╚ Parque Acuático Witch ╝ (MM B: 102556)

[Helike R V PB]

Galicia ~Serra dos Ancares ~Viaje casa de los Black

 

Después de echar un vistazo a la casa, comprobé que todo estaba perfectamente, algo de lo que me alegraba. Los elfos habían hecho un gran trabajo y por muy raro que pareciera por mi parte, les había dado una buena propina. Era la vieja casa familiar y la verdad que, la primera vez que llegamos, estaba echa una pena y todo, por el desuso y el paso del tiempo. Comprobé que la biblioteca tenía los mismos volúmenes; mi habitación estaba decente (que ahora compartiría con Matt y que un tiempo pasado la había compartido con mi hermana) la de mis padres y la de mi abuela materna. Todo restaurado y con mantas y sábanas nuevas y todos los utensilios necesarios para pasar una larga temporada.

 

El gran salón tenía una chimenea con el escudo familiar, situado encima y grabado en piedra. Era casi igual al de la familia de Londres, pero con algunas ligeras variaciones. Varios troncos dispuestos, casi se encendieron al tiempo que pasé por su lado. La propia mansión me reconocía como dueña y se activaba automáticamente. El aroma de la comida, provenía de la gran cocina y por suerte los elfos se estaban afanando por preparar una buena comida. Miré hacia el gran ventanal y vi a Matt hacer todos los encantamientos protectores necesarios y sonreí al verlo.

 

Me fijé que una pequeña mota oscura subía y bajaba. Fruncí el ceño y salí al exterior. Matt alzaba el brazo para que su halcón le entregara una carta. Me acerqué a él por detrás, y dándole un beso cariñoso en el cuello, me dispuse a leer con él lo que contenía. Sentí que palidecía a cada palabra...

 

- Cariño, ¿qué pasará ahora? - esperé su respuesta. Aunque estaba segura de que, en ningún registro oficial esa casa estaba a mi nombre, propiamente dicha no me extrañaría nada que buscarían la manera de encontrarnos. No pensaba huír sin hacerles frente, al menos, eso es lo que haría un buen mortífago. Yo lo era y me sentía orgullosa. Esperaba que el gobierno mágico español, no nos pusiera muchos problemas por usar magia no legal...

[Matt Blackner]

Sonreí al sentirla cerca, como me besaba el cuello y se abrazaba a mi. Abrí la nota qeu Falcon me había entregado, pero con cada palabra sentí qeu enfurecía más y me iba poniendo rojo. No, aquello...aquello era imperdonable. Como se habían atrevido? Además...

 

Me giré hacia @ y puse las manos sobre sus hombros, mirándola.

- Quiero...necesito que te quedes aqui. Estarás a salvo con las protecciones que he levantado...no te encontrarán. Yo....tengo qeu ir a ayudar. No esperarán que me presente alli, y si no lo hago... - sabía que iba a protestar, pero no le dejé. - Escúchame...bastante hemos tenido, y se uqe no te encontrabas bien en la boda. No quiero pensar qeu te arriesgues en combate ahora...

 

La besé.

- Te prometo que volveré intacto

 

Había cumplido mi promesa...a medias. La herida por seccionatus que había sufrido en la boda se reabrió mientras luchábamos contra aquellos mortífagos, y cuando regresé con Helike, sangraba bastante. Regresamos juntos a la Potter Black, preocupados por las heridas de Sagitas, que ahora estaba inconsciente. Además, aumenté la seguridad en casa y destruí las puertas evanescentes que tanto mal nos habían causado. Incluso tuve que ceder a atendieran mis heridas, aunqeu al menos, fue mi mujer quien se hizo cargo.

 

No habíamos tenido viaje, ni noche de bodas...cuando estuve "tranquilo" de que no iba a pasar nada, y de qeu Sagitas estaba cuidada, Helike y yo decidimos escaparnos. Solo serían un par de días, pero...

 

Regresamos a la mansión de la familia de la vampiro.

- Podríamos ir a la playa. - le dije. A pesar de que el verano tocaba a su fin, aun hacía buen tiempo. Y si no, yo lo crearía.

