Jump to content

Librería "La Hermana Quisquillosa" (MM B: 98425)


Xell Vladimir Potter Black
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Aquella visita a la librería estaba resultando bastante buena. Definitivamente, la joven pelivioleta sabía mucho de literatura. -Nos gustan todos -Comentaron las niñas al unísono al escuchar los demás títulos. No me esperaba esta decisión.

 

-Vaya... Pensé que no les iban a interesar los otros tres libros -Comenté, sonriendo.

 

-Seremos un par de soñadoras, pero no nos deja de interesar lo demás. Queremos saber todo -Respondió Marianna.

 

-Aunque claro, Fernando nos sorprendió muchísimo. Sin embargo, no está de más tener otras opciones para leer -Añadió Maggie.

 

-Es una postura que me llama mucho la atención -Dijo Danna con voz serena.

 

-Estoy completamente de acuerdo - Opiné, disponiéndome a seguir paseando por aquella sección. No obstante, al dar el primer paso, sentí que me iba a caer. Afortunadamente pude sostenerme del bastón, pero algo me decía que no iba a aguantar estar de pie por más tiempo.

 

-¡Luz del Carmen! ¡Por favor, una silla! -Pidió la enfermera, acercándose a mi rápidamente y poniendo una mano sobre mi cintura.

 

-¡Mami! ¿Qué tienes? -Preguntó Mariannita, llorando asustada.

 

-Nada nena, estoy bien... Solo tengo algo de cansancio, pero ya se me está pasando -Mentí para no preocupar a nadie. Realmente, sentía que las fuerzas me abandonaban poco a poco. ¿Pero por qué me ocurría esto precisamente ahora? Ni idea.

 

-Mami, basta con verte a los ojos para darme cuenta de que no estás bien -Contestó Margaret con voz seria.

 

-Niñas, tranquilas. Ahora mismo reviso a mamá para salir de dudas -Sentenció Dannita tras ayudarme a tomar asiento, pues ya habían traído aquella silla.

 

-No se preocupen, estoy bien -Murmuré. Mis bebés se inquietaron bastante, así que puse la mano derecha sobre mi vientre y la mano izquierda en mi colgante.

 

-Será mejor que no hagas ruido ni te muevas, voy a revisar tus signos vitales -Indicó mi amiga, moviendo mi mano izquierda junto con el colgante y poniendo su varita en mi pecho. Posteriormente, revisó mi vientre y me puso unas gotas en los ojos.

 

-¿Qué sucede, Danna? -Pregunté, apretando mi colgante. Al hablar, noté que mi voz sonaba un poco más baja de lo normal.

 

-Todo está bien, no entiendo por qué tu repentino cansancio -Informó mi compañera, asombrada.

 

-Esto no puede ser. Tengo miedo por mis peques -Acerqué el colgante a mi pecho. Al hacerlo, éste emitió una vibración reconfortante.

 

-Ten calma, mi niña. Me encargaré de que todo esté bien con ustedes -Respondió Danna con seguridad y me dio un abrazo. Intenté contener el llanto, pero fue imposible.

Editado por Luz del Carmen Gryffindor

~ LCG ~
http://i681.photobucket.com/albums/vv177/elvis_peverell/luz.png
~ La Bruja Musical ~

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No es que me hubiera molestado que hubiera insinuado a Jank que fuera mi novio, sino que claramente había dicho que John no le gustaba. Eso me dolía, sobre todo porque me sentía fatal por la desaparición de mi novio. Llevaba meses sin hablar con él. Y me sentía sola y sin poder comentarlo a nadie. Sabía que si en casa decía algo, mami y Sagis iban a saltar de alegría.

 

Por eso, me llevé lejos a Jank y a Heliké, para que no me oyera.

 

- No te rías, Heliké, ha sido bochornoso.

 

Aún me duraba el sonrojo, esperaba que para Jank no hubiera sido lo mismo. Cuando cerramos la puerta, escuché que mi prima hablaba sobre su posición de jefa de denuncias. Negué con la cabeza.

 

- Prima, lo siento, pero estoy segura que estoy ha ido por encima de ti. Si alguien ha mandado poner esas fotos en el diario, por orden de Aurores, es que la Directora ha actuado sin contar contigo. Yo de ti, lo hablaría con ella.

