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Valeskya Granger

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Todo lo publicado por Valeskya Granger

  1. Sin duda Arcanus no dejaba de sorprender a la ojivioleta con sus respuestas; no sabía qué pensar con respecto a lo de matar mortífagos. Reconocía que en algún momento llegó a pensar de forma similar, sin estar totalmente de acuerdo con los ideales de la Orden y creía firmemente que si ellos hacían cosas malas, también tenían que pagar sus crímenes de una forma similar; sin embargo, no recordaba en qué momento fue que cambió de parecer. Varias veces había tenido debates de ese tipo con sus amigos y al final nunca lograban ponerse de acuerdo. ”No seré yo quien lo contradiga”, pensó firmemente la joven mientras prestaba atención a lo que decía. Al final, el legionario tenía razón en lo que decía, simplemente todo dependía del carácter de las personas y el punto era tener que luchar por un ideal, aunque las consecuencias tuvieran diferente valor para cada miembro de la Orden. De todas formas ella ya no estaba en posición de decidir si estaba bien o mal lo que pensaba, solo había hecho una pregunta y estaba viendo como su curiosidad desaparecía. Tuvo que reconocer que le asustó un poco el hecho que el joven reconociera abiertamente lo que hacía; la única explicación coherente que encontraba, era que de verdad estaba confiando en ella. Aunque los tiempos habían cambiado mucho, la Granger aun no sabía que tan seguro era andar confesando su apoyo al bando; los dos estaban solos, solo temía por que llegaran a aparecer de la nada, como anteriormente ocurría. Solo de pensar en esa posibilidad, hacía que le dieran escalofríos. Se encontraba absorta pensando en todas esas posibilidades, cuando el fenixiano le preguntó algo que le resultó completamente casual y ajeno a lo que estaban hablando. No pudo evitar sonreír y arquear una ceja ante el cambio brusco de tema; creyó que sería aventurado asumir que era una broma por completo y meditó durante unos instantes su respuesta, mientras lo veía quitarse la ropa. Cruzó los brazos y lo vio de arriba abajo, examinándolo detenidamente con gesto serio, con toda la intención de que se diera cuenta que estaba preparando lo que tenía que decir: - Hmm… ¿atractivo? – Murmuró pensativa. - Pues… sí, eres muy atractivo… pero como que te falta algo para ser perfecto – Exclamó entre risas. - ¿Quieres saber qué es? Solo te lo diré cuando no me odies después de esto. – Se fue acercando lentamente hacia donde se estaba cambiando y rezó a los dioses para que no se fuera a enojar. No esperó a que se terminara de quitar toda la ropa y lo empujó hacia la piscina; aunque empezó a reír más fuerte, casi enseguida se arrepintió de lo que había hecho. Se quitó el vestido, mostrando un bikini del mismo color; tuvo que reconocer que le daba un poco de vergüenza que la viera así, por eso rápidamente se quitó el calzado y se lanzó a la piscina para alcanzarlo. Se acercó a Arcanus, mostrando cara de arrepentimiento. - ¡Perdón! No pude resistir la tentación – Trataba de contener la risa. - Debo decirte que ahora sí, eres perfecto. Sin embargo, estoy dispuesta a pagar el castigo. – Bromeó, aunque inmediatamente recordó algo que quería preguntarle. - Pero antes, tengo otra pregunta… -Se quitó la liga que sujetaba su cabello, ya que se había olvidado de quitársela, tomó un poco de aire y sonrió. -¿No pasó por tu mente que pudiera ser una mortífaga que solo intentó fingir que no sabía nada para atraerte a mis redes y atacarte cuando estuviéramos a solas? - Evidentemente se trataba de una mala broma, así que solo se rió y sumergió su rostro en la piscina.
  2. La ojivioleta tomó el libro que le ofreció Emmet y comenzó a hojearlo lentamente mientras escuchaba la explicación que le estaba dando. ”Entonces, si no es lazo del diablo ¿Qué será?”, se quedó pensativa y a la vez preocupada; si bien era cierto que ella y su familia sabían que el lazo del diablo era una planta fotosensible y sin embargo, al comenzar a habitar esa mansión y vieron esa planta, no dudaron en dejarla. El mismo aspecto, color y “comportamiento”, hicieron asumir que era más resistente. - Dime ¿No existen casos documentados donde mencionen que el lazo del diablo suele ser más resistente a vivir en espacios abiertos? – Sabía que era poco probable, pero no perdía nada con preguntar. - En Ottery, el clima no siempre es tan caluroso… o quizás algún encantamiento para repeler el sol… no lo sé… Me preocupa del tipo de planta que sea entonces ¿Qué tal si se trata de algo mucho más peligroso? – Sabía que eso último ya se trataba de una paranoia, pues al final de cuentas era una planta que estaba creciendo más de la cuenta y estaba allí para encontrarle una solución. Igual la única forma que tenía para comprobar de lo que se trataba, era poner a prueba el hechizo de Lumus Solem. Valeskya tenía que reconocer que el libro le estaba resultando mucho más interesante, a pesar de que nunca había mostrado un interés por la herbología; tenía una pregunta que hacer, aunque antes tenía que responder acerca del tipo de flor que quería. - Hmm… Me gustaría que fuera una flor blanca, resistente, que sea solitaria… - Se quedó meditando sobre los detalles. - No me importa si es carnívora, solo quiero que tenga un aroma especial, aunque no estoy segura si exista alguna planta así…. Me bastaría solo con que tuviera el color y el aroma.- Se quedó unos segundos en silencio y se animó a decir: - Aunque también tengo otra pregunta… ¿Tienes a la venta este libro? Me gustaría poder examinarlo más detenidamente. – Sonrió con amabilidad antes de echar un vistazo al vivero que se encontraba al fondo. - ¿Trabajas solo en este lugar? Creo que es mucho trabajo el tratar de mantener a estas plantas saludables, sin contar el sinfín de cuidados diferentes que han de tener.- Era demasiada curiosidad la que tenía y esperaba no molestarlo con tantas preguntas. Solo trataba de hacer un poco de conversación que también le podría servir a ella más adelante, incluso pudo imaginarse por una fracción de segundo estudiando herbología, aunque seguramente no sería pronto. Aguardó pacientemente la respuesta del mortífago. @@Emmet Haughton Gaunt
  3. Algo que la ojivioleta no terminaba de comprender, era la necesidad que tenía su hermano de hurgar en el pasado. A pesar de que él le explicaba los motivos, simplemente era algo a lo que no le encontraba sentido; a esas alturas de su vida, en lo que a ella se refería, ya no le interesaba saber nada de sus padres; los quería mucho, sí, pero no sentía esa necesidad de estar con ellos, de hablarles, de contarles sobre su vida. Quizás por el hecho de que nunca habían sido tan cercanos, influía sobre su manera de pensar. Lo que a la Granger sacaba de sus casillas, era el hecho de insistir en las ideas más locas que llegaban a su mente. Una sesión con espíritus, definitivamente era algo posible, pero no lo haría; seguía pensando en que era una pérdida de tiempo, sin contar que hacer eso seguramente influiría más en la necedad de Joaquín en querer saber más y más. Lo veía como algo evidente, pero prefirió mantenerse en silencio, mientras escuchaba la respuesta a la pregunta que había formulado. Se mantenía cruzada de brazos, escuchando pacientemente su historia, no para llevarle la contraria, sino solo para satisfacer su curiosidad. Estaba llegando a la conclusión de que quizás estaban destinados para ser opuestos totalmente, en su forma de ser y de pensar; reconocía que muchas veces le llevaba la contraria solo para molestar, pero también era cierto que en conversaciones serias, tampoco solían ponerse de acuerdo. Ambos tenían una visión muy diferente de sus padres y de las cosas, seguía costándole creer que él hubiera sido abandonado; más bien pensaba que era cosa de una mala fortuna. Tal y como lo había sospechado, quería saber detalles sobre ella y su vida, lo cual hizo que se mantuviera callada durante un buen rato. Meditaba la situación, sabía que lo que fuera que le dijera, no sería suficiente en comparación al sufrimiento del que él había sido objeto… o al menos así como él lo describía, a la joven no le parecía tan atormentador. Es cierto que la curiosidad siempre permanece ahí, pero también había tenido la oportunidad de conocer cosas acerca de los vampiros, muchas de las cuales ella desconocía. - Fuiste prisionero en una jaula de oro… - Dijo secamente. - ¿Disfrutas tanto tu vida inmortal que ni siquiera alguna vez te planteaste la posibilidad de morir? – Podía escucharse un poco cruel el tono en el que lo decía, pero la intención era otra; ella en más de una ocasión se había planteado la posibilidad de querer morir y no por instinto suicida, sino porque simplemente ya estaba viviendo en una época que comenzaba a resultarle totalmente ajena, de no ser porque ahora encontraba muchas razones por la cual mantenerse bien. - Mi sufrimiento – Exclamó en tono sarcástico. - Siempre estuve acostumbrada a estar sola y tomar mis propias decisiones. Enamorarse no es la mejor opción siendo tan joven. – Recitaba las palabras casi de forma automática. - Mi ideal era pertenecer a la Orden del Fénix, igual que nuestros padres, sin embargo, en mi camino me enamoré de una persona y tuvimos una hija… aunque eso ya lo sabes perfectamente, ya que siempre te encargas de echarme en cara lo mala madre que soy ¿cierto?- No pudo evitar soltar el tono de rencor en su voz, pues el ojiazul solía decirle las cosas con ganas de molestarla y lo lograba al inicio, no por el hecho de que la fastidiara, sino más bien porque solía meterse con cosas que resultaban delicadas, aunque con el paso del tiempo había aprendido a ignorar ese tipo de comentarios hirientes hasta casi reírse de ellos. Caminó hacia la mesa y se volvió a sentar mientras lo miraba fijamente a los ojos. - Lo malo de enamorarse es que nunca ves la clase de persona que es y cuando lo descubres, muchas veces es demasiado tarde. Resultó ser un espía dentro de un grupo peligroso y fue perseguido… lógicamente, él, mi hija y yo tuvimos que huir por esa razón… aunque la causa la descubrí muchos años después, cuando ya era demasiado tarde y de sus propias palabras ¡ja! – Sonrió amargamente. - En la huida, él y yo nos separamos, me llevé a mi hija y por temor a que le hicieran algo, confié en dejarla a merced de los muggles. – Lo que decía, solo era producto de las conclusiones que había tejido después de reunir las diferentes versiones de la historia. - A mi me atraparon y un día desperté en casa, sin recuerdo de lo ocurrido anteriormente… prácticamente es como si hubiera nacido, sin ninguna clase de imagen de mi pasado. – - Llámalo sufrimiento o lo que sea, al final he entendido que mi hija y yo hemos estado mejor viviendo por separado. También comprendí que al contrario de ti, no me interesa tener que revivir mi pasado. Tomé como una señal el hecho de perder mis recuerdos antes de la conversión y ahí lo dejé. – Dijo a manera de conclusión. - Y afortunadamente, desde que empecé a ver las cosas de esa forma, he aprendido a ser mucho más feliz.- Al final recordó lo que se había guardado desde que el Granger había comenzado a hablar: - Con respecto a la sesión de espíritus... no cuentes conmigo.- Finalizó.
