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Ellie Moody

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Todo lo publicado por Ellie Moody

  1. Ellie Moody

    Videncia

    Rhiannon Kincade Esta vez con más detenimiento, pasea la mirada por el jardín del arcano. Siente que un ligero calor asciende a su rostro cuando entiende la situación. Sajag no está allí con los ayudantes que le ayudan a mantener la fachada de su morada, sino que está en plena enseñanza. Por lo menos no arruinó la situación al no hacer ningún comentario desmedido; sólo debe interiorizar la situación. Tiene que hacerse a la idea no sólo de que el Arcano de Videncia es un mago un tanto particular para tratarse de alguien con un estatus social tan alto, sino que tiene estrategias de enseñanza un poco peculiares. Y tiene que hacerse a la idea de que terminará con las manos llenas de tierra, mientras arranca herbajos y sostiene caracoles. Sabe que no puede darse lugar a sentirse enojada, pues ella es quién buscó a Sajag y porque debe respetar lo que alguien que está por encima de ella dictamine, sin dejar lugar para cuestionamientos. Sin embargo, no puede evitar sentirse asqueada. Rhiannon es de la personas que odia ensuciarse. Ella se esfuerza por lucir de la forma en que verdaderamente es: delicada, elegante, agradable a la vista. La suciedad en su piel, la tierra en sus uñas, es algo que corrompería su imagen; es algo que la haría lucir monstruosa. «Olvídalo. Sólo enfócate en Sajag y aparta los pensamientos de lo que estás haciendo». —La verdad es que sólo tengo nociones básicas de jardinería —dice, con tono de disculpa. Aquello no es una mentira. Parte de su educación en casa consistió en lecciones de jardinería y botánica en el invernadero de la casa familiar, con la limitación de que ella sólo estaba para observar lo que alguien más hacía y tomar apuntes—. Pero me encantaría ser de ayuda, especialmente si considera que es una actividad saludable. Muy a su pesar, pero con una expresión tranquila en el rostro, toma un delantal blanco, unos guantes gruesos y un sombrero de paja para protegerse del sol, e implora internamente no encontrarse con ningún caracol ni lombriz mientras atiende a las begonias de Sajag. —Oh... —ahora sabiendo que la otra bruja presente es una aprendiz de Sajag, no puede evitar sentirse un poco cohibida hablando de su situación. Sin embargo, ya no hay más remedio que seguir adelante. Mientras sus manos se hunden en la tierra, se dice que ya pasó el punto de no retorno. Los pensamientos que se ha esforzado en mantener apartados, parecen avivarse con la pregunta del Arcano. Durante toda su vida, Rhiannon soñó con el final que durante toda su vida escuchó que tendría. El monstruo que habita en su interior devoraría a la doncella, y entonces no quedaría nada de ella. Esos son los sueños normales. Pero hay otros, que comenzaron como pensamientos que la invadían a mitad del día y poco a poco se habían transformado en pesadillas que la hacían despertad a mitad de la noche, bañada en sudor y con un grito atravesado en la garganta. Soñaba con lo que había al otro lado de la oscuridad. Soñaba con vida. Soñaba con más sueños. Habían comenzado durante su adolescencia y quizá fueron ellos los que la incentivaron a huir de casa en busca de la cura. Las consideraba pesadillas porque sólo dolían, porque sabía que no había forma de que pudiese ser su futuro. Hasta que comenzó a soñar con algo que parecía familiar. Con alguien que sabía que conocía, pero no quería averiguar quién era. El problema, como ella lo ve, no es el contenido de los sueños. Es el hecho de que a esas alturas, está preparada para aceptar el final que la maldición promete... Y lo único que se interpone entre ella y la paz, son los sueños que parecen ir más allá del final. —La verdad es que no sé de qué tratan exactamente —dice por lo bajo, mientras esparce el abono en la maceta—. Sólo puedo decir que estoy segura de que no son más que distracciones. No soy una vidente, pero estoy segura de cuál es el destino que me depara, pues es el mismo que el de mi madre, y el de su madre antes de ella, y así sucesivamente... —se da cuenta de que las palabras han comenzado a salir de forma más rápida, sin darle oportunidad a cuidarlas y acomodarlas, así que se enfoca en calmar su respiración para tranquilizarse. Se quita los guantes y toma una tijera, decidida a cortar las hojas y flores mustias de las begonias— Además, tampoco quiero que pierda su tiempo. Se había ensimismado tanto, a pesar de estar hablando, que apenas es consciente de que al grupo se une otra bruja.
  2. Desde la seguridad de las sombras, Madeleine observa con tranquilidad a sus compañeros de bando tocando la puerta de la casa que lleva horas vigilando. El pueblo de Dalkey es una comunidad tranquila, y tras la caída del Estatuto del Secreto Mágico algunos magos y brujas llegaron allí huyendo de las ciudades más pobladas, ganándose la confianza de sus habitantes al usar sus conocimientos y poderes para el bien común. El caso más popular, según sus indagaciones, es el de Aldrich. Sin saber de qué lugar viene es imposible rastrear información, pero lo que se sabe con certeza es que es en el pueblo es una persona querida y respetada. Acepta en su consultorio a cualquier persona que necesite de sus servicios, ya tengan dinero en los bolsillos o no. Al principio probablemente había tensión y desconfianza al ser un pueblo mayormente muggle, pero actualmente parece casi una utopía el hecho de que hasta sea un asistente habitual a las misas de los domingos y se le consulte acerca de las medidas que el pueblo debe tomar como prevención para evitar que la enfermedad —de la cual han habido sólo unos pocos casos en Dalkey— se propague tan catastróficamente como en otras ciudades más pobladas y densas. Madeleine entiende el problema, pero no puede evitar pensar que aquel es un desperdicio de misión. ¿Por qué se necesita una escuadrilla de paladines y oscuros, para hablar con un medimago? Entiende que todos se ofrecieron como voluntarios, pero aún así, ¿no era mejor destinar esos recursos humanos a algo más... urgente? ¿Algo como las noticias de que en las últimas semanas han habido más intentos de ataques mortífagos, que en los últimos dos años? ¿Algo como que todavía hay secuelas de las atrocidades de la Inquisidora? Honestamente, se siente tentada a dejarlos a ellos arreglarse con Aldrich. No puede ser tan difícil. Sin embargo... No puede negar que le da un poco de curiosidad. ¿Qué tiene esa persona de especial, que no tienen los miembros de la Orden que han estado en el caso por meses? ¿Quién demonios es ese sujeto? Y lo más importante, ¿por qué contactar a la Orden del Fénix? Resignada, deja que las sombras que acumuló a su alrededor para ocultarse bajo la sombra del árbol se dispersen. Irónicamente, ahora que está en una misión donde duda que haya algún tipo de acción, está en mejores condiciones que la vez anterior. Su brazo ya ha sanado y ha recobrado sus energías en el Lago Sombrío, tras conectarse una vez más con las Aguas de la Vida. Para sus adentros, Madeleine se dijo a sí misma que fue un baño reparador y todavía a esas alturas sonríe ante su propia broma. Todavía tiene la sonrisa en los labios, cuando se quita la capucha de la capa de viaje para tocar la puerta y no asustar —demasiado— a quien le abra. Extingue la mueca y espera pacientemente, con las manos en los bolsillos de sus holgados vaqueros. —Hace mucho tiempo que no teníamos tantos visitantes —suelta la mujer que le abre la puerta, de edad avanzada y cabello platinado. Madeleine supone que aquella es su forma de saludar e indicar a las personas de adentro que hay alguien más en el grupo, a lo cual responde con un leve asentimiento de la cabeza. Al entrar a través del pequeño vestíbulo y llegar al salón, lo cual le demora tan sólo un par de pasos, observa a quiénes ya sabía que estaban allí. Malfoy y Agnes Lynn, sentados en un mueble. Parecía que estaban hablando entre ellos, pero Madeleine no le da mucha importancia a ello. —Naturalmente —dice una voz, que viene desde la que debe ser la cocina, aunque está separada de la sala por una pared y un arco sin puerta. A través de este arco aparece un hombre de edad media, de baja estatura, contextura delgada y el cabello negro surcado de algunas vetas plateadas; está vestido con pantalones color caqui y una camisa verde de manas largas, debidamente abotonada al frente—. Después de todo, fui yo quién los convocó. En las manos tiene una bandeja con una cafetera y algunas tazas blancas, la cuál deja en la mesa ratona en torno a la cual están sentados los recién llegados —salvo Madeleine—; con un gesto les indica que pueden servirse, aunque no los presiona, quizás comprendiendo que aquello no debe ser algo que hagan a menudo, ya sea la parte de ser invitados a tomar un café o el aceptar bebidas de una persona desconocida. —Ya conocen a Alice, es mi tía abuela —explica el hombre—. Ella me cuidó por muchos años, y ahora yo intento cuidarla a ella. Y en cuanto a mi, supongo que debo presentarme formalmente. Mi nombre es Audevan Aldrich, medimago de Dalkey. Estoy seguro de que tienen muchas preguntas, así que permítanme tomar asiento con ustedes.
  3. Ellie Moody