Editado 30 de Septiembre del 2018 por Matt Blackner

[Helike R V PB]

Galicia ~Serra dos Ancares ~Viaje casa de los Black

 

Sentí su beso en mis labios, pero sinceramente, temblaba de lo que algo podía pasar y temía que no regresara... Me conocía lo suficiente para saber qué opinaba sobre ese tema. Lo dejé continuar a pesar de tener ganas de soltar improperios... Esa maldita bruja. Me refería a la de la boda, por supuesto. NO la conocía, pero recordando su pelo violeta (?) me indicaba que podía ser familiar de Sagitas, y recordando, ella lo había confirmado, eran primas...

 

- Por favor, ten cuidado - le dije con cierto temor. Que fuese mortífaga no es que fuera más vulnerable al miedo. Sí, lo sentía por él... Había dicho intacto y eso me inquietó un poco más. No pude evitar sonreír de medio lado, irónica. Aún no me había dado tiempo siquiera a hacerle unos cuantos cuidados urgentes. No es que tuviese el título de primeros auxilios, pero no era tonta. Era enfemera en la clínica y sabía cómo actuar en casos así...

 

Había pasado varios días nerviosa. Intentaba distraerme leyendo algún libro o algo que había en la biblioteca. Pero sabía que no quedaría demasiado tranquila hasta verlo aparecer por aquella casita que poseía en mi tierra natal. Al final, habíamos ido a la Potter Black y la verdad, viendo el estado de Sagitas, me preocupaba aún más, ya no sólo físicamente, sino psicológicamente. No era la primera vez que, yo, como mortífaga podía hacer daño de esa manera. Me temblaba el labio...

 

- ¿A la playa? No sé...-cabeceé. Ordené a los elfos que prepararan algo ligerito. No tenía ganas de comer pero no sabía si a Matt le apetecía lo suficiente para ello- si quieres puedo ordenar que te preparen algo más contundente, no sé...- estaba de los nervios y no era para menos- ¿qué podemos hacer por Sagitas, cariño? -sí, me preocupaba por ella no era una insensible, aunque lo pareciese. Que supiera mantener el temple en los momentos duros, no significaba que no me preocupaba por la familia...

 

Estábamos en el salón principal de la casa. Las llamas de la chimenea refulgían contentas, los elfos iban añadiendo más leños y la estancia estaba iluminada por el gran candelabro que había en el techo. Parecía que daba un aire romántico, a pesar de la situación en la que nos encontrábamos. Un par de platos de plata que había encontrado mi elfina Galadriel y la cubertería estaban ya colocados y pronto iban a servir la comida...

 

- Bueno, creo que no es tiempo para eso... Ésto es un lugar precioso ya lo verás. En otoño los árboles cambian sus hojas y bueno -elevé mis hombros - podríamos dar un paseo por el valle. Me lo conozco como la palma de mi mano -le dije, agarrándole la mano y apretándolo con suavidad- por suerte, ésta casa tiene unas buenas protecciones y no las del Ministerio, esas se rompen en menos de nada -bufé- a no ser que conozcas a la persona que las haya creado, poco se puede hacer - comenté, bebiendo una copita de vino de saúco...

 

- Si tienes alguna idea mejor, es que, además, estamos en medio de la montaña. Y para ir a la playa hay que ir al norte y es un largo trayecto y no me apetece descubrirnos ante el ministerio de magia español - me justifiqué- aparte, ya no hace tanta calor como antes... -llevaba puesto un chandal con zapatillas de deporte, era lo más cómodo que tenía, aparte de los tejanos y por encima, una capa negra de viaje- la verdad, me apetece más estar contigo acurrucada en el sofá y escuchando la radio, pero si quieres ir dar una vuelta al pueblo, no tengo problema...

 

@@Matt Blackner

[Matt Blackner]

Nos sentamos en el salón, donde los elfos ya habían encendido un agradable fuego, qeu chisporroteaba alegremente, mientras otros preparaban algo para comer, un aperitivo, pero a esa hora de la tarde era suficiente.

 

Con un gruñido, me senté en el sofá, junto a @. Para su tranquilidad había dejado que se ocupara de sanar la herida en mi costado, pero aun no estaba totalmente recuperado, y me molestaba a ratos.

- No podemos hacer más de lo que ya hemos hecho. - contesté cuando expresó su preocupación por Sagitas. No era que yo estuviera menos preocupado, todo lo contrario. Pero no podíamos ayudarla más. Habíamos tratado sus heridas, y podíamos confiar en que mi hermana se encargaría de cuidarla. Si empeoraba o había buenas noticias, nos lo harían saber al momento, y si era necesario, Harpo vendría en nuestra busca. - Estará bien. He asegurado la Potter Black, y tu y yo sabemos que en su estado actual, solo depende de que recupere las fuerzas y despierte.

