Castillo Gaunt • (MM B: 102403)

[Etoile Black]

Etoile comenzó a sentir cierto ardor en la espalda y al darse cuenta había sido atacada por Juve con un Fuego Maldito. La castaña hizo un mal gesto aguantándose todo insulto en ese momento. Nuevamente se apuntó a si misma pero en ese momento una de sus compañeras de bando (Helen) le empezaba a curar. Su espalda comenzó a curarse de emergencia y sin perder el tiempo aprovechó el momento.

 

 

- Esto es aun mejor de lo que imaginé – comentó tras carcajearse de la risa por el estado en el que Patrick Colt se encontraba. – es hermoso ver el estado en el que estás – soltó con cierto despecho y continuó, pero para su mala suerte un Hipogrifo se le fue mandado. Este comenzó a atacarla de cierta forma dejándole adolorida y herida a su momento. – tonto animal… - susurró estando aun de píe. – Episkey – nuevamente se curó, ahora se encontraba del todo bien, al menos para salir de ahí.

 

La castaña tenía ya ordenes de irse por lo que sujeto de la mano a Bel Evans junto con Catherine, de una forma u otra tenía el tiempo medido para salir y si no lo cumplía iba a tener unas severas consecuencias por eso. – Vámonos ya… - soltó un poco desesperada, en ese momento se vio atacada por otro Fuego Maldito, esta vez proveniente de Isaac Macnair.

Etoile ya se encontraba cansada de ese hechizo tan común y molestoso, parecía que para los mortífagos era el hechizo más favorito ya que salía a relucir en casi cada uno de ellos. – Episkey- susurró nuevamente curándose de aquel hechizo.

[Kahlan Blackthorn]

La batalla estaba tomando tintes dramáticos por momentos, aunque las acciones bélicas y maliciosas de la demonio. Si que se estaba gozando el matar a las Fenixianas, no le provocaba el menor remordimiento veras caer una a una delante de los magos tenebrosos.

 

 

-Ella cree que escapa, mala suerte que no lo ha logrado…-soltó con ironía-No sabía que los muertos pudieran escapar a la velocidad de la luz y corriendo como despavoridos-espetó centrando su atención en Helen y Etoile-Creo que s hora de morir…-sonrió con malicia.

 

-Fuego Maldito Mortis-sentenció la demonio, expulsando de la punta de su varita tres halcones envueltos en llamas. El primero de ellos impacto en Sally, golpeándola desde arriba provocándole severas quemaduras en el cuerpo, provocando que las que ya tenía la Lider Sally, causaran mucho más dolor en ella.

 

El segundo halcón impacto en Etoile por la espalda, provocándole un nuevo grupo de heridas que acabarían de matarle por completo.

 

El tercer halcón golpeo a la Lider Sally, nuevamente desde arriba provocando un nuevo dolor en ella debido a las quemaduras que acrecentó en su cuerpo.

 

-Seccionatus-penso con desazon la demonio invocando doce medias lunas, logrando que 6 de ellas impactaran en el cuerpo de la líder Sally. Tres en su brazo derecho y tres en el izquierdo abrirndo heridas sanguinolentas en ambos brazos, no tardo en lanzar un nuevo hechizo en contra de la Lider Sally.

 

- Engorgio- aquel rayo azulado partió de su varita de la demonio, impactando en una de las medias lunas haciendo que esta aumentara de tamaño y provocara más daño en la líder Sally

[Etoile Black]

El momento había llegado y su hora de salida igua. Rápidamente corrió hacia las afueras de la edificación del Castillo Gaunt y aun que le enviasen un hechizo iba a salir si o si. Quizá se arrepentía de haber dejado a tres de sus compañeras en el lugar, pero estaba segura de que las vería nuevamente.

 

- Este no es el fin de nadie… - Comentó entre jadeos mientras corría. Al llegar a la verja salió completamente de los terrenos Gaunt y sin duda cuando conociese a alguno de los patriarcas de aquel castillo les recomendaría el acortamiento de sus largos caminos.

 

Ya a las afueras del lugar guardó su varita y la poción multijugos desapareció, una nubosa neblina blanca comenzó a rodearle el cuerpo hasta cubrirla completamente y así terminar lejos del lugar, sin dejar rastro alguno de su próxima parada.

[Pik Macnair]

Isaac Macnair.