 

Me alegraba que, a pesar de haber abandonado el bando, seguía pensando en nosotros y nos apoyara.

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Quedé muy sorprendida por las niñas. ¡Eran tan diferentes a mi hijo Ithilion! Bien era que tenían más edad, pero... Mi hijo era mucho más movido, drásticamente hiperactivo y muy poco maduro. Las hijas de Luz eran unas señoritas; me daba envidia lo bien educadas que estaban.

 

-- A mí también me ha sorprendido -- repliqué al comentario de Danna sobre que les había sorprendido. -- Bueno, pues os puedo hacer un precio especial si compráis varios ejemplares.

 

No lo pude evitar, aquí salió mi vena comercial. Pero desapareció en cuanto la enfermera pidió una silla. Reaccioné deprisa, acercando la que tenía tras el mostrador con un Accio. La puse detrás de Luz.

 

-- ¿Qué pasa?

 

Todos parecían preocupados pero ella parecía querer quitarle clavo a lo sucedido, aunque yo notaba que no, que no estaba bien por mucho que dijera lo contrario.

 

Sin embargo, no lo expresé en voz alta, sólo lancé una mirada inquisitiva a la enfermera, quien ya estaba auscultándola. Fruncí el ceño. Aquello era el embarazo. Vamos, que yo había tenido varios y los dos muy diferentes. Pero se veía claramente que Luz estaba desmejorando. Sus ojeras eran mayores, más marcadas desde la última vez que la vi. No me atreví a decirlo en voz alta, pero...

 

-- ¿Te cansas a menudo? Eso es que los bebés están... bien.

 

¿Bien? Seguro, eso no lo iba a dudar, pero a costa de la salud de mi amiga. Vaya, ya me las daba de sanadora especializada delante de una enfermera que sabía mucho más que yo. Debería aceptar su veredicto. No tenía ningún conocimiento médico. Pero sí tenía conocimientos del miedo que sientes en la etapa final del embarazo, y ella era mi amiga. Así que reaccioné abrazándola, por detrás, para no molestar en el examen médico que la enfermera seguía haciendo.

 

-- Vamos, Luz, sólo es que los niños ocupan espacio y están creciendo, y comen mucho, así que... ¿ya te alimentas bien? Mira que ahora has de comer por dos; bueno, por tres...

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

(Luz del Carmen).

 

Mientras Danna me revisaba, sentí un abrazo por detrás. Sin duda, era Sagitas. Al final, todas estaban rodeándome. Mariannita puso su cabeza en mi pecho y comenzó a cantar en un susurro. Sin embargo, noté que su voz se quebraba. No pude más que abrazarla y darle un beso en cada mejilla. Esa acción de mi hija había logrado devolverme algo de fuerza, pero todavía me sentía extraña. Margaret efectuó otro canto, acercando su cara a mi vientre. Oh sorpresa, a mis bebés les gustó aquello y lo demostraron con leves movimientos. Quise ejecutar otro canto, pero las niñas me lo impidieron.

 

-Ah, no. Ahora tú eres la paciente -Dijo Marianna, poniendo una mano sobre mi frente.

 

-Mantente relajada, no queremos que te canses -Añadió Maggie, acariciando mi vientre con suavidad.

 

-Debo hacerlo -Repliqué como pude.

 

-Será mejor que hagas caso -Opinó la enfermera.

 

-No, solo sentí un poco de cansancio en los primeros días de embarazo, hasta que me enteré de lo que estaba pasando -Murmuré, al tiempo que abrazaba nuevamente a Mariannita. -Hasta hace menos de un mes, todo estaba bien. Cuando llegué del estadio y terminé de atender a las chicas, me sentí rara. El tema se resolvió al beber una infusión que me recetó Bodrik -Añadí en un susurro, mientras mi colgante emitía otra vibración y sentía que algo (O alguien) me revolvía el cabello.

 

(Danna - Enfermera).

