Jump to content

★ Magic Land ★ (MM B: 109743)


Gatiux
 Compartir

Publicaciones recomendadas

- ¿Viste a la mujer que nos contrató? Estaba como... ooohh.

 

El tipo grandote y fuerte ahuecó las manos frente a él, como queriendo abarcar algo en el aire. Los otros dos se rieron de forma ronca. Les habían dado una buena suma de galeones por ir cuanto antes a arreglar una montaña rusa en un Parque de Atracciones que intentaban reformar cuanto antes para empezar a producir dinero. Llevaban herramientas para ponerse a trabajar cuanto antes.

 

- Tío, en esas curvas me querría matar yo. -convino el otro, asintiendo- ¿Qué habrá que hacer para salir con alguien así?

 

- A mi me pareció un poco... estrambótica. ¿El pelo morado y los ojos amarillos? Ni en cien años.

 

- Sí tío, tu la rechazarías si se presentase la oportunidad. Claaaaro.

 

Dejaron las herramientas al lado de la montaña rusa mientras echaban un vistazo a la zona y los alrededores, instalando cerca una mesa de dibujo donde hacer unos planos de la atracción, allí marcarían donde habría que apuntalar o colocar vigas nuevas. Uno silbó al tener delante aquel amasijo de hierros, una chatarra que convendría más echar abajo y construir desde cero.

 

Mientras acomodaban todo, el capataz se acercó hasta el hombre que había visto deambular por allí, presentándose ante él. Ese debía ser el otro jefe que había mencionado la mujer aquella mañana. Les había prevenido de que era probable que ya se encontrara allí, si no estaba tenían órdenes de trabajar de inmediato, pero ya que lo había visto lo mejor era hacer lo propio.

 

- ¿Eres Orión? Somos los que venimos a arreglar la montaña rusa, nos ha contratado la señorita Malfoy. -le tendió la mano para estrecharla- Soy Thomas. Mis compañeros, Edd y Phil, ya se están instalando para comenzar el arreglo.

 

 

 

Mientras tanto...

En otro lugar, cerca de las inmediaciones del Ministerio de Magia, Gatiux suspiraba. Acababa de recibir una lechuza de Orión sobre llamar a los de Cooperación Mágica Internacional para que les echara un cable con el tema de Magic Land. Ellos no sabían por donde empezar, puesto que los chinos se esfumaron sin dejar rastro, y tendrían que arreglar cosas por la vía legal si no querían tener problemas más adelante.

«I'm a villain, and villains don't get happy endings.»
2WW9vjF.png
Magic Land - Serendipia - bxY0Ht2.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- ¿Eres Orión? Somos los que venimos a arreglar la montaña rusa, nos ha contratado la señorita Malfoy. Soy Thomas. Mis compañeros, Edd y Phil, ya están instalando para comenzar el arreglo.

 

- Señora Malfoy para usted caballero. Muchas gracias por venir en tan poco tiempo, es que hemos visto que el juego básicamente es inaccesible en estos momentos. Recomiendo extrema precaución cuando trabajen sobre las vías. Como verán no hay absolutamente nada en este páramo, salvo por la caravana ahí a unos metros. Estaré allí por si necesitan.

 

Carraspeó. Orión le sacaba un par de cabezas a Thomas.

 

- Les terminaré de pagar cuando vea que todo funciona a la perfección.

 

Orión usualmente no era así. Con sus compañeros, pupilos o familiares era más tranquilo, suave y delicado. Pero cuando se ponía en modo jefe, tenía que dar una primera impresión seria, tosca, de quien tiene los pantalones. Aun cuando no los tenga. Ya saben el dicho fake it till you make it. Aparentando, se hacía la idea que podia manejar a un grupo de obreros squibs en busca de un poco de oro. Sobre todo cuando se metía con su mujer.

 

Iban a tener una reunión importante con aquellos miembros que formaban parte del Departamento de Cooperación Mágica Internacional. De alguna manera tenían que rastrear a los chinos, al menos para tener alguna indemnización por daños y perjuicios. Capaz y hasta le podían sacar más galeones si blanqueaban el accidente con el salchichero (de alguna manera lo tenían que nombrar). Resoplaba de vez en cuando por sus fosas nasales. Después de todo era también su departamento y de esa manera haría las cosas más oficiales.