 

Me senté de lado para poder observarla, sonriendo ligeramente mientras la miraba. Ella conocía mejor el tiempo de aquel lugar que yo, pero estando en la montaña, y a esas alturas, no era el mejor momento para ir a la playa. Asi qeu cedí, encogiéndome de hombros. No tenía problema y además...supongo que una vez comenzaba a relajarme, se iban acabando las ganas de salir.

 

- Si, tal vez más tarde podamos salir a dar una vuelta por el pueblo. Mañana te compro hacer una excursión al valle. - le dije. Helike llevaba un chandal, al igual que yo, que había elegido un pantalón corto de deporte y una camiseta. comencé a acariciarle la pierna, sabiendo que aquello le haría cosquillas, seguro. - La verdad es que ahora mismo me apetece más estar aqui...tranquilos.

[Helike R V PB]

Galicia ~Serra dos Ancares ~ Casa de los Black

 

Después de terminar de comer, nos sentamos en el sofá para estar más relajados. Los elfos nos llevaron una jarra llena de café con dos tazas, ambas con el emblema de los black españoles.

 

- Mira que tienen años éstas tazas. Pensé que las habían robado, pero no. Estaban bien guardadas jejeje - sonreí al recordar cómo mi madre siempre echaba el cerrojo mágico para que nadie entrara a robar en casa. Suspiré por las palabras del pelirrojo y asentí con la cabeza.

 

Vi una vieja radio, no sabía si funcionaría pero con varios movimientos de mi varita, ésta se encendió y con voz baja, empezó una suave música de balada...

 

- Anda que, no saben qué echar por la radio -medio refunfuñé...

 

- Pues, para hacer una excursión al valle - llevó una mano a mi mentón, pensativa- creo que aquí tenemos todo lo que necesitamos, si tienes sacos de dormir y tienda, estaría perfecto -sonreí abiertamente- conozco una laguna termal, que nos vendría de perlas -le dije, levantando las cejas riendo, abiertamente- te encantará, ya lo verás... No es muy conocida y ahora en otoño no suele ir mucha gente y estaremos tranquilos -le di un beso en los labios, acurrada bajo su brazo y apoyando las piernas encima de las suyas...

 

- El lugar es precioso, te encantará... no creo que haya cambiado mucho en más de trescientos años. Es lo que más me gusta de éste sitio. Aunque sean muggles saben respetar lo que tienen además de sus tradiciones. A decir verdad, son bastante supersticiosos a pesar de que ésta casa estuviese caída no se han acercado mucho por aquí... decían algo de "meigas" -dije con un cierto particular acento...

 

- Y hablando de tu madre, ¿cómo la has encontrado? Debió ser bastante duro para ella - mi cara se ensombreció al pensar en las barbaridades que le podrían haber hecho y que, Perenela nos había casi gritado a todos - una cosa es que defienda a los sangre limpia, otra diferente es cometer salvajadas porque sí - bueno, en parte l había hecho, él sabía mi condición pero no los delitos que había cometido- si tú supieras lo que hice, creo que pedirías el divorcio inmediatamente - suspiré- pero tengo mis propios ideales y a pesar de enfrentarme a los Vulturi por tu condición, yo... cariño, te quiero -le dije un poco emocionada. Me dio la impresión que, por momentos su cuerpo parecía temblar- ¿te pasa algo? -pregunté preocupada - es la herida, ¿verdad? -medio refunfuñé- debías estar más en reposo, en cuánto terminemos el café te haré el resto de las curas. ¡Sin rechistar! - dije graciosa- y, me gustaría que, con tu permiso, añadir unas cuántas protecciones extras propias a la Potter Black. Por mucho que tengan refuerzos ministeriales, se pueden romper sin problemas...

 

@@Matt Blackner

[Leslie Ashryver PB]

-Mami, Mami, Mami- chillo Richard entrando a su cuarto en la mansión Potter Blue.

 

Alessandra en respuesta se metió más abajo de las frasadas y se hizo bolita al sentir al pequeño Delacour saltar sobre su cama, había trabajado hasta muy tardé y esperaba ese día descansar un poco pero al parecer su hijo tenía otros planes.

 

-Con SJ queremos ir al parque- gritaba saltando en la cama.