    Caridad

    El hecho de que desde hace varios meses ciertos miembros Orden del Fénix estén involucrándose en la busca de la cura definitiva para el virus que afecta a la comunidad muggle(*), ya ha dejado de ser información confidencial y es más bien un secreto a voces. Mucho tiempo, esfuerzo y dinero se ha invertido en la causa, y aún así todavía no hay ninguna certeza de que vayan a tener éxito; no sólo se enfrentan a un problema difícil de resolver incluso teniendo magia a su disposición, sino que también deben vérselas con aquellos interesados en que este virus, que hasta los momentos sólo afecta a la comunidad muggle, siga causando estragos. Es por esto que cuando una misteriosa persona hace llegar un mensaje a la Orden, asegurando conocer sus intenciones de encontrar una cura y que puede ser de ayuda, hay poco espacio para cuestionamientos. Es así que en esta ocasión, un selecto grupo de miembros de la Orden del Fénix termina dirigiéndose a Dalkey, un pueblo ubicado al sur de Dublín. Están convocados a reunirse con una persona que se hace llamar Aldrich, en su casa ubicada en una colina apartada del resto del pueblo. Sus investigaciones previas indicaron que no tiene mucho tiempo en el pueblo; sin embargo, parece que es conocido por ser médico y por ayudar a todo el que lo necesite, de modo que en Dalkey le tienen un gran cariño y muchísima confianza. ¿Acaso de verdad será de ayuda o se tratará de otro callejón sin salida? (*) Línea Cronológica de la OdF: Abril, 2021 - Octubre, 2021. ◈ ◈ ◈ Recuerden que este rol tiene un máster o guía, pero el desarrollo de la trama depende de ustedes. Les animo a que integren elementos interesantes, a que exploren situaciones que crean que pueden ayudarles a indagar en el perfil de su personaje. Y, por supuesto, deben leer y respetar los roles de sus compañeros, y entre todos debemos esforzarnos en unificar todos los aportes para que todos estemos en la misma página. IMPORTANTE: La participación, interés, dedicación e iniciativa en esta actividad en rol son fundamentales para la obtención del conocimiento de bando al que estén optando. También es importante que lean el funcionamiento de las misiones para que sus roles vayan de acuerdo a la dinámica que seguiremos. +Ver más sobre los Clanes de la Orden del Fénix +Ver más sobre las Misiones de Clanes Participantes de la misión CONOCIMIENTO DE BANDO I Paladines • Herrería Sagrada Marcellus Allan Oscuros • Control de Energía Interna Arcanus CONOCIMIENTO DE BANDO I Paladines • Intelecto Sagrado Cillian Hauhgton Oscuros • Control de Energía Psíquica Ludwig Malfoy Haughton Scavenger Weatherwax CONOCIMIENTO DE BANDO III Paladines • Magia Sagrada Mica Gryffindor CONOCIMIENTO DE BANDO IV Oscuros • Poder Destructivo Emily Karkarov
  4. Superan la misión: Orden de la Mano de plata Cillian Haughton ~ Herrería sagrada Mica Gryffindor~ Intelecto sagrado Orden de Avalon Rory Despard ~ Magia elemental Orden Oscura Lord Cubias ~ Control de energía interna Scavenger Weatherwax ~ Control de energía interna Ludwig Malfoy Haughton ~ Control de energía interna Por temas de fechas posteamos los resultados de la misión, pero de todas formas dejaremos abierto el topic de rol un par de días más para quiénes quieran dejar algún post. Recuerden que pueden anotarse a la siguiente misión.
  5. La Orden del Fénix informa que Rory Despard ha cumplido con todos los requisitos estipulados y obtenido la Habilidad de Magia Elemental correspondiente a la Habilidad de Bando de la Orden de Avalon otorgándole el rango de Sumo Sacerdote. Mica Gryffindor Líder de la Orden del Fénix Ellie Moody & Ludwig Malfoy Lugartenientes
  6. La Orden del Fénix informa que Ludwig Malfoy Haughton ha cumplido con todos los requisitos estipulados y obtenido el conocimiento de Control de Energía Interna correspondiente al Conocimiento de Bando 1 otorgándole el rango de Espíritu Caminante. Mica Gryffindor Líder de la Orden del Fénix Ellie Moody & Ludwig Malfoy Lugartenientes
  7. La Orden del Fénix informa que Scavenger Wheaterwax ha cumplido con todos los requisitos estipulados y obtenido el conocimiento de Control de Energía Interna correspondiente al Conocimiento de Bando 1 otorgándole el rango de Espíritu Caminante. Mica Gryffindor Líder de la Orden del Fénix Ellie Moody & Ludwig Malfoy Lugartenientes
  8. La Orden del Fénix informa que Lord Cubias ha cumplido con todos los requisitos estipulados y obtenido el conocimiento de Control de Energía Interna correspondiente al Conocimiento de Bando 1 otorgándole el rango de Espíritu Caminante. Mica Gryffindor Líder de la Orden del Fénix Ellie Moody & Ludwig Malfoy Lugartenientes
  9. La Orden del Fénix informa que Mica Gryffindor ha cumplido con todos los requisitos estipulados y obtenido el conocimiento de Intelecto Sagrado correspondiente al Conocimiento de Bando 2 de la Orden de la Mano de Plata otorgándole el rango de Martillo de Platino. Mica Gryffindor Líder de la Orden del Fénix Ellie Moody & Ludwig Malfoy Lugartenientes
  10. La Orden del Fénix informa que Cillian Haughton ha cumplido con todos los requisitos estipulados y obtenido el conocimiento de Herrería Sagrada correspondiente al Conocimiento de Bando 1 de la Orden de la Mano de Plata otorgándole el rango de Martillo de Cobre. Mica Gryffindor Líder de la Orden del Fénix Ellie Moody & Ludwig Malfoy Lugartenientes
  11. Lo cierto es la mitología no es su fuerte académico, así que no puede hacer más que leer el folleto mientras pasa la mirada por la exhibición de dioses romanos. No tiene otra alternativa más que confiar en la información resumida por los momentos; quizás, si se siente curiosa al llegar a casa, pueda revisar si en la biblioteca de las brujas Moody hay algo acerca del tema. De cualquier forma la analogía con respecto a las Reliquias de la Muerte es algo con lo que está más familiarizada. Hasta hace algunos años hablar de aquellos objetos era lo mismo que hablar de una fábula, pero en la actualidad su existencia suele considerarse una realidad. Hace algunos años, leyó en los registros de la Orden del Fénix la bitácora de una misión donde el enemigo era un grupo que intentaba reunir las reliquias: habían rastreado la Varita de Saúco hasta la entonces Ministra de Magia Mackenzie Malfoy, y la Piedra de la Resurrección a su padre. El paradero de la Capa de Invisibilidad era desconocido en aquel entonces. Luego, hace un par de años, ocurrió el incidente del Velo de la Muerte donde comenzaron a surgir réplicas de las reliquias por todos lados, y muchos magos y brujas de la comunidad mágica llegaron a manipularlos, incluso ella misma. De cualquier forma, a simple vista, no está convencida de