El espíritu de la Navidad

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

No hice caso a los comentarios de esa bruja rancia. No...nadie me iba a quitar las ganas de celebrar la Navidad. Asi que me puse a jugar con Elentari. Lo bueno de florar es que podria hacer cabriolas y saltos imposibles....para despues vaciar mis bolsillos de voladores. Y claro ya que Sagitas los habia mencionado pues tambien tocaba el bombo. Mejor hacer mucha bulla para animar a las demas familias del pueblo a incorporarse y divertirse. Ahora solo faltaban los regalos. Sin mas saque de un bolsillo de mi chaqueta. una miniatura bien chiquita de y trineo tirado por alces. 

-Este....Matt- evidentemente obvie a Sagitas- no puedes encantarme el trineo....ya hable con los elfos de la cocina...y puede que no tenga regalos pero si podrian darnos algunos dulces para repartir. -Sin mas me gire danto una vuelta sobre mi eje- ademas tengo el tamaño perfecto para colarme por las chimeneas...y la voz....para el Ho..Ho..Ho...

Sin duda estaba animado. Algo que no compartia aun la fria Sagitas. De mi parte ahora que lo mencionaba lo mejor seria que fuese al polo a congelar mas su expresion agria. En serio donde estaba Jack cuando se le necesitaba. Aunque bueno...a saber si generaba suficiente calor para ella. Bueno...yo mejor no me metia en esos asuntos de alcoba. Mejor a lo mio. Ahora a encontrar una forma de generar una barba blanca y echarme bolsas de dulces dentro de la camisa para generar una panza. Y ya estaba completo. Un papa Noel reducido.

@ Sagitas E. Potter Blue @ Matt Blackner

[Sagitas E. Potter Blue]

 Creo que ya lo  he dicho más de una vez: no soy paciente, las cosas se han de resolver al instante, no sé quedarme quieta a esperar que suceda algo. Así, en cuanto la idea de ir al Magic Mall afloró, mis pies me quemaban allá quieta, al lado del árbol (que, por cierto, estaba algo torcido, como si algo tirase de él para que no permaneciera adornado; o tal vez eran impresiones mías; a veces tomo demasiados potingues de esos de Babila).

Esperaba la respuesta de @ Matt Blackner , quien, como siempre, se había retirado porque no le gustaba molestar, la gente, el grupo en general. Algo asocial, bastante similar a mí en eso, aunque no lo pareciera, cuando la nena me hizo un regalo espectacular: una guirnalda violeta, como nuestro pelo (algo teníamos que tener en común).

-- ¡Ay, que la "agüera" está contentísima contigo! -- le dije, agarrándola por las axilas y subiéndola a mis brazos. -- ¡Eres la nieta más bonita del mundo!

A medida que la subía y, con ella, la guirnalda de Navidad, pareció que la vista se me aclaraba. Vale, debo explicarlo: no me había quedado ciega, no es eso para nada. Es como si la presencia de mi nieta y de su guirnalda me hubieran permitido "ver" algo que no estaba. O lo contrario, algo que sí estaba, pero que no era capaz de ver sin estar a su lado.

-- Esto es lo que ha desaparecido, Matt, la Navidad. Su espíritu. Su esencia. Debemos ir...

Sí, lo he dicho, no soy una mujer paciente. La interrupción de @ Sean -Ojo Loco- Linmer  con su estú... penda idea de disfrazarse de gordiflas rojizo (no digo la palabra, que está mi nieta al lado y no hay que decir palabrotas delante de los infantes).

-- Lo que me faltaba, que te pongas a repartir cosas tú por las chimeneas. ¿Es qué estás loco? ¡Eres un fantasma! ¡Un maldito incordio, es lo que eres! ¿Quieres dejar ese disfraz y...? -- Elentari elevó las manitas hacia él, como si pretendiera que Sean le cogiera. Di un paso hacia atrás. Ni loca dejo que la tome en brazos un ser que flota y que la puede tirar al suelo en un trineo tuneado. -- No cariño. Sean malo, Sean malo. No se toca. Kaka. Nos vamos al Magic Mall.

Pero la niña ahora ya no me hacía caso ni a mí ni (¡menos mal!) al pequeñajo y falso Papa Noel. Movía las manos hacia algo o alguien por detrás de mí y dijo algo como "baba, boba, biba..."

-- ¡Oh, no, no me digas que ahora viene Babila! -- ¿Es que no se podía torcer más el día? ¿O la noche? -- Hola, Babila, no juegues con cosas feas, hombre.

