Ottery Fitness (MM B: 111388)

[Eobard Thawne]

Como el lugar se abarrote de gente, tendré que considerar llegar más tarde. Hizo una ligera mueca al observar que alguien más hacía su entrada, con la idea de engrosar la fila de espera. Por suerte, no fue así, y más bien la recién llegada se situó del otro lado del mostrador, para gran sorpresa del castaño. ¿Le conocía de algún lado? No, no recordaba a alguien con ojos violeta.

 

-El gusto es mío, señorita Granger. -dio una cabezada al corresponder el saludo. -¿Tiene alguna especie de hechizos meteorológicos? Ya sabe, para cuando uno quiere sentirse bajo el abrasador sol, o en un remoto paraje helado.

 

Aquello no lo había dicho en son de broma, pues le interesaba poner a prueba su resistencia en distintos escenarios. Sus galeones presintieron el cobro en cuanto la encargada le facilitó el formulario de inscripción. No pedía demasiada información, salvo el nombre, edad, peso y estatura.

 

-Desde luego que me interesa la visita guiada, así puedo analizar otros servicios que ofrecen, y ver cómo puedo adaptarlos a mis necesidades.

 

Mientras Valeskya Granger atendía a Matthew, él se dedicó a llenar los datos que se le pedían. No tuvo problema en poner su nombre completo, pues sabía que su apellido realmente no causaría revuelo. En el campo de la edad, decidió rebajarse hasta veinticuatro años; la complexión semi atlética, producto de practicar natación toda una vida, enmascaraba bien ese aspecto. Espero que no tuviera alguna caña en el cabello. Las otras medidas, las llenó con números aleatorios, pero que se asemejaban a los valores reales.

 

Cuatrocientos cincuenta galeones. Encogió los hombros y firmó para concluir.

 

-Listo, aquí tiene. -fue al encuentro con Matthew para entregarle el documento a la pelinegra. -En cuánto estén listos, los sigo.

 

@@Valeskya Granger @@Matthew B. Triviani

[Syrius McGonagall]

Edward

 

 

Desde que se mudó a Londres no había tenido oportunidad alguna de pasarse por un gimnasio, pero en cuanto se enteró de que hacía pocos días uno abrió en el Callejón Diagon no perdió la oportunidad de rememorar sus días antes de Inglaterra.

 

Edward llegó al gimnasio a las primeras horas de la mañana, de un para atípico día de cielos cubiertos en Londres. Al principió le molestaba el hecho de que el noventa por ciento de las veces el cielo estuviera cubierto por gruesas nubes grises pero después de ya un año se había acostumbrado al hecho y como contrapartida aprendió apreciar realmente aquellos días cuando el sol brillaba alto en el cielo.

 

Subió los escalones y con cuidado empujó la puerta de entrada, del otro lado una amplia sala dedicada a la recepción lo recibió.

 

Un amplió piso de mármol cubría el suelo y del otro lado se encontraba la recepción propiamente dicha, el pelinegro cruzó delante de unas plantas que fungían de decoración y sus pasos los llevaron hasta el escritorio de la recepción.

 

No era el primero en llegar, una mujer de un cabello negro como la noche y llamativos ojos violetas atendía a dos magos, uno de cabello castaño que no conocía pero al otro hombre si, era Joseph fue su compañero por un corto tiempo cuando recién ingresó al Departamento de Criaturas, después el mago tomó otros rumbos.

 

Lo saludó con una sonrisa y se volvió hacia la bruja –Buenos diás, también estoy interesado en el pequeño Tour – dijo –hace un largo tiempo que no paso por un gimnasio ya es hora de que vuelva al buen habito – sonrió el ojiazul.