  4. La joven se tomó su tiempo después de haber terminado de contar su historia, pensando en que quizás pudo haber hecho que fuera menos detallada, aunque de una forma u otra, había tenido la confianza en contarle a Arcanus todo. Se trataba de lo que ocurría cuando alguien guardaba secretos por tanto tiempo, una vez que empezaba a hablar, no podía detenerse hasta terminar; le resultaba un enorme desahogo, aparte de que trataba de ser totalmente sincera. Los secretos siempre traían problemas y ella lo sabía mejor que nadie. Algo de lo que le había dicho el joven de ojos marrones, puso a pensar a la bruja; el hecho de que tuviera costumbres de épocas pasadas hubiera sido difícil para él adaptarse. Aunque había sido una broma, era algo que no se había detenido a pensar antes: en algún momento de su vida, tendría que enfrentar a esa situación, tal y como pasaba con su hermano. ”Ya habrá tiempo de pensar en eso”, dijo la joven para sus adentros, pues la inmortalidad le daba la posibilidad de tener mucho tiempo libre. La respuesta del fenixiano con respecto a la inmortalidad había sido bastante concisa, lo suficiente para dar el tema por terminado. Internamente agradeció que no fuera uno más de los que veían el hecho de vivir eternamente como algo genial; se encontraba pensando en todo lo que se habían dicho mientras lo miraba. El hecho de sentir que sus manos tomaban su rostro fue un gesto que tomó totalmente por sorpresa a la ojivioleta, junto con sus palabras. Suspiró al tiempo que trataba de expresarle que ella también sentía lo mismo, pero el cambio brusco de tema hizo que se desconcertara un poco. - Yo… ehmm… ¿nadar? Claro.- Era lo único que alcanzó a murmurar, le dio un poco de vergüenza tener que retomar el tema anterior. Notó que estaba algo ruborizado y ella también se sentía igual. - La ventaja de ir a nadar con alguien como yo, es que te evitarás la vergüenza de que tenga que molestarte para ponerme el bloqueador solar... No hay forma que pueda conseguir un buen bronceado. – Bromeó con la intención de relajar un poco la tensión que comenzaba a sentir. La Granger tomó sus manos al tiempo que sonreía y lo jalaba suavemente hacia el interior del refugio; a pesar de que la laguna hubiera sido genial, pensó que después de nadar sería un lugar más al que podrían visitar. No tardaron mucho en llegar a la piscina, la cual tenía enormes ventanales alrededor, las cuales daban una bella vista al exterior; para fortuna de ellos no había gente en esa área. Lo siguió guiando hasta llegar cerca de la orilla de la piscina y sin decir más, rodeó el cuello del fenixiano con sus brazos hasta abrazarlo. - ¿Sabes? Creo que debo decirte algo…- Le susurró al oído con voz pausada, buscando las palabras adecuadas. - El tiempo que he pasado contigo, ha sido lo más maravilloso que me ha pasado desde hace mucho. – Bajó un poco la voz, le daba un poco de vergüenza reconocerlo. - Y nada me gustaría más que estuvieras a mi lado…- Lo mantuvo abrazado y le hubiera gustado que así se mantuvieran. - Por otro lado… Tengo otra pregunta para ti. – Se separó unos cuantos centímetros de Arcanus y lo miró a los ojos. - ¿No extrañas ser de “los malos”?- Esperaba que esa pregunta no lo incomodara mucho y lo único que se animó a hacer, fue mantenerlo abrazado. Después de lo que habían hablado, estaba segura que cualquiera que fuera su respuesta, sería muy difícil que hubiera algo que la pudiera alejar de él.
  5. Nombre de la Bóveda: Bóveda de Valeskya Granger. Link a la Bóveda Personal: Bóveda No. 78879 Trámite a realizar: 1. Link al tópico de su ficha de personaje: [cambiar nick] Valeskya Granger 2. Link al topic de registro de sus dos familias: Borrar a la Familia Slytherin 3. Link a las bóvedas de sus familias: Borrar a la Familia Slytherin ¡Muchas gracias! :3
  6. Nombre de la Familia: Familia Granger. Link y No. De la Bóveda de la Familia: Bóveda No. 86794 Trámite a realizar: 1. Actualizar nick y porcentaje de las matriarcas existentes: Annick McKinnon – 20% Valeskya Granger – 40% Zahil Aranel Granger – 40% 2. Quitar del árbol genealógico: Primera Generación. Laimi Evans – Baja de la Familia. Eso sería todo, muchas gracias :3
  7. Buenas noches: No sabía en qué topic debía consultar una duda que tengo, de antemano me disculpo si no es aquí. En mayo, hice la apertura de mi bóveda trastero. No se si había que notificarlo, pues ya ha pasado más de un mes y no tengo noticias de nada, ni para bien ni para mal. Aun no la aprueban y no se si hice algo mal, es por eso que pregunto ¿cuánto tiempo debo esperar para que la aprueben? O si está algo mal, agradecería mucho que me lo hicieran saber. Gracias, desde ya.
  8. Buenas noches: Agradezco por las modificaciones hechas, no revisé el modelo nuevo, prácticamente me basé en otras fichas y así, pero bueno... lo tomaré en cuenta para mi próxima actualización. Con respecto a las licencias de vuelo y aparición: sí presenté ambas, acá están los links. Vuelo Aparición Muchas gracias de antemano. Edito: Tenía una duda, pero no se en dónde consultarla. Entrando al perfil de mi personaje, en la sección de conocimientos, aparece "Leyes Mágica" . No es la gran cosa, lo se, pero como que me da cosita leerlo a cada rato, no se cómo explicarlo xd. ¿Hay alguna forma de modificarlo? ¿En dónde solicitaría eso? Gracias.
  9. No tardó mucho en aparecer alguien que respondiera a su llamado, aunque no esperaba que se tratara de un fantasma. Había visto algunos antes, pero ese sin duda se llevaría el premio a la apariencia más extraña. La ojivioleta arqueó la ceja al escuchar las palabras de Uric: ”encima de extraño, criticón”. Contuvo las ganas de decirle que al menos ella más normal y todo el mundo podía verla, pero consideró que no era prudente ponerse a pelear con un fantasma. Ya lo imaginaba atormentando a todos los huéspedes en hotel por mera venganza o algo así (?). - Gracias… supongo.- Murmuró con desconfianza la joven, solo trataría de seguir las instrucciones. - Y si… haré caso de ir a San Mungo, aunque antes trataré de contagiar a todo el que se cruce en mi camino.- Entrecerró los ojos y comenzó a avanzar hacia el sendero que el fantasma le había indicado. Con un ademán, indicó que había escuchado las palabras de avisarle si veía a Goob. Era evidente que no tenía ni la más pálida idea de quién estaba hablando, así que lo único que hizo fue hacer como que entendía con claridad su petición. Ahora se dirigía hacia el lugar de la reunión, aunque pensó que sería extraño llegar a una fiesta de disfraces sin estar vestida para la ocasión; finalmente decidió que lo haría después de explorar el territorio. Tal y como Uric lo había indicado, la Granger no tardó mucho en llegar a los jardines. Se sorprendió al notar que no todos traían puesto algún tipo de disfraz, cosa que la tranquilizó un poco. Era fácil distinguir a los muggles, pues tenían una expresión distintiva en el rostro: de estar perdidos, casi tanto como ella. ¿Cómo haría para encontrar a Annick? Pensó que no sería buena idea gritar, así como lo había hecho durante su llegada, llamaría la atención un poco más de lo que esperaba. Se sentía un clima peculiar en el ambiente, ese que predominaba cuando había un exceso de fantasmas reunidos en un solo lugar. ”¿Cómo será una fiesta de fantasmas?” No pudo evitar preguntarse al ver cómo deambulaban de un lado a otro, algunos conversando entre ellos y otros más cruzando palabra con algún mago en algún lugar donde un muggle no se diera cuenta. Decidió esperar un poco, al tiempo que seguía viendo con curiosidad cómo se desenvolvía la fiesta. -- re perdida jaja.
  10. Valeskya se mostró indiferente ante la burla de su hermano con respecto al tipo de ayuda que buscaba. Suspiró fastidiada, pues después de todo el tiempo que habían perdido con las diversas lecturas, al final parecía que no había servido para nada; le irritaba que a pesar de que Joaquín fuera muchísimo mayor que ella, a veces mostraba ciertas actitudes infantiles. Contuvo las ganas de darle una bofetada y solo asintió secamente ante la idea de ocupar los servicios del negocio para cualquiera de los fines a los que el Granger pretendía llegar. ”Al final, es más dinero para nosotras”, dijo la joven para sus adentros mientras se inclinaba de hombros al tiempo que le daba la espalda y se disponía a caminar alrededor. Era la única forma en la que podía relajarse después de escuchar la idea que había tenido su hermano; a la ojivioleta nada le costaba hacerle un muñeco vudú que sirviera para hacerle daño a alguien, sin embargo, lo conocía suficientemente bien, para saber que su hermano podía ser muy cruel si se lo proponía. Decidió que ya vería después la forma de no proporcionarle tantas armas. El momento que había temido desde que decidió aceptar el trato había llegado: Joaquín y aquel resentimiento que intentaba disimular de la peor manera con respecto a la vida de ambos, se habían hecho presentes. Su mirada de incredulidad al escuchar las palabras de la ojivioleta parecía casi pintada en su rostro; sin embargo, fue un avance no escuchar de sus labios alguna clase de pregunta tipo ¿por qué? ¿para qué? La bruja había decidido explotar al máximo su nivel de tolerancia hasta que mencionó algo que hizo que detuviera en seco su caminata por el cuarto. - Me sorprende tu nivel de ingenuidad – Se recargó en la pared y cruzó los brazos. - ¿Te has puesto a pensar en nuestra edad? La real…. Y pretendes que sigan vivos, ja. – Era cierto que sus tíos la habían criado y le habían dado el cariño en la medida de lo que era posible Pero la realidad es que cuando ella era pequeña, sus tíos ya ostentaban una edad considerablemente mayor. Cuando ella recién se había convertido, se enteró que sus tíos habían fallecido un año antes y para el momento en el que ellos se encontraban, fácil habían transcurrido entre treinta y cuarenta años [?]. Meditó mucho la respuesta que daría, pues seguramente las cosas terminarían como siempre que hablaba con el Granger sobre algún tema delicado. - Tienes un resentimiento absurdo Joaquín. Si bien no estuvimos al lado de nuestros padres viviendo felices, ya eres bastante mayor como para andar buscando una verdad que NUNCA – Se encargó de resaltar la última palabra. - Llegarás a saber… suerte si logras encontrar a nuestros padres… También te pido que dejes de victimizarte, ya que no eres el único en este lugar que ha sufrido. - Sus palabras sonaban frías, como si de verdad no le importara lo que había sucedido con su hermano durante el tiempo que no estuvieron viviendo en el mismo hogar. La realidad es que lo que le molestaba, era el hecho de que tomara esa actitud de ser el único que la había pasado mal. Muchas veces tenía la paciencia suficiente para pasar el hecho por alto, pero ese no era el día. - Antes de que malinterpretes lo que digo, como es tu costumbre, solo te digo que asumas la verdad. Ya te lo he dicho hace poco – Señaló la mesa en donde le había leído las cartas. - Deja de atormentarte por tu pasado… a veces es mejor dejar las cosas como están, puede que encuentres algo que no te guste y al final te resulte peor. ¿Has escuchado que la ignorancia es lo que hace felices a las personas? Deberías planteártelo. – Y ahí estaba la Granger, dando un consejo sin proponérselo y a la persona menos pensada. Suspiró profundamente, dando por hecho de que seguramente no le haría caso, su hermano era una persona necia por naturaleza. A veces se preguntaba qué cosa, aparte del lazo sanguíneo, los podía identificar como hermanos. Tal vez algún día aparecería la persona que se lo pudiera decir, mientras tanto, ahí estaban ambos, tratando de platicar sobre su pasado. - ¿Por qué no podías hacer magia? – Preguntó con curiosidad, después de que hubiera transcurrido un largo rato en silencio.