Y es que Babila, tontorrón, se había puesto a juguetear con el Papa-Sean-Noel, divertido. Me fijé que en la mano llevaba un saco, parecía lleno de algo.

-- É vonito lárbol, señó Sían. -- Decía nuestro secretario. -- E traío lo dulse de la navidá ke mábia peío, señá Sagita. Mencontrao con la seorita Séll, la seorita Ela i otra má en el Diagon. Desían ke no avía navidá, pero veo quel Señó Sian sá vestío bonito pá selebrarla.

Respiré profundamente, con la niña en los brazos, e intenté ignorar los contratiempos. Miré a Matt:

-- ¿Le damos la niña a Babila o nos la llevamos al Mall? No sé si fiarme de... --miré por encima de mi hombro -- ...de estos dos.

[Darla G Dumbledore]

Darla y Tess en House of Books, algunos días después de la pérdida total del espíritu de la navidad...

La rubia se cruzó de brazos mirando a la mujer que frente a ella estaba. Había leído el documento que le había entregado y fruncido el ceño más de una vez por ello. No había regresado de su segunda misión en Norteamérica para descubrir que sin importar lo que hicieran todo siempre estaba mal. Y sin embargo, el documento que le entregaban le abría una posibilidad hacia el futuro que no le desagradaba, pero que no era lo que Tess tenía en mente al regresar a Londres.

—¿Y bien? —preguntó Darla observándola, apoyada en el escritorio, también ella con los brazos cruzados.

La pelirroja había recibido a la joven Brower en su local, luego de que Kimberly la recibiera en la red flú transoceánica. Sabía que las dos rubias habían venido charlando, Kim la había traído digamos que por el camino largo, para ponerla al tanto de la desaparición del espíritu navideño, de que Inglaterra, o al menos en el mundo mágico inglés la navidad había sido consumida por ¿el Grinch? ¿Scroodge? ¿el coco? A decir verdad parecía más bien que la falta de magia había contagiado al mundo mágico de su falta de espíritu de hermandad. Y como si eso fuera poco, al llegar la Fiesta del Amor… Darla seguía negada a llamarla de la amistad, para ella seguía siendo la que había conocido en su más tierna niñez y sus viajes al nuevo continente, el 20 de julio… como sea, San Valentín había sido mmm… no un fracaso, más de 180 ramos de flores habían sido entregados con éxito y puntualmente el día del amor, pero si tenía que ser sincera, no había declaraciones de amor allí si no de amistad, bueno, sí, de amor filio.

—Es una propuesta muy importante, estoy segura que a la Señorita Bennett le va a encantar en cuanto a mí ¿estás segura que no preferirías que fuera Kimberly? Yo he demostrado que no soy tan confiable, ya les fallé un par de veces y… —no pudo seguir, Darla había levantado la mano con gesto autoritario.

—No nos has fallado, lo de los agentes del inquisidor, o como diantres se hiciera llamar Laura no es algo que fuera tu culpa, y mucho menos tu secuestro, en cuanto al intento de asesinar a Ludwig, bueno, ¿lo mantuviste a salvo no?

Tess agradeció que sus mejillas no se pudieran sonrojar, pero sabiendo que ella no era una buena oclumántica y que Darla no era una mala legelemántica, aunque le costara usar sus habildiades, la rubia esquivó la mirada de la pelirroja unos breves segundos.

—Si, lo mantuve a salvo, pero para que hiciera lo de la noche de la purga quizás hice mal en dejarlo ir o sobrevivir —dijo con un tono de voz tan neutro que Darla no supo bien qué es lo que a la rubia le molestaba, pero dado lo que decía, lo asoció a la purga.

—Tranquila, todos nosotros hemos estado con esa tensión estos días, ya pasó y al menos no estuviste aquí, pero volvamos a lo nuestro, dime ¿te parece buena idea?

Tess sonrió, la Navidad en Nueva York había sido algo de otro mundo, Sheila Bennett le había acompañado y ambas habían disfrutado, no solo de atender el local provisorio en Central Park sino de cada detalle de la festividad de Navidad en la quinta avenida, el día de acción de gracias y la  cuenta regresiva del Año Nuevo neoyorquino.

—Me parece fantástico, y te agradezco la oportunidad, tendré que ir aprendiendo pero con gusto manejaré la sucursal de House of Books en Nueva York. --Darla aplaudió feliz.

