Jump to content

Eobard Thawne

Magos Expertos
  • Mensajes

    1.492
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    5

Todo lo publicado por Eobard Thawne

  1. Rió durante unos breves instantes ante la pregunta de la joven que tomó asiento al frente suyo. La mayoría tenía la errónea idea de que era un ser solitario. Podría ser cierto, y una parte de él lo sabía, pues la naturaleza de sus decisiones generalmente no contemplaban a más personas. Aunque, hacía años que había decidido tomarse las cosas con más calma. Vivir un poco, todo lo que hace alguien normal. El hecho de que me encuentre ocupando la mesa, en total soledad, no implica que me desagrade tener algo de compañía. Y, de cualquier forma... la noche es joven, aún. Asintió ante el comentario de la chica que tomó asiento frente a él, analizando cada uno de sus movimientos. Era una mala costumbre suya, quizá heredada de alguno de sus familiares. La teoría más acertada, su breve tiempo en Estados Unidos, dedicándose a trabajar para el mejor postor. Si bien, seguía ejerciendo su actividad recreativa, como cazarrecompensas, últimamente no había tenido actividad. Insisto, deshonraría a mi familia si pierdo de vista los modales. comentó, haciendo una ligera mueca al tiempo que le devolvía la mirada. Es un gusto, Mavy. Curioso nombre, no lo había escuchado antes. ¿Se encontraba allí buscando a alguien más? Era probable. El castaño generalmente se hacía varias de esas preguntas en silencio, como intentando armar un rompecabezas. Pero, curiosamente, aquella coincidencia no era el caso. Mavy no parecía el tipo de joven de la que uno sospecharía. Buena elección de bebida, pero puede que te duela la cabeza, debido al frío. Puedo preguntar, ¿qué es lo que te trae por tan singular establecimiento a altas horas de la noche? El joven mago no se inmutó ante el lapso en el que su acompañante realizó el pedido al elfo doméstico, quien se marchó a la brevedad para poder entregarle lo que deseaba. Quizá había sido un tanto atrevido al preguntarle tal cosa, pero estaba a punto de averiguarlo. Su intención no era convertir el evento en un interrogatorio. Por primera vez, prefería desconectarse un poco de aquel retorcido sendero que llamaba vida. @mavy_lu
  2. La pregunta sobre su edad le había tomado por sorpresa. No porque no quisiera revelarla, sino porque, aunque se trataba una pregunta habitual cuando dos personas se conocían, en este caso, le parecía inesperado. Pasó una mano sobre su cabello antes de responder, como si quisiera disimular. No iba a mentir, ¿por qué tendría que hacerlo? Tengo veintiséis años humanos. Debo confesar, es una medida de tiempo muy curiosa. respondió al fin. Se veía un poco mayor de lo que en realidad era, quizá por el pésimo manejo del estrés, un problema que parecía perseguirlo incluso a sus edad adulta joven. Aprovechó que tocaban el tema de la edad, para analizar sus facciones. Romina se veía aún más joven que él, y probablemente lo era. O quizá sólo era un factor común en la gente crecida en el Reino Unido, pues incluso su madre presentaba una apariencia similar, más conservada que el resto. También sabía que Saori provenía de Alemania, pero eso no modificaba el hecho de que en esencia se veían con mayor energía que el castaño. ¿Su propia apariencia se debía al haber crecido en Estados Unidos? ¿Qué hay de ti, cuál es tu edad? Claro, sí es que deseas decirme. Le dedicó una ligera sonrisa a manera de confianza. Aprovechando el breve lapso en el que su hermana respondiera a su pregunta, aprovechó para examinar la comida que había sobre la superficie de la mesa. Su sobrina había optado por los postres, mientras que Romina prefirió un sándwich, poniendo al Black Lestrange en una encrucijada. Finalmente, optó por unas empanadas, cuyo relleno era de frutos rojos. Sobre lo que hiciste allá. señaló a su madre con la cabeza. Aplaudo tu valentía, sobre todo sabiendo el temperamento que tiene mamá. Claro, no hablo por experiencia propia. río, haciendo una leve mueca. No obstante, no continuó con aquello que planeaba comentarle a su hermana, pues Juliette regresó, tras una breve salida, a hacerles compañía. Interrumpió su intento de discurso, examinando a la joven, quien parecía un poco preocupada. Le conocía lo suficiente como para saber que tenía algo. Le miró por encima de los lentes, directo a sus orbes esmeralda, como preguntándole en silencio si de verdad se encontraba bien. La mención a su elfo le hizo recordar aquella ocasión en que Horace estuvo cerca de conocer a la criatura que servía a la joven. No te preocupes, querida. Como podrás ver, tuvimos que desplazarnos un poco, dada cierta situación. asintió, echando una mirada furtiva hacia donde se encontraba la matriarca de los Black Lestrange. Parecía que no tomaría represalías, pero era muy temprano para cantar victoria. Un buen amigo dijo una vez, que los modales forjan al hombre. En lo personal, una frase muy excluyente, sobre todo considerando la variedad de razas que existen. Le dio un sorbo a su bebida, dejando que la esencia de Curazao inundara su paladar. Cerró los ojos durante un par de segundos. No había comenzado a sentirse mareado, lo cual ya era una gran ventaja. Aunque posiblemente lo lamentaría después, siendo su hígado el que más sufriera. Mi punto es, no seas tan dura con ella. Es algo gracioso, pues me recuerdas un poco a mí, cuando más joven, rebelde. No digo que no lo siga siendo, claro... agregó, mirando de reojo a Juliette, quien parecía decidirse por una copa de vino, tomándola de la bandeja de uno de los elfos. Sólo no dejes que te afecte. La etiqueta es algo a veces inevitable, sólo hay que encontrar una forma no tan incómoda de lidiar con ello. Apenas concluyó con lo que parecía una pequeña sugerencia hacia su hermana, sintió que quizá se había excedido un poco. Quizá porque, precisamente, en ella veía cierto parecido con él; cierto gusto por no seguir las reglas establecidas, salirse del margen habitual. Probablemente una razón más que confirmaba su pertenencia con dicha familia. Probablemente, esa rebeldía era hereditaria. Para ser dos personas, cuyos estudios mágicos iniciales se dieron el Ilvermorny, admito que mi estadía de tres años en Hogwarts fue de lo mejor. No obstante, ¿qué hay de ustedes? Imagino que tuvieron oportunidad de cursar más años en este colegio. Sabiendo que para Juliette sería un tanto difícil entablar conversación con personas con las que casi no se había tratado, el castaño una vez más procuró mantener un terreno neutral. Sabía que su compañera de aventuras, su aliada, tampoco había tenido la oportunidad de asistir completamente al recinto escolar en el que se encontraban. Quería pensar, entonces, que tanto Saori como Romina, sí habían recibido su educación mágica en Hogwarts durante siete años. @@Romina Black Lestrange @@Juliette Macnair @@Mia Black Lestrange @
