☀ ｡.:* Castillo Lestrange *.:｡☀ (MM B: 97133)

[Gaby Weasley]

Llego a las afueras de la mansión Lestrange Lupin, caminando. Para mi sorpresa me encuentro con mi tío fokker, el cual me había pedido que lo acompańara a una especie de "reunión" aparte, para conocer a mi abuela, cuyo nombre era Sol. Miro a mi tío algo nerviosa sin esperar a que me responda la mirada y comienzo a caminar por el amplio jardín del lugar sin perderme cada detalle de este, los arboles, flores, gnomos correteando por aHi, era muy gracioso y no pude evitar soltar una risita cuando un gnomo tropieza con un árbol.

 

La primera palabra que se mi vino años cabeza fue "karma" cuando me pasa lo mismo, pero con el portón de la mansión. Inmediatamente pongo mi mano sobre mi adolorida nariz asegurándome de que siguiera ahí. Si lo estaba. Toque fuertemente la puerta como signo de venganza por el golpe (? Hasta que viniera un elfo temblante a abrirme y a preguntarme que quería. Le explique que era nieta de Sol, y así me deja pasar. Raoidamente le doy una mirada de furia a la puerta y sigo caminando hacia adentro del lugar.

[Only Marauder]

* buho mensajero.

 

Pasó zumbando como una bala cerca de los tejados, era un ave de plumaje pardo, un ejemplar que parecía de las que se usaban en instituciones de renombre y desde luego, solo por personas que trabajasen en ella; también podría tratarse de la mascota, bastante bien cuidada por cierto, de cualquier mago o bruja, quien seguramente habría enviado al ave a un encargo.

 

El buho trazó un círculo al llegar al jardín delantero del castillo más cercano, el de los apellidos lestrange Luppin. Al acercarse ala entrada, bajó en picada hasta atravezar una ventana abierta de la planta baja, dejando caer un paquete, lo que parecía ser una caja de chocolates envuelta en papel dorado y crema. El ave encontró la salida por otra ventana, y regresó por donde había lelgado.

[Sol Lestrange Black]

Sol Lestrange Black

 

Sonreí después de aquel cálido abrazo, disfrutaba mucho de la presencia de la familia en casa y mas aun después de tanto tiempo lejos.

 

- Muchos mejor ahora que te veo cariño, me alegra tenerte de vuelta ingrato, sabes que esta es tu casa y puedes venir cuando quieras- le recordé guiñándole un ojo.- Me tenias en el olvido, pero haz levantado tus votos enormemente con esta visita- tome su mano y subimos las escalinatas hasta que una nueva presencia me sorprendió.

 

No conocía a aquella joven bruja, pero su sonrisa me parecía familiar, y mas aun cuando saludo a Fokker con confianza.

 

- Hola linda- le dije volviendo mis pasos para recibirle- Bienvenida al Castillo Lestrange, soy Sol, un placer conocerte...- dije abrazándole cariñosamente- Por favor pasen- Justo entonces un búho llego revoloteando y sin detenerse entro por una de las ventanas del salón, ante mi curiosidad.

 

Entramos finalmente ahí en medio del salón una caja envuelta esperaba paciente para ser descubierta, seguramente aquel paquete era obra del búho aquel que tanta prisa tenia.

Editado 29 de Septiembre del 2012 por Chloe Oldman

[Binny Evans]

Dúnedain

 

El repiqueteo de sus pasitos se escuchaba atravesando el sendero para dar a parar justo en la puerta principal del castillo Lestrance. Entre sus manos temblorosas llevaba una caja de tamaño de todo su pecho al que se había aferrado con fuerza pues no quería perder el encargo que le habían confiado en aquel día y que para él, Dúnedain, era todo un honor poder realizar.

