo me encontró y me adoptó.

Aunque no quise hablar más de la cuenta, Shelle había sido una madre especial, en las primeras instancias parecía tierna y parecía todo lo que había perdido de mi familia, pero ante el primer momento de ser su hijo, todo había cambiado. Todo había sido agresivo, con distancia, siempre como si estuviera haciendo las cosas mal. Era una madre exigente pero ahora se había ido y eso me enojaba, después de tantos sacrificios. Sonreí ante su comentario, ella tenía razón, éramos dos personas muy fuertes.

— Quiero que entiendas que es un camino de ida. Estaré ahi, claro, pero cuando terminemos todo será diferente. ¿Lo entiendes? Deberás ceder más que sangre, deberás poner los mismos ingredientes. Estoy seguro de eso —nuestro paso no se había detenido y no me negué ante su gesto de tomarme de la mano. Había jurado cuidarla y no lastimarla. Y es lo que haría. Tenía miedo, si podía sentirlo. Pero si aceptaba no había marcha atrás.
¿De qué seríamos capaces? Lo averiguaríamos. A lo lejos pude distinguir aquel estadio. Estábamos cerca.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Él no pareció contentarse con su propuesta. Era evidente que sabía más de aquel ritual de lo que estaba soltándole. ¿Causaría algún daño a quien lograba completarla? ¿Saldría dañada también en ese proceso? Ya estaba dañada, no tenía mucho para perder ¿su vida? ¿Qué más daba? Siempre había tenido un motor que la movía y era el amor hacia sus seres queridos. Todos ellos, o casi todos, se habían ido ya de su lado. Elvis había muerto, Arabella se había alejado, Sophie apenas mantenía contacto... Mael ya no tenía sentimientos que ofrecerle. Esa versión de ella misma movida por el deseo de venganza era apenas una sombra de quien podía ser, de quien había sido. 

Se centró en aquel dato que no había tenido por el momento acerca de Mael: era adoptado por Shelle y no hijo sanguíneo. Era solo un detalle pero que le daba la pauta de que aún tenía mucho por saber sobre su historia. Se quedó con la esperanza de algún día saber más, ser su confidente en algún punto... sabía que tan solo se aferraba a cosas que no sucederían.

-No me queda mucho por perder -lo miró a los ojos ante su advertencia- solo te tengo a ti, del modo que sea que te tengo... ¿por un pacto? No me queda nada más -se encogió de hombros- Quiero ayudarte, quiero seguirte y hacer que funcione -se mantuvo aferrada a ese único contacto, intentando no dejar que el miedo que sentía se trasluzca. 

"Pero necesito saber más, necesito saber cómo acabará todo" las palabras se formaron en su mente pero no salieron de sus labios. El deseo de que de algún modo la maldición le ayudase a revertir la situación con Mael, recuperarlo, estaba siempre presente, como una pequeña luz al final de un túnel que desconocía. Sintió su corazón golpeando con fuerza pero no hubo tiempo de prestar atención. El crujir de ramas cercano la hizo sobresaltarse. 

-Viene alguien... -le indicó y lo jalo más cerca para esconderse con él detrás de un gran árbol ¿por qué se escondía? No tenía idea, tal vez el estar hablando de magia oscura y sacrificios la tenía algo sugestionada. 

@ Mael Blackfyre

[Martin N Roses]

Martin Black

Director Internacional de Quidditch

La mano fue desplazándose de forma sutil por el brazo de la bruja hasta detenerse por completo, encima de su codo. Las palabras de Ada Camille habían dejado pensativo a Black. Tenía mucho sentido la estrategia que estaba proponiéndole para intentar minimizar el impacto del contrabando, con todo lo que eso significaba en materia de seguridad.

Asintió y dio un paso hacia atrás, no sin antes estirar su mano, invitando a la bruja a que se aproxime a la ventana sin necesidad de palabras. Black terminó de beber su copa que reposó en el escritorio antes de apoyarse contra el alfeizar de la ventana. La sutil brisa amazónica resultaba, en aquella altura de la última planta del hotel, ciertamente más agradable que cerca del piso. Sus cabellos negros bañados en hebras plateadas se agitó levemente. Desde allí contemplar la selva era todo un espectáculo y era de las pocas cosas como Director Internacional donde todo se resumía a disfrutar, más allá de la responsabilidad que le ostentaba el cargo y la frecuencia de solucionar inconvenientes.

