Librería "La Hermana Quisquillosa" (MM B: 98425)

[Helike R V PB]

No pude más que evitar sonreír ante la ocurrencia de Xell. Aunque era buena idea, eso de matarla era bastante tentadora, pero no. Tendría que hacer las cosas por la vía legal y con mucha paciencia, pero bueno, ahí estábamos y teniendo mucha paciencia. Por lo menos haber si así se podrían sacar las cosas con más premura, y de dejar sacar en el periódico del profeta a gente que sin pruebas y sin mi consentimiento. Se pasaba por alto muchos pasos y ya era hora de enfrentarla:

 

-Xell –solté una risotada –ganas de matarla no me faltan, no te lo discuto, pero mejor actuar por la vía legal, y si puedo desenmascararla mejor todavía, y sí así puedo ayudar a la Orden aunque no esté en ella, pues estaré más que contenta –le sonreí.

 

Pero enseguida fuimos interrumpidas por un joven y le dejé que se marchase a atender al cliente, mientras estaba en el despacho y observando el pequeño habitácu.lo, estaba todo ordenado, si fuese mío estaría hecho una pena. Pero mientras cavilaba y pensaba en todo lo que habíamos dicho en ese momento. Mientras Xell no viniese puse los pies encima de la mesa, esperaba que no me pillase en medio de la faena.

 

off:

 

lo sé, asco de rol para el próximo más y mejor ^-^

[Xell Vladimir Potter Black]

Esperaba la respuesta de Atria pero... No lo pude evitar. Una sonrisa creció en mi rostro al recordar su escusa, burda escusa, sobre mi hipo. ¡Yo no tenía hipo y él mentía muy mal! Modifiqué mi actitud, no quería que ella pensara que me reía de algo que hubiera dicho. Era una extranjera y, a veces, la forma de interpretar un gesto, un movimiento era diferente según las sociedades.

 

- ¿Dos ejemplares de los libros de consulta de texto? - me pareció raro, claro, pero después especificó que eran para regalo. Le sonreí, estaba vez para ella. - Por supuesto, ahora mismo los busco y le envolveré un grupo para regalo.

 

Ella siguió mi consejo y se fue a mirar por los estantes los libros más idóneos para sus necesidades. Yo di media vuelta, necesitaba encontrar todos los manuales de la Academia y la lista la tenía en el mostrador principal.

 

- Enseguida regreso - le dije, aunque ella estaba tan ocupada echando un vistazo a los libros, que no sé si llegó a oír mis palabras. - Otra amante de los libros - pensé, satisfecha.

 

Recogí la lista y tomé dos ejemplares de cada. Empecé a canturrear sin darme cuenta. Puse los libros en dos grupos encima de una mesa y di una patada a algo. Arrugué el ceño. Me agaché a ver lo que era.

 

- ¡Pikachu! ¿Qué hacer en el suelo? Si quieres leer, la biblioteca tiene asientos más cómodos que el suelo.

 

¿Qué libro escondía en sus manos que leía a escondidas?

 

 

OFF: Heliké, no te veo donde estoy pero... ¡los pies fuera de la mesa!

[Atria Black]

-Muchas gracias eres muy amable - respondió antes de seguir el consejo de la muchacha y dirigirse hacia los estantes que le habían indicado mientras esperaba que su amable vendedora diera con todos los que ella le habia solicitado , esperaba que Hydra valorara su obsequio y no se lo tomase como un intento de obligarla a estudiar o como una ofensa a su intelecto.

 

Escuchó las palabras de la joven aunque no alcanzo a reaccionar a tiempo pues cuando giró´esta ya se habia ido dejándola en la grata compañía de los libros , el olor lograba rebajarla y las letras de ese tomo en particular la habían atrapado haciendo que releyera algunas lineas con la intensión de retener en su memoria frases que le resultaban ciertamente interesantes , eso era algo que tenia la filosofía lograba intrigarla y seducirla llevándola a mundos de ideas en los que le gustaba regocijarse.