 

El aroma que desprendía la caja en forma de corazón con un lazo rojo sujetando el paquete, desprendía un delicioso aroma que hubiese tentado a abrirla pero el elfo nunca cometería tal acto de villanía. Tocó la puerta varias veces hasta que al fin le atendieron y con palabras suaves refirió:

 

— Este presente es para la señora Chloe con cariño de quien la aprecia —Mientras entregaba la caja de chocolates y luego desapareció del lugar.

[Andrómeda Perseus]

Hermes, el Elfo Doméstico de Andrómeda Perseus Rambaldi

 

El Elfo Doméstico tenía claro lo que tenía que hacer, su ama no había dado vueltas al respecto. La verdad era que hacía mucho tiempo que su ama le pedía algo similar, ya que la bruja había perdido todo tipo de cariño o confianza con personas de su alrededor, pero allí estaba Hermes… Acababa de aparecerse en los Jardines del Castillo Lestrange Lupin, con aquello en las manos intentando por todo lo que fuera que no se dañara, el Elfo no se lo perdonaría sino.

 

Con pasos lentos, la criatura de ojos saltones y grandes orejas, se acercó hasta las puertas del Castillo y dejó en el suelo una caja negra que contenía varios bombones de chocolates, y decía en una pequeña tarjetita “Para Chloe, de Andrómeda” También había una pequeña nota atada a la caja…

 

“¡No creas que me he olvidado de ti! Desde que me impartiste Generales, siempre creí que tendría que hacerte un regalo ¡Espero que te gusten, los hice yo!”

 

Hermes, tocó la puerta y antes de que alguien abriera, desapareció para volver con la Perseus.

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

Puso su sonrisa de yo no fui cuando oyó las palabras de su ma, en verdad había sido algo ingrato, pero era algo que no lo hacia a propósito, era parte de su ser no ser muy afectivo o mejor dicho no saber demostrarlo.

 

—Si lo se— respondió suavemente a las palabras de que esta era su casa y podía venir cuando quería —y lo haré mas seguido, tenlo por seguro—

 

Sonrió cuando sintió como tomaba su mano. Inmediatamente regreso a su pasado de niño feliz a lado de su madre, sin preocupaciones, sin temores, solo sonrisas y paz.

 

Pero había olvidado algo o mas bien de alguien. Y solo lo recordó cuando su madre se acerco a la figura de la joven bruja, que los esperaba, pero el reencuentro con su ma, le hicieron olvidar.

 

Saludo calidamente a Gaby, pidiendo disculpas por el pequeño despiste y la presento con su madre.

 

—Es mi sobrina Gabrielle Crowley—

 

Sol la recibió muy alegremente y los invito a pasar, justo cuando una lechuza cruzo la entrada y dejo un paquete, ademas unos elfos llegaron también con mas presentes o eso supuso que serian. Estaba ansioso por saber el contenido de cada paquete, mas a la vez estaba feliz por los amigos que no olvidaban a su madre y le mandaban esas muestras de afecto.

[Samy Lestrange]

A lo largo del camino que bordeaba el lago, en las cercanías del castillo, la joven Lestrange podía disfrutar de aquellos momentos tranquilos de pereza que tanto la alegraban. Por desgracia, aquel no podía calificarse como un momento "pacífico" para la pelirroja, que ese día se encontraba atareada y con su mente puesta en pensamientos que aterrizaban y se iban tan pronto como habían llegado.

 

 

La muchacha caminaba sin siquiera prestar atención a dónde la dirigían sus pasos. El moño con que llevaba sujeto su cabello se había deshecho en algún momento de su profunda conversación consigo misma, dejando que los largos mechones cobrizos enmarcaran su rostro ovalado, moviéndose desordenadamente con la brisa que soplaba de a ratos.

 

 

-Que no, una estatua de hielo tal vez sería demasiado… Demasiado visto. Si de algo nos acusaran, al menos no sería de trilladas. Necesitamos… algo… original-. Remarcó cada palabra con un toquecito de su dedo índice en la barbilla, mientras mordía su labio inferior con indecisión.