que alguno de esos objetos de verdad tenga propiedades mágicas. Se pregunta si no son simplemente la forma que tenían los mitos hace tantos años, para explicar la magia de sus poseedores. «Y a decir verdad, dudo mucho que vayan a poner algo tan importante en una simple exposición», razona Ellie. Poco a poco, a medida que más personas han llegado a la exposición, el bullicio general ha incrementado. Comienza a sentir deseos de retirarse, pues los lugares atestados de gente no son de su agrado, especialmente si no está acompañada de alguien conocido para aliviar la ansiedad. En situaciones como esa, el vino le ayuda a tranquilizarse; le da otro sorbo a su copa y se sorprende al ver que ya está vacía, pero por fortuna está cerca de la barra. Si alguien usó sus impuestos para poner una barra abierta, por supuesto que la aprovechará. Le pide por al bartender que rellene su copa, aunque internamente se dice que bajará la velocidad. Se da cuenta de que hay un mago viéndola y, aunque al principio frunce el ceño, levanta la copa a modo de saludo cuando reconoce que es un integrante de la Orden del Fénix. Al pasar la mirada nuevamente por el lugar, se da cuenta de que más personas han llegado. Observa a una bruja de brillante cabello rosado, así como a una de las que eran compañeras de Madeleine en el Cuartel de Aurores, muy concentrada observando un cuadro. Y también hay un pequeño grupo de magos reunidos, que parecen estar tratando algún tema importante; Ellie se aventura a pensar que podrían ser organizadores, aunque supone que es algo que confirmará eventualmente.
  12. Aunque nadie protesta en voz alta, Madeleine está segura de que los demás deben estar cuestionando el rumbo que ha tomado la misión. Ella misma sigue sin estar convencida de haber dicho las palabras adecuadas, de haber interpretado correctamente toda la evidencia presentada. No se suponía que es así como irían las cosas. No es que ella supiera cómo resultaría la misión, pero de todos los escenarios que había imaginado mientras trazaba planes, ni remotamente habría sido capaz de imaginar nada similar. Pero sabe que tiene que ser una niña grande, sacar el pecho y aceptarlo. Agradece la claridad que Rory arroja sobre la situación; aunque Madeleine podría convocar espíritus, la diferencia fundamental entre ella —como nigromante y como oscura— y él —como sacerdote— es que ella los utiliza como su herramienta, mientras que él saca provecho del vínculo y de la empatía que establece con ellos. No sólo han logrado comprender la situación gracias a esta conexión, sino que también los ha llenado de inspiración con las relaciones que ha establecido entre los espíritus y ellos mismos. La relación, es que todavía son diferentes. Una vez más, las palabras de Agnes Lynn resuenan en su cabeza: creo que planea encerrarnos aquí hasta que terminemos igual que ellos. Madeleine entiende que Rory intentó apartar aquel temor asegurando que no hay forma en que esto pudiera suceder, pero lo cierto es que ella siente el miedo dentro de ella, un frío helado abrazando su corazón. Le gustaría, de todo corazón, sentirse horrorizada. Cuando trece personas que deciden morir juntas, no importan los motivos que hayan tenido, se trata de un escenario terrible. Pero en la oscuridad absoluta, incapaz de ver los rostros de los demás, puede entenderlo. Desde que tiene memoria, siempre quiso pertenecer; siempre quiso un vínculo fuerte y eterno. Intentó encontrarlo en su familia, en sus amigos, pero parecía que todos la abandonaban. Y luego, intentó encontrarlo en la Orden. Algo que llenara el vacío. Algo hermoso. Algo eterno. Los mortífagos juran fidelidad. Madeleine ha escuchado su lema: semper fidelis, fidelidad o muerte. Pero en la Orden del Fénix no existen juramentos ni promesas. Y esa fue una idea con la que concilió mucho tiempo después. Porque durante sus primeros años, se alineó de forma que se hizo a la idea que tenía un juramento con su bando; que había un vínculo inquebrantable, por el cual no le importaba dar la vida ni morir por la causa. Ella sabe que las cicatrices que tiene en la piel no son para enorgullecerse; no fueron más que su forma, tan particular y retorcida, de autoflagelarse por una causa mayor que ella para evitar sentir el vacío dentro de ella. ¿Qué diferencia a aquella Madeleine de cualquiera de quiénes tomaron el veneno que les sirvió Erast? Aquel no se suponía que fuese un lazo tan retorcido, fue ella misma quien lo corrompió de tal manera. Y, maldición, está segura segura de que ellos lo saben; si la encerraron allí, es porque saben que encontraron a alguien igual de lamentable que ellos. Quizás... quizás si se rindiera ahora y dejara de fingir, los demás estarían a salvo. Ella también se ha estado alejando, aunque no es que aquello hubiese aplacado demasiado a los espíritus, pues de vez en cuando un temblor violento estremece toda la edificación y termina tropezándose, obligándose a sostenerse contra las paredes heladas. Las palabras de Rory también habían calado profundamente en ella y no había podido evitar verse reflejada en aquel conflicto. Porque no es mejor que ninguno de los involucrados. Ella ha tomado el veneno y quizás también obligó a otros a tomarlo; cada vez que tuvo miedo de que la abandonaran, cada vez que se negó a dejar morir los recuerdos del pasado para dejar que los nuevos entraran. No ha sido sólo una víctima, sino también la responsable de tales ciclos viciosos. Pero... Pero ahora, ¿qué? ¿De verdad es diferente? ¿Y si se disculpó con Catherine sólo para no quedarse sola? ¿Y si sólo accedió a unirse a aquella misión para llenar el vacío? Sabe que tiene que dejar que el frío la guíe, pero en algún momento este se ha convertido en dolor y no cree que esté llegando a ningún lugar. No es un rastro, sino que lo abarca todo y sólo es capaz de perderse en sus culpas pasadas, las cuales se supone que había dejado atrás. «Estoy cansada del frío. Por favor, basta...». Y como respondiendo a su plegaria, las sombras se disipan y el frío mengua. Madeleine entrecierra los ojos, cegados por la visión de una gran llama de fuego, una gran antorcha de varios colores que no puede distinguir. Se cubre los ojos adoloridos, que habían estado acostumbrados a la oscuridad, y escucha las palabras que manifiesta aquel ser. Comprende que es un fantasma y supone que de alguna forma, Rory se las arregló para hacer que pudiera materializarse. Ahora que la luz se ha hecho, puede observar a los demás. No encuentra a todos, pero a quiénes distingue parecen decididos a seguir al fantasma; confía en que el grupo es lo suficientemente vistoso, como para que los demás los vean y se unan a la comitiva. La