☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀ (MM B: 97133)

[Sol Lestrange Black]

En la mesa de la cocina reposaba aquella humeante taza de chocolate, y a su lado un apetitoso trozo de pastel de tres chocolates haciéndole compañía. Mi mirada de ámbar estaba fija en aquel libro de poesía, los muggles en ocasiones lograba sorprenderme. Mi mente repetía aquel poema conforme lo leía, era absurdo leer si prácticamente me sabia gran parte del contenido . Deje un poco mi lectura y tome la taza, di un pequeño sorbo y con la cucharilla de plata un pequeño trozo de aquel delicioso pastel.

 

El sonido de la puerta llamó mi atención, pero perdí rápidamente el interés, no esperaba visitas, así que seguramente no vendrían a verme a mi. Amin salió de prisa hacia la puerta dispuesto a recibir a la visita. Y yo me concentre en mi bebida deliciosamente dulce.Un par de minutos después el elfo volvió y se paro frente a mi con aquellos ojos enormes.

 

- Señora un caballero le busca en el salón...- me informó de manera formal.

 

-¿ Algún nombre?- le pregunté con curiosidad

 

- Keaton Andrew Ravenclaw...- dijo y mi sangre pareció congelarse.

 

- ¿Kea esta aquí?- pregunté poniéndome de pie de golpe, y llevándome por el camino mi bebida que se disperso por aquel impecable mantel floreado.

 

- Espera en el salón- reitero Amin.

 

- Merlín...- dije en tono nervioso, las ultimas noticias que había tenido de el era que se marchaba del pueblo, para no volver. Me arme de valor y salí de la cocina sin darle mas indicación al elfo que me miro pasar en silencio. Llegué tal vez demasiado rápido al salon, por lo que tuve que detenerme unos pasos antes para tomar aire y aclarar un poco mis ideas.

 

- Buenas tardes...- dije con una mezcla de nerviosismo e inquietud, mirando a aquel apuesto mago que giro despacio hasta que nuestras miradas se encontraron.

[Keaton Ravenclaw]

El vampiro estaba allí todo nervioso sin saber lo que le esperaba, simplemente deseaba ver aquella mujer que de tanto tiempo de esperar verla ñe ponía loquito. Las flores y aquella cajita de color carmesí, reposaban ya sobre la mesa de centro de la sala de estar a la cual lo había dirigido el elfo de hacía algunos minutos, pues sabía que si las flores o aquella cajita permanecían en sus manos, acabaría por destrozarlas, y eso no ere bueno, Y justo en ese momento, pasó, Sol entró al salón diciendo un simple "Buenas Tardes".

 

Aquellas dos simples palabras, hicieron que el vampiro se pusiese en pie de un solo brinco y su corazón se acelerara. Instintivamente tomó los tulipanes de sobre la mesa y la cajita aquella, ésta última tratando de que la Corvinus no la viese, al menos no de momento, por lo que se la metió a escondidas en el bolso de la chaqueta. Se fue hasta donde la mujer y se quedó plantado frente a ella, contemplando sus hermosos ojos y regodeándose con aquella nívea piel.

 

-Te ves radiante, como siempre- Dijo el Ravenclaw y pasó una mano cálida sobre el rostro de la chica, aquel típico calor que solo era dado a personas especiales para él -Te he traído estas hermosas flores, que son opacadas por tu exquisita belleza- Añadió el Tempestad dándole el ramillete de tulipanes.

 

Al ver a aquella mujer, al verle sus cabellos como hechos de la misma crin de los caballos de los dioses griegos, sus ojos como perlas de mar y su piel tan dulce como la miel, el vampiro olvidó toda duda, to nerviosismo y se entregó a aquella mujer de una manera espiritual tan formidable, que hasta el sentimiento mortífago, que tanto amaba el chico, desapareció momentáneamente.

 

-Pues bien, querida, vengo decirte el motivo por el cual, aquellos rumores de que me iba, al final no fueron cierto- Comenzó el vampiro con una voz tan seductora, que no sería sorpresa que la Lestrange se lanzara a sus brazos -Es cierto que dese hace ya muchos meses siento por ti más que un simple amor de amigos, ese cariño se ha transformado, y hoy, Sol L. Corvinus, vengo a pedirte en matrimonio- El vampiro habló con total seguridad y sacó del bolsillo derecho la cajita carmesí y la abrió. -Sol, mi dulce ruiseñor, cásate conmigo, déjame hacerte feliz, déjame entregarte mi vida, mi alma y mi ser- El chico tomó aquel anillo de oro con incrustaciones de zafiro y se puso delante de la cara de la chica.

 

Los ojos de Keaton cambiaron de su verde cotidiano, a un violeta muy radiante, solo provocado por la felicidad que sentía en ese momento, aunque claro, esa felicidad estaría completa si la mujer aceptaba su proposición.