[Valeskya Granger]

- La ventaja de nuestra piscina es que, por ser techada, es posible que se adapte a cualquier necesidad de nuestros clientes. – Exclamó la Granger, mientras tomaba el formulario del joven y leía su nombre. - Bien Aldrich, espero que no tengas problema alguno con hacer a un lado la formalidad, creo que es lo mejor y te hará sentir más cómodo a menos que desees lo contrario… –

La joven sonrió con amabilidad, aunque ser algo social, no era algo que se le diera muy bien; generalmente hablaba poco con la gente, salvo con su familia es que mostraba con total naturalidad. Sin embargo, pertenecer a un negocio como este, implicaba la participación de ella y no sería quien arruinaría el entusiasmo de los Granger al negarse a ir. Miró al Black Lestrange y a Matthew, quien parecía no decidirse a llenar el formulario; la bruja se inclinó de hombros distraídamente, olvidándose de que había gente observándola.

Estaba a punto de comenzar el tour por las instalaciones, cuando llegó otro joven y saludó con jovialidad y parecía que se conocían, o al menos esa impresión le dio. La joven de ojos color violeta, se acercó una vez más a la recepción para dejar el formulario y entregarle uno al recién llegado. Decidió que sería descortés dejar que unos esperaran a otros para ponerse al corriente con la inscripción, así que optó por la solución más pronta y lo que creyó que sería lo mejor para los tres jóvenes que se encontraban presentes:

- Bienvenido a Ottery Fitness… - Extendió el formulario hacia Edward. - La cuota es un poco alta, pero creo que con este tour se podrán convencer de que este lugar es la mejor opción para ustedes. – Dirigió la mirada hacia los invitados y sonrió. - Para no hacerlos esperar más, propongo que vayamos viendo las instalaciones y al final me entregan el formulario. Igual si tienen dudas, trataré de contestarlas a la brevedad posible. –

- Volviendo a la duda con la piscina…- Comenzó a caminar despacio por la primera planta. - Como le comenté, la piscina posee un encantamiento en el techo, pero si hablamos de tener un clima específico, también podremos realizarlo siempre y cuando no interfiera con la incomodidad de otras personas… es por esto, que Ottery Fitness está a su disposición a cualquier hora del día. – ¿Acaso sería muy aventurado para la bruja decir eso? Por supuesto que no, pues varios miembros de su familia no dormían debido a su condición vampírica, incluyéndose.

- A su derecha se encuentra nuestra cafetería, en la cual siempre encontrarán cosas saludables. Pueden pedir lo que sea, que nuestros elfos estarán encantados de atenderlos. – Sabía que no sería problema para los elfos familiares ayudar, pues últimamente andaban tan oxidados con la falta de trabajo en casa, que cuando habían decidido abrir el negocio, se entusiasmaron en exceso con la idea de ayudar. – Si avanzamos más, en la parte izquierda, sobre ese pasillo, encontrarán la entrada a la alberca techada; si desean privacidad solo nos avisan y nosotros nos encargaremos del resto. –

Valeskya hizo un ademán para indicar que la siguieran a los escalones y dirigirse a la planta alta. La sección de disciplinas muggles. Decidió nombrarlos de pasada, ya que no creía que prestaran mucho interés y si demostraba lo contrario, estaría en la mejor disposición de explicarles; sentía que no debía hablar demasiado, sin embargo, le resultaba muy difícil, ya que un lugar nuevo, tenía mucho que mostrar.

- En esta planta, tenemos lo que son clases especiales: zumba, yoga, artes marciales y pole dance. Son disciplinas muggles, que si están interesados en saber más, podré explicarles con mucho gusto. – Recordó la pregunta que le habían hecho un poco antes con respecto al box. - Si están interesados en alguna disciplina muggle diferente a las que nombré, podemos hacer una sección especial para ustedes. Falta decir que nosotros estamos en la mejor disposición de enseñarles, si es que tienen problemas para el nado, el baile, o dudas para hacer ejercicio. –

- Y acá, en nuestro salón más grande y como se puede ver perfectamente – Señaló una gran puerta de cristal, en donde se podía apreciar perfectamente el área de aparatos de ejercicio. - Tenemos el gimnasio, el cual está adaptado para que un ser humano, licántropo, vampiro o super héroe (?), puedan utilizarlos sin temor a romper algo. – Rió despreocupadamente. - Antes de seguir viendo más ¿Qué les ha parecido el lugar? ¿Tienen alguna duda con lo que han visto o hay algo que quieran saber? – Lanzó la pregunta al aire, esperando alguna respuesta de los tres visitantes a los que le estaba dando tour.