 

Me separé un momento de Luz para buscar algo en mi maletín y de pronto, recordé un sueño que había tenido hace días. En él, Laura me informaba mediante una nota que vendría un reto más difícil y debíamos enfrentarlo con cuidado o... las consecuencias serían fatales. Tras pensar en esta última frase, comencé a respirar agitadamente y sentí que mi corazón se aceleraba. Genial, ahora yo también necesitaba sentarme. Por lo general, esto me pasaba cuando tenía un mal presentimiento. Sin poder evitarlo, me quejé levemente. Intenté hacer como si nada hubiera ocurrido, pero Maggie ya tenía los ojos puestos en mi. Le hice una seña para que se acercara.

 

-Niña, ni se te ocurra decir nada de esto. Ahora lo importante es tu mamá -Susurré lo más que pude para que solo la niña me escuchara.

 

-Solo lo hago por esta vez. La próxima... -Respondió Margaret en voz baja.

 

-¿Qué pasa? -Preguntó Marianna en los brazos de su mamá.

 

-No tengo idea -Contestó Luz en un susurro.

 

Por fortuna, mi respiración y pulso volvieron a la normalidad. Sin perder más tiempo, me acerqué a mi amiga para examinarla nuevamente. -Siempre come bien y sigue las indicaciones de la sanadora que la atiende -Informé al escuchar el comentario de Sagitas. Segundos más tarde, vi cómo un papel entraba volando e iba directamente a la cabeza de la joven pelivioleta. -Señorita Sagitas, debemos hablar... a solas -Murmuré en voz baja. Esperaba que ella me hubiese oído únicamente.

Editado por Luz del Carmen Gryffindor

~ LCG ~
http://i681.photobucket.com/albums/vv177/elvis_peverell/luz.png
~ La Bruja Musical ~

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Una de las hijas de Luz se puse a cantar y, de repente, recordé lo sucedido en el Estadio. Sonreí, aquello sí que era magia de la buena.

 

-- Hazle caso a tus hijas; aunque sean pequeñas, parecen saber lo que se hacen.

 

Pero quedé algo inquieta al oír lo de la infusión de Bodrik. Ella era una gran sanadora, por lo que sabría mejor que nadie lo que necesitaba mi amiga. Pero... ¿por qué? ¿Qué le pasaba a Luz para necesitar una poción? ¿Los niños presentarían algún problema?

 

-- ¿Y tienes que tomar a menudo esa poción? -- inquirí. Si sólo había sido una vez, tal vez hubiera sido un descontrol del azúcar, o una bajada de glóbulos rojos, o una sencilla acidez de estómago.

 

Suspiré y miré extrañada a la enfermera. Había soltado un gemido, estoy segura, sólo que lo estaba disimulando. Me sorprendió pidiéndome un lugar privado donde hablar. Miré a Luz, menos mal que ella no notó la extrañeza de mi mirada. Fue cuando noté que una nota flotaba sobre mi cabeza. ¿Es que Xell no podía dejar de hacerme bromas? Ahora estaba con clientes, no podía hacer eso... ¡Ah, no! La letra no era de mi sobrina. Tomé la nota que flotaba y pensé...

 

-- Niñas, explicarle a vuestra madre todos los títulos de las colecciones rojas y azules, para que ella os ayude a escoger los libros más adecuados. Hay unos cuantos de Fernando -- susurré y le hice un guiño a Margaret. -- Señorita Danna, si pudiera... Necesitaré ayuda para tomar un libro de partos que quiero que Luz contemple. Es en tridimensional y seguro que le gusta. ¿Me acompaña, por favor?

 

La alejé de ella y la llevé a la derecha de la entrada, hacia la biblioteca. Estaba insonorizada para que los visitantes pudieran leer sin el ajetreo de la tienda. Cerré la puerta tras de mí, tras dejarla pasar por delante.

 

-- Aquí podemos hablar a sola. ¿Qué pasa? Me ha preocupado ahí fuera -- le dije, cuando estaba segura que nadie nos oía.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En cuánto llegamos al despacho de mi prima del negocio yo tomé asiento sin esperar a que ella dijese nada. Suponía que no le importase. Antes de entrar en el despacho no pude evitar sonreír picaronamente:

 

-Vamos Xell, sabes que es una broma. Lo acabarán aceptando ya lo verás –le dije guiñándole un ojo.