[Sol Lestrange Black]

Escuché cada palabra con aquel sentimiento de abandono, sus explicaciones no me convencían del todo , pero el tono de su voz comenzaba a transformar mi enfado por sentimientos mucho mas dulces. De momento me perdía en sus ojos, y en el movimiento de sus labios, tomé las flores de manera autónoma sin emitir palabra, estaba muda.

 

Si bien teníamos poco tiempo de conocernos, aquel hombre me había impresionado de siempre, su carácter, su trato, me hacían sentirme nerviosa, cosa que muy pocas veces me ocurría. Aquel sentimiento me hacia sentir extraña y raramente atemorizada. Deslizó su fría mano por mi mejilla y no pude reprimir un suspiro mientras una sonrisa se dibujaba en mis labios al escuchar que lo de su partida eran simples rumores.

 

Pero nada se comparó con sus siguientes palabras, parpadeé un par de veces intentando asimilar lo que decía. ¿Me estaba pidiendo matrimonio?, mis ojos de ámbar se abrieron por completo por la sorpresa, al ver que sacaba una cajita de su bolsillo y la abría tomando aquella significativa joya, sentí perder el aliento, me lleve las manos al pecho y no pude mas que sonreír, mientras mis ojos se inundaban en lagrimas .

 

- Oh por Merlín- fue la primer frase que salio de mis labios de fresa mientras el chico parecía nervioso esperando la respuesta- Si...si quiero casarme contigo- dije finalmente, si quiero casarme contigo...- respondí llena de ilusión, antes de lanzarme en sus brazos.

Editado 4 de Mayo del 2012 por Sol L. Corvinus

[Aysha Potter Black T.]

Lechuza de Alejandra Violinista Malfoy Triviani

 

Una lechuza de color blanca se poso en la puerta con un panfleto por entregar, así mismo el ave abrió su pico y busco entre la bolsa el mismo y con un ulular algo cansado lo encontró depositándolo en el suelo.

 

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Tras hacer eso el ave camino como pudo hasta la calle para así hacer descansar un poco sus pobres alas, con un esfuerzo el pobre ave voló hasta llegar a uno de los árboles de la calle y allí se quedo por varias horas hasta que descasado un 50% la lechuza remonto vuelo y se marcho.

[Sol Lestrange Black]

Entre en casa cargada de paquetes, si algo me podía sacar de mis pensamientos negativos era aquello, ir de compras, y mas aun para aquel importante acontecimiento. La emoción se me desbordaba por la piel,siempre me habían gustado las bodas y que decir si la próxima era la mía propia.

 

Deje algunos de los paquetes en uno de los sillones del salón, estaba agotada, entre las emociones y los preparativos estaba vuelta loca, y el tiempo se nos venia encima, menos de una semana y faltaban cientos de cosas por hacer, los nervios me estaban consumiendo, aunque mi alegría y entusiasmo los apocaban por mucho.

 

Miré a mi alrededor en medio de aquel lío, el salón del castillo estaba lleno de cajas y regalos que llegaban por docenas, aquello me hacia mucha ilusión, comenzar de nuevo, una nueva vida, un nuevo destino, me tenían emocionada, aquel hombre en poco tiempo había logrado sacar todos mis fantasmas y sumergirme en una burbuja de felicidad que parecía no reventar jamas. Solo pensar en el me hacia sonreír, confiaba en que a partir de aquel día mi vida seria diferente y nada podría terminar con aquella nueva ilusión.

 

- Esto es una locura...- dije mientras me dejaba caer en uno de los sillones libres mirando hacia el techo, sin dejar de sonreir- No se que haz hecho, pero gracias por ello...me encanta...

[Galedra Azhebel Myrddin]

ALGIZ Y KALOS--MELLIZOS DE GALEDRA ANPRINA

 

--Lestrange Lupin

 

--¿Y eso quiénes son? O.O

 

--La siguiente Familia, zopenco ¬¬

 

Buscaron el nombre de la siguiente residencia donde debían entregar la invitación. Después de leer se la encontraron y entrarorn presurosos. Tocaron la puerta guiándose por una melodía rítmica muggle hasta que un elfo doméstico salió a recibierles con una cara de pocos amigos ante tal escándalo.

 

--Hola ^^

 

--Le traemos esto a tu Familia. Hasta pronto.

 

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Y dicho esto se desaparecieron.

[Sol Lestrange Black]

Tras una larga ausencia entraba de nuevo en mi casa, era una rara sensación, la calma reinaba en un utópico silencio, poco particular en el castillo, pero no era desagradable, aquella atmósfera de paz parecía envolverme y darme fuerza, para lo que estaba por venir. Sonreí mientras mi mano acariciaba suavemente los muebles del vestíbulo. Jarrones, cuadros y mesitas que eran parte de la decoración, y de mi propia vida. Había pasado mi vida entera dentro de aquellas paredes y era el lugar donde me sentía completa y segura.