  11. No sabía cuál de las cosas que había escuchado la tenía más aliviada: en primer lugar, por saber que Arcanus no conocía a muchos de los integrantes de esa familia y aparte por que no pasaba mucho tiempo ahí, lo cual significaba que las posibilidades de conocer a esa persona eran prácticamente nulas. Aunque para la ojivioleta eso era lo de menos, si llegase a encontrar a su esposo, pues solo sería una oportunidad para poder terminar bien las cosas. Ya habían pasado varios años desde que decidió que había esperado el tiempo suficiente y ahora tenía la oportunidad de conocer a alguien que le agradaba. En segundo lugar, por reconocer la sinceridad del fenixiano ante la pregunta que le había hecho. Tal y como lo había sospechado, él estuvo casado alguna vez. No pudo evitar sentir un poco de pena por lo que había pasado, pues aunque ella no lo había vivido, seguramente no era muy agradable tener a alguien que la hiciera sentir de la forma en la que el joven lo contaba. Ahora le daba la razón al no querer hablar de esa situación que probablemente le recordaba el mal rato que vivió; dudaba que después de una relación así, tuviera las ganas de rehacer su vida volviéndose a casar. De forma inconsciente la bruja sonrió, pues era algo que si a ella le preguntaran no sabría qué respuesta dar. Valeskya se encontraba tan absorta escuchando con atención lo que el joven de ojos marrones tenía que decirle, que no había notado que la estaba abrazando más fuerte que al inicio. Lo cual le resultó tranquilizador, no sabía exactamente por qué, tal vez porque había pasado mucho tiempo en que alguien la trataba de esa forma o porque verse envuelta en sus brazos la hacían sentir que a él no le importaba lo que ella tuviera que decir, por grave o peligroso que fuera. Cualquiera que fuera la razón, solo deseaba que las cosas continuaran así. Asintió ante la propuesta de Arcanus, de caminar un poco mientras hablaban; le agradaba la idea de conocer el jardín que tanto había llamado su atención desde su llegada. No había mucha gente recorriendo el lugar, por lo cual podía escucharse los peces agitados en el pequeño lago que había bajo un puente. Alrededor del lago había arbustos cuidadosamente podados, con diferentes formas. Cruzando el pequeño puente había un camino de cerezos japoneses, los cuales no tardarían mucho en florecer. Al acercarse al algo, se detuvo en seco al escuchar la pregunta que el joven de cabello castaño le había formulado. - Hoy es el día de las preguntas incómodas ¿cierto? – Bromeó la ojivioleta. - Bien… he de advertirte que quizás mi historia no sea la más interesante – Sonrió y lo miró a los ojos, pensando en que platicarle esa parte de su vida provocaría cierta decepción. Generalmente los vampiros tenían historias fascinantes que involucraban guerras, aventuras, deseos, entre otras cosas. Se separó un poco del fenixiano y se sujetó suavemente del brazo que segundos antes había rodeado su cintura. - Pasó hace relativamente poco – Suspiró, al tiempo que lo guiaba al centro del puente - Era joven, mortal, la primera vez que me enamoraba de alguien, con quien creí que formaría una familia y viviríamos felices para siempre. – Hizo una mueca de amargura, pues en esa época era demasiado ingenua. - Incluso tuve una hija… que por cierto no quiere a su madre. Hace varios años que emprendió su camino y no se nada de ella. – Hizo una pausa para preguntarse lo loco que podía escucharse eso, sin contar que no le había mencionado que su esposo no había sido la primera vez en que había tenido una relación seria con alguien. Suspiró profundamente, esperando a que su exceso de sinceridad no terminara por perjudicar aquel encuentro. - Digamos que yo no sabía a qué se dedicaba la persona con la que llegué a vivir. Así que un día llega agitado, diciendo que debemos irnos. En algún momento de la huida nos separamos, me persiguen, dejo a mi hija en un lugar donde se que algún muggle la cuidará, me encuentran y… ahí solo llegó la oscuridad. Finalmente abro los ojos y me encuentro al lado de mi madre, sin saber qué rayos me pasó. – Había recitado las palabras casi de forma automática, pues en realidad no recordaba nada de esa vida. Solo se había apegado a la versión que le había dado la persona que fue su pareja en ese momento, con quien se había topado tiempo después por casualidad. Siempre había sentido que esa historia le resultaba totalmente ajena, como si se tratara de otra persona; salvo por que su hija apareció años después, es que tuvo la certeza de que había sido real. Mientras hablaba, su mirada violácea se había perdido en la profundidad del lago. - Lo de mi hija… quizás por que no recuerdo nada, es que nunca supe cómo tratarla cuando reapareció en mi vida. Así que no la culpo por haber decidido marcharse, al final creo que fue lo mejor para ambas. – Quizás había sonado como la peor de las madres, pero solo decía las cosas tal y como las pensaba. - Es curioso ¿sabes? – Sonrió con amargura. - Eres la primera persona a la que le cuento todo esto. – Se quedó callada por un momento antes de continuar: - Treinta o cuarenta años… no soy de una época tan antigua, si es que te lo preguntas. – Resultaba extraño que un vampiro no recordara la fecha de su conversión, pero para ella era relativamente normal. - Nunca acepté del todo mi nueva condición, la idea me carcomía por dentro. Dejé de contar los días que transcurrían, así no terminaría por enloquecer al ver que no podría morir a una edad avanzada, como cualquier humano… – - Muchos quieren abrazar la inmortalidad ¿Tu no lo deseas? – Preguntó con curiosidad, pues sabía de muchos que deseaban eso, sin pensar en las consecuencias. - No creas que deseo convertirte en parte del clan vampírico malvado – No pudo evitar reír, en un intento de tranquilizarlo. - Solo me gustaría que me dijeras lo que piensas después de lo que te acabo de contar… Quizás no soy celosa ni controladora, pero tengo otra clase de problemas con los cuales no sé si quisieras lidiar.- Por primera vez, desde que había iniciado su relato, miró los ojos de Arcanus, buscando alguna reacción positiva.
  12. Vino y chocolate, una de las mejores combinaciones para la bruja, y si a eso se añadía una compañía tan agradable como la de Arcanus, sin duda las cosas mejoraban mucho más. No sabía si había hecho lo correcto al ofrecer ese trato, de contestar todo sin restricciones ni mentiras; aunque no tenía cosas que esconder, tampoco le agradaba la idea de terminar mostrándose mucho más vulnerable. Sin embargo, opinaba igual que él, que era un trato justo: sinceridad por parte de ambos y había tenido la oportunidad de hacer la primera pregunta. La ojivioleta sonrió al escuchar la respuesta, en primer lugar, porque la había tomado de la mano, un gesto que la sorprendió gratamente. En segundo lugar, se enteró que ella no era única que pensaba que el Ministerio era demasiado aburrido. No le atraía mucho la idea de trabajar allí, pues según los rumores que había escuchado, las cosas habían cambiado mucho con el transcurso de los años; si de por sí no le agradaba en el pasado, ahora lo consideraba como una última posibilidad el hecho de tener que acudir allí; aunque parecía que la situación la estaba orillando a acabar como una triste esclava del sistema [?]. ”¿Es posible tanta coincidencia?” Pensó la joven al notar que había otra cosa que tenían en común: las ganas de dar clases en la Academia. Era lo único en lo que ella había pensado desde que había regresado a Ottery, sin embargo, había buscado la oportunidad más de una vez y le había sido negada. A decir verdad, se encontraba bastante desanimada en ese aspecto, pues no quería pensar que todo se manejaba a través de contactos. No le sorprendería si el joven de ojos marrones también se encontrara igual que ella, aunque evitó preguntar en el momento, porque había llegado su turno para responder. Como si estar con los dedos entrelazados no la hiciera lo suficientemente feliz, el mago de cabello castaño se acercó más a ella al tiempo que la rodeaba con su brazo. ”¿Acaso puede ser más perfecto?” Dijo la Granger para sus adentros, al tiempo que trataba de no mirarlo fijamente por mucho tiempo, por temor a que se le notara lo mucho que él le gustaba. Aunque la pregunta que le hizo provocó una ligera mueca de desilusión, pues trataba de averiguar un poco más de detalles acerca de su pasado. Promesas eran promesas, por lo cual dio un largo suspiro, mientras pensaba en las palabras más adecuadas: - Mi “esposo”…- Hizo una pequeña pausa. - …la última vez que lo vi fue en algún lugar de este callejón. No recuerdo si me citó o simplemente nos encontramos por casualidad.- Hablaba despacio, tratando de hacer memoria de ese momento, que si bien no le causaba tanta tristeza como antes, aun le resultaba difícil de hablar. Se había esforzado tanto en dejar eso atrás, que casi había olvidado los detalles; claro que su mala memoria también ayudaba mucho con eso. - Recuerdo que quiso disculparse por haberse marchado y que yo no reaccioné tan bien como debería – La bofetada que le había dado, había sido demasiado notable. - Me dijo que había estado en algún tipo de extraña misión y que por eso se había ido sin decir más… - Había dicho lo de la misión casi de forma inconsciente y esperó que no le hiciera más preguntas con respecto a eso. - El punto es… que después de eso, no lo he vuelto a ver. Quizás se encuentre viviendo en Ottery, o quizás siga viajando así como antes. No lo se… - Quería decirle que no guardaba rencor, que lo había perdonado desde hacía mucho tiempo; pero no estaba tan segura, algunas veces se preguntaba qué haría si lo volvía a ver. De lo único que estaba segura, era de que ya no quedaba nada de esa relación; se había quedado como parte del pasado y esperaba que nadie llegara a removerlo. Se quedó en silencio, mientras dejaba que Arcanus la envolviera en sus brazos. De repente recordó algo que él le había dicho cuando se habían conocido y eso la hizo sobresaltarse un poco. - Tú…. ¿Frecuentas a los Gryffindor? – Preguntó algo insegura. - Me refiero a que si conoces a todos. ¿Cómo fue que llegaste ahí? – Había una posibilidad en un millón de que pudiera conocerlo, los Gryffindor siempre habían sido una familia numerosa; sin embargo, solo quería asegurarse. - Espero que eso no cuente como pregunta – Lo miró a los ojos, mientras sonreía con cierto nerviosismo. - Y si no, pues tendré que responder a la misma cantidad de interrogantes… pero tengo curiosidad de algo más ¿Nunca has contraído matrimonio? – Finalizó, mientras que acomodaba su cabeza en el hombro de él, podía percibir el aroma de su perfume, que comenzaba a resultarle embriagador. Acariciaba su mano lentamente, mientras esperaba su respuesta.