 

El tema era que las leyes mágicas no eran lo suyo. Sino las Runas. Hacía poco lo habían designado profesor del conocimiento. De esa manera se ganaba un poco más de terreno con dicha situación. Sacudió la cabeza. Capaz Maida podía ayudar. O Mery. O Bel. O la otra chica que no se acordaba el nombre. ¡Leia! Era Leia. Soltó una risa. Siempre rodeado de mujeres. Por fin estaban siendo mayoría. Destruyendo el patriarcado, un puesto del ministerio at a time.

 

Puso a hacer café. Barrió un poco el piso de la caravana. Por lo menos estaba estabilizada. Mientras, se apoyó en la mesada y miró por la ventanita de vidrio por si alguien llegaba.

Editado por Orión Yaxley

QlJxtuG.png
3wkkc9v.gif

ZREaNtC.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En los documentos que habían llegado con los pergaminos de la denuncia. ¿era realmente una denuncia? ¿No había algún formato que llenar o algo? Como fuere, en los pergaminos decía que los propietarios de aquel lugar eran su madre Luisitha y sus tíos Orión y Gatiux. Ajam. Y ver el lugar que tenía al frente le hacía ver el tamaño de la estafa que referían los documentos. Aquello no sólo estaba distante de ser un Parque de Atracciones —sea lo que sea que significara realmente eso—, estaba a años luz de ser cualquier cosa habitable. No obstante volvió a centrarse en el letrero cayéndose de viejo. ¿Maic Lanp? ¿Eso también estaba en chino?

 

De otro lado, realmente tenía que cursar "Estudios Muggles", no era posible que incluso sus familiares más cercanos optaran por vestimentas muggles, y negocios con ideas salidas de personas no mágicas y que ella siempre tuviera cara de tonta. Basta con el elitismo mágico. Después de todo si ellos confiaban en algunas cosas muggles, ella debía hacer lo mismo. Si, Maida se dejaba influenciar mucho por su círculo más cercano. Poco a poco se convertían en su oasis particular de calma. Extrañaba muchísimo a su madre biológica, pero, a diferencia de los primeros días de ausencia, ahora no estaba sola. De hecho, sentía a los Yaxley más cercanos que su propia familia sanguínea.

 

Estudios Muggles, Runas, Artimancia ... no vas a salir de la Universidad Mágica nunca —se dijo a sí misma mientras caminaba entre los pastizales o lo que debían ser los pastizales, sin poder dar con nadie.

 

Aquello era un desperdicio total. El espacio, es decir. Ahí seguramente no iba a crecer césped nunca. Ahora, ella iba por el tema de los traficantes chinos, pero, ¿qué sabía ella de eso? Nada, era lógico, era la primera vez que se animaba a tratar un problema que relacionaba el Departamento, sin embargo, venía casi casi de mera observadora. Quería un puesto más alto, era cierto, pero en este instante, quería ver el manejo de su Jefa sobre el asunto.

 

Todo radicaba en encontrar a alguno de los dueños y esperar a que ella llegara.

 

¡Mamá! ¡Gatiux! ¡Alguien! —gritó Maida, alguien tenía que aparecer. ¿Verdad?

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Gatiux era la viva imagen de alguien que está muy estresado esa mañana. Llevaba unos cuantos cafés en el cuerpo, iba corriendo de aquí para allá, llamando a los obreros (que a esa altura debían de haber llegado a Magic Land), contactando con el Departamento de Cooperación Mágica, e intentando ver cómo podían hacer para quitar toda la parte del matorral, su sentido le decía que quemase todo, pero no podía arriesgarse a quemar la montaña rusa por lo que tendrían que contratar a más gente para esa tarea. ¿Y de dónde sacaba todos aquellos galeones? Ese tema le tenía los nervios de punta, como todo lo que concernía al Parque de Atracciones.

 

Puso las manos sobre su camisa de rayas celestes, a la altura de la cintura, mientras miraba el letrero roto del Magic Land. Tenía ganas de pegarse un cabezazo contra la pared con fuerza suficiente para hacerse olvidar todo aquello. Con las botas dio un puntapié a la tierra, levantando polvo en suspensión, por lo menos había vuelto mejor ataviada que el día anterior. Lo indicado para trabajar allí sería ponerse pantalones, en todos los sentidos posibles de la frase.

 

Al avanzar pudo ver que los obreros se reunían al lado de la montaña rusa. Un problema menos a corto plazo. Se metió en la caravana con premura, encontrándose con Orión allí. Se dirigió a la cafetera directamente tras el breve saludo, no se sirvió ni leche ni azucar con el café, apenas le dedicaba tiempo suficiente a darse cuenta de esos pequeños detalles. Se lo bebió de un par de tragos.