verdad es que probablemente no tienen otra alternativa. Si de aquella forma pueden localizar rápidamente los objetos que deben ser destruidos para darles el descanso eterno, entonces es mejor aprovechar la oportunidad. Lo que no sabe es si los demás espíritus protestarán, pero espera que con aquella forma tan poderosa los demás dejen de ser una preocupación para el grupo. Mientras suben las escalinatas del vestíbulo, siguen al espectro, se pregunta si a continuación se les será revelada otra historia. Off: Bueno, siendo que queda una semana de misión vamos a esforzarnos por hacer que cada post valga y darle un buen cierre a la historia. Les recuerdo que el desarrollo de la misión debe venir principalmente de quiénes intentan obtener el conocimiento/habilidad, y más allá de usar los poderes y cumplir con los posteos, también deben involucrarse en el desarrollo de la historia. Por favor, lean cautelosamente y aprovechen todos los elementos, e identifiquen qué es lo que se quiere lograr. A por ello!
  13. —¿Quién dice que quiero ser uno de esos canallas? —repone Madeleine, a sabiendas de que Nathan es uno de esos canallas. Quizás en otra época de su vida aquella idea la habría inspirado; después de todo, solía considerar que llegar a ser un Demon Hunter de la Orden del Fénix era un gran logro. Pero cuando llegó ella misma a ser nombrada con aquel título y cuando llegó a dominar parte de la magia más avanza del bando, no había pensado que fuese un logro honorable ni glorioso. Lo aceptó como parte de su deber y se esforzó para estar a la altura de las responsabilidades que se le otorgaron. No está segura de si pudo estar a la altura y tampoco está segura de si alguna vez lo estará, pero de cualquier forma, intenta no atormentarse con esos pensamientos. Sus objetivos en la Orden se resumen en cumplir con las misiones que le son asignadas y en mantenerse fuerte, nada más, nada menos. Aunque se esfuerza en mantener el semblante decidido, lo cierto es que internamente espera que no hayan más obstáculos. Cada paso es más difícil que el anterior y la idea de descansar la tortura. Le gustaría llegar por fin a una cama cálida, tomar sólo un trago de hidromiel para apaciguar sus pensamientos y olvidarse de todo lo sucedido, y finalmente enredarse en las sábanas hasta la tarde del día siguiente. ¿Qué sucedería el día de mañana? Podría preocuparse por las posibles respuestas a esa pregunta luego. Sabe que no es la única que se siente así en aquellos momentos. Todo lo que ha sucedido esa noche los llevará a un nuevo comienzo, pero también es una pesadilla de la cuál querrán olvidar partes. Si lo reflexiona, hay cosas que preferiría olvidar. No quiere recordar cómo le hizo daño a Rory, ni cómo se sacrificó Melrose, ni que Hobbamock se convirtiera nuevamente en un verdugo; no quiere sentir que la comunidad mágica debe estar "agradecida" con alguien como Richard, o que tantas vidas inocentes se perdieron sin más. No quiere pensar en los peligros que corrió esa noche ni en cómo posiblemente le recriminen su irresponsabilidad. Sólo quisiera... —Oh —la voz de Nathan la trae de regreso. Había estado caminando como una sonámbula, sin prestar verdadera atención al lugar al que llegaron. Madeleine alza la mirada, topándose con unas nubes que le recordaban al techo del Gran Salón, pero mucho más sombrías; parecía como si en cualquier momento, una tormenta fuese a caer sobre ellos—. Quizás. Esa mujer es... era bastante macabra —murmura Madeleine, acercándose—. Aunque ni siquiera los mortífagos tenían un lugar tan desolado para sus prisioneros... Observa la herida en la mano de Nathan, aparentemente provocada por el contacto con el cetro de Toloveus. Madeleine siente una punzada de culpabilidad, pero decide no comentar nada, pues no podría soportar que le digan cómo debe sentirse. Un leve consuelo es que parece que no se trata de una herida maldita, sino que simplemente el cetro tiene demasiado poder para ellos. —Espero que tengas un buen lugar en mente, mis gustos son muy refinados —comenta Madeleine, aunque está muy seria, mientras recorre el área en torno al rectángulo de piedra. Tiene una expresión de concentración, mientras evalúa la situación. Se siente extraño volver a aplicar los conocimientos que usaba en el campo como Auror, pero por lo menos parece que no ha perdido el toque. Luego de unos momentos, suspira, desganada—. Está protegido. No se ve a simple vista, pero está bloqueado de alguna forma. Era de esperarse, por supuesto. »Hagamos un último esfuerzo, para ir por ese trago —y le hace un gesto a Nathan para que se aparte. Una punzada de dolor invade su brazo cuando comienza a canalizar su poder destructivo, pero sabe que es el último paso de aquella travesía; y aunque bien podría pedírselo a Nathan, ya ha abusado mucho de su amabilidad. Después de todo, ella lo arrastró a esa misión, pero no para que hiciera todo el trabajo, sino para que la apoyara; para que cuando llegara el momento, ella pudiera colaborar también. Agradece internamente la poción y el abrazo que le dio Catherine, las pociones y las miradas recriminatorias que le dio Ellie, e incluso el hecho de que Will estuviese allí. La pesadilla pasará con el pasar de los días y no les quedará más remedio que seguir viviendo. Y si no es mucho pedir, le gustaría que las cosas fuesen algo más cercano a la normalidad. «Para eso te necesitamos, viejo. Espero que todavía estemos a tiempo». Con el brazo sano, Madeleine golpea el aire, como si estuviese arrojando una bola hacia el rectángulo de piedra. No hay fuego, ni hielo, ni una luz; esta vez, su magia se manifiesta como una onda expansiva que sólo puede sentirse, mas no verse. Siente cómo toda la recámara se estremece y entiende que no fue su idea más inteligente, pero está segura de que es la única forma en que podrían romper los encantamientos defensivos aplicados allí, utilizando el reotak. La piedra no se rompe. Eso está bien, pues es lo que quería; no pretendía sepultar vivo a Toloveus. Al acercarse, puede mover la losa que había estado cubriendo el rectángulo de piedra. Al principio, lo único que puede ver es una fosa negra muy profunda, pero a medida que pasan los segundos es como si de alguna forma, la distancia se encogiera. Como si el abismo se recortara a medida que la maldición se extingue. Y, entonces... Madeleine no puede evitar contener una carcajada, pues aquella es la imagen más absurda que pudieron haber encontrado. Un viejito hecho un ovillo en un pequeño agujero de piedra, asustado, con apariencia enfermiza, pero vivo. —Creo que el señor Clearandbrighty también necesita un trago. @ Nate Weasley @ Mackenzie Malfoy
  14. Ellie Moody