 

 

Usualmente las ideas extravagantes para las fiestas venían a ella casi por obra de pura magia, sin necesidad de que hurgara demasiado en su cerebro, pero últimamente andaba bastante corta de nuevo material, quizás necesitaba alguna nueva fuente de inspiración que alimentara sus ideas. De a momentos su atención se dispersaba y comenzaba a tararear alguna pegajosa melodía, siguiendo el ritmo con sus caderas y sus brazos en algún baile inventado, mientras intentaba dar con la idea perfecta.

 

 

-Una calabaza gigante que de lecturas del tarot. O quizás sellar el castillo y llenarlo de agua, para hacer una fiesta submarina. Pero no, mis chocolates y galletas no son a prueba de agua… ¿o sí? Probablemente no. Tiro al blanco con elfos… ¡Aciértele a Sunev y gane! Eso suena mejor.

 

 

Levantando la mirada, se dio cuenta de que sin notarlo se encontraba ya en la entrada al castillo y decidió que buscaría a su madre. Quizás ella pudiera ayudarla con sus planes. O desenredar la maraña de sus ideas con mejor tino.

Editado 30 de Septiembre del 2012 por Samy Lestrange

[Sol Lestrange Black]

Sol Lestrange Black

 

El ambiente estaba en su mejor momento, con Fokker en casa, la aparición de Gaby, aquel simpático elfo que había llegado con un inesperado presente de unas de mis queridas alumnas de la academia, Andromeda y Bínfeyd , chocolates, en definitiva no había mejor remedio para los males del alma.

 

- Dan las gracias a sus amas y digan a ambas por favor que espero una pronta visita....- dije acariciando la cabeza de los elfo agradecida por su gentileza, al traer aquel obsequio.- Gracias por venir...- añadí al par de pequeños antes que ambos desaparecieran con el clásico "plop".

 

Adoraba las visitas y mas aun si se trataba de personas importantes y tan queridas, esperaba que eso se convirtiera en una constante y no volver a quedarme sola en casa por mucho tiempo, el alboroto siempre habia sido parte de aquellas paredes, a pesar de nunca ser una gran mayoría.

 

- Vamos a sentarnos...- dije al par de jóvenes que me acompañaban mientras nos dirigiamos al salon, tomando cada uno un sillon.- ¿Quieren tomar algo?

Editado 1 de Octubre del 2012 por Chloe Oldman

[Patrick Colt]

- Le dije que la iba a encontrar - susurró cuando su hechizo de rastreo actuó como un encantamiento de confusión en su mirada, haciéndola que de pronto se tornara borrosa. Tomó sobre su cama su varita de Alerce y se puso en pie custodiado por sus dos elfos. A continuación, desapareció.

 

Las calles de Ottery le dieron una bienvenida extraña frente a un Castillo, de diferente fachada que las demás. Se atrevió a obligar a su varita a realizarse contra la empotrada verja, la cual se apartó abruptamente cayendo sobre el césped sin remedio.

 

Atravesó la entrada y palpó los jardines con sus pies descalzos haciendo que la grava susurrada su llegada al pasar, mientras que la fresca brisa hacía que su túnica azabache aclarara el vuelo de su capa.

 

La puerta de entrada al castillo se dobló de forma inconsistente, un sonido de estridencia invadió el pasillo de entrada y sus goznes cedieron para dejarle entrar al salón, donde cercano a un sillón dio con la presencia de Sol, la auror que deseaba aniquilar.

 

- ¿Ves? Ottery St. Catchpole es un pañuelo. - dijo regodeándose con malicia y mostrando a Sol, a ocho metros de él, su varita grisácea.

[Spectum Crouchs]

La aparición del ojilila era de esperarse cuando su antebrazo ardía por el llamado mortífago... Esta vez era una mansión en donde no venía desde su primera vez al llegar a Ottery La mansión Lestrange lupin.

 

Entre a los terrenos de la mansión a toda velocidad y me puse a 8 metros de todo aquel que estuviera alli, listo para atrapar a quien debia. - Buenas Dije con mi voz desfigurada por la máscara