 

—¿A donde crees que vas?

 

El Ángel Caído mantenía la vista fija en Etoile, quien se curó del fuego Maldito e intentaría huir de aquel lugar, cosa que él impediría. En primer lugar, pensó Confunuds, haciendo caer a la Triviani en un vacío mental en el cual sus pensamiento estarían en blanco y no podría pensar nada que tuviera lógica. Seguidamente, alzó su katana de plata y proyectó un primer corte en el pecho de Etoile, creando una grave herida vertical que empezó a teñir el cuerpo de la mujer en rojo.

 

—No te escaparas tan fácil, traidora.

 

Sonrió tras la mascara, disfrutando ver la sangre correr. Alzó nuevamente la katana e hizo otro movimiento, proyecto un segundo corte en diagonal al pecho de Etoile, creando una equis tras los dos cortes de katana. Observó de reojo los ataques de Juv, en combinación con los suyos, la mujer caería ante sus hechizos y no podría hacer más nada, poseía demasiadas heridas graves y poco tiempo para intentar curarse. Si intentara salir de nuevo, acabaría de una buena vez con la traidora al bando.

[Sally Sigel]

Aún le dolían las heridas en la espalda, pero estaba empezando a marearse... Alguien le había anulado el estrellatus en el último momento... Pero las acciones de Patrick Colt habían sido igual de inútiles y tardías. Su Aqueora si había logrado materializarse y allí estaba, protegiendola también del expeliarmus de Centauro.

 

Pero sintió cómo, a pesar de esa defensa, su varita se desprendía de sus dedos...

 

- Terreus! - exclamó en un acto reflejo, y en seguida una pared de tierra emergió del suelo, atrapando su varita antes de que Anne lograra invocarla, y elevandola hasta ella que pudo sostenerla con sus dedos nuevamente.

 

Se sentía indefensa, pero... ¿por qué? Sus ojos se fijaron en Isaac, aquel mortífago que planeaba atacarla de nuevo... Y entonces la pared de tierra cayó sobre él, dos metros cúbicos de tierra que cayó pesadamente sobre él, aprisionandolo y evitando que lograra moverse para realizar algún movimiento con su katana.

 

- Episkey - pensó, curandose así del nuevo fuego maldito, esta vez obra de Isaac. Esta vez sintió cómo el dolor disminuía, escuchando que Hades le anulaba otro y otro hechizo que realmente no pensaba utilizar.

 

Aunque empezaba a dolerle la cabeza, demasiada gente... demasiados "rostros", hechizos que iban y venían, esas voces que apenas lograba descifrar lo que decían... En algún momento los ataques físicos de Juve habían impactado en su esfera de agua.

[Patrick Colt]

Ya no habia nada que hacer en el lugar. Patrick Colt decepcionado, dio media vuelta sobre sus talones negando con la cabeza. Indico con un movimiento sw su mano zurda que se retiraba. La victoria mortifaga sobre los miembros de la Orden del Fenix fue rotunda.

 

El aqueora habia sido desintegrado por el Necromantia, eliminando la curacion que este proporcionaba a Sally. Adicional, la bola de fuego negro habia golpeado en ella quitandole su primera proxima accion, un terreus.

 

Ella no pudo recuperar su varita. Producto se un confundus de Patrick Colt. Desarmada y sin ardius, el episkey no saldria jamas. Igualmente, ya estaba muerta.

 

- A esa lider le falta un repaso urgente y grave de los hechizos. Si fuera por los de la Orden, el prestigio de Inglaterra y su Academia de Magia fuera deplorable - farfullo saliendo por la puerta de la Gaunt. Bel, Helen, Catherine, Etoile y Sally habian muerto sin ser testigos de misericordia.

 

Patrick Colt, una vez en la calle fuera de los jardines de la Gaunt, desaparecio.

[Sally Sigel]

Uno de sus últimos pensamientos fue "Enriqueta" y la fiel elfina que alguna vez le dejara su hijo Mave hizo aparición en el lugar. Era extraño que a pesar del tiempo algunas cosas no cambiaran, como el hecho de llamar a su elfina en momentos como ese. El dolor de cabeza estaba empezando a agudizarse...

 

- Espero que al menos no se entere... - pensó. Él le había prohibido "volver", pero ella siempre había hecho lo que se le daba la gana. De todas maneras no quería tener que pasar un momento incómodo y perder el tiempo discutiendo. Al menos él no sabía legeremancia y aunque lo supiera, ella podía usar la oclumancia a su favor.