@@Syrius McGonagall @

[Leandro Malfoy]

Malfoy asintió tras el comentario de Bel antes de explicar- Sí, tonificar el cuerpo es endurecerlo y fortalecerlo, se refiere más a los músculos del mismo. Pero no lo confundas con agrandarlo, una persona puede ser delgada y con brazos finos pero tonificados. Muchos se confunden- Concluyó.

 

Los magos, Bel Evans y Leandro Malfoy subieron las escaleras hasta la planta alta del gimnasio guiados por Zahil. Ele miró detenidamente los tubos y las telas colgadas del techo e inmediatamente le vino en la mente sus noches en los boliches donde pagaba por una de las chicas para llevarla a algún hotel y le brindará sus servicios. De repente sintió repulsión por aquel salón y vió su expresión en el espejo que revestía la pared en frente de él. Sus ojos negros y su nariz arrugada le llamaron la atención e instantamente bajó la cabeza para que nadie más se fijara hasta que sus ojos volvieron a ser del color de la miel.

 

Pasaron al siguiente salón, éste llamó mucho la atención del licantropo puesto que le gustaba la idea de entrenar Artes marciales, se acercó a los objetos que servirían para el entrenamiento y los tocó analizando cada detalle. Se giró para mirar la bruja sorprendido por su comentario -¿Practicabas Artes Marciales?- preguntó -Y Si, estoy de acuerdo contigo, el salón está muy completo- señaló.

 

Pasaron al siguiente salón, colores claros pero vivos, un ambiente tranquilo y sin aparatos, sólo unas colchonetas de distintos colores y otros pocos artefactos como cuerdas y bloques pequeños de madera bien pulido. No le llamaba mucho la atención pero estaba seguro que en algún momento regresaría para mirar las clases desde afuera.

 

Finalmente llegaron al lugar donde Ele esperaba conocer. Los aparatos eran nuevos y modernos, habían de toda clase, bien distribuidos y muy ordenados. El castaño asentía mientras se fijaba en cada sección de aparatos como dando su aprobación a las instalaciones.

 

-Si me permites darte otro consejo, es mejor hacer ejercicio al comienzo del día, porque muchas veces pasa que al pretender hacerlo al final del día el cuerpo está cansado y la mente estresada y no ayuda a dar el rendimiento que se necesita. En cambio, cuando lo haces por las mañanas, antes de empezar a trabajar, ayuda a generar energía al cuerpo ya que la sangre circula mejor por la actividad física, eso hace que al cerebro también le llegue más oxígeno y bueno, rindes el cien por ciento en el gimnasio y el cien por ciento en el día. Inclusive ayuda a dormir mejor a la noche- concluyó, aunque lo último sólo lo había leído en un anuncio.

 

Después Bel hizo otra pregunta pero Leandro no prefirió dejar hablar a Zahil al respecto. Pero cuando ésta terminó su respuesta, el lycan hizo su pregunta.

 

-¿Las duchas y los baños están también en ésta planta?

 

@ @

[Sophie Elizabeth Granger]

De repente, recordo que jamas habian acordado un horario en particular para dar el servicio, pero si lo pensaba bien, si atendian a tan amplio rango de criaturas no podian solo dar un servicio diurno, definitivamente tendrian que abrir tanto en el dia como en la noche

 

-En realidad, el gimnasio ofrecera un servicio de 24 horas, por lo que puedes venir a la hora que quieras, Bel - dijo tras pensarlo poco, ya veria con las chicas sobre los turnos

 

Continuaron caminando por la planta alta, los dejo observar todo con calma, con solo mirarlos podia ya saber que servicio usarian mas, y quien de los dos necesitaria mas guia en aquello del deporte.