  13. Título de la canción: Qué hago yo? Nombre del cantante/grupo: Ha-Ash Género musical: Pop A quién la dedicas: Mmm… No sé, algún día me animaré a poner dedicatorias (?) Dedicatoria completa: La canción me gusta mucho, hoy la escuché después de años y decidí compartirla. La letra de la canción: Entraste como un rayo de luz Como un aire encantador Liberaste con tu hechizo A mi recluso corazón Tu dulzura corrió por mis venas Creí en tu intención No pensé que fuese un engaño Ni una mentira tu amor Me dices que te está llamando Te vas sin un adiós Se muy bien que harás en sus brazos Dime qué hago yo Que hago con mis labios Si me ruegan tus besos Que hago con mis manos Cuando suplican tu regreso Que hago con mis noches Que hago con mis días Que hago con tu esencia Que se aferra a la mía Dime qué hago yo Hablamos solo cuando puedes Te abrazo al esconder Que no haría para tenerte a mi lado al amanecer Mis amigos dicen que te olvide Que antes de ti no era igual Antes de ti mi vida no tenía sentido Antes de ti no sabía amar Que hago con mis labios Si me ruegan tus besos Que hago con mis manos Cuando suplican tu regreso Que hago con mis noches Que hago con mis días Que hago con tu esencia Que se aferra a la mía Dime qué hago yo Que hago con mis labios Si me ruegan tus besos Que hago con mis manos Cuando suplican tu regreso Que hago con mis noches Que hago con mis días Que hago con tu esencia Que se aferra a la mía Dime qué hago yo Que hago yo Link al video:
  14. Valeskya meditó durante algunos minutos las palabras que había pronunciado su hermano. ”¿Un trato?”, dudaba de Joaquín, el nunca preguntaba o hacía las cosas solamente porque sí, lo conocía lo suficiente como para saber que había algún interés oculto en querer conocer los detalles, aun así era una excelente oferta a la que también podría sacar provecho, hasta quizás más de lo que él podría recibir. La otra petición, en cambio, le resultaba de lo más extraña, casi antinatural ¿pedirle ayuda? ¿A ella? Pensó que de verdad tendría que estar desesperado para hacer eso. - No puedo evitar pensar que de verdad toda esta situación que ha ocurrido desde que llegaste aquí, te ha puesto más vulnerable de lo habitual – Dijo la joven mientras se quitaba el velo que cubría parte de su rostro. - Tampoco puedo negar que es un trato de lo más interesante, aunque es casi un hecho de que te arrepentirás de haberlo hecho – La Granger le extendió la mano a su hermano, lo que era una muestra de aceptación y sello de un trato. ”Juramento inquebrantable”, dijo para sus adentros, pensando en que quizás podrían hacerlo solo para cerciorarse de que ambos dirían la verdad, aunque era algo demasiado exagerado y peligroso de plantear. Confiaría en él, aparte de que ella no tenía nada que esconder y quizás hasta sus palabras harían que se arrepintiera de las veces en que el ojiazul le había dicho que era una mala madre. - Con respecto a lo otro – Sonrió de forma burlona e incrédula - ¿De verdad requieres de MI ayuda? Me cuesta creer que, habiendo tantas personas en este mundo, tengas que acudir precisamente a mí. Sé que somos hermanos y todo, pero estamos lejos de ser una familia convencional. – Solo de imaginar la situación, hacía que le dieran escalofríos. - No es tan sencillo como crees… para empezar, la gente JAMÁS cambia, solo modifica sus actitudes, pero al final en esencia siguen siendo lo mismo hasta que mueran. Así que no puedo prometer semejante cosa… sin embargo, acepto dar mi opinión siempre que la busques.- Meditó un momento y añadió - Solo te advierto que tienes que estar consciente de que no siempre te diré las cosas de la mejor manera.- El pelinegro ya conocía a la ojivioleta lo suficiente para saber a qué se refería; ella siempre solía dar su opinión de forma descarada, sobretodo cuando se trataba de él. De todas formas, una advertencia de que el trato no incluía una situación cariñosa entre hermanos, no estaba de más. Se quedó en silencio durante unos instantes, pensando en que si debería comenzar a hablar o no; ahora que lo pensaba más detenidamente, caía en la cuenta de que, a pesar de tener un lazo demasiado cercano, parecían dos perfectos desconocidos pues nunca habían hablado de sus vidas antes de encontrarse. - Antes de la “conversión”, solía tener una vida que puede considerarse como normal: jugaba, fui a Hogwarts y todo eso. – Por alguna razón, le resultaba sumamente incómodo tener que platicar sobre eso. - Contrario a lo que siempre pensaste, yo no crecí con nuestros padres – Había recordado que él tenía cierto resentimiento al creer que ella había tenido todo lo que él deseó alguna vez. - Nuestra madre me dejó en casa de unos tíos, ya que ella viajaba constantemente ¿para qué? Es algo obvio... siendo específica, ellos pertenecían a la Orden del Fenix. – Si no fallaba su memoria, era la primera vez en que hablaba con él con respecto a los bandos. A esas alturas le daba igual que supiera el secreto que sus padres guardaban celosamente, así como ella alguna vez lo hizo. - En el caso de nuestro padre, pues la situación era bastante similar: también era fenixiano y crecí con la ausencia de ellos. Aunque a diferencia tuya, no me amargué tanto como tú… la amargura llegó después. – Dijo con seriedad. - Antes de continuar ¿hay algo que desees preguntar? – Estaba segura de que Joaquín preguntaría más sobre sus padres, o quizás estaba equivocada. Aguardó el tiempo suficiente para ver si tenía algún argumento para debatir el hecho del por qué habían crecido separados.
  15. Valeskya no pudo evitar arquear una ceja al escuchar el comentario que el fenixiano había hecho. ”¿Aburrirme? ¿Cómo podría?” Le preocupó por un momento el pensar que quizás no había demostrado suficiente interés en él. Los elfos habían llegado con la comida, la cual tenía muy buen aspecto; no se había dado cuenta de que había música clásica de fondo, que apenas se alcanzaba a escuchar, pero pudo notar que era una de sus melodías favoritas. La joven se quedó en silencio, observándolo fijamente mientras él comía; desvió la mirada al cabo de unos instantes, con tal de no parecer mal educada. Había tomado la caja de chocolates que le había regalado y tuvo que reconocer que se sintió halagada y hasta sonrojada por ese detalle, ya que no recordaba la última vez que alguien le había regalado algo. ¿Qué podía ser mejor? Estaba con la mejor compañía, con un regalo que definitivamente le encantaba; abrió la caja con cuidado, antes de probar la comida, pues quería corroborar si había alguna muestra de chocolate blanco, el cual era su favorito de toda la vida. Tuvo la tentación de dejar su pasta a un lado para poder probarlo. - Gracias – Fue lo único que pudo murmurar en voz baja. La ojivioleta depositó todas las emociones de ese momento en una simple palabra. Quizás Arcanus no se daría cuenta, pero esperaba que estuviera el tiempo suficiente para poder demostrárselo. Al escuchar que quería que brindaran, la joven dejó de comer y alzó su copa mientras lo miraba a los ojos; suspiró, pues todo le parecía demasiado perfecto y eso le daba miedo, pues no creía en la perfección. Pero desde el momento en que lo había conocido, decidió dejar que las cosas fluyeran y hasta ahora todo había salido bien. - Entonces yo también brindo por ti y porque deseo que esta sea la primera de muchas veces en que pueda verte… - Exclamó diciendo lo primero que había llegado a su mente. Como era su costumbre habitual, solo había dado un par de bocados, dejando a un lado el plato casi lleno. Aguardó en silencio hasta que su acompañante terminara sus alimentos, solo observaba todo lo que había a su alrededor y contuvo las ganas de pedir que le subieran el volumen a la melodía que sonaba en ese momento. Cuando él terminó, la Granger le hizo señas al elfo para que se llevara los platos; le dio un sorbo al vino y le dijo: - ¿Sabes? A pesar de que hemos platicado un poco, por alguna razón sigo sintiendo que eres un misterio… – Aunque tenía que reconocer que eso era algo que le gustaba mucho de él, dudó un momento antes de continuar, sacó uno de los chocolates y le dio una pequeña mordida. - ¿A qué te dedicas? Ya sé que suena demasiado trillado, solo que… En verdad me gustaría mucho conocerte un poco más, ya que solo me has contado parte de tu pasado, pero del presente creo que nada… – Tomó otro chocolate de la caja y estiró su mano para ofrecérselo. Le dio un poco de vergüenza acercárselo a su boca. - Hagamos algo, para que no te sientas acosado por mis preguntas psicópatas – Bromeó la ojivoleta. - Yo te pregunto algo y tu puedes preguntarme lo que sea… sin secretos ni restricciones ¿Qué te parece? – Tal vez no era una buena forma de hacer las cosas, pero quería hacer que se sintiera con la confianza suficiente para hacerlo sentir mejor. Con la mano que tenía libre, la extendió lentamente, buscando la suya. Aguardó algo expectante por su respuesta.
  16. La ojivioleta escuchó una voz masculina a sus espaldas, dándole la bienvenida al negocio; un solo vistazo bastó para darse cuenta que era un vampiro, igual que ella. Aunque eso no se tratara de algo relevante, era imposible que no llamara su atención, pues a pesar de que sabía que no era la única, conocía a pocas personas que tenían la misma condición; tenía poco conocimiento de la historia vampírica, pues vivía de la forma más humanamente posible, exceptuando por la comida. - Hola, buenas tardes – Murmuró distraídamente al tiempo que se quedaba pensativa, pues no sabía cómo empezar. - Debo confesar que es la primera vez que estoy en un negocio de este tipo, así como también poseo poco conocimiento acerca de herbología – Creyó importante el hecho de tener que aclarar eso, para que pudiera recibir una mejor ayuda o bien, para que pudiera ser mejor estafada. Al pensar en la segunda opción, ya no le había parecido tan buena idea ser totalmente sincera; suspiró, al saber que no había vuelta atrás y decidió continuar explicando el motivo de su visita: - Verás… el jardín del lugar en donde vivo ha estado bastante descuidado por años. Incluso tenemos un brote de lazo del diablo que, aunque al principio nos pareció buena idea mantenerlo allí, con el abandono ha extendido su territorio y temo que se vuelva algo imposible de controlar. Entonces me gustaría saber si hay alguna forma de hacer que se retroceda, solo eso, sin tener que dañarlo, pues le hemos tomado cariño y sería una lástima tener que hacer un desastre o incendiar todo. - ¿Tomarle cariño a una planta mortal? Seguramente eso se había escuchado bastante exagerado, pero al final la idea no era tan descabellada, pues esa planta más de una vez los había protegido de gente que no era bienvenida en su hogar. Solo esperaba haberse explicado lo suficientemente bien, para ver si había forma de aprender a cuidarla; de los viveros alcanzó a percibir el aroma de las flores, y de repente se le ocurrió preguntar otra cosa. - Aunque… ¿sabes? Me gustaría tener unas flores en mi habitación… pero no de adorno, sino algo que pueda cuidar. – Hizo una pausa momentánea, pues sus pocos conocimientos de herbología, no creían que fueran suficientes como para poder mantener algo vivo. - ¿Podrías recomendarme alguna flor? Quisiera que fuera algo especial, así como también saber qué tipo de cuidado podría requerir – Finalizó. ---- @@Emmet Haughton Gaunt
  17. Había sido una mala decisión el hecho de tener que decir que el último en llegar pagaba todo; apenas y había tenido tiempo de prepara algo decente para la ocasión. En una de sus más recientes excursiones por el callejón, había visto ese lugar y le había encantado a primera vista, pues poseía muchas de las cosas que a la ojivioleta le encantaban: privacidad, tranquilidad y una maravillosa vista; y mientras estaban en la mansión, se le había ocurrido que sería una buena idea conocer el refugio mágico. Se había dirigido a su habitación a la velocidad de la luz, para poder arreglarse un poco: su elfina estaba esperándola, con esa mirada acusadora que tanto había evitado por parte de su familia. Bastó un solo vistazo para que la bruja notara que quería bombardearla con preguntas curiosas acerca de su visitante, sin embargo, con un ademán le hizo ver que después le contaría… si es que tenía suficientes ánimos para hablarle de su vida privada. Con la ayuda de Breena, la joven recogió un pequeño bolso color rojo, con un evidente encantamiento de extensión indetectable y sin más, echó un montón de cosas. Pudo escuchar un golpe seco al fondo, pero confió en que no hubiera pasado a mayores. - ¿Piensa dormir fuera de la mansión? – Se escuchó la vocecita chillona de su elfina. - ¡NO! ¡Cómo crees! – Exclamó la joven, algo ofendida con la insinuación. - Y deja de hacer tantas preguntas. – Tan rápido como pudo, se dio un baño, eligió algo bastante sencillo: un vestido deportivo corto color rojo y unos tenis a juego. Recogió su cabello en una coleta, mientras caía el flequillo sobre su frente; y con el bolso, salió corriendo de su habitación, dio un fuerte portazo y desapareció. -.-.-.-.-.- Era la primera vez que veía el Callejón Diagon con un entusiasmo diferente al habitual, tenía que reconocer que tenía muchísimo tiempo que no se sentía tan emocionada como en ese instante. Aunque en el fondo aún sentía algo de preocupación por lo que estaba sintiendo, decidió no darle importancia a eso y relajarse, tal y como tenía planeado hacerlo. El lugar lucía mucho más acogedor ahora que estaba justo parada en la entrada y sin más, decidió entrar. - ¡Qué lindo lugar! – No pudo evitar exclamar la ojivioleta. En ese momento deseó que ese negocio se encontrara en algún lugar remoto del planeta y así terminaría siendo el lugar perfecto para poder vivir. Era una residencia tipo rústico, pero a pesar de eso, podía notarse la delicadeza y elegancia de la decoración. Cada detalle, cada rincón del refugio, dejaba ver el gran trabajo que habían hecho con el lugar. Notó que un elfo doméstico se acercaba hacia ella, hasta que se detuvo y le dio el recado de que había alguien esperándola. La bruja solo movió los labios dándole las gracias en un susurro apenas audible. Y sin más, se dirigió al restaurante, con la idea de que al final no sería tan mala idea reservar un lugar para quedarse. Si de día era tan maravilloso como lo veía ahora, en la noche sin duda sería algo mágico. El restaurante, afortunadamente casi no tenía gente, por lo cual fue fácil encontrar a Arcanus sentado. Al verlo, la pelinegra dibujó una amplia sonrisa en su rostro y se aproximó hacia él, lo saludó con un beso en la mejilla y se sentó. - Espero que no te haya hecho esperar mucho – Murmuró al tiempo que un elfo se acercaba hacia ellos para ofrecerle el menú. - Obviamente, debo decirte que siempre cumplo mis promesas. Así que yo debo pagar por llegar a lo último… Es como algo mágico el hecho de que una mujer por alguna razón siempre tiene que llegar tarde. – Bromeó al tiempo que leía la carta. - ¿Puedes traerme esta pasta… y una copa de tu mejor vino, por favor? – Señaló al elfo doméstico. Esperó a que el fenixiano hiciera su pedido y dejó caer su pequeño bolso sobre la mesa, tras lo cual se escuchó un golpe, como si se tratara de un objeto muy pesado. La joven volteó para todos lados y revisó la mesa, preocupada por si la había roto; suspiró de alivio cuando vio que no había pasado a mayores. - Lindo lugar ¿cierto? – La Granger retomó la conversación mientras observaba por la ventana. - Leí que tienen una bella piscina, así que pensé que sería bueno que nadáramos un poco ¿Qué te parece? – Preguntó animadamente, al tiempo que veía una caja que el joven tenía a su lado. - ¿Y qué es lo que traes ahí? - Preguntó con mucha curiosidad.