 

Miró en dirección a la vendedora la cual al parecer ya habia encontrado todos los libros por lo que cogió los tomos que creía necesarios y se encamino hasta ella lista para hacerse poseedora de las bellezas que tenia entre los brazos.

[Xell Vladimir Potter Black]

Era agotador correr de un lado al otro, de Atria a Picachu y viceversa. Si seguía así, me iba a dar un ataque de nervios. Como mi amigo seguía escondido, leyendo un libro que no llegaba a ver y sin querer salir de debajo de la mesa, seguí envolviendo uno de los montones sobre la mesa.

 

Pronto acabé de tenerlos envueltos para regalo y dentro de una bolsa de cartón con el logotipo de la Librería. enseguida vi que llegaba Atria, con sus libros. Había algo en la cara de ella que me hacía sentir bien. Alguien que ama los libros de la forma en que ella los cogía, tenía que ser una persona muy saludable.

 

- ¿Ya has escogido los libros que te llevas? Déjame ver. ¡Ohhh! ¿De verdad quieres estos? Son de magia avanzadísima. Debes de ser muy buena estudiante.

 

Lo parecía, eran títulos de magia avanzadísima.

[Reena Vladimir]

No había podido hablar con Xell desde la fiesta y aun guardaba mi mejor regalo, quería dárselo en persona y mas por disculparme que por que fuera a ser especial. Aunque si esperaba que le gustase.

 

E iba a buscarla donde recordaba que pasaba mas tiempo. En la librería encontraría el momento para entregarle lo que tan precariamente había envuelto con papel marrón. Era horroroso, era el único que tenía en casa para envolver regalos y que no se pegasen por ellos, así en navidades eran todos igual de feos y se limitaban a abrir los que tuvieran su nombre.

 

Puse mi regalo a la espalda y luego entré como si nada en la tienda. Casi lo lamenté, porque tenía clientes, pero tras un escueto "buenos días" y una sonrisa dedicada a mi hija me escurrí entre las estanterías para poder hacer tiempo mientras se desocupaba.

[Atria Black]

Tras un ultimo vistazo a los tomos de las estanterías decidió que era hora de acercarse al mostrador cargando unos cuantos libros con sumo cuidado no quería que se estropeasen después de todo sus hojas eran un regalo valioso para ella.

 

Sonrió al ver que Xell ya tenía dispuestos en una bolsa los libros que ella le había pedido sin duda eran muy hábiles en la atención y muy prolijos con la forma en que entregaban los productos , aquello se valoraba sobre todo cuando se trataba de cosas tan importantes como los manuales para la academia.

 

- Si ya los he escogido , bueno no se si puedo decir que soy buena estudiante pero si que me gusta estudiar mucho - respondió ella mientras le tendía los textos para que los empacara y pudiese sumarlos a los demás para darle el valor total de todo lo que llevaba , no importaba cuantos galeones gastase sabía que su tío jamas la recriminaría por comprar libros aunque en realidad teniendo en cuenta la temática de alguno de ellos era preferible que el hombre se man tuviese alejado del tema.

[Sagitas E. Potter Blue]

(Posterior a Luz)

 

Regresé de (donde fuera).l exterior con cara de pomes agries, algo enfadada por todo lo que había sucedido en el exterior. Así que entré y cerré la puerta. Glups. Di un portazo sin darme cuenta que resonó en todo el local. Una pila de libros tembló y corrí hacia ellos con la varita en la mano. Logré frenar su desequilibrio y después resoplé. Miré a mi alrededor y vi que había gente.

 

-- Perdón. Fue el viento -- me justifiqué.

 

Saludé con la cabeza a mi sobrina Xell y a Atria, que estaban juntas. Me extrañó ver a Pikachu bajo la mesa, casi sobando os pies de mi sobrina, pero supongo que tendría su razón para tener esa cara, no estaba para preguntar nada en ese momento. Subí las escaleras y vi a lo lejos a Reena, como si fuera una niña traviesa, con algo a la espalda. Fruncí el ceño y me fui a la sala superior. Miré a los lados, nadie me veía. Saqué un libro, que reconoció mi mano y abrió un espacio secreto. Volví a mirar, nadie me veía. Me metí dentro y desaparecí de la vista de todos.