—Pues entonces brindemos —los elfos parecían haber sido llamados por arte de magia porque Leto apareció frente a Tess y Tommy frente a Darla con sendas copas de cristal rellenas de un líquido rojo rubí.

—Por el crecimiento de House of Books —dijo Darla.

—Porque recuperemos el espíritu navideño y de la magia —agregó Tess y aunque chocaron las copas, Darla lanzó una carcajada.

—El espíritu navideño te aseguro que ha huído de la falta de magia, seguramente está buscando crecer en nuevas generaciones o nuevos y más cálidos países, que no estén llenos del egoísmo de este mundo Tess, —la pelirroja sonrió divertida ante el gesto de sorpresa de la joven vampiresa —no te sorprendas pequeña, los hombres de este lado son muy egoístas y van dejando de lado la magia pura a cambio del simple poder, pero no arruinemos el momento con esos detalles, luego te contaré todo lo que ha pasado aquí, durante la cena con Kim.

[Matt Blackner]

Elentari conseguía que cualquiera riese. Incluso @ Sean -Ojo Loco- Linmer , aunqeu en su caso la dificultad no era animarle, sino que dejara de intentar volar la casa por los aires. En cuanto el poltergeist levitó a su alrededor, jugando con ella, la cría desvió la mirada hacia él, intentando agarrarle.

- Bueno...podría encantarlo, claro - dije, mientras buscaba la varita en el bolsillo trasero del pantalón - pero - advertí - procura no atropellar a nadie con él. Ni quemar nada.... - alcé la ceja, pensativo. Esperaba no arrepentirme - me conformaré con que no venga nadie del ministerio para detenerme - terminé, mientras agitaba la varita. El colorido trineo de Santa aumentó de tamaño, perfecto para que Sean pudiese manejarlo.

 

Mientras, Sagitas había cogido a la pequeña, alzándola. La cría no dejaba de reir, feliz, mientras que mi madre parecía "recuperar" lo que había perdido: el espíritu navideño. Giré la cabeza de medio lado, sin acabar de comprender a qué se estaba refiriendo, cuando Elentari se dio cuenta de qeu alguien más se acercaba. Babila traía dulces, y mi hija lo llamaba, balbuceando su nombre (que cada vez, era un sonido distinto)

- Eh... - eché un vistazo a Babila, que hacía gestos a la niña. El grandullón a veces era como un crío, pero no dejaba de ser un trozo de pan, y Sean...bueno, era Sean. Y Elentari sacaba lo bueno de todos, incluso, de él. Suspiré, pasándome una mano por la cara. - Vamos al mall y dejémosla con Babila. Fenrir y Freyja están aquí, asi que con suerte, no pasará nada. Pero - advertí - no hagáis que me arrepienta.

 

Asi que dejamos a Elentarí en las grandes manos de Babila, mientras Sagitas y yo nos marchábamos al Mall para...

- Que teníamos que comprar? - pregunté a Sagitas.

[Sagitas E. Potter Blue]

Mavia ponío mú contento daverme encontrao a lamita 'Lentari poke era una sikilla mú alegre i en estos día no parecía avé muxa alegría con la qué disfrutá de la naviá. Noes ke en mi país se siguiera esta tradisión de luses brillante, pero sí teníamo cánticos, désos que gritas mú alto pá alejá los malo espiritu de las sombras. Amí siempre mávia gustao el cantá i el bailá daqueyos días. Pó eso estava triste kon la farta de la navidá. 

Encontrá allá a la Sagita i al resto de la familia avía sío güeno, asín que me puse a aplaudí al ritmo dúna cansión que cantava en mi propia cabesa pá asér reír a la nenita de lamo Mátt. De repente, un gritío de lama Sagita másustó i dejé de palmár las mano pá mirarla. Savia enfadao con er fantasmón del señó Sían.

-- ¡Aivá qué karro más bonito! -- L'amo Mátt lavía echo mú grande una cosika diminuta, ara podía meté a la niña adentro y que los dos lovos blankos tiraran dél, como un coxe de jugete. -- ¡Llo kiero uno, llo quiero uno!

Pero komo lama Sagitá paresía enfadá pó eso, mejó no insistí, lla lo cogería en otro momento kuando estuvieran okupaos con otra cosas. 

-- Pero Matt, ¿tú estás loco? ¿Cómo se te ocurre darle un trineo a Sean? ¡¡Es Sean!! ¡Está como un hipogrifo de loco! ¿Tú crees que es sensato darle un trineo de Papa Noel para que lo estrelle contra la primea chimenea que vea y tengamos que pagar los daños y perjuicios al dueño de la mansión? 