  18. De todos los lugares en donde la ojivioleta había estado, el Hotel Transylvania era definitivamente uno de los más exóticos. Ubicado en una zona que, a simple vista, daría la impresión de que el hotel lucía abandonado; sin embargo, de acuerdo a los rumores que la ojivioleta había escuchado, ese lugar era más concurrido de lo que hubiera imaginado. Visitado por magos y por muggles, era sin duda una excelente atracción para ambos mundos. ”Sin duda fue una excelente idea”, reconoció la bruja, al pensar lo curioso que sería para los magos ver a muggles deambulando por los pasillos y viceversa. La Granger había decidido ir a visitar a Annick, a quien tenía muchos años de no ver; no era solo por un simple saludo o las ganas de conocer el negocio. En el fondo deseaba platicar con ella y de paso llevaba un paquete en sus pálidas manos; no estaba segura si la podía encontrar allí, sin embargo, nada perdía con intentarlo. No es que fuera algo de vida o muerte, pero deseaba poder entregarle aquella caja, la cual estaba hecha de madera, con detalles esculpidos. Parecía que estaba recién hecha, pues todavía se podía percibir el intenso olor a la madera. - Uff, qué bueno que no requiero de condición física para llegar a la entrada – Exclamó en voz alta la pelinegra, al ver el tramo que tendría que recorrer para llegar a la entrada del Hotel. No podía llegar en escoba, no podía aparecerse así nada más, así que había decidido llegar como la mayoría de los muggles que andaban por allí: caminando. Casualmente había elegido un atuendo que no llamaría la atención: llevaba unos pantalones ajustados de color beige, una gabardina corta de color azul marino, botas y bolso a juego con el atuendo. Llevaba su negra cabellera suelta, aunque la fría brisa la despeinaba un poco. Caminaba con paso firme, sin voltear hacia atrás, pensando en lo que diría la pelirroja en cuanto la viera… empezando por el hecho de que la reconociera [?]. Evitó mirar a una pareja de muggles que pasó a su lado, para que éstos no prestaran atención al poco convencional color de ojos de la Granger. Cuando estaba por llegar a la entrada, levantó la mirada y creyó ver lo que era un fantasma, lo cual le resultaba extraño y a la vez se preguntó, cómo es que éstos no se encargaban de molestar a los visitantes del mundo no mágico. La joven sonrió solo de imaginarse la clase de cosas que un fantasma podría hacerle a algún muggle asustadizo. ”Seguramente han de recibir montones de quejas”, pensó divertida, ya que si ella misma fuera un ser etéreo, se encargaría de hacerle la vida imposible a los huéspedes [?]. Olvidándose de que estaba en su casa, al llegar frente a la puerta, la abrió con una patada, no tan fuerte para no tirar la puerta, pero sí lo suficiente como para llamar la atención de los que estaban por allí. - ¿Qué? – La ojivioleta movió los labios, al tiempo que hacía una cara de poca importancia, al sentir la mirada acusadora de alguien que había pasado por allí. - Qué tipo tan espantado… - - ¡BUENAAASSS! – Exclamó en voz tan alta como pudo y aguardó a que alguno de los habitantes permanentes de ese hotel aparecieran para poder hacer su misión.
  19. Buenas noches: Acá traigo el formato corregido, esperando que se encuentre bien lo que estoy solicitando. El post excede el número de citas, por eso lo dejé de esta forma. Gracias de antemano. Actualizar el campo de familia. Dice así: Familia(s): * Familia Granger [Matriarca] * Familia Slytherin Debe ser: Actualizar el campo de Padre(s) Adoptivos: Dice así: Padre(s) Adoptivos: Radamantys Crouchs Debe ser: Actualizar: espacio entre la palabra vampiro y aspecto físico, así como modificación de la descripción de este último campo. Dice así: Raza: Vampiro. Aspecto Físico: Es una joven que mide 1.70 m de estatura; debido a su condición de vampiro, posee una piel extremadamente blanca. Sus ojos son de color violeta, tienen forma almendrada y cejas delgadas, nariz pequeña y fina, sus labios son delgados. Su cabello es color negro azulado y completamente lacio, lo lleva siempre a la altura de sus hombros. De complexión delgada y proporciones normales. Debe ser: Actualizar cualidades psicológicas. Dice así: Cualidades Psicológicas: Es una chica amigable, la mayor parte del tiempo se encuentra sonriendo. Sumamente leal a sus amigos, siempre los defenderá a costa de su propia vida si es necesario. Le agrada hacer bromas y ayudar a los demás, es tímida con las personas que no conoce. Es bastante confiada, se deja llevar por la primera impresión; por eso suele llevarse fuertes decepciones. Es bastante distraída, pues suele reflexionar mucho las cosas antes de hacerlas. Su impuntualidad es su mayor defecto; siempre sincera, suele mostrarse fría y distante con la gente que no le simpatiza. Casi nunca se enoja, su carácter es demasiado tolerante con las personas que la rodean por muy antipáticas que sean. Después de lo sucedido con aquella tiara, su carácter cambia drásticamente: se vuelve fría, desconfiada, hipócrita y comienza a sacar provecho de la gente que le conviene. A veces no puede dominar sus emociones y deja ver cierta debilidad, sacando las cosas buenas de lo que era anteriormente. Solo se muestra tal cual es, en presencia de su familia y su elfina personal, siendo extremadamente sobreprotectora con ellos. Debe ser: Actualizar historia. Dice así: Historia: Nació el 16 de Octubre de 1987; hija de Saya Dumbledore Peverell y Heishiro Lupin. Cuando estaba recién nacida, su madre la dejó al cuidado de sus familiares para que pudiera emprender un viaje en busca de su pasado. Creció creyendo que era hija única y durante ocho años estuvo extrañando a Saya, hasta que por fin regresó para reencontrarse con ella. Poco sabía de su padre, pero no cuestionaba su ausencia; se dedicó a vivir su infancia al máximo hasta cumplir los once años, que fue cuando ingresó a Hogwarts. El sombrero seleccionador la envió a la casa de Ravenclaw, ahí comenzó a tener amigos, los cuales hiciera que su vida diera un cambio radical. Fue una niña bastante tranquila y amigable, siempre procuraba mantener contacto constante con su madre a través de cartas; al finalizar el primer curso, le obsequian una hermosa lechuza de color gris; junto con sus amigos, deciden nombrarla Xion. A medida que va creciendo, comienza a llamarle la atención las costumbre muggles. Decidió seguir los pasos de su mamá, a pesar de no haber podido estar juntas desde el principio, le tiene una enorme admiración. Realizó un viaje en busca de una persona que la ayudaría a guiar su camino para ser miembro de la Orden del Fénix. Durante ese trayecto de su vida, conoce a Coyo-t, que en aquel tiempo era un espía dentro de la Marca, y se enamora de él. Ignorando la situación de peligro en la que ambos se encontraban, continúan su relación y un 12 de junio nace su primera hija, la cual deciden nombrar Allysson. Poco tiempo después del nacimiento de su hija, se ven forzados a huir del lugar en donde vivían juntos; aunque la joven no llega a entender completamente el por qué. Se ven en la necesidad de separarse y Luna se lleva a su hija; sabiendo en la situación en la que se encontraban y lejos de su familia, decide dejarla en un orfanato muggle para protegerla de los mortífagos. Poco después es atacada y es convertida en un vampiro; por alguna razón pierde todos sus recuerdos vividos hasta ese momento. Luna abre los ojos en su nuevo hogar: El Castillo Peverell, al lado de su madre. Le explica en lo que se ha convertido, sin recordar a nada ni a nadie que haya formado parte de su pasado; decide seguir adelante, aunque siempre acompañada con una extraña sensación: la soledad. Decide entrar a la Academia de Magia y hechicería, en donde conoce a Fiamma Phoenix Diggory, Arabella Gryffindor y Artemisa Evans. Al finalizar sus estudios, es aceptada para ingresar a la Orden del Fenix; ahí se lleva una sorpresa al encontrarse con su padre y a partir de ese momento comienza a recuperar el tiempo que no habían podido convivir juntos. Después de un tiempo, conoció a Annick, quien ingresó al bando y por alguna extraña razón se llevaron muy bien desde el principio; cosa que Luna creyó que solo era simple casualidad. No pudo averiguar más acerca del extraño acercamiento que tenía con su nueva compañera dentro de la Orden, porque una de sus amigas (Fiamma) desaparece; haciendo que la joven cayera en un estado de depresión. Poco tiempo después se reencuentra con Coyo-t y él le confiesa parte de su pasado; al principio ella no le cree, pues le cuesta mucho aceptar que había tenido una hija a la que había abandonado, aunque finalmente ambos deciden emprender la búsqueda y después de un tiempo transcurrido, por fin la logran localizar en casa de la familia Poulain; la ojivioleta se siente culpable por haber abandonado a Allysson y al encontrarse con ella, le explica lo que realmente sucedió. A pesar del encuentro con su hija, Luna y Coyo-t deciden separarse; debido a las obligaciones de ambos. Transcurre poco tiempo hasta que en una de sus tantas reuniones con Zahil Aranel y Robin, descubren que las tres tienen un ancestro en común y por eso deciden mudarse a una mansión en Ottery para convertirse en la Familia Granger donde ellas tres son matriarcas. Hace poco Annick regresó a las filas de la Orden después de un periodo de ausencia, del cual la ojivioleta nunca supo el porqué. El acercamiento que hubo entre ambas, hizo que al platicar la historia de sus vidas, descubrieran que son hermanas. Debido a la partida de Robin, Zahil y Luna deciden que la pelirroja se convierta en matriarca de la familia Granger. El tiempo transcurre sin ningún acontecimiento importante, hasta que la bruja ojivioleta termina impartiendo clases en la Academia de Magia y Hechicería, considerando una parte muy importante de su vida. Aunque sólo estuvo durante poco tiempo, aprendió muchas cosas y desearía volver a dar clases otra vez. Transcurrió el tiempo y conoció a Pakami Gryffindor, con quien llevó un fugaz noviazgo y casi sin darse cuenta terminó casándose con él. En ese mismo mes, siente que su tiempo dentro de la Orden del Fénix ha terminado y con muchos sentimientos encontrados, decide pedir su baja del bando, en donde llegó a tener el rango de Knight. Un día recibe una tiara, regalo de su ahijado Enrick, la cual contenía una maldición que encerraba a una entidad desconocida (?); al probársela, la pelinegra cae inconsciente y su alma queda encerrada en un sueño profundo, tras lo cual dicha entidad sale a flote, haciendo que las emociones y el carácter de Luna cambien de manera drástica. Aunque comparten el mismo cuerpo, aquella alma maligna prefiere que la llamen Valeskya. Después de haber ocurrido ese cambio importante en la vida de Valeskya, se vuelve sumamente desconfiada con la gente que la rodea. Discute constantemente con su hermano, aunque a pesar de que en el fondo lo quiere mucho, nunca se lo da a demostrar, le molesta que sea sumamente pacífico y que pueda llevar una vida tranquila al lado de su hijo, pues en el fondo le amarga que ella no haya podido llevar una vida normal al lado de una familia. Por ese y otros motivos, decide marcharse de Ottery, en busca de esa tranquilidad y paz que tanto le hace falta. Sin su habitación en la mansión, Valeskya se dedica a viajar por todo el mundo, sola y