    Videncia

    Rhiannon Kincade Desde la distancia había advertido que frente a la residencia del arcano, parecía estarse llevando a cabo una actividad de jardinería. A decir verdad, no le había prestado mucha atención; simplemente asumió que los ayudantes del Arcano estaban atendiendo su jardín, mientras él estaba en el interior de su morada bebiendo té y orientado a sus pupilos. Pero a medida que el camino se acortaba y las siluetas adquirían facciones y rasgos más definidos, Rhiannon se vio obligada a recalcular. La descripción que tiene de Sajag comienza a encajar, desde la altura, pasando por la barriga pronunciada y llegando hasta su tradicional kurta. No puede evitar sentirse descolocada por la imagen del Arcano arrancando malas hierbas y teniendo las manos curtidas de tierra, pero sabe que tiene que mantener la compostura. Al escuchar su nombre en la boca del arcano, se las arregla para sonreír con cortesía y hacer una reverencia humilde aunque no exagerada, la medida perfecta. Quizás por el hecho de que está acostumbrada a que las personas que se dirigen a ella la conozcan de antemano, no se sorprende por el hecho de que el instructor ya tenga su nombre en la boca. Esta cuestionamiento llega unos segundos después, aunque ¿no tiene sentido aquello? Después de todo, es el Arcano de la Videncia y es un reconocido clarividente a nivel mundial; reflexiona que el hecho de sorprenderse, podría incluso considerarse un insulto. —Entonces debo disculparme por tomarlo desprevenido, Arcano —dice Rhiannon—. No es mi intención distraerlo de sus tareas domésticas. Por supuesto, también había visto de antemano a la mujer que parecía estarlo ayudando con la jardinería, pero no tiene motivo para pensar que es algo más que una especie de ayudante. Luego de pasar la mirada por las hierbas arrancadas y los caracoles, posa la mirada sobre el arcano y relaja la sonrisa para responder a su cuestionamiento. Sabe que aquella pregunta es típica de profesores e instructores, aunque el hecho de que el arcano de verdad parezca intrigado la desconcierta. Esa reacción no le gusta y no puede evitar que el miedo trepe por su pecho, pero se obliga a mantener la calma y convencerse de que sólo es una pregunta de cortesía. —Según las indagaciones que realicé, cuando las personas tienen inconvenientes con visiones o sueños que los inquietan, acuden a usted. Pero no se preocupe, no pretendo darle mucho trabajo. Sólo me gustaría pedirle algunos consejos para prevenir estos episodios. Por las molestias, espero que acepte este matcha —añade, extendiendo ambas manos y exponiendo la pequeña caja de madera—; no he oído más que cosas buenas acerca de este té.
  15. Antes de que su mente terminara de atar cabos, su cuerpo había reaccionado por puro instinto. Clavó los pies firmemente en el suelo, deteniendo su marcha tras Weasley y se llevó una mano al pecho, esperando que la punzada fría la atravesara dolorosamente. Incluso teniendo experiencia y conocimientos de DCAO, enfrentarse a un dementor es una actividad que drena una cantidad de energía que en esa situación no es abundante para ninguno de los dos. A pesar de que de cierta forma Nathan ha asumido el papel del jugador fuerte, Madeleine sabe que aquello sólo porque él está menos peor que ella. Aún sabiendo eso permanece atrás. En primer lugar, confía en que él será capaz de seguir actuando como la situación lo necesita; en segundo, reconoce que tiene miedo de qué tan profundo pueda calar en ella la influencia de los dementores y prefiere no averiguarlo. El grito con el que Nathan conjura su patronus corpóreo confirma sus sospechas, pero se limita a fruncir los labios para evitar que cualquier palabra se le escape. Después de todo, ambos son soldados y no esperan felicitaciones por hacer lo que deben hacer. Si es cierto que tienen más similitudes de las que aparentan, entonces al igual que ella, él preferiría no oír ningún comentario al respecto. —Parece que Laura Nielsen tuvo suficiente tiempo para hacer una investigación acerca de defensas carcelarias —comenta Madeleine por lo bajo, mientras observa la figura plateada despejar el camino. Sin embargo, por la expresión de Nathan, todavía queda mucho que hacer. Aún así, ambos avanzan sin rechistar. A pesar de que en el pasado se ha enfrentado a Acromántulas, al principio no reconoce aquel sonido que perturba a su compañero. Ella normalmente no almacena demasiada información acerca de criaturas mágicas, aunque sabe que es una materia que debería tomar con más seriedad. Si obtiene algo de información, es porque su serpiente Rubí sale del bolsillo de su chaqueta, y trepa disimuladamente por su brazo, hasta alcanzar su hombro y ser capaz de llegar a su oído derecho. Madeleine observa su mano sana, preguntándose si podría forzarse a usar la Magia de la Oscuridad contra una araña gigante, pero sacude la cabeza. Tampoco se siente capaz de realizar ningún conjuro capaz de apaciguar a la criatura y el pársel es inútil. Y en cuanto a Nathan, no puede seguir exprimiéndolo. Esperanzada, lleva las manos a sus vaqueros y tantea en sus bolsillos hasta dar con un pequeño frasco, donde hay apenas algunas pequeñas semillas cristalinas de tono