La Ama alsó la seja en señá de peligro, aunke lla la conosco i estoi seguro que era más un "a vé si arguien sátreve a desirme que le pague argo", ke llo me la conosco i sé que güena, lo és, pero tamién té una mala vava desas komo la de los karakoles gigantes esos, los Strealer, esos que envenenan tó por ande camina. Ansí, me puse a la niña en uno de mi brasos, pá que se balanseara mientra me la llevaba a kasa. Ello s'ivan a comprá al Magi Mall, pó lo quentendí.

-- ¿Estás seguro de que estará bien en casa? -- No sé poké la señá Sagita paresía no fiarse de mi, si llo la iba a cuidá mú bien, aunke endespués pensé ke ella dudava pó el señó Sean. -- No creo que la educación que le pueda dar el maldito Sean sea recomendable. ¿Y si nos lo llevamos con nosotros al Mall?

A mí, mera iguá, pués llo mme llevava vien con toos, ansí que no mínportava cuidá tamién del poltergeise. Le vi irse pál otro lao i ella paresía enfadada.

-- Te digo que tenemos que deshacernos de ese molesto engendro. En el Magic Mall, creo, se subastaron o se vendieron hace uno o dos años un saco de Papa Noel, o un hacedor de juguetes o algo así. Si encontramos a quien se lo vendieron, tal vez logremos hacer algo para que vuelva la Navidad. O algo improvisaremos. ¿Crees que nos encontraremos a alguien por el Callejón Diagon?

Llo venía d'allá i savia questaba mú vasío, pero no me gusta gritá en medio der pueblo, ansí que me puse a vailá para la niña en brasos, pá qué gritara dalegría mientra caminava pá la casa. Era mú tarde. Lla devía destar dormía y no de paseo por las cayes.

 

 

@ Sean -Ojo Loco- Linmer  @ Matt Blackner  y a quien se una.

[Ada Camille Dumbledore]

 

El llegar a la mansión Malfoy me llenaba de muchos recuerdos lindos, la verdad me había vuelto una visitante frecuente de La Mansión le había tomado mucho cariño a los hijos de mis de mi Cuñado,  hijos adoptivos de mi hermano Cillian, sobre todo las dos chicas eran dos niñas maravillosas a las que les tenía mucho aprecio y cariño. No era de extrañarse que frecuentara el lugar solamente para verlas o charlar con ellas, aunque en esta ocasión había sido Noeline quien me había llamado al lugar para adornar todo con el diseño de Navidad. No sabíamos muy bien porque todo el espíritu de la Navidad había desaparecido pero teníamos que revivirlo y para eso estábamos juntas. No era de extrañarse que yo estuviera allí para adonar un lugar a mí me gustaba muchísimo el decorar todos los lugares Me encantaba que todos reluciera enormemente por eso sin pensarlo más empecé a pensar en qué colores relucirían hermosos en la mansión Malfoy porque su decoración siempre tendia  a los verdes pasando por el verde oliva y un verde más oscuro. Sin demora decidí que los colores dorado y plateado serían perfectos para decorar la Navidad allí así que sin pensarlo más tomé el hombro de mi sobrina y le sonreí.

 

-Querida creo que el plateado y dorado serían perfectos para el lugar, así contrastaría con la decoración de la mansión, y en cuanto a la cena no te preocupes,  mi elfina Lynette es un a experta chef, mientras ella prepara el pavo yo me encargare del postre… en la cocina esa es mi especialidad.

 

Y sin esperar mucho más saqué mi varita para empezar a decorar esperando la instrucción de noemín y que me dijera si era de su gusto los tonos que había escogido o no.

@ Noeline Malfoy McFarlan

[Noeline Malfoy McFarlan]

Había resultado desalentador lo que había sucedido en el callejón Diagon. Los locales vacíos, la extraña conversación que había mantenido con las dos desconocidas, el hombre extraño (más que extraño en realidad) y su certera puntualización sobre el clima, como se comportaba de manera tan inapropiada estos días.

Pero la actitud de la francesa era lo que hacía falta en esa casa, y en realidad parecía que no solo ahí, sino en medio Londres. El ánimo del cual no había encontrado rastro en ningún otro lugar esa tarde parecía que acumulaba en ella.