—Admito que tendré que aprovechar el sol, ese bronceado luce maravilloso —respondió entonces, cuando Ada Camille estuvo cerca de la ventana, imitando la contemplación del paisaje.

Miró de forma alternada a su acompañante y a lo que tenía más allá, a través del lienzo de la ventana.

—Me ha gustado su propuesta, hacer un trabajo profundo sobre la demanda de dragones... Me temo que reducirnos a los jugadores no será suficiente, pero es un buen comienzo. También podría pensarse en darle un incentivo a todo aquel que aporte información sobre los contrabandistas e incluso sobre otras personas que estén vinculadas en la facilitación del negocio.

Hizo una leve pausa. Otra medida razonable y potencialmente muy buena era inmiscuirse de forma directa en la región peruana, donde los dragones habitaban en mayor número. Black supuso que el Ministerio de Perú tendría una reserva importante de dragones a su cuidado pero que además contaría con magos y brujas especializados en el cuidado de los dragones libres, puesto que no a todos podrían tenerlos bajo control. Visitar las montañas para capturarlos y trasladarlos no era algo que pudiera hacer una persona, el crimen organizado a gran escala estaba detrás de algo como aquello.

—Espero que Francia alcance la final —dijo sin más, regresando la mirada sobre su interlocutora. El brillo de sus ojos, la sonrisa, la sutileza del bronceado o el tatuaje que escondía a medias en su espalda... Todo eso quedaría atrás una vez que estuviera encima de la escoba, luchando por un lugar en la final, persiguiendo la snitch como si su vida dependiera de ello—. Creo que nunca he tenido oportunidad de decírselo de forma directa, pero es una gran buscadora. —Le sonrió.

[Noeline Malfoy McFarlan]

Había regresado junto al grupo, a medida que avanzaba con su bocadillo y su café. Fijándose con más calma en los acompañantes del francés pudo reconocer en ellos a jugadores sudamericanos aunque desconocía sus nombres. Sin espacio para preguntarles exactamente quienes eran escuchaba atenta la información que Auxerre tenía sobre los dragones y un posible tráfico, luego tendría oportunidad de informarse mejor.

—Pero...— abrió la boca sin tener clara la idea de lo que quería decir. Esos animales le resultaban aún más interesantes que los propios humanos y no cabía en su mente que alguien les pudiera hacer daño a costa de su propio beneficio. Aunque sabía que había gente así, siempre esperaba que con los dragones no.

—¿Montar un dragón?— nunca lo había pensado y aunque resultara peligroso no parecía una idea descabellada del todo. —¿No te parece un poco peligroso?— le interrogó recorriendo la mirada hacia sus acompañantes esperando alguna reacción de su parte, pero parecían sumidos en la planificación del recorrido que harían, que no estaban prestando mayor atención a los europeos. —...aunque sería interesante probar.— El cazador parecía que se había escapado un instante hacia su propia mente. —Un galeón por tus pensamientos.

Al ver la actitud de puesta en marcha de los otros jóvenes, apuró el contenido de su vaso y comenzaron a avanzar fuera del edificio. Uno de ellos al escuchar los comentarios del francés dejó claro la posibilidad de peligro antes que de un paseo a lomos de aquellas criaturas.

—Auxerre,— Lo llamó esperando que se quedé unos pasos atrás de los otros jóvenes, le costaba un poco hablar del torneo. Se fijó que no había hecho ningún comentario respecto al buen juego que venía teniendo su compañero de la urracas. —he estado pendiente de los partidos. Te queda bien el puesto de capitán y me alegra el éxito que estás teniendo con los franceses. Merecen ganar.— culminó con una sonrisa.

Llegando a los límites de la ciudadela que se había construido se prepararon para enfrentarse a la selva amazónica y sus misterios. Esperaba que en efecto, tuvieran la oportunidad de encontrar, no uno, sino varios dragones.