  3. El tiempo había pasado con una rapidez inexplicable. Aún para el castaño, quien siempre se proclamaba como un amplio conocedor de los misterios que enjaulaban a la velocidad. Si bien el local no se había abarrotado de personas durante su espera, ni mucho menos, sabía que quedaría mal ante los ojos del resto si continuaba sin compañía. << Sí, algo me dice que esta noche me encontraré tomando yo solo. >>, se inquirió a sí mismo, dándole un sorbo a la bebida que la pequeña criatura le había llevado segundos después. Una joven había hecho acto de presencia en el local a los pocos minutos. Parecía que también buscaba alguna actividad de ocio para la noche. Y se entendía, pues para aquella hora, quienes se mantenían despiertos, tenían locales nocturnos, o se dedicaban a actividades aún más extravagantes. No le había prestado demasiada atención, pues la chica parecía buscar algo. O a alguien. Mayor fue su sorpresa, cuando se acercó a su mesa, y tomó asiento frente a él. Vaya... sacudió la cabeza, un poco aturdido. No se esperaba tal acción por parte de la recién llegada. Esto, sí. De hecho, vine aquí esperando encontrar a algún conocido, pero la suerte no está de mi parte. Le dedicó una amplia sonrisa a su acompañante. Le había tomado desprevenido, cavilando en sus propios pensamientos. Recuerdos de lo que había sido, y lo que era en ese momento. Bebió otro poco de aquel expresso, brindando una leve pausa por si la joven decidía ordenar algo. Pero, ¿dónde están mis modales? negó con la cabeza, sumamente avergonzado. Mi nombre es Eobard. Aunque también puede llamarme Aldrich, si es que así lo desea. Girando la mirada hacia el elfo que le había atendido previamente, le hizo una seña para que se acercara. No estaba acostumbrado a convivir demasiado con personas que no conocía, pero siempre se podía cambiar tal hecho. La noche se prestaba a tal cosa, quizá así puliría un poco sus aptitudes sociales. @mavy_lu
  4. Antes que nada, ¡Muy buena explicación! Se me hizo más intuitiva esta versión que el Portable, menos liosa de utilizar, realmente me encantó xD Así que, bueno, es el comienzo y la cosa parece fácil (?) En fin, creo que aprovecharé para dejar las dos primeras tareas. Espacio de trabajo Imagen 1 (498x101): Imagen 2 (402x230): Imagen 3 (759x314): Ni se nota lo mucho que me gusta Spider-Man (?) Pensaba en cuál utilizar precisamente para el último ejemplo, y dicha ilustración quedó perfecta *o* Ahora, respondiendo a la pregunta: ¿TIFF o PSD? Al igual que Leah, me quedo con PSD, ya que dudo mucho hacer demasiadas firmas o algo (?) Creo que sería todo por ahora
  5. Sería el cuarto inscrito /o/ Pues, sí he manejado el PS antes, tomé un pequeño curso, pero como casi no lo uso, a veces se me olvida v.v Lo que me falla es la creatividad (?) En fin, me uno a esto, esperando poder hacer un par de creaciones xD Y de paso reactivar mi cuenta de imgur
  6. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Eobard Aldrich Black Lestrange, empleado ¿Otra encomienda para el castaño que implicaba visitar locales? Repartir volantes y hacer propaganda de la campaña era cosa fácil; dictaminar que las criaturas se encontraban sanas y registradas correctamente, era historia aparte. En aquella ocasión, debía hacer una visita a uno de los negocios por la segunda razón. Apareció frente a uno de los locales conocidos del Callejón Diagón, #ElHashtag, pues había recibido indicaciones del local que debía visitar, y resultaba que éste se encontraba sobre el ya mencionado negocio. Provisto de su playera polo de manga larga favorita, azabache, casi tanto como su cabello, pantalones cortos grises y botas de caza, su elección de atuendo estaba orientado a su propia comodidad para el trato con criaturas mágicas. Ubicó la escalera de caracol metálica, a un costado del edificio, y decidió adelantarse. Una vez que estuvo en el segundo piso, decidió acceder al lugar. Ya en el recibidor, estuvo tentado de tomar asiento en uno de los sillones del recibidor, pero finalmente sacudió la cabeza y se mantuvo de pie. Se encontraba en horario laboral, al menos en ese momento, tenía que limitarse a su objetivo. Buen día. se anunció, esperando que eventualmente el encargado del negocio apareciera. Somos empleados del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. El motivo de nuestra visita corresponde a órdenes directas de la jefa de la dependencia, con relación al trámite realizado en días pasados. Había decidido hablar en plural, puesto que no era el único que debía hacer acto de presencia en dicho local. Su sobrina, Saori, le acompañaría. Confiaba en que no demoraría tanto en presentarse. Sacó el pequeño memorándum que hacía constar el trámite del dueño. El detalle que más le llamó la atención fue, naturalmente, el nombre. Y más aún, el apellido. Black Lestrange. Silenciosamente, se preguntaba cómo sería aquel pariente que aún no conocía. @ @
  7. Se acomodó los lentes al materializarse en medio de la calle. Para su buena suerte, ninguno de los transeúntes caminaba en ese momento cerca de la ubicación de su aparición. La suerte estaba de su parte. No era muy partidario de llamar la atención. Menos aún, con sus recientes actividades dentro del bando. -Bueno, ¿qué tenemos aquí? Observó los locales que le rodeaban. La mayoría de ellos, cerrados. Y lo entendía, después de todo, la medianoche se acercaba sin previo aviso. Eso, y el hecho de que se encontraba en uno de los extremos oscuros del Callejón Diagón. Aunque, técnicamente, ya no estaba en Diagón, sino en el Callejón Knockturn. El local de artículos tenebrosos por excelencia, "Borgin & Burke", se encontraba a su derecha. Y, frente a él, un negocio que no conocía. <<He tenido peores ideas antes.