—Me gusta, puedes hacer lo que mejor te parezca, confío en ti.— La sugerencia de decorar todo de dorado y plata le parecía una buena idea, aunque lo suyo no era exactamente lo de andar decorando. Y de repente volvió a su mente lo que había sucedido con los elfos, hacía unos breves segundos parecía que alguien lo hubiera borrado de su memoria.

—Espero que no haya problemas,— comentó mientras la otra bruja recorría con la punta de la varita todos los rincones del salón. —más temprano los elfos tuvieron inconvenientes.— La situación había sido tan extraña que no sabía como continuar. —No lograron decorar el árbol. Muchos de los adornos han desaparecido de la casa y parece que los que quedan de a poco se unen a los demás, donde sea que estos estén.— Su intención no era desanimarle, pero tenía que dejar claro que la situación no estaba siendo de lo más normal.

—Chávez!— llamó esperando que el elfo gruñón apareciera. Lo que sucedió de inmediato. —Por favor, organiza la mesa para una cena. Y toma estos dulces para que ubiques en la mesa. Fue lo único navideño que logré conseguir, ni si quiera tenemos regalos.— Terminó la pelirroja, diciendo eso último hacia la Ministra de Francia que continuaba en su labor. —Ni siquiera sé donde se encuentra papá, mis hermanos o mi primo. No los he visto hoy. ¿Intentamos localizarlos o esperamos que lleguen más tarde?

 

@ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

 

La nieve parecía que empezaría a caer en cualquier momento en esa mañana de la víspera de Navidad extrañamente me encontraron La Mansión malva y por un llamado de mi sobrina y ahora Tenía adelante todo muchísimo salón para empezar a adornar en mi cabeza los tonos verdes dorados y plateados se ven plasmado para hacer un hermoso lugar de la mansión malfoy para la Navidad. Definitivamente para mí era todo un placer poder adornar un salón llenarlo de adornos llenarlo de vida y decorarlo de una manera de una manera suntuosa y bella. Ya que tenía todo el aval de mi queridísima sobrina me puse manos a la obra saqué mi varita y viendo el diseño de los hermosos salón empecé a decorar todo de tonos verdes plateados dorados Y por supuesto el árbol de navidad que debía quedar en todo el centro así que me puse a trabajar aparecí adornos guirnaldas luces y empecé a organizar el lugar para que quedara espléndido así como me gustaba. Tras unas horas ya tenía el salón listo así que me alejé un poco hacia la puerta de la entrada el umbral de aquel salón para poder ver la obra de arte que había hecho y sí definitivamente había quedado magnífico.

 

-¿Y que te parece sobrina?  tu debes encargarte de que venga la familia , yo me encargo ya de la cena.

 

Era ahora de ponerse manos a la obra e ir a la cocina a hacer los postres tenía dos poses en mente hacer un delicioso pie de manzana para el postre y también podía hacer un Creme brulee que era mi postre favorito. Para mí Los postres no eran nada difíciles eran prácticamente lo único que sabía hacer en la cocina, aparte de hacer café y servirme con una buena copa de vino. Los cócteles eran otra de mis fortalezas y ya tenían en mi mente dos o tres para ponerlos como aperitivos en la cena de Navidad ahora lo importante era que nos pusiéramos manos a la obra para que me quería sobrina invitara a toda la familia. Llamé a mi a mí el fina Lynette quien apareció tras un suave crack Justo a mi lado su vestido azul celeste con encajes y flores naranjas me hizo sentir ternura ella siempre estaba bien vestida y eso amaba de que es mi madre siempre te había inculcado a los elfos de la familia que estuvieran vestidos para la ocasión

 

-Lynette tenemos todo un trabajo por delante, necesito que vengas conmigo a las cocinas de la Mansion para hacer la receta de Pavo de mi madre  yo me encargare de los postres y las bebidas. 

 

Me dirigí hacia las cocinas a ponerme manos a la obra.

@ Ashley Emily Black Lestrange M.

@ Noeline Malfoy McFarlan  @ Ludwig Malfoy  @ Amit Lockhart  @ Cillian Haughton  @ Anthony R. Dracony M.

Editado 1 de Marzo del 2023 por Ada Camille Dumbledore

[Noeline Malfoy McFarlan]

La francesa ya había iniciado su preparación para la fiesta de Navidad. Una fiesta tardía pero finalmente parecía que iba tomando forma a pesar de los percances mágicos que se estaban produciendo. La Dumbledore parecía tener claro con anticipación el tema para su decoración navideña, no fue si quiera necesaria su intervención cuando vio como de a poco iba transformando la Mansión en un oasis navideño. Había optado por usar tonos dorados, verdes y plateados para la decoración. Esperaba que a su padre también le gustara como estaba quedando todo. Tan solo unos instantes habían pasado cuando el hogar se comenzaba a llenar de detalles en cristal, terciopelo y sedas.