 

- Ey, Orión. Menuda mañana. -hablaba de forma acelerada- He visto que han llegado los obreros. ¿Ha llegado alguien más de tu Departamento?

 

Cuando el mortífago negó con la cabeza ella miró a su reloj de pulsera que llevaba por encima del puño de la camisa. Era más de mediodía. ¿Dónde se habrían metido? ¡Hacía horas que había mandado la lechuza!

 

- Estuve pensando en cómo librarnos de los matorrales, pensé en quemar la zona grande. Un incendio controlado, je. -sus uñas golpeaban el cristal del vaso con nerviosismo- Pero temo que el incendio queme lo único que puede utilizarse del parque, la montaña rusa. No podemos arriesgarnos. Tendríamos que ver quienes se pueden encargar de eso....

 

El oído sensible de Gatiux detectó una voz en la lejanía. No se trataba de una especie de superpoder que funcionara a cientos de kilómetros, pero sí que podía oír mejor que la mayoría por el tema del poder felino. Un grito que mencionaba su nombre.

 

- Parece que ha llegado Maida.

 

Se dio la vuelta y salió de la caravana, con paso apresurado se acercó a la chica y la saludó.

 

- Maida, eh, hola. Me alegro que hayas podido venir. -dijo la mujer de ojos amarillos- Si quieres puedes acompañarme por aquí, tenemos una caravana donde te puedes sentar. ¿Quieres un café? Allí está también tu tío Orión.

 

Le señaló el lugar, invitándola a continuar adelante.

«I'm a villain, and villains don't get happy endings.»
2WW9vjF.png
Magic Land - Serendipia - bxY0Ht2.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Segundos más o segundos menos, Maida trataba de adaptarse al lugar. Sin éxito. No era muy buena con sitios como ese. Logró ver una rueda gigante no muy lejos de ella, pero no se movió. De hecho, volvió a gritar llamando a alguno de los dueños. Giró sobre su espacio una vez más y finalmente, si. Vio a Gatiux acercarse.

 

¡Ay, Gatiux! Comenzaba a pensar que en mensaje en la lechuza era una trampa —dijo saludándola. Tan atenta como siempre, ¿cómo es que podía, denunciar, encargarse de todo y aún así mantener la calma. Poseía la tranquilidad de alguien entrado muy entrado en años, pero tampoco era posible, era joven. En fin—. Creo que paso del café, con un vaso de agua tengo y me sobra. Eso de ver a Orión y que ambos me expliquen la situación me apetece más. ¿está también mamá?

 

Caminó a su lado hasta llegar al sitio indicado, aún sin poder creer que Gatiux no hubiera cometido ya algún asesinato en venganza de lo sucedido. Después de todo, estaba segura que ella era la temperamental de la pareja. ¿O era Luisitha la encargada de los trabajos sucios? Esa es otra madre a la que no veía en mucho tiempo. Antes de entrar a la caravana, guardó dos mechones rebeldes detrás de la oreja.

 

La verdad, espero que Mery se nos pueda unir pronto, más que recolectar datos no creo que pueda hacer —apuntó un tanto preocupada ahora que dimensionaba la magnitud de la estafa, o eso creía ella—, incluso podría enviar algunas lechuzas a los lugares adecuados, pero no mucho más. Soy una sencilla empleada Ministerial.

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

- ¡Qué va! Una sencilla empleada ministerial que puede hacer más cosas que enviar simples lechuzas.

 

Había abierto con fuerza la puerta de la caravana, quedando en el marco de la misma. Quería recibir a su sobrina de una forma ¿poco convencional? No importa, estaba con la taza, sonriéndole al par de muchachas. Se apartó de allí y se abalanzó hacia los silloncitos cutres que estaban junto a la mesa. En ella se encontraba la carta que habían recibido y un par de folletos en idioma extranjero que promocionaban de alguna manera un parque fantástico.

 

Magic Land.

 

Puras patrañas, la verdad. Porque todos los sueños que se habían hecho –más que nada excesivas ganancias– quedaron en el olvido ni bien pusieron un pie en la tierra asolada. Llena de matorrales, de barro, de muerte, según una banshee engendro quien fuera la primera visitante. Un futuro alentador, la verdad. No.

 

- Sobre los matorrales tendré que encargarme yo. No creo que pueda convencer a Luisitha de hacerlo ¡Ja!