azulado. Madeleine extrae una Semilla de Hielo, con cuidado de no dejarla caer y provocar un verdadero aprieto para ambos. —Dame un poco de espacio —le indica a Nathan, haciéndole un gesto con la cabeza para que retroceda un poco—. En un lugar tan estrecho, quién sabe cómo se comporten las semillas de hielos, por pequeñas que sean. Sabe que no puede apresurarse, pues aunque le quedan algunas semillas no puede permitir bloquear el camino que los llevará a Toloveus. Inhala profundamente, obligándose a calmarse para no reaccionar ante cualquier sonido extraño para ella. Cuando distingue la silueta de la Acromántula asomarse desde el fondo del pasillo, vuelve a tomar aire y, cuando exhala, lanza la semilla hacia la araña gigante. Al entrar en contacto con el suelo, la semilla se multiplica velozmente ante sus ojos, dando la sensación de que el hielo se ha manifestado de la nada. Se expande por el suelo, por las paredes, pero sin bloquear el camino; atrapa a la acromántula contra la pared, inmovilizándola. Madeleine sabe que es una trampa cruel y probablemente dolorosa, pero... La carta que guarda en el bolsillo de su chaqueta, que no ha leído pero suyo aroma a sangre le provoca náuseas, parece arder dolorosamente a través de la tela. —Todavía tengo un par de trucos bajo la manga —suelta Madeleine, reanudando sus pasos. En las manos de Nathan, el Cetro parece agitarse cada vez con más violencia. Tienen que estar muy, muy cerca. @ Nate Weasley
  16. Donaciones desde y hacia Bóvedas Personales: Nombre con link de Bóveda Familiar que permite la donación: Familia de Bando Nombre con link a la Ficha: Ellie Moody Bóveda con link de la que se extraerá la donación: 94381 Cantidad total de Galeones de la donación: 2500 G Beneficiario de la donación: Nick del usuario con link a ID (perfil): 118869 Relación Familiar con Donante: Familia de Bando Nombre con link a Ficha: Luna Gryffindor Delacour Número con link a Bóveda Personal: 104623 Cantidad de galeones: 2500 G
  17. ID: 113619 Nick: Ellie Moody Link a la Bóveda Trastero: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=107502 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=94381 Link a Tópic de la clase o a la prueba: https://www.harrylatino.org/forums/topic/116181-prueba-libro-de-hermes-trimegisto-septiembre-2021/ Nivel Mágico: 50 Fecha: 2021-10-17 Nombre del producto: Libro de Merlín Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizos Nivel (del libro): 40 Precio: 40000 Precio total: 40000
  18. ID: 113619 Nick: Ellie Moody Link a la Bóveda Trastero: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=107502 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=94381 Link a Tópic de la clase o a la prueba: https://www.harrylatino.org/forums/topic/114022-libro-de-las-auras/ Nivel Mágico: 50 Fecha: 2021-10-17 Nombre del producto: Libro de Merlín Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizos Nivel (del libro): 40 Precio: 40000 Precio total: 40000
  19. Lo cierto es que ella no es la mejor persona para apreciar el arte. Muchas veces no entiende el mensaje que los artistas intentan transmitir con acordes de guitarra o con trazos en un lienzo, pero sabe que ése problema es suyo y no del artista ni de su obra. Es por eso que cuando su sobrina, que siempre se enteraba de los eventos de la comunidad mágica antes que ella, le comentó que se inauguraría un tal Museo Mágico de Londres, había decidido que aquel lugar no era de su interés. ¿Qué se supone que iría a hacer? ¿Fingir admirar obras que no entiende y elaborar interpretaciones cuando alguien le preguntara qué opinaba? Pero cuando Maeve mencionó que habría una exposición de artefactos de diferentes culturas, de repente la invitación le pareció más atractiva. Ella no es una persona artística, pero sí es una bruja práctica con una gran pasión por los objetos mágicos. Ellie está segura de que allí debe haber algo interesante de lo cual puede aprender, incluso con la limitación de no poder tocar nada. Es así como se explica que ella esté allí, tomando una copa de vino tinto con un gafete en su túnica negra que indica que es una invitada a la exposición. Decidió no mencionar que trabaja en el Departamento de Misterios, pues no quería que su presencia se interpretara de forma errónea. Aunque, ¿de verdad alguien la miraría con malos ojos? Después de todo, luego de investigar acerca de la exposición, descubrió que había sido organizada nada más ni nada menos que por integrantes de la Orden del Fénix. A pesar de que ella no es la persona más social, siente curiosidad por entender los motivos que pudieran tener para aquel evento. ¿Es un statement a favor de la diversidad y el compartir, luego de que el año anterior Inglaterra rompiera relaciones con la Confederación Internacional Mágica y de que se impusieran leyes supremacistas? Incluso si no es así, Ellie decide mirar ese lado de la situación. Observa los portales que prometen transportar a los invitados a lugares en específico, relacionados con los elementos de cada exposición, pero decide dejar eso para más tarde. Avanza con su copa de vino y comienza a leer en su folleto la introducción escrita para la exhibición de dioses romanos.
  20. Ellie Moody