>>, se encogió de hombros y caminó con dirección a la estructura que había llamado su atención. Tenía la pinta de ser un local ilegal. Pero no lo sabría hasta entrar y ver de qué se trataba. Le dedicó un breve vistazo al letrero del negocio, y finalmente cruzó la puerta para encontrarse en un pasillo coronado por lámparas en el techo. La decoración le pareció un tanto jocosa, mirando cada cierto lapso los cuadros que adornaban las paredes. Grandes magos de cada época, algunos cuya reputación los precedía. Finalmente, llegó a una segunda puerta, que se abrió apenas el chico se quedó estático. Posiblemente alguna clase de encantamiento. Esperaba que las escaleras lo llevaran a la estancia principal del local. Se detuvo durante unos segundos en el último peldaño, examinando la decoración del inmenso salón que se reflejaba en sus ojos. Predominaban los tonos verde y plateado. Sus favoritos. Los colores de la noble casa de Slytherin. La barra al final parecía llamarle como llama un plato de comida a alguien con hambre, pero de momento había descartado el comenzar a beber. Y más aún, solo. -Habrá que esperar. Optó por tomar asiento en una de las mesas dispuestas en la pequeña cafetería. No parecía haber mucho movimiento en el lugar, lo cual le resultaba extraño, pues durante la noche uno pensaría que la gente frecuentaba dicho establecimiento. ¿Llegaría la persona con quien había acordado verse ahí? No lo sabía. Aguardaría en silencio. Solicitó un expresso frío a un elfo que pasaba por ahí. @@mavy_lu
  8. Imaginé que usarías esa imagen, en serio fue de mis predilectas. Obviamente el trabajo me encantó *o* Ya puedo comenzar a dar problemas con algún personaje secundario, hay que darle algo de descanso al pobre de Eobard (?) Bueno, un poco xD ¡Muchas gracias, Cissy! Valió la pena la espera, nos estaremos leyendo después.
  9. Vaya, no había escuchado el apellido Moody en bastante tiempo. El susurro del mago parecía más bien para sí mismo, aunque el confortable ambiente es la razón que le ha permitido abrirse un poco ante las presentes. Ubicaba el apellido inglés debido a aquel famoso auror del Ministerio de Magia, a quién quizá podría agradecerse que las celdas de Azkaban estuvieran tan repletas. Incluso los aurores del MACUSA le tenían en alta estima, siendo como su ejemplo a seguir. El castaño se preguntaba, en silencio, de qué forma estaría emparentada con dicho personaje. La amabilidad con la que había sido recibido era sin duda algo que estaba disfrutando, pues no estaba acostumbrado a dicho trato. En los pocos establecimientos que había pisado, como civil, el trato se había limitado a encargado-cliente, y en aquellos que tuvo la oportunidad de arribar como empleado ministerial, se limitó a cumplir con la encomienda que le habían asignado. En aquel breve lapso, una tercera persona hizo acto de presencia en la posada. Poseía un parecido increíble con Natalya, por lo que Aldrich intuyó que se trataba de su hermana. Creo que los norteamericanos de por sí somos bastante raros de avistar en Europa. comentó, ocupando una silla de la mesa que, segundos antes, Melrose había seleccionado para ocupar. Al igual que nuestros homólogos nomaj, la mayoría tiende a adoptar una actitud un tanto...¿aislacionista? Creo que por eso es que decidí alejarme un tiempo. Esbozó una breve sonrisa ante su propio argumento, pues en realidad no había tenido el gusto de encontrarse con más connacionales. Eso, en parte, le daba tranquilidad, pues el toparse con alguna persona de su pasado normalmente conllevaba el meterse en problemas. Y la idea fundamental de haber elegido Reino Unido, era precisamente el empezar desde cero. O casi. A decir verdad, me sorprende ser uno de los pocos visitantes el día de hoy. La vegetación es espléndida, ideal para despejar la mente, si es que uno en verdad requiere ahuyentar sus pensamientos. asintió suavemente, cerrando los ojos durante unos pocos segundos, para después continuar. Pensó una vez más en la fragancia que circulaba por el exterior, entre aquellos dos frondosos bosques. Finalmente se encontró con la pregunta del cómo había localizado aquel lugar, que parecía más bien uno de los secretos mejores guardados del mundo mágico y no mágico; como un retiro secreto para aquellos lo suficientemente inteligentes para encontrarlo. Un Edén, precisamente, encajando a la par con la forma en la que Natalya se refirió al lugar en el que se encontraban. Si bien era cierto que el Black Lestrange no era muy crédulo que digamos, cuando se topaba con algo que se podía demostrar firmemente, aceptaba su veracidad. Al igual que ese momento, le costaba trabajo creer que un lugar tan natural aún pudiese existir en la Tierra. De hecho, podríamos decir que la naturaleza de mi llegada al Edén y mi propia historia se hilan en cierto punto. concedió, deslizando sus dedos sobre el cabello de la frente para acomodarlo nuevamente y descubrir ésta. En algún momento, mantuve una peligrosa amistad con un vampiro de ascendencia francesa. Una mente bastante brillante, en ocasiones conflictiva. Se detiene un momento para corresponder el saludo de la gemela, quien posteriormente pregunta si los presentes desean algo. Dedica una ligera reverencia a Melrose, cediéndole la palabra para realizar su pedido, para después posar sus ojos en la bebida contenida en el pichel, cuya tonalidad sugería que se trataba de algo fresco. Me gustaría un poco del zumo que la señorita está consumiendo. comentó, refiriéndose a lo que deseaba. Había procurado ser muy simple a la hora de ordenar algo, pues de esa forma lograba distinguir y, por consiguiente, disfrutar aún más los sabores. Retomando la historia, hay una especie de rumor en Estados Unidos, sobre unos jardines secretos. Se plantea que, en tiempos adversos, la comunidad mágica construyó dichos santuarios como una forma de esconderse de los seres no mágicos. Similar al sistema que se ha construido en conjunto con los Ministerios de Magia. La teoría, de inicio le había parecido descabellada, era como si Malcolm hubiera ingerido alguna sustancia que alterara su percepción del entorno. Pero, ahora que se encontraba allí, comenzaba a retractarse. Ahora, Malcolm Reagan, nuestro querido vampiro, hizo un especie de triangulación, ubicando lugares de posibles jardines en todo el globo. Uno de ellos, precisamente, se supone que debía estar en Inglaterra, particularmente, los suburbios londinenses. Fui voluntario para tal empresa, y aunque sigo poniendo en tela de juicio toda esta historia, debo admitir que he quedado maravillado ante el lugar que, con algo de suerte, descubrí hace sólo unos minutos. Sonrió con tranquilidad, entrelazando sus manos y colocándolas sobre la superficie de la mesa, habiendo considerado que había hablado lo suficiente y debía cederle la oportunidad de hablar a las presentes. @Melrose
