Partido Final, Copa Mundial de quidditch 2022: Brasil vs Uganda

[Kahlan Blackthorn]

Turno buscador 1 - Brasil 

Era el momento de demostrar de que estaban hechos los brasileños. Tal y como lo hubieran predicho sus dioses antiguos, Uganda era el rival que se imaginaron enfrentar en la final y eso se volvió una realidad. 

Los ojos del mundo estaban centrados en ese estadio, escobas eran montadas con pericia y astucia por parte de ambas escuadras. Todos los jugadores tenían una sola cosa en mente, al menos los buscadores no pensaban en nada más que tener entre sus manos la ansiada snitch. 

Akiki Naigaga falla su golpe hacia Thiago Moraes, desperdiciando una oportunidad que es haber sido aprovechada, hubiera dejado a Moraes con algunos huesos rotos o posiblemente la cara hecha pedazos. 

Mientras que en las gradas los cánticos y vitoreos por parte de los fanáticos se compaginaban a la perfección con los contoneos de cadera y el ritmo que marcaban los pasos de un baile que se transformó en el amuleto de la buena suerte de ese país. 

Mientras tanto Miremba Baluku falla al interceptar la bludger dirigida al buscador ugandes,causando que un grito de desánimo masivo se apoderará de los que no perdían el hilo de lo que ocurría dentro del campo de juego. 

Y Carminha Branco golpea con su bludger a Dembe Okumu, haciéndolo girar por los aires como si fuera un trompo que recorría los aires semejando ser un ave impactado por una bala que lo enviaba directo al otro mundo.

Las ganas no disminuían y los fanáticos fieles a su equipo, aumentaron el volumen de sus voces dejando silenciados por un espacio de tiempo considerable a los fans Ugandinos. Los cuales quedaron sorprendidos por la entrega y fidelidad demostrada dacia la escuadra verde amarela. 

—No habra copa, pero si galeones—se, escucho aquel grito que desato una oleada de carcajadas que estallaron avivando más en buen talante de los jugadores Brrasileños. 

[Noeline Malfoy McFarlan]

Turno 7 y 8
Selección de Uganda - Gol

Noeline Malfoy

La pelirroja se había acomodado junto a los franceses, cuando todas las señales indicaron el inicio del partido. Con los equipos en la cancha y la arbitra en el aire comenzó el tan esperado encuentro. En ese mismo momento preferiría estar en la cancha, montada en su escoba y con el bate en la mano en lugar de esta en el palco, por muy cómodo que este fuera. Lamentablemente sólo había tenido una opción de jugar en Brasil y aquello le seguí frustrando.

El marcador le iba dando la ventaja a los africanos, parecía que su compañera se alegraba con la anotaciones de ellos. Luego de ese primer gol la quaffle en campo brasileño quedó a la voluntad de los cazadores. Ambos tríos se lanzaron con sus mejores habilidades detrás de ella. Los brasileños hicieron una exhibición de velocidad zigzagueando de tal manera que parecían formar una perfecta espiral. Por su parte los ugandeses realizaron una formación similar, pero más amenazante que logró confundir a sus contrincantes y lo que permitió que el capitán ugandés, Bwandale Okumu, se ganara la quaffle.

En un intento por detener cualquier jugada que sugiriera un nuevo gol Carminha Branco dirigió una bludger hacia el cazador, pero sin dejarle mucho espacio de reacción Miremba Baluku logró interceptarla devolviéndosela, y Carminha no logró evadirla. Que divertido le resultaba a la Malfoy ver cómo impactaban las bludgers, le gustaría ser ella quien en aquel momento las colocaba en esa posición. La jugada de Baluku le resultó envidiable.

Salvado del impacto Bwandale logró adelantarse buscando la mejor posición para realizar el pase a su compañera. Zahara Nabirye en partidos anteriores ya había demostrado su puntería y ofrecía no fallar en esta ocasión. A la vez que Zahara se dirigía hacia la zona de disparo también lo hacía Akiki Naigaga, pero en su lugar enviaba un bludger hacia los aros, pelota que logró ser evadida por Monteiro y que a su vez mejoraba las condiciones para la ugandesa. Simultáneamente la morenita ya en la zona de disparo recibió la quaffle de Bwandale con un fuerte puñetazo y sin dar espacio a reacción la pelota roja atravesó sin problemas los aros.