 

Tenía cosas secretas que hacer allá dentro.

[Xell Vladimir Potter Black]

La llegada de mi madre me alegró muchísimo. Hacía tiempo que no la veía, siempre estábamos muy ocupadas las dos, esperaba que ahora que dejaba ciertas ocupaciones podría dedicarme de nuevo a la vida familiar que había ido postergando. Tal vez ahora tendría más tiempo para estar con ella y con Akira, mi dulce hermanito.

 

Le saludé, feliz de verla, pero ella se limitó a un escueto "Buenos días". Me sonrió, pero pensé que pasaba algo, pues pareció buscar un lugar donde esconderse más que buscar algo que hacer. Parecía que dejaba pasar el tiempo. ¿Ocurriría algo? No estaba segura, pero lo que fuera no le hacía sufrir, sino que parecía disfrutar con antelación con algo. Y eso me hizo sentir mucha curiosidad.

 

Pero no pude saciarla porque enseguida entró Sagitas. Mi tía, por lo contrario, parecía estar de un humor de perros y dio un golpazo. "De eso nada, no fue el aire; fue tu mano", pensé. Ahora sentí mucha curiosidad por saber lo que le pasaba a mi tía. Le tenía que reñir y pedirle que tuviera mejores modales con clientes dentro de la tienda.

 

Pero estaba Atria, no iba a desprestigiar a la Directora de Accidentes, ahora que ella iba a ser (ya era) aprendiz del departamento. Así que volví la atención a ella justo cuando decía que le gustaba estudiar.

 

- A mí me gusta mucho leer, por eso disfruto tanto con este negocio.

 

Tomé los libros y fui sumando los galeones en un trozo de pergamino. Sumé (dos veces y después lo hice con la pluma mágica, no me fiaba de mis garabatos) y le dije la cantidad que adeudaba.

 

- Al final... ¿quieres hacerte el carnet de la biblioteca?

[Reena Vladimir]

Estando yo entre las estanterías escuché un portazo y al no esperarmelo se me cayó el paquete. Miré en todas las direcciones y me aseguré de que no se había desenvuelto, no quería tenerlo abierto a medias cuando se lo enseñase y estropearle la sorpresa. Lo recogí del suelo y seguí escondiéndome por entre las estanterías.

 

Como me puse a disimular mirando libros, al final posé el regalo en una de las mesitas bajas que había en la zona de lectura y me puse a revolver hasta que me di cuenta de que alguien me observaba y fui a sentarme con un libro cualquiera.

 

Con el paquete sobre las rodillas me puse a hojear una enciclopedia infantil que a medida leía me arrancaba risas y carcajadas. Terminaría por comprarme aquel libro solo por ver la reacción de los niños cuando se lo leyera, seguro que era educativo además de divertido.

 

Miré hacia el mostrador con un poro de disimulo y vi que Xell aun estaba ocupada, por lo que seguí con la enciclopedia de animales que tan buen rato me estaba haciendo pasar.

[Sunar PBT]

Quería un buen libro, uno que no necesitara busca en la Libería de la Academia, viajar hacia allá le era algo problématico cuando quería buscar sobre animales de otros países. Pero la razón era más porque allá siempre lograba encontrar los que tenía la información.

 

Sunar pensó que era ya era hora de crear su propia biblioteca de libros para el trabajo. No cualquiera sería capaz de hacer, gastar dinero para ejemplares que solo serían destinados a las criaturas que la diversión en otro tipo de temas literarios.

 

Se acercó a la que conocía gracias a sus familiares. Que mejor que ellas, que sabría asesorarla. Si no podía, seguro que igual le ayudarían con la forma de conseguir el tema deseado. Entró al establecimiento.

 

Antes de percatarse e la presencia de otras personas, un brillante libro la hizo mirar. No era para el trabajo pero igual le serviría mucho. También debía mejorar en sus pociones, solo hacía las básicas y eso no era permitido para alguien que curso el conocimiento. Pero con todo queahacer, no se esmeraba en practicar.