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Arya Macnair

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Mensajes publicados por Arya Macnair

  1. Enarqué una ceja detrás de la copa, apuré el trago para negar ante la pregunta del desconocido pues sinceramente no recordaba haberlo visto jamás ¿O sí? la memoria me fallaba por la falta de sueño. Lo vi sacar un pequeño aparato de su bolsillo y maniobrarlo con perspicacia, sonreí de lado e imitando su accionar dejé entre él y yo, sobre la barra, el teléfono móvil que Castalia me entregó cuando se fue de Londres, insistía en que debía familiarizarme con aquellas cosas y aun no conseguía hacer que deje de sonar. 

    Para diversión de Illidan, o no, el aparato estaba destrozado, con un hueco negro en la pantalla. 

    ―No creo conocerte, pero si me dices cómo hacer que deje de sonar sin hacerlo explotar, lo vuelvo a pensar. 

    Retiré un mechón de mi rostro y como si mis palabras hubiesen estado en otro idioma ―una lengua muerta― e invocado a un demonio, una bruja apareció creando una pared de ladrillos entre el mago de ojos azules y yo. Verle el rostro me carcomió el alma, mordí mi mejilla por dentro y mi cerebro ataca cabos ¡Por supuesto! aquel muchacho era el premio en la subasta de beneficencia a la que fui invitada por hospedarme con la familia Gryffindor, la fiesta que interrumpimos semanas atrás; sería Mica la muchacha con quien este intercambiaba miradas desde el escenario, quizás, porque a los detalles cochambrosos mis ojos siempre estaban atentos. 

    ―¿Gryffindor, cierto?. Respondí a su saludo, me fue imposible callar. 

    Mi cerebro enumeró pasillos, habitaciones, pasadizos. Me había criado junto a los más jóvenes de aquella honorable familia, Elvis había ocupado el sitio de un padre ausente, un tutor responsable, aun y cuando Pik apareció en mi vida reclamando aquel puesto, el patriarca seguía teniendo el peso de la palabra sobre mi. Que Mica no me reconociera me quemaba las entrañas pero no interpretaba el por qué del enfado. Guardé el móvil destruido y ahogué la mirada en mi copa casi vacía, según la siguiente pregunta la pareja estaba allí para tener una velada romántica y mi presencia sobraba en el escenario. 

    El hombre detrás de la barra se apresuró a llenar mi copa, le agradecí con un asentir notando que el grupo a mi derecha iba en aumento. Levanté una mano a modo de saludo, por su entrada aquel era hermano de Illidan y tenía tan poca afición por los objetos muggles como yo. Sin bajar la mano chasqueé los dedos para que Thanatos pudiese pedir su bebida, algo bastante acorde a su apariencia, debía dejar de mirarlo si no quería parecer demasiado crítica pero la brisa no era aun lo suficientemente agradable como para vestir bermudas. Aunque lo que más me irritaba era su parecido con el Irlandés, excepto por los ojos. 

    ―Es una convención de medimagos, sanadores y expertos en pociones― Me atreví a responderle ―O una reunión de hipócritas, borrachos y mujeres solteras.

    Agregué. La mayoría de mis colegas no me caían bien. Varios habían decidido que la magia no necesitaba procedimientos convencionales muggles para nada, otros todo lo contrario, casi no usaban la magia. Estaban quienes la vocación fue aplacada rápidamente por el dinero que se ganaba, los de clínicas privadas, los extranjeros que alardeaban acerca de descubrimientos absurdos para mi y por último la mujer que estaba allí más por galantería que por trabajo. Éramos pocos los que dedicábamos tanto a la medicina desde que alguien decidió aplicar una fusión entre magos y muggles. 

    ―¿Señor Black Lestrange?

    Un metre se acercó a nosotros con su típica postura erguida, brazo flexionado contra el pecho y un paño blanco colgando de él, pulcro y elegante. 

    ―Su mesa ya está preparada, si gustan acompañarme los cuatro por aquí.

    Abrí los ojos como platos y me sonrojé, quería soltar una carcajada irónica pero alguien de seguro me vería mal ¿Es que lo habían mal interpretado cuando pidió una mesa? ¿Estaba arruinando la cena romántica de Mica? contemplé sus rizos castaños cuando se puso de pie, dejé caer la última gota de coctel en mi boca y me puse de pie ¿Por qué no? quizás y hasta no tenía que pagar. Pronto nos condujeron a una zona un tanto apartada del bullicio, con las luces tenues y una música que vaya Merlín a saber de dónde salía, la mesa estaba junto a un ventanal que daba a los jardines del hotel pero como era de noche solo se veía una total y completa oscuridad, parecía que el cielo caía sobre el césped, negro e incrustado en pequeños diamantes. 

    ―Pronto les traerán el menú ¿Señorita Macnair gusta algo de beber?― El Metre miró mi pecho, seguí la línea que trazaban sus ojos y bufé, había olvidado quitar el tonto gafete de miembro de oratoria de la túnica que escogí como abrigo sobre el vestido fino. 

    ―Traiga una botella de champagne a la mesa, y por favor, no le diga a la comisión que estoy aquí. 

    Musité.