  10. Su pequeño experimento social de relacionarse con más miembros de la familia había resultado un tanto curioso. No era la primera vez que lo intentaba, pero ciertamente había algo que podía concluir de ambas interacciones: A los Black Lestrange les gustaba el drama. Si no fuera parte de esa familia, o le fueran ajenas algunas de las relaciones que mantenían algunos de sus miembros, habría jurado que no podían estar cinco minutos sin querer asesinarse entre ellos. Pero comenzaba a serle habitual, y en ocasiones se deleitaba con tales eventos. -¿Portarme bien? Bueno, no prometo nada.- fue lo último que logró articular hacia su madre antes de que la joven que se había presentado ante el círculo social arremetiese contra ella. Hizo una mueca en cuanto escuchó el sonido de su bebida impactar contra el cabello de su madre. Y la conocía lo suficiente como para saber que su reacción no sería nada tranquila. Y que si se metía en medio, posiblemente lo lamentaría. O no. ¿Por qué no optar por mediar un poco el terreno entre ambas mujeres? Ante el repentino silencio que ofrecía Juliette, sus opciones se agotaban. -Espero sepas perdonar mis pésimos modales...- se dirigió finalmente hacia la joven, quien había sido revelada como hija de Mía. Su hermana. -Mi nombre es Eobard. Eobard Aldrich. Pero puedes llamarme por cualquiera de los dos, nunca he tenido gran problema en ello. Sabiendo que sólo era cuestión de tiempo para la reacción de su madre, decidió poner un poco de distancia entre su hermana y ella. No sin antes tomar la copa que le ofrecía el elfo que previamente había sido encomendado para reponer su bebida. Levantó la copa hacía Romina a manera de agradecimiento. -Por cierto, Saori. -se dirigió a su sobrina, quien parecía un tanto aturdida después de haber ingerido algunas bebidas. -Si vas a competir conmigo entre quién es el qué pasa más tiempo en su habitación, te deseo suerte. -y, aprovechando el momento, se acercó para susurrarle al oído. -Como veas que las cosas se salen de control, no dudes en cubrirte. Una vez que se incorporó, se aseguró de conjurar un encantamiento impermeable sobre su traje. Siendo su dominio de los encantamientos no verbales algo razonable, no podía arriesgarse a que las represalias le alcanzaran. Y el iniciar un drama en un espacio tan cerrado no le parecía la mejor de las ideas. -¿Te parece bien ir por algo para picar, Romina? -con su mano libre, señaló una de las mesas donde rebosaban algunos bocadillos, invitándole a acompañarlo. Con un poco de suerte, el desplazamiento momentáneo retrasaría la confrontación con su madre por su reacción. -Digo, después de todo, soy tu hermano, el que estuvo perdido por varios años. @@Mia Black Lestrange @ @@Romina Black Lestrange @@Juliette Macnair
  11. Sin contemplarlo, ni siquiera sopesar la posibilidad, el Black Lestrange ya había llegado a la posada, situada en lo que parecía el final del recinto subterráneo. Fue grande su sorpresa al descubrir que en aquel lugar los caminos parecían aún más cortos de lo que en realidad era. ¿O se trataría de un efecto del local? << Esto no lo vi venir. >> Una figura que hasta el momento había permanecido fuera de su rango de visión, se encontraba ya en compañía suya, siendo recibida por una de las empleadas del negocio. Era unos centímetros más alta que el castaño, y su silencioso proceder le confería una aura de curiosidad ante los demás. O al menos para Aldrich, quién siempre procuraba conducirse con cautela. Aunque, nunca faltaba la pequeña chispa que le hacía perder el control de la situación. El recibimiento fue cálido, inesperado para él, pues se figuraba que quizá sería atendido de una forma más mecanizada, como si se tratase de uno de esos armatostes muggle que tanto se esforzaban por imitar a los humanos. Le alegró que no fuera así. Oh, mis modales... hizo una mueca, una vez que le fue preguntado su nombre. Estaba tan acostumbrado a tratar a personas que ya conocía, sobre todo parientes sanguíneos, por lo que siempre experimentaba un ligero nerviosismo al presentarse ante los demás. Mi nombre es Eobard Aldrich Black Lestrange. Un nombre considerablemente extenso, creo yo. Rió ante su propio comentario, el cual era medianamente cierto. Si bien, había crecido con la errónea idea de que los Thawne eran su familia, el simple hecho de tener que modificar su nombre al que le correspondía por sangre, llevaba consigo el plantear una forma de presentarse sin tener que emitir todos sus nombres y apellidos. Decidió dar largas a la siguiente pregunta antes de poder responderla, puesto que a los presentes se les había invitado a acceder al negocio. Le permitió el paso a la joven por cortesía, asintiendo ligeramente a la par de ella. Una vez adentro, efectuó una rápida mirada alrededor del local, como intentando memorizar cada detalle, una costumbre que había adquirido conforme fue creciendo. Veía el reconocimiento de un lugar como una ventaja táctica, o bien, una forma de saber en dónde estaba situada cada cosa. Ahora, en cuanto a mi historia... finalmente se decidió por responder, rascando ligeramente su barbilla, como si pensara en lo que estaba a punto de decir. Se remonta al otro lado del océano, en un extraño país llamado Estados Unidos de Norteamérica. Es el punto de partida y...¿tal vez? Algún día, la meta. Hablar sobre su juventud en Norteamérica comenzaba a serle más fácil a medida que se desenvolvía en la comunidad mágica británica. Las piezas iban cayendo en su lugar, como si la suerte deseara que el castaño tuviera un poco de estabilidad. No obstante, su vida era más movida de lo que podría desear, aunque él siempre había sido conocido por su afición a la velocidad. Eso se lo podía deber a Malcolm. Aliado a conveniencia, en veces enemigo, y ocasional amigo. Habiendo explorado distintos locales que planteaban la idea de paraísos subterráneos, su hipótesis que planteó el vampiro sobre la existencia de un negocio de aquel tipo en los suburbios londinenses parecía haberse cumplido, razón por la que Eobard se encontraba en tal recinto.