llevando la vida que siempre quiso vivir. Visita a la Familia Granger mucho más seguido de lo que ella quisiera, algunas veces para saludar, otras simplemente rondando los jardines en busca de llenar ese vacío generado por la nostalgia de los buenos tiempos. Después de algunos años, decide volver con la Familia Granger, decidida a dejar su angustioso pasado atrás. Debe ser: Actualizar elfos. Dice así: Elfos: * Elfina personal:Breena * Elfo familiar: Freddy Debe ser: Actualizar registro de XXX. Dice así: Registro de XXX: Registros personales: Adquisición de conocimiento de Aritmancia. Registros mascotas y elfos: Elfos domésticos. Criaturas. Debe ser: Actualizar otros datos. Dice así: Otros Datos: Otros datos: * Su patronus es un tigre blanco adulto, de dos metros de largo. * Su varita está hecha de madera de narciso, 30 centímetros de largo, en el mango tiene grabado la palabra "fuerza" en runas antiguas en color plateado y su núcleo está conformado por el cabello de un unicornio. Lleva el nombre de Yvaine, cuyo nombre significa "estrella caída". * Tiene una cadena con un dije en forma de luna, que le fue obsequiado por Zahil Aranel Granger el día de su graduación. Lo utiliza para poder comunicarse con los demás integrantes de la Orden del Fénix. * Su lechuza es gris con motes blancos en su pecho, su nombre es Xion. * Su tigre es blanco, cuyo nombre es Kotaro. Debe ser: Actualizar links de interés referentes al personaje. Dice así: Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: 81 Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 78879 Link a Bóveda Trastera: -- Link a Bóveda de Negocio: Link a Bóveda de Negocios Cerrados: Bóveda 95760 - Fabricantes de Mentiras Bóveda nº 93055 - Night Whispers Bóveda N° 111338 Negocio Catemaco´s Magic Bóveda N° 11388 Negocio Ottery Fitness Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Granger. Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia Slytherin. Debe ser:
  20. Para la bruja era algo difícil de explicar lo que estaba ocurriendo: había conocido al joven hace relativamente poco, aunque ese acercamiento que tenían era extraño, al menos para ella, que no solía mostrarse tan confiada. Aun así, las dudas no se hacían esperar ¿Qué era lo que el fenixiano realmente pretendía? ¿Y si había hecho mal en mostrar demasiado interés? De repente aquella sensación de temor se hacía presente y quizás en el momento menos indicado, pues no había puesto ningún tipo de objeción al sentir el brazo de Arcanus rodeando su cintura. - Antes de decirte lo que quiero hacer… - Detuvo la lenta caminata y lo miró fijamente. - ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a perder conmigo el día de hoy? – Cambió el tono de su voz para darle un poco de dramatismo. - Porque lo que estoy pensando, es algo parecido a un secuestro – Sonrió. Algo sí era definitivo: a Valeskya le agradaba mucho pasar tiempo con él y trataría de que fuera algo recíproco. Y definitivamente caminar por la mansión no era su idea de diversión, es por eso que, dependiendo de su respuesta, sería el camino que ambos tomarían. Le gustaba la idea de hacerse la misteriosa, pero tampoco haría que el joven perdiera tiempo tratando de seguirle el juego; fue por eso que la joven se acercó lentamente hacia su rostro, podía sentir su respiración y la sangre recorriendo por sus venas, lo que ocasionó que la ojivioleta se mordiera el labio. Era incapaz de hacerle daño, en primera porque le atraía, en segunda porque era poco probable que, en el remoto caso de querer atacarlo, no se defendiera y tomando en cuenta que él le tenía una considerable ventaja con respecto a los duelos, no sería una decisión inteligente. Es por eso que se acercó a su oído y le susurró un par de palabras, al alejarse de él, le dio un beso en la mejilla, acarició su rostro y sonrió: - Entonces… te veo allá – La Granger sacó su varita y comenzó a retroceder. - El último que llegue, paga – Bromeó al tiempo que se despedía de él y desaparecía de los terrenos de la mansión.
  21. Hola! Buenas noches, vengo a pedir por favor unas modificaciones a la ficha. Estuve leyendo que debo ir indicando las partes donde quiero hacer los cambios, pero básicamente fue casi todo [obviamente dentro de lo que está permitido hacer], entonces considero que lo mejor es poner los códigos, ya lo revisé para dejarla con el mismo formato. Desde ya, muchas gracias ^^ [b]Datos Personales:[/b] [color=#990099][b]Nombre del Personaje:[/b][/color] Valeskya Granger. [color=#990099][b]Sexo:[/b][/color] Femenino. [color=#990099][b]Edad:[/b][/color] Joven. 23 años. [color=#990099][b]Nacionalidad:[/b][/color] Británica [color=#990099][b]Familia(s):[/b][/color] * Familia Granger [Matriarca] [color=#990099][b]Padre(s) Sanguíneo:[/b][/color] Saya Black Heishiro Lupin [color=#990099][b]Padre(s) Adoptivos:[/b][/color] -- [color=#990099][b]Trabajo:[/b][/color] -- [b]Poderes Mágicos:[/b] [color=#990099][b]Rango Social:[/b][/color] Dragones de Bronce. [color=#990099][b]Bando:[/b][/color] Neutral. [color=#990099][b]Rango dentro del Bando:[/b][/color] -- [color=#990099][b]Puntos de poder en objetos:[/b][/color] 40 [quote][color=#990099][b]Hechizos adicionales:[/b][/color] -- [/quote] [color=#990099][b]Puntos de poder en criaturas:[/b][/color] 20 [quote][color=#990099][b]Criaturas controlables en asaltos y duelos:[/b][/color] -- [/quote] [color=#990099][b]Habilidades Mágicas:[/b][/color] -- [color=#990099][b]Conocimientos Especiales:[/b][/color] * Conocimiento de Maldiciones. * Runas Antiguas. * Aritmancia. * Leyes Mágicas. * Adivinación. [b]Perfil del Personaje:[/b] [color=#990099][b]Raza:[/b][/color] Vampiro. [color=#990099][b]Aspecto Físico:[/b][/color] Mide 1.70 m de estatura, piel extremadamente pálida, ojos almendrados color violeta, cejas delgadas, nariz pequeña y estilizada, labios delgados, formando un rostro con armonía estética. Cabello color negro azulado, lacio, con un largo aproximado a la altura de sus hombros. Complexión delgada, de proporciones normales, sin llegar a lo exagerado. [color=#990099][b]Cualidades Psicológicas:[/b][/color] Luna: Es una chica amigable, sumamente leal a sus amigos, siempre los defenderá a costa de su propia vida si es necesario. Le agrada hacer bromas y ayudar a los demás, es tímida con las personas que no conoce. Es bastante confiada, se deja llevar por la primera impresión; por eso suele llevarse fuertes decepciones. Es bastante distraída, pues suele reflexionar mucho las cosas antes de hacerlas. Su impuntualidad es su mayor defecto; siempre sincera, suele mostrarse fría y distante con la gente que no le simpatiza. Casi nunca se enoja, su carácter es demasiado tolerante con las personas que la rodean por muy antipáticas que sean. Valeskya: Después de que aquella entidad se apodera del cuerpo de Luna, su personalidad cambia. Se vuelve desconfiada, fría, y de carácter bastante explosivo; solo continúa comportándose de buena forma con la gente a la que aprecia, pero con el resto es bastante indiferente. A veces llega a ser frívola y cruel con las cosas que dice y hace. Le cuesta dominar sus emociones cuando se enoja, por lo cual algunas veces puede llegar a comportarse de forma casi violenta. Aunque a veces deja asomar la mejor parte de lo que era antes cuando se encuentra en una situación vulnerable. [color=#990099][b]Historia:[/b][/color] Hija de Saya Dumbledore Peverell y Heishiro Lupin, nacida un 16 de Octubre. Estando recién nacida, su madre la dejó al cuidado de unos familiares, debido a que emprendió un viaje para recuperar su pasado; creció creyendo que era hija única, con padres ausentes, sin embargo con su noble carácter pudo vivir su infancia al máximo sin reprochar nada cuando tuvo la oportunidad de reencontrarse con su madre. De su padre, no sabía casi nada, salvo que por su trabajo, poco se le permitía estar en casa. Cuando tuvo la edad suficiente para estudiar en Hogwarts, el sombrero seleccionador la envió a la casa de Ravenclaw. A pesar de esto, sentía que aún no encontraba la razón por la cual había sido enviada allí, pues pensaba que no tenía las cualidades suficientes como para ser digna alumna de esa casa. Era bastante tranquila, amigable, amable con la gente, procuraba ayudar y le enviaba cartas a su madre siempre que podía aunque pocas veces eran respondidas. Finalizando su primer curso, le obsequian una hermosa lechuza de color grisáceo, la cual decide llamarla Xion; a pesar de ser hija de magos, a medida que crece, empieza a llamarle la atención la forma de vida y costumbres muggles, por lo cual empieza a dedicarse a estudiar todo sobre ellos. Con el tiempo, Luna descubre a lo que verdaderamente se dedican sus padres y eso hace que ella los admire mucho más. Teniendo la edad suficiente para tomar sus propias decisiones, decide seguir los pasos de ellos, aunque lo hace a escondidas, como un acto de rebeldía. Terminando sus estudios en Hogwarts, emprende un viaje en el que pretende entrenarse para poder ser miembro de la Orden del Fénix y es allí donde conoce a Coyo-t, aunque cuando eso ocurre, ella desconoce que él se encontraba de espía dentro de La Marca Tenebrosa. Se enamora de él, ignorando los peligros que eso implicaba y un 12 de junio nace su hija a la cual deciden nombrar Allysson. Con ese giro en sus planes, ella decide dejar de lado la idea de pertenecer a la Orden para poder dedicarse a su familia. Sin embargo, esa felicidad dura poco, ya que se ven forzados a huir, sin que ella termine de comprender bien la situación; en el afán de proteger a su hija, se separa de Coyo-t y ella al encontrarse acorralada, deja a su hija en un orfanato muggle. Es atacada y termina siendo convertida en un vampiro, perdiendo todos los recuerdos que había vivido hasta ese momento. Desconoce cómo es que despierta en el Castillo Peverell al lado de su madre, quien le dice en lo que se ha convertido. Es difícil para Luna aceptar su nueva condición: sin un recuerdo, con esa sensación de vacío, convertida en un ser que ella detesta desde, de tener que comenzar desde cero, sin saber que había dejado una hija en el mundo de los muggles. Después de permanecer meses recluida en su habitación, un día toma la decisión de aceptar las cosas como son y continuar con su vida. Por esa razón, decide entrar en la Academia de Magia y Hechicería, en donde conoce a Fiamma Phoenix Diggory, Arabella Gryffindor y Artemisa Evans, convirtiéndose pronto en amigas. Su vida en la Academia transcurre tranquilamente y al terminar, ingresa a la Orden del Fénix y es ahí donde comienza a convivir más con su padre, trabajando juntos por un ideal en común. Creyendo que su vida comenzaba a llevar un buen rumbo, empiezan a ocurrir varios acontecimientos: su amiga Fiamma desaparece en circunstancias extrañas y se reencuentra con Coyo-t, quien se encarga de contarle los recuerdos que Luna creía perdidos; aún así le cuesta creer que había tenido y abandonado a una niña, razón por la cual, con la ayuda de su antiguo amor, deciden buscarla, descubriendo que Allysson se encuentra viviendo con la familia Poulain, dentro del mundo mágico. A pesar de haberse reencontrado e intentar renovar su romance, éste no funciona y finalmente se separan. Transcurre poco tiempo hasta que en una de sus tantas reuniones con Zahil Aranel y Robin, descubren que las tres tienen un ancestro