[Matt Blackner]

Taberna O Menino Dá Silva. Bajos Fondos.

Me crucé de brazos, con una media sonrisa mientras Dá Silva se presentaba a Sagitas, tratando de engatusarla. El recuerdo de cómo destrocé aquella barra me hizo reir, pero automáticamente dejé de hacerlo. En otra situación me habría sonrojado, pero allí no podía permitírmelo. La voz de Sagitas demostraba que se sentía perdida en aquel ambiente, y las revelaciones, como saber que destrozaba barras de bar, la sorprendían.

- Eh....si. Es una historia...ya te la contaré. - contesté a Sagitas.

 

Había muchas cosas que ella no sabía. Supongo que las imaginaba, o las intuía, pero nunca me había preguntado  exactamente por ello, ni nos habíamos sentado a hablar. Simplemente ignorábamos el tiempo que habíamos pasado separados. 

- Si. Aquí no suelen preguntar por parentescos. - Aunque Camilo tampoco preguntó, y comenzó a alagar a Sagitas. Ladeé la cabeza, mirándoles. - Camilo, Sagitas es mi madre, la mujer del viejo Jack.

 

El hombre se abrió de brazos, en señal de "rendición". nos ofreció asiento frente a su escritorio, y sacó tres vasos que no tardó en llenar con su mejor alcohol, el que reservaba para él y las ocasiones especiales.

- Llevas años desaparecido, aunque como tu padre y vuestra familia, nunca fuisteis los más sociables. Si estás aqui es para hablar de negocios.

Alargué la mano para tomar el chupito y lo aparté despacio, sin probarlo, para dejarlo frente a Camilo de nuevo.

- Qué es eso de que están cazando inocentes? - pregunté, recordando las palabras del chico que nos habíamos cruzado en el callejón. - creía que vosotros os hacíais cargo de cuidar las calles.

 

Miré a Sagitas.

- Andamos detrás de un mago. Un nigromante, anciano. Se hace llamar Dernhorn y viaja con dos niños pequeños a los que mantiene secuestrados. Lo último qeu supimos es que estaba por aquí. Supongo que vuestras muertes tienen algo que ver con él. Que susurran las calles?

[Mael Blackfyre]

Como en casi todas las situaciones en las que había atravesado con Mica, parecía que ella siempre quería más. Estaba mucho más tranquila desde las últimas veces y tenía que admitir que se había vuelto una compañía agradable, casi preferida. Desde el primer momento en la Gryffindor no había reaccionado como todos los demás. Y de forma irónica, todos los demás habían desaparecido y ahora solo quedábamos ella y yo. Tal vez el destino lo había querido asi.

La idea de tener una persona en la que confiar y apoyarme me era muy satisfactorio y no había pensado que resultara de aquella forma. Miré pensativo a Mica. Si de algo estaba seguro es que podía leer su mente para saber si mentía o si escondía algo. Y solo fue necesario mirar a sus ojos unos segundos para leer un pensamiento. Ella de verdad quería que aquello funcionara, ella solo quería saber cómo terminaba todo. Pero ante de formular aquellas palabras, Mica nos empujó detrás de un gran árbol, el cuál ni siquiera sabía el nombre. Su cuerpo quedó casi pegado a su cuerpo. Pude sentir un aroma muy agradable, observar muy de cerca su cabello y aquellos ojos esmeraldas.

Era entendible porque en su primer momento me había cautivado. Y porque tras el rechazo me había obligado a hacer lo que hice. Estaba seguro que de no hacerlo, no podría haber terminado donde estábamos en aquel momentos, encaminados ante la maldición. La magia oscura era muy densa, muy tenebrosa y muy útil. Me había costado algunas cuántas cosas pero me había servido muy bien para quitarme el corazón y no sentir más. Había logrado eso y me ayudaba a continuar con todo. Miré unos cuántos segundos y emití una sonrisa. La muchacha no se rendía y era eso lo que me gustaba, iba a servirnos demasiado.