 

Mientras tanto seguíamos hablando del tema. La escuché atentamente. Tenía razón en lo que decía, habían actuado sin mi permiso expreso. Incluso aunque fuese la directora yo era la jefa del departamento de denuncias y debía de comunicármelo:

 

-La verdad, es todo bastante sospechoso que actuase sin siquiera consultar con los restantes jefes de los departamentos. Porque tendría que preguntar por lo menos, tienes razón sí, hablaré con ella, aunque dudo que eso sirva de algo, soy una simple subordinada a sus órdenes, pero eso cambiará pronto –una sonrisa malévola apareció en mi rostro como así un destello particular en mis ojos. Estaba segura de que cambiarían las cosas muy pronto.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

(Luz del Carmen).

 

-La infusión tiene muchas propiedades. Ahora mismo no recuerdo sus ingredientes, pero es algo que Bodrik me recetó desde que supe que estaba embarazada -Expliqué a Sagitas con voz débil. Al darme cuenta, me alarmé.

 

-Tranquila, mami -Dijo Marianna en un susurro.

 

-Estoy bien -Abracé a mi hija con las fuerzas que me quedaban y recordé un sueño que había tenido hace tiempo, donde mamá Laura me avisaba que debía pasar por un reto más difícil. Mi colgante emitió una fuerte vibración y cerré los ojos por un momento.

 

-Nosotras cuidamos a mami -Contestó Maggie al comentario de la pelivioleta.

 

-Ahora vuelvo, espero no tardar mucho. Si pasa algo raro, solo griten, niñas -Indicó Danna, acercándose a mi y dándome un beso en la mejilla. Poco después, ella y Sagitas se habían retirado.

 

(Danna - Enfermera).

 

Al despedirme de Luz, examiné su rostro y noté que perdía las fuerzas lentamente. Además, la nube blanca de sus ojos cerrados estaba desapareciendo. eso significaba peligro. Dejé escapar un suspiro y seguí a Sagitas hasta una biblioteca. El pretexto que dio para hablar conmigo a solas, era perfecto. Cuando la joven pelivioleta cerró la puerta, busqué una silla para sentarme. Antes de responder a su pregunta, hice una seña para que tomara asiento y decidí pensar muy bien en lo que le diría. De pronto, vino a mi mente un recuerdo del día del partido de quidditch, cuando ya habíamos atendido a las jugadoras y estábamos en la oficina de Luz. La chica me dio unas claras instrucciones: Contarle la historia de los retos a Sagitas, si ocurriera una emergencia.

 

-Primero, me gustaría que leyera la nota que tiene ahí -Indiqué. -Es importante que lo haga, ya que muchas preguntas podrían estar resueltas -Aclaré. Cuando la carta estuvo abierta, una dulce voz se dejó escuchar.

 

Estimada Sagitas:

 

Seguramente preguntarás cómo sé tu nombre. Eso es algo que te contaré cuando haya oportunidad. Ahora me dirijo a ti por algo muy serio: Luz está pasando por un momento difícil y necesita mucha fuerza para superarlo. Cuando decidimos premiarla por sus logros, tuvo qué superar retos importantes para descubrir su regalo. Ahora que ya lo sabe, nos hemos percatado de algo que podría ser fatal, sobre todo para ella. Llevamos casi ocho meses intentando averiguar quién está detrás de todo esto para poder ayudarla, pero nos cuesta mucho trabajo.

 

Hace tiempo, Luz tuvo contacto con una niña semi-vampiro. Gracias a eso, sus bebés son fuertes para superar este reto y descubrimos que se debe seguir un proceso para que el embarazo llegue a buen término, pero ella está perdiendo las fuerzas a medida que pasan los días. La única solución que tenemos hasta ahora, es que vuelva a tener contacto con alguien más que sea semi-vampiro. Ya sabemos quién puede ayudar, solo debemos enviar una nota. Mientras tanto, debo pedir un favor: Eviten a toda costa que nuestra niña se quede dormida. Eso complicaría las cosas. No sé, pueden hacerla reír, hablarle... Lo importante es que siga despierta, aunque no tenga la fuerza suficiente. ¿Cuento con ustedes? Si hay noticias, las haré llegar rápidamente.