 

Bebió otro trago de su café.

 

- Estaba pensando en contactar inmediatamente con los representantes de la liga asiática, ya que capaz, y sólo capaz, no se traten de chinos específicamente, sino de taiwaneses. Sería demasiado racista reducirlos a una nacionalidad.

 

Tomó uno de los folletos y lo movió frente a ellas en señal que lo tomen.

 

- Ahí está escrito. Hay una mezcla entre chino y coreano además. Malditos. ¿Cómo es que no vimos esto antes?

QlJxtuG.png
3wkkc9v.gif

ZREaNtC.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Gatiux le tendió un vaso de agua a Maida.

 

- No. Tu madre no llegó hoy. Creo que se le han pegado las sábanas. -miró su reloj de pulsera- O ha sido lo suficientemente inteligente para escabullirse de todo esto.

 

El perfeccionismo de Gatiux no dejaría que la situación sin solucionar, no importaba si ello conllevaba más carga de trabajo para sí misma. Se encogió de hombros mientras tomaba asiento. Sacó una agenda de cuero negra y un bolígrafo con el que empezó a tamborilear en la mesa antes de hacer un par de apuntes relacionados con la visita del Departamento de Cooperación Mágica. Allí también tenía apuntado sobre la contratación de los obreros entre otras cosas, para un proyecto tan grande alguien tenía que llevar un orden.

 

- ¿Te ha contado tu tío algo del asunto antes? -preguntó Gatiux a la otra mujer- No se qué es lo que sabes de toda esta historia...

 

En ese mismo instante Orión había decidido volver a la caravana. Gatiux sonrió al darse cuenta de que aquel lugar le quedaba pequeño a un hombre corpulento como él. Como una casita de muñecas. Se mordió el labio inferior para esconder la risa.

 

Tomó el folleto que le tendía el mortífago. Ciertamente los caracteres eran diferentes unos de otros, el chino eran trazos duros y recargados mientras que el coreano eran trazos redondeados y más limpios. ¿Como no lo habían visto? Pues igual que no habían visto todo lo demás, compraron algo sin visitarlo antes, siguiendo unas promesas de humo.

 

- Yo ya no me cuestiono nada, Orión -dijo pasandole el folleto a Maida- Empiezo a creer que me drogaron o me lanzaron un Confundus y por eso terminé comprando este lugar. O uno de ellos bebió una Felix Felicis para hacer trampa.

«I'm a villain, and villains don't get happy endings.»
2WW9vjF.png
Magic Land - Serendipia - bxY0Ht2.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Empiezo a creer que me drogaron o me lanzaron un Confundus y por eso terminé comprando este lugar. O uno de ellos bebió una Felix Felicis para hacer trampa.

 

- Ahora que lo dices ¿cómo diablos es que llegamos a esa reunión de negocios? No recuerdo todo el transcurso, sólo Lu, tú y yo firmando el contrato y la transacción económica. Luego ellos lanzando carcajadas como esquizofrénicos y desapareciendo del lugar dejando sólo la dirección del lugar.

 

Gatiux tenía razón. Algo tendría que haber pasado en sus procesos concientes como para aceptar ese tipo de tratos. No podía entender como se les había pasado por alto tantas señales de posible estafa. El poco profesionalismo en la única reunión, la imposibilidad de una comunicación fluida en inglés y el escaso protocolo con respecto al traspaso de la propiedad. Dudaba si es que los chinos verdaderamente hayan sido los propietarios. Es más, lo tenía que traer a colación.

 

- Verás Maida. Hace unas semanas “compramos” lo que resultaba ser un parque de diversiones con innumerables atracciones emocionantes, shows explosivos y un plantel de trabajadores excepcionales.

 

Miró hacia la ventana de la caravana.

 

- Y nos encontramos con esto. Una tierra muerta, un vendedor de salchichas prófugo y… una montaña rusa que decapita gente.

 

Clavó su mirada azul en la de Maida, que parecía estar horrorizada.

 

- ¡Pero no te preocupes! De a poco la vamos arreglando. Ya tenemos a unos mecánicos y técnicos solucionando esas pequeñas… imperfecciones.

 

Le dio un sorbo a su café mientras revisaba a lo lejos el trabajo de los obreros. Por suerte, no se habían escapado tras el encuentro con el Mago Oscuro.