    Videncia

    Rhiannon Kincade Cuando han pasado alrededor de tres cuartos de hora, retira las fías bolsas de té de sus ojos y se limpia el rostro con un paño húmedo. Se levanta de la cama y camina hasta la peinadora, para verificar su reflejo. Si bien todavía puede distinguir el fantasma de las ojeras, ya no son tan terribles; con un poco de maquillaje y unas gotas de poción embellecedora en su perfume, será la misma de siempre. No importa que desde hace un par de semanas, apenas sea capaz de dormir un par de horas durante las noches ni que, cuando logra conciliar el sueño, las pesadillas le impiden descansar. No importa que esté convencida de que su viaje a Londres fue un error y de que lo único que ha hecho es perder el tiempo que podría estar compartiendo con su familia. No importa que cada vez los ataques sean más constantes e impredecibles, hasta el punto de que ha decidido aislarse de todas las personas que conoce en la ciudad. Mientras sea capaz de lucir un rostro descansado que no levante sospechas, estará bien. Con lo pálida que luce por el encierro y su cada vez peor estado de salud, decide que optar por ropa muy oscura sólo la hará ver como un espanto, de modo que elige para su indumentaria una túnica de color verde oliva claro, junto a una capa beige y botas marrones. Luego de terminar de ocultar las ojeras, delinear sus ojos y añadir rubor a sus mequillas, se quita los pañuelos atados en su cabello con los que durmió para así tener unas ondas sueltas pero bien armadas en su cabello castaño. Le parece que luce muy bien así como para cometer la atrocidad de atarlo, así que se limita a hacerse un peinado semirecogido sencillo con trenzas cruzadas en la parte de atrás. Rhiannon está segura de que su abuela aprobaría su apariencia y con ese pensamiento se siente satisfecha. Los Arcanos son figuras muy respetadas en la comunidad mágica, por su gran sabiduría y sus poderes mágicos sin precedentes. Se aseguró de estudiar muy bien todos los pormenores de su historia, pues hubiese sido una falta de respeto presentarse totalmente ignorante del tema, por no mencionar que además habría sido una mancha para el linaje Kincade no cumplir con la etiqueta básica. A pesar de que su padre le diría que ni la videncia ni la adivinación es magia real, no hubiese permitido que le faltara el respeto a Sajag de aquella manera. ¿Estaría orgulloso si le contara que será la aprendiz de un Arcano? ¿O le diría que mejor no pierda el tiempo en ello? Después de todo, su padre es un brujo muy recto. Él siempre mantiene la compostura y la decencia, pero sabe que en verdad no tiene aprecio por las artes adivinatorias ni las visiones ni los presagios. «Tiene que haber una cura —había escuchado su voz una vez, afuera de su habitación—. No me importa lo que diga un charlatán. ¡La magia ha hecho muchos avances!». Sin embargo, aquel recuerdo se remonta a la época en que su mamá seguía viva, aunque pasaba casi todo el día encerrada en su habitación. Su padre, así como seguramente muchas personas de su familia, tenían generaciones queriendo romper la maldición que se pasaba de madres a hijas. Si ellos no habían podido hacer algún avance, ¿por qué pensaba que ella podía lograr algo? Sabe que no puede hacerse ilusiones. No puede visitar a Sajag y pretender que él le de la respuesta que quiere oír. Lo cierto es que Rhiannon está convencida de que no quiere entender sus pesadillas, ni tampoco desea ser capaz de ver aquello que se le escapa cada vez que intenta estirar la mano. Si hay alguna parte de ella abriéndose a esas visiones... no quiere que siga sucediendo. No necesita visiones de un futuro que ya está escrito en piedra. Sólo le gustaría que sus últimos años fuesen pacíficos. Toma su varita mágica y dibuja una línea en el aire, la cual comienza a brillar y abrirse hasta formar una circunferencia que parece querer absorber la luz de su pequeña habitación rentada. Con los ojos abiertos, atraviesa el portal. La realidad se distorsiona y, cuando su pie alcanza el suelo, está en un lugar totalmente diferente. Está en un camino bordeado de árboles de cerezo, que parecen congelados en el tiempo. Y, frente a ella, se alza Mahuotokoro. Rhiannon se toma unos momentos para observar la escena, aunque no puede evitar preguntarse cuál es el caso. Resignada, camina hasta la residencia del Arcano de Videncia, donde se le ha dicho que recibe a sus pupilos. En las manos, lleva una pequeña caja de madera con una pequeña bolsa de matcha, al cual seguramente el Arcano esté acostumbrado al estar viviendo en Japón. Espera que aquella ofrenda sirva para demostrar lo agradecida que se sentiría de contar con la guía de Sajag.
  21. The time has come Let’s all go home Sinister faces, growing curses This is my last war (Cabe destacar que a partir de ahora hay alerta de spoiler para todo lo que se ha emitido, salvo por la parte del manga que sigue sin mostrarse en el anime. Seamos respetuosos ññ) Ya falta cada vez menos para el estreno de la segunda parte de la temporada final de Attack on Titan (Shingeki no Kyojin). Y para ir levantando el hype, ya nos soltaron un avance. Hasta los momentos he leído mucha crítica a la animación y bueno, honestamente si se le ve un poco de calidad inferior, pero yo creo que no es para caerles encima 😞 Y también se critica el uso de CGI, pero es que yo no imagino cómo no lo usarían con ciertas partes de la trama. Ishayama hace mucho dibujo loco y pues, me imagino que además de la dificultad técnica tienen mucha presión encima para sacar esto rápido. Seguro pase como con la primera parte, que sacaron la cosa y luego con calma hicieron la versión mejorada. Pero bueno, ya veremos. De todas formas, insisto que ese equipo de animación merece mucho el apoyo de la comunidad 😩 Con respecto al contenido, en el tráiler hay mucho y poco a la vez (?). Por supuesto, hay pelea, porque todo había quedado a punto de caramelo. Vemos a Levi todo vuelvo v*erga (?) y a Eren en cierto lugar extraño (que no diré el nombre, porque no recuerdo si se mencionó en la primera parte de la temporada haha). Aunque sé cómo termina, estoy emocionada de verlo animada porque a lo mejor así voy a entender lo que sucede en los paneles de acción xDD y bueno, no es lo mismo leerlo que verlo animado, con los colores y la musiquita y las voces. Y no puedo esperar por ver el nuevo opening, si será más icónico que el anterior, si será más violento o se irá por el lado emo 😧
  22. Se buscan empleados para el Departamento de Misterios, ofrezco un bono mensual pa' que se animen 👀

    1. Noeline Malfoy McFarlan

      Noeline Malfoy McFarlan

      🤔

      Alguna idea de rol en el Dep. De Misterios? Si es así, me interesa.