Aquel grupito de adolescentes habían pasado corriendo, en búsqueda de alguna aventura o algo que disfrutar. Tal vez se habían escapado o no pero antes de pensarlo doblaron por uno de los caminos que descendía a ése especie de valle que contenía el gran estado. Me hice para atrás y cuando éstos se fueron volví a hablarle.

— No puedo asegurarte cómo va a terminar todo. Si puedo decirte que las intenciones son cambiar todo lo que conoces. Ya nada será igual y lo mejor es que nadie podrá saberlo. Solo nosotros —la miré con una sonrisa pícara. Era hermoso imaginar aquel nuevo mundo. Era una gran venganza y toma de poder—. Yo tampoco tengo nada que perder y creo que hay que aprovechar cada cosa que se pueda hacer. ¿No crees? —la observé y luego miré en dirección en donde se habían perdido de vista aquel grupo. Unos gritos retumbaban hasta allí y no lograba diferenciar si eran de miedo o diversión—. ¿Vamos a ir a ver la final?

@ Mica Gryffindor

Editado 17 de Julio del 2022 por Mael Blackfyre

[Mica Gryffindor]

Se permitió por un instante perderse en esa cercanía que, pese a saber que debía dejar atrás, era muy deseada. Contempló sus ojos, aquellos que no le devolvían en absoluto el sentimiento que buscaba. Debía aprender a dejar de sentir, así como él lo había hecho. No tenía escapatoria. Debió utilizar todo su autocontrol para no acortar la distancia y besarlo como hacía pocas horas había hecho, motivada tal vez por los fuertes celos despertados por Ada. 

Los jóvenes siguieron su camino y con ello se cortó el breve momento de cercanía. Se sintió agradecida, sabía que sus instintos podria haberla traicionado en cualquier momento. 

-Solo nosotros... -No, no se ilusionaba con un trasfondo romántico, simplemente la seducía la idea de que tan solo los dos fuesen hacedores, partícipes y guardianes de lo que sucedería. ¿Qué mejor venganza? - Aprovechemos entonces -sonrió, estaba convencida de apoyarlo. 

Él preguntó si irían a ver la final del mundial, haciéndola sonreír más ampliamente ante la idea. 

-Podemos ir al palco preferencial que nos dieron a los jugadores y personalidades... Puedes ser mí invitado... O mezclarnos entre el gentío, lo que prefieras -dijo alegremente, le agradaba poder conducirlo hacía algo que a ella tanto le gustaba, hacerle un lugar en su mundo, aunque sea por tiempo parcial.

@ Mael Blackfyre

 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Derhorm descansado en el trabajo

Tenia un nombre y nada mas. Y eso no ayudaba mucho, asi que desde mi perspectiva de viejo zorro y ya que habia agitado el avispero solo quedaba esperar a ver quien o quieres aparecerian ante este suceso. De los muggles no me preocupaba, y de los magos bueno, supongo que alguno que otro serviria. De seguro alguno de ellos tendria que ver con la pista que habia adquirido. Si, tenia que reponer fuerzas pero vigilar desde una distancia segura....y bajo otra apariencia...no es que fuera un desgaste demasiado grande.

Suponia que al tener solo parte del enigma, la anciana del lugar (que habia dejado en mal estado con alta probabilidad muerta), deberia tener otros allegados, o alguien que la protegiese y vigilase. Asi...tirando del hilo podria llegar al secreto que andaba buscando. Si, mejor pensar que mejor eso que otra cosa. Claro no tenia apuro, si algo habia aprendido es que la paciencia era una extraordinaria cualidad, asi que mi labor de vigilante duraria varios dias. Asi, con un binocular, en un tugurio de mala muerte, observaba lo que pasaba en la ya sona acordonada del suceso.

Lugar del crimen

A Neto no le habia gustado en encargo, como investigador tenia un estomago fuerte y de mucho mundo, pero que tenia de especial un crimen mas en los bajos fondos. De seguro era una pandilla eliminando a otra pandilla. Y sin duda esto era un menosprecio a sus habilidades. Pero esa percepcion cambio cuando al bajar de su auto patrulla observo que no estaba solo en esto. Habia ya en la escena algunos seres con sobretodos impolutos y algunas credenciales del mas alto nivel, dadas por ni idea quien, pero con suficiente poder para que personas raras que nunca habia visto se encargasen de todo el cotarro. Si todo esto era raro. A medida que Neto se acercaba a la escena los oia maldecir contradecidos al parecer no es que encontrasen mucho...o lo peor, lo que encontraban no les gustaba.