    @ Illidan Black Lestrange  @ Mica Gryffindor  @ Thanatos L. Lestrange  #Acciotocho

     

     

     

     

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  2. Planilla de compra

    ID: (no es necesario el link al perfil) 117971
    Nick: Arya Macnair
    Link a la Bóveda Trastero: N 107159
    Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: N 102193
    Link a Tópic de la clase o a la prueba: --
    Nivel Mágico: 37
    Fecha: 2021-10-23

    Nombre del producto: Libro de Hermes Trimegisto
    Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizos
    Nivel (del libro): 35
    Precio: 35000

    Precio total: 35000

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  3. @ Mica Gryffindor  Te juro que te iba a avisar antes y se me re pasó T_T pero nada, todo okey, todo legal, me dejó en la puerta y esperó a que entrara, todo un caballero(? eso sí, cuando llegué encontré en el bolsillo de mi túnica su número de teléfono en una servilleta 👀

    @ Ludwig Malfoy Haughton  ¡Rol es la palabra mágica! cuando quieras, yo nunca le voy a decir que no a un rol. 

    Muchas gracias chicos por el espacio, me encantó estar un rato con La Trifuerza @ Illidan Black Lestrange  @ Lord Cubias  @ Thanatos L. Lestrange ❤️ 

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    • Gracias 2
  4. Mansión Riddle

    No podía creer lo que sucedía frente a mis narices, nada más respirar aquel aire viciado y venenoso me provocó arcadas. @ Ericen  actuó como la leona que demostró ser desde la ceremonia de asunción, sentía alivio a su lado. Varita en mano caminé hasta posicionarme en el centro del tumulto, donde la bruja de cabello excéntrico tenía a alguien por la muñeca, una serpiente escapa y Mael avivaba el fuego en todos los presentes. Di un pisotón que hizo vibrar las paredes y tambalear a los Mortífagos para que me prestasen atención —otra vez mis entradas dramáticas— quienes voltearon a verme quizás no repararon en el siguiente detalle, pero ningún traidor escapaba de mi; la ráfaga de viento que se levantó con aquel firme movimiento guio el sectusempra que siseó mi boca, cortando la cabeza de la serpiente que curiosamente parecía incorpórea porque sino no podría atravesar paredes. 

    Clavé la punta de la varita en el brazo de la Lugarteniente para que soltase a Malum casi al mismo tiempo en que Mael exclamaba que debíamos sumarla a nuestras filas. Enarqué una ceja pero no lo miré, tenía los ojos fijos en @ Malum Luxure  cuando sucedían estas cosas sentía que mi objetividad se iba al traste ¿No habían hecho Pik, Leah y Tauro un juramento inquebrantable por mi aquella madrugada? ellos confiaron en mi lealtad y no les pagué mal ¿Entonces debía yo actuar siempre igual? no lo sabía, realmente no lo sabía. 

    Blackfyre chocó mi hombro y habló de sus hazañas —a mis espaldas, claro— Illidan había confesado ser miembro de La Orden del Fénix ¿Pero bajo qué términos qué lo había hecho hablar? más tarde Mael debería decírmelo. Sin embargo cuando mencionó a Manon una violenta electricidad atentó contra mi equilibrio, me llevé educadamente una mano a la cabeza; el muchacho jugaba, como si tuviera la llave de mi mente, a entrar y salir de ella. Vinculaba su Legeremancia con mi don de videncia, hacía que las rodillas me flaquearan, pero había alguien allí para sostenerme, no vi quién. 

    Rostros irreconocibles para la joven Kamra se volvían balas contra mi. —¡Crucio! 

    El Lugarteniente había torturado a Black Lestrange, me lo enseñaba para regodearse de sus poder sin saber que aun con un recuerdo yo era capaz de sentir lo que su víctima sintió. Grité, presa del dolor, aquella persona que me sostuvo ligeramente se vio obligada a tomarme con firmeza por la cintura, miré a Mael con rabia, mis ojos verdes enceguecidos ahora inyectados en sangre. Cillian, Alyssa... sus nombres me quemaban la lengua, no pude siquiera pronunciarlos, él me enseñó lo que @ Kamra Ashryver D.  vio, quizás sin saber el impacto que tendría en mi, estaba viendo a dos traidores y a dos grandes amigos al mismo tiempo. 

    —Hay que hacer una visita a la hermana de Elvis Gryffindor. Escupí. Como pude me incorporé ¿Quién era la persona que me tenía? —Debo atender unos asuntos con los Italianos de Ottery, armemos 3 grupos, Mael tú escoltarás al primero. Ericen, regresen al lugar de los hechos a ver qué obtenemos ¿Quién viene conmigo?

    Apreté el hombro de Mael con una violencia sobre humana. —El ministerio puede esperar...

    @ Illidan Black Lestrange  @ Mica Gryffindor  @ Alyssa Black Triviani #blue ❤️ 

     

     

     

     

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  5. Habitación 201

    —¿Señorita Macnair?

    La puerta sonó, alguien golpeó 3 veces. Sin sacar la cabeza de debajo de las almohadas carraspeé para aclarar mi garganta y pregunté qué quería a la jovencita que me acababa de despertar ¿Qué hora era? y lo más importante ¿Dónde estaba? "Señorita, usted pidió servicio de limpieza hace aproximadamente dos horas" abrí los ojos y me senté en la cama, quien me viera podría haber pegado un grito del susto. Tenía el cabello revuelto, el maquillaje corrido y los ojos terriblemente hinchados, de seguro hasta me había babeado en la almohada. Pedí 15 minutos de tregua y oí las escobillas chocar contra la pared del pasillo mientras de un salto corría al baño. 