  12. Llegó la hora. Vengo a adquirir mi primer conocimiento no gratuito lo cual es triste (?), por lo que a continuación les dejo mi ficha de inscripción. Ya va siendo hora de enriquecer un poco, aunque sea, al personaje... en fin, no sé si aquí también aplica lo del mínimo de dos líneas, supongo que sí, pero igual ya cumplí xD Nota: Puse la segunda opción de Transformaciones por si, por cualquier situación, no se abre clase de Pociones, el cual sería el conocimiento prioritario. Si no llega a haber problema con ello, ignorar la segunda alternativa. ¡Saludos!
  13. << ¿Un local que reabre sus puertas? >> Los pensamientos del Black Lestrange lo habían llevado al Callejón Diagón, donde esperaba que el caminar por las adoquinadas calles y el murmullo de los transeúntes lo distrajeran un poco de la maraña de pensamientos que últimamente invadían su mente. Se sentía envejecido, a pesar de no superar el rango de los 30 años, pero por alguna razón tenía la sensación de que las defensas de su cuerpo se habían mermado un poco. Una de sus explicaciones para ello se debía al reciente uso de la magia oscura, que si bien la veía como una útil herramienta, no necesariamente para tortura y esas cosas, le estaba cobrando factura por emplearla. Tengo dos opciones. Me he perdido, o en serio me encuentro frente a la entrada del negocio. susurró, liberando un leve suspiro. La pared de ladrillo se erigía, impasible, ante el resto de los escaparates, entre dos locales que quizá vieron mejores épocas, pero que ahora yacían olvidados. Se detuvo frente al aparente obstáculo y se cruzó de brazos para contemplarlo mejor. Identificando el primer ladrillo del lado izquierdo, contó quince de éstos hacia arriba, para después deslizar la mano hacia la derecha. Una vez que se cercioró de estar tocando el quinto ladrillo, sacó su varita. El nogal negro relucía, elegante, como si el artefacto hubiese sido confeccionado ese mismo día. ¿Dulce o truco? sentenció, pensando en la posible contraseña. La pared se mantuvo intacta, con la herramienta del mago tocando el ladrillo de acceso. Le tomó un tiempo dar con el santo y seña, atrayendo la mirada de uno que otro curioso que pasaba por dicha zona de Diagón. Finalmente, un atisbo de suerte al pronunciar Deliciosa manzana ocasionó que una trampilla fuera revelada ante el castaño. Escaleras. No se lo esperaba, pero aún así contaba con tener que recorrer dicho camino si quería llegar a aquel negocio del que había escuchado de parte de sus conocidos. Guardó la varita bajo la larga manga de su playera polo gris, una de sus favoritas, y comenzó a descender en aquel camino en forma de espiral, que a momentos le parecía interminable. Vaya. Qué buen encantamiento meteorológico. La vista que se extendía frente a él era incomparable, y a la vez drástica, pues en la superficie estaba acostumbrado a parajes urbanos, la contaminación muggle y otros detalles, mientras que ahí, en el local subterráneo, a donde quiera que mirara había verde. Había dos bosquecillos a ambos lados del sendero, y al final de éste, lo que parecía ser el negocio en sí. Llegaría ahí, eventualmente. En ese momento, sólo le preocupaba exponerse demasiado a la luz que provenía de la bóveda. Comenzó a caminar, examinando la vegetación del lugar cada que un color nuevo aparecía, mirando por encima de sus lentes como si creyera que éstos habían sufrido una especie de hechizo que lo estaba haciendo delirar. * * * Off: Creo que soy el primer visitante (?) No sabía si pasarme porque qué tal y no se podía postear todavía, pero en fin xD
  14. @ ¡Hola! No te preocupes, se entiende perfectamente De hecho, para un trabajo firmero normalmente se lleva algo de tiempo, dependiendo de cada pedido, así que en realidad no hay drama. Me gustaría mantener mi pedido con las características que dejé, sólo queda modificar el nombre, que sería "Malcolm Reagan", fuera de eso, el resto de las especificaciones se queda intacta. e.e ¡Saludos y que te mejores pronto!
  15. Bueno, creo que ya es la hora (?) Había querido unirme a esta familia desde hace un tiempo, pero necesitaba estabilidad en el foro y esas cosas e.e Nah, simplemente quería esperarme a terminar Hogwarts para ya haber desarrollado poquito mi personaje, así que bien, dejo mi ficha de inscripción a la familia. Nombre: ¿Muggle, o de mi personaje? xD Bueno, les dejo ambos: Eobard Aldrich Black Lestrange (se agregaría el Gaunt, supongo) || Antonio Ficha de personaje: 110221 Bóveda personal: 110224 ¿Qué parentesco quieres tener y con quién? (en caso de existir preferencias): Aún no lo sé, quien guste adoptarme e.e ¿La Gaunt será tu familia sanguínea o adoptiva?: Adoptiva Bando de preferencia: Marca Tenebrosa, aspirante Link a una imagen de tu habitación para el castillo: Ostentosa ¿Dónde estará tu habitación? (Hay siete plantas, sótano-subsuelo y tres torres: sur, oeste y este): Quinta planta. Mascotas y/o elfos (si se tienen. Por favor, detallar para poder poner en lista): Horace, elfo doméstico. Esbelto y de ojos verde esmeralda. Posee algunos mechones de cabello castaño. Cumpleaños: Mayo 16 Contacto: ¿Es completamente necesario? xD Sino, se las paso después Creo que eso sería todo de momento. ¡Saludos!