 

- la clave para una vestimenta adecuada es, que te sea comodo y no te estorbe para hacer ejercicio, si te soy honesta, yo uso siempre una vieja camisa que me regalo una amiga y unos pans comodos.

 

Una vez que Leandro termino de inspeccionar los aparatos y pregunto por las regaderas los llevo de regreso a las escaleras donde hizo una pausa para señalar al fondo del pasillo, al lado contrario de donde estaban los salones.

 

- Al fondo de este pasillo tenemos las regaderas, cambiadores y baños, este servicio lo tenemos en ambos pisos, siganme por favor, regresemos a la planta baja- les dijo a ambos para llevarlos a conocer el resto del lugar. Mientras bajaban pudo ver de reojo a Valeskya con otro grupo de personas mostrandoles el lugar, le dijo adios con la mano y siguio a su propio grupo escaleras abajo.

[Brendon Ravenclaw]

Podía tener esa altura y el físico de un nórdico empedernido, pero hasta él sabía que debía de cuidarse. Desde que llegó a las finas tierras de Londres solo había comido y bebido, lejos de ser algo que ya no hacía en sus tiempos de vikingo, le faltaban los saqueos, las contiendas y las guerras. Con esas tres entidades Brendon había logrado un buen cuerpo, sobresaliendo inclusive en su tierra. Pero en el castillo encerrado en sus múltiples paredes se había resignado a solo engordar.

 

Era raro era raro ver como todos en Ottery tenían esa apariencia llena belleza, nunca se verían mal aunque se disfrazaran de gallinas. El mago pensó una y mil veces que aquello no era natural. Algo debía de haber para que todos los ingleses lucieran como si Freyja los besara a despertar. Buscó algún manantial o fuente de belleza, pero solo encontró un gimnasio. Realmente no pensó que ese gimnasio era la raíz de todo mal pero creyó que ayudaría, y mucho.

 

Con ropa suelta y su cabello recogido se dirigió al local. Un par de piropos por el callejón chocaron con la idea de que se veía ridículo pero no se detendría por ello. Entró al local pero lo que vio apenas le sorprendió, algunas cosas ni siquiera las entendía ¿Cómo diablos un vikingo sueco entendería tales maquinas? Necesitaba a alguien para guiarlo pero no vio a alguien con esa seguridad de ser el encargado. Subió las escaleras, pasó por secciones que le daban curiosidad. No se detuvo mucho a observaras.

 

Escuchó un par de voces cerca, voces que daban opiniones y explicaciones. Esas voces eran las que necesitaba. Las siguió y se encontró con un grupo pequeño de personas admirando maquinas que relucían. Pensó en su amabilidad y decencia, no podía interrumpirlos o sería mal visto. Pero luego de ver a una de sus profesoras de Hogwarts ya no hubo tal limite.

 

—Espero no haberme perdido mucho del... —Habló con suavidad, acercándose— Recorrido.

 

 

@@Leandro Malfoy @@bel Evans MacGonagall

[Rory Despard]

Había llegado a ese lugar por obligación, o mejor dicho, por consideración a mi elfina, pero mientras Leandro daba una bastante precisa explicación de porqué era mejor hacer ejercicio al iniciar el día, me encontré escuchándolo a gusto, verdaderamente interesada por todo ese mundo que me era tan ajeno.

— Una creería que la cosa se limita a sudar un poco cada día ¿no? Y en realidad, escuchándote, hay tanto estudio y tanto cuidado tras cada una de las opciones para bajar de peso. Resulta admirable- agradecí con una venia la respuesta de Za sobre el horario, pero ya me encontraba convencida por las palabras del joven- creo que le daré una oportunidad a lo de venir a primera hora. ¡Mucha voluntad voy a necesitar!