    Tardé 5 minutos en ducharme y otros 5 en vestirme pero aun me veía impresentable. La doméstica ingresó cumplido el plazo y abrió las cortinas permitiendo que la blanca luz de luna bañase mis facciones carentes de pintura ya. Muchos decían que al natural me veía más hermosa pero los eventos sociales como una conferencia de Medimagos internacional ameritaba el sacrificio; los polvos y algunos pigmentos incluso me irritaban la piel. 

    —Bajaré a cenar. Intenta no tocar nada que no debas y muchas gracias.

    Finalicé tomando la varita de la mesita de noche junto a la cama. La mayoría de mis pertenencias estaban encantadas, algunas incluso poseían maldiciones pues servían para estudios avanzados sobre contra maleficios, por lo que sería recomendable que siguiera mi consejo o acabaría teniendo un cadáver en la habitación del hotel donde me hospedaba hacía ya cuatro días. Intenté no pensar en ello llegando a la cuarta planta del lugar, pues el estómago me rugía de hambre. 

    Aliento de Dragón parecía un sitio acogedor pues permitía que cualquier mago o bruja que no estuviera ocupando habitaciones allí pudiese acceder al comedor y pasar una maravillosa velada. Noté que había médicos, enfermeras, técnicos en pociones y demás personajes con los que compartí debate y sala horas atrás, más algunos rostros no fui capaz de reconocerlos ¿Habría algún descuento en el hotel y por ello la asistencia? caminé hasta la barra, dejé el sobre sobre ella haciendo tintinear la cadena que segundos antes colgaba de mi hombro descubierto y alcé una mano para que el bartender me acercase algo de beber. 

    Luego, coctel en mano, giré sobre la silla alta a contemplar el salón. 

    @ Illidan Black Lestrange  @ Thanatos L. Lestrange  @ Mica Gryffindor  

     

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  6. Lo había visto, luego de aquella noche en los calabozos de la Torre Negra, sabía perfectamente que tras mi ascenso y la partida de Aaron el bando se vería dividido entre aquellos que depositaban su fe ciega en mi y quienes cuestionarían mis métodos ¿Pero quién no? los que poseían buena memoria podrían ver en mis ojos el atisbo de vida que dejé en La Orden del Fénix, mi mente carecía de recuerdos aunque sospechara del pasado, habían sido antiguas y poderosas Líderes las que se encargaron de borrarlos para preservar la seguridad de sus miembros; Black quiso creer que no se equivocaba conmigo como lo hizo con Elvis. Una punzada me atravesó el costado.

    Flanqueada por dos magos de renombre, para mi, inflé el pecho y desanudé los siseos que intentaban confundirme antes de que se transformasen en la nociva voz de Pik. 

    La visión había sido clara, aunque al compartirla con Mael éste no estuvo muy convencido de a qué se refería. Sumergí los pies en un mar completamente negro, la oscuridad lo consumía todo a mi alrededor. En un momento dado, las aguas se separaban —¿Me entienden?— olas revoltosas arremetían contra mis rodillas intentando hacerme caer, gotas saladas me salpicaban el rostro y caían como lágrimas por mis mejillas. Despertaba cubierta en sudor, con la varita en la mano queriendo asesinar todo lo que se moviera a mi alrededor, más siempre lo supe, sería difícil el trayecto de ahora en adelante. 

    Doliendo las miradas, los desdenes y demás, alcé mmi varita, la marca tenebrosa se retorcía sobre piel tan blanca. Di la señal, tanto @ Ericen  como @ Mael Blackfyre  copiaron mi accionar. 

    —Sonorus. Exclamé, me oirían desde las habitaciones hasta centímetros de la entrada secreta a la mansión subterránea. La noche nos protegía, así como los encantamientos que la bruja Lugarteniente hubo lanzado luego de su conversación con Hisy. Pues sí, yo lo sabía todo en aquellas inmediaciones. 

    —Esta noche que nos precede advertiremos nuestro regreso ¡Lo he visto! pero no todo lo que brilla es oro, resulta casi imperativo que el llamado de La Marca Tenebrosa hará resurgir hasta al último de sus enemigos... Sí, oyeron bien y saben a quiénes me refiero, se los ha visto, sin ir más lejos ¡Fenixianos confesos ante la comunidad mágica irrumpiendo en mi propia morada, la casa de los Macnair! 

    Casi escupí las palabras finales, con desprecio. Una falta de respeto

    —Alcen sus varitas, Mortífagos, pues de aquí en más saldremos a recuperar lo que es nuestro— y aunque en parte me refería al ministerio, mis palabras e intenciones remitían a cosas puntuales —A lo largo de la historia, desde la primer caída de nuestro Señor tenebroso, Lord Voldemort, el Ministerio y sus distintos departamentos se han encargado de arrebatarnos objetos importantes y preciados. Libros antiguos, joyas, varitas, pergaminos, todo lo que se consideró "maldito" fue expropiado. Pues hoy lo recuperaremos..