  16. Y en ese momento casi se atragantó con el marisco que estaba consumiendo. El hecho de que su madre quisiera averiguar la naturaleza de sus encuentros con la Macnair le parecía preocupante, no por tener la necesidad de ocultarle algo, sino por la pequeña situación que había acontecido durante la última vez que los castaños se habían reunido en un mismo local. - Puedo asegurar que ahí fue. Sólo diré que corrimos con la mala suerte de involucrarnos en un pequeño lío.- comentó el Black Lestrange observando a quien fuera su profesora durante su etapa terminal de Hogwarts. - Descuida, no destrozamos el lugar. - agregó, ante la posible preocupación o enojo de su madre. Era la verdad, desde cierto punto de vista. Una vez más, agradecía a Zeta, el barman, por su silencio, y a Malcolm, su eterno rival desde aquel incidente en Norteamérica en 2009, que el altercado no hubiese salido a la luz. Así debía ser, porque de llamar demasiado la atención, lo más seguro es que el castaño no estuviera presente en aquel lugar con parte de su familia. - Por cierto, no tengo idea de lo que estoy bebiendo, espero sea jugo de tomate, o de arándanos. Hizo una mueca ante la incertidumbre que suponía el tener que comprobar la composición de su bebida. Finalmente, llevó la copa a sus labios e, ignorando el frío que emanaba del vidrio, le dio un ligero sorbo. Efectivamente, era un año bebida frutal, a juzgar por la esencia, que evidenciaba la presencia de cítricos. Y un complemento, que el mago identificó como licor de Curazao, una pequeña isla localizada en el Caribe. Aunque no tuvo tiempo para comentar sus resultados con los presentes, pues fue el momento justo en el que una voz le hizo girar la cabeza. Una de las jóvenes recién llegadas se acercaba a paso veloz al círculo donde se encontraba el pequeño círculo dorado. No parecía estar contenta, aunque se entendía de cierta forma, pues su atuendo estaba manchado por lo que parecía ser cerveza de mantequilla. Intuyó que conocía a su madre de mucho antes, quizá por la forma en la que se dirigía a ella, sin temor a un reproche. Consciente de que se encontraba en una situación un tanto incómoda y ante el silencio del resto de los presentes, decidió establecer un terreno neutral. - Huh... Aunque sé que la situación es con Mia...- comenzó, mirando a la chica que se había unido a su grupo de conversación- Puedo asegurar que es una fiesta algo casual. Digo la etiqueta es importante, pero finalmente es un evento social. - Y, ahora que lo pienso... No te había visto antes. ¿Cuál es tu nombre? - inquirió el castaño, dándole un segundo sorbo a su bebida. @@Mia Black Lestrange @@Romina Black Lestrange @ @@Juliette Macnair
  17. Hola, ¿qué hay? Por ahí leí que somos familia on rol, pero bueno, no he venido aquí por eso, sino que he venido para molestar solicitar una firmita nueva, ya sabes, hay que mantenerse a la moda. Así que bien, a continuación dejo mi ficha. Imagen: Link, porque sino habría redundancia. Si ésa no funciona, podrías intentar con esta. Texto: Eobard A. Black Lestrange, y también "I've met some of history's monsters. And believe me, I'm not one of them". Avatar: Sí. Mismo caso que la imagen, trabaja con la que dé menos líos. Especificaciones: Me gustaría que si es posible utilizar tonos verdes o azules, como #2BE896 o #0DB5BD, pero lo dejo a tu criterio, al igual que el acomodo de los textos, en el caso del nombre, que sea en cursiva, y la frase en otro estilo. El tamaño de la firma sería el convencional. Creo que sería todo por el momento. ¡Saludos! Y gracias de antemano.
  18. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Eobard Aldrich Black Lestrange, empleado ¡Al fin, he esperado este momento todo el día! El castaño no ocultó su alegría al aparecerse frente al último local que le correspondía visitar para cumplir con su trabajo en el departamento. El día había sido un tanto movido, por lo que decidió tomarlo con calma y apreciar la estructura frente a él. No había tenido el gusto de visitarle antes, por lo que quizá lo haría cuando todo esto terminara. La piedra evidenciaba que se trataba de una construcción de antaño. Apenas cruzó la puerta, logró captar el ambiente clásico de una taberna, combinado con el sonido de una flauta, que parecía provenir de algún lado. Tenía cierta influencia medieval, y él no podía negarlo. Se escuchaban voces de gente platicando, bebiendo, celebrando como si no hubiese un mañana. Bien, acabemos con esto. rió, sacando el pergamino con la información que daría a continuación. Como sabrán, el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas actualmente auspicia una campaña de registro. comentó, extendiendo el escrito y pegándolo a una de las paredes con el simple tacto de su dedo índice derecho. El motivo de mi visita es para invitarles a que participen, señores. http://i.imgur.com/XUfzJG0.jpg Y, ¿por qué no? agregó, tachando el último nombre en su lista de locales. Se acercó a la barra y esperó a que alguien lo atendiera. Un estofado de ostras, por favor. Una copa de vino con especias tampoco me caería mal.
  19. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Eobard Aldrich Black Lestrange, empleado Penúltimo lugar que visitar, pero no por ello el más común que se le habría ocurrido al joven Black Lestrange. ¿Un Confesionario tendría criaturas mágicas en su interior? Era posible, aunque seguía cavilando el porqué le habían enviado a tal lugar, siendo que el castaño no era muy creyente que digamos. Su fe estaba consigo mismo. Encogiéndose de hombros frente a la construcción que se erigía frente a él, el mago avanzó, metiendo las manos en los bolsillos. Esperaba no tener que demorarse tanto en aquel lugar, que extrañamente le producía una sensación de vacío, como si los dementores fueran capaces de arrebatarle su fuerza vital, cosa que a la fecha no había sucedido, aún habiéndose enfrentado a algunos durante su paso por la Academia. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. susurró, mirando a su alrededor. La piedra grisácea y el aparente silencio parecían darle un aspecto de cementerio al recinto. La madera de los bancos crujía cada tanto, por lo que decidió no demorarse tanto con lo que planeaba hacer allí. Con un movimiento rápido, lanzó el pergamino hacia el techo, logrando que se extendiera a medio vuelo, con el mensaje que deseaba hacer llegar a los propietarios. http://i.imgur.com/XUfzJG0.jpg Esperamos que les sea posible acudir a registrar a sus criaturas, si es que las poseen. Con gusto les atenderemos. concluyó sin elevar el volumen de voz, por si algún incauto se encontraba a mitad de una confesión. Dio un giro sobre sí mismo y se desvaneció, interrumpiendo el espectral silencio y levantando un poco de polvo al hacerlo.