De hecho algunos tenian marcadas ojeras en la cara, al parecer de tener mucho trabajo y no dormir en estos dias. De hecho creo que me parecio oir algo de un Mundial...antes de que otro le hiciera seña para callar. Mundial??? no....si este año seria en invierno y en Qatar. Ojala Brasil ganase otra vez. Pero bueno...dejando eso a un lado..solo quedaba entrar. Y cuando Neto cruzo el umbral de la puerta....toda la experiencia que habia adquirido se le fue a los talones. Una arqueada como un intento de querer vomitar fue la unica reaccion que quedaba acorde a la escena. Cuerpos mutilado de alguna forma extremadamente rara....y en el epicentro de la sala una anciana fallecida atada y visiblemente torturada. 

Repuesto del primer impacto camino con cuidado para no manipular por error la escena del crimen. Y aunque todos los esturados de sobretodos impolutos parecian incomodos con mi presencia y con otros de la fuerza....trataban de disimularlo asi como esos palitos elaborados que de vez en cuando veia que sobresalian cuando se movian en el bolsillo interior del sus sobretodos...mas cosas raras. 

Por otro lado en la victima que parecia el epicentro..aunque tenia sangre en su ropa.....no veia en su piel nada de heridas...muy raro todo. Sin embargo no pude evitar notar algo sencillo tatuado en ese fragmento de piel interior de la muñeca. Un simbolo egipcio, suponia que algo sin importancia...hasta que vi....como en uno de los brazos que estaban desperdigados por el suelo otros simbolo semejante, egipcio pero diferente. Alguna distincion especial??

@ Sagitas E. Potter Blue @ Matt Blackner  

[Sagitas E. Potter Blue]

Buscando a Dernhorn. Bajos fondos:

Mi sonrisa fue desapareciendo gradualmente mientras el tal llamado Camilo Da Souza intentaba ligotear conmigo sin reconocerme. Vamos, que no supiera que era su madre pues era asumible, pero que no supiera quién era Sagitas Ericen Potter Blue eso fue un duro golpe para mi ego. Y encima mi hijo llamaba a su padre "el viejo Jack", algo que me ponía a mí en un entresijo de años muy similar a la de ese "viejo". Gruñí, pues claro que gruñí, aunque dudo que ninguno de los dos supiera a qué venía ese enfado. Me senté, por supuesto que sí, no iba a ser la única en aquella habitación (si la podíamos llamar así) que se quedara de pie. De los tres vasitos que puso en la mesa, tomé el más cercano al ver que Matt cogía el suyo.

Metí la lengua disimuladamente y sentí una quemadura de fuego en la punta que me obligó a respirar muy hondo. Mientras, Matt y el Camilo ese hablaban sobre lo que nos interesaba. Pude comprobar que mi hijo había apartado su vasito, bien por mi hijo. Yo aún tenía la boca abrasando y eso que no había hecho más que probarla. Sin ningún disimula, me abaniqué la cara con la mano y ya estaba pensando en algún hechizo que me pusiera una lengua nueva cuando sentí la pregunta de mi hijo:

-- ¿Las calles susurran? -- e inmediatamente pensé en un basilisco que hablara en parsel. Sí, ¿qué le voy a hacer si perdí media conversación entre el calor de aquel aguardiente o bebida típica local? -- Ese hijo de escreguto con diarrea ha secuestrado a mi hijo y a mi nieto. Es muy personal. Y, aunque desconozca quien soy yo, quien sabe de mí procura no enfadarme.

No era una amenaza. Era, llanamente, un aviso. La Sagitas buena e ingenua amiga de muggles hacía muchos años que se había escondido muy al fondo de mi mente. Ahora sólo la venganza me movía. Y ese Derhorm era mi próximo objetivo.

Mantuve la mirada unos instantes y después añadí:

-- ¿No tendría un poquito de agua? Me arde la lengua.