    Del brazo de mi túnica voló al centro de la sala un rollo de pergamino lo suficientemente extenso como para darle una vuelta y media a la cintura de cualquiera de los presentes. Un chasquido de dedos y éste reveló los apellidos de Aurores y allegados que, supuestamente, habían sido designados guardianes. Y mientras todos leían y reconocían en algunos casos su propio apellido o el de algún familiar, amigo o cónyuge, Ericen y Mael susurraron al unísono, una y otra vez, hasta que apuntando con la varita en la dirección del techo me les unía.

    —...Ascendio!

    El suelo bajo los pies comenzó a vibrar, los cristales temblaban temerosos a partirse, una densa nube de polvo se desprendió de la mueblería. La tierra se abría como una madre en plena labor de parto dejándonos resurgir. Los hechizos anti oídos indiscretos protegería el ascenso de la mansión que, con el poder de tres fuertes magos, se colocó en medio de un jardín verde a medida que los escombros se transformaban en ceniza y colmaban el cielo de nubes grises —pronto llovería sobre Londres— los árboles crecieron, la cerca delimitó la salida y con completa majestuosidad La Mansión Riddle era bañada por una plateada luz de luna. 

    Sería el sello de mi legado, devolverle la gloria al bando. Y mientras sostenía los cimientos, los Lugartenientes avanzaban para dar los toques finales. Quien quisiese unirse era bienvenidx, pues así terminaríamos más rápido con el interior.  

     

     

     

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  7. La explosión me tomó por sorpresa. Era usual que la mansión explotase de vez en cuando sino no seríamos Macnair quienes residíamos allí ¿Pero a esta hora? miré a Aries dejando el hielo sobre el islote de la cocina al tiempo que Tholav aparecía temblando de pies a cabeza. A lo lejos pude oír perfectamente el llanto ensordecedor de los gemelos y la cólera se inyectó en mis ojos más rápido que una ráfaga de viento soplando en una explanada. Le indiqué al elfo que pusiera al resguardo a los niños, que los calmase y no abriese la puerta del cuarto por nada del mundo, Siberia estaría cuidando de los 3, por otro lado, Black Lestrange podía hacer lo que quisiera, ya fuese acompañarme o permanecer allí @ Souichirou Mima

    —¿Pero... y ustedes quiénes son?. Exclamé con firmeza

    Una muchacha de cabellos rojizos desaparecía ¡de la sala principal de la Mansión! sin ninguna verguenza, mientras otros dos personajes se plantaban ante mi gritando, clamando atención y ¿llenando sus bolsillos con pertenencias familiares? enarqué una ceja, no los conocía y claramente no me interesaba pero sí sus intenciones. La época en donde se irrumpía en aquella morada alegando que "alguien les dijo se albergaban objetos peligrosos" había quedado atrás, murió con Pik y su partida a Italia, el buen nombre de los Macnair seguía en auge y aunque fui recientemente proclamada, jamás me habían relacionado con La Marca Tenebrosa.

    Incluso para memoria de muchos, menos de la mía por magia, en algún momento —sale en El Profeta— me descubrí a mi misma como miembro activo de La Orden del Fénix junto a otras personas ¿Entonces dónde estaba la excusa, el papel? varita en mano, ataviada con un camisolín y una bata de seda, pues era tarde, me acerqué prudente.

    —¿Tiene una orden del Ministerio para un allanamiento nocturno, joven? @ Arcanus  —Ésta es una casa de familia y lo que acaba de hacer es completamente ilegal ¿Violar los hechizos anti aparición colocados por el propio Departamento de Accidentes? ¿Destruir mi puerta... propiedad privada? No tiene idea de con quién está tratando, usted tampoco señorita, así que les aconsejo que se marchen ahora mismo. 

    @ Sophie Elizabeth Granger  

    Si Aries no había aparecido en escena hasta los momentos sabía que aguardaba el momento exacto para hacer el llamado, no importaba a quién, Mortífagos, empleados Ministeriales, lo mismo daba mientras semejante falta de respeto fuese borrada de raíz. 

     

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  8. Mansión Riddle

    Golpeé el escritorio con los papeles que entonces leía, intentaba poner en orden no solo un bando sino también ni vida y El Profeta. Algunas tardes paseaba entre los escombros de un edificio torcido por los bombardeos que azotaron el año anterior, movía la varita de aquí allá cuando el techo o alguna pared parecía desmoronarse. Una densa nube de polvo se elevó y me hizo picar la nariz, la marca en mi antebrazo ardió, enarqué una ceja ¿Quién, dónde y por qué? Me cuestioné.

    Las cortinas improvisadas con gruesas telas blancas protegían mi permanencia en el destartalado edificio, así que dando un rápido giro que enredó la túnica verde botella contra mis largas piernas, desaparecí para escuchar el discurso final de Mael, al final del salón subterráneo de la Mansión.

    Aplaudí, cínica, pues odiaba no conocer los pasos de mis Mortifagos y mucho menos de aquel joven a quien le había confiado tanto.

    --¿ Y tú crees que este es el mejor momento para salir e informar que estamos de vuelta?