En las gradas se notaba la algarabía de los africanos y de otros admiradores del estilo de juego de los ugandeses, incluso a su lado Ada lucía verdaderamente emocionada por el gol, hasta parecía que no le afectara el no estar jugando.

[toji]

TURNO 9 — 10

Selección de Uganda

Alexei Levski 

El partido ya había dado comienzo y la hinchada de ambas selecciones, excitada por la salida teatral de cada uno de sus jugadores favoritos, gritaba y animaba como si la vida se les fuera en ello. Desde su asiento, Levski agitaba la banderilla que le habían regalado nada más entrar al estadio, tenía los colores de Uganda puesto que él estaba allí para apoyarlos. Alexei advirtió que el capitán del equipo africano salió al campo y agitó más la banderilla en señal de saludo a su amigo y ex compañero de equipo, Bwandale. El ambiente se fue encendiendo a medida que los jugadores se colocaban en posición para que la árbitro diera el pitido en señal de que ya podían comenzar el partido. Y así dio comienzo el tan esperado encuentro…

Los ánimos en las gradas del conjunto africano estaban por encima de sus posibilidades, ya llevaban dos goles marcados y la hinchada cada vez más se les veía como campeones, bueno al menos un paso más cerca de ganar el campeonato que los brasileños, aunque si bien es cierto, el partido acababa de empezar y aún las cosas podían volverse a favor de la selección anfitriona, Brasil. El búlgaro sentía la emoción de los africanos, era algo contagioso que poco se veía en los equipos europeos para los que había jugado, era algo de agradecer, y por eso se sentía tan bien por haber conocido a los hermanos Okumo. De pronto la figura de alguien más grande que la media de humanos se levantó de su asiento, justo delante de donde el búlgaro se sentaba. Se trataba de un fan de la selección ugandesa que llevaba una bandera del país de proporciones igual de grades que el mismo. No se había percatado en qué momento el africano se había sentado justo delante de Alexei. 

Enseguida la magnífica Finta de Porskov que Luana, cazadora brasileña, realizó para hacerse con la quaffle y ponerse en la delantera, el equipo brasileño buscaba a toda costa marcar y alcanzar a los ugandeses y esta era la oportunidad perfecta para marcar un tanto para Brasil. Sin embargo, la defensa de los ugandeses no iba a permitir que se acerquen a su área, antes harían lo que fuera para incapacitar a la cazadora. Miremba, golpeadora de la selección de Uganda era la encargada de detener el avance de Luana, así que preparó su bludger y la disparó con todas sus fuerzas, sin embargo, la cazadora fue más hábil y esquivó la bludger, lo que le dio una oportunidad para pasar el balón a su compañera cazadora, Bruna Silva que se acercó más a los aros ugandeses para disparar. 

Por su parte, Adroa Awor presiona de manera efectiva a Bruna quien dispara la quaffle para marcar gol. Akiki, el golpeador de los ugandeses lanza la bludger hacia Bruna para frenarla e impedirle que el disparo salga perfecto y se cuele en los aros, pero también falla el golpe y la bludger sigue otro rumbo dejando a la cazadora libre para marcar al conjunto ugandés. Así mismo, Marcia Novaes lanza su bludger para entorpecer a la guardiana de la selección ugandesa dando de pleno en una pierna, lo que hace que la guardiana se despiste un momento, pero no el suficiente como para dejar colar la quaffle en sus aros. La guardiana, pese al impacto de la bludger de Brasil logra parar la bola de Bruna e impidiendo que marquen gol. El equipo celebraba tremenda parada por parte de la guardiana, pese al golpe de la bludger que había recibido fue capaz de parar la quaffle de Bruna. —¡Bien¡ Así se hace, equipo — celebró Alexei después de presenciar la increíble jugada de los ugandeses. 

[Martin N Roses]

Turnos 11 y 12

Zahara Nabirye, cazadora de Uganda.

La atajada realizada por Adroa Awor provocó los aplausos hasta de sus propios compañeros. Zahara no había sido la excepción. La morena de ojos verdes intensos que llevaba el «87» en su espalda, era una de las principales figuras de la selección nacional de Uganda. Había llegado a la Copa Mundial tras haber acordado su traspaso hacia Kattegat Kråkor desde Patonga Proudsticks de su país natal. Era una de las perlas del continente africano y lo había demostrado en el evento de máximo nivel del mundo, anotando unos cuantos goles y llegando a la final.