 

Saludos: Laura Fabela.

 

Tras las últimas palabras, sentimos una leve corriente de aire y el papel desapareció. Esperé a que la joven asimilara lo que acababa de pasar y la miré a los ojos. -Bueno, esto lo ha dicho todo. Solo puedo agregar una cosa: Puede ser que al volver con Luz, ella dirija alguna mirada. Cuando hay peligro, tiene la capacidad de ver temporalmente -Comenté.

~ LCG ~
http://i681.photobucket.com/albums/vv177/elvis_peverell/luz.png
~ La Bruja Musical ~

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Creo que ya va siendo hora de renovar la librería del salón -exclamé para mi mismo.

 

Tenía completamente mi estantería repleta de libros pero me había leído ya todos y ya hacía bastante tiempo que no tenía uno entre mis manos. Al cabo de pensar un rato donde adquirir una buena cantidad de libros, me puse un abrigo y me adentré en el Callejón Diagon.

 

Ya sabía a donde me dirigía, a la Librería ''La Hermana Quisquillosa''. Estaba completamente seguro de que allí tenían hasta los libros recien publicados. Caminé un poco y por fin pude visualizar la bonita por fuera y exquisita por dentro librería.

 

Abrí la puerta y dije con la voz alzada.

 

-- ¡Buenos días! Quiero adquirir libros, ¡¡muchos libros!!.

http://i.imgur.com/MCxPNpU.png


http://i.imgur.com/G91FFWl.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Se sentían voces en el exterior, incluso me pareció sentir un cántico. Por un momento, me sentí reconfortada, pero volver a pensar en lo sucedido me volvió a poner triste. Menos mal que Heliké seguía hablando de su departamento y eso me hizo dejar de lado mi tema personal.

 

- Pues sí, háblalo con ella. Oh, ¿qué quieres decir con que cambiará pronto? ¿Es que vas a matar a tu directora? - le dije, con una risa. Pero ella soltó una sonrisa malévola que me hizo pensar mal. Mi prima era capaz de hacer cosas raras.

 

Le iba a preguntar a qué se refería cuando sentí una voz conocida en la tienda. ¡Por los dioses! ¿Era él? ¿Seguro que era él? Abrí la puerta de mi despacho y me asomé.

 

- ¡¡Picachu!! ¡Bienvenido! Anda, ven... ¿Por qué gritas tanto? ¿Perdiste los libros de tu casa? - y volví a reírme de ello. Esperaba que no fuera cierto.

 

Avancé hacia él y le di un abrazo. Me di cuenta que allá estaban las clientas de mi tía y le agarré de la mano para llevarlo a la otra sala.

 

- Dime lo que necesitas y seguro que te puedo ayudar.

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

--Xell, ¡eres tú! Qué alegría de verte. Sigues tan... ¿Guapa? Uy, en realidad era eso lo que pensaba, pero no se lo podía decir de manera brusca porque sabiendo que era ella un poco tímida igual le daba un ataque de rojez brutal, así que opte por decir. -Tan... atenta con tus clientes. Sí, muy atenta. Ejem...

 

Ahora el que me había puesto rojo era yo. Tenía que centrarme, que no dijera que estaba haciendo tonterías. -Bien, quiero un libro de Eglantine Puffett la mujer que inventó el Paño de cocina con auto enjabonamiento. Ya que no sé mucho de ella y quiero saber si dicho objeto sigue en el mercado... ¡Todo sea por amenizar las tareas del hogar! Y mira, si encuentro uno puedo venir a limpiarte un poco el local. ¡Qué no digo que este sucio! Ni mucho menos, está limpísimo, pero ays... -suspiré y miré hacia abajo. Ya estaba divagando.

 

Encima de estar quedan mal ya delante de Xell, no se me ocurrió semejante mejor cosa que dar vueltas por la sala haciendo la croqueta y esconderme detrás de una mesa hasta que se me pasara el enrojecimiento. Entonces para fingir le dije.

 

-- ¡Ups... se me había caido una moneda! Y ha venido rodando hasta aquí...

Editado por Pikachu

http://i.imgur.com/MCxPNpU.png


http://i.imgur.com/G91FFWl.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.