    Fui abriéndome paso entre los presentes, quizás no fuese tan mala idea pero no podía permitir que dañasen a nadie. Tenía el terrible presentimiento de que fuera estaban listos para cazarnos y así se lo hice saber al Blackfyre una vez que llegué a su lado y le permití rozar mi mano sin que los demás lo notasen; cada mago y bruja poseían un don especial, sin decirlo sospechaba que Mael podía leerme la mente, entonces era muy sencillo permitir que interpretase lo que la videncia me había permitido ver cuándo la marca ardió.

    --¿Alguien más está de acuerdo, quieren gritar a los cuatro vientos que La Marca Tenebrosa está de regreso y cargarnos a cualquiera que se nos cruce?

    Sonreí y en un suspiro la máscara cubrió mis facciones.

    --Pues adelante, pero primero quiero saber…

    Volteé hacia mis Lugartenientes.

     --¿Por quién vamos?

    Me refería a Illidan y la información que había empujado a Mael a perseguirlo ¿Había más implicados, había más sospechosos de auror?

     

     

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  9. Aun ocultando mi rostro, en la parte posterior de la gala, donde solo podían verme las personas que subastaban por la altura de la tarima, pasé una mano a centímetros de la máscara veneciana que protegía mis facciones y ésta cambió su estado de sólido a gaseoso en cuestión de segundos para convertirse en la coraza de ónice que caracterizaba a Isthar. Sin que lo siguiente fuese notado, la varita que yacía debajo de la holgada manga de la túnica, punzó el tatuaje en mi antebrazo, allí había varios Mortífagos que lo sentirían, ya sería cosa de ellos el ver cómo se las arreglaban, sentía que aquella noche sería la ocasión especial para dejar la huella del retorno. 


    Sonreí tras la máscara. 


    Algunos cristales se rompieron y las luces titilaron cuando mis compañeros se materializaron en los jardines del castillo Triviani, me abrí paso ante la multitud con paso cínico y firme, ahora sí enarbolando mi arma para causar pavor en los presentes. Algunos gritaron, quisieron enfrentarme o salieron huyendo del gran salón donde la gala de beneficencia se estaba llevando a cabo. 
    Podía llevarme el premio a la fuerza si no ganaba, no era alguien a quien le gustase perder. No lo haría, habiendo encontrado algo más interesando con qué entretenerme, instaurar el caos en tan bonito evento ¿Quizás así si aparecieran Pik y Alyssa?


    ―Morsmorde


    Y por sobre la cabeza de los presentes brilló impoluta La Marca Tenebrosa. 
     

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  10. ¿Por qué no me miras? ¿Sybilla, por qué no me estás mirando? 

    Desvié mis ojos a la multitud confundida por la sangre que les había hecho derramar. Volví a mirarla, choqué contra un muro de indiferencia que mis niveles de nerviosismo no me permitieron palpar en las habitaciones contiguas, anteriormente, cuando intentó que no me fugase. Sentí que el alma se me encogía sin motivo aparente, no tenía sospechas pero tampoco dudas, la conocía, me conocía, había dado algún paso en falso que le hizo torcer los labios como solía hacerlo Pik siempre que se trataba de mi. Estú.pida pensé, todavía esperaba que apareciera por la puerta con la galantería que lo caracterizaba, se sorprendería de qué tan lejos había llegado su hija ¿Cierto? 

    Me hubiese gustado haber conversado más con Aaron, haber visto unos instantes más la seguridad en sus ojos con los que me pasó el poder. Una cálida brisa me rozó las rodillas y ascendió haciendo danzar mi falda, sonreí ligeramente, Ericen aparecía tras de mi como un halcón, una coraza de fortaleza me recubrió hasta las entrañas, en ese ínfimo instante nadie podía tocarme. Miré a León ruborizada ¿Cuántas veces me salvaría? podía recordar sin problema alguna la noche en que deshecha totalmente, y con el corazón en las manos, le pregunté quién me cuidaría ahora, quién me amaría, quién me daría las buenas noches —sí, es algo absurdo, pero aquellos a quienes les han destrozado el corazón lo entenderán, comprenderán el vacío que se siente— y sin tener nada que darle a cambio permaneció a mi lado, aun lo hacía. 

    Macnair se acercó a él, su afirmación se mezcló con la dulce voz de Crowley, ensanché la sonrisa. —Todo está bien. 

    De la cintura extraje una daga con hoja de cristal, la acerqué a la palma de mi mano y realicé un profundo corte. Cerré los ojos sutilmente y me mordí los labios. De pronto aquello parecía la sucesión de Grindelwald por Voldemort. Y así como la pregunta no se hizo espera, en boca de algunos Mortífagos como Heliké, la respuesta surgió al tiempo que la máscara cubría mis facciones. 

    —Semper Fidelis. Exclamé con voz firme.

    Alcé la varita y ésta, como un imán, capturó los hilillos de sangre de cada persona herida. Quienes habían llegado después tendrían la oportunidad de decidir qué tan lejos llegaría su lealtad al bando. Una diminuta gota carmesí fue creciendo por sobre las cabezas de todos hasta alcanzar el tamaño de una pequeña canica y voló hacia mi. Con agilidad había escondido la daga ensangrentada para cambiarla por un elegante frasco en forma de pico que luego colgaría en mi cuello con el juramento de todos los Mortífagos presentes. 