en común y por eso deciden mudarse a una mansión en Ottery para convertirse en la Familia Granger donde ellas tres son matriarcas. Con el tiempo, Robin se marcha de Ottery con rumbo desconocido y una vez conversando con su prima Zahil, ambas deciden que la pelirroja Annick las apoye en el matriarcado. Durante su estancia dentro de la Orden, ella aprende muchas cosas y descubre que impartir clases dentro de la Academia es algo que adora hacer. Aunque por diversas circunstancias, se ve obligada a dejar de hacerlo y junto con eso, muy a su pesar, termina dejando la Orden del Fénix, en donde llegó a tener el rango de Knight. Comienza a vivir tranquilamente, sin responsabilidades, tomándose el respiro que necesitaba, pues sus obligaciones dentro del bando, la estaban privando de las cosas más simples y esenciales; entre esa y otras razones, decide que lo mejor es apartarse de esa vida. Poco tiempo después, recibe como regalo una tiara, la cual contenía una maldición y ella sin saberlo, la utiliza y en ese momento cae inconsciente; todo esto trae como consecuencia que la personalidad de Luna quede atrapada dentro de su mismo cuerpo y el ente que se encontraba en el interior de la tiara, salga a flote. El carácter de la ojivioleta cambia radicalmente a raíz de eso, ya que las emociones del ente son las predominantes; a partir de ese momento, se autonombra como Valeskya. A partir de ese momento, se vuelve sumamente desconfiada con la gente que apenas conoce, comienza a discutir constantemente con su hermano. A pesar de que sus sentimientos y emociones siguen manteniéndose, ya no los demuestra tan fácil como antes; la envidia, el resentimiento, la ira y muchas de las emociones negativas que había guardado durante años, se hacen presentes con la aparición de Valeskya. Todo eso comienza a atormentarla, al ver que parte de su antigua personalidad no se deja dominar del todo, comienza un debate interno, en el que finalmente decide marcharse de Ottery, en busca de una tranquilidad y paz consigo misma. A pesar de mantenerse varios años alejada del mundo mágico y viajando solo con su elfina como compañía, realizó visitas esporádicas a la mansión de la familia Granger. Termina encontrando un equilibrio entre el carácter de Luna y Valeskya, a la que finalmente logra dominar hasta cierto punto; por esta razón termina por volver a Ottery con su familia, dispuesta a salir adelante junto con ellos. [b]Pertenencias:[/b] [color=#990099][b]Objeto Magico Legendario:[/b][/color] -- [color=#990099][b]Objetos Magicos:[/b][/color] [b]Objeto:[/b] Varita Mágica [b]Clasificación:[/b] AA [b]Puntos de poder:[/b] 20 [b]Objeto:[/b] Cadena [b]Clasificación:[/b] AA [b]Puntos de poder:[/b] 20 [b]Total de puntos: [/b]40 [color=#990099][b]Pociones Mágicas:[/b][/color] [b]Objeto:[/b] [b]Clasificación:[/b] [b]Puntos de poder:[/b] [color=#990099][b]Criaturas Mágicas:[/b][/color] [b]Criatura:[/b] Lechuza [b]Clasificación:[/b] X [b]Puntos de poder:[/b] 10 [b]Criatura: [/b] Tigre [b]Clasificación:[/b] X [b]Puntos de poder:[/b] 10 [b]Total de puntos:[/b] 20 [color=#990099][b]Criaturas en la Reserva:[/b][/color] -- [color=#990099][b]Libros de hechizos:[/b][/color] Libro: Nivel: [color=#990099][b]Poderes de criaturas:[/b][/color] Tipo de poder: [color=#990099][b]Poderes de criaturas:[/b][/color] Tipo de poder: [color=#990099][b]Consumibles en batallas:[/b][/color] Nombre: Descripción: Categoría: [color=#990099][b]Elfos:[/b][/color] * Elfina personal: Breena * Elfo familiar: Freddy [b]Licencias, Tasas, Registros:[/b] [color=#990099][b]Licencia de Aparición:[/b][/color] Obtenida. [color=#990099][b]Licencia de Vuelo de Escoba:[/b][/color] Obtenida. [color=#990099][b]Registro de XXX:[/b][/color] [b]Registros personales:[/b] [url=http://www.harrylatino.org/topic/78783-ficha-de-valeskya-granger/?p=3983473]Adquisición de conocimiento de Aritmancia.[/url] [url=http://www.harrylatino.org/topic/78783-ficha-de-valeskya-granger/?p=5173933]Adquisición de conocimiento de Adivinación.[/url] [b]Registros mascotas y elfos:[/b] [url=http://www.harrylatino.org/topic/78783-ficha-de-valeskya-granger/?p=3573620]Elfos domésticos[/url]. [url=http://www.harrylatino.org/topic/78783-ficha-de-valeskya-granger/?p=3624881]Criaturas[/url]. [b]Otros Datos:[/b] [color=#990099][b]Otros datos:[/b][/color] * Su patronus es un tigre blanco adulto. * Su varita mágica está hecha de madera de narciso, 30 centímetros de largo, en el mango tiene grabado la palabra "fuerza" en runas antiguas en color plateado y su núcleo está conformado por el cabello de un unicornio. Lleva el nombre de Yvaine. * Una cadena con un dije en forma de luna, que le fue obsequiado por Zahil Aranel Granger el día de su graduación. * Su lechuza es gris con motes blancos en su pecho, su nombre es Xion. * Su tigre blanco se llama Kotaro. [color=#990099][b]Cronología de cargos:[/b][/color] * Ingresó a la Orden del Fénix en Octubre de 2009. * Estuvo algún tiempo como empleada en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional. * Fue Jefa de Casa de los Centauros de Blodwyn en la Academia. * Dio clases de Rol Avanzado. * Entró a trabajar en la Oficina del Ministro, desempeñándose como enlace con aurores, el 04 de Octubre de 2010. * Dio clases de Generales en la Academia de Magia y Hechicería hasta el mes de septiembre de 2011. * Se retira de la Orden del Fénix en Octubre de 2011. [color=#990099][b]Premios y reconocimientos:[/b][/color] -- [b]Links de Interés Referentes al Personaje:[/b] [color=#990099][b]Link al Perfil de Comprador MM: [/b][/color] [url="http://magicmall.harrylatino.org/mago_detalle_lista.php?buscar_mago_lista=73699&button=Ver+en+forma+de+lista"]81[/url] [color=#990099][b]Link a Bóveda Personal:[/b][/color] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78879"]Bóveda nº 78879[/url] [color=#990099][b]Link a Bóveda Trastero:[/b][/color] -- [color=#990099][b]Link a Bóveda de Negocio:[/b][/color] [url=http://www.harrylatino.org/topic/111338-boveda-negocio-catemacos-magic/?p=5159902]Bóveda No. 111338 Negocio Catemaco's Magic[/url] [url=http://www.harrylatino.org/topic/111388-boveda-negocio-ottery-fitness/]Bóveda No. 111388 Negocio Ottery Fitness[/url] [color=#990099][b]Link a Bóveda de Negocios Cerrados:[/b][/color] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=95760"]Bóveda No. 95760 Negocio Fabricantes de Mentiras[/url] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=93055"]Bóveda No. 93055 Negocio Night Whispers[/url] [color=#990099][b]Link a Bóveda Familiar 1:[/b][/color] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=86794"]Bóveda Familia Granger[/url]. [color=#990099][b]Link a Bóveda Familiar 2:[/b][/color]
  22. La mente de Valeskya se volvió un caos cuando vio que Arcanus se alejaba de ella, listo para comenzar el duelo; entre la emoción de volverlo a ver y el tener que volver a recordar nombres de hechizos, junto con la última vez que se había enfrentado a alguien, hizo imaginarse el negro panorama que se avecinaba: ella en el piso, lastimada y haciendo el ridículo, si es que resistía al menos un par de hechizos. Era bastante pesimista en ese aspecto, pero intentaría cualquier cosa para no quedar mal enfrente del joven de ojos marrones. No podía estar más de acuerdo con las palabras que pronunciaba el fenixiano, siempre era importante saber lo básico, pero ella se había alejado tantos años del mundo mágico, que el regresar a Ottery era como empezar desde cero. Aunque también la bruja tenía que reconocer que las noticias de ataques mortífagos habían disminuido mucho en comparación a como era antes; alejó ese pensamiento de su mente, ahora tenía que concentrarse para lo que estaba por ocurrir. Con un movimiento de su mano, la ojivioleta sacó su varita y la apuntó hacia el joven, se mordió el labio y con la mano que tenía libre, colocó un mechón de cabello tras su oreja; aguardaba expectante el momento en que Arcanus iniciara con el duelo ¿o quizás él también esperaba lo mismo de ella? El primer hechizo parecía que no iba a llegar pronto ”’¿Estará esperando a que me descuide? ¿Le habrá pasado algo?” Comenzó a preguntarse, al tiempo que observaba al joven con detenimiento: parecía pensativo, aunque no entendía del todo por qué, si ya le había dicho que los duelos era lo que más le gustaban y esa era una de las razones por las cuales ella no se había podido negar. Y más fue su sorpresa al escuchar que el joven de cabello castaño había decidido posponer su promesa de enseñarle a duelear; la bruja bajó la guardia, algo confusa por la forma en que estaban ocurriendo las cosas. ¿Había dicho o hecho algo que lo había hecho cambiar de opinión? Recordó entonces algo sumamente importante: con todo el ajetreo de la venta de garaje y sin esperar su visita, no había tenido tiempo de verse presentable. Traía el cabello suelto, traía jeans, calzado deportivo, una playera del mismo color de sus ojos; era un pensamiento bastante frívolo pensar que el fenixiano decidiera irse por la forma en la que ella se había mostrado desde el inicio. Para ella, era evidente lo que estaba pasando por su mente en ese momento y no había querido aceptarlo desde el día en que lo había conocido, pues tenía temor de que no fuera correspondida de la forma en la que ella deseaba. Por eso cuando Arcanus tomó su mano, no pudo disimular una amplia sonrisa de felicidad mezclada con el alivio que sentía al ver que su paranoia no tenía ninguna razón de ser. - ¿El jardín? ¡Claro! –Separó con brusquedad su mano y sin pensarlo dos veces, se acercó a rodear el cuello del joven con sus brazos. - Si posponer el duelo significa que nos veremos otra vez… - Sonrió mientras continuaba abrazándolo, sin terminar la frase. - Esto… bueno… - Hubiera querido seguir así, pero tuvo que separarse, no sin antes buscar su mano para sostenerla. - Te propongo un mini tour por toda la mansión y si no te molesta… podríamos regresar aquí, me gusta mucho este lugar. – - Aunque ¿sabes? – Comenzó a caminar despacio. - Hay muchas plantas de aquí que no conozco, pues como habrás notado, la mansión luce un poco descuidada y con el jardín pasó lo mismo. – Su mirada violácea se dirigió alrededor de donde ellos estaban. - Así que han crecido plantas de dudosa procedencia. Lo único que puedo asegurarte, es que los cerezos de mi prima Zahil son los únicos que deben estar intactos, ya que son sus favoritos. También tenemos lazo del diablo… los cuales son un arma de doble filo, ya que nos cuidan de los intrusos y también intentan matarnos algunas veces. – Concluyó de forma despreocupada. - De todas formas, no hay planta ni magia que exista para protegernos de los ataques mortífagos – No sabía muy bien por qué había dicho eso. - Así que, aunque ese tipo de actividades han disminuido notablemente, espero que no ocurra algo antes de que tú me enseñes a lanzar hechizos dignos de enfrentar hasta el mismo Merlín – Sonrió, pues sabía que eso era algo que no ocurriría a menos que ella decidiera unirse a algún bando y así podría aprender hechizos mucho más poderosos. Decidió que no era el momento para pensar en eso y aunque el día para ella no era de lo más agradable debido a los rayos del sol, era un bello recuerdo que sin duda lo guardaría en un pensadero. - ¿Sabes? Se me ocurrió algo, pero no se si te guste la idea - La ojivioleta se acercó al oído de Arcanus y le susurró algo…