 

Cada rincón plagado de recuerdos dulces y algunos amargos, pero todo aquello era mi vida, una mezcla agridulce de sabor que me había hecho mas fuerte y segura, una mejor mujer. Estaba segura de que este nuevo comienzo no seria fácil, sobre mi mente demasiados recuerdos pesados e imborrables, aunque intentaría desechar los malos y quedarme solo con lo bueno que en algún lugar en el pasado me había causado alegría.

 

Estaba sola en aquel intento, aquello no me asustaba, sabia que tenia lo necesario para empezar de cero y trascender.

 

- Lestrange para siempre...- susurré aumentando mi emoción, mientras mi corazon se unía al gozo de volver a casa, de seguir viva.

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

El viento fluia a toda velocidad, azotando su rostro. El sonido era algo atronador, pero el muchacho aceleraba más y más sin ningun temor. Queria sentirse libre y esto solo lo lograba cuanto a mayor velocidad iba. La vista del paisaje hubiera sido relajante y hasta admirable para cualquier otra persona que se tomara el debido tiempo para caminar por esos lares. Pero Fokker queria sentir la adrenalina de la alta velocidad, de estar constantemente en peligro y riesgo innecesario.

 

BRRRRRR.....

 

Algunas aves salian volando cuando escucharon la nueva acometida del motor. El hábil piloto maniobraba en las últimas curvas del camino antes de llegar a su destino. El imponente Castillo, hogar de su madre, poco a poco comenzaba a aparecer en el horizonte, asi que disminuyo la velocidad para no causar muchos problemas con el bullicio del motor.

 

Al fin paro la marcha y se detuvo en las rejas que daban entrada al jardin del castillo. Estas se abrieron y le dieron paso para ingresar. El muchacho descendio de la moto, y entro empujandola para estacionarla junto al jardin. Al fin se pudo ver su rostro sonriente, su impecable camisa blanca y pantalones negros.

 

"Estoy en casa" penso sonriendo.

[Sol Lestrange Black]

Sol Lestrange Black

 

La casa seguía sumida en el silencio, aquel silencio que me lastimaba los oídos, odiaba estar así, necesitaba hacer algo pronto para sacar al lugar de aquel letargo, jamas había pasado tanto tiempo sin que la vida volviera al castillo, eras momento de revivir le y darle nuevos bríos.

 

Me miré en el espejo,y un rizo travieso se cruzo por mi pálido rostro, de inmediato lo coloque en su sitio y una sonrisa se dibujo en mis labios de fresa. Si tenía suerte, aquel mago acudiría a mi llamado y rescataría al castillo de su hechizo de paz. La luz del sol del medio día entraba por la ventana llenando de calor mi habitación, pese a la llegada del otoño, que amenazaba con una suave brisa fría colándose por las puertas del balcón.

 

De pronto un peculiar ruido rompo el trino de las aves del jardín haciéndolas revolotear entre los arboles. Lejos de asustarme, mi sonrisa creció, y me apresuré, había llegado y merecía ser recibido con honores. Me delinee los labios con un poco de brillo mientras el toc-toc de la puerta, me indico que mis sospechas eran ciertas.

 

- El joven Fokker ha llegado señora...- me indicó Haydie con una gran sonrisa, también estaba de buen humor.

 

- Gracias querida, ya lo había "escuchado"...- dije refiriéndome al estruendo de su peculiar vehíc*** muggle, que yo misma me había encargado de facilitarle.

 

Sin mas palabras me calce las botas y salí de prisa a recibir a Fokker, su presencia me hacia muy feliz, sabia que aquella visita era de agradecer conociendo su vida loca y dispersa. Bajé casi corriendo las escaleras y atravesé el salón hasta la puerta la cual abrí de par en par para encontrarle ahí frente a mis ojos, tan encantador como siempre con su clasica sonrisa traviesa.

 

- Bienvenido a casa cariño...- dije mientras abría los brazos para atraparle en un cariñoso abrazo de bienvenida.

Editado 29 de Septiembre del 2012 por Chloe Oldman

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

Aun estaba admirando el imponente castillo, sus murallas, su gran puerta. Al pelinegro le gustaban las construcciones monumentales. Ya queria ver el interior, conociendo a su madre, sabia que estaria bellamente decorado. Las puertas del castillo se abrieron tan de pronto, que Fokker pudo a duras penas distinguir una figura femenina. Pero supo enseguida de quien se trataba.

 

-Gracias- llegó a exclamar, mientras se abrazaba a su mamá y le daba un beso en la mejilla, la extrañaba tanto que ese abrazo no bastaba para demostrar los sentimientos hacia ella.

 

-¿Como has estado?- preguntó una vez que separaron, con una sonrisa de felicidad. Y camino junto a Ella rumbo a la entrada, esperando que su visita no haya sido algo intempestiva.

 

-Te extrañe madre- agregó cuando cruzaban la puerta y Fokker pudo observar en parte el vestibulo tan magnifico.

 

Pero mas le gustaba ver a su madre feliz y toda radiante de felicidad. Eso era lo mas importante para Él.