El salón fue el punto principal de la decoración. El enorme árbol de Navidad que antes resultaba tristón y donde los elfos no habían logrado hacer gran cosa, ahora lucía adornado con luces doradas y verdes y con grandes adornos de cristal que completaban los adornos de plata que habían logrado rescatar. Cada cierto tiempo notaba como Chávez asomaba por algún rincón de la casa y miraba a la francesa despectiva, pero no se atrevía a realizar ningún comentario al respecto. Poco segundos después notaba como en algunos rincones del salón se ubicaban velas perfumadas de pino, canela, chocolate y le daban un toque especial de elegancia.

Sería mejor apurarse a escribir una nota a su padre y hermanos, en pos de una mesa entró al comedor donde los elfos también habían hecho notar sus habilidades. Sobre su superficie se lucía un juego de vajilla de porcelana con detalles dorados, cubertería de plata, y servilletas de lino. La mesa estaba decorada con un centro de mesa largo que iba de punta a punta en dorado con velas y flores en colores verde y plata. 

Moviendo una de las hizo aparecer un trozo de pergamino y apuntó brevemente "No puedes faltar a la cena de Navidad" Firmando con su nombre. Apuntando con la varita y un sencillo hechizo multiplicador ya tenía seis copias exactas de su nota. Salió al jardín en busca de las lechuzas a enviar las notas, ya se encargarían ellas de encontrar a todos los miembros de la familia.

 

@ Ada Camille Dumbledore   @ Ludwig Malfoy  @ Cillian Haughton  @ Anthony R. Dracony M.  @ Amit Lockhart  @ toji  @ Ashley Emily Black Lestrange M.

[Ada Camille Dumbledore]

Solo quedaban unas horas para la víspera de Navidad Así que debemos apresurarnos con todo lo que tenemos que hacer. Te había encargado a mi elfina Lynette que se encargará de hacer un pago del con la receta tradicional para la Navidad personalmente me encargaría de hacer los postres ya había planeado hacer un pie de manzana y un creme brulee punto pero adicional haría unas galletas navideñas la realidad es que esa era una idea de último momento que seguramente podríamos hacer para que antes de empezar la cena pudiéramos compartir una buena copa y comer un aperitivo dulce. Las entradas normalmente no eran de dulce pero las galletas serían un excelente entrada para el buen momento que compartiríamos en la noche de Navidad. Tomé mi varita la harina leche huevos y empecé a mezclar todo en un Bowl haciendo giros para que se fueran mezclando todos los ingredientes Me encantaba hacerlos levitar e irlos agregando a la mezcla. De a poco iba haciendo la masa perfecta con la que iríamos haciendo las galletas tomé una parrilla del horno para poder colocarlas allí en hariné la parrilla dejé todo listo y empecé a hacer pequeñas bolitas poniéndolas después en forma de árbol de Reno de regalos para así darles forma a las galletas. El horno ya estaba caliente estaba perfecto para empezar a hornear las galletas Así que la lata la metí en el horno y lo cerré para que empezaran a cocinarse. Mientras aquello estaba listo Me dediqué al pie de manzana, utilicé manzanas verdes porque me parecía que le van mucho mejor sabor al pie empecé poniendo todo en una base cortando las Manzanas utilizando la varita y dejándolas en finos cortes para la base de la tarta con un poco de galleta después puse la mezcla agregué arándanos y en la parte de arriba dejé unas lindas rodajas de manzana verde haciendo que todo estuviera perfecto. Momentos después empecé a sentir el delicioso olor a las galletas horneadas Así que lo que hice fue sacar las galletas Y dejarlas listas para que se enfriará. Después empecé a dejar las galletas sobre una bandeja para que estuvieran listas para poder repartirlas antes quise ver cómo seguía todo en el salón y si mi sobrina @ Noeline Malfoy McFarlan había terminado de contactar a la familia para que en la noche todos llegarán puntuales a la cena de Navidad tomé la bandeja de galletas y salí para que ella pudiera probarlas, pero salí al salón y no la encontraba así que me quedé allí esperando a ver si podía saber en dónde En qué lugar de la casa estaba.