Con la mente en el partido y con el corazón latiéndole fuertemente en su pecho, la ugandesa aceleró con su escoba a la espera del pase de su compañera Natukumba. Natukumba había tomado la quaffle y avanzado con gran agilidad a lo largo del campo de juego, dejando por el camino a más de un cazador brasileño. Miremba Baluku, una de las golpeadoras de Uganda, le había seguido el ritmo de vuelo y eso le había permitido realizar un impecable Ángel Guardián, deteniendo de forma efectiva el Golpe Bombeado realizado por Carminha Branco. Esa bludger, que subiría unos cuantos metros antes de caer de forma súbita, había sido desviada en el momento justo. Natukumba continuó con la pelota en sus manos y engañó a todos cuando estaba siendo encerrada, realizando una Finta de Porskov y dejando en posición de gol a Zahara.

Zahara estaba correctamente posicionada sobre los aros brasileños custodiados por Navir Monteiro. La cazadora de grandes recursos no tuvo que atrapar la quaffle, se limitó a desviarla con su puño izquierdo para que terminara colándose por el aro central. Navir intentó moverse rápidamente hacia el aro correcto pero era muy tarde, la quaffle había atravesado el aro dorado y Uganda volvía a marcar. El resultado era de 30 a 0 en favor de Uganda, aplastando y sorprendiendo hasta el momento al país locatario.

Pronto llegarían los penales de entretiempo, pero Uganda se encontraba cada vez más cerca de ganar la Copa Mundial de Quidditch.

[Jeremy Triviani]

Turno de Entretiempo - Selección de Uganda

Pietro sonrió en cuanto sintió la mano de la bruja sobre la suya. Hasta se dió el pequeño lujo de levantarla y darle un beso en los delicados nudillos. La atracción del partido subía a medida que la tensión por la final se iba asentando entre el publico. Escandinavia había salido tercero en un partido desgastante el día anterior, y los ánimos de victoria aun bañaban aquellos asientos. El mago despego su vista del campo de juego cuando la propuesta de Agatha llego a sus oídos. ¿Un beso? Se quedo sorprendido que se lo pidiera como si tuviera algún reparo en disfrutarlo. 

-Acepto -Dijo sonriendo - Pero no hace falta que esperemos a que termine el partido... -Agregó acercándose para robarle un pequeño beso en los labios - Luego del partido podemos ir a festejar cualquiera sea el resultado. ¿Te parece mejor? Solo quien gane el partido elegirá el lugar y las cosas por hacer -Le guiñó un ojo con intención de sonrojarla. Aunque sabia que Agatha distaba mucho de ser una damisela que se ruborizaba por aquellos coqueteos. 

Los penales de entretiempo se iban llevando a cabo en el campo de juego. Brasil posiciono a sus tres cazadores con sumas habilidades para conseguir levantar el marcador de cero. Androa Awor, el guardián Ugandés, consiguió detener un solo disparo y la sonrisa que se extendía por su rostro daba muestra de estar bastante satisfecho con su desempeño. 

En el turno de Uganda, Zahara Nabirye no perdió tiempo al lanzar una finta a aro contrario (Amoong Shoot) en donde estaba parado el guardiana brasileña. Navir Monteiro no tuvo chances en detener la quaffle. Pero tuvo mas suerte con el disparo de Bwandale Okumu, que logro atrapar sin problemas y el de Natukumba Mbambu haciendo un torbellino en el aro (Double eight loop) para que la quaffle no pudiera pasar. 

Uganda seguía ganandole a Brasil la final de la Copa Mundial de Quidditch por 40 a 20 (? y Pietro estaba mas cerca de llevarse la victoria en la apuesta. 

[Maida Black Yaxley]

La final había comenzado ya hacía buen rato, pero Maida se había distraído comprando souvenirs para el regreso a casa. No tenía mucho más que hacer en el mundial, sólo averiguar quizá las fechas para los siguiente partidos, había algunos cuantos jugadores que bien merecían la pena averiguar dónde es que se iba a presentar luego de semejante gesta. Se sentó en una de las tribunas que apoyaban a Uganda, no porque fuera una fanática más, pero realmente le parecían menos escandalosos que los brasileños, así que disfrutaría del partido, sin necesidad de levantarse quince veces para que le prestaran atención al encuentro.