 

La Delacour cansada se destapo y atrapo al rubio para acostarlo a su lado con un gran abrazo para evitar que se moviera.

 

-Dile a tu abuela que te lleve- lloriqueo besandole la mejilla expuesta haciendolo reir.

 

-Iremos todos- le dijo Richard tomando su cara dandole un gran beso en la mejilla -Cid y Toto ya han preparado todo y llevaremos a Pete tambien- mientras hablaba iba destapandola.

 

Alessandra gimio maldiciendo a los elfos y a todos por darles los gustos a su hijo y a SJ, ir al parque, se estrecemecio y deseo que Kamra estuviera ahi y que fuera ella la que lo llevara.

 

-Mamá- grito Richard desde su cuerto para que se levantara.

 

Con sus pelos revueltos de color rosa se cambio media dormida con unos pantalones cortos blanco, una remera de tirantes azul y unas zapatillas del mismo color, ató su cabello en una cola alta sin peinarselo ya que se lo tomarían si había piscina.

 

-¿Y tu abuela?- le pregunto al rubio que cargaba al pobre Escarbato como su fuera un oso -Richard no creo que permitan mascotas en un parque acuatico- regaño al niño.

 

Pero solo recibio un encogimiento de hombro y le señalo un bolso rosa pequeño y muy flaco. Alessandra sospecho que los elfos usaron algun encantamiento de extension para meter todo.

 

Al rato aparecio su madre con SJ y todos salieron al callejon Diagon. Habia muchos negocios que no conocia y al parque que llegaron era uno, por fuera se veia pequeño que parecia imposible que fuera un lugar divertido claro que eran magos y como tal podian extender bastantes objetos o lugares.

 

-Espero que tengas repuesto de energia porque despues de esto no, nos moveremos mas- le dijo.comentandole a su madre cuando ingresaron al lugar.

 

Con unos lentes de sol negro Alessandra recorrio con la mirada el lugar para ver dónde ir pero estaba insegura ya que no conocía el lugar.

 

- Dónde vamos primero?- le preguntó a Perenela mientras ella agarra a Pete que quería salir corriendo.

 

 

@@Perenela Arya Grindewald Potter Blue

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

Era imposible negarle algo a mi hijo y a mi nieto, llevaban mas de una hora levantados diciendo que querían ir al parque a jugar, y la verdad era que yo estaba agotada con tanto lío familiar y ministerial que de seguro quería dormir como cincuenta horas sin despertarme, pero el amor que me daban esos niños era indescriptible y era lo que hacia que me levantara todos los días a seguir... Aunque la cama se sentía la mar de cómoda.

 

Estaba mirando todas las alternativas para llevarlos a pasear, no podía llevarlos al circo sino se metían en los carromatos seguro que los perdía en los rediles y luego la casa iba a terminar siendo el epicentro de todas las mascotas peligrosas que teníamos allá, mejor tener a SJ alejado de esa tentación, el día estaba bueno para un día de playa pero no teníamos una en Ottery así que lo mejor era un día de piscina.

 

Kiwi me ayudo a organizar a SJ y a empacar todo lo que pudiéramos llegar a necesitar, no me sentía muy a gusto con tener que ponerme un traje de baño, los únicos modelos que tenia eran un par que me quedaban pequeños por el embarazo, hice una mueca y me puse un pantaloncito corto (demasiado corto para mi gusto) y la parte de arriba del vestido de baño que menos ajustado me quedaba, no me sentía muy cómoda así que me puse una blusa blanca encima para tratar de no estar demasiado descubierta.

 

Tenia una petaca con zumo de naranja y le había aplicado un poco de poción herbovigorizante sino no iba a poder aguantar el ritmo de los niños, tomé en brazos a SJ y la bolsa que me preparó Kiwi y nos encontramos con mi hija quien ya venia con Richard y Pete, traté de sonreirles pero quería quedarme a dormir también un poco mas, aun así hice de tripas corazón y nos dirigimos al parque acuático.

 

-No, no tengo energía - le dije a mi hija alcanzándole la petaca para que bebiera - pero no puedo negarle nada a los niños - suspiré y solté a Sj para dejarlo en el suelo, agarré también a Richard:

 

-Pueden ir a jugar, pueden entrar en la piscina de niños, pueden correr pero con precaución y pueden dejar a mami y a abu tranquilas en las bancas, si necesitan algo vienen con nosotras primero antes de molestar a los elfos ¿ok? - tomé a Alessandra intercalando nuestros brazos - venga hija vamos hacia los bancos de descanso a tomar un poco de sol y de paz ¿si?