 

La elfina la bajó y la tomó del brazo, desapareciendo con ella tan rápidamente que apenas y la habrían visto. La batalla había terminado, al menos para ella. Tal vez volviera otra vez, tal vez no...

[Spectum Crouchs]

Sentí que tenía algo en la garganta que no me dejaba respirar, me llevé la mano a el cuello en un intento fallido de curarme, no había imaginado el bezoar y munca lleguó el hechizo a hacer efecto, estaba perdido ya que la avizpa marina había hecho sus efecto en mi y me terminó inyectando todo el veneno en mi cuerpo.

 

Caí de rodillas al suelo con la mano aferrandome al cuello, estaba frustrado porque por una tontería como esa yo había quedado sin vida en un ataque en donde el poder de la marca estaba predominando, me había suicidado y por eso había muerto. El estarlejos de las batallas me había vuelto mucho mas débil, y esta era la 4 vez que caía en batalla.

 

Me dejé llevar por la muerte y ya dentro de poco lo que tendría era que despertarme en sanmungo y que me revivieran para de neuvo salir a sembrar el caos, dentro de poco volvería a ser el guerrero que fuí en el pasado, pero de eso ya me encargaría con el tiempo. Caí muerto siendo el único mortífago morir en la batalla.

[Hades Ragnarok]

Aquella batalla estaba llegando a su fin. El Ragnarok dibujo una mueca malévola tras la mascara mortifaga para segundos después pasar su lengua por los filosos y ponzoñosos colmillos vampíricos. No podía negar que se hubiera divertido y que aquello le hubiera servido para pasar el rato, ya que, sentía que se había oxidado un poco. Sin embargo, había llegado el momento de partir, aunque seguramente se volvería a encontrar con los odefos en otro lugar y volverían a jugar.

 

Sin perder tiempo se acerco hasta sus compañeras, tomo a Anne y a Felicity y salió del castillo gaunt alejándose de los encantamientos anti aparición que habían colocado para evitar que los intrusos aparecieran allí. Chasqueo la lengua y giro sobre sus talones desapareciendo de allí con aquellas 2 chicas

[Pik Macnair]

Isaac Macnair.

 

—¿Esa fue toda la batalla que dieron? foder, pero que decepción.

 

Arrugó la frente y observó el cuerpo de los últimos caídos, quienes intentaron salir o defenderse. Todo un acto inútil. La combinación de hechizos por parte de los mortífagos fue perfecta, negando acciones y mandando ataques que no perdonarían la vida de los miembros de la Orden del Fénix. No sentía lastima por ellos, se lo merecían y mucho más. Isaac estaba en contra de sus ideales, los cuales no aprobaba y veja carentes de sentido. No tenía lógica y la muerte era lo que merecían.

 

Rodeó la vista y notó un par de mortífagos que perdieron la vida en la batalla. Isaac lo lamentó y caminó hacia uno de estos, se trataba de Spectum. Lo cogió del brazo y se lo paso atrás del cuello, una forma cómoda de llevar un cuerpo inerte, aunque lo mandaría a hacer dieta, luego. Dio una ultima vista hacia los fenixianos y se mordió el labio, recordando Numergard. Había sido clausurada, cosa que Isaac no aceptaría. Estaba empezando a disfrutar de la tortura de los fenixianos, pero ahora tendría que preocuparse haciendolo en pleno asalto. Por lo menos, era algo.

 

—Nos vemos, inútiles. Den batalla la próxima vez —dijo en voz baja, esperando que las almas de los fenixianos lo escucharan.

 

Dio media vuelta y salió del castillo, sin detenerse a mirar si sus compañeros lo seguían. Sabía que lo harían. Cruzó la verja y llegó a las afueras de los terrenos, en done el hechizo anti-aparición no cumplía ya efecto. El Ángel Caído sintió como Evarela llegaba a su lado y lo cogió del brazo, este sonrió y asintió. Un manto de oscuridad empezó a rodear el cuerpo de los tres mortífagos, envolviendolos en tinieblas que poco a poco ocultó sus cuerpos. La estela rasgó el cielo y desapareció en este, sin dejar ningún rastro de Isaac, Spectum y Evarela.