    @ Ericen  @ León Crowley  @ Rhiann Macnair R.  @ Helike R V PB  @ Xell Vladimir Potter Black  @ Hessenordwood Crouch  @ Kamra Ashryver D.  @ Malum Luxure  @ Lisa Weasley Delacour

    —Hemos perdido el Ministerio, se que lo saben. Pero no es lo que me preocupa, si el secreto de la magia es restaurado volveremos al anonimato, es momento de emplear la información que hemos conseguido durante todos estos años... Se de buena fe que La Orden del Fénix protege al nuevo Ministro por lo que nos será difícil sacar cosas de las oficinas 

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  11. ¡Querido! Muy, pero muy, feliz cumpleaños. Estás felicitaciones hoy día valen oro. Conseguiste saludos de varios Mortifagos, atesoralos porque somos personas rudas sin emociones (? 

    No, mentira. Que tengas un día genial, que comas mucho, y a pesar de las circunstancias a nivel mundial, que te rodean quienes te aman. Un precioso gesto de Mica conseguir tanto cariño en un topic para ti /0/

    Dejo mi huella, espero un pedazo de torta a cambio. Mínimo! 

    # Fidelidad o Sacrificio (? Ah nada que ver, mezclaba los dos lemas >.<

     

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    P.D: QUE BUENA FIRMA WEY. 

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  12. Me detuvieron en la puerta, por la máscara, sonreí a medias enseñando una fila de perlas obligando a dicha persona que me dejase entrar. No sería la primera vez que el Castillo Triviani me prohibiese la entrada pero como una de las "hijas" de la Vice Ministra resultaría imposible dejarme fuera. Alyssa había desaparecido de mi vida hacía varios años, no le guardaba rencor por ello, más bien la detestaba por arrastrar a mi padre hasta Italia, tras ella, y llevarse consigo a Massimo ¿Qué tan grande estaría ese niño? Ámbar preguntaba algunas noches por él, la pelirroja hacía que le mintiera a mi propia sangre; mi boca se llenó durante un tiempo de maravillosas historias que Pik y el niño enviaban por cartas que llevaban mi letra. 

    Un elfo de la familia me guio hasta el salón principal donde se llevaba a cabo el evento. Había rostros conocidos y no tantos, más de mi familia ni noticias. Algunas personas giraron al verme. Una persona excéntrica que siempre llamaba la atención, o mejor dicho, cuando quería llamaba la atención. Escondía mi rostro detrás de una media máscara de lobo en tonos plateados, solo dejando al descubierto un par de finos labios teñidos de caoba. Tomé una copa al pasar de un mesonero y me reuní con el tumulto cuando la subasta daba comienzo, o eso creía yo. 

    Tentada estuve a ofertar por una pintura de Mónica, pero lo último ofrecido hizo que me brillaran los ojos. La invitación que allí me llevó la había encontrado en la Mansión Gryffindor, no sabía qué hacía allí ni qué hacían los demás en aquel sitio, mis emociones me condujeron tras en rastro de Alyssa ¿Pero los demás? alguien pujó por la cena con el personaje Illidan, alguien a quien no conocía, le siguió una mujer pretenciosa que no conforme con él, pujó por las otras dos ofertas. 

    Sin quitarme la máscara busqué una de estas paletas que hacen que el subastador te ponga en la mira, acabé la bebida de un sorbo y sin dejar de sonreír solté las palabras: ―4995, me guardaré los 5 restantes para la propina del mesonero que nos atienda esa noche...

    La multitud volteó, acababa de llegar, estaba al fondo ¿Quién era la mujer enmascarada? La gala no era valenciana ¿Por qué el misterio? Divisé a Mael y me reí, el sabría quién era la dramática.

    @ Illidan Black Lestrange  @ Mael Blackfyre  @ Alyssa Black Triviani  @ Mica Gryffindor  😈

     

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  13. ―Estoy...― destrozada ―... feliz de verte, después de tantos años. 

    No podía conmocionar nuevamente a aquella mujer, suficiente había tenido con perder a su compañero como para que yo me deshiciera en llanto, como horas atrás, para que me consolase. Le sonreí de la manera más forzada posible, casi tanto que los músculos chillaron como maquinaria falta de grasa. Guardé silencio apartando la vista de Annick pues claro quedó que no me había creído una sola palabra y les seguí hacia la cocina, más y más personas que unían a la improvisada cena y el corazón se me retorcía en el pecho ¿Así había sido con él? claro, podía recordar grandes y ruidosos banquetes, Elvis no le cerraba la puerta nadie, ni siquiera al enemigo. 

    Un elfo se acercó a mi con vajilla, negué educadamente y le comenté que con una bebida estaría bien por el resto de la noche. Necesitaba procesar lo que Aaron me había dicho antes de que Shelle me sacase de la prisión ¿Sería capaz de traicionarlo? apreté los puños, mis pensamientos casi podían oírse en el salón de lo fuerte que eran. Cuando el doméstico regresó a mi, esperé a que la Matriarca voltease a atender a otro invitado y le sugerí que me dejase la botella cerca. 

    Tomé un largo sorbo de lo que aquello fuese, no estaba como para preguntar, y miré a la mujer fijamente hasta que el calor de mis ojos la obligó a descubrir quién estaba por perforarle la nuca, volví a sonreír. 

    ―¿Crees que podamos conversar más tarde? 

    Musité, estaba sentada no muy lejos, con Mael en medio haciendo de puente. 