[Leslie Ashryver PB]

<<¿Acaso su madre quería emborracharla?>> pensó al ver cómo le pasaba la petaca que había llevado.

 

-Mamá!!- chillo escandalizada - acaso quieres emborracharme? Sólo lograrás que me duerma- le dijo.

 

La vio advertirle a los niños que corrieron a la piscina de los niños mientras que su madre tomó su brazo para llevarla a los bancos a descansar y tomar sol.

 

-Toma, emborrachate tú- bromeó dándole la petacana nuevamente -por cierto planeas conseguir novio con eso tan pequeño? - bromeó.

 

Ella también tenía una bikini bajo sus pantalones y remera pero los había hechizado para agrandarlos un poco y no se le saliera la piel por los costados. En cambió vio que la morena le gustaba bastante lo pequeño y la exhibición.

Editado 21 de Octubre del 2018 por Alessandra G. Delacour

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

-No es licor niña gritona - le dije mientras tomaba la petaca y volvía a dar un sorbo - es una poción herbovigorizante, ¿como crees que puedo quedarme despierta con los niños? - miré mi atuendo si era demasiado pequeño y sugerente, demasiado incluso para mi lado demoníaco, aun así no me sentía cómoda, hice una mueca y le conteste a mi hija:

 

-No, es que no tengo otro traje de baño, los demás me quedan aun mas pequeños y yo no tuve tiempo de encargar uno de mi talla si he de bañarme de seguro me meteré con todo y ropa, porque no me creo capaz de ingresar con esto así - le dije mostrando mi atuendo.

 

Miré a ver donde estaban SJ y Richard, ambos niños iban agarrados de la mano dirigiéndose con cuidado a la piscina de niños, habían balones de playa y un instructor que estaba pendiente de ellos, los elfos pasaban de un lado a otro con copas y vasos llenos y me dio tentación coger una de las copas, en vez de eso alcé la petaca:

 

-Seguro que no quieres tomar un poco, siento que en cualquier momento voy a caer rendida

[Helike R V PB]

Galicia ~Serra dos Ancares ~Vieja casa de los Black

 

Después de tomarnos el café, hice tumbar a mi marido y sacándole la camisa negué con la cabeza al ver la fea herida.

 

- Mi amor... lo siento, te quedará una bonita cicatriz. Los puntos se han soltado. ¿Quién c*** te ha cosido como a un...? - no supe decir nada más. Bufé y sacando del morral de cuero extraje varias pociones, tiritas, vendajes. Todo lo necesario para hacerle las curas. Limpié la zona con magia pero aún así, empezaba a sangrar de nuevo, menos que antes... Pero no podía evitar estar preocupada. Había sacado mucha de las cosas de la clínica Santos Mangos por si necesitabamos de alguna cosa, por si había una urgencia. Había hecho bien en tomarlas. Al menos, las había rellenado después del almacén, nadie pondría problemas.

 

Miré la herida...

 

- Ésto es de un seccionatus - le dije, mirando a mi marido, preocupada - ¿fue durante la boda? Y no entiendo cómo no se curó antes. A no ser claro que, las medias lunas tuviesen un veneno que no dejara cicatrizar la herida - saqué una pequeña piedrda. Un bezoar y se lo tendí -por si acaso, tómatelo y póntelo en el gaznate, eso facilitará mejor las curas...

 

Con un poco de algodón y alcohol mágico que fue absorviendo la sangre con cuidado, le puse un poco de vetadine. No es que fuera muy mágico, pero había visto eso en los muggles y tenía que decir que era bastante eficaz para desinfectar las zonas como esa...

 

- Sí, lo sé, es raro que use de ésto pero es útil -le dije con una sonrisa y le di un beso - puse una venda lo suficientemente grande con una poción cicatrizante y antes de eso, cosí la herida con aguja he hilo -lo siento, lo siento... siento si te hice daño, pero era necesario - puse el apósito encima del corte y después un vendaje alrededor, tanto de la tripa cómo de la espalda.

 

- Ahora quédate aquí hasta que te haga efecto - saqué los guantes de plástico y los tiré a la chimenea, cómo el resto de apósitos sucios que había usado en la curación.

 

Supongo que mañana ya estará cerrada.

 

@@Matt Blackner