Reí divertida, pensando en la expresión de P-ko cuando en lugar de los bollitos pre-desayuno tuviera que alistarme la ropa para venir al gimnasio. Las palabras de Zahil habían resultado consoladoras al respecto, dado que aquello de lucir apretados trajes no era lo mío.

— Uff, me quitas un peso de encima - me observé unos instantes- este estilo me viene bien.

Seguimos caminando, esta vez de regreso por las escaleras fuimos en la dirección opuesta a la que habíamos tomado para llegar a los salones. La dueña explicó entonces todo el tema de cambiadores, baños y demás, una consulta que Lean le había hecho, y luego, nos invitó a volver a la planta baja. Tras cruzarnos en medio con el grupo que guiaba la prima de la mujer, un muchacho de imponente figura se nos acercó.

Lo reconocí al instante ¿cómo olvidar tan particular apariencia? Era gracioso eso sí, que ambos luciéramos ropas tan diferentes a las de aquella vez en el Castillo. Aunque bueno, por lo menos esa ocasión tampoco es que estuviéramos tan formales.

— ¡Brendon!- alcé la mano y la agité como una forma de saludo- que gusto encontrar una cara conocida. Justo la señorita dueña del lugar, Zahil Granger, nos estaba mostrando las instalaciones- con los dedos índices de ambas manos señalé mi notoriamente abultado vientre- mis razones para venir aquí son bastante obvias, pero supongo que como Leandro, tú debes venir a mantener ese envidiable físico ¿verdad?

Aquella visita de pocas expectativas, se estaba convirtiendo de repente, en la mejor decisión del día.

— No sé si vayas a necesitar uno, pero este joven es un verdadero conocedor del tema- me giré para observar a Leandro mientras hacía una graciosa reverencia hacia él- me está ayudando mucho para elegir de la mejor manera esta senda del "fitness".

@@Leandro Malfoy @ @@Brendon Ravenclaw

[Leandro Malfoy]

El licántropo asintió ante las palabras de la Evans McGonagall. Le dedicó una sonrisa sutil y educada, después se limitó a seguir a la dueña mientras volvía a mirar desde afuera los salones al volver sobre sus pasos.

 

Asintió está vez mirando a Zahil, después recorrió con sus orbes color miel hasta el fondo del pasillo que dejaba ver los azulejos que supuso era donde comenzaba el baño entre los vestidores y demás.

 

La voz de otro mago hizo que se volteara. Observó el trato de éste con Bel y viceversa. Al parecer se conocian. Inclinó su cabeza levemente saludando a Brendon -Leandro Malfoy- estiró su mano esperando estrecharla con él.

 

@ @@Brendon Ravenclaw @

[Sophie Elizabeth Granger]

Sonrio ante el comentario de la Evans, siempre era bueno lograr que alguien optara por el camino de la salud. Y si ella podia ser parte del proceso, pues mejor aun, aunque en este caso, Bel iba a recibir mucha ayuda si se topaba no solo con una de sus primas sino con Leandro. Sus ojos azules se posaron con interes en el Malfoy, no era muy comun entre los magos saber tanto sobre ejercicio, la mayoria solo pensaba en la comunidad magica y las comodidades de la magia y sus varitas.

 

- Me alegro que te animes al ejercicio matinal, te ayudara a estar mas activa el resto del dia - le dijo a la auror - ademas, por tu trabajo, te servira tener mejor condición fisica.