    @ Annick McKinnon  @ Mael Blackfyre

  14. Intentaba descansar, la cabeza me dolía tanto que ni unas cuantas gotas de filtro de paz lograron que me durmiera. 

    Molesta me levanté de la cama dejando que las sábanas cayeran al suelo y formasen una montaña arrugada, abrí las pesadas cortinas de un solo tirón y Siberia abrió los ojos parando ambas orejas, estaba alerta, tanto ella como yo lo habíamos sentido. Los Macnair poseían una magia rara relacionada con la sangre y todo lo que sucedía en los terrenos familiares parecían experimentarlo en las entrañas. Quité el pasador de las ventanas y dejé que el aire de media tarde inundara la habitación y acariciase mis mejillas, suspiré echando una fina bata sobre mis hombros desnudos y salí del lugar para enfrentarme a lo que aguardaba en la planta baja. 

    Me causaba cierta tristeza y nostalgia no recibir aun noticia de Aidan, no saber de los gemelos era lo que me estaba quitando el sueño y La Marca me necesitaba ahora más que nunca por lo que no podía abandonar mi puesto e ir con mis hijos. 

    Tholav se me adelantó, mientras descendía las escaleras descalza, el silencio rebotando contra las paredes. El pequeño elfo, súper protector, decidió que la mejor manera de accionar ante la aparición de Aries era atacar y lo recibió con un sartén en le medio de la frente. Oí el ruido más no creí encontrar la escena que me arrancó una media sonrisa de los labios; el domestico soltaba el traste que estruendoso caía al suelo y metía las mano tras la espalda, totalmente aterrado a la represalia del mago. Corrió tras de mi, se abrazó a mis rodillas, pero Black Lestrange estaba demasiado aturdido como para responder. 

    Indiqué a la criatura que se marchase, que nadie le diría nada y me reí escondiendo lo mucho que me causaba la marca rojiza en su cara.

    —Si buscabas el cuartel, déjame decirte que te enviaron al lugar equivocado— busqué un poco de hielo en la nevera dándole la espalda, no quería que viese mis ojos brillar por su aparición, casi no podía ocultarlo —A ver, deja, quita, quita la mano... no va a quedarte marca. 

    Me senté a su lado sosteniendo el hielo. 

    —...¿Cómo has estado?

    Tenía que preguntarlo, aunque supiera la respuesta. 

    @ Souichirou Mima

    • Love 1
  15. Aléjate de esa ventana ¿Qué crees que haces? no me avergüences así...

    La mano pálidas de Sybilla se aferró a mi capa antes de que pudiera esfumarme. La miré por sobre el hombro con recelo y sus ojos lo dijeron todo. Aaron se había marchado y sus palabras aun hacían ruido en mis oídos, desvié mis orbes en dirección a la palma de la mano, ardía como el mismísimo demonio y la herida aun no cerraba, me aparté de la ventana y suspiré enseñando la fina cortada de la que aun brotaba sangre y empapaba la venda con aire inquisitivo, como si mi tía tuviese todas las respuestas a mis problemas y los del resto del mundo. 

    ―El pacto que hicieron era algo imposible y ambos lo sabían, tu sangre y la suya no deben ni pueden mezclarse. No sé cuánto demorará en cerrarse, cosa tuya y del cónclave, busca en sus libros. 

    Era cierto que un guardián e Isthar no podían tener relación directa, pero Black y yo nos habíamos conocidos en otras circunstancias, mucho antes de saber que él era una reencarnación ya estábamos vinculados. Le quería demasiado como para haberme negado a la sucesión, aunque ante la mirada de muchos mi ascenso no era más que el comienzo de una revolución ―incitada por la muerta de Elvis― pronto descubrirían mucho del antiguo Líder en mis acciones. 

    Decidí quedarme unos minutos más sola, ya que cuando la vampiro abrió la puerta para salir el bullicio que me llegó indicaba la cantidad de personas que habían acudido al llamado. Las piernas me temblaron ¿Sería lo suficientemente buena? el alma se me había partido cuando no obtuve respuesta por parte de Pik más vislumbrar el orgullo en aquel par de ojos que me analizaban intentando dilucidar si escaparía o no de la habitación me daba cierto coraje. Abroché el emblema de los Macnair para ajustar la capa verde oscuro que cubría mis hombros como símbolo de aceptación a mi destino, en breve cruzaría aquella puerta, atravesaría un pasillo e ingresaría en una habitación repleta de gente, conocida y no tanto. 

    ¿Cómo lo haría?

    Todo vaso, copa, espejo o compuesto de cristal que había en aquel cuarto estalló en cientos de pedazos. Lluvia plateada cayó al suelo con el compás de mi andar. Sí, era dramática, pero no solo eso, sino que además era Macnair e hija de Pik, la peor combinación de la historia. Más mi forma de llamar la atención fue certera. Todos los presentes me miraban entre confundidos y molestos por su bebida derramada, con un chasquido hice que los elfos residentes en las ruinas Riddle sirvieran a los huéspedes algo un poco más fuerte y entoné la voz más grave que encontré.