 

- La idea es poder denunciar a este grupo de estafadores. El tema era que necesitábamos elevar esto como un ataque hacia el mismo país

QlJxtuG.png
3wkkc9v.gif

ZREaNtC.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Maida realmente no sabía qué hacer. De hecho, comenzaba a querer desaparecer la credencial del Ministerio y escuchar a ambos hechiceros como su sobrina. Una anécdota y sencillo. Pero no, había acudido como internacionalista y así nos hallábamos. La ojiazul miraba de lado a lado, un tanto a la mujer y un tanto a su mentor.

 

De cuando en cuando, no podía ocultar su asombro. Incluso, a mitad de la historia había sacado su pluma a vuelapluma y la tenía rasgando ya un cuaderno con hojas de estilo pergamino. Una curiosidad que había encontrado en Diagon.

 

- No, no me había contado nada -respondió dándose cuenta que había dejado la pregunta de Gatiux en el aire, sacudió la melena y miró casi alucinada por la ventana. Tomó entre sus dedos el vaso con agua y bebió un poco.

 

Mala idea. Fue cuando le llegó el cuento de la montaña rusa asesina y el agua se confundió, no sabiendo si irse al estómago o a los pulmones. Se atoró y tuvo que toser ruidosamente para liberarse de la tortura. Encima de todo, ni siquiera parecían haber culpables con rostro, ¿chinos? ¿koreanos? ¿taiwaneses? ¿Una aguja en un pajar? Si era verdad aquello de haber sido coaccionados para comprar aquel predio, si podía plantearse como un revuelo diplomático, el tema aquí era el tiempo de distancia entre la compra y el inicio de la investigación.

 

- No quiero sonar lisonjera, pero me sorprende realmente que hayan caído los tres -su voz aún estaba ronca por el incidente con el agua- a la vez

 

Suspiró.

 

- El problema más grave para mí, es que ha pasado mucho tiempo como para hacerles pruebas y determinar si estaban bajo los efectos de alguna opción o hechizo, al menos en los métodos tradicionales, quizá los inefables tengan otros métodos -tomó, exitosamente esta vez, un sorbo de agua- Es cuestión de averiguar. Si logramos establecer que fueron atacados para comprar Magic Land, y conseguimos al menos los nombres de alguno de ellos, podríamos tomarlo como un asunto diplomático. Porque estoy segura que no entraron por el medio legal a Inglaterra

 

Había hablado rápido, tanto, que la vuelapluma se tiró escandalosamente sobre la mesita. Exhausta de rasgar. Maida se llevó la palma de la mano a la frente, tratando de no reírse.

 

-No escribas lo que digo yo

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lo que en un principio había sido una idea loca que escapó de sus labios, comenzaba a cobrar fuerza. Gatiux parpadeó confusa cuando Orión. No recordaba cómo le vendieron la idea, tampoco el motivo que le impidió visitar los terrenos una vez que aceptó la negociación, ni cómo había topado con ellos en un primer momento. Frunció el ceño mientras intentaba hacer memoria, rescatar algo que le pudiera servir pero se encontró con una bruma blanca. Los recuerdos ni siquiera estaban difusos, simplemente no estaban.

 

- No... N-no me acuerdo. -miró a Orión tocándose la frente- ¿Cómo no nos hemos dado cuenta antes?

 

Era muy extraño que tres magos adultos, un par de ellos con amplia experiencia en artes oscuras, hubieran caído en algo como aquello. Y que luego tampoco hubieran recapitulado al respecto. Quizás influyese el hecho de que estaban demasiado enfadados como para ahondar en el tema, o demasiado ocupados intentando reconstruir algo que ahora les pertenecía.

 

- A mi también me sorprende, Maida. No me lo explico, y cuanto más lo pienso menos sentido tiene.

 

Resopló.

 

- No pienso aceptar que cualquier funcionario ministerial hurgue en mi mente, por cierto. -continuó diciendo Gatiux- No sé si te referías a esos métodos, pero no pienso pasar por ahí.

 

Lo único que recordaba eran las oficinas, blancas y sin mucha decoración ahora que lo pensaba, en que firmaron los papeles. Le tendría que haber escamado lo impersonal del lugar, pero no lo hizo. Pensó en que eran fanáticos del minimalismo sin más. O quizás se debiera a que habían anulado su percepción de la realidad.

 

- Lo que sí recuerdo es que las oficinas estaban en Londres, en la zona de Fenchurch, cerca del London Bridge.

Editado por Gatiux

«I'm a villain, and villains don't get happy endings.»
2WW9vjF.png
Magic Land - Serendipia - bxY0Ht2.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.