  23. La primera reacción que tuvo Valeskya, fue la de querer alegar cuando Fiamma mencionó algo acerca de la fertilidad; aunque solo se tratara de un simple ritual, con los dioses de la naturaleza nunca se sabía, en una de esas y podía ocurrir el milagro de la vida [?]. Afortunadamente, poco después había quedado todo aclarado, se refería a una fertilidad diferente a la que la bruja se había imaginado. Las llamas azules crepitaron más fuerte, como dando inicio a la limpia de manera oficial. Inhaló fuertemente, mientras continuaba con los brazos en alto y comenzó a agitarlos, siguiendo a Joaquín y a Zahil. - ooo, iiiii, oooo, uuuu – Coreaba, sin preocuparse por la coordinación de voces, mientras daba vueltas alrededor de la fogata, un paso a la vez. - ¡La ventana, la pared, la ventana, la pareeeeed, este baile me da sed, la ventana, la pared, este baile me da sed, piojosa ven acá, ven acá! – Aunque su entusiasmo no era nada comparado al de su hermano, que parecía que trataba de invocar a los espíritus que deambulaban por toda Inglaterra con esos gritos [?]. O quizás eran los nervios por pensar que algo podría salir mal de todo eso; las llamas comenzaban a agitarse cada vez más. La ojivioleta repetía una y otra vez la canción, cada vez más alto y sin más, se detuvo un momento para sacar su varita y continuó agitando los brazos, pero esta vez agitando su varita mientras comenzaba a murmurar. - Aieieioiu, eeeiiiaaaou, sahdyraschaddaeioc – Los cristales de la ventana comenzaron a agitarse. - Protejan este lugar, alejando las malas vibras de aquí ¡FUERAAAA! Eeeiiioaaaou – [?] La joven dirigió su vista hacia las llamas, que ya habían llegado al techo y parecía que comenzaban a buscar por donde esparcirse. La Granger daba pequeños saltos, agitando la varita y se alcanzó a escuchar el ruido proveniente de las estanterías donde reposaban las varitas. Las llamas comenzaron a esparcirse, como si trataran de buscar algo; no quemarían nada, era magia antigua y que servía para limpiar de todo lo malo el lugar. El baile y el canto provocaban que algún espíritu extraño que habitaba allí, comenzara a agitarse; al menos podían asegurarse que la limpia estaba funcionando. Agitó su varita, apuntando a las llamas, y unas chispas multicolores salieron de la fogata, disparadas hacia diferentes direcciones. - ¡Gracias madre naturaleza, por proporcionarnos el material que da vida a todo este lugar! ¡Aleja todo lo malo y atrae todo lo bueno! ¡Siente el poder Joaquín, recíbelo y será todo lo que necesites para tener éxito! ¡CANTEMOS MÁS FUERTEEEEEE! ¡OOO, III, OOO, UUU! ¡LA VENTANA, LA PARED, LA VENTANA, LA PAREEEED, ESTE BAILE ME DA SED, LA VENTANA, LA PARED, ESTE BAILE ME DA SED! – Se escuchó un fuerte ruido, proveniente de uno de los rincones más oscuros de Ollivander's ¿Qué había sido?. --- [?]
  24. Muchos años habían pasado desde que la bruja no se sentía de esa forma: tranquila, en paz consigo misma y ahora con una emoción particular hacia el joven que había conocido hace poco. Llevaba días intentando negar lo que estaba pasando por su mente, sin aceptar que desde que él se había ido, se la pasaba contando los días que transcurrían sin saber si lo volvería a ver otra vez. Ahora él estaba allí, frente a ella y lo primero que había hecho, era alejarlo de su familia; "es por su bien", se repetía la joven una y otra vez. Sentía la necesidad de darle una explicación coherente acerca de su comportamiento, que seguramente le había resultado extraño desde el inicio. Pero el joven no le había hecho comentario alguno acerca de eso, sin saber si era por educación o porque realmente era cierto que quería estar con ella a solas. De cualquier forma, la ojivioleta también se encontraba feliz: porque él había cumplido su promesa de visitarla, por haber sido tan pronto y por tener la oportunidad de verlo nuevamente. - De verdad es una sorpresa... - Murmuró la joven en voz tan baja, que dudaba que el joven de cabello castaño la hubiera escuchado. Ya lo había dicho, pero era algo que repetía como para cerciorarse que se trataba de una situación real, que una vez más había tenido la oportunidad de sentir la calidez de su mano mientras se dirigían al jardín privado de la mansión. "¡Pero qué rayos te pasa!," se reprochó a sí misma, al notar que comenzaba a comportarse como una adolescente; temía comenzar a ilusionarse por nada y tenía que controlar esa emoción. Para su fortuna, él había hecho un comentario acerca de que si podrían afectarle los rayos del sol, lo cual fue motivo suficiente como para que ella saliera de sus pensamientos y al fin poder dar una respuesta más o menos coherente: - Ah, el sol interesante pregunta...- Era algo que la había tomado por sorpresa, pues pocas personas demostraban curiosidad acerca de ese detalle. - Lo lindo de la magia, es que permite hacer las cosas más extrañas. Aunque no lo creas, no tengo amplios conocimientos acerca del tema.- No le interesaba dedicarse al estudio de la supervivencia de otras razas aparte de la humana. De haber podido elegir, sin duda no sería así, pero tampoco era algo de lo que renegara constantemente, solo lo había aceptado y había tratado de adaptarse lo mejor posible. - Se que existen diferentes métodos, pero en mi caso tomo una poción, solo un sorbo, que me permite andar libremente por ahí durante el día... aunque desde siempre me han gustado los días grises. Y no, no tengo idea del contenido de esa poción, y tampoco me interesa mucho saber, temo que contenga algo que me de asco y sea incapaz de volver a beberla otra vez.- La última frase, aunque cierta, no pudo evitar darle un cierto tono de broma. Su hermano era el más creativo para andar por ahí en días soleados, sabía que aparte de la poción, usaba algún encantamiento que a ella no la terminaba de convencer. De todas formas, la Granger evitaba salir en días muy brillantes, salvo unas honrosas excepciones, como en ese momento. No pudo evitar sonreír al escuchar las palabras de Arcanus, con respecto al día en que se habían conocido; se sintió aliviada al saber que ella no había sido la única que había padecido aquella ansiedad. - Mis días... - Dijo la joven pensativa, guardándose para ella el decir "extrañándote." - Seguro no tan interesantes como los tuyos. Yo he hablado mucho como siempre, ahora te toca contarme como has estado y de paso decirme el misterio acerca de quién está hechizando a quien con sus encantos.- Comenzó a reírse de forma un poco nerviosa, aunque no duró mucho tiempo al escuchar lo de la promesa. Lo había olvidado, el joven encantador estaba allí para enseñarle duelos; no pudo evitar desilusionarse un poco al escuchar eso. Estaba claro que quería aprender, aunque esperaba que la visita fuera más personal; estaba comenzando a ponerse paranoica, cuando le propuso la idea de hacer un picnic o cualquier otra cosa. ¿Acaso podía leer su mente? O simplemente ojivioleta no había sido lo suficientemente hábil para disimular su desilusión momentánea. Como sea que hubieran ocurrido las cosas, la joven se armó de valor: - Estás acá por una promesa y no me gustaría hacer que perdieras tu tiempo al venir acá y que yo me negara.- Estaba tratando de ser lo más sincera posible, no quería, pero tenía que aprender. - Así que podríamos comenzar con la clase, aunque te pido que no seas tan malvado conmigo. - No era broma, estaba asustada, aunque trató que su rostro no lo demostrara. - Y después, si queda algo de mi persona, con gusto te invito a comer ¿Qué te parece? - Al fin y al cabo, ambas cosas serían el pretexto ideal para que estuvieran más tiempo juntos.
  25. Valeskya no pudo evitar decepcionarse al escuchar la historia de su hermano, pues esperaba algo contado con más detalle, alguna historia de aventuras, drama, romance, lo que fuera; o quizás sí era algo que había vivido y se negaba a contarlo o solo intentaba hacerse el interesante. Como fuera que hubiera ocurrido, no había podido notar una enorme y marcada diferencia entre ambos: él parecía estar encantado con su condición y ella si bien no le afectaba, lo cierto es que hubiera preferido mil veces vivir como una humana. La historia entre ellos como hermanos, había sido un tanto extraña, pero no dudaba en que su hermano quizás guardaba resentimiento por la forma en que ellos habían vivido sus vidas. Si bien es cierto que ella vivió un tiempo con sus padres, tampoco es que su vida fuera totalmente plena; los errores que había cometido, era los que la habían llevado hasta la condición en la que actualmente se encontraba. Era joven, imprudente y todas esas cosas le habían pasado factura; las consecuencias de sus actos ahí estaban: inmortal, sola y buscando retomar el rumbo de su vida. Sentía que las cosas habían mejorado notablemente con el tiempo y quizás al final había encontrado una paz que tanto había esperado. - ¿Te ahorras todo el drama, eh? – Le preguntó secamente a Joaquín. - Bueno, entonces haré lo mismo y te contaré la versión corta – Sonrió de forma arrogante. - Yo no recuerdo cómo es que acabé en esta condición. Un día desperté y estaba en mi casa, sin recuerdos y con mi madre. Así de fácil y sencillo. Después de un tiempo y por cuestiones del destino, me encontré con alguien que formó parte de mi pasado y así es que pude tener una remota idea de lo sucedido. – No tenía intenciones de contarle que había tenido a su hija y que la abandonó por protegerla de una persecución de la que fue objeto por enamorarse de un espía de la marca y todas esas tonteras de una guerra de bandos que, ahora que lo pensaba mejor, solamente le habían traído problemas desde que había tomado la decisión de involucrarse. Suspiró y se puso a pensar que realmente no había una persona que conociera completamente su historia, salvo quizás, ella misma. Una de las ventajas de su condición, es que podía tomar la decisión de comenzar nuevamente, sin ninguna clase de remordimiento (?). - El punto es… - Prosiguió tras una breve pausa. - Que cuando ocurrió nuestra “conversión”, por así decirlo, morimos siendo jóvenes, de ahí a que la línea de la vida sea corta. Por eso resulta irónico que ahora estemos viendo esa línea de tu mano, es como que… está de sobra. – Sonrió amargamente al tiempo que continuaba examinando la mano del ojiazul. - También los montes de nuestra mano, tienen muchas cosas que decirnos… y antes que lo preguntes, son estas pequeñas elevaciones que sobresalen en la palma. – Le señaló con el índice una parte de la fría piel del Granger. - Nuestras manos son únicas, tienen muchas que decirnos… como en tu caso, que el monte de Marte dice que eres complejo, necio, persistente y enérgico, luchador…. Algunos suelen ser agresivos, pero en tu caso es lo contrario, lo cual no es que sea malo, simplemente prefieres tomar una postura defensiva la mayor parte de las veces. – - Añadiendo a lo que te he dicho, también existen ciertas líneas secundarias, las cuales también pueden decirnos, en tu caso, por ejemplo, que esta línea que tienes fragmentada, indica un cambio total en tu vida. – La ojivioleta cerró la mano de su hermano y la empujó con suavidad hacia él. - A menos que quieras saber algo más o tengas alguna pregunta con respecto a lo que te he dicho, creo que esta lectura ha terminado. – Finalizó.

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