Las escobas dejaban estelas tras de sí, algo que la hacía sonreír, realmente antes de quidditch habían tenido que sedarla para subirla a un, ahora se sentía como pez en el agua cada vez que aferraba el mango con fuerza. Un lugar para ser libre  no ser juzada.

— ¿Cómo va el marcador? —preguntó entonces al mago que tenía al lado. 

— ¡La copa se queda con nosotros! —chilló el ugandés.

Y podía ser cierto, pero ella había preguntado por algo más concreto, la puntuación que no alcanzaba a mirar con claridad. 

[Mica Gryffindor]

Penales de Entretiempo - Brasil
Agatha

Sonrió, ruborizándose apenas por el gesto del caballero al besar su mano. Pietro tenía esa inocencia y jovialidad que le encantaba. No se cansaba de compartir con él partido tras partido, aunque sentía cierto miedo por cómo continuaría todo entre ellos luego de ese partido... ¿seguirían juntos de algún modo o se habría acabado su momento?

Él pareció sorprendido ante su idea para la apuesta. Aceptó pero luego le dijo que era innecesario esperar al final. El choque de sus labios con los de él la sorprendió en aquel robado beso. Asintió ante su propuesta, sin poder evitar reír por su intento de picardía. 

-Pues bien, prepárate para pasarlo bien, porque va a ser Brasil quien gane -lo desafió. Si bien el partido aún no la favorecía, sabía bien que las sorpresas eran parte del quidditch.

Llegó el tiempo de los penales y los cazadores brasileños se prepararon para lanzar en primer lugar. Luana Nascimento fue la primera, con un disparo fuerte sesgado, seguida de João Miranda y su tiro llamado Efecto Finbourgh, por último Bruna Silva con otro de nombre Knuckle Ball. A Agatha le costaba mucho aún diferenciar entre los distintos tipos de lanzamiento, pero intentaba reconocerlos para sorprender al italiano. 

Adroa Awor intentó atajar cada uno sin utilizar ninguna jugada específica, solo su volada y reflejos. Solo el último lanzamiento acabó en las manos del defensor ugandés. Aprovechó el momento de festejar la cercanía en la puntuación para robar a Pietro un beso un poco más intenso, aprovechando la barrea que él mismo había roto. 

-Bueno... ahora a ver si Navir lo logra... -sonrió, confiando en la guardiana brasilera. 

Zahara Nabirye sorprendió a la muchacha lanzando hacia el aro que ésta no esperaba, despistándola logrando apuntar otro gol. Bwandale Okumu y Natukumba Mbambu fueron hacia lo seguro, no sorprendiendo a la guardiana quien atajó ambos, utilizando en el último una de sus grandes habilidades para atajar penales. 

-No digas nada, aún falta mucho partido -agregó divertida hacia el muchacho, sabiendo que estaría a punto de regocijarse pues Uganda seguía llevando la delantera.

[Malum Luxure]

Esto era muy emocionante, el estadio lleno había podido ver algunos jugadores de los Black Serpents y eso me hizo extrañarlos más, el aire en el cabello y la sensación de libertad al montar con velocidad la escoba, el apoyo del público y los gritos locos de los mismos ecos fieles al equipo.

Una ola humana se hizo y por supuesto nos sumamos, ni adorado esposo había tenido esta idea tan genial y no podía negarlo, hacia mucho que nos merecíamos un evento así solo para disfrutar solitos.

-Claro cariño quién se negaría con el calor que hace aquí...no parecen estar en invierno.- Le conteste rápidamente mientras él hacía el pedido y lo recibía con rapidez.

Las banderas de brillantes colores, los cánticos alegres, el ambiente hecho fiesta y la algarabía de todos lo hacían insuperable, me alegraba que mi esposo halla tenido la grandiosa idea de venir, estaba segura que no abría de vivir un evento así hasta dentro de un buen tiempo y aún así no sería lo mismo.

-Gracias mi amor.- Recibí de su mano la botella ya abierta para luego brindar con él de forma divertida chocando suave los cristales. -Salud rey y seguro será el mío.- Le respondí con picardía.

Teníamos una apuesta desde que llegamos al hotel, él eligió Brasil  y yo Uganda, quien ganara podría pedir al otro lo que deseara sin restricción alguna, ya tenía algo en mente eso era seguro así que nada más quedaba esperar y disfrutar del partido en su grata compañía.