    ―Buenas tardes, me alegro haya acudido a mi llamado― La finalidad de la entrada explosiva había sido conseguir unas cuantas gotas de sangre ―están aquí para reafirmar su fidelidad al bando, a Aaron... a mi, grandes cambios se avecinan, puedo verlo. Y la grandeza está hecha para nosotros, los Mortífagos.

    Alcé la mano con que sostenía la varita dentro de la capa y la afinqué en el antebrazo izquierdo. El ardor en ese instante fue doblegando a cada uno de los presentes en efecto dominó, aquel que no estuviese seguro de sus convicciones podía marcharse sin reproches, los que quedásemos trabajaríamos para alcanzar la gloria que alguna vez sonrió al bando. 

    Sybilla me miraba, podía sentirla, al final de la multitud, poniendo los ojos en blanco y dejando en claro que me consideraba una exagera. Pero con sus contradicciones hacia mi y todo, siempre era la primera en apoyarme. 

    @ Aaron Black Yaxley  @ Ericen  @ Rhiann Macnair R.  @ Maida Black Yaxley  @ Kamra Ashryver D.  @ Ada Camille Dumbledore  @ Ernest Dumbledore  todos /o/ 

     

     

    • Love 7
  16. Junio 2021

    No me había equivocado y daba gusto. Nathan conocía cada faceta de mi, incluida la magia más primitiva que albergaba en el interior. Aullé por instinto y di un paso al frente cambiando por completo mi apariencia. Los huesos de mi columna doblaron su longitud, mis patas se alargaron y el pelaje que cubría mi cuerpo me dejó completamente desnuda antes sus ojos, sonreí de lado, nada que no hubiese visto antes más que desviase la mirada por recato o respeto era lo que me gustaba de él. Rápidamente me hice con una camisa ancha que había en un perchero a mi izquierda y cuando la tela cubrió mis curvas la varita la transformó en un vestido sencillo que me permitió acercarme por completo y aferrarme a él. 

    —Yo oí...— me detuve ¿Qué le diría, cómo sabía que estaba prófugo, quién me lo había dicho? 

    Cerré las manos afincada a su ropa, como si de un momento a otro el pelirrojo fuese a esfumarse en una nube de humo. Tenía miedo de no volverlo a ver, de que le sucediese algo siendo yo capaz de impedirlo. Un año completo duró mi exilio de Londres, criando a un par de gemelos, haciendo las paces con Ámbar y sintiéndome en paz conmigo misma durante todo ese tiempo. Pero por las noches volvía a aquel sitio oscuro, muerto, húmedo de donde él me sacó; veía su sonrisa, sus ojos perdidos, Weasley había sacrificado su cariño hacia mi, aunque no lo supiera a ciencia cierta, la ausencia de aquel particular brillo en sus ojos al verme me hacía sospechar. 

    —Él me dijo que estabas prófugo, que te buscaría y te mataría... lo que estoy haciendo es traición. 

    El susurro se mezcló con la angustia. El tatuaje en mi antebrazo se retorcía de manera dolorosa, era como si me estuvieran marcando con un atizador ardiendo. Desvié la mirada hacia el ardor, le permití que lo viese contrastando en mi nívea piel, creía recordar que no era la primera vez que le confesaba aquello y aun así temía su reacción. 

    Tomé su mano y me senté en el borde de la cama para que me acompañase, el hedor a humedad asfixiaba en aquella habitación de mala muerte, no concebía la idea de que siguiera escapando y ocultándose en sitios como este. Debía tomar una decisión que podría poner en riesgo mi confiabilidad dentro de La Marca y de mi propia familia ¿Pero Sybilla me había cedido el Matriarcado a ojos cerrados por algo, no? actué casi sin pensarlo, de pronto mis oídos agudos de walpurgis captaron pasos firmes en nuestra dirección ¿Me habrían seguido, los conduje hasta él? le miré desesperada, con la misma súplica con que Nate deseeo que ese can fuese yo en el momento más agónico de su vida.

    —Ven conmigo

    Le dije.

    —Jamás te buscarán allí, quizás sí en la editorial, pero nunca se les ocurrirá profanar la Mansión Macnair, Nate, por favor.

    @ Nate Weasley

     

     

  17. Luego del revisado y traspasado de todos las posesiones, se procede a la aprobación de la Bóveda Trastero a nombre de Ashley Emily Black Lestrange. La bóveda contiene los títulos de propiedad de todos los bienes adquiridos (aunque no estén dentro de ésta) y resguardarán los libros de hechizos y poderes de criaturas que el usuario pueda o desee adquirir a posteriori.

    Se recuerda al usuario que está terminantemente prohibido la edición de la ficha; los pedidos de actualización deberán ser tramitados a través del Topic correspondiente y tendrán una periodicidad mensual.
     

    Atentamente,

    Arya Macnair

    Moderadora Global de HarryLatino.org

  18. Ficha actualizada para añadir bóveda trastero a nombre de Ashley Emily Black Lestrange:

    Link a Bóveda Trastero: Bóveda Nº 116207

    Se retiran los campos de pertenencias referentes al índice de bienes que ahora pasa a la bóveda trastero. Se retiran los campos sobre puntos de poder en objetos y puntos de poder en criaturas.

    Cualquier información extra que desee agregarse deberá ir al campo Otros Datos de la ficha de personaje.
     
    Atentamente,

    Arya Macnair

    Moderadora Global de HarryLatino.org

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