  20. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Eobard Aldrich Black Lestrange, empleado Se encontraba tan cerca de cumplir con su primera asignación que casi podía saborearlo. No obstante, no quería distraerse, y por lo tanto, no cantaría victoria hasta que hubiera tachado el último lugar por visitar. Para su suerte, no era aquel que se cernía frente a él, con sus curiosos tres pisos. Cerciorándose de que se encontraba en el local correcto, avanzó hacia la entrada, deslizando su mano suavemente por la superficie de piedra natural, que le parecía magnífica. Al igual que los detalles identificados en los negocios anteriores, esperaba tener el tiempo suficiente como para poder regresar. ¿Qué tal? Buen día. se anunció, aspirando el olor a libro que emanaba de los estantes. A donde quiera que mirara, cientos de dichos objetos, esperando a ser leídos. No obstante, su visita no estaba encaminada a comprar alguno, al menos no en ese momento, por lo que decidió continuar con su discurso. He venido en nombre del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas con el objeto de notificar sobre nuestra campaña de registro de criaturas. comentó, haciendo levitar el pergamino con el escrito ya conocido por él. El encantamiento surtiría el efecto suficiente como para que los transeúntes lo notaran. http://i.imgur.com/XUfzJG0.jpg Gracias por su apoyo, y esperamos recibirlos a ustedes y a sus criaturas en el Ministerio de Magia. Recuerden, una criatura es feliz cuando se encuentra registrada. sentenció con una sonrisa, echándole un último vistazo al lugar. La decoración era impecable, pues las plantas parecían establecer una especie de balance entre el mundo natural y el creado por el hombre. Sin más, abandonó el local para seguir su camino.
  21. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Eobard Aldrich Black Lestrange, empleado Comenzaba a acostumbrarse a ir y venir entre local y local. Después de todo, la campaña era cosa seria, por lo que quería contribuir de la mejor forma posible. Era el mensajero, y posiblemente tendría la oportunidad de hacer registros más tarde. Pero lo importante en aquel momento era brindar la información necesaria a los negocios que se le habían asignado. ¿Es en serio? Bueno, aunque no imagino un hipogrifo, siempre hay que estar seguro. comentó, postrándose frente a la entrada de Bratvá, el bar de temática rusa. Se trataba de su segunda visitar al lugar, por lo que prefirió ser breve. Tenía más lugares qué visitar, y su idea era terminar cuanto antes aquella tarea. Bratvá parecía algo vacío, haciendo que el castaño se cuestionara la razón para que tal cosa fuera posible. No obstante, no podía darse el lujo de perder más tiempo. Esperamos que pueda formar parte de nuestro programa de registro de criaturas. Ya sabe, una criatura registrada, es una criatura feliz. No hay más. inició, dedicando una leve reverencia al encargado en la barra. Ya traía el pergamino en la mano, listo para entregarlo, pues sabía que tales cosas no debían llevar más tiempo del requerido. Lo extendió sobre la superficie de ésta, revelando su contenido. http://i.imgur.com/XUfzJG0.jpg El Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas atenderá con gusto sus peticiones de registro! se despidió, tomando una galleta salada antes de retirarse del local.
  22. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Eobard Aldrich Black Lestrange, empleado Había tenido que correr bastante para alcanzar el siguiente local en su lista, que se encontraba casi al final de Callejón Diagón. Por suerte, su experiencia con encantamientos le permitió mantenerse fresco y seco, sin tener que experimentar una incómoda sensación de fatiga. Se encontraba frente a Ars & Vita, un negocio que se dedicaba al disfrute del espectador. Cruzó con cuidado el jardín principal que le separaba de la entrada, mirando de vez en cuando las fuentes y bancos que decoraban el paso. Parecía el lugar ideal para relajarse después de un día de compras. O de trabajo. Pero al Black Lestrange todavía le quedaba bastante por hacer. Las puertas de cristal se abrieron por sí solas para su buena suerte, ahorrándole valiosos segundos. ¡Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas! Vengo a hacer de su conocimiento la reciente campaña de registro de criaturas que se está llevando a cabo. comentó, mirando alrededor. La estancia parecía tranquila, o al menos lo había estado hasta su llegada. Alcanzó a escuchar el eco de su voz durante unos segundos más. Consciente de que alguien se pasaría pronto a atenderlo, decidió dejar la información que se le había indicado. Depositó el pergamino sobre uno de los sillones, tocándolo con la punta de su varita para que emanara chispas azules en señal de que requería atención. Contenía lo siguiente: http://i.imgur.com/XUfzJG0.jpg Agradecemos su cooperación, y esperamos que tenga buen día. se despidió, regresando por el camino que había cruzado para llegar al hall. Buen diseño de lugar, por cierto, muy minimalista. agregó, sonriendo ligeramente antes de proseguir con sus pendientes.
  23. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Eobard Aldrich Black Lestrange, empleado Recordaba la última ocasión en que había visitado El Dragon Verde. Lo que comenzó como una simple visita para beber una cerveza extranjera desembocó en la intersección de su camino con el de una peculiar joven, con quién ya había compartido al menos una memorable aventura de la que, de haber sido las cosas ligeramente distintas, no habría sido posible escapar con vida. Con todo, la razón que traía de vuelta al castaño era más bien relacionada con el nuevo empleo ministerial que se encontraba desempeñando. Rememorando la breve visita en la que conoció a Juliette, se apareció en medio de la bifurcación de caminos, estremeciéndose un poco ante la temperatura actual. Su vestimenta, más bien primaveral, no era la más indicada. Sin más, emprendió el camino hacia su destino, observando el humo que salía de las tres chimeneas del edificio a cada tanto. Durante el lapso de la silenciosa caminata, caviló acerca de las posibilidades que habían dado pie a que conociera a la joven. ¿Habría sido una mera suerte, derivada de su descuido al empujarle levemente, o se trataba de uno de esos encuentros predestinados? Algún día encontraría la respuesta, o no. ¡Buen día! exclamó, ya en la puerta. Se permitió unos breves segundos de pausa para aspirar el olor del interior, del típico pub inglés. Sonrió al percibir la esencia de algunas maderas que conformaban el inmobiliario. Combinadas con el dejo de la cerveza, resultaban la combinación perfecta. Vengo de parte del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, como parte de una visita rutinaria con la intención de promocionar nuestra campaña de registro de criaturas. comentó, acercándose a la barra. Hurgó entre los bolsillos del pantalón, buscando el preciado objeto que debía entregarle a la encargada. Finalmente encontró el pergamino, con el mensaje, que depositó sobre la superficie de madera. La caligrafía era sencilla, pero clara. http://i.imgur.com/XUfzJG0.jpg Esperamos contar con su apoyo, gracias de antemano. inclinó la cabeza en torno a los presentes y finalmente dio media vuelta para retirarse del lugar, pues aún debía cumplir con más visitas de ese tipo << Una pena que me encuentre de servicio, de lo contrario, no me molestaría una cerveza alemana >>, se lamentó en silencio, echándole una última mirada al Dragón Verde antes de fundirse con el espacio-tiempo y abandonar aquel paraje.