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@ Eterno Black Triviani

[Mentita]

TURNO BUSCADOR 2. 

Aedis "Mosquito" Greengrass en las tribunas.

 

-- ¿Disculpa? --la pelirroja fingió sentirse ofendida durante un momento ante las palabras de Auxerre. Quiso meterse con él por no haber llegado a la final del mundial, pero sabía que, de hacerlo, no sólo le causaría malestar al peliblanco -ya había aprendido a conocer la parte frustrada del chico- sino que también abriría su propia herida de orgullo.-- Has llegado más lejos que yo, pero primero podrías intentar ganarme un torneo... --lo picó y codeó de forma cariñosa. 

Mientras tanto, a pesar de estar intercambiando palabras con él, Aedis no se había perdido ni un segundo de lo que pasaba en el partido. Hasta el momento, los brasileros se habían puesto en carrera y dejaron el marcador en 20 a su favor, aunque la brecha seguía existintiendo. En tanto los buscadores, pese a que parecían estar estáticos en ese momento, realizaban ínfimas maniobras para avistar la snitch. A los ojos comunes podría parecer que, en realidad, no estaban haciendo nada y sólo esperaban el desenlace del partido; no obstante, quienes verdaderamente sabían de quidditch, podían darse cuenta de qué hacían y mucho.

-- Me llama poderosamente la atención las tácticas de la selección de Uganda, y lo completos que se ven. ¿Crees que alguno de ellos querría jugar para mi equipo? --Greengrass le sonrió a su acompañante, como si eso fuese posible, pero no estaba de más pensar en la oportunidad de tener a un Bwandale Okumu, por ejemplo, vistiendo el escudo de los Tornados.

En ese momento, Marcia Novaes acababa de fallar la defensa hacia Thiago Moraes, y éste evadió de forma perfecta la bludger dirigida por Akiki Naigaga. Parecía que la acción se había concentrado en los buscadores, de momento. Carminha Branco tuvo que evadir su propia bludger pues Miremba había tenido mejor suerte defendiendo al buscador ugandés. Greengrass no se había dado cuenta de lo mucho que había apretado la mano de Auxerre cuando estaba observando lo que pasaba, al notarlo, se sonrojó. Aún le ponía nerviosa su presencia.

[Eobard Thawne]

Zona de tiendas de campaña a las afueras del estadio - Previo a la final 

 

Reconocía que la selva amazónica tenía su atractivo, pero el constante bullicio y la sensación de bochorno lo obligaban a refugiarse en su tienda de acampar de lujo, comprada en el Callejón Diagon, cada cierto tiempo. Se sentía como un anfibio regresando al estanque para refrescarse, y aquello tenía cierta pizca de gracia, considerando que se transformaba en un camaleón. 

⎯⎯Nada como un paradisiaco destino para una final del Mundial de quidditch ⎯ decía el castaño, mientras se derretía en la entrada de su tienda.

Depósito la bufanda bicolor, que representaba a la escuadra de casa, sobre el perchero que recibía a los visitantes, disponiéndose a relajarse en el sofá modular de la sala, que hasta para su gusto era un tanto ostentosa. Todavía faltaba un buen rato para el encuentro, y el viaje lo tenía ligeramente agotado. 

No había tomado un traslador en años, por lo que su estómago estaba pagando las consecuencias. Ya no digamos, la magnifica idea de usar bufanda en un ambiente tan caluroso. 

⎯⎯Esta final pinta a ser de esas que escriben en los libros de récords, ya veremos si supera la edición de los Estados Unidos.

Por un momento, se remontó a aquella visita que había hecho al Mundial celebrado en Salem, en el que había tenido que suplantar a Jonah Wright, un periodista de un diario en Boston, para colarse a la máxima competición del deporte mágico por excelencia. 

Si bien los partidos habían transcurrido con total normalidad en el tranquilo Massachusetts, una conspiración fuera de las gradas fue gestándose como el humo del Cinaede sobre una presa, ¿sería distinto en esta edición? Nada deseaba más en ese momento que probar las estrambóticas delicias que seguro estarían sirviendo en la sección de comida.

Considerando su casi nula habilidad para montar una escoba, y el poco seguimiento que solía darle a los juegos, su esperanza de aquello fuera divertido yacía en si su invitación al partido final fuera recibida, y aún más importante, aceptada. 
 

@ Juliette Macnair