 

Repentinamente un chico los alcanzo y se presento, lo que la tomo por sorpresa, aunque en seguida se recupero, mas aun al ver que Bel conocia al recien llegado

 

- hola Brendon, Zahil Granger, un gusto, llegas justo a tiempo, nos dirigiamos a la piscina - le dijo mientras con la mano les indicaba el camino a seguir una vez que llegaron a la planta baja, justo frente a la recepción - a la derecha, al fondo de este pasillo esta la cafeteria, servimos desde luego, solo alimentos saludables. A la izquierda que es a donde vamos, tenemos primero el spa y los masajes y al final la alberca. Acerquemonos por favor

 

Camino con el grupo y les abrio la puerta en cuanto llegaron para que pasaran primero ellos, dejaria que observaran bien las intalaciones para asi contestar sus preguntas. Mientras, se recargo en la pared con los brazos cruzados, dejando a los magos a sus anchas. Observo a los dos chicos detenidamentes, ambos mantenian un cuerpo tonificado y claramente musculoso, se pregunto si serian chicos de gym ambos, aunque con Leandro no tenia la menor duda, ya lo habia demostrado, faltaba saber si el otro chico era pura genetica o tambien se ejercitaba.

 

Ella, por ejemplo, no necesitaba el ejercicio por ser un vampiro, pero usaba mucho los aparatos para gastar energia, al renunciar a comer de humanos, ya no tenia que correr para cazar, por lo cual se ponia ansiosa y pasaba largas horas en la caminadora, corriendo. Sacaba su ira en las artes marciales y nadaba en la alberca, poniendo el ambiente nocturno para relajarse, sin embargo su cuerpo seguia siendo esbelto, medianamente musculoso y sin gota de grasa, no habia cambios, hiciera lo que hiciera, seguiria siendo bella por siempre.

 

 

@@Brendon Ravenclaw @ @@Leandro Malfoy

Editado 11 de Mayo del 2018 por Zahil Aranel Granger

[Rory Despard]

— Sí, el trabajo puede ser un dolor de cabeza, así que este ejercicio me vendrá bien.

 

Hechas las presentaciones, todos fuimos rumbo a las piscina. En el trayecto, Zahil volvió a detenerse brevemente para señalar hace un lado la cafetería, y ya me sentía tentada de ir en esa dirección hasta que la mención de "alimentos saludables" me desalentó en seguida. Era lógico que solo hubiera esa clase de comida en el lugar dado que proponían ese estilo de vida (de otro modo la cafetería se convertiría en una tentación imposible), pero ya había bastado la mención de alimentos para que mi hambre asomara.

 

Debía ir a comer algo ni bien saliera de allí.

 

Aunque todavía no llegábamos ya podía distinguirse la piscina desde nos encontrábamos, pero fue la zona de masajes y spa la que se llevó toda mi atención ¡era maravillosa! un tenue olor de sándalo inundaba el lugar, y todo el mobiliario se veía de lo más confortables.

 

Tenía que ser parada obligatoria, quizá ni bien terminásemos el recorrido.

 

La piscina también lucía bien, e inclinándome rocé con las yemas de los dedos el agua que estaba en su punto, ni fría ni caliente. Unas boyas naranjas dividían cada carril.

 

— La verdad que apenas sé flotar, no soy del tipo deportista- comenté a ambos muchachos mientras me volvía a poner de pie- me ha salvado de morir alguna vez, pero evidentemente si supiera nadar, podría haberlo sorteado mejor- solté un suspiro cansado- lamentablemente me siento demasiado mayor para siquiera intentarlo.

 

Zahil se había quedado rezagada, apoyada en la pared. No estaba segura si todavía quedaba algo por ver, pero el problema que tenía ahora era poder elegir con qué cosas quedarme. Tenía que evaluarlo bien porque si tomaba demasiadas, luego iba ser incapaz de mantenerme. Me conocía demasiado bien y sabía que eso terminaría ocurriendo.

 

— ¿Queda algo más por ver Za? Ya casi tengo decidido en qué inscribirme pero tal vez agregue algo más a mi lista.

 

@@Leandro Malfoy @ @@Brendon Ravenclaw