  24. Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas Su primer día como empleado ministerial. Parecía que su breve estadía en Hogwarts había acontecido hacía varios años, pues comenzaba a verlo como una etapa distante. Ahora, con todo el giro que había supuesto su vida, el castaño se encontraba en un momento de transición. La suerte se había convertido en su nueva amiga, al parecer. Tras un segundo intento por conseguir un empleo en aquel departamento, por fin lo había logrado. Y sin más, su primera asignación consistió en hacer un par de visitas a ciertos lugares como parte de un programa especial. Vaya, con que aquí es donde debía llegar. Comentó tras aparecerse frente al local, levantando una ligera capa de polvo de la acera. Las capas de viaje parecían haberse vuelto parte de su atuendo habitual, que siempre consistía en pantalones largos entallados y playeras polo de manga larga oscuras. Sonrió una vez que se acercó a la entrada del negocio, ansioso por comenzar su trabajo. Una vez adentro, se sintió un tanto curioso ante la decoración del lugar. Bastante elegante, incluso para él, quien incluso había tenido el gusto de participar en algunos eventos sociales formales, de los cuales sólo unas pocas personas tenían memoria. Era mejor así. ¿Buen día? anunció, acercándose al mostrador. A simple vista, el lugar parecía vacío, pero nada perdía con intentarlo. Y, de cualquier forma, debía cumplir con su trabajo. Vengo de parte del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas con el motivo de compartir cierta información que podría ser de utilidad. agregó, sin esperar a que alguien acudiera a su encuentro. Dicho esto, sacó un par de folletos relacionados con el registro de las criaturas mágicas. Para él constituía una forma eficiente de llevar un registro meticuloso de los entes que habitaban en la comunidad mágica del país, pues de esa forma se tendría un mayor control de los mismos. Posó un pergamino adicional, el cual incluía un mensaje con información más detallada. http://i.imgur.com/XUfzJG0.jpg Agradeciendo de antemano su atención, y esperando que apoye a nuestra campaña de registro, le esperamos con gusto en la sede ministerial. realizó una ligera reverencia para sí, consciente de que quizá los encargados del local alcanzarían a verlo marcharse. Una vez afuera, se sintió satisfecho consigo mismo. No había sido tan complicado, pero era sólo el comienzo, y para efectos prácticos, aún pensaba en los riesgos que tendría que considerar cuanto más tiempo laborara en dicha dependencia, lo cual no hacía más que avivar su deseo de seguir forjando una trayectoria dentro del Ministerio. Consultando la lista de lugares pendientes, continuó a su siguiente destino.
  25. Dragón Verde, aunque quizá podríamos considerar también Elviris Pub, ¿no, señorita Macnair? Concedió el castaño, explicando finalmente la naturaleza del evento que ocasionó que su camino tuviera una intersección con el de la joven que había acudido al encuentro. Durante un breve lapso, experimentó el recuerdo de aquel altercado: El aquelarre de Malcolm, sus métodos de pelea muggle para salir del embrollo, los músicos tocando una canción digna de una pelea dentro de un pub, y la audaz huida. No escapó a su atención el hecho de que su madre y Juliette tuvieran una persona en común, lo cual quizá no resultaría extraño, considerando que las familias más respetadas solían frecuentarse cada cierto tiempo. Aquel hecho ya no era tan ajeno a él, que había crecido con una familia que al parecer no era tan suya, y que sin embargo lo trataba como a cualquier otro heredero de la fortuna Thawne. Tras el incidente en Nueva Orleans, y con su supuesto padre moribundo, el único indicio de sus orígenes que recibió fueron dos palabras, un solo apellido: Black Lestrange. No debería extrañarte, Saori. se dirigió a su sobrina, escuchando el comentario sobre su presencia en dicha reunión. Digo, a estas alturas, supongo que nos hemos ganado nuestra invitación. ¿O no? Esbozó una sonrisa casi imperceptible, ladeando la cabeza mientras dirigía la mirada en busca de algún bocadillo. Finalmente, encontró una bandeja de plata sobre la cual reposaban algunos canapés, galletas saladas, y la mayoría de aperitivos que solían encontrarse en las celebraciones de los magos europeos. Aún con medio tarro de cerveza en mano, decidió beberlo casi de un trago, haciendo una ligera mueca ante el frío contacto con su garganta. Se excusó con su actual grupo de conversación para poder conseguirse un bocadillo, dejando el tarro vacío en un espacio designado para tal propósito. Dedicó una leve inclinación de cabeza a Susan, quien había llegado hacía poco y se encontraba bebiendo a distancia considerable, por lo que decidió no interrumpirla de momento. Para su buena suerte, encontró una copa cuyo contenido era de tonalidad rojiza, casi como si fuera sangre. ¿Podrá ser? inquirió, echándole un vistazo. Unos cuantos pares de camarones adornaban la bebida, como emulando un sencillo cocktail. Retornó con su familia y Juliette sosteniendo la copa elegantemente, tomando uno de los mariscos con la otra mano para romper el hielo que implicaba acoplarse a la charla una vez más. Llegó justo a tiempo para escuchar a la señorita hablar sobre su impresión al visitar Hogwarts, asintiendo ligeramente ante el comentario. Como con muchas otras cosas, comprendía a Juliette al punto de saber lo que se sentía al iniciar una nueva etapa dentro de un colegio de magia. Le vino a la mente su estadía por Ilvermorny, donde fue seleccionado para pertenecer a la casa de Thunderbird. Era una pregunta que le formularía en otro lugar y otro momento. Nunca se olvida la primera vista, al menos en mi caso. Siendo alguien que sólo arribó al colegio para la parte terminal de sus estudios, no puedo decir que he recorrido todos sus pasillos. negó la cabeza ante su propio chiste. ¿Alguien gusta un poco de esto? con un ademán, señaló el contenido de la copa. @@Mia Black Lestrange @@Juliette Macnair @

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.