    2. Ellie Moody

      Ellie Moody

      Siii, tengo varias ideas sólo que no tengo con quien rolear hahaha cualquier cosa podemos platicarlo por MP o/

    3. Noeline Malfoy McFarlan
  23. POR QUÉ USTED ROLEA TAN BELLO 😭😭😭💜💜💜

  24. Casa de la Familia Potter Valle de Godric El mensaje de Mica Gryffindor la había sorprendido en su habitación, en la humilde casa de la familia Moody, mientras se quitaba los zapatos de charol luego de una larga jornada en el Ministerio de Magia. «Por lo menos, todavía no me he puesto cómoda». Volvió a atarse las trenzas y, mientras lo hacía, hizo un repaso mental. A Madeleine, quien todavía estaba recuperándose de las heridas que se había ganado en la batalla contra Laura Nielsen, no podía enviarla a una misión. A Melrose, se sentía incapaz de pedirle favores luego de su sacrificio, aunque estaba segura de que hubiese aceptado sin rechistar. A Joan Armstrong, su aliada en los Estados Unidos, no podía movilizarla sin más tiempo de anticipación. Ellie observa su propia varita mágica reposando sobre su cama y, durante un instante, una idea descabellada pasa por su mente... pero sacude la cabeza, con una sonrisa un tanto amarga. En varias ocasiones, ha tenido diferencias con los demás por el rol que suele asumir en las misiones, pero rara vez ha hecho algo que no sea poner la otra mejilla. Ellie cree que todos tienen un rol que cumplir y el suyo suele ser el de apoyar tras bambalinas. Organizar la logística de las misiones del bando, así como de los recursos humanos necesarios, revisar la información obtenida en misiones y registrarla, realizar las investigaciones necesarias para una misión, realizar conexiones entre diferentes misiones e intentar realizar cualquier hallazgo útil y además, si es necesario, abastecer las reservas de pociones y arreglar uno que otro artefacto mágico. Ese fue el papel que decidió adoptar cuando ingresó a la Orden hace ya algunos años, y aunque ha intentado forzarse a salir de su zona de confort, Ellie llegó a una realización: que debe permanecer donde es más útil. Así que cuando tomó su varita mágica y dibujó una línea en el aire para abrir un portal, lo hizo visualizando la imagen de la fachada de la casa Potter. Al llegar y entrar a la casa sumida en el silencio de una noche de semana, se dirigió directamente a la cocina y en la mesa vació el contenido de su bolso de piel de moke, equipado con un encantamiento de extensión indetectable. Tintinearon al caer varios viales con pociones curativas y energizantes, que siempre eran necesarias tras cualquier batalla. Y aunque no había vuelto a tener noticias, lo mejor era imaginar que en ese momento los integrantes de la Orden del Fénix que habían acudido al llamado estaban enfrentándose a los mortífagos. No está segura de cuánto tiempo ha pasado, cuando escucha voces provenir desde la sala. Ellie camina rápidamente desde la cocina, haciendo ondear su túnica negra, y observa con alivio que se trata de varios de sus compañeros y a primera vista parece que todos están bien —bueno, dejando de lado al que había estado secuestrado, pero que tuviera una que otra herida era de esperarse—. Antes de ir digerirse a ellos, decide conjurar su patronus corpóreo múltiple para enviar el mensaje de que habían logrado rescatar a Illidan Black Lestrange, y que se encontraban en la casa Potter. No pasa mucho tiempo hasta que Rory se une a la comitiva. Ellie advierte que se acerca a ella, esperando de alguna forma que ella le proporcione una explicación. —Oh, no he querido irrumpir con preguntas —susurra Ellie, con tono de disculpa—. Escuché un comentario de que los mortífagos lo despojaron de su varita mágica, pero parece ser que por ahora la prioridad es darle sentido a ese secuestro tan repentino —sin embargo, es incapaz de disimular la expresión sombría de su rostro. Y es que, nuevamente, Ellie se encuentra pensando en el que ha bautizado como el Caso Violeta*. Por los momentos no ha querido decir nada y esperar que los demás dirijan el rumbo de la conversación, pero no puede ignorar aquella sensación mala en el pecho, luego de revisar el expediente completo de aquella misión. Quizás lo mejor sea no comentar nada, para no crear temor donde parece no haberlo. (*) Línea Cronológica de la OdF: Julio, 2020.
  25. Cuando Rory le abre la puerta, Ellie saluda con un leve asentimiento de la cabeza y aparta la mirada rápidamente; no es extraño que rehúya del contacto visual y, además, comienza a sentirse cohibida. Sólo entonces se da cuenta de que es real. Sin embargo, lo que la intimida no es el hecho de estar en el despacho del Ministro de Magia. En primer lugar, porque no es la primera vez que lo visita; y en segundo, porque después de todo, la fama o la ostentosidad no es algo que impacte especialmente a Ellie. Se trata, más bien, de entender el poder e influencia que ha obtenido Rory de un momento para otro. El poder suficiente como para enviarle una carta de su puño y letra y ofrecer, de la forma más casual posible, si quería ser directora de un departamento ministerial. «El poder de hacer los sueños realidad». Al tomar asiento frente a Rory, se recuerda dejar de examinar lo que la rodea para enfocar su atención en la persona que vino a ver. No es que sus divagaciones no fuesen acerca del ministro, pero comprende que a veces su lenguaje corporal indica lo opuesto a lo que pasa por su cabeza. —Las cosas han estado tranquilas —responde Ellie, cruzando las manos sobre sus rodillas y por fin levantando la mirada—, de hecho... Quiere sacar el tema lo más pronto posible, pues no le gusta la idea de fingir tener una conversación normal para algún motivo oculto. Sin embargo, antes de que pueda decir nada, el propio Rory se le adelanta y saca el tema. Sonríe con nerviosismo y vuelve a bajar la mirada, pues no está preparada para eso. Ella se esfuerza en no caer en la fachada de la falsa humildad y también se esfuerza en darle valor a su trabajo, pero simplemente, no está acostumbrada a que este sea apreciado por personas ajenas a su círculo más íntimo. Y mucho menos está acostumbrada a que esto suceda en el propio Ministerio de Magia, especialmente teniendo en cuenta sus antecedentes. —Oh, no te preocupes por nada —se apresura a decir, levantando la carta que todavía tiene en la mano, para indicar que está informada—. Lo cierto es que no soy muy buena escribiendo este tipo de notas y, bueno, no lo sé... Quiero decir, ¡sí! Por supuesto que acepto la propuesta. Pero me parecía que responder con un simple sí, era un poco frío. Ya conoces mi situación y me apena mucho cualquier trabajo extra que pudieran haber causado mis errores. Es por eso que decidí venir a responderte en persona. »Yo estoy muy agradecida por tu confianza —dice, bajando levemente la voz y hablando un poco más lento, como si temiera que sus palabras se enredasen en el camino—. Me siento muy feliz de poder regresar al Departamento de Misterios y de poder colaborar contigo. Somos muchas las personas esperanzadas con tu elección y, aunque suene un poco tonto, me gustaría formar